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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

DE LOS LLANOS OCCIDENTALES


“EZEQUIEL ZAMORA”
VICERRECTORADO DE PLANIFICACIÓN Y
DESARROLLO SOCIAL
PROGRAMA DE CIENCIAS BÁSICAS Y APLICADAS
INGENIERÍA EN PETRÓLEO

Autoras:
Angelica Nieves C.I:31.774.485
Arianny Contreras C.I:32.646.919
Docente:

Guasdualito, marzo de 2024


Introducción
En el ámbito laboral, la dimensión ética juega un papel fundamental en la
toma de decisiones y en la forma en que nos relacionamos con los demás.
La ética se basa en principios y valores morales que nos guían hacia un
comportamiento justo y responsable. En este trabajo, exploraremos
diferentes temas relacionados con la ética y la deontología en el trabajo, así
como su relación con la verdad y el principio de no contradicción.
Comenzaremos analizando la importancia de la verdad y el principio de no
contradicción en el contexto de la ética. La búsqueda de la verdad y la
coherencia en nuestras acciones son fundamentales para actuar de manera
ética y evitar conflictos morales. Además, exploraremos cómo la ética y la
deontología se entrelazan con la verdad, y cómo nuestras dudas, opiniones y
certezas afectan nuestras decisiones éticas.
A lo largo del trabajo, también abordaremos la ética aristotélica y su
enfoque en la praxis humana. Investigaremos cómo nuestras acciones tienen
repercusiones y cómo nuestras competencias y actos humanos pueden
influir en el entorno laboral y en la sociedad en general. Asimismo,
estudiaremos la importancia del entrenamiento deontológico y el respeto al
secreto profesional como pilares éticos en el mundo laboral. De esta manera,
profundizaremos las distintas concepciones del sentido del trabajo y cómo se
relacionan con la dimensión ética. Por otro lado, la relación entre el trabajo y
el hombre, y cómo la ética en los negocios puede influir en la toma de
decisiones éticas. Posteriormente, las dificultades que pueden surgir en la
acción ética y la importancia de la deontología profesional como guía para
tomar decisiones éticas en el trabajo. También la ética de la liberación y la
consigna deontológica como enfoques alternativos en el mundo laboral.
Verdad y principio de no contradicción
La verdad y el principio de no contradicción son conceptos fundamentales en
la filosofía y la lógica.
Verdad: La verdad se refiere a la correspondencia entre una afirmación o
proposición y la realidad. En términos generales, algo es considerado
verdadero si coincide con los hechos o la realidad objetiva. La verdad es un
concepto fundamental en la epistemología, la rama de la filosofía que estudia
el conocimiento y la justificación de las creencias.
Correspondencia con la realidad: La noción de verdad se basa en la idea
de que una afirmación es verdadera si se corresponde con los hechos
objetivos o la realidad tal como es. Este enfoque se conoce como teoría de la
correspondencia, que sostiene que la verdad implica una relación entre las
proposiciones y el mundo exterior.
Coherencia interna: Además de la correspondencia con la realidad,
algunos filósofos consideran que la coherencia interna de un conjunto de
creencias también es un criterio importante para determinar la verdad. Según
esta perspectiva, una afirmación es verdadera si se ajusta lógicamente a
otras creencias aceptadas como verdaderas.
Principio de no contradicción: Este principio lógico establece que una
proposición no puede ser verdadera y falsa al mismo tiempo y en el mismo
sentido. En otras palabras, dos afirmaciones contradictorias no pueden ser
ambas verdaderas. Este principio es fundamental en la lógica clásica y en el
razonamiento deductivo.
Base de la lógica: El principio de no contradicción es uno de los principios
fundamentales de la lógica clásica, junto con el principio de identidad y el
principio del tercero excluido. Este principio establece que dos afirmaciones
contradictorias no pueden ser ambas verdaderas al mismo tiempo y en el
mismo sentido.
Aplicación en el razonamiento: El principio de no contradicción es crucial
para garantizar la coherencia y consistencia en el razonamiento lógico.
Permite descartar argumentos o proposiciones que contienen
contradicciones internas, lo que ayuda a construir argumentos sólidos y
válidos.
Según, Aristóteles 350. aC, sostuvo que la verdad se basa en el principio
de contradicción, el cual establece que es imposible que una afirmación sea
verdadera y falsa al mismo tiempo en el mismo sentido. Este principio es
fundamental en la lógica aristotélica y en su filosofía en general.

Ética
La ética es una rama de la filosofía que se encarga de estudiar y
reflexionar sobre la moral, es decir, sobre lo que se considera correcto o
incorrecto, bueno o malo en la conducta humana. La ética se ocupa de
analizar los principios, valores y normas que guían las acciones de las
personas en su vida cotidiana, así como en situaciones más complejas y en
contextos sociales, profesionales o políticos.

En términos generales, la ética busca responder a preguntas


fundamentales como: ¿Cómo debemos actuar en determinadas situaciones?
¿Qué principios morales deben regir nuestras decisiones? ¿Cuáles son los
valores que deben orientar nuestra conducta? A través de la reflexión ética,
se busca establecer criterios para distinguir entre lo correcto y lo incorrecto,
lo justo y lo injusto, lo virtuoso y lo vicioso.

