Está en la página 1de 15

GESTIÓN

EMPRESARIAL

Gastronomía VI Eco. David Cruz Reátegui


Clases de organizaciones y estructuras
orgánicas. Perfil de las empresas del
futuro.
La organización del futuro: un
nuevo modelo para un mundo de
cambio acelerado
En un mundo caracterizado por un ritmo acelerado de cambios económicos, sociales, ambientales
y políticos, los líderes empresariales enfrentan el desafío de mantener la competitividad y el
crecimiento rentable en medio de turbulencias constantes.

La eficiencia tradicional ya no es suficiente; ahora se requiere una agilidad estratégica para


aprovechar oportunidades y evitar amenazas rápidamente. Las empresas que no revisan y ajustan
sus estrategias regularmente corren el riesgo de quedar rezagadas en un entorno empresarial
dinámico.

Aunque las estructuras jerárquicas y los procesos de gestión tradicionales son efectivos para las
operaciones diarias, a menudo carecen de la capacidad de anticipar y adaptarse ágilmente a los
cambios.

La capacidad de innovar y ejecutar estrategias con rapidez se ha vuelto crucial para mantener la
relevancia y la competitividad en el mercado actual.
JERARQUÍAS TRADICIONALES BASADAS EN UNA CADENA DE MANDO

Las organizaciones exitosas suelen seguir un ciclo de vida similar. Comienzan con una estructura en red,
donde los fundadores ocupan el centro y los demás colaboradores trabajan en diferentes iniciativas. La
agilidad y la toma de riesgos están impulsadas por una visión compartida del futuro. Con el tiempo,
evolucionan hacia una estructura jerárquica con procesos de gestión establecidos, como planificación,
presupuestos y asignación de tareas. Aunque esta organización madura es fiable y eficiente, puede
perder parte de la agilidad inicial.

Las jerarquías basadas en una cadena de mando que usan organizaciones de calidad han sido
una de las innovaciones más extraordinarias del siglo xx

Una jerarquía bien diseñada permite la distribución eficiente del trabajo en departamentos, divisiones y
regiones, fomentando conocimientos técnicos sólidos y procedimientos probados. Los procesos de gestión
coordinan las acciones de los empleados, incluso en organizaciones dispersas geográficamente. Aunque
algunos critican estos conceptos como burocráticos y obsoletos, las jerarquías son fundamentales para el
funcionamiento efectivo de una organización en el siglo XXI, proporcionando estructura y coordinación
necesarias para que las personas desempeñen sus roles de manera excepcional.
Los líderes más capacitados siempre han tratado de mejorar la productividad, pero ahora
intentan innovar más y con mayor rapidez

Los sistemas jerárquicos pueden adaptarse a cambios y optimizarse para circunstancias cambiantes,
permitiendo la implementación de iniciativas estratégicas y la mejora del rendimiento. Sin embargo, las
encuestas muestran que, a pesar de un aumento en el número de iniciativas estratégicas, el éxito suele
ser solo aparente. Incluso las organizaciones bien dirigidas enfrentan dificultades para mantenerse al
ritmo del mundo empresarial actual. Se cuestiona la eficacia del modelo de gestión empresarial actual,
incluso con la implementación de estructuras y procesos más sofisticados.

Recurrir al mismo grupo reducido de personas para que lideren cualquier iniciativa importante
restringe lo que se puede hacer y a qué velocidad
El desafío sociopolítico reside en la reluctancia de los individuos a tomar riesgos sin la aprobación de
sus superiores, influenciados por la aversión al cambio y la complacencia por el éxito pasado. Estas
actitudes, junto con las limitaciones de las jerarquías y los procesos de gestión, obstaculizan la
adaptación ágil en un entorno empresarial en constante cambio. A pesar de los esfuerzos de los líderes
para optimizar los sistemas jerárquicos, la presencia de silos organizativos y otros obstáculos limitan su
efectividad. Los líderes exitosos han descubierto que complementar las estructuras jerárquicas con
sistemas en red más ágiles puede mejorar significativamente la adaptabilidad y la velocidad del cambio
estratégico, permitiendo una gestión más efectiva en un entorno empresarial dinámico. Este enfoque
dual permite que ambos sistemas trabajen en conjunto para abordar los desafíos de la complejidad y el
cambio rápido en el mundo empresarial actual.
LA ESTRUCTURA DE UN SISTEMA DUAL

