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La invasión rusa de Ucrania,nota 3 también denominada guerra de Ucrania, iniciada

el 24 de febrero de 2022, constituye una escalada de la guerra ruso-ucraniana que


comenzó tras los sucesos del Euromaidán en 2014. Se trata del mayor ataque militar
convencional en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial. Está generando un
número creciente de víctimas; así, hasta mediados de 2023, había causado la muerte
de más de 9000 civiles y cientos de miles de soldados.nota 4 Los combates también
han generado la mayor crisis de refugiados en el continente desde la Segunda Guerra
Mundial:4 más de 7,2 millones de ucranianos han abandonado el país y más de 7,1
millones se han desplazado internamente.54 Además, la guerra ha causado daño
ambiental significativo y ha puesto en peligro la disponibilidad de alimentos a
nivel mundial.6

La invasión estuvo precedida por una concentración militar rusa en las fronteras de
Ucrania, que dio comienzo a mediados de 2021.7 Durante este periodo de tensión
diplomática, el presidente ruso Vladímir Putin criticó la ampliación de la OTAN
posterior a 1997 mientras negaba repetidamente que Rusia tuviera planes de invadir
Ucrania.8 No obstante, el 21 de febrero siguiente, Rusia reconoció a la República
Popular de Donetsk y a la República Popular de Lugansk, dos estados autoproclamados
en la región de Dombás en el este de Ucrania, y envió tropas a esos territorios. Al
día siguiente, el Consejo de la Federación de Rusia autorizó por unanimidad a Putin
a utilizar la fuerza militar fuera de las fronteras de Rusia.9 El 24 de febrero,
Putin anunció —en un mensaje televisado— una «operación militar especial» en el
territorio de Donetsk y Lugansk; los misiles comenzaron a impactar en varios
lugares de Ucrania, y las fuerzas terrestres rusas entraron en el país dando inicio
a diferentes ofensivas.

En los frentes sur y sureste, los rusos tomaron Jersón en marzo de 2022 y Mariúpol
el mes siguiente mientras abandonaron la campaña de Ucrania central y lanzaron una
renovada batalla del Dombás. Las fuerzas rusas continuaron bombardeando objetivos
militares y civiles lejos de la línea del frente, incluida la red de energía
durante el invierno. A fines de 2022, Ucrania lanzó contraofensivas en el sur y el
este. Poco después, Rusia anunció la anexión de cuatro provincias parcialmente
ocupadas. En noviembre, Ucrania retomó partes del Óblast de Jersón. En febrero de
2023, Rusia movilizó a cerca de 200 000 soldados para una nueva ofensiva en el
Dombás.10 En junio de 2023, Ucrania lanzó otra contraofensiva en el sureste.

La invasión ha recibido una condena internacional. La Asamblea General de las


Naciones Unidas aprobó la Resolución ES-11/1 condenando la invasión y exigiendo la
retirada total de Rusia.11 La Corte Internacional de Justicia ordenó a Rusia
suspender las operaciones militares y el Consejo de Europa expulsó al país.
Numerosos gobiernos, principalmente europeos y norteamericanos, impusieron
sanciones a Rusia y su aliado Bielorrusia, y proporcionaron ayuda humanitaria,
económica y militar a Ucrania. Más de 1000 empresas abandonaron Rusia y Bielorrusia
en respuesta a la invasión. La Corte Penal Internacional (CPI) abrió una
investigación sobre posibles crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra,
secuestro de niños y genocidio, emitiendo una orden de arresto contra Putin en
marzo de 2023.

Terminología
Esta sección es un extracto de Representación mediática de la guerra ruso-ucraniana
§ Terminología.[editar]
A pesar de las dimensiones del conflicto, el gobierno ruso lo ha denominado desde
el principio como «operación militar especial en Ucrania» (en ruso: специальная
военная операция на Украине, romanización spetsiálnaya voyénnaya operátsiya na
Ukraíne),12 evitando los términos de «guerra» o «invasión».12 Esta expresión fue
empleada por primera vez por Vladímir Putin el 24 de febrero de 2022 en su discurso
que dio inicio a la invasión.

