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Autoras:
Angelica Nieves C.I:31.774.485
Arianny Contreras C.I:32.646.919
Docente:
Ética
La ética es una rama de la filosofía que se encarga de estudiar y
reflexionar sobre la moral, es decir, sobre lo que se considera correcto o
incorrecto, bueno o malo en la conducta humana. La ética se ocupa de
analizar los principios, valores y normas que guían las acciones de las
personas en su vida cotidiana, así como en situaciones más complejas y en
contextos sociales, profesionales o políticos.
Deontología y verdad
La deontología es una rama de la ética que se ocupa del estudio de los
deberes y el comportamiento ético en el ejercicio profesional. Se basa en la
determinación de qué acciones se deben realizar y cuáles no, y establece las
normas de conducta en un ámbito específico, como una profesión.
La deontología se centra en los principios éticos y las obligaciones morales
que deben guiar la conducta de los profesionales en su interacción con los
demás y en el desempeño de sus responsabilidades. Estos principios éticos
pueden incluir la honestidad, la veracidad, la confidencialidad, el respeto a
los derechos de los demás, entre otros.
La deontología tiene varias características que la definen y la distinguen
como una rama de la ética. A continuación, se presentan algunas de estas
características:
Normas y deberes: La deontología se ocupa de establecer normas y
deberes morales que guían la conducta de los profesionales en su ámbito de
trabajo. Estas normas y deberes son considerados como obligaciones éticas
que deben ser cumplidas.
Énfasis en la moralidad: La deontología se centra en la moralidad de las
acciones y decisiones de los profesionales. Se preocupa por determinar qué
es lo correcto y lo incorrecto desde un punto de vista ético, más allá de las
consecuencias que puedan tener.
Aplicación en contextos profesionales: La deontología se aplica
principalmente en el ámbito profesional, donde existen códigos de ética y
normas específicas que regulan la conducta de los profesionales en su
interacción con los demás y en el ejercicio de sus responsabilidades.
Autonomía y responsabilidad: La deontología enfatiza la autonomía y la
responsabilidad individual de los profesionales para tomar decisiones éticas y
actuar de acuerdo con los principios y normas establecidos. Se espera que
los profesionales sean conscientes de sus obligaciones y tomen decisiones
éticas de manera independiente.
Orientación hacia el bien común: La deontología busca promover el bien
común y el beneficio de la sociedad en general. Los profesionales deben
considerar el impacto de sus acciones en los demás y actuar de manera que
contribuyan al bienestar y al desarrollo de la comunidad.
La relación de la deontología con la verdad es estrecha, ya que la
deontología se basa en principios éticos y obligaciones morales que incluyen
la honestidad y la veracidad. En el ámbito profesional, la deontología
establece que los profesionales tienen la responsabilidad de decir la verdad y
actuar de manera honesta en su trabajo, evitando la mentira, la manipulación
de la información y cualquier forma de engaño.
Por otra parte, tal como lo menciona, Kant, I. (1785), que la deontología se
basa en el concepto de deber y en la moralidad de las acciones en sí
mismas, sin tener en cuenta las consecuencias. Para él, actuar de manera
moralmente correcta significa cumplir con el deber moral de forma
incondicional, independientemente de las circunstancias o resultados.
Además, sostuvo que la única acción verdaderamente buena es aquella que
se realiza por deber y de acuerdo con el deber, sin ningún tipo de inclinación
personal o interés egoísta.
Duda
La duda es una actitud de incertidumbre o falta de seguridad sobre algo.
Surge cuando no tenemos suficiente información, evidencia o conocimiento
para formar una creencia o tomar una decisión con certeza. La duda puede
ser el resultado de la falta de experiencia, la complejidad del tema, la
presencia de información contradictoria o la falta de pruebas concluyentes.
La duda puede ser vista como una señal de apertura mental y disposición
para buscar más información o explorar diferentes perspectivas antes de
llegar a una conclusión.
De tal manera, como lo menciona, Descartes (1637), sostiene que la duda
metódica es el primer paso para alcanzar la certeza en el conocimiento,
dentro de lo cual buscaba encontrar fundamentos sólidos y verdaderos en los
que basar su sistema de conocimiento. A partir de la duda, llega a la
conclusión de que la única certeza indudable es la existencia del
pensamiento, resumida en la famosa frase "Pienso, luego existo" ("Cogito,
ergo sum"). Es por eso que la duda sistemática es esencial para llegar a una
certeza absoluta en el conocimiento, ya que busca establecer bases sólidas
y verdaderas en las que fundamentar su sistema de comprensión.
