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Redacción
A. “A” es sustantivo
B. “B” es sustantivo
C. “C” es verbo
D. “D” es determinante
4. “Los niños adquieren el lenguaje hablado de forma instintiva, pero el escrito
lo aprenden solo con el sudor de su frente, porque el lenguaje hablado ha
sido una característica de la vida humana durante decenas o cientos de
milenios, mientras que el escrito fue invención reciente y que se extendió muy
despacio.” Steven Pinker
En esta oración los verbos son los siguientes:
10. ¿En qué oración todas las palabras subrayadas son sustantivos?
«Terminaron por conocerse tanto, que antes de los treinta años de casados
eran como un mismo ser dividido, y se sentían incómodos por la frecuencia
con la que se adivinaban el pensamiento sin proponérselo, o por el accidente
ridículo de que el uno se anticipara en público a lo que el otro iba a decir.
Habían sorteado juntos las incomprensiones cotidianas, los odios
instantáneos, las porquerías reciprocas y los fabulosos relámpagos de gloria
de la complicidad conyugal. Fue la época en que se amaron mejor, sin prisa
y sin excesos, y ambos fueron más conscientes y agradecidos de sus
victorias inverosímiles contra la adversidad. La vida había de depararles
todavía otras pruebas mortales, por supuesto, pero ya no importaba: estaban
en la otra orilla». (El amor en los tiempos del cólera, Gabriel García Márquez)
12. ¿En qué oración todas las palabras subrayadas son sustantivos?
15. Señale cómo funcionan las palabras subrayadas en el enunciado “Sé que
cuando voy por la calle y un conversador se inclina al oído de otro y
disimuladamente me señala, está diciendo que soy el avaro. Sé que cuando
llega un traficante de telas o mujeres o vinos y pregunta por los hombres de
fortuna, me nombran, pero añaden: «no comprará nada, es avaro». (“El
avaro” de Luis Loayza)
A. “A” es adverbio
B. “B” es sustantivo.
C. “C” es adverbio.
D. “D” es sustantivo.
20. ¿Qué palabra subrayada del siguiente texto no es una categoría invariable?
“Un hombre parado ante un semáforo en rojo se queda ciego súbitamente.
Es el primer caso de una «ceguera blanca» que se expande de manera
fulminante. Internados en cuarentena o perdidos en la ciudad, los ciegos
tendrán que enfrentarse con lo que existe de más primitivo en la naturaleza
humana: la voluntad de sobrevivir a cualquier precio”. (Ensayo sobre la
ceguera de José Saramago)
A. ante
B. súbitamente
C. con
D. cualquier
Lectura
Afirmaciones particulares
TEXTO 1
Durante el Congreso de Solvay de 1911, Marie Curie recibió dos telegramas. El
primero pertenecía al Comité Nobel y le anunciaba que era la única galardonada
con un segundo Premio Nobel, esta vez en química. El segundo le informaba que
la mujer de Paul Langevin había mandado las cartas amorosas que Marie le había
escrito a Paul a la prensa. Había estallado el escándalo. Marie abandonó el
Congreso y su casa fue rodeada por personas que arrojaban piedras contra las
ventanas. La prensa que la había encumbrado con la concesión del primer Premio
Nobel no puso ningún reparo en destronar a su ídolo.
La historia amorosa había empezado un año antes. Tras la muerte de Pierre, Marie
vio en Paul Langevin, antiguo alumno de Pierre y amigo del matrimonio, un cómplice
y un refugio. Paul, por su parte, encontró en Marie el cariño que no tenía en casa y
no tardó en pedirle consejo sobre «la desastrosa» equivocación de casarse con
Jeanne Desfosses. Ambos se sentían atraídos y compartían inquietudes científicas.
Marie sentía que Paul podía convertirse en un compañero de investigación como lo
había sido Pierre. Pero la mujer de Langevin no era de la misma opinión. Estaba
dispuesta a poner fin a la situación costase lo que costase y fue al encuentro de
Marie para ordenarle que abandonase Francia o, de lo contrario, la mataría. Paul,
que conocía a su mujer y la creía capaz de cumplir su amenaza, le aconsejó a Marie
que se fuese. Pero esta se negó mientras su desesperación por una situación cada
vez más insostenible iba en aumento.
Marie y Paul se reunían en secreto en un pequeño piso, cercano a la Sorbona, que
había alquilado Langevin. En la Semana Santa de 1911, las cartas de amor de Marie
desaparecieron del apartamento y, una semana más tarde, el cuñado de Jeanne
Langevin advirtió a Marie de que estaban en poder de Madame Langevin. El
detective que esta había contratado para espiar a la pareja las había sustraído del
cajón del escritorio.