Desde el punto de vista opuesto, numerosos medios y personas denominan la contienda


como la «guerra de Putin», personalizando la responsabilidad de su
desencadenamiento en el presidente ruso.13 También se han utilizado —entre otros—
los términos «guerra de Rusia contra Ucrania» o «guerra ruso-ucraniana» de manera
más general para referirse a todo el conflicto entre países desde 2014.14

Por su parte, los documentos oficiales de la Rada Suprema (parlamento ucraniano)


hablan de la «agresión armada de la Federación de Rusia contra la soberanía de
Ucrania».15 En este sentido, organizaciones internacionales como la ONU y
parlamentos como el Congreso de los Estados Unidos o el Parlamento Europeo han
considerado el conflicto como una «agresión rusa contra Ucrania».16 No obstante,
António Guterres, secretario general de la ONU, le dijo a Putin que las acciones de
Rusia en Ucrania son consideradas una «invasión».17

También entre los partidarios de Ucrania se utiliza el término «Gran Guerra


Patria»18 que remite a la participación de la RSS de Ucrania en la Gran Guerra
Patria de 1941-1945. En cuanto a China, su gobierno ha preferido referirse al
conflicto como «crisis de Ucrania» (en chino simplificado, 乌克兰危机; pinyin,
Wūkèlán wéijī).19

En ese contexto, uno de los motivos para la censura por parte de la Agencia federal
rusa responsable de controlar los medios de comunicación (Roskomnadzor) fue la
calificación de las acciones rusas como un «ataque», «invasión» o «declaración de
guerra».20
Contexto internacional: Era post-Guerra Fría y Nueva Guerra Fría

Mapa del mundo en Guerra Fría en 1980, en tonos de rojo los aliados de la Unión
Soviética y otros países comunistas, y en tonos de azul los Estados Unidos y sus
aliados capitalistas; los puntos rojos significan guerrillas comunistas y los
puntos azules guerrillas anticomunistas.
Este párrafo es un extracto de Era posterior a la Guerra Fría.[editar]
La era posterior a la Guerra Fría (actualmente llamado el periodo entre-guerras
frias) es el período posterior al final de la Guerra Fría el 25 de diciembre de
1991. Debido a que la Guerra Fría no fue una guerra activa sino más bien un período
de tensiones geopolíticas marcadas por guerras indirectas, existe un desacuerdo
sobre el final oficial de este conflicto y la subsiguiente existencia de la era
posterior a la Guerra Fría. Algunos académicos afirman que la Guerra Fría terminó
cuando se firmó el primer tratado mundial sobre desarme nuclear en 1987 o el fin de
la Unión Soviética como superpotencia en medio de las Revoluciones de 1989, pero
realmente terminó con la disolución de la Unión Soviética en 1991. A pesar de esta
ambigüedad, el fin de la Guerra Fría simbolizó una victoria de la democracia y el
capitalismo, dando un impulso a Estados Unidos y en menor medida a la Unión
Europea, y a las potencias mundiales emergentes, China e India. La democracia se
convirtió en una forma de autovalidación colectiva para los países que esperaban
ganarse el respeto internacional: cuando la democracia se consideraba un valor
importante, las estructuras políticas comenzaron a adoptar ese valor.
Este párrafo es un extracto de Nueva Guerra Fría.[editar]
Nueva Guerra Fría, Segunda Guerra Fría o Guerra Fría 2.0 (en inglés: New Cold War,
también referida como Cold War II, Cold War Redux o Cold War 2.0) son términos
utilizados —como paralelismo a la Guerra Fría entre 1945 y 1991— para designar lo
que se interpreta como un conflicto político, ideológico, informativo, social y
militar en el siglo xxi, lo cual terminó la llamada era post-Guerra Fría. Desde
esta visión, se verían las tensiones entre potencias como estructuradas dentro de
grandes bloques de poder geopolíticos opuestos; en uno se encontraría Occidente,
liderado principalmente por Estados Unidos y Reino Unido, en el que la Unión
Europea tendría un papel de poder blando, y el otro, Oriente, que estaría formado
por un lado por China y por otro lado por Rusia (partidarios del poder duro, y que
podrían ocasionalmente tener intereses similares o ir por separado, según el caso).
Se incluyen acciones propias de guerra híbrida (como los ciberataques) y guerras
subsidiarias (como Libia, Siria, Ucrania o Irán). La rivalidad, además de
geopolítica, también sería de carácter económico, militar, cultural y tecnológico.
Antecedentes