Opinión
Una opinión es una creencia o punto de vista personal sobre algo. Se basa
en la interpretación subjetiva de la información y puede estar influenciada por
factores como la experiencia personal, los valores, las emociones y las
creencias individuales. Las opiniones son subjetivas y pueden variar de una
persona a otra. A menudo, las opiniones se forman a través de la evaluación
de la información disponible, pero pueden carecer de una base objetiva o
pruebas sólidas. Las opiniones pueden ser expresadas y defendidas, pero
también pueden ser cuestionadas y debatidas por otras personas con
diferentes puntos de vista.
Desde el punto de vista, Dewey (1916), defendía que el valor de una opinión
se determina por su efecto en la vida real y que una opinión se puede
confirmar o refutar a través de su aplicación en la vida.
Certeza
La certeza implica una convicción o seguridad absoluta de que algo es
verdadero o correcto. Se basa en la existencia de pruebas sólidas, evidencia
concluyente o conocimiento objetivo que respalda una afirmación o creencia.
La certeza implica la ausencia de dudas o interrogantes y refleja una
confianza absoluta en la validez de una afirmación. Sin embargo, es
importante reconocer que la certeza completa puede ser difícil de alcanzar
en muchos casos, especialmente en áreas donde la información es limitada o
sujeta a interpretación. Además, la certeza también puede ser revisada o
modificada a medida que se adquiere más información o se consideran
diferentes perspectivas.
Tal como lo menciona, Descartes (1641), que la certeza se obtiene a
través de la duda metódica, cuestionando todas las creencias previas y
llegando a conclusiones basadas en la razón pura y clara. Sostuvo que la
certeza se encuentra en la mente misma, a través de la reflexión y la duda
sistemática.
Verdad personal
La "verdad personal" se refiere a la interpretación individual de la realidad
y la percepción de cada persona basada en sus experiencias, creencias,
valores y emociones. Es la concordancia entre lo que uno piensa, siente o
cree, y lo que considera como verdadero en su propia vida. La verdad
personal puede variar de una persona a otra, ya que cada individuo tiene una
forma única de procesar la información y darle sentido a su entorno. Es
importante destacar que la verdad personal no siempre coincide con la
verdad objetiva o universalmente aceptada. Puede haber diferentes
perspectivas y opiniones sobre un mismo tema, y cada persona puede tener
su propia verdad basada en su experiencia y punto de vista.
La verdad personal también puede estar influenciada por factores como la
cultura, la educación y las influencias sociales. Es un concepto complejo y
subjetivo que puede tener un impacto significativo en la forma en que cada
individuo percibe y comprende el mundo que lo rodea. De acuerdo con,
Nietzsche (1872) planteó la idea de que la verdad es una construcción
subjetiva y no una realidad objetiva. De tal manera que, la verdad no es algo
que existe por sí misma, sino algo que el ser humano construye e interpreta
de manera subjetiva, en función de sus propios intereses y experiencias.
Ética aristotélica
La ética aristotélica es una teoría ética desarrollada por el filósofo griego
Aristóteles. Según Aristóteles, la ética se centra en la búsqueda de la
felicidad y la realización de la virtud. Considera que la felicidad (eudaimonia)
es el objetivo último de la vida humana y que se logra a través de la práctica
de la virtud.
Aristóteles distingue entre dos tipos de virtudes: las virtudes éticas y las
virtudes intelectuales. Las virtudes éticas se refieren a los hábitos y
disposiciones morales que nos llevan a actuar de manera ética en nuestras
interacciones con los demás. Estas virtudes se adquieren a través de la
práctica y la repetición de acciones virtuosas. Por otro lado, las virtudes
intelectuales se refieren a la excelencia en el razonamiento y la comprensión,
y se desarrollan a través de la educación y el estudio.
Según Aristóteles en el siglo IV a.C., la ética no se basa en reglas o
mandamientos universales, sino en el desarrollo de virtudes y la búsqueda
de la excelencia en todas las áreas de la vida. Considera que la virtud es el
equilibrio entre los extremos, evitando tanto el exceso como la deficiencia.
Por ejemplo, la virtud del coraje se encuentra entre la cobardía y la
temeridad.
Además, Aristóteles sostiene que la ética no se limita a las acciones
individuales, sino que también se extiende a la vida en comunidad.
