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una ametralladora descansa apoyada contra la pared, en uno de los miradores; en una
canchita descuidada un grupo de hombres deja pasar el tiempo despuntando el vicio
del futbol. Se trata, puede suponerse, de imágenes comunes, cotidianas en cualquiera
de las dependencias que los servicios penitenciarios desperdigan a lo largo y a lo ancho
del país.
Este documental de observación, fue filmado puertas adentro en la cárcel de máxima
seguridad de Florencio Varela en el pabellón 4.
Es una institución autorizada por el gobierno, en la que se encierra o encarcela a
personas condenadas por la Ley con la pena de privación de la libertad por la comisión
de ciertos delitos, esta es una institución de control social formal. Esta atravesada por
distintas problemáticas.
El sistema penal encomienda la función de recuperar a las personas condenadas a fin
de evitar la reiteración de hechos delictivos.
Dentro de cada pabellón, los presidiarios crean sus propias organizaciones con reglas
establecidas para la supervivencia. “En una lucha constante por su
vida”. Allí el
Estado no entra. Existen instituciones que enmascaran detrás de su función primordial,
otra función siniestra, que, amparada bajo la mirada cómplice de las autoridades, se
los excluye de la sociedad, tildándolos de peligrosos.
Este grupo que formaban el taller de Filosofía y Literatura, tenían un encuadre
marcado por variables de tiempo y espacio, se reunían los días miércoles, en el
pabellón de la cárcel. Como lo define Enrique Pichón Riviere tenían representaciones
comunes y colectivas. La mutua representación interna es una internalización
reciproca de cada uno de los integrantes de la trama vincular que se va tejiendo y va
configurando un nosotros, una vivencia de pertenecer al grupo.
Esta situación grupal acarrea fantasías inconscientes que se transforman en un común
denominador, que estructuran el acontecer del grupo, y allí, en lo latente emergen una
ley organizativa (supuestos básicos) dependencia, ataque y fuga, emparejamiento.
Observamos que en este grupo se sometían a la mirada ajena a su critica o a su
ponderación, tales miradas producen cierto efecto espejo, ponemos como ejemplo
cuando Carlos relata su historia de vida, su experiencia por la cárcel, incentivándolos al
cambio, a que si se puede salir de esa oscuridad. También eligen como estrategia la
alfabetización, haciendo resonancia en los otros, “vibrar con los otros”. De alguna
manera funcionaban como grupo terapéutico, la tarea es la cura, es sacar el pasado
que les es difícil de borrar haciendo su filosofía propia, se aborda lo latente que se
expresa por vía de lo manifiesto.
Alberto y Carlos intervenían en el taller mediante técnicas, trabajando la pertinencia
entre ellos. Tratando de que los presos aprendan a pensar y así narrando sus conflictos
interpersonales. Estos sujetos (Carlos y Alberto), creando un dispositivo para estimular
la participación; ellos escribían libros. “Hacer el bien, a través de una pluma”.
Ellos tenían buena predisposición para con los talleres presentados por Carlos y
Alberto, su actitud era positiva. Tenían una tarea explicita, aprender literatura, filosofía
y también prácticas de boxeo.
Los presos tenían una motivación reparadora, al asistir a los talleres semanales; estos
formaban parte de una estrategia para que los sujetos puedan reanudar sus vías de
comunicación y aprendizajes interrumpidos.
Carlos y Alberto hacían hincapié en dejar los prejuicios a un lado. Era necesario e
importante confrontar para nutrirse uno del otro. Ver al sujeto en su cualidad,
carácter, etc. Ellos tenían ese lugar para poder expresarse, sus sentimientos eran
importantes.
Carlos y Alberto mantenían una distancia optima, si bien se involucraban ellos
marcaban cierta distancia. Tenían empatía necesaria para poder escucharlos,
acompañarlos, etc.
Cuando alguien ingresa a la materialidad de una institución, su conducta esta pautada
al tener que desempeñarse en algunos de los roles prescriptos por dicho colectivo, de
lo contrario se generan conflictos. La conducta que cada uno de ellos adoptaban, tenía
que ver con su historia, con el contexto, con el aquí y ahora, logrando, a través de la
literatura realizar un proceso corrector, volviendo cada uno hacia adentro, haciendo
consciente lo inconsciente, modificando aspectos de sí mismos llegando a la
transformación, siendo resilientes con creatividad; contando en sus escritos sus
historias personales. Sacaban todo lo que los lastimaba, reconocían sus propios
monstruos que los angustiaban (regresión).
A medida que pasaba el tiempo, construían y modificaban su propia personalidad para
poder “sobrevivir”. “Esto es un campo de concentración, se lucha por la vida”.
Tanto Carlos como Alberto fueron promotores de puentes, quienes ayudaron en esta
transformación, brindando herramientas para aprender a pensar, rearmar lo que soy
para no repetir. ¿Quién soy yo? ¿Quién debería ser? (ideal del yo).
