Tuvimos Un Hijo 701-719 PDF

¿Tuvimos un hijo?
+20 perlas
Capítulo 701
Emilia había hablado pestes de Sofía frente a
Mónica, le dijo que ella era una perra que no dejaba
a Arturo en paz y lo intentaba seducir, lo cual hizo
que Mónica se enfureciera. Esta vez ella regresó al
país ya que había escuchado por parte de Emilia que
había una mujer que estaba engatusando a su nieto,
por lo que quería regresar y poner orden. Cuando
los ojos de Arturo pasaron por Emilia, ella sintió
culpa. Se imaginó lo que le había dicho a Mónica. A
las 5 de la tarde en el aeropuerto internacional, un
avión privado llegó antes de que una ostentosa
mujer de tercera edad con una caja envuelta en seda
negra apareciera en la entrada vip, sus movimientos
eran gentiles y delicados. Detrás de ella había una
línea de cuatro mucamas y ocho guardaespaldas
siguiéndola. Arturo esperaba en la entrada y de
inmediato se levantó para saludarla.
—Abuela.
Mónica miró a su nieto con una mirada profunda.
—Arti, ¿por qué te ves tan exhausto? ¿No dormiste

ayer?
—Te extrañé tanto que no pude dormir bien —

respondió con una sonrisa.
—No te creo en absoluto. —Monica y su hijo se

habían casado y tenido hijos a temprana edad,
por lo que aunque tuviera 68 años, su nieto ya
impulsado por CamScanner

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estaba grande.
—Me duele. —Arturo curvó sus labios para

mostrar una sonrisa mientras extendía su mano
para tomar la urna de la mano de su abuela. —
Deja que lleve al abuelo.
Arturo acompañó a Mónica al chalé. Por el

camino, ella vio lo mucho que el país se
desarrolló. A pesar de nacer en el extranjero y
vivir fuera del país, aún deseaba que su país
prosperará.
—Dulce hogar. —Ella suspiró.
—Abuela, si te gusta aquí, podemos hacerte una casa.

¿Qué opinas? —sugirió Arturo.
Mónica miró a su nieto con sorpresa. Ella lo

pequeño, así que sabía cómo era su personalidad
y sus preferencias también. Cuando Arturo se
fijó en ella hubo un pequeño sentimiento
de incomodidad en sus ojos.
— ¿Me estás
escondiendo algo? —
ella preguntó de
inmediato.
—No.

—Déjate de cosas. Háblame de la señorita
Sofia. Quiero saber qué tipo de muchacha está
afectando a mi nieto. —
Mónica no permitió que
evitara el terna, Arturo rio.
—Sólo es una chica ordinaria. No hay nada

especial.
Al ver la reacción de su nieto, ella presintió que la

muchacha de nombre Sofía no era cualquiera, así
que se empeñó en averiguar por qué su nieto la
defendía.
—Abuela, le pediré a los agentes inmobiliarios

que vengan y hablen contigo mañana. —Arturo
cambió de tema.
Mónica dejó de insistir. Después de todo, ella sólo se

quedaría por poco tiempo. Eventualmente
conocería a la joven. Mientras tanto, Demetrio ya
había regresado a la residencia Villanueva para
recuperarse de su salud. Sofía miró que todo el
personal en la casa había sido enviado a casa y su
madre empezó a encargarse de cocinar. No
obstante, sólo fue porque, desde la última vez que
Elisa cocinó, sus habilidades se habían perdido. Por
accidente, se cortó el dedo mientras cortaba vegetales
para la cena. En la mesa, Demetrio se culpó a sí
mismo.
—Todo es mi culpa. Si no hubiera caído en la

trampa de ese desgraciado, podríamos contratar
a una mucama.
Sofía sintió que el pecho le dolía por Elisa.

— iYo cocinaré de ahora en adelante!
Al ver que su familia viviendo de forma austera,

Sofía no podía permitirse sentarse.
Arturo le dio vacaciones para que tuviera la
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oportunidad de encontrar un trabajo. En la tarde
comenzó a escribir su currículum y enviarlo en
línea a muchas grandes compañías. Esperaba
conseguir un trabajo tan pronto como fuera
posible. En la noche, en la habitación de
Mónica, Emilia le informó lo que había pasado
en los últimos días, haciendo ver a Sofía como
una maestra de seducción.
—Abuela, se llevó a Arti a un hotel la otra noche

e incluso tenían las ropas mojadas. Después,
cuando me uní con el guardaespaldas para darle
nueva ropa, miré que ambos sólo estaban usando
batas de baño en el
cuarto.

¿Tuvimos un hijo? +20 perlas
Capítulo 702
Mónica frunció el ceño. ¿Desde cuándo su
nieto empezó a andar con chicas en hoteles?
«Está manchando el nombre de la familia.»
—Parece que tengo que conocer a la señorita

Sofía cuando tenga la oportunidad.
—Abuela, cuando la conozcas tienes que

advertirle que se debe de alejar de Arti —
dijo Emilia.
Mónica asintió antes de decir:
—Entonces, itienes trabajo que hacer también! No

desperdicies la oportunidad que te hice para ti y
para él.
Emilia presionó los labios y dijo con un tono un

poco alterado:
—Lo haré.
Temprano por la mañana, Sofía respondió una

llamada.
— ¿Diga? ¿Quién habla?
—Hola, ¿usted es la señorita Sofía? Soy del

departamento de recursos humanos del estudio de

Joyería Burgués. Le hemos agendado para una
entrevista para recepcionista a las IO de la
mañana. ¿Cree que puéda hacer tiempo para
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venir?
Cuando Sofía lo escuchó, respondió con un tono

de voz emocionado:
—Sí, sí, claro ahí estaré.
Quedó pasmada, pues no esperaba que recibiera

una respuesta al enviar su currículum una noche
anterior. Además, el estudio de joyería burgués era
una marca de alta gama, por lo que era prometedor
para su carrera. Luego de apresurarse a salir de la
cama, se dio un baño y se maquilló antes de salir.
Cuando su entrevista llegó, su apariencia atractiva
y elegante que había ganado por sus prácticas de
baile iba acorde a los requisitos para el puesto.
—Sofía, ipuedes empezar a trabajar mañana!