Cada semana surge una nueva herramienta de gestión para enfrentar desafíos competitivos o adaptarse a
las demandas del siglo XXI. Sin embargo, un sistema operativo dual se distingue por liderar iniciativas
estratégicas para aprovechar oportunidades o evitar amenazas, más que simplemente gestionar. Además,
aunque es una idea nueva, refleja la forma en que las empresas exitosas operan durante su fase de
crecimiento dinámico, aunque no siempre lo reconocen. La imagen de un sistema dual se representa con
una jerarquía por un lado y una red por otro. La red representa la fase emprendedora de una empresa
exitosa, antes de la formalización de estructuras jerárquicas y roles, similar a un sistema solar en
constante evolución.

La parte jerárquica de un sistema dual se diferencia del resto de jerarquías en que una
gran proporción del trabajo que se le asignaba se ha derivado a la parte en red
El sistema dual es una estructura dinámica en la que las iniciativas primarias y secundarias se adaptan
según las circunstancias. A diferencia de una jerarquía típica, esta red se transforma constantemente y
fomenta el individualismo, la creatividad y la innovación al liberar información de los silos organizativos y
permitir que fluya con mayor libertad y rapidez. La parte jerárquica de un sistema dual se diferencia
porque una gran parte del trabajo que normalmente se le asignaba, requiriendo innovación y agilidad, se
deriva a la parte en red. Esto libera a la jerarquía para enfocarse en tareas diarias, cambios graduales y
gestión estratégica previsible, como actualizaciones de sistemas informáticos.
CARACTERÍSTICAS DEL SISTEMA DUAL
Para que un sistema dual funcione correctamente, debe adherirse a varios principios básicos:

● Impulsar el cambio desde múltiples personas y departamentos, fomentando la participación y la


creatividad para tomar decisiones estratégicas y llevar a cabo acciones importantes. Este enfoque
requiere procesos probados que eviten el caos y la duplicación de esfuerzos, y debe involucrar a
empleados internos en lugar de depender únicamente de asesores externos.
● Adoptar una mentalidad de "ir a por ello" en lugar de "hay que hacerlo", proporcionando a las
personas la oportunidad y la autorización para actuar en iniciativas importantes de forma voluntaria
y apasionada.
● Escuchar y apelar a las emociones de las personas, además de presentar argumentos lógicos, para
motivar su participación en proyectos significativos que mejoren el futuro de la empresa u
organización.
● Reconocer la importancia del liderazgo en la realización de tareas significativas, destacando que el
liderazgo es esencial para identificar y aprovechar oportunidades rápidamente cambiante y
esquivar amenazas imprevistas.
● Combinar de manera inseparable la jerarquía y la red, facilitando un flujo continuo de información y
actividad entre ambos sistemas y asegurando que los dos trabajen en conjunto en lugar de
convertirse en entidades separadas.
LOS OCHO ACELERADORES

El proceso de implementación de un sistema dual implica una serie de aceleradores clave:

