Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Luis Borges
Author(s): IGNACIO INFANTE
Source: Revista Hispánica Moderna , June 2012, Año 65, No. 1 (June 2012), pp. 33-46
Published by: University of Pennsylvania Press
JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide
range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and
facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact support@jstor.org.
Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at
https://about.jstor.org/terms
University of Pennsylvania Press is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend
access to Revista Hispánica Moderna
IGNACIO INFANTE
A.A
El contemplar paradójico
contemplar la fenómeno
la ciudad, ciudad,
ese "conjunto que ese que "conjunto
es múltiple experimenta
sin desorden" que es el múltiple guerrero sin lombardo desorden" Droctulft (Borges, al
(Borges,
Obras completas 558) en "Historia del guerrero y de la cautiva", es semejante al
que siente el lector al enfrentarse con las ficciones de Borges: la experiencia
paradójica de una maquinaria compleja que nos impresiona, no como un objeto
de cierta belleza orgánica, sino como si nos tocara la incertidumbre provocada
por una inteligencia inmortal. La obra de críticos como Floyd Merrell, Silvia G.
Dapía, y Alejandro Riberi constituye, quizás, el mejor ejemplo de los esfuerzos
más recientes por definir las implicaciones cognitivas y heurísticas de la obra del
escritor argentino. Se puede decir que las principales implicaciones filosóficas y
conceptuales de las complejas maquinarias de ficción de Borges surgen de lo
que Ana María Barrenechea describió como "un proceso de disolución de con-
ceptos" en su clásico estudio de 1957, La expresión de la irrealidad en la obra de Jorge
Luis Borges:. "Hemos asistido a la tarea de un admirable escritor empeñado en
destruir la realidad y en convertirnos en sombras. Hemos analizado el proceso
de disolución de los conceptos en que está cimentada la creencia del hombre en
su concreto vivir: el cosmos, la personalidad y el tiempo" (143).
En su ficción, Borges problematiza la serie de conceptos que articulan nuestra
percepción de la realidad mediante un control sutil y metódico de las reglas de
verosimilitud. Es evidente que el objetivo de Borges al escribir sus ficciones no
es el de "destruir la realidad y convertirnos en sombras" como sugiere Barrene-
chea, sino simplemente el de producir ficciones que cuestionen los cimientos
conceptuales y el modo de representación de las ideas de cosmos , personalidad y
tiempo que articulan la noción de realidad para Barrenechea. De hecho, como
sugiere Josefina Ludmer, Borges ficcionaliza "lo indecidible" en los conceptos
Este artículo analiza, en los relatos que constituyen ElAleph (1949), el funcio-
namiento del mecanismo esencial en el que Borges se basa para generar esa
" maquinaria' ' a la que se refiere Ludmer. La maquinaria de ficción de Borges
no sólo "genera enigmas" como sugiere Ludmer, sino que además produce una
sorprendente y radicalmente nueva forma de lirismo.
I offer you the bitterness of a man who has looked long and long
at the lonely moon.
I offer you my ancestors, my dead men, the ghosts that living men
have honored in marble. . . .
I offer you that kernel of myself that I have saved, somehow - the
central heart that deals not in words, traffics not with dreams and
is untouched by time, by joy, by adversities. . . .
I can give you my loneliness, my darkness, the hunger of my heart;
I am trying to bribe you with uncertainty, with danger, with defeat.
( Obra poética 1 36)
2 Block de Behar define su uso del concepto de vocaáón en los siguientes términos: "La
acción de llamar, tanto en el sentido religioso de Dios que llama, atrae hacia sí a una persona,
a un pueblo, como en la acción y el resultado de una voz instauradora; esta vocación no
coincide plenamente con lo que la lingüística considera enunciados performativos" (36).
las diferentes implicaciones de este lirismo, que resultan de las complejas maqui-
narias de ficción desarrolladas por Borges a finales de los años 40, son cruciales
para estudiar la radical problematización de la idea de lo "originar' implícita en
sus ficciones.