Cadena humana conmemorando el acta de Zluki, 1990.


Este párrafo es un extracto de Antecedentes históricos de la guerra ruso-ucraniana.
[editar]
El proceso de la caída del muro de Berlín, la reunificación alemana y el colapso de
los gobiernos comunistas (1989-1991) trajeron enormes cambios en los países del
Bloque del Este, hasta entonces integrantes o aliados de la Unión Soviética,
alterando la balanza geopolítica en Europa. Sin embargo, tras la disolución de la
Unión Soviética en 1991, Ucrania y Rusia mantuvieron estrechos vínculos y el
gobierno ucraniano acordó abandonar su arsenal nuclear en 1994 —mediante el
Memorándum de Budapest— con la condición de que los Estados Unidos, el Reino Unido
y Rusia brindaran garantías contra las amenazas a la integridad territorial o la
independencia política de Ucrania.21 Cinco años más tarde, Rusia fue uno de los
signatarios de la Carta para la Seguridad Europea, que «reafirmó el derecho
inherente de todos y cada uno de los Estados participantes a ser libres de elegir o
cambiar sus arreglos de seguridad, incluidos los tratados de alianza, a medida que
evolucionan».21
Véanse también: Conflictos postsoviéticos y Estados postsoviéticos.
El tratado Dos más Cuatro y la expansión de la OTAN
Esta sección es un extracto de Tratado Dos más Cuatro § Controversias sobre los
términos.[editar]
Entendemos la necesidad de garantías para los países del Este. Si tenemos presencia
en una Alemania que es parte de la OTAN, no habría extensión de la jurisdicción de
la OTAN para las fuerzas de la OTAN ni una pulgada hacia el este [sic]
—James Baker a Mijaíl Gorbachov
9 de febrero de 199022
El 9 de febrero de 1990, durante el proceso de redacción del tratado de
reunificación alemana, el secretario de Estado de Estados Unidos, James Baker,
visitó al entonces Secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética,
Mijaíl Gorbachov, y a su ministro de exteriores, Eduard Shevardnadze, y un día
después, se produjo también la visita del canciller de la Alemania Federal, Helmut
Kohl.23 El objetivo era apaciguar a los soviéticos por la inclusión de una Alemania
unificada en la órbita occidental. Gorbachov llegó a proponer una estructura pan-
europea de seguridad, que incluiría el ingreso de Rusia en la OTAN. Baker consideró
esta idea pan-europea «un sueño» inalcanzable. Baker y Kohl convencieron a
Gorbachov de que una Alemania unificada entrase en la OTAN, aduciendo que sería
mejor que una Alemania por libre, pero diciendo que no habría expansiones al este.