La ética no solo se centra en la teoría moral, sino que también tiene un


carácter práctico, ya que busca orientar la acción humana hacia el bien
común, promoviendo la justicia, la solidaridad, el respeto por los demás y la
búsqueda del bienestar individual y colectivo. En este sentido, la ética se
relaciona estrechamente con la conducta moral de las personas y con la
construcción de una sociedad basada en valores éticos sólidos.
Tal como lo menciona; Rawls (2002), que las personas deben concebir el
mundo moral y la justicia sin tener en cuenta su posición social, raza, cultura,
sexo o edad. Esto, para asegurar que las decisiones morales tomadas no
sean influenciadas por factores.
Algunas de las características más importantes de la ética son las
siguientes:
1. Universalidad: La ética se aplica a todas las personas, en todas las
culturas y en todos los contextos. Sus principios y valores son universales y
buscan orientar la conducta humana de manera coherente y justa en
cualquier situación.

2. Racionalidad: La ética se basa en la razón y en la reflexión crítica sobre


la moralidad de las acciones humanas. Busca fundamentar sus principios en
argumentos lógicos y racionales, más allá de creencias religiosas o
tradiciones culturales.

3. Autonomía: La ética promueve la autonomía moral de las personas, es


decir, la capacidad de reflexionar y decidir por sí mismas qué acciones son
correctas o incorrectas, sin depender exclusivamente de normas externas o
autoridades.

4. Normatividad: La ética establece normas y principios que guían la


conducta humana hacia el bien, la justicia y la virtud. Proporciona criterios
para distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, lo justo y lo injusto, lo virtuoso
y lo vicioso.
5. Flexibilidad: La ética reconoce la complejidad de las situaciones
morales y la diversidad de perspectivas éticas. Por lo tanto, es capaz de
adaptarse a diferentes contextos culturales, sociales y personales, sin perder
su carácter normativo y universal.
6. Diálogo interdisciplinario: La ética se relaciona con otras disciplinas como
la filosofía, la psicología, la sociología, el derecho, entre otras. Establece un
diálogo interdisciplinario para abordar cuestiones éticas desde diferentes
perspectivas y enriquecer su análisis.

7. Aplicabilidad práctica: La ética no se limita a la teoría moral, sino que


busca orientar la acción humana en la vida cotidiana y en contextos
profesionales, políticos o sociales. Proporciona herramientas para tomar
decisiones éticas informadas y promover el bienestar individual y colectivo.

