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FACULTAD DE HUMANIDADES Y ARTES

UNIVERSIDAD NACIONAL DE ROSARIO


CÁTEDRA DE ANÁLISIS DEL TEXTO
Comisión 4 (noche)

Trabajo práctico:

«Tlön, Uqbar, Orbis


Tertius», de J. L. Borges

Alumnos: Matías Gurmendi (G-3196/8)


Ezequiel Orso (E-0688/2)
Profesores: Graciela Alleta de Sylvas,
Carolina Sager

Fecha de entrega: 30 de octubre de 2009


A partir de la lectura del cuento de Jorge Luis Borges “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius” reflexione:

1. Según su opinión, ¿qué relaciones intertextuales establece el cuento de Borges con otros
textos?

El cuento de Borges Tlön, Uqbar, Orbis Tertius es rico en intertextualidades. Podríamos hablar de
dos niveles de intertextualidad: uno que aparece en forma más directa, más explícita (las
intertextualidades que el narrador mismo menciona), y otro consiste en las relaciones que se le
sugieren al lector a partir de la lectura generada por él mismo (idea que se ampliará en la pregunta
3, según el texto “La Muerte del Autor”).

El narrador, Borges, a lo largo de la suerte de pesquisa sobre Uqbar que lleva a cabo, irá citando
multiplicidad de fuentes: algunas ineludiblemente reales, como una edición de la Encyclopaedia
Britannica; otros documentos, evidentemente apócrifos, como ciertas correspondencias atribuidas
a algunos personajes del relato, y algunas otras, como la misteriosa Anglo-American Cyclopaedia,
que cautelosamente cabría marcar como dudosas. Citas referenciales como Johannes Valentinus
Andreä y su Lesbare und lesenwerthe Bemerkungen über das Land Ukkbar in Klein-Asien no hacen
más que agregar a la confusión, al atribuir a personajes históricos reales una obra (y una
participación en los hechos de este cuento) de carácter apócrifo.

El tema filosófico del cuento –Borges no lo disimula en ningún momento- es el idealismo


berkeliano (o al menos uno sin Dios, pero que se le parece), y en ese sentido puede citarse la obra
del filósofo inglés como referencia ineludible del texto, particularmente su Tratado sobre los
principios del conocimiento humano. En la misma línea, el ensayo Nueva refutación del tiempo, del
propio Borges, comparte mucho de la temática eludida aquí.

Otros relatos de Borges resuenan también con partes de Tlön…, como El jardín de los senderos que
se bifurcan, donde se plantea la idea de una novela laberíntica, o novela-laberinto, en la que cada
avance de la trama contempla todos los posibles desenlaces, o Las ruinas circulares, donde el
personaje del cuento intenta crear, por medio del sueño (como los tlönitas producen los hrönir), a
un individuo que se creyera real, sólo para terminar dándose cuenta que él también estaba siendo
soñado por alguien y era, por lo tanto, creado e igualmente fantasmagórico (un hrön de otro
hrön).

Ineludible también es la referencia a Las mil y una noches, dadas las 1001 páginas que componen
el onceno tomo (por el aparente sistema duodecimal que se usaría en Tlön) de A First
Encyclopaedia of Tlön, vol. XI, Hlaer to Jangr. La célebre compilación de relatos de Oriente Medio
(trabajo, también, de carácter enciclopedista, en tanto intenta abarcar la tradición cuentista de
toda la región), se sabe, está estructurada según la técnica de mise en abyme o relatos anidados.
La conexión es lejana pero no por eso descabellada: en francés, se denomina mise en abyme al
efecto visual que se obtiene al enfrentar dos espejos, objetos que en el relato de Borges poseen
algún protagonismo: es un espejo quien desencadena la seguidilla de relatos y citas dentro de citas
que en última instancia constituyen el cuento; los heresiarcas de Uqbar, según la Anglo-American
2
Cyclopaedia consideran a los espejos abominables pues multiplican la cantidad de hombres;
aquella misma enciclopedia es la que le cuenta al narrador Borges que los perseguidos ortodoxos
de Uqbar poseían espejos de piedra... El espejo, en definitiva, simboliza esta suerte de
multiplicación de la realidad sin base material que sería tan característica en Tlön, con sus hrönir y
sus ur que se multiplican los unos a partir de los otros: los hay de segundo, tercero, onceavo
grado, tal y como cualquier objeto que es colocado entre dos espejos enfrentados genera
sucesivas imágenes especulares, cada una con menos brillo y nitidez que la que la produce.

2. Centrándose en los postulados teóricos de Bajtín explique: “…Un libro que no encierra
su contralibro es considerado incompleto…”.

