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Es una pieza u obra teatral cómica en un acto, escrita en verso o prosa, que se solía
representar entre la primera y la segunda jornada de las comedias del teatro clásico
español, y que fue creada por el autor Lope de Rueda.
El sainete es una pieza teatral y musical breve, que satiriza personajes y situaciones de
actualidad insertos en una historia de enredos. La música nace fundida con la historia y
con los personajes (cf. Muguercia, p. 53), escritos para ciertos actores expertos en esos
arquetipos.
PERSONAJES:
Son médicos, sastres, alguaciles, cocineros, verduleras, peluqueros, alcaldes,
comediantes, músicos, chisperos, pillos, aguadores, vendedores, mesoneros y
mesoneras, clientes de mesón.
CREADOR:
Ramón de la Cruz (1731-1794) puede ser considerado como creador del sainete
clásico. Ricardo de la Vega (1839-1910), a su vez es el creador del sainete moderno.
ÓPERA:
Género de música teatral en el que una acción escénica se armoniza, se canta y tiene
acompañamiento instrumental. Las representaciones suelen ofrecerse en teatros de
ópera, acompañadas por una orquesta o una agrupación musical menor.
PARTES DE LA ÓPERA:
1. Comienza por conocer tu personaje. Un monólogo es una ventana al alma del personaje.
2. Focalízate en lo que tu personaje quiere contar.
3. Ten en cuenta el objetivo y el interlocutor.
4. Inspírate.
5. Mantén el ritmo.
6. Practícalo en diferentes contextos.
CARACTERÍSTICAS DE UN MONÓLOGO
Inicio: abarca los mensajes certeros que pueden servir para enganchar al público
y mantenerlo atento al resto de la enunciación. A menudo, suele ser rápido,
directo e incluye la introducción al tema, ocasionalmente, agregando preguntas
retóricas
Nudo: es el momento para explicar el clima del monólogo, es decir, expresar la
parte más impactante del discurso. Se puede acompañar de interrogantes
relacionadas al tema central, con el fin de desconcertar a los espectadores.
Final: los monólogos generalmente son cortos y, durante el desenlace, puede
intentar regresar al público a las escenas o momentos más emotivos del discurso,
para reiterar el mensaje principal, incentivando así, a reflexionar. Aunque en
algunos casos, como los enunciados humorísticos, se suele concluir con un giro
gracioso de la historia.