Deontología y verdad
La deontología es una rama de la ética que se ocupa del estudio de los
deberes y el comportamiento ético en el ejercicio profesional. Se basa en la
determinación de qué acciones se deben realizar y cuáles no, y establece las
normas de conducta en un ámbito específico, como una profesión.
La deontología se centra en los principios éticos y las obligaciones morales
que deben guiar la conducta de los profesionales en su interacción con los
demás y en el desempeño de sus responsabilidades. Estos principios éticos
pueden incluir la honestidad, la veracidad, la confidencialidad, el respeto a
los derechos de los demás, entre otros.
La deontología tiene varias características que la definen y la distinguen
como una rama de la ética. A continuación, se presentan algunas de estas
características:
Normas y deberes: La deontología se ocupa de establecer normas y
deberes morales que guían la conducta de los profesionales en su ámbito de
trabajo. Estas normas y deberes son considerados como obligaciones éticas
que deben ser cumplidas.
Énfasis en la moralidad: La deontología se centra en la moralidad de las
acciones y decisiones de los profesionales. Se preocupa por determinar qué
es lo correcto y lo incorrecto desde un punto de vista ético, más allá de las
consecuencias que puedan tener.
Aplicación en contextos profesionales: La deontología se aplica
principalmente en el ámbito profesional, donde existen códigos de ética y
normas específicas que regulan la conducta de los profesionales en su
interacción con los demás y en el ejercicio de sus responsabilidades.
Autonomía y responsabilidad: La deontología enfatiza la autonomía y la
responsabilidad individual de los profesionales para tomar decisiones éticas y
actuar de acuerdo con los principios y normas establecidos. Se espera que
los profesionales sean conscientes de sus obligaciones y tomen decisiones
éticas de manera independiente.
Orientación hacia el bien común: La deontología busca promover el bien
común y el beneficio de la sociedad en general. Los profesionales deben
considerar el impacto de sus acciones en los demás y actuar de manera que
contribuyan al bienestar y al desarrollo de la comunidad.
La relación de la deontología con la verdad es estrecha, ya que la
deontología se basa en principios éticos y obligaciones morales que incluyen
la honestidad y la veracidad. En el ámbito profesional, la deontología
establece que los profesionales tienen la responsabilidad de decir la verdad y
actuar de manera honesta en su trabajo, evitando la mentira, la manipulación
de la información y cualquier forma de engaño.
Por otra parte, tal como lo menciona, Kant, I. (1785), que la deontología se
basa en el concepto de deber y en la moralidad de las acciones en sí
mismas, sin tener en cuenta las consecuencias. Para él, actuar de manera
moralmente correcta significa cumplir con el deber moral de forma
incondicional, independientemente de las circunstancias o resultados.
Además, sostuvo que la única acción verdaderamente buena es aquella que
se realiza por deber y de acuerdo con el deber, sin ningún tipo de inclinación
personal o interés egoísta.
Duda
La duda es una actitud de incertidumbre o falta de seguridad sobre algo.
Surge cuando no tenemos suficiente información, evidencia o conocimiento
para formar una creencia o tomar una decisión con certeza. La duda puede
ser el resultado de la falta de experiencia, la complejidad del tema, la
presencia de información contradictoria o la falta de pruebas concluyentes.
La duda puede ser vista como una señal de apertura mental y disposición
para buscar más información o explorar diferentes perspectivas antes de
llegar a una conclusión.
De tal manera, como lo menciona, Descartes (1637), sostiene que la duda
metódica es el primer paso para alcanzar la certeza en el conocimiento,
dentro de lo cual buscaba encontrar fundamentos sólidos y verdaderos en los
que basar su sistema de conocimiento. A partir de la duda, llega a la
conclusión de que la única certeza indudable es la existencia del
pensamiento, resumida en la famosa frase "Pienso, luego existo" ("Cogito,
ergo sum"). Es por eso que la duda sistemática es esencial para llegar a una
certeza absoluta en el conocimiento, ya que busca establecer bases sólidas
y verdaderas en las que fundamentar su sistema de comprensión.
Opinión
Una opinión es una creencia o punto de vista personal sobre algo. Se basa
en la interpretación subjetiva de la información y puede estar influenciada por
factores como la experiencia personal, los valores, las emociones y las
creencias individuales. Las opiniones son subjetivas y pueden variar de una
persona a otra. A menudo, las opiniones se forman a través de la evaluación
de la información disponible, pero pueden carecer de una base objetiva o
pruebas sólidas. Las opiniones pueden ser expresadas y defendidas, pero
también pueden ser cuestionadas y debatidas por otras personas con
diferentes puntos de vista.
Desde el punto de vista, Dewey (1916), defendía que el valor de una opinión
se determina por su efecto en la vida real y que una opinión se puede
confirmar o refutar a través de su aplicación en la vida.
Certeza
La certeza implica una convicción o seguridad absoluta de que algo es
verdadero o correcto. Se basa en la existencia de pruebas sólidas, evidencia
concluyente o conocimiento objetivo que respalda una afirmación o creencia.
La certeza implica la ausencia de dudas o interrogantes y refleja una
confianza absoluta en la validez de una afirmación. Sin embargo, es
importante reconocer que la certeza completa puede ser difícil de alcanzar
en muchos casos, especialmente en áreas donde la información es limitada o
sujeta a interpretación. Además, la certeza también puede ser revisada o
modificada a medida que se adquiere más información o se consideran
diferentes perspectivas.
Tal como lo menciona, Descartes (1641), que la certeza se obtiene a
través de la duda metódica, cuestionando todas las creencias previas y
llegando a conclusiones basadas en la razón pura y clara. Sostuvo que la
certeza se encuentra en la mente misma, a través de la reflexión y la duda
sistemática.
Verdad personal
La "verdad personal" se refiere a la interpretación individual de la realidad
y la percepción de cada persona basada en sus experiencias, creencias,
valores y emociones. Es la concordancia entre lo que uno piensa, siente o
cree, y lo que considera como verdadero en su propia vida. La verdad
personal puede variar de una persona a otra, ya que cada individuo tiene una
forma única de procesar la información y darle sentido a su entorno. Es
importante destacar que la verdad personal no siempre coincide con la
verdad objetiva o universalmente aceptada. Puede haber diferentes
perspectivas y opiniones sobre un mismo tema, y cada persona puede tener
su propia verdad basada en su experiencia y punto de vista.
La verdad personal también puede estar influenciada por factores como la
cultura, la educación y las influencias sociales. Es un concepto complejo y
subjetivo que puede tener un impacto significativo en la forma en que cada
individuo percibe y comprende el mundo que lo rodea. De acuerdo con,
Nietzsche (1872) planteó la idea de que la verdad es una construcción
subjetiva y no una realidad objetiva. De tal manera que, la verdad no es algo
que existe por sí misma, sino algo que el ser humano construye e interpreta
de manera subjetiva, en función de sus propios intereses y experiencias.
Ética aristotélica
La ética aristotélica es una teoría ética desarrollada por el filósofo griego
Aristóteles. Según Aristóteles, la ética se centra en la búsqueda de la
felicidad y la realización de la virtud. Considera que la felicidad (eudaimonia)
es el objetivo último de la vida humana y que se logra a través de la práctica
de la virtud.
Aristóteles distingue entre dos tipos de virtudes: las virtudes éticas y las
virtudes intelectuales. Las virtudes éticas se refieren a los hábitos y
disposiciones morales que nos llevan a actuar de manera ética en nuestras
interacciones con los demás. Estas virtudes se adquieren a través de la
práctica y la repetición de acciones virtuosas. Por otro lado, las virtudes
intelectuales se refieren a la excelencia en el razonamiento y la comprensión,
y se desarrollan a través de la educación y el estudio.
Según Aristóteles en el siglo IV a.C., la ética no se basa en reglas o
mandamientos universales, sino en el desarrollo de virtudes y la búsqueda
de la excelencia en todas las áreas de la vida. Considera que la virtud es el
equilibrio entre los extremos, evitando tanto el exceso como la deficiencia.
Por ejemplo, la virtud del coraje se encuentra entre la cobardía y la
temeridad.
Además, Aristóteles sostiene que la ética no se limita a las acciones
individuales, sino que también se extiende a la vida en comunidad.
Considera que la política y la ética están estrechamente relacionadas, ya que
la vida en sociedad es esencial para el desarrollo de la virtud y la búsqueda
de la felicidad.
Praxis humana
La praxis humana es un concepto central en la filosofía y las ciencias
sociales, ya que enfatiza la importancia de la acción concreta y reflexiva en la
construcción de la realidad social. La praxis implica una interacción dinámica
entre la teoría y la práctica, donde el conocimiento teórico se pone en acción
a través de la práctica, y a su vez, la experiencia práctica retroalimenta y
enriquece la teoría. Desde una perspectiva filosófica, la praxis se relaciona
con la idea de que los seres humanos son seres activos y agentes de cambio
en el mundo. A través de la praxis, los individuos no solo se adaptan a las
circunstancias existentes, sino que también las transforman y las moldean de
acuerdo con sus valores, creencias y objetivos. En el ámbito de las ciencias
sociales, la praxis se vincula con la idea de la transformación social y la
emancipación de los individuos. Se considera que, a través de la acción
reflexiva y consciente, los seres humanos pueden superar las estructuras de
opresión y desigualdad, y contribuir a la construcción de una sociedad más
justa y equitativa.
Por otra parte, Adorno (1962), aborda la noción de praxis como una forma
de acción humana que implica una reflexión crítica sobre la realidad social y
la posibilidad de transformarla. Este a su vez, analiza que puede ser una
herramienta para la emancipación y la resistencia frente a las estructuras de
dominación y opresión.
Algunas características importantes de la praxis humana son:

1. Reflexividad: La praxis implica una reflexión crítica sobre la realidad social,


política y cultural en la que se encuentra inmerso el individuo. Esta reflexión
es fundamental para comprender las estructuras de poder y dominación, así
como para identificar posibles vías de transformación.
2. Intencionalidad: La praxis implica la acción intencionada y consciente de
los individuos en el mundo. No se trata simplemente de actuar por actuar,
sino de tener un propósito claro y una orientación hacia la transformación
social.
3. Transformación: La praxis busca cambiar la realidad social existente y
mejorar las condiciones de vida de las personas. Implica un compromiso con
la justicia social, la igualdad y la emancipación de las personas o grupos
oprimidos.
4. Colectividad: La praxis no es una acción individual, sino que se desarrolla
en un contexto colectivo. Implica la colaboración y la solidaridad entre
individuos y grupos que comparten objetivos comunes de transformación
social.
5. Historicidad: La praxis humana se inscribe en un contexto histórico y
cultural específico. Las acciones humanas están condicionadas por las
circunstancias históricas y sociales en las que se desarrollan, y buscan influir
en la dirección futura de la sociedad.
Estas características son fundamentales para comprender la praxis humana
como una forma de acción consciente y transformadora que busca cambiar
la realidad social en beneficio de todas las personas.
Repercusión de las acciones
La repercusión de las acciones se refiere al efecto o consecuencia que
tienen las acciones en el entorno en el que se llevan a cabo. Es una máxima
que las acciones generan reacciones y estas, a su vez, repercuten en el
entorno donde se han producido. Esto es aplicable a todas las facetas de
nuestra vida individual y colectiva, ya que nuestras acciones tienen un
impacto en nosotros mismos, en los demás y en la sociedad en general.
En el contexto de la ética en los negocios, las acciones éticas o no éticas
de una empresa pueden tener repercusiones significativas. Las acciones
éticas, como la transparencia, la responsabilidad social y el trato justo,
pueden generar confianza en los clientes, lealtad de los empleados y una
buena reputación en la comunidad. Por otro lado, las acciones no éticas,
como la corrupción, la explotación laboral o el incumplimiento de normas
ambientales, pueden tener consecuencias negativas, como la pérdida de
clientes, demandas legales y daño a la reputación de la empresa.
Es importante tener en cuenta que las repercusiones de las acciones
pueden ser a corto y largo plazo. Las acciones éticas a largo plazo pueden
contribuir al éxito sostenible de una empresa, mientras que las acciones no
éticas pueden tener consecuencias negativas a largo plazo.

Competencias
Las competencias son habilidades, conocimientos y actitudes que una
persona posee para desempeñar eficientemente una tarea o actividad en un
determinado campo. Pueden ser adquiridas a través del aprendizaje y la
formación, y son fundamentales para el ejercicio profesional en el ámbito en
el que se requieren.
Existen diferentes tipos de competencias, que pueden ser clasificadas en
competencias básicas, competencias genéricas y competencias específicas.
Las competencias básicas son aquellas habilidades fundamentales que son
necesarias en diversos contextos, como la comunicación, el trabajo en
equipo y el pensamiento crítico. Las competencias genéricas son aquellas
que se aplican en un amplio rango de ocupaciones y sectores, como la
resolución de problemas, la adaptabilidad y la capacidad de aprendizaje. Por
último, las competencias específicas son aquellas que se requieren en un
campo o profesión particular, como conocimientos técnicos especializados o
habilidades específicas de liderazgo.
Las competencias laborales son especialmente valoradas por las
empresas, ya que reflejan la capacidad de los profesionales para cumplir con
las tareas y objetivos de la organización. Algunas competencias laborales
valoradas por las empresas incluyen la capacidad de trabajo en equipo, la
orientación al logro, la capacidad de adaptación al cambio, la resolución de
problemas y la habilidad para comunicarse efectivamente.
Actos humanos del entrenamiento deontológico
Los actos humanos del entrenamiento deontológico se refieren a las
acciones y comportamientos éticos que deben seguirse en el ámbito del
entrenamiento. La deontología se refiere al estudio de los deberes y normas
morales que rigen la conducta profesional. En el contexto del entrenamiento,
los actos humanos deontológicos implican seguir principios éticos y respetar
los derechos y dignidad de las personas involucradas.
En el caso de la psicología, por ejemplo, existen tribunales deontológicos y
bióticos que se encargan de velar por el cumplimiento de los principios éticos
en la práctica profesional. Estos tribunales actúan como instancias
disciplinarias y se encargan de evaluar los procesos disciplinarios
relacionados con la ética y la conducta profesional de los psicólogos. El
código deontológico de los psicólogos establece una serie de principios y
normas que guían la práctica ética de la profesión. Estos principios incluyen
aspectos como la lealtad hacia los pacientes, el respeto a su autonomía y
dignidad, la confidencialidad de la información, la honestidad y la
responsabilidad profesional.
Sin embargo, y como asegura Code of Ethics APA (1953) los actos
humanos del entrenamiento deontológico implican actuar de manera ética,
respetando los derechos y la dignidad de las personas, evitando crear falsas
expectativas, mostrando respeto y cuidado en el ejercicio de la profesión, y
actuando con conciencia, libertad y voluntad en las acciones realizadas. Por
otro lado, es importante destacar que la deontología y los actos humanos
éticos pueden variar según el contexto y la profesión específica. Cada campo
profesional puede tener su propio código deontológico y principios éticos que
deben seguirse.