Aunque la frase parecería ser una exacerbación literaria de la intertextualidad, esta cita de Tlön…
puede interpretarse bajo la teoría del dialoguismo de Bajtín: todo enunciado es formulado
teniendo en cuenta la interacción con el medio, en un marco de diálogo con otros enunciados que
lo anteceden (no existe, dirá Bajtín, un enunciado adánico, u originario, que no se genere en algún
otro, y a partir del cual todos los demás surgirán) y a los que responde. En ese mismo sentido,
todo enunciado, justamente por ser formulado dentro de un contexto y para cierto sujeto,
individual o social, como destinatario, prevé futuras respuestas a él y las tiene en cuenta. Los libros
de Tlön encierran su contralibro: “los de ficción abarcan un solo argumento, con todas las
permutaciones posibles. Los de naturaleza filosófica invariablemente contienen la tesis y la
antítesis, el riguroso pro y el contra de su doctrina”. En Tlön, nos cuenta el narrador Borges, rige la
idea de un “panteísmo idealista”: hay un solo sujeto indivisible del que cada ser del universo es un
órgano o máscara. “El sujeto del conocimiento es uno y eterno”: natural, entonces, que en este
panteísmo cada enunciado que alguien cree contenga la respuesta, el contralibro, con lo que los
otros, partes del mismo individuo, responderían.

3. A partir de los postulados Barthesianos explicitados en “La muerte del autor”, analice el
siguiente párrafo: “…En los hábitos literarios también es todopoderosa la idea de un
sujeto único. Es raro que los libros estén firmados. No existe el concepto de plagio: se ha
establecido que todas las obras son obra de un solo autor, que es intemporal y
anónimo…”

Barthes dice: “…Hoy en día sabemos que un texto no está constituido por una fila de palabras, de
las que se desprende un único sentido, teológico, en cierto modo (pues sería el mensaje del Autor-
Dios), sino por un espacio de múltiples dimensiones en el que se concuerdan y se contrastan
diversas escrituras, ninguna de las cuales es la original: el texto es un tejido de citas provenientes
de los mil focos de la cultura…”1. Que los libros no estén firmados y no exista el concepto de plagio
tiene que ver con esta idea de que el texto está repleto de escrituras múltiples, es un lugar neutro,
compuesto, oblicuo, donde se disuelve el individuo para que aparezca el sujeto. No puede existir
plagio porque nunca lo hay, cada lectura es siempre una re-escritura y darle al texto un Autor es
cerrar la escritura proveyéndola de un significado último. Borges, por ejemplo, en ese sentido dice
1
Barthes, Roland: El susurro del lenguaje, “La muerte del autor”.
3
en Tlön…: “…Hay poemas famosos compuestos de una sola enorme palabra. Esa palabra integra
un objeto poético creado por el autor. […] Los idiomas del hemisferio boreal de Tlön poseen todos
los nombres de las lenguas indoeuropeas, y otros muchos más…” 2. Que este autor sea intemporal y
anónimo, creemos entender que es el cruce de una multiplicidad de culturas que, unas con otras,
establecen un diálogo, una parodia, una contestación. Hablar de un solo autor intemporal y
anónimo, en palabras de Barthes, es hablar de quien recoge toda esa multiplicidad, es decir, el
lector, que, casi en las mismas palabras de Borges, lo describe como un hombre sin historia, sin
biografía, sin psicología. “… [El lector] es tan sólo ese alguien que mantiene reunidas en un mismo
campo todas las huellas que constituyen el escrito…” 3.

4. Siguiendo la clasificación expuesta por Todorov en la introducción del libro “Lo


verosímil”, explique y extraiga algunos ejemplos del cuento de Borges, haciendo
hincapié en el verosímil máscara.

El primer sentido, el más ingenuo, al que hace referencia Todorov es “aquél según el cual lo
verosímil se trata de una relación con la realidad”: aquí, lo inverosímil sería aquello que no podría
producirse en la realidad, según sus leyes. Lo verosímil es tomado como conformado según la
realidad, (o, quizá, confundido con) lo verdadero; entendido así, se nos ocurre -aislando el ejemplo
de la obra para operar en el vacío (algo así como, según Bajtín, se hace para tomar un enunciado
como oración)-, la intrusión de los primeros objetos de Tlön en el mundo real (la brújula, el cono)
serían producto de una tal concepción.

El segundo sentido al que el teórico búlgaro hace referencia es “el de Platón y Aristóteles: lo
verosímil es la relación del texto particular con otro texto, general y difuso, que se llama la opinión
pública”. Ya no se trata de que el discurso esté en conformidad con su referente sino más bien con
otro discurso, impersonal y anónimo, aquello que la mayoría de la gente cree que es real, o sea, la
opinión pública. Como hicimos en el ejemplo anterior, tomando el texto no como un relato
ficcional sino una serie de acontecimientos ciertos, la decisión de los directores del Orbis Tertius
de eliminar o atenuar los rasgos más increíbles de la Primera Enciclopedia de Tlön, de forma de
“suavizar el impacto”, responde a esta concepción de lo verosímil como conformidad con la
mayoría.