Considera que la política y la ética están estrechamente relacionadas, ya que
la vida en sociedad es esencial para el desarrollo de la virtud y la búsqueda
de la felicidad.
Praxis humana
La praxis humana es un concepto central en la filosofía y las ciencias
sociales, ya que enfatiza la importancia de la acción concreta y reflexiva en la
construcción de la realidad social. La praxis implica una interacción dinámica
entre la teoría y la práctica, donde el conocimiento teórico se pone en acción
a través de la práctica, y a su vez, la experiencia práctica retroalimenta y
enriquece la teoría. Desde una perspectiva filosófica, la praxis se relaciona
con la idea de que los seres humanos son seres activos y agentes de cambio
en el mundo. A través de la praxis, los individuos no solo se adaptan a las
circunstancias existentes, sino que también las transforman y las moldean de
acuerdo con sus valores, creencias y objetivos. En el ámbito de las ciencias
sociales, la praxis se vincula con la idea de la transformación social y la
emancipación de los individuos. Se considera que, a través de la acción
reflexiva y consciente, los seres humanos pueden superar las estructuras de
opresión y desigualdad, y contribuir a la construcción de una sociedad más
justa y equitativa.
Por otra parte, Adorno (1962), aborda la noción de praxis como una forma
de acción humana que implica una reflexión crítica sobre la realidad social y
la posibilidad de transformarla. Este a su vez, analiza que puede ser una
herramienta para la emancipación y la resistencia frente a las estructuras de
dominación y opresión.
Algunas características importantes de la praxis humana son:
Competencias
Las competencias son habilidades, conocimientos y actitudes que una
persona posee para desempeñar eficientemente una tarea o actividad en un
determinado campo. Pueden ser adquiridas a través del aprendizaje y la
formación, y son fundamentales para el ejercicio profesional en el ámbito en
el que se requieren.
Existen diferentes tipos de competencias, que pueden ser clasificadas en
competencias básicas, competencias genéricas y competencias específicas.
Las competencias básicas son aquellas habilidades fundamentales que son
necesarias en diversos contextos, como la comunicación, el trabajo en
equipo y el pensamiento crítico. Las competencias genéricas son aquellas
que se aplican en un amplio rango de ocupaciones y sectores, como la
resolución de problemas, la adaptabilidad y la capacidad de aprendizaje. Por
último, las competencias específicas son aquellas que se requieren en un
campo o profesión particular, como conocimientos técnicos especializados o
habilidades específicas de liderazgo.
Las competencias laborales son especialmente valoradas por las
empresas, ya que reflejan la capacidad de los profesionales para cumplir con
las tareas y objetivos de la organización. Algunas competencias laborales
valoradas por las empresas incluyen la capacidad de trabajo en equipo, la
orientación al logro, la capacidad de adaptación al cambio, la resolución de
problemas y la habilidad para comunicarse efectivamente.
Actos humanos del entrenamiento deontológico
Los actos humanos del entrenamiento deontológico se refieren a las
acciones y comportamientos éticos que deben seguirse en el ámbito del
entrenamiento. La deontología se refiere al estudio de los deberes y normas
morales que rigen la conducta profesional. En el contexto del entrenamiento,
los actos humanos deontológicos implican seguir principios éticos y respetar
los derechos y dignidad de las personas involucradas.
En el caso de la psicología, por ejemplo, existen tribunales deontológicos y
bióticos que se encargan de velar por el cumplimiento de los principios éticos
en la práctica profesional. Estos tribunales actúan como instancias
disciplinarias y se encargan de evaluar los procesos disciplinarios
relacionados con la ética y la conducta profesional de los psicólogos. El
código deontológico de los psicólogos establece una serie de principios y
normas que guían la práctica ética de la profesión. Estos principios incluyen
aspectos como la lealtad hacia los pacientes, el respeto a su autonomía y
dignidad, la confidencialidad de la información, la honestidad y la
responsabilidad profesional.
Sin embargo, y como asegura Code of Ethics APA (1953) los actos
humanos del entrenamiento deontológico implican actuar de manera ética,
respetando los derechos y la dignidad de las personas, evitando crear falsas
expectativas, mostrando respeto y cuidado en el ejercicio de la profesión, y
actuando con conciencia, libertad y voluntad en las acciones realizadas. Por
otro lado, es importante destacar que la deontología y los actos humanos
éticos pueden variar según el contexto y la profesión específica. Cada campo
profesional puede tener su propio código deontológico y principios éticos que
deben seguirse.