El secreto profesional
El secreto profesional es una obligación de confidencialidad que se
impone en diversas profesiones para proteger la privacidad y confianza de
las personas que acuden a solicitar servicios profesionales. Se considera que
esta norma no es absoluta, ya que existen situaciones particulares en las
cuales no es obligatorio mantener el secreto profesional. Del mismo modo,
se justifica por la necesidad de establecer una absoluta confianza entre el
profesional y aquellos que buscan sus servicios. Por ejemplo, un acusado
podría no revelar toda la verdad a su abogado si luego este pudiera ser
obligado a declarar como testigo lo que le ha sido confiado. En el caso de los
médicos, el secreto profesional se basa en el respeto a la intimidad del
paciente.
En diferentes profesiones, como la abogacía, la medicina, la psicología y
el periodismo, el secreto profesional es fundamental para mantener la
confidencialidad de la información personal y privada de los clientes o
pacientes. Es un deber que se ejerce para proteger los derechos e intereses
de las personas y salvaguardar la privacidad y la confianza en el ámbito
profesional. Es importante destacar que el secreto profesional no es absoluto
y puede haber excepciones en casos específicos, como cuando se trata de
prevenir un delito o proteger el bienestar de una persona. Sin embargo, en
general, el secreto profesional es una norma ética y legal que debe ser
respetada por los profesionales en el ejercicio de su labor.
Por otra parte, SITVEN (2015) menciona que el secreto profesional de un
ingeniero consiste en mantener en privado cualquier información sobre un
proyecto o cliente que se obtiene en el desarrollo de la profesión. Esto
incluye mantener confidencial cualquier información sobre diseños,
soluciones, clientes y problemas en los que un ingeniero ha trabajado,
aunque ya no sea parte de la empresa.

Distintas concepciones del sentido del trabajo.


La teoría de distintas concepciones del sentido del trabajo se refiere a la
idea de que cada persona puede tener una definición diferente de lo que
considera un trabajo significativo. Estas concepciones varían entre las
personas, ya que dependen de factores como los valores, la motivación, la
cultura, la idiosincrasia y la edad. Por otro lado, Drucker (1999), el trabajo es
un medio para alcanzar los objetivos en la vida, pero no constituye una meta
en sí mismo. El trabajo debería ser visto como una herramienta para aportar
a la sociedad y a uno mismo.
Existen distintas concepciones del sentido del trabajo. Algunas de ellas son:
Oportunidad de autorrealización y felicidad: Desde la perspectiva de la
teoría motivacional de Frankl, el trabajo se considera una oportunidad para
desarrollar nuestra identidad, encontrar significado y alcanzar la
autorrealización. Se plantea que el trabajo puede ser un espacio de
desarrollo existencial y una fuente de satisfacción personal
Herramienta de opresión o factor de producción: En el campo marxista, se
concibe al trabajo como una herramienta de opresión y explotación de las
clases proletarias por las clases propietarias. Por otro lado, desde la
perspectiva del liberalismo económico y social, el trabajo se considera un
factor de producción, al igual que la materia prima, y su precio se determina
por la ley de oferta y demanda. Estas concepciones difieren en su visión
sobre la dignidad de los trabajadores y la intervención del gobierno en la
regulación laboral
Construcción de identidad y pertenencia: Desde una perspectiva
sociocultural, el trabajo colectivo y organizado se percibe como una actividad
que da sentido de orden y pertenencia a la acción social de los individuos. Se
considera que el trabajo contribuye a la construcción y cimentación de la
sociedad a través de las relaciones laborales.
Aporte para lograr objetivos organizacionales: En la era de la información
y el conocimiento, se ha desarrollado una concepción del trabajo centrada en
su contribución para alcanzar los objetivos de la organización. Se enfatiza en
comprender el apoyo que brinda el trabajo en la consecución de metas
organizativas, más allá de las tareas específicas que se realicen