El tercer sentido es uno “de género”: “…la comedia tiene su propio verosímil, diferente del de la
tragedia; hay tantos verosímiles como géneros y las dos nociones tienden a confundirse…”. Todo
enunciado obedece a su propia economía -en este caso al conocimiento de Uqbar-, a ciertas
exigencias internas del género al que pertenece, a una ley discursiva absoluta. Al proponer la
creación de un planeta en lugar de un país, Ezra Buckley sugiere la confección de una enciclopedia
2
Borges, Jorge Luis, Ocampo, Silvina y Bioy Casares, Adolfo: Antología de la literatura fantástica, “Tlön,
Uqbar, Orbis Tertius”, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, Argentina, página 119.
3
Barthes, Roland: El susurro del lenguaje, “La muerte del autor”.

4
completa sobre éste. Entiende pues, que, para probarle a ese Dios inexistente que los mortales
pueden crear un mundo, deben someterse a las reglas de ordenamiento del saber, es decir, a las
reglas del género discursivo de la enciclopedia.

Un cuarto sentido actual de la verosimilitud es “…la medida en que ésta trate de hacernos creer
que se conforma a lo real y no a sus propias leyes; dicho de otro modo, lo verosímil es la máscara
con que se disfrazan las leyes del texto, y que nosotros debemos tomar por una relación con la
realidad…”4. Lo verosímil tiene entonces dos niveles: el anterior, el de circunscribirse a unas reglas
de cierto género discursivo, pero también otro nivel, de disfrazar la libertad como necesidad,
mediante un sistema de procedimientos retóricos que presenten, que hagan quedar, a estas leyes
no como lo que son sino como sumisiones al referente, a la realidad. Por la forma en que está
escrito el relato necesita recurrir a libros y personajes reales para hacernos creer que es cierto lo
que cuenta, como, por ejemplo, ser el que escribe el relato y, al mismo tiempo, el narrador o,
también, poner a su amigo Bioy Casares en la historia. Incluso en un primer momento, se podría
decir, que parecería que está contando una anécdota que vivió con Bioy Casares como
introducción a lo que va narrar como hecho ficcional, pero sucede que la totalidad del relato
mismo se presenta como un suceso real. Quizá en tono sugestivo escribe al comienzo: “… nos
demoró una vasta polémica sobre la ejecución de una novela en primera persona, cuyo narrador
omitiera o desfigurara los hechos e incurriera en diversas contradicciones, que permitieran a unos
pocos lectores –a muy pocos lectores- la adivinación de una realidad atroz o banal…” 5 y remata ya
sobre el final: “…[hablando sobre Tlön] Encantada por su rigor, la humanidad olvida y torna a
olvidar que es un rigor de ajedrecistas, no de ángeles…” 6.

En definitiva, lo verosímil comprende un acatamiento de ciertas reglas discursivas absolutas para


cada género a la vez que se disfraza esto de restricción a la realidad, en este caso mediante una
plaga de detalles inútiles o el detalle inútil casi como estilo.

En la posdata de Tlön…, Borges, el narrador, supone que los directores del Orbis Tertius
consintieron el descubrimiento de la Primera Enciclopedia de Tlön luego de haber eliminado o
atenuado los rasgos más increíbles de la obra, de modo de “exhibir un mundo que no sea
demasiado incompatible con el mundo real”. El Orbis Tertius no solo sabe que para inventar un
planeta debe atenerse a las reglas discursivas del saber –lo que demuestra al embarcarse en la
meticulosa creación de una enciclopedia– sino que para que éste sea verosímil y que por lo tanto
pueda cobrar realidad tendrá que guardar cierta compatibilidad con el mundo real. Habrá
entonces que atenuar efectos, diseminar objetos del planeta Tlön para completar esta ilusión de lo
verosímil que es, a la vez, adhesión a las reglas de organización del saber, y enmascaramiento de la
libertad (la creación) como necesidad, forzosa evidencia de lo existente.

4
Todorov, Tzvetan: Lo Verosímil, “Introducción”, página 13.
5
Borges, Jorge Luis, Ocampo, Silvina y Bioy Casares, Adolfo: Antología de la literatura fantástica, “Tlön,
Uqbar, Orbis Tertius”, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, Argentina, página 113.
6
Borges, Jorge Luis, Ocampo, Silvina y Bioy Casares, Adolfo: Antología de la literatura fantástica, “Tlön,
Uqbar, Orbis Tertius”, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, Argentina, página 129.
5
Bibliografía

Bajtín, Mijail: Estetica de la creación verbal, “El problema de los géneros discursivos”, Siglo XXI,
Méjico, 1982.

Barthes, Roland: El placer del texto y lección inaugural, “Lección inaugural”, Siglo XXI.

Barthes, Roland: El susurro del lenguaje, “La muerte del autor”.

Borges, Jorge Luis, Ocampo, Silvina y Bioy Casares, Adolfo: Antología de la literatura fantástica,
“Tlön, Uqbar, Orbis Tertius”, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, Argentina.

Saer, Juan José: El concepto de ficción, Ariel, Espasa-Calpe Argentina/Ariel, Argentina, 1997.

Todorov, Tzvetan: Lo Verosímil, “Introducción”.

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