Marie fue acusada de romper una familia, de mujer disoluta, de tentadora polaca y
de judía. Su romance se dio a conocer en medio de un clima de antisemitismo y
xenofobia generado por la invasión extranjera. La sociedad francesa anhelaba
venganza y los periodistas le estaban ofreciendo lo que pedía.
Los ataques provenían de todos los frentes. En medio del sainete, un miembro del
Comité Nobel le escribió pidiéndole que se abstuviera de acudir a Suecia a recibir
el premio y añadió que «si la Academia hubiera creído que las cartas podían ser
auténticas, es muy probable que no le hubiera concedido el premio…». Marie le
contestó que no podía aceptar la idea de que en la apreciación del valor de las
investigaciones científicas influyese la difamación y la calumnia sobre la vida
privada. Asistió a la ceremonia del Nobel junto a su hermana y su hija Irène, y en el
discurso de aceptación dejó claro sus méritos: «La historia del descubrimiento y el
aislamiento de esta sustancia constituyó una prueba de mi hipótesis de que la
radiactividad es una propiedad atómica de la materia y puede servir de método para
encontrar nuevos elementos». También recordó que «el aislamiento del radio como
una sal pura fue llevado a cabo únicamente por mí». Sus aportaciones a la ciencia
quedaban claras.
Diecinueve días más tarde fue llevada de urgencias al hospital por lo que se dijo
que era una dolencia renal. Se ocultó que había sufrido una crisis nerviosa y se
había sumido en la depresión más profunda de su vida. Años más tarde le contó a
su hija Eve que había querido suicidarse y algunas de sus cartas muestran que lo
planeó. Este fue el peor de los episodios de una enfermedad que convivía con Marie
desde la infancia.
Adaptado de MUJERES CON CIENCIA (2018). “El trastorno depresivo de Marie
Curie”. En Mujeres con ciencia. <https://mujeresconciencia.com/2018/06/21/el-
trastorno-depresivo-de-marie-curiel>
VoF
1. Después de Marie Curie, ninguna mujer ha vuelto a ganar un Premio Nobel F
en el campo de la ciencia.
2. Desde pequeña, Marie Curie padecía de depresión. V
3. El romance secreto de Marie Curie fue motivo para que la prensa cambiara V
la imagen que mostraba de ella.
4. Marie Curie engañó a su esposo Pierre con Paul Langevin, quien también F
estaba casado.
5. Marie Curie tuvo solo una hija. F
6. De alguna forma, el rechazo hacia Marie Curie estuvo asociado a su V
condición de extranjera.
7. El escándalo desatado por la relación escondida propició que la científica V
sufra de una profunda depresión.
8. El Comité Nobel siempre toma en cuenta los antecedentes personales F
antes de otorgar un galardón.
9. Paul Langevin abandonó a su mujer para entablar una relación con Marie F
Curie.
10. La muerte de Pierre fue el único motivo por el que la científica decidió F
relacionarse sentimentalmente con Langevin.
TEXTO 2
En el clan de los caballitos de mar los nacimientos son otra cosa: son los machos,
y no las hembras, quienes gestan. Y al por mayor.
En un ritual de apareamiento que se prolonga días enteros, la pareja de caballitos
de mar nada durante horas al unísono, a veces hocico con hocico y entrelazando
mutuamente las colas. "¿Ha visto alguna vez el típico dibujo de dos caballitos de
mar formando un corazón? Pues es bastante realista", dice Leslee Matsushige,
conservadora asociada del Acuario Birch del Instituto Scripps de Oceanografía.
Tan romántica postura alinea el oviducto de la hembra con la bolsa incubadora que
el macho presenta en el torso, en la que ella deposita cientos de huevos; el macho
los fertiliza y cierra la bolsa, donde los huevos maduran y se convierten en alevines.
Los machos de los peces aguja y de los dragones de mar, emparentados con los
caballitos de mar, incuban los huevos debajo de unos "faldones" o "parches" de su
cuerpo. El caballito de mar es el único macho que presenta una bolsa cerrada similar
a un útero.
Tras una gestación que dura entre 14 y 28 días según la especie, el macho padece
contracciones que expulsan de su cuerpo a sus crías, hasta 1500 en cada camada.
Solo unos pocos sobrevivirán. El resto sucumbe en las fauces de los depredadores,
atrapados en redes pesqueras o a causa de la destrucción del hábitat. La mayoría
se vende como curiosidades o para usos medicinales: la medicina tradicional
asiática utiliza unos 25 millones de caballitos de mar al año. En vista de ello cabe
alegrarse de que estos caballitos de mar sean tan prolíficos. Algunos machos
pueden llegar a parir cientos de alevines por la mañana y quedar preñados de nuevo
al caer la noche.