Relación trabajo-hombre
No se puede hablar del trabajo sin relacionarlo directamente al hombre, ya
que éste es el principal sujeto, actor y beneficiario de cualquier actividad. En
la evolución histórica de la gestión empresarial se le ha asignado un
determinado papel dentro de este sistema, y de forma explícita o implícita ha
sido siempre el elemento fundamental en el desarrollo de las diferentes
actividades, pues a pesar del nivel tecnológico alcanzado por la
mecanización y la automatización en los procesos productivos o de servicios,
detrás de ellos siempre está el hombre.
El hombre es el principal objeto y sujeto por su carácter activo, que a la
vez transforma y se transforma en el desarrollo de la actividad. cuando se
dice que es el centro de la gestión de recursos humanos de analizar así
mismo en la integración de las esferas cognitiva, afectiva y social.
Desde nuestra convicción, el enfoque sobre el hombre debe tener un
carácter holístico, y la selección de personal debe contemplar todas las
esferas que lo integran, no como una sumatoria sino en su síntesis e
interrelaciones entra e intereses, en su implicación en un medio determinado
y en la interrelación con las demás personas. Al estudiar al hombre en
relación con su trabajo, señalamos la importancia del aporte de P.Pozner
(2000) quien expresa que “Los analistas de las organizaciones muchas
veces omitieron señalar que las empresas -en su acepción más amplia- son
algo más que la sola forma de organizar de manera eficiente la producción
de bienes y/o servicios. Para algunos estudiosos de la temática las empresas
son algo así como una comunidad cerrada que operan dentro de otra
comunidad, que tiene su propia dinámica, su propia estructura social. En
otras palabras, escapa a estos enfoques la dimensión informal de la
empresa”.
Dimensión ética en el trabajo
La dimensión ética en el trabajo hace referencia a la importancia de
considerar aspectos éticos en la toma de decisiones y en la acción laboral.
Esta dimensión abarca aspectos como la honestidad, la lealtad, la equidad,
la confidencialidad y el respeto en las relaciones de trabajo. De tal manera,
se basa en un conjunto de normas y principios que guían el comportamiento
ético de los trabajadores en el ámbito laboral. Es significativo saber que la
ética profesional es especialmente importante en profesiones en las que las
decisiones afectan la vida de otras personas. Del mismo modo, la ética en el
trabajo promueve la armonía para así seguir determinados valores y normas
éticas, se debe generar confianza en la comunidad en general.
De acuerdo con, Lévinas (1962) señal una relación de respeto y justicia
entre los seres humanos. En el trabajo, el individuo no solo se relaciona con
el producto, sino también con las personas que se encuentran en el proceso
de producción. Es por ello que planteo la idea de la "vocación del otro", es
decir, el compromiso ético y moral del individuo.
Deontología y moralidad
La deontología y la moralidad son conceptos relacionados pero distintos.
La deontología se refiere al estudio de los deberes y normas morales que
rigen la conducta profesional, especialmente en el ejercicio de una
determinada profesión. Se centra en los deberes y obligaciones que deben
cumplir los profesionales en su práctica. Por otro lado, la moralidad se refiere
a los principios y valores que guían el comportamiento humano en general,
más allá de una profesión específica. La moralidad abarca un conjunto más
amplio de normas y principios éticos que se aplican a todas las personas en
su vida diaria.
La deontología se enfoca en los aspectos éticos y morales específicos de
una profesión, estableciendo los deberes y obligaciones que los
profesionales deben cumplir en su práctica. Por ejemplo, en la medicina, la
deontología médica establece los principios éticos y las normas que los
médicos deben seguir al tratar a los pacientes, como el respeto a la
autonomía del paciente y la confidencialidad de la información médica.
La moralidad, por otro lado, se aplica a todas las personas y abarca
principios éticos más generales, como la honestidad, la justicia y el respeto
hacia los demás. Estos principios éticos son aplicables en todas las áreas de
la vida, no solo en el ámbito profesional.
Moral
La moral es un conjunto de normas, valores y creencias existentes y
aceptadas en una sociedad que sirven de modelo de conducta y valoración
para establecer lo que está bien o está mal. También se refiere al
comportamiento humano en cuanto al bien y el mal. La moral orienta
nuestras acciones y determina cuáles son buenas o correctas y cuáles son
malas e incorrectas. Es un conjunto de normas y reglas que permite a la
sociedad llevar una convivencia armoniosa y pacífica. La moral puede variar
con el tiempo y entre diferentes sociedades, ya que su concepto e
implicaciones pueden cambiar. Es importante destacar que la moral no debe
confundirse con la ética, que es la teoría o ciencia del comportamiento moral
de las personas en sus sociedades. Según Platón siglo IV a.C, plantea la
moral como un conocimiento racional que ayuda a guiar la conducta. De tal
manera que, el individuo debe descubrir y vivir de acuerdo a sus propios
valores, y no se debe conformar con lo que está aceptado como moral en la
sociedad. Por su parte, la moral es un conocimiento que se puede aprender y
desarrollar a través de la educación.
Ética de la liberación
La ética de la liberación es una corriente filosófica y política que busca
eliminar las condiciones de opresión y servidumbre en la sociedad. El
concepto de la liberación se desarrolló como respuesta a la opresión política,
económica y social de grupos de personas, como por ejemplo las minorías
raciales, las mujeres y los trabajadores. El pensamiento de la ética de la
liberación surge principalmente de la filosofía marxista y del movimiento de
liberación negra. De acuerdo, Marx en (1970) aborda la cuestión de la
liberación a través de su concepto de "alienación", es decir, la separación
entre el trabajador y los productos de su trabajo. Por otra parte, Dussel
(1973), propone un enfoque ético que parte del contexto de los grupos
humanos y busca promover la liberación de aquellos que se encuentran en
situaciones de opresión y exclusión. Se basa en principios como la vida y la
muerte como criterios de verdad, la intersubjetividad simétrica como criterio
de validez y la eficiencia desde exigencias éticas como criterio de factibilidad.
Consigna deontológica
La consigna deontológica se refiere a un conjunto de principios y reglas
éticas que guían la conducta y las acciones de los profesionales en el
ejercicio de su profesión. Estas consignas éticas están diseñadas para
garantizar que los profesionales actúen de manera responsable, honesta y
respetuosa hacia sus clientes, colegas y la sociedad en general.
La importancia de la consigna deontológica radica en que proporciona un
marco ético sólido para la práctica profesional. Estas normas éticas ayudan a
proteger los derechos y el bienestar de los clientes, promoviendo la
confianza y la integridad en la relación profesional-cliente. Además, la
consigna deontológica también establece límites claros y define las
responsabilidades y obligaciones de los profesionales en su campo. Esto
ayuda a prevenir abusos, conflictos de interés y comportamientos poco
éticos. Es importante destacar que las consignas deontológicas pueden
variar según la profesión y el contexto cultural. Cada profesión tiene su
propio código de ética y normas específicas que los profesionales deben
seguir.