—El coordiÐador de recursos humanos la
contrató de inmediato.
Se sintió con mucha suerte. El salario y los

beneficios de la compañía no eran tan malos y por
supuesto que cumplía con sus expectativas. Cuando
ella llegó a su primer día de trabajo en un martes,
vio que entre las seis recepcionistas había un
espacio va ío por lo que fue colocada a la izquierda
el fondo. Aunque trabajaban en la recepción, todas
tenían comentarios de una a las otras: especialmente
hacia las jóvenes que eran más lindas que ellas.
Sofía estaba vestida con un traje de profesionista, su
largo cabello negro iba amarrado y su figura
delgada, por lo que esto le daba un aura
impresionante,
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—Hola a todas, soy Sofía y empezaré a trabajar
aquí. Espero aprender de ustedes —dijo
saludándolas.
Las otras recepcionistas no se molestaron en

saludarla de regreso. Unas estaban usando su
espejo y otras charlando, por lo que fue ignorada.
A Sofía la tomó por sorpresa. Era su primera vez
con el equipo y ya se había encontrado con su
desprecio. Tomó asiento en su puesto y sólo había
un plan de transición del personal anterior. En
cuanto a las instrucciones sobre cómo hacer su
trabajo, no había detalles en específico.
—Disculpa...—lntentó preguntarle a una de sus

colegas a su lado.
—No me preguntes. No te voy a enseñar nada —

respondió la chica con arrogancia.
Con tal respuesta, Sofía no se atrevió a hacer más

preguntas. De pronto, su teléfono sonó frente a
ella por lo que lo tomó para responder.
—Buen día, ¿en qué le puedo ayudar?
—Transfiere mi llamada con el director general

del departamento de planeación. —Una voz
masculina se oyó del otro lado de la línea.
— ¿Qué? Espere un momento, déjeme revisar.
— Sofía hojeó a través del plan de transición,
pero no pudo encontrar lo que buscaba después
de un largo rato.
La persona en la otra línea dijo de manera
molesta:
— ¿Qué pasa contigo? —Luego de hablar, colgó la

llamada de inmediato.
La frente de Sofía caía sudor dc su nerviosismo.

Ella limpió el sudor dc la frente por frustración al
mismo tiempo que la joven a su lado habló:
— ¿Cómo es que viniste a trabajar si no tienes

experiencia?
—Este es mi Primer trabajo.
— iCreo que deberías renunciar! No vas a poder.

—Su compañera no quería ayudarla, además de
que no quería que se quedara como una
recepcionista.
Aun-así, Sofía no se rindió y respondió:
—Daré lo mejor de mí. Necesito este trabajo.
Estaba viendo los documentos cuando vio que sus

compañeras, las cuales sólo
estaban sin hacer nada,
enderezaron sus gspaldas y
actuaron como si estuvieran

trabajando duro. A ella le tomó por sorpresa lo que
vio en la entrada: vio una figura delgada y
encantadora caminar con gracia. La mujer era
Anastasia Torres, la actual presidenta del estudio
de joyería burgués. Su cabello era ondulado y sus
facciones delicadas. Usaba un traje blanco a
medida que le daban justicia a sus bellas curvas y
pasó frente a la recepción mientras hablaba por
teléfonos.
4/5
—Buenos días, presidenta Torres. —Las
recepcionistas se levantaron de inmediato y se
inclinaron para saludarla.
Sofía se detuvo por la sorpresa y luego de que

todas terminaron de hablar, su voz sonó tardea
—Buenos días, presidenta Torres.

Capítulo 703
La voz de Sofía destacó del resto. Anastasia estaba
por pasar de largo cuando escuchó su voz y no
pudo contenerse al girar y vcr a la chica que la
saludó. Cuando sus ojos se conocieron una de ellas
sonreía mientras la otra estaba sorprendida,
—Señorita Villanueva. —Anastasia se veía

sorprendida al ver a Sofía en la recepción.
Las otras recepcionistas miraron de inmediato a

Sofía.
«¿Por qué la presidenta Torres le habla como si

fueran conocidas? ¿Acaso se conocen?»
Anastasia se dirigió con Sofía con una expresión
amistosa y preguntó:
— ¿Cuándo comenzaste a trabajar en mi
compañía?
—Es mi primer día.
Anastasia meditó por un momento antes de

hablar.

—Tenemos poco personal. ¿Te gustaría ser mi
asistente?
—Pero no tengo experiencia. —Sofía se rehusó.