Las negociaciones habrían dado garantías al gobierno soviético de que la OTAN


(creada en la posguerra de la Segunda Guerra Mundial) no permitiría la adhesión de
ningún país del bloque del Este —excluyendo la República Democrática de Alemania
(RDA),24 versión respaldada por algunos historiadores y documentos publicados por
el semanario alemán Der Spiegel.2526 Dentro de este marco se hizo posible la
reunificación alemana en 1990 y la OTAN incluyó al territorio de la RDA. El
entonces presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, afirmó en una
entrevista de 2014 que el tema de la expansión de la OTAN al este nunca se tocó
pero añadió que dicha expansión representó una violación del espíritu de las
declaraciones y garantías que se habían hecho en 1990.27

Aunque varias transcripciones del departamento de Estado de los Estados Unidos


demuestran que Baker en efecto pronunció esas palabras durante aquella conversación
—aludiendo a la no expansión de la OTAN—,22 dicho compromiso no está reflejado en
la redacción final del tratado de reunificación.28 Además, el New York Times
publicó en 1992 una serie de documentos oficiales que daban cuenta de la adopción
de una doctrina estratégica que tomó el nombre de Doctrina Wolfowitz, en virtud de
la cual Estados Unidos se reservaba la supremacía sobre los demás Estados, proponía
el unilateralismo y establecía como «primer objetivo evitar el resurgimiento de un
nuevo rival, ya sea en el territorio de la antigua Unión Soviética o en otro
lugar». El documento inicial fue luego moderado en sus términos. Entre tanto, en
Rusia se desarrollaron posturas políticas que eventualmente se consideran como una
versión análoga rusa de la Doctrina Monroe.29

En la segunda mitad de la década de 1990, Estados Unidos decidió expandir las


fronteras de la OTAN hacia el este. Así, en 1999 la OTAN incorporó a Hungría,
Polonia y la República Checa, para posteriormente —en 2005, semanas antes de la
adhesión de estos Estados a la UE— ampliarse también a Bulgaria, Lituania, Rumanía,
Eslovaquia, Eslovenia, Estonia y Letonia; estos dos últimos fronterizos con Rusia.
De esta forma, Bielorrusia y Ucrania quedaron como los dos países ubicados sobre la
«línea roja» que separaba a la OTAN de Rusia.30 Ucrania se convirtió entonces en
una posición crucial para ambos bandos y su política interna empezó a ser
fuertemente influenciada por la puja de poder internacional.31

En 2008, el presidente estadounidense George W. Bush, declaró públicamente la


intención de incorporar a Ucrania —y también a Georgia— a la OTAN, y
simultáneamente el proeuropeo Víktor Yúshchenko, presidente de Ucrania, pidió la
entrada de su país a la coalición militar.32 Por su parte, el presidente ruso
Vladímir Putin, se pronunció en contra de la posibilidad de dicha adhesión.33 No
obstante, en 2010 Víktor Yanukóvich —quien reemplazó a Yúshchenko como presidente—
retiró el pedido, aunque en septiembre de 2020, el nuevo presidente Volodímir
Zelenski, aprobó la Estrategia de Seguridad Nacional, «que prevé el desarrollo de
la asociación distintiva con la OTAN con el objetivo de ser miembro de la OTAN».34
Véase también: Antecedentes históricos de la guerra ruso-ucraniana
Revolución naranja

Yúshchenko durante la Revolución Naranja contra el fraude electoral (noviembre de


2004).
Estos párrafos son un extracto de Revolución naranja.[editar]
La Revolución Naranja (en ucraniano: Помаранчева революція, Pomaráncheva
revolyutsiya) consistió en una serie de protestas y acontecimientos políticos que
tuvieron lugar en Ucrania desde finales de noviembre de 2004 hasta enero de 2005.
Estas protestas ocurrieron en el contexto de las elecciones presidenciales, en las
que hubo fuertes acusaciones de corrupción, intimidación de votantes y fraude
electoral directo. Kiev, la capital ucraniana, fue el punto focal de la campaña del
movimiento de resistencia civil en el que participaron miles de manifestantes
diariamente.35 A nivel nacional, la «revolución» se caracterizó por una serie de
actos de desobediencia civil y huelgas generalizadas organizadas por el movimiento
de oposición.