1. Generar sensación de urgencia alrededor de una Gran Oportunidad: Crear un fuerte sentido de
urgencia entre los empleados para abordar oportunidades estratégicas.
2. Crear y desarrollar una coalición orientadora: Formar un grupo comprometido de personas de
toda la organización para liderar el cambio.
3. Forjar una visión de cambio e iniciativas estratégicas: Desarrollar una visión clara y seleccionar
iniciativas que conduzcan a esa visión.
4. Reclutar un ejército de voluntarios: Convencer a una amplia gama de empleados para que se unan a
las iniciativas estratégicas.
5. Facilitar la acción eliminando barreras: Eliminar obstáculos que puedan ralentizar o impedir las
actividades estratégicas.
6. Generar (y celebrar) éxitos a corto plazo: Crear y destacar logros estratégicos relevantes para
mantener el impulso y la credibilidad.
7. Mantener la aceleración: Continuar buscando nuevas oportunidades y superar la tendencia a
relajarse después de logros iniciales.
8. Institucionalizar el cambio: Integrar los cambios en los procesos y la cultura organizativa para
consolidar el sistema dual a largo plazo.
La versión 1.0 de una red de aceleradores estratégicos puede nacer solo en una parte de
la empresa y luego, una vez que se afianza, extenderse al resto

El sistema dual, versión 1.0, se enfoca en agilizar la implementación de estrategias sin necesidad de
contratar nuevo personal. A medida que la red y los aceleradores evolucionan, se integran en la
cultura corporativa como la nueva forma de operar. Aunque surgen desafíos, como asegurar la
colaboración entre las partes del sistema y generar impulso, la clave radica en generar un sentido de
urgencia alrededor de una gran oportunidad estratégica. Este enfoque proporciona una ampliación
coherente y estructurada de las redes informales, permitiendo realizar tareas importantes con
mayor rapidez y a un costo menor que las jerarquías tradicionales.
Clases de Organizaciones y Estructuras Orgánicas:

1. Organización Funcional: En este tipo de estructura, las actividades de la empresa se dividen en


funciones específicas, como marketing, finanzas, recursos humanos, etc. Cada departamento
funciona de manera independiente y está encabezado por un gerente funcional. Es común en
empresas más pequeñas o en etapas iniciales de crecimiento.
2. Organización Matricial: Combina la estructura funcional con una estructura de proyecto. Los
empleados pertenecen a equipos de proyectos y también a departamentos funcionales. Esto
permite una mayor flexibilidad y coordinación entre diferentes áreas, pero también puede
generar conflictos de autoridad.
3. Organización por Procesos: Las actividades de la empresa se organizan en torno a los procesos
clave que generan valor para el cliente. Esto implica romper las barreras entre departamentos
funcionales y enfocarse en la eficiencia y mejora continua de los procesos.
4. Organización en Red: Este enfoque se basa en colaboraciones y alianzas estratégicas con otras
organizaciones para lograr objetivos comunes. Las empresas pueden externalizar algunas
funciones y colaborar con proveedores, clientes y otras partes interesadas para aumentar la
flexibilidad y la capacidad de respuesta.
Perfil de las Empresas del Futuro:

1. Ágil y Adaptable: Las empresas del futuro serán ágiles y capaces de adaptarse rápidamente a los
cambios del mercado, la tecnología y el entorno empresarial.
2. Innovadoras y Tecnológicas: La innovación y la tecnología serán componentes clave del éxito
empresarial. Las empresas deberán adoptar nuevas tecnologías y procesos para mantenerse
competitivas.
3. Centradas en el Cliente: Las empresas exitosas se centrarán en comprender las necesidades y
deseos de los clientes y en ofrecer productos y servicios que satisfagan esas demandas de manera
efectiva.
4. Sostenibles y Socialmente Responsables: La sostenibilidad ambiental y la responsabilidad social
serán aspectos fundamentales para las empresas del futuro, ya que los consumidores y las
regulaciones gubernamentales exigirán un mayor compromiso con prácticas comerciales éticas y
respetuosas con el medio ambiente.
5. Culturales y Diversificadas: Las empresas del futuro fomentarán una cultura inclusiva y diversa,
reconociendo la importancia de la diversidad en la innovación y el éxito empresarial.
6. Colaborativas y Conectadas: Las empresas se involucrarán en alianzas estratégicas y redes de
colaboración para aprovechar los conocimientos y recursos externos y fomentar la innovación y el
crecimiento.

También podría gustarte