Tampoco podía aceptar el trabajo.
—Está bien. Puedes apýel)der si no sabes. —Dicho
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esto, Anastasia le dijo a Gabriela, quien estaba
detrás de ella. —Ve a recursos humanos y haz lo
necesario para ella. Vamos, ven a mi oficina —dijo
Anastasia hacia Sofía.
Así, Sofía fue con Anastasia hacia el elevador bajo

las miradas de envidia de las recepcionistas. Ella
estaba altamente agradecida con ella por cuidarla y
Anastasia lo estaba también por tenerla como su
asistente. Una vez dentro de elevador, Anastasia le
preguntó a Sofía:
— ¿por qué no estás con el señor Bonilla?
Antes, cuando Arturo llevó a Sofía a la boda,

Anastasia se dio cuenta en actitud protectora hacia
ella, por lo que pensó que le gustaba Sofía. Además,
la última vez que su esposo estaba en peligro, Arturo
y Rogelio viajaron desde muy lejos para salvarlo,
así que para ella era normal ser amable con Sofía.
Ella habló con vergüenza:
—Presidenta Torres, debió de malinterpretar las

cosas. S-sólo somos amigos.
Anastasia juntó los labios para sonreír. De la

forma en la que Sofía se comportaba, no le

pareció que ella viniera de una familia
común. Ella preguntó:
— ¿Tienes alguna situación familiar?
—No, sólo quiero un trabajo estable. —Sofía no
fue capaz de mirar a los ojos a Anastasia.
—De acuerdo, entonces tranquila y coopera

conmigo. Si hay algo no sabes, le pediré a alguien
que te enseñe. —Al salir del elevador, Anastasia
le pidió ir a la sala más cercana. —Ve a descansar
allá por ahora.
Sofía se sentía con mucha suerte de tener este

tipo de trato en su primer día. Gabriela cambió
su puesto como asistente de presidencia, de esta
manera haciéndose compañeras.
—Gabriela, enséñale todo lo que tiene que saber

sobre el puesto. Es la amiga de uno de los amigos
de mi esposo —dijo Anastasia a Gabriela.
Pronto, Sofía tenía su propia oficina, la cual era

espaciosa y brillante. Disfrutaba de la increíble vista
que le ofrecían las ventanas completas. Al estar
ubicados en un edificio emblemático en el centro de
la ciudad, el paisaje era impresionante. Anastasia
acababa de tomar asiento cuando su teléfono sonó.
Era una llamada de Elías.
— ¿Aló?

—La ama de llaves me acaba de llamar y me dijo
que la abuela se siente grave. Voy corriendo desde
la cumbre fin nciera hasta el hospital. —La voz de
Elías denotaba ansiedad.
La noticia tomó a Anastasia por sorpresa, por lo

que respondió:
—Iré para allá también,
Tomó su bolsa y salié, pero luego de pensarlo le
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dijo a Sofía:
—Sofía, ven conmigo. Gabriela, quédate aquí y

llámame si algo pasa.
Sofía se levantó de inmcdiato y la siguió por

detrás. Cuando ambas pasaron por la recepción en
camino hacia la sala, Adriana ya estaba con el auto
afuera esperándolas. Luego, las tres se fueron de
camino al hospital Palomares. Eva, quién había
sido enviada a urgencias, el ama de llaves de
nombre Yudy, el director del hospital y Brenda con
su esposo estaban esperando afuera.
— ¿por qué mi
abuela se
puso así? —
preguntó con
Elías a Yudy.
Ella respondió

—No sabría decirle. -Ella dijo en la mañana que
quería recortar flores, así que la lleve a la sala de
estar, pero justo después colapsó.
Brenda ya estaba en sus cincuenta y tantos, así

que trató de reconfortar a su sobrino.
—Calma, Elías. A la edad de tu abuela estás cosas

pasan.
¿Tuvimos un hijo? +ZU penas Capítulo 704

El pecho de Elías se sentía apretado. Dentro de él,
nunca pensó en la edad de su abuela y siempre
espero que tuviera una vida larga, pero Eva ya
tenía 83 años de edad. La vida de una persona era
como una vela, la cual se extinguiría cuando la
flama la hubiera consumido por completo. Un rato
después, varios médicos especialistas salieron de
urgencias con expresiones serias y oscuras. Era
claro que no se podía salvar a Eva.
— ¿Cómo está, doctor? —preguntó Brenda al

doctor de enfrente.
—Después de una evaluación, creemos que

debemos socavar el dolor de la señora Palomares.
Además, está despierta, pero se rehúsa a tener una
cirugía. Ella quiere verlos a todos.

Brenda no pudo contener las lágrimas, así que
volvió a preguntar con una voz áspera:
— ¿Cuánto tiempo le queda?
—A causa de su insuficiencia cardíaca, muchos

de sus órganos no están respondiendo bien. Tiene
máximo-dos días.
Elías cerró sus manos como puños. Eva estaba

por partir de este mundo y no había nada por
hacer. Brenda apartó la vista con tristeza y se
escondió en los brazos de su esposo. El ambiente
era lúgubre. En este mundo, lo más difícil es
despedirse de nuestros' ;eres amados para
siempre. De repente, Anastasia salió del

elevador. Cuando vio al grupo de personas
llenando el pasillo, aun cuando no supiera lo que
estaba pasando, su corazón latió violentamente y
comenzó a buscar a su esposo. Al verlo,
Anastasia le entregó la bolsa a Sofía antes de
acercarse rápido y abrazarlo. Elías la abrazó tan
fuerte que salió un sonido desde su garganta. Las
lágrimas de Anastasia mancharon el cuello de él
mientras preguntó:
— ¿Qué le pasó a la abuela?
—La abuela está muriendo —respondió Elías con

amargura.
Al escucharlo, Anastasia dejó que las

lágrimas cayeran en silencio. De pronto, una
enfermera salió del cuarto y dijo:

—La señora Palomares quiere ver a la joven
Palomares.
Anastasia respondió con prontitud:
—Aquí estoy.
Elías asintió y Brenda le dio una palmadita.
Cuando Anastasia entró al cuarto, vio que Eva

estaba conectada a un respirador y su cabello
blanco la hacía
ver más delicada
que antes, pero
su mirada
permanecía
sobria.
111
—Ven, hija mía. —Eva extendió su mano hacia
Anastasia.
Ella contenía sus lágrimas, así que tomó asiento

en la cama y Eva tomó su mano.
—Tú eres en quien más pienso.
—Abuela, te pondrás mejor. —Anastasia

contuvo su tristeza e intentó reconfortarla.
—Sé que mi tiempo se acabó. No estés triste; no tengo

ningún pendiente. —Eva era de mente abierta;
cuando el doctor le comentó que podían extender su
vida, ella de inmediato se rehusó. Ella sólo quería
dejar este mundo en paz en vez de pagar y pasar por
el dolor de una cirugía para después irse.
—Abuela, ¿tienes algo que decirme? —Anastasia

sostuvo su mano.
—Cuando me vaya, todos nuestros asuntos

familiares pasaran a ti. —Eva la miró con una
mirada de remordimiento. —Cuando te pedí que
te casaras y estar en nuestra familia, quería darte
una buena vida.
—Abuela, amo a Elías. Siempre y cuando esté
con él, puedo hacer lo que sea —reafirmó
Anastasia, pues no quería que se culpara.
—Cuando ya no esté, Elías sólo te va a tener a ti y

a su tía —dijo con lágrimas en los ojos.
Al ver esto, Anastasia no fue capaz de contener
3/4
sus lágrimas. Mientras limpiaba sus lágrimas, ella
le comentó:
—No te preocupes, abuela, siempre estaré a su

lado y nunca lo voy a dejar solo.
Cuando habló, Anastasia continuó llorando aún

más, como si también sintiera el dolor de Elías.
Cuando Eva fallezca, él será la persona más triste.
Sin mencionar que sus padres murieron cuando era
un niño y fue criado por su abuela. Ella no podía
ni siquiera comprender el dolor en el que se
encontraba.
—Te encargo a la familia. Tienes que ser fuerte.

No dejes que nadie se meta contigo —dijo Eva.
—Lo haré. —Anastasia juntó los labios y asintió.
La respiración de Eva se volvió pesada, como si

hablar le fuera difícil. Anastasia le dijo que
descansara, pero Eva le pidió algo más.
—Dile a Elías que venga también.
Capítulo 705
Anastasia le comentó la petición a la enfermera
detrás de ella y ésta fue afuera. No pasó mucho
tiempo cuando Elías llegó, se arrodilló a un lado
y acerco su cabeza hacia Eva.
—Aquí estoy, abuela.
Eva tomó su mano y dijo:
—Elías, tienes que cuidar de Anastasia en el futuro.

Nunca la dejes.

—Lo sé. La amo más de lo que a mí. Daré mi vida
por ella —juró Elías.

Los ojos de Anastasia estaban llenos de lágrimas
y
su voz se hizo escuchar a través de su corazón, lo

cual la dejó conmovida.
—No tengo nada de qué lamentarme. Ustedes son

los más capaces y las personas más poderosas en
nuestra familia, así que cuiden de Miguel y de los
demás —expresó Eva.
—Lo haré, abuela:Ahora, descansa. —Elías se

acercó a ella y le acarició el cabello con
gentileza.o
No obstante, Eva no quería descansar. No le

quedaba mucho tiempo, así que quería usar sus
últimos momentos para ver a las personas que
más le preocupaba,
—Quería ver a Alejandro, pero con mi estado
capitulo / actual no creo que deba. No quiero
asustarlo.
—Abuelo, no vas a asustar a Alejandro. iLo voy a

traer para que lo veas! —dijo Anastasia con voz
entrecortada.
Eva no quería asustarlo, por lo que negó con la

cabeza.

—De verdad, no quiero asustarlo. Sólo dile que
iré a ver a su bisabuelo.
Elías respetó su petición. Sabía que no lo hacía

porque no quisiera, sino porque lo amaba mucho,
Anastasia asintió y entendió también. De repente, la
respiración de Eva se aceleró y Elías se apresuró
a llamar a un doctor. Eva necesitaba descansar y
todos se fueron a la sala de espera. Cuando Anastasia
tomó asiento, alguien le pasó un pañuelo. Al
voltear a ver a la persona se dio cuenta de que era
Sofía. Su mirada era de agradecimiento. No pasó
mucho cuando Miguel llegó con prisa, sus ojos
estaban llenos de tristeza y tomó asiento a lado de
Elías. Ambos primos se miraron mutuamente y
ninguno de ellos dijo una palabra. Luego Anastasia
le pidió a Sofía que regresara, ya que se quedarían
en el hospital para acompañar a Eva en sus últimos
momentos. Acercándose la hora de recoger a su
hijo en la tarde, Elías envió a sus guardaespaldas y le
pidió a Miguel llevarlo a casa mientras estaba en el
hospital.
Al mismo tiempo, los otros miembros de la

familia Palomares habían escuchado las noticias
y
sintieron que podían dejar salir un gran suspiro
2/4
de alivio. Finalmente, Eva, la persona más
influyente, se iba de este mundo y pensaron en
influenciar a Anastasia, ya que era más fácil de
manejar. Todos ellos esperaban a que Eva diera su
último aliento. Además, varias personas de la tercera
edad también fueron al hospital para visitar a Eva, pero
todas ellas fueron rechazadas por Elías. Eva no tenía

mucho tiempo, así que esperaba que las últimas
personas que se quedaran con ella fueran reales y no
aquellas personas falsas. La noche fue muy larga y el
corredor del hospital estaba en silencio, incluso las
enfermeras daban pasos con quietud. Después de que
Eva durmió, su condición empeoró, como si fuera ya
lo último. Ya casi amanecía cuando despertó y
Brenda, quien sostenía su mano la llamó con suavidad:
— iMamá!
voz áspera:
—Ya salió el sol. Es hora de irme.
—Mamá, no te vayas. —Brenda se soltó a llorar.
Elías y Anastasia llegaron desde afuera y, al

escuchar a Êrenda llorar, los ojos enrojecidos de
Anastasia se llenaron de lágrimas. Eva tenía un
aspecto más delgado y débil.
—Todos están aquí... —Eva miró a la gente a

su alrededor, Sus ojos vidriosos se cerraron sin
lamento alguno.
Al final, la mano que sostenía su hija perdió su

fuerza. En un instante, todo el cuarto estaba lleno de
las lágrimas de Brenda, Anastasia y Yudy. Aunque los
hombres contenían sus emociones, ellos se sentían
igual por dcntro. El director del hospital se quedó a un
lado de la cama en silencio junto a los ejecutivos del
hospital y éstos le dieron el adiós a Eva. En la mañana,
cuando Miguel llevó a Alejandro a la escuela no pudo

controlarse y terminó llorando. Él procedió a hablar
con el niño.
—Alejandro, siempre recuerda a tu bisabuela,