Esas cosas Homero las refirió, como quien habla con un niño. Tam-
bién me refirió su vejez y el postrer viaje que emprendió, movido
como Ulises, por el propósito de llegar a los hombres que no saben
El nombre propio Homero constituye una voz poética inmortal debido exclusi-
vamente a su condición de sujeto lírico que, "como quien habla con un niño",
existe tan solo como presencia generativa de su propio discurso. "Homero" cons-
tituye de este modo una especie de Dios infinito e inmortal que al cantar el
universo, es capaz de crearlo y destruirlo al instante. Así, el universo del inmortal
"Homero" es intrínsecamente solipsista y sólo se puede acceder a él a través de
su voz, y queda exclusivamente confinado a los límites temporales y cognitivos
inherentes a su voluntad lírica como yo poético, siempre en la forma en que los
reproduce la voz de "Borges", quien constituye el sujeto lírico de la ficción en
grado último.
Otras ficciones de El Aleph en las que este impulso de inmortalidad lírica
aparece de modo implícito en la estructura narrativa son "La busca de
Averroes", "El hombre en el umbral" e "Historia del guerrero y de la cautiva".
En el caso de "El hombre en el umbral", lo que el narrador pretende recuperar
para la posteridad es un "antiguo y triste sabor que sería una lástima perder,
acaso el de Las 1001 Noches " (612) que emerge de una de las historias coloniales
supuestamente narradas por Christopher Dewey. Esta premisa narrativa fun-
ciona como un recurso retórico en la tradición pseudoepígrafa de la càbala,
mediante el que el narrador - amigo de "Bioy Casares" que, podemos suponer,
constituye una versión de "Borges" - no sólo elude la autoría "original" del
texto, sino que además asume un irónico rol "fidedigno" en la transcripción del
mismo: "Mi texto será fiel: líbreme Alá de la tentación de añadir breves rasgos
circunstanciales o de agravar, con interpolaciones de Kipling, el cariz exótico del
relato" (612).
Quizás lo más interesante de "El hombre en el umbral" en el contexto del
presente estudio sea la retórica barroca mediante la que el narrador convierte el
relato en una emanación residual de su propia voz lírica, o mejor dicho, de la
inmortalidad literaria generada en el proceso mismo de su narración. Así, la
ficción se convierte en el relato de hechos "originalmente" experimentados por
otro personaje (David Alexander Glencairn), "originarios" de un lugar geográfico
ajeno a la realidad del narrador (Indostán) y ficticiamente narrados en su forma
"original" por otro personne (Dewey) . Estos eventos en realidad existen como un
residuo ficcional de la historia transcripta por el narrador en un acto "vocación",
en el sentido poético mencionado por Block de Behar, a través del que logra dar
generativamente voz a una presencia que invoca una ausencia.
En "La busca de Averroes" el narrador una vez más recupera matices que de
otra forma habrían quedado perdidos irrevocablemente en el tiempo. En este
caso, Borges ficcionaliza el intento de Averroes, autor andalüsí del Tahafut-ul-
Tahafut, de interpretar y traducir los conceptos de tragedia y comedia desarro-
llados por Aristóteles. El problema para Averroes no es tan solo que esos concep-
tos poéticos no existan en la tradición filosófica y cultural árabe, sino que tam-
poco existe la noción de representación dramática a la que esos géneros se
refieren. Así, la narración se centra en una paradoja filosófica originalmente
experimentada por Averroes en su famoso comentario de la Poética de Aristó-
teles: la imposibilidad de transcender los límites conceptuales impuestos por su
tradición y su lengua. "Arista (Aristóteles) denomina tragedia a los panegíricos
y comedias a las sátiras y anatemas. Admirables tragedias y comedias abundan en
las páginas del Corán y en las mohalacas del santuario" (587) . Tal como la Poética
de Aristóteles se convierte en un síntoma del solipsismo de Averroes, la paradoja
conceptual representada por éste se convierte en un síntoma (o "símbolo",
como escribe Borges) del narrador mismo- el pronombre "yo "que al narrar
habla por y para todos los hombres, para después, como Dios infinito, como un
"Homero" inmortal, poder destruirlo todo a través de la voluntad articulada por
su "yo" poético: "Sentí, en la última página, que mi narración era un símbolo
del hombre que yo fui, mientras la escribía y que, para redactar esa narración,
yo tuve que ser aquél hombre y que, para ser aquél hombre, yo tuve que redactar
esa narración, y así hasta lo infinito. (En el instante en que yo dejo de creer en
él, 'Averroes' desaparece)" (588).