Las protestas fueron incentivadas por los informes de diversos observadores


nacionales y extranjeros, así como por la percepción por la oposición de que las
autoridades amañaron los resultados de la votación del 21 de noviembre de 2004
entre los candidatos Víktor Yúshchenko y Víktor Yanukóvich a favor de este
último.36 Las protestas nacionales se llevaron a cabo después de que se anularan
los resultados de la contienda original, y el Tribunal Supremo de Ucrania ordenó
convocar nuevas elecciones para el 26 de diciembre de 2004. Bajo un intenso
escrutinio por parte de observadores domésticos e internacionales, la segunda
contienda se declaró «libre y justa». Los resultados finales revelaron una clara
victoria para Yúschenko, que recibió un 52 % de los votos, comparado con un 44 % de
Víktor Yanukóvich. Yúshchenko fue declarado como el ganador oficial con su
inauguración el 23 de enero de 2005 en Kiev, con lo que se dio fin a la Revolución
Naranja.

En 2010, Víktor Yanukóvich se convirtió en el sucesor de Yúshchenko como presidente


de Ucrania, después de que la Comisión Central Electoral y observadores
internacionales declararan que la elección presidencial de ese año se desarrolló de
manera justa.37
Euromaidán
Ruso como su lengua materna en el sur y oriente de Ucrania
Datos de 2001
Sebastópol obtuvo el porcentaje más alto (90,6 %), seguido por Crimea con un 77,0
%.
Datos de 200538
Crimea: 97 % de toda la población
Óblast
Dnipropetrovsk 72 %
Donetsk 93 %
Zaporizhia 81 %
Lugansk 89 %
Mikoláyiv 66 %
Odesa 85 %
Járkov 74 %
Esta sección es un extracto de Euromaidán.[editar]
El Euromaidán39 (en ucraniano, Євромайда́н, Yevromaidán; «Europlaza»)40 es el nombre
dado a una serie de manifestaciones y disturbios heterogéneos de índole europeísta,
independentista y nacionalista de Ucrania.

Tras la huida del presidente de Ucrania Víktor Yanukóvich en dirección desconocida


el 21 de febrero de 2014,41 la Rada Suprema destituyó del cargo a Yanukóvich por
«el abandono de sus funciones constitucionales».42 El 23 de febrero de 2014, el
jefe del grupo parlamentario del Partido de las Regiones que lideraba Yanukóvich,
Oleksandr Yefrémov, responsabilizó a Yanukóvich del saqueo del país y del
derramamiento de sangre.43

Sin embargo, sorprendentemente, el Gobierno ucraniano, encabezado por Mikola


Azárov, publicó el 21 de noviembre de 2013 una nota oficial en la que informaba que
el proceso de preparación de la firma del acuerdo quedaba «suspendido».44 Las
razones esgrimidas fueron la caída en la producción industrial y el mantenimiento
de relaciones con los países de la Comunidad de Estados Independientes. Yanukóvich
asistió a la cumbre de la UE los días 28 y 29, tal como estaba previsto antes de la
suspensión unilateral, pero solo para declinar la última oferta europea, de 600
millones de euros, por considerarla «humillante».45 Por su parte, Azárov reprochó a
la UE y al Fondo Monetario Internacional la falta del apoyo económico que hubiera
compensado el «divorcio comercial» con Rusia, a la vez que admitía que había sido
Moscú quien había conminado a Kiev a no sellar el pacto.46