¿sí?
Capítulo 706
— ¿Qué le pasó a la bisabuela? —preguntó
Alejandro con los ojos bien abiertos.

—Nada. Sólo se fue a un lugar lejos. —Cuando
Miguel terminó de hablar, besó a Alejandro en la
frente y dijo —Ve a clases.
—Alejandro le dio un fuerte abrazo antes de entrar

al salón de clases. Por consiguiente, Miguel se
levantó y soltó un suspiro. Limpió sus lágrimas antes
de dirigirse al hospital. En el chalé, el padre de Leya,
Julían Palomares, soltó un suspiro de alivio.
—Por fin se fue. He esperado mucho tiempo por

este día.
—Papá, aunque la señora Palomares ya no esté, es

difícil lidiar con Anastasia. —Leya había
experimentado lo poderosa que era Anastasia.
— ¿A qué le tienes miedo? Es una jovencita sin

experiencia. Ella no será una amenaza para
nosotros —dijo Julían con una mirada de
desaprobación antes de continuar hablando. —En
el futuro;seremos capaces de obtener nuestros
bienes en el corporativo Palomares. Quizás
podemos tener la oportunidad de heredar la
compañía con tu ayuda.
— ¿Cómo es eso posible, papá? ¿Çómo podríamos

heredar la compañía?
Capítulo 706 +20 perlas
—Si te embarazas de Elías, será posible.

—Yo... —La mirada de Leya era de decepción.
— Sólo tiene espacio para Anastasia en su
corazón.
— ¿Quién dijo que sólo hay una manera de

embarazarse? Supe que Elías ha guardado algo
en el hospital Palomares como una medida de
respaldo. Era un plan de la señora Palomares.
La cara de Leya se enrojeció de pronto.
—Papá, significa que tengo que...
—Siempre y cuando te embaraces de él, no habrá

más remedio que reconocer al niño despues de
que nazca. —Julían ya había planeado todo, pero
Eva tenía que estar muerta para que su plan se
lleve a cabo.
La respiración de Leya se agitó. ¿En serio debía

tratar de tal manera a Elías? Sin embargo, cuando
recordó la manera en la que Anastasia la amenazó,
se enfureció. En su opinión, si su padre np la
hubiera detenido, ella hubiera regresado a casa
para perseguir a Elías desde hace mucho tiempo.
Luego, se habría enamorado de ella ya que su
investigación arrojó que no habían tenido
interacción entre ambos, aún después de que
Anastasia se embarazó de su hijo hace cinco
años. Fue Eva quien forzó a Elías a casarse con
ella. Al principio, Elías rechazó a Anastasia, por
lo que siempre pensó que había perdido su
oportunidad.
—Pero, no somos los

únicos que tienen un
ojo Capítulo per as

sobre el corporativo Palomares. Néstor también lo
quiere. Quiere ganar más bienes para sus hijos y
sus nietos. iJa! En ese caso, iqué gane el mejor!
Leya sonrió.
—Ellos no serían capaces de hacer algo como lo

que me dijiste.
—Por supuesto que sí. Comparten lazos

sanguíneos, mientras que nosotros no estamos
relacionados a la familia Palomares.
—No te voy a decepcionar, papá —prometió

Leya.
Entendía que ahora, sin algo fuerte que los

respaldara, sólo podía vivir una vida de lujos si
tuviera a alguien como Elías; sólo así ella podría
brillar. pn el hospital, Elías estaba ocupado con
unos asuntos de Eva mientras Brenda lo asistía.
Anastasia fue enviada a la sala de espera para
descansar y Sofía había preparado algunos
aperitivos mientras esperaba por ella.
—Presidenta Torres, no ha comido, ¿verdad? ¿por

qué no come algo primero?
Sofía miró a Anastasia con una expresión de

aflicción, debido a su duelo. Ella se miraba
diferente de la persona que era ayer. Sus ojos
estaban rojos, su cabello algo arruinado y su piel
era pálida.
—No tengo apetito.
Llévatelo, — Anastasia
sacudió su cabeza.

3/4
Sofía intentó convencerla.
—Presidenta Torres, todos están tristes por el

fallecimiento de la señora Palomares, pero
usted tiene que animarse y cuidar de otros. No
podemos quedarnos abajo. Usted tiene un hijo
que cuidar y tiene que asistir al presidente
Palomares con el funeral. Usted debe comer.
Las emociones de Anastasia eran frágiles en ese

entonces y sólo necesitaba a alguien que le diera
un empujón. Las palabras de Sofía le dieron fuerza.
Ella procedió a agradecer y decir:
—Gracias, Sofía, tienes razón.
No podía permitirse que algo le pasara y darles
problemas a todos.

