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Importancia de la sexualidad
El ser humano es muy complejo, la vida sexual estructura buena parte de su ser.
La vida sexual sana (que incluye una vida sexual reproductiva satisfactoria) es una
de las columnas donde se forma su personalidad. La sexualidad tiene una amplia
variedad de componentes como los corporales, afectivos, sociales y los deseos
eróticos. La sexualidad constituye un espacio donde se puede realizar el sujeto de
manera integral en su dimensión biológico-social.
El ejercicio de este espacio del ser no fue motivo de conflictos en otras épocas
donde pubertad era sinónimo de ser reconocido como persona con sus derechos y
obligaciones, esto es, cuando el adolescente demostraba su capacidad de
independencia y se “legitimaba” con un ritual de iniciación (esto en las sociedades
tradicionales), los adolescentes podían llevar una vida de adulto que incluía el
ejercicio sexual. Esto no sucede en la mayoría de las sociedades contemporáneas
donde el individuo si bien presenta madurez reproductiva, no se le permite o
acepta su vida coital. Por otro lado, en algunas sociedades contemporáneas
tradicionales y modernas, con buenas condiciones de vida y adecuada educación
sexual, los adolescentes pueden, sin conflicto moral, ejercer y separar su vida
sexual de su vida reproductiva en términos de evitar embarazos no deseados, de
protegerse de situaciones como las infecciones de transmisión sexual (ITS) o
abusos o violencias sexuales.
Para este capítulo se pueden separar los daños en tres grandes apartados:
Como se dijo líneas antes, desde finales de 1990, la OMS ha señalado que una
vida sexual sana es un importante factor de protección contra las enfermedades
cardiovasculares y la enfermedad mental.