A partir del 21 de noviembre, se producen en Kiev varias concentraciones en la


plaza de la Independencia (en ucraniano, Maidán Nezalézhnosti) exigiendo al
gobierno retomar el diálogo con la UE. La concentración aglomeró a cientos de miles
de personas con discursos diarios de líderes políticos opositores, así como íconos
culturales ucranianos y extranjeros. Entre los principales gestores se encontraban:
organizaciones sociales, la oposición política —incluido el grupo ultra-
nacionalista y de extrema derecha Sector Derecho, uno de los principales
organizadores del movimiento en Kiev e instigador de los disturbios, y el partido
parlamentario de extrema derecha Svoboda—47 y las Iglesias ucranianas —como la
Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Kiev—, con excepción de la Iglesia
ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Moscú.48 En las manifestaciones también
participaron representantes de minorías étnicas (rusos, chechenos, tártaros de
Crimea,49 judíos,50 georgianos, armenios y otros) y ciudadanos de otros países
(Polonia, Bielorrusia, Georgia, Rusia y otros).51
Primera fase de la guerra ruso-ucraniana

Firma de la anexión de Crimea y Sebastopol a la Federación de Rusia.


Estos párrafos son un extracto de Primera fase de la guerra ruso-ucraniana.[editar]
La primera fase de la guerra ruso-ucraniana52 se refiere al periodo comprendido
entre 2014 y 2015 en los inicios de dicho conflicto. Tras esta etapa se desarrolló
una fase de alto el fuego a la que siguió un recrudecimiento del conflicto a partir
de febrero de 2022. Inicialmente se trató de una crisis diplomática internacional
que sobrevino en febrero de 2014 tras la destitución del presidente ucraniano
Víktor Yanukóvich como resultado de las protestas del Euromaidán —realizadas
principalmente en las zonas occidental y central del país para apoyar el
acercamiento hacia la Unión Europea— que fueron rechazadas por comunidades
rusófonas de la zona suroriental del país, compuestas en su mayoría por ucranianos
rusófonos y rusos étnicos opuestos a estudiar el idioma del país en el que vivían.

Consecuentemente, el parlamento asumió el poder Ejecutivo y propuso derogar la ley


sobre la cooficialidad de los idiomas de las minorías a nivel municipal y
provincial. Como respuesta, diversos grupos prorrusos se manifestaron en contra del
nuevo gobierno nacional y proclamaron sus anhelos de estrechar sus vínculos (o
inclusive integrarse) con Rusia. Estas protestas se concentraron en Crimea y
algunas óblast en la zona fronteriza entre Rusia y Ucrania donde se produjeron una
serie de revueltas militares, incluyendo tanto tropas locales como tropas rusas. En
medio del levantamiento, las autoridades de Crimea convocaron a un referéndum para
el 16 de marzo siguiente con el propósito de adherirse a la Federación Rusa.

Tras el pedido del gobierno de Crimea a Rusia, el Consejo de la Federación aprobó


un envío de tropas que (según las autoridades del país) tenía como objetivo
garantizar la integridad de los habitantes de Crimea y las bases rusas estacionadas
allí, hasta que se normalizara la situación sociopolítica. Ello favoreció la
Declaración de Independencia de Crimea y Sebastopol que condujo a la proclamación
de la República de Crimea —reconocida solo por Rusia— previo restablecimiento de la
constitución de 1992 que consideraba al territorio como soberano —aunque delegaba
algunas competencias a Ucrania— con una ciudadanía y una policía propias.53 El
proceso finalmente condujo a la adhesión de Crimea a Rusia que fue oficializada el
18 de marzo de 2014, aunque no contó con el reconocimiento del gobierno ucraniano.

Pese al apaciguamiento alcanzado en Crimea, la situación degeneró en el Dombás


donde las fuerzas separatistas de las autoproclamadas Repúblicas Populares de
Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL) se enfrentaron al gobierno de Ucrania agravando la
guerra en esta región. El 11 de mayo de 2014, ambas repúblicas celebraron
referéndums sobre su estatus político que resultaron en una proclamación de
independencia de las regiones en cuestión mientras que los combates continuaron a
pesar de los intentos de por detenerlos. No obstante, el 15 de febrero de 2015 —con
la entrada en vigencia del acuerdo Minsk II— se inició un alto el fuego
incondicional.