¿Tuvimos un hijo? +20 perlas Capítulo 707
Después de que Anastasia terminara su tazón de
avena, Elías fue a hacerlc compañía. No mucho
tiempo después, ella se quedó dormida en sus
hombros. Fue entonces cuando Sofía entró de
nuevo para cubrirla con una manta y se quedó a
su lado.
— ¿Eres la nueva asistente? —Elías no reconocía

a Sofía. Después de todo, hubo mucha gente en la
boda. Sofía se apresuró a decir a responder:
—Sí, presidente Palomares, mi nombre es Sofía
Villanueva.
—En ese caso, cuida de mi esposa, por favor y no
dejes que nadie la moleste —dijo Elías.
—Sí, señor —respondió Sofía con suavidad.
Luego de que Elías se fuera, Sofía se quedó con

Anastasia pacientemente mientras dormía.
Mientras tanto, su teléfono, el cual estaba en
silencio, sonó. Ella no se dio cuenta que el
identificador de llamadas decía Arturo. Un
momento después aparecieron más de una docena
de llamadas perdidas en la pantalla. Sofíao observó
la expresión cansada de Anastasia. De repente,
algunas enfermeras comenzaron a hablar en la
puerta, así que se levantó de golpe y salió a
decirles:

—La señorita Palomares está descansando. Por favor,
voz
hablen en Las
enfermeras se sorprendieron y de inmediato cerraron
sus bocas para irse. En el chalé de Arturo, una figura
irritable caminaba de un lado a otro frente a las
ventanas. ¿Qué estaba pasando? ¿El gorrión que dejó
libre se alejó de él? ¿por qué no podía contactar a
Sofía? ¿Qué estaba haciendo? ¿De verdad pensó que
la había dejado ir después de lo que dije la última vez?
No estaba dispuesto a rendirse, así que tomó el
teléfono e hizo otras llamadas, pero no hubo
respuesta.
— iMierda! —exclamó con furia y tomó las llaves

de su auto de la mesa. Estaba pensando en salir.
No obstante, cuando abrió la puerta vio a

Mónica caminando con una mucama. Se
apresuró a contener su enojo y se acercó con una
sonrisa.
—Abuela.
— ¿vas a salir?
—No, voy abajo por una taza de café —respondió

Arturo mientras le ayudaba a bajar las escaleras.
—Deberías pasar más tiempo con Emilia si

tienes tiempo libre. Es aburrido para ella estar
sola y ustedes, jovencitos, tienen mucho en
común.
—Lo haré,

—No salgas hoy y ten una charla conmigo.
Después, ven conmigo pará ir por mi ropa.
Escuché que hay una buena tienda que se
especializa en hacer ropa para mujeres de tercera
edad.
—Abuela, les pediré que vengan aquí y hagan

ropa para ti.
—No será necesario. Es una tienda clásica en la

que los sastres bordan la ropa, así que no puedes
hacer tanto alboroto.
—Sí, ire contigo. — ¿Cómo no negarse?
En la tarde, cuando Sofía por fin pensó en sacar su

teléfono, se dio cuenta que su teléfono no tenía
batería, pues se había olvidado de cargarlo la
noche anterior. Además, el único lugar para
cargarlo era la estación de enfermería. En
lo que regresó a la sala de espera,A-10jeó un libro
para dejar pasar el tiempo. Sin embargo, no tenía
idea de que todas las llamadas perdidas en su
teléfono eran de un hombre muy enojado. Cuando
Anastasia despertó, Sofía la acompañó a donde

Eva pidió en vida que fuese
crema a, así que el siguiente paso era el proceso
de cremación. y Elías no la
siguió, así que Anastasia
se quedó en el jardín y
esperó por la compañía

de Sofía. Mientras el viento soplaba, las lágrimas
de Anastasia caían incontrolablemente. Se sintió
mal por Elías y por el hecho de que tenía que
pasar por esto. Al mismo tiempo, podía aceptar
que ya no estaba Eva Sofía estiró su mano para
sostener la suya y le pasó un pañuelo, pues no
sabía cómo reconfortarla. Media hora después,
Brenda fue ayudada por su asistente, su rostro
estaba lleno de lágrimas; aun siendo una mujer
fuerte, no podía aceptar que su madre había
fallecido. Anastasia tomó un respiro —Tía
Brenda.
—Anastasia, tienes que quedarte con Elías esta

noche. —Brenda suspiró. Ahora, él era el único
que estaba adentro para ver a Eva por última vez.
—Lo haré. —Asintió Anastasia.
Luego de un rato, Elías salió de la recepción

con un jarrón negro con tela negra en sus
manos. Él vestía un traje negro y su semblante
denotaba duelo; sus ojos estaban rojos mientras
todo su ser estaba en dolor.

4/4
Capítulo 708
Cuando Anastasia se acercó, Elías mostró una
sonrisa falsa.
—Ven conmigo para guardar esto. Vendré por él

en tres días.
Anastasia asintió con ligereza y se giró con Sofía.

—Sofía, puedes regresar en el auto de mi tía.
Cuando Brenda llamó a Sofía, Anastasia

acompañó a Elías y guardaron temporalmente la
urna. Una vez listo el funeral, pusieron a Eva en su
último lugar de descanso. Mientras tanto, Sofía
recordó a medio camino que su teléfono aún se
estaba cargando en el hospital, así que salió del
auto de Brenda y pidió un taxi para ir a recogerlo.
No obstante, cuando llegó, una enfermera había
guardado su teléfono y ésta ya había acabado su
turno, por lo que el teléfono estaba en su casillero.
Sólo quedaba ir por él a la mañana siguiente.
Suspiró y llamó un taxi para ir a casa. A] llegar, ya
eran más de las 6 de la tarde. Se quedó pensando
mientras caminaba hacia su casa, cuando alguien le
impidió el paso.
—Espere un minuto, por favor, señorita Sofía.
Ella saltó en sorpresa y levantó su cabeza para ver

a un hombre de
mediana edad
con una
expresión seria.
— ¿Quién es
usted?
—La señora Bonilla quiere verla —dijo el

hombre.
Sofía entendió de inmediato que la persona

que mencionó era la abuela de Arturo, ella no
pudo evitar preguntar:
— ¿El joven amo Bonilla está ahí?