Justificación de la dimensión ética


La dimensión ética se justifica por varias razones. En primer lugar, la ética
proporciona un marco moral que guía nuestras acciones y decisiones,
ayudándonos a distinguir entre lo correcto y lo incorrecto. Nos permite
evaluar las consecuencias de nuestras acciones y considerar el impacto que
pueden tener en los demás y en la sociedad en general. Además, la
dimensión ética promueve la responsabilidad individual y colectiva. Nos insta
a asumir la responsabilidad de nuestras acciones y a considerar cómo
nuestras decisiones pueden afectar a otros. Esto es especialmente relevante
en el ámbito empresarial, donde las decisiones éticas pueden tener un
impacto significativo en los empleados, clientes, proveedores y la comunidad
en general. también fomenta la confianza y la reputación. Cuando las
empresas actúan de manera ética, ganan la confianza de sus clientes,
empleados y otras partes interesadas. Esto puede conducir a relaciones
comerciales sólidas y a una mayor lealtad de los clientes.
También, la dimensión ética contribuye al desarrollo sostenible. Al
considerar el impacto ambiental y social de las acciones empresariales, se
pueden tomar decisiones que promuevan la sostenibilidad a largo plazo. Esto
implica adoptar prácticas de negocio responsables, como la gestión
adecuada de los recursos naturales, la reducción de la huella de carbono y el
respeto a los derechos humanos.
Ética en los negocios
La ética en los negocios abarca un amplio espectro de consideraciones y
prácticas que van más allá de simplemente cumplir con las leyes y
regulaciones. Se basa en la idea de que las empresas deben operar de
manera responsable, ética y transparente, teniendo en cuenta no solo sus
propios intereses, sino también los intereses de sus empleados, clientes,
proveedores, la comunidad y el medio ambiente en general. De acuerdo con,
Smith (1776) plantea la idea de la ética como parte de la eficiencia en los
negocios y la conducta de los mercados. Es por eso que, La eficiencia y la
conducta económica están relacionados con la moralidad, ya que una
economía sana requiere reglas y conductas morales que promuevan la
calidad de vida y la prosperidad de las personas".
Algunos aspectos clave de la ética en los negocios incluyen:
Integridad: Las empresas éticas se adhieren a altos estándares de
honestidad y veracidad en todas sus operaciones. Esto implica evitar la
manipulación de información, la publicidad engañosa, la corrupción y
cualquier otra forma de comportamiento deshonesto.
Responsabilidad social: Las empresas éticas consideran el impacto de sus
acciones en la sociedad y asumen la responsabilidad de contribuir al
bienestar común. Esto puede incluir prácticas de sostenibilidad ambiental,
respeto a los derechos humanos, contribuciones a la comunidad y promoción
de la diversidad y la inclusión.
Transparencia: Las empresas éticas son transparentes en su
comunicación y en la gestión de la información. Esto implica proporcionar
información clara y precisa sobre sus productos y servicios, así como sobre
sus prácticas comerciales y financieras.
Trato justo: Las empresas éticas se comprometen a tratar a todas las
partes interesadas de manera justa y equitativa. Esto incluye a los
empleados, clientes, proveedores y competidores. Se evita la discriminación,
el acoso y cualquier forma de explotación.
Cumplimiento de las leyes y regulaciones: Si bien la ética va más allá del
cumplimiento legal, es fundamental que las empresas cumplan con todas las
leyes y regulaciones pertinentes en sus operaciones. Esto incluye aspectos
como la protección del consumidor, la seguridad laboral y la protección del
medio ambiente.