Numerosos ciudadanos rusos, como por ejemplo Ígor Guirkin y Aleksandr Borodái,
ocuparon altos puestos entre los rebeldes y varios países consideraron que Rusia
proporcionó apoyo material y militar a los separatistas.54 En este sentido, las
reacciones internacionales fueron casi siempre condenatorias de la decisión de
Rusia de intervenir, y de apoyo a la soberanía e integridad territorial de Ucrania.
Es así que tras la adhesión de Crimea a Rusia, varios países (encabezados por la
Unión Europea y Estados Unidos) aplicaron una serie de sanciones contra el entorno
del gobierno ruso. Pero fue el voto de la Resolución 68/262 de la Asamblea General
de las Naciones Unidas sobre la integridad territorial de Ucrania, la acción que
contó con la participación de países más numerosa: a favor se pronunciaron cien
naciones, once votaron en contra y 58 se abstuvieron, con lo que la secesión de
Crimea y Sebastopol fue declarada inválida.55
Relaciones Rusia-Unión Europea desde 2012

Putin en las conversaciones del formato de Normandía en Minsk para encontrar una
solución a la situación en Ucrania en febrero de 2015.
Estos párrafos son un extracto de Relaciones Rusia-Unión Europea desde 2012.
[editar]
Las relaciones Rusia-Unión Europea desde 2012 es un término que hace referencia a
las relaciones entre ambas partes a partir del tercer mandato presidencial de
Vladímir Putin en Rusia. Durante este periodo, iniciado en mayo de 2012, las
relaciones bilaterales se han visto afectadas principalmente por la guerra ruso-
ucraniana que desde 2014 ha originado una serie de sanciones de la UE hacia Rusia,
en medio de una asociación económica en la que el sector energetico representaba un
factor de vital importancia al ser Rusia el mayor proveedor para la Unión Europea
hasta agosto de 2023.56 Adicionalmente las sanciones impuestas por la UE a partir
de la invasión rusa de Ucrania en 2022 provocaron un cambio en la actitud de Putin,
donde la UE pasó de ser el principal mercado para sus exportaciones energéticas a
estar en la lista de países hostiles hacia Rusia que amenazan la seguridad del
país.

El principal punto de conflicto entre la UE y Rusia es la influencia que puede


ejercer cada parte sobre diversos países de la Europa Oriental (Armenia,
Azerbaiyán, Bielorrusia, Georgia, Moldavia y Ucrania). Es así que mientras Rusia
recurre a dispositivos económicos, militares y no militares, para mantener a estos
países en su esfera de influencia, la UE apoya ocasionalmente la integración de los
mismos en las actividades occidentales, apostando por la cooperación dentro del
marco de la Política Europea de Vecindad.57

La primera fase de la guerra ruso-ucraniana —entre 2014 y 2015— se originó en la


cuestión sobre el Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la Unión Europea que llevó
a los disturbios heterogéneos de índole europeísta y nacionalista del Euromaidán.
Posteriormente, la UE condenó la intervención rusa en Ucrania —adhesión de Crimea a
Rusia y guerra del Dombás— y suspendió el diálogo sobre las cuestiones relativas a
la política de visados y las negociaciones sobre un nuevo acuerdo bilateral. Desde
entonces la Unión aplica un enfoque de doble vía que combina sanciones con intentos
de encontrar una solución al conflicto en Ucrania.58

Por otra parte, el trato reservado por el gobierno ruso a la disidencia —en el caso
Skripal la UE expulsó diplomáticos rusos— y a la oposición en su país —caso de
Alekséi Navalni—59 también ha provocado tensiones entre las partes. No obstante, la
participación rusa en la labor del grupo de países para celebrar un acuerdo nuclear
con Irán permitió albergar esperanzas respecto a una mayor cooperación a escala
internacional. No obstante, la intervención militar rusa en la guerra civil siria
desde septiembre de 2016, en apoyo al presidente Bashar al-Ásad, finalmente agravó
las tensiones con la UE.58 Sin embargo, la negativa tanto de Rusia como de la UE de
ceder a la presión estadounidense por romper las relaciones con Irán permitió al
gobierno de Putin eludir parcialmente las sanciones impuestas.60
Preludio de la invasión