El secreto profesional
El secreto profesional es una obligación de confidencialidad que se
impone en diversas profesiones para proteger la privacidad y confianza de
las personas que acuden a solicitar servicios profesionales. Se considera que
esta norma no es absoluta, ya que existen situaciones particulares en las
cuales no es obligatorio mantener el secreto profesional. Del mismo modo,
se justifica por la necesidad de establecer una absoluta confianza entre el
profesional y aquellos que buscan sus servicios. Por ejemplo, un acusado
podría no revelar toda la verdad a su abogado si luego este pudiera ser
obligado a declarar como testigo lo que le ha sido confiado. En el caso de los
médicos, el secreto profesional se basa en el respeto a la intimidad del
paciente.
En diferentes profesiones, como la abogacía, la medicina, la psicología y
el periodismo, el secreto profesional es fundamental para mantener la
confidencialidad de la información personal y privada de los clientes o
pacientes. Es un deber que se ejerce para proteger los derechos e intereses
de las personas y salvaguardar la privacidad y la confianza en el ámbito
profesional. Es importante destacar que el secreto profesional no es absoluto
y puede haber excepciones en casos específicos, como cuando se trata de
prevenir un delito o proteger el bienestar de una persona. Sin embargo, en
general, el secreto profesional es una norma ética y legal que debe ser
respetada por los profesionales en el ejercicio de su labor.
Por otra parte, SITVEN (2015) menciona que el secreto profesional de un
ingeniero consiste en mantener en privado cualquier información sobre un
proyecto o cliente que se obtiene en el desarrollo de la profesión. Esto
incluye mantener confidencial cualquier información sobre diseños,
soluciones, clientes y problemas en los que un ingeniero ha trabajado,
aunque ya no sea parte de la empresa.
Relación trabajo-hombre
No se puede hablar del trabajo sin relacionarlo directamente al hombre, ya
que éste es el principal sujeto, actor y beneficiario de cualquier actividad. En
la evolución histórica de la gestión empresarial se le ha asignado un
determinado papel dentro de este sistema, y de forma explícita o implícita ha
sido siempre el elemento fundamental en el desarrollo de las diferentes
actividades, pues a pesar del nivel tecnológico alcanzado por la
mecanización y la automatización en los procesos productivos o de servicios,
detrás de ellos siempre está el hombre.
El hombre es el principal objeto y sujeto por su carácter activo, que a la
vez transforma y se transforma en el desarrollo de la actividad. cuando se
dice que es el centro de la gestión de recursos humanos de analizar así
mismo en la integración de las esferas cognitiva, afectiva y social.
Desde nuestra convicción, el enfoque sobre el hombre debe tener un
carácter holístico, y la selección de personal debe contemplar todas las
esferas que lo integran, no como una sumatoria sino en su síntesis e
interrelaciones entra e intereses, en su implicación en un medio determinado
y en la interrelación con las demás personas. Al estudiar al hombre en
relación con su trabajo, señalamos la importancia del aporte de P.Pozner
(2000) quien expresa que “Los analistas de las organizaciones muchas
veces omitieron señalar que las empresas -en su acepción más amplia- son
algo más que la sola forma de organizar de manera eficiente la producción
de bienes y/o servicios. Para algunos estudiosos de la temática las empresas
son algo así como una comunidad cerrada que operan dentro de otra
comunidad, que tiene su propia dinámica, su propia estructura social. En
otras palabras, escapa a estos enfoques la dimensión informal de la
empresa”.
Dimensión ética en el trabajo
La dimensión ética en el trabajo hace referencia a la importancia de
considerar aspectos éticos en la toma de decisiones y en la acción laboral.
Esta dimensión abarca aspectos como la honestidad, la lealtad, la equidad,
la confidencialidad y el respeto en las relaciones de trabajo. De tal manera,
se basa en un conjunto de normas y principios que guían el comportamiento
ético de los trabajadores en el ámbito laboral. Es significativo saber que la
ética profesional es especialmente importante en profesiones en las que las
decisiones afectan la vida de otras personas. Del mismo modo, la ética en el
trabajo promueve la armonía para así seguir determinados valores y normas
éticas, se debe generar confianza en la comunidad en general.
De acuerdo con, Lévinas (1962) señal una relación de respeto y justicia
entre los seres humanos. En el trabajo, el individuo no solo se relaciona con
el producto, sino también con las personas que se encuentran en el proceso
de producción. Es por ello que planteo la idea de la "vocación del otro", es
decir, el compromiso ético y moral del individuo.