—La señora Bonilla la espera. Por favor, suba
al auto. —Él no respondió su pregunta, así
que procedió a abrir la puerta del auto.
Ella dio un profundo respiro y lo obedeció. Tenía

una ligera idea del por qué Mónica quería verla.
El auto condujo hacia una cafetería tranquila y en
una sala privada vio a una mujer de la tercera
edad bajó la luz. La mujer era amable y directa,
esto le causaba miedo de actuar de forma
presuntuosa frente a ella.
—Hola, señora Bonilla, soy Sofía. —Se paró

frente a la señora con el corazón en la garganta.
Mónica levantó su cabeza y fijó su mirada en la

chica de enfrente. La joven estaba en sus veinte y
tantos años, su cuerpo era limpio como un pedazo
de papel. Su cara era pura y agradable a la vista y
su aura era brillante pero tranquila. Era claro que
su nieto tenía buen ojo, la chica sin duda era
diferente. Bajo la mirada de Mónica, Sofía
contenía su respiración, ni siquiera se atrevía a
mirar alrededor además de que estaba nerviosa.
—Relájate, niña, no soy una mala persona. Soy la
abuela de Arturo. —Mónica mostró una sonrisa.
Sofía levantó su mirada, como si la sonrisa de

Mónica hubiese aligerado el ambiente.
—Toma asiento. Hablemos por un rato. —

Mónica sostenía su taza. —Escuché que eres

cercana a mi nieto. Por favor, discúlpame por
reunirte de esta manera.
—Para nada. Espero que pueda disculparme por

mi inadecuación —respondió Sofía con rapidez.
— ¿Conoces a mi familia?
—El joven amo Bonilla nunca me habló sobre su
familia. —Sofía sacudió la cabeza, pero sabía
que ellos no eran cualquier persona.
—Te m • as como una buena chica, a primera

instancia. Puedes conseguir un esposo con
una buena familia en el futuro. Puedes apoyarte
en él con todo tu corazón y dar a luz a sus hijos. Eso
es bendición de vida.
Sofía estaba confundida. No entendía a lo que

Mónica se refería. Ella sabía no entendía de lo
que estaba hablando, por lo que suspiró y dijo:
—En este mundo, hay que seguir ciertas reglas. Si

no tienes la habilidad de hacerlo por tu cuenta,
entonces tendrás que controlar tus deseos y no
meterse con otras personas o C0§as que no puedes
manejar. De otra manera, lo más probable es que
termines hecha
trizas,
Al final, Sofía
entcndió a los que sc refería. Sintió una punzada cn
su corazón mientraq (Iccía.

—No sc prcocupc, a TÈonill•a, cqtoy
conscicntc dc ello. mc volveté tŸi(itor l;' vida dc
nieto.
Mónica había quedado impt esionada. No

cspcvaba que Sofia lo comptTn(liera tan pronto.
—En caso, ¿sabes qué deberías hacer?
Sofia juntó labios rojos y asintió.
—Lo sé. Lo vov a dejar
4/4

Capítulo 709
—Pensándolo bien, dejemos las cosas claras.
Tengo una candidata para csposa de Arturo, y
tú solo eres chica temporal que apareció a su
lado.
Tú tienes tu vida para vivir y él para gastar.
Quiero que desaparezcas de su lado por
completo. ¿Puedes hacerlo?
Sofía entrecerró sus hermosos ojos ligeramente y

le dijo a la señora frente a ella: —¿Podemos
separarnos y quedar solo como amigos?
—Mi nieto ya ha comenzado a interesarse

en ti. Conozco su personalidad mejor que
nadie. Si toma una decisión sobre algo, solo se
deshará de ello una vez que se canse o le disguste,
no tienes por qué contenerte y puedes lastimarlo
como quieras, pero yo solo quiero desaparecer
su interés en ti. ¿Sabes a lo que me refiero? —
preguntó Mónica con tranquilidad.
La cabeza de Sofía estaba hecha un lío. «¿Ella

tenía que dejarlo de una manera que lo
lastimara? ¿Tenía que ser de esta manera?». La
primera vez que conoció a Arturo apareció
rápidamente en su cabeza. Entre más pensaba en
ello, más se resistía en hacerlo,
1/4 impulsado por
CamScanner
—Espero que seas consiente y sepas cuando
detenerte.—Mónica no le dio oportunidad de
vacilar.
Aunque Sofía no comprendió sus sentimientos,
solo podía escuchar á Mónica. Así que asintió con

la cabeza, —Está bien, lo haré. Cortaré lazos con el
joven Bonilla.
—Si puedes hacer que mi nieto pierda

completamente su interés en ti dentro de tres
días, te dare un obsequio como
compensación —ofreció Monica.
Sofía rápidamente agitó su mano y la rechazó.