Toma de decisiones deontológicos


La toma de decisiones deontológicos se refiere a la toma de decisiones
basadas en principios éticos y morales. Desde el punto de vista ético, no
existe una única respuesta que sea aplicable a todas las situaciones
posibles. La toma de decisiones éticas se ve influenciada por diferentes
factores, como el alcance de los problemas éticos dentro de la empresa, las
acciones de la alta dirección relacionadas con la ética y la importancia de la
ética en un entorno altamente competitivo. En el ámbito laboral, la toma de
decisiones deontológicos implica considerar los valores y principios éticos al
tomar decisiones. Esto implica actuar de manera ética y justa, respetando la
dignidad y los derechos de los demás. Además, implica tomar decisiones que
sean beneficiosas para la sociedad en general y no solo para los intereses
individuales o de la empresa.
Es importante tener en cuenta que la toma de decisiones deontológicos
puede ser un proceso complejo, ya que a veces puede haber conflictos entre
diferentes principios éticos o entre los intereses de diferentes partes. En
estos casos, es importante reflexionar y evaluar cuidadosamente las
diferentes opciones y considerar las posibles consecuencias de cada
decisión.
Por otra parte, Kant (1785) plantea que la toma de decisiones debe
basarse en principios y no en resultados o consecuencias. Por su parte, la
toma de decisiones debe estar basada en leyes universales o principios
morales absolutos, que deben aplicarse en todas las situaciones, a todas las
personas y en todos los lugares. Estos principios tienen que ser racionales y
deben ser capaces de ser generalizados.
Dificultades en la acción ética
La acción ética puede presentar diversas dificultades en diferentes
contextos. Algunas de las dificultades comunes en la acción ética incluyen:
Conflictos de intereses: En muchas situaciones, puede haber conflictos
entre los intereses personales, los intereses de la empresa y los intereses de
otras partes involucradas. Tomar decisiones éticas puede resultar difícil
cuando hay presiones para actuar en beneficio propio o de la empresa, en
lugar de considerar el bienestar general.
Ambigüedad moral: En ocasiones, puede haber situaciones en las que no
exista una respuesta clara o definitiva sobre cuál es la acción ética correcta.
La falta de claridad moral puede dificultar la toma de decisiones éticas y
generar dilemas éticos.
Presión del entorno: En algunos entornos empresariales, puede haber una
cultura o normas que no prioricen la ética. Esto puede generar presiones
para actuar de manera contraria a los principios éticos, lo que dificulta la
toma de decisiones éticas.
Falta de información: La falta de información completa y precisa puede
dificultar la evaluación de las consecuencias éticas de una acción. Sin una
comprensión clara de las implicaciones éticas, puede ser difícil tomar
decisiones éticas informadas.
Consecuencias personales: Tomar decisiones éticas puede tener
consecuencias personales, como enfrentar críticas, enfrentar conflictos o
incluso poner en riesgo la propia carrera profesional. Estas consecuencias
pueden generar temor o resistencia a tomar decisiones éticas difíciles.
Deontología profesional
El termino deontología profesional hace referencia al conjunto de
principios y reglas éticas que regulan y guían la actividad profesional. Estas
normas determinan los deberes mínimamente exigibles a los profesionales
en el desempeño de su actividad. Por este motivo suele ser el propio
colectivo profesional quien determine dichas normas y a su vez se encarga
de recogerlos de los códigos deontológicos en este sentido se puede hablar
de deontología profesional. De tal manera que, Derieux (1981) se refirió a la
deontología profesional, cuando desarrolló el concepto de que la moral
personal no solo se centra en el individuo, sino que pasa a ser parte de un
entorno ético, el campo de la profesión en el cual la persona se desempeña.
El concepto de la "ética profesional" surge de esta forma. Es decir, la moral
profesional no está centrada en lo que la persona escoge hacer, sino en lo
que la profesión requiere de ella.
Conclusión
En conclusión, esta amplia gama de temas abarca importantes aspectos
relacionados con la ética, la verdad y la deontología en diferentes contextos,
como el trabajo, la toma de decisiones y la praxis humana. En primer lugar,
la verdad y el principio de no contradicción son fundamentales en la
búsqueda de la coherencia y la integridad en nuestras acciones y
pensamientos. La ética y la deontología están intrínsecamente ligadas a la
verdad, ya que implican el compromiso de actuar de manera coherente con
nuestros principios y valores éticos. Por otra parte, la duda, la opinión y la
certeza son elementos que influyen en nuestra percepción de la verdad
personal. La ética aristotélica destaca la importancia de la praxis humana y la
búsqueda de la felicidad a través de actos virtuosos. Las acciones tienen
repercusiones en el entorno y es fundamental considerar la dimensión ética
en el trabajo y en todas nuestras actividades. El entrenamiento deontológico
y el cumplimiento del secreto profesional son ejemplos de cómo la
deontología profesional busca garantizar el respeto y la confidencialidad en
determinadas ocupaciones. La relación entre el trabajo y el hombre es un
tema relevante, y distintas concepciones del sentido del trabajo pueden influir
en nuestra ética y moralidad en el ámbito laboral. La ética de la liberación
busca la justicia social y la equidad en nuestras acciones y decisiones. La
consigna deontológica y la justificación de la dimensión ética son
fundamentales para garantizar que nuestras acciones sean éticas y
responsables. La ética en los negocios es esencial para construir relaciones
sólidas y sostenibles con las partes interesadas. La toma de decisiones
deontológicas puede presentar dificultades, pero es importante reconocer y
abordarlas. La deontología profesional establece principios y normas éticas
que guían nuestra conducta en el ejercicio de una profesión.
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la-inmortalidad-del-alma-el-banquete-o-del-amor-gorgias-o-de-la-retorica--0/
html/0005c9fc-82b2-11df-acc7-002185ce6064_10.html

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