Deontología y moralidad
La deontología y la moralidad son conceptos relacionados pero distintos.
La deontología se refiere al estudio de los deberes y normas morales que
rigen la conducta profesional, especialmente en el ejercicio de una
determinada profesión. Se centra en los deberes y obligaciones que deben
cumplir los profesionales en su práctica. Por otro lado, la moralidad se refiere
a los principios y valores que guían el comportamiento humano en general,
más allá de una profesión específica. La moralidad abarca un conjunto más
amplio de normas y principios éticos que se aplican a todas las personas en
su vida diaria.
La deontología se enfoca en los aspectos éticos y morales específicos de
una profesión, estableciendo los deberes y obligaciones que los
profesionales deben cumplir en su práctica. Por ejemplo, en la medicina, la
deontología médica establece los principios éticos y las normas que los
médicos deben seguir al tratar a los pacientes, como el respeto a la
autonomía del paciente y la confidencialidad de la información médica.
La moralidad, por otro lado, se aplica a todas las personas y abarca
principios éticos más generales, como la honestidad, la justicia y el respeto
hacia los demás. Estos principios éticos son aplicables en todas las áreas de
la vida, no solo en el ámbito profesional.
Moral
La moral es un conjunto de normas, valores y creencias existentes y
aceptadas en una sociedad que sirven de modelo de conducta y valoración
para establecer lo que está bien o está mal. También se refiere al
comportamiento humano en cuanto al bien y el mal. La moral orienta
nuestras acciones y determina cuáles son buenas o correctas y cuáles son
malas e incorrectas. Es un conjunto de normas y reglas que permite a la
sociedad llevar una convivencia armoniosa y pacífica. La moral puede variar
con el tiempo y entre diferentes sociedades, ya que su concepto e
implicaciones pueden cambiar. Es importante destacar que la moral no debe
confundirse con la ética, que es la teoría o ciencia del comportamiento moral
de las personas en sus sociedades. Según Platón siglo IV a.C, plantea la
moral como un conocimiento racional que ayuda a guiar la conducta. De tal
manera que, el individuo debe descubrir y vivir de acuerdo a sus propios
valores, y no se debe conformar con lo que está aceptado como moral en la
sociedad. Por su parte, la moral es un conocimiento que se puede aprender y
desarrollar a través de la educación.
Ética de la liberación
La ética de la liberación es una corriente filosófica y política que busca
eliminar las condiciones de opresión y servidumbre en la sociedad. El
concepto de la liberación se desarrolló como respuesta a la opresión política,
económica y social de grupos de personas, como por ejemplo las minorías
raciales, las mujeres y los trabajadores. El pensamiento de la ética de la
liberación surge principalmente de la filosofía marxista y del movimiento de
liberación negra. De acuerdo, Marx en (1970) aborda la cuestión de la
liberación a través de su concepto de "alienación", es decir, la separación
entre el trabajador y los productos de su trabajo. Por otra parte, Dussel
(1973), propone un enfoque ético que parte del contexto de los grupos
humanos y busca promover la liberación de aquellos que se encuentran en
situaciones de opresión y exclusión. Se basa en principios como la vida y la
muerte como criterios de verdad, la intersubjetividad simétrica como criterio
de validez y la eficiencia desde exigencias éticas como criterio de factibilidad.
Consigna deontológica
La consigna deontológica se refiere a un conjunto de principios y reglas
éticas que guían la conducta y las acciones de los profesionales en el
ejercicio de su profesión. Estas consignas éticas están diseñadas para
garantizar que los profesionales actúen de manera responsable, honesta y
respetuosa hacia sus clientes, colegas y la sociedad en general.
La importancia de la consigna deontológica radica en que proporciona un
marco ético sólido para la práctica profesional. Estas normas éticas ayudan a
proteger los derechos y el bienestar de los clientes, promoviendo la
confianza y la integridad en la relación profesional-cliente. Además, la
consigna deontológica también establece límites claros y define las
responsabilidades y obligaciones de los profesionales en su campo. Esto
ayuda a prevenir abusos, conflictos de interés y comportamientos poco
éticos. Es importante destacar que las consignas deontológicas pueden
variar según la profesión y el contexto cultural. Cada profesión tiene su
propio código de ética y normas específicas que los profesionales deben
seguir.