3 Para examinar el impacto de Spinoza en la obra de Borges en más detalle, ver los
artículos sobre este tema de Efraín Kristal ("Unrequited Sublimations") y de Iván Almeida.
riencia). Spinoza concibe esta primera causa que lo abarca todo mediante un
sistema de lógica inmanente en el que la infinitud divina queda expresada en
todos los objetos que configuran el universo. Para Spinoza, Dios constituye no
una causa trascendente más allá del mundo natural sino inmanente a ese mismo
mundo que expresa en cada uno de sus elementos finitos una divinidad infinita
implícita en su propia naturaleza. De este modo, cada sustancia que compone el
cosmos constituye un atributo o expresión de esa misma primera causa
inmanente e infinita que abarca y queda expresada en todo. Spinoza afirma en
su Etica :
Aparte del lirismo implícito que emerge de los cuentos examinados hasta aquí,
existe otra forma de lirismo más explícita en El Aleph mediante la que Borges
disipa el aura de lo original. Se trata de una entidad ficcional con la capacidad
de reproducir mecánicamente otros elementos narrativos que constituyen la fic-
ción. Este tipo de reproducción mecánica llevada a cabo por un objeto finito
capaz de reproducir en sí mismo determinados componentes del universo
genera versiones infinitas de ciertos elementos "originales" que para el narrador
habían quedado irrevocablemente perdidos dentro de la ficción. De hecho,
podemos afirmar que el mecanismo ficcional desarrollado por Borges se
Junto al jarrón sin una flor, en el piano inútil sonreía (más intem-
poral que anacrónico) el gran retrato de Beatriz, en torpes colores.
No podía vernos nadie: en una desesperación de ternura me apro-
ximé al retrato y le dije:
- Beatriz, Beatriz Elena, Beatriz Elena Viterbo, Beatriz querida,
Beatriz perdida para siempre, soy yo, soy Borges. (623)
Éste constituye sin duda alguna uno de los momentos de lirismo más explí-
citos y patéticamente sentimentales que existen en toda la obra de Borges, tanto
en su prosa como en su poesía. Este pasaje, en el que Borges recurre a un "sen-
timentalismo ingenuo", como ha comentado Graciela Montaldo (151), precisa-
mente articula en su sentimentalismo e ingenuidad el momento lírico más
OBRAS CITADAS
225-36. Impreso.
Lehman, David. "The Question of Postmodernism". Jacketma
1998. Web. 18 de oct. 2011.
Ludmer, Josefina. "¿Cómo salir de Borges?" Jorge Luis Borges: interuenäones sobre pensamiento y
literatura. Comp. William Rowe, Claudio Canaparo, Annick Louis. Buenos Aires: Paidós,
2000. 289-300. Impreso.
Merrell, Floyd. Unthinking Thinking: Jorge Luis Borges, Mathematics, and the "New Physics'*. West
Lafayette: Purdue UP, 1991. Impreso.
Montaldo, Graciela. "Borges y las fábulas de lealtades de clase" Comp. William Rowe,
Claudio Canaparo, Annick Louis. Buenos Aires: Paidós, 2000. 145-54. Impreso.
Riberi, Alejandro. Fiäions as Cognitive Artifacts: The Case of Jorge Luis Borges's (<Tlön, Uqbar, Orbis
Tertius". Auckland: Magnolia, 2004. Impreso.
Spinoza, Benedictus de. Ethics. Trad. G.H.R. Parkinson. Oxford: Oxford UP, 2000. Impreso.