Muchos de ellos, no sabían ni leer ni escribir (yo real), a través de las intervenciones y
con ayuda de algunos presos ya alfabetizados, lo aprendieron. A partir de estos
aprendizajes, a lo largo de los talleres, los presos han publicado ya diez libros a través
de su propia editorial “Cuenteros, Verseros y Poetas”.
La cultura permite al ser humano reflexionar sobre si mismo. Los presos reflexionan
sobre los hechos que los llevaron a delinquir y cometer los delitos. Dentro de la
clasificación de cultura, podemos encontrar el tipo de cultura estructural que eran
conductas reglamentadas. ¿Como deben comportarse dentro de la cárcel?, conducta
que adoptan para sobrevivir.
Cultura primitiva porque no tenían ningún tipo de apoyo por parte del estado, por
ejemplo, económico y de seguridad, etc.
Cultura civilizada, otorgan Carlos y Alberto, lograron desarrollo e innovación al
inaugurar el SUM en la cárcel, como espacio de encuentro.
Muchos de los presos tenían cultura analfabeta, ya que no sabían ni leer ni escribir.
Pudieron lograrlo gracias a los talleres y sus propios compañeros, por lo que paso a ser
alfabeta.
Poseen identidad cultural porque se relacionan unos con otros, en un determinado
contexto, en este caso la cárcel.
Como los presos “resuelven” para llevar adelante su encierro. En cuanto a lo físico,
practican futbol/boxeo. Dictado por Alberto y Carlos (quien mas tarde, realizo un
instructurado); y emocional y mental, aprendiendo a pensar, escribiendo desde su
sentir, expresando sus emociones, etc. Entonces acá Carlos funcionaba con CURADOR-
HERIDO, ante manifestaciones del sufrimiento actúa como soporte o amortiguador del
padecimiento.
Garantizar la continuidad y otorgar “sentido” de existencia. Lo hicieron Carlos y
Alberto mediante sus talleres, con la creación de este recurso que facilito la
comunicación, posibilitando la construcción y transmisión de nuevos
conocimientos/saberes, como la escritura.
La cultura es “una forma integral de vida”, ayuda a reflexionar sobre como los grupos
humanos satisfacen sus tres necesidades insoslayables; VIVIR, EN COMUNIDAD, CON
SENTIDO. Ellos le dieron sentido a “su vida” con estos talleres buscando la manera de
sobrevivir, soportar el encierro. Se sintieron útiles, vistos por alguien. Lograron, o por
lo menos intentaron reparar su integridad como ser humano, que más allá de los
errores cometidos, no dejan de ser personas.
Los libros que ellos escribían, formaban parte de su cultura. De la que quieren salir, de
ese mundo sucio, marginal, para ingresar al mundo justo…
“Voy a salir de cano, ya estoy re duro, estoy re pasado, como ya estoy jugado me chupa
un huevo matarte o no. Mi vida es un infierno, mi padre es chorro, mi madre es puta,
vos me mandas la yuta y yo te mando para el cajón. Yo soy el error de la sociedad, soy
el plan perfecto, que ha salido mal. Vengo del basurero que este sistema dejo al
costado, las leyes del mercado me convirtieron en funcional” – La violencia Murga
Agarrate Catalina.
Se ha dicho siempre que el Estado en el cual se encuentran las cárceles son un reflejo
del tipo de sociedad en la que estamos, estigmatizando a los hombres jóvenes, pobres
que llenan las cárceles sin reconocer su vulnerabilidad, aumentando la desigualdad,
generando nuevas y mas extremas expresiones de la cuestión social, tildando de
peligrosos a los que se encuentran privados de su libertad por tener “cara de
delincuentes”, caracteres estereotipados.
Había un vínculo entre educación y cultura, ya que Carlos y Alberto funcionaban como
gestores culturales, educando con “su hacer” en los talleres.
NO HAY EDUCACION SIN CULTURA. NUNCA NADIE EDUCA EN EL VACIO.
“Lo que ocurre atrás de esos muros suele no interesarle a nadie, en una comunidad que criminaliza la
pobreza y pide cada vez más encierros”. “La cárcel me sigue, es mi lugar en el mundo. No por lo bello, sino
porque ese oscuro y lúgubre territorio de encierro se puede cambiar”. Psicóloga Social, Paula Urbandt.
En relación al art. 2, todos deben gozar de los mismos derechos y libertades, sin
distinción de color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquiera otra índole.
Cosa que en la cárcel no sucedía, eran marginados.
Todos son iguales ante la Ley, expresa el art.7. Todos tienen derecho a igual
protección, contra toda discriminación. Excluidos socialmente. Desprotegidos
totalmente por parte del Estado.