El Presidente de Ucrania, Volodímyr Zelensky, y el Secretario General de la OTAN,


Jens Stoltenberg. Bruselas, 16 de diciembre de 2021.
El presidente ruso, Vladímir Putin, junto con Denis Pushilin y Leonid Pasechnik,
firmando los decretos que reconocen la independencia de las autoproclamadas
repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, 21 de febrero de 2022.
Estos párrafos son un extracto de Preludio de la invasión rusa de Ucrania.[editar]
El preludio de la invasión rusa de Ucrania refiere a los acontecimientos
desarrollados a partir de marzo de 2021 en el marco de la guerra ruso-ucraniana y
que desembocaron en la entrada de las Fuerzas Armadas de Rusia en territorio de la
vecina Ucrania el 24 de febrero de 2022.

Entre marzo y abril de 2021 Rusia reunió alrededor de 100 000 soldados, misiles y
otras armas pesadas cerca de su frontera con Ucrania, lo que representó la mayor
movilización de fuerzas desde la anexión de Crimea por parte de ese país en 2014,
esto generó preocupaciones sobre una posible invasión, si bien las tropas se
retiraron parcialmente en junio siguiente.61 Entre octubre y diciembre del mismo
año se avivó la crisis, se registra de nuevo un despliegue masivo de fuerzas rusas
en la frontera con Ucrania, llegando a 175 000 soldados en Rusia y en Bielorrusia
según inteligencia estadounidense.6263

Entonces, Rusia presentó dos borradores de tratados que contenían solicitudes de lo


que denominó "garantías de seguridad", incluida una promesa jurídicamente
vinculante de que Ucrania no se uniría a la Organización del Tratado del Atlántico
Norte (OTAN) y una reducción de las tropas y del equipo militar de la OTAN
estacionados en Europa del Este, y amenazó con una respuesta militar no
especificada si esas demandas no se cumplían en su totalidad. La OTAN rechazó estas
solicitudes y Estados Unidos y la Unión Europea advirtieron a Rusia de sanciones
económicas "rápidas, severas y masivas" en caso de que finalmente invada Ucrania.64
65

Entretanto, Estados Unidos publicó información de inteligencia sobre los planes de


invasión rusos, incluidas fotografías satelitales que mostraban tropas y equipos
rusos cerca de la frontera con Ucrania.66 Estados Unidos continuó publicando
informes que predijeron los planes de invasión. Durante estos acontecimientos, el
gobierno ruso negó repetidamente que tuviera planes para invadir o atacar Ucrania;
quienes emitieron las negativas incluían al portavoz de Putin, Dmitri Peskov, en
noviembre de 2021, al viceministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Riabkov, en
enero de 2022,67 al embajador ruso en los Estados Unidos, Anatoly Antonov, el 20 de
febrero de 2022, y al embajador ruso en la República Checa, Aleksandr Zmeyevski, el
23 de febrero de 2022.68

El 21 de febrero de 2022, Rusia reconoció oficialmente las dos regiones


separatistas en el este de Ucrania, la República Popular de Donetsk y la República
Popular de Lugansk, como estados independientes y desplegó tropas en el Dombás en
un movimiento interpretado como la retirada efectiva de Rusia del Protocolo de
Minsk.6970 Las repúblicas disidentes fueron reconocidas en los límites de sus
respectivos oblasts de Ucrania, que se extienden mucho más allá de la línea de
contacto.71 El 22 de febrero Putin dijo que los acuerdos de Minsk ya no eran
válidos.72 El mismo día, el Consejo de la Federación autorizó por unanimidad el uso
de la fuerza militar en el exterior.73

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