—No, no, no necesito una compensación, señora
Bonilla. Téngalo por seguro, haré lo que me dijo y
no le causaré problemas.
Al decir eso, se puso de pie y se despidió de

Mónica antes de tomar su bolso y salir corriendo.
Después de dejar la cafetería, no le pidió a nadie
que la llevaran de vuelta y caminó

en dirección hacia la calle principal.
Incluso el flujo ruidoso de las personas a su
alrededor podía interrumpir sus pensamientos en
ese momento. Ella no sabía que iba a utilizar este
método para alejarse de Arturo. Después de
2/4 impulsado por
CamScanner
caminar por un tiempo, Sofía levantó la cabeza y
miró que su casa estaba cerca. Cuando entró,
escuchó la voz molesta de su padre que venía de
la sala.
—Sal de aquí, no eres bienvenido.
—Demetrio, lo siento. Vine aquí para pedirte

disculpas. No quise traicionarte.
—¿No quisiste? Un día antes, sabías que estaba

pagando mis deudas, aun así, rnŸ denunciaste por
aceptar sobornos. Pensé que eras mi amigo, ipero
me tendiste una trampa!
—iLo siento, Demetrio! Si hubiera tenido otra

opción, nunca hubiese sido tan despiadado e
injusto. iTú fuiste el que mc dio todo lo que tengo
ahora!
—¿Qué es esto? ¿vas a dccirmc quc alguicn tc

amenazo con un cuchillo y tc obligo a hacer esto?
—La voz de Demetrio se volvió aún más fuerte.
—Sí, eso fue exactamente lo que paso. Fue un

hombre joven. Esa noche, sus guardaespaldas
me secuestro, me metió a un auto y utilizó un
cuchillo para obligarme a tenderte una trampa.
—¿Qué? ¿Quién? —exigio Demetrio en voz
alta.
3/4 impulsado por
CamScanner
—Es el actual dueño de tu compañía. Solo
escuchó a alguien referirse a él como joven
Bonilla. Es un hombre aterrador,casi como
un demonio.
Sofía estaba de pie en la entrada de la sala,

escuchando su conversación con incredulidad.
«Era cierto que la compañía de su padre fue
adquirida por Arturo, pero ¿también había hecho
algo tan despreciable en secreto e hizo que alguien
más culpara a mi padre?».
—Lo siento, Demetrio, realmente lo siento. Me

echó de la compañía, y me arrepiento demasiado.
No debí de haberte traicionado.
Sofía entró a la sala, miró al arrepentido hombre a

lado de la silla (le su padre y le preguntó
tranquilamente: —Señor Granados, ¿En serio
alguien puso un cuchillo en su cuello y lo obligo
a traicionar a mi padre?
—iSi! Casi me corta el cuello. Si no hacía

esto, hubiera muerto hace mucho —dijo
Antonio Granados,
—¿Qué más dijo?
—Dijo que mientras lo ayude a completar el

plan de adquisición, me dará una buena
recompensa. Claramente, quiere enviar a tu
padre a la tumba.
4/4 impulsado por
CamScanner
Demetrio miró a Sofía suspiró.
perdí la compañía,
deberías irte!
5/4 impulsado por
CamScanner
Capítulo 710
Después de otra serie de disculpas, Antonio se
fue.
Sofía estaba extremadamente confundida. Arturo

había obtenido la compañía de su padre a través
de métodos despreciables, incluso enviándolo a la
cárcel y le dejo una deuda de mil millones.
«¿Acaso su familia aún tenía que agradecerle por
haber pagado la deuda de su padre? Él era el
causante de todos los problemas y también
la solución; su familia era inocente en todo
esto. ¿Todo esto fue porque tomó la reliquia
familiar por accidente y la perdió?».
—Sofía, mantente alejada del señor Bonilla, No

deberías de involucrarte con un hombre como él,
¿entendido? Podría costarte la vida.—Demetrio
le advirtió a su hija.
—Lo haré, papá.—Le prometió.
—A primera vista, pude darme cuenta de que es

un niño consentido de una familia adinerada que
está acostumbrado a hacer lo que quiera sin
importarle nada.—Entre más pensaba en ello,
más molesto sesentía, no sentía nada por Arturo
en Icx absoluto.
Sofía subió y se tiró a su cama, su corazón se

sentía pesado de una manera inexplicable.
Mientras tanto, en un gabinete, la pantalla de su
teléfono, que se encontraba en silencio, se
encendió varias veces a causa de las llamadas
1/4

perdidas de alguien en particular.
Después de llamarla por última vez, Arturo no

pudo controlar su temperamento y arrojo su
teléfono al sofá que estaba a su lado antes de caer
en la alfombra con un sonido sordo.
—Demonios, ¿por qué no contesta?
Cuando Elías regreso a la residencia de los

Palomares esa noche, Anastasia se sentó a su
lado en el sofá que se encontraba en la sala.
—Si estás asustada, vayamos a casa.—Le dijo.
Anastasia negó con la cabeza. —La abuela

nos amaba demasiado. Incluso si se ha ido,
ella definitivamente nos ama aún.
El beso su cabeza y le dijo. —Tienes razón.
Sin embargo, al final, Elías la llevo de vuelta al

chalé más tarde. Cuando Anastasia despertó
después de una buena de sueño, descubrió que
el hombre a su lado no estaba, y se levantó para
después de ponerse una chaqueta. Elías estaba
bebiendo solo en la sala; había varias colillas de
cigarro en el cenicero que estaba a su lado.
Anastasia sintió pena por él, pero no podía
encontrar las palabras correctas para consolarlo.
Después de todo, el amor por su abuela era
mucho más fuerte que el mero apego familiar.
Anastasia bajó y sostuvo•al hombre ebrio entre

sus brazos.
—Regresemos a la cama para dormir.
De pronto, Elías la abrazó. Él, quien no había

llorado frente a nadie desde el inicio hasta el final,
enterró la cabeza en su cabello mientras las
lágrimas se deslizaban desde sus ojos rojos.
Anastasia acarició sus hombros y lo abrazó
fuertemente. Esa noche, el hombre que
usualmente era fuerte y poderoso estaba en su
momento más vulnerable. Media hora más tarde,
se quedó dormido entre sus brazos después de no
haberlo hecho por casi dos noches. Cuando
peinaba su cabello, se dio cuenta de que estaba
ligeramente húmedo, y se sintió aún más afligida.
En la residencia de los Villanueva, temprano en la

mañana, Sofía se había ido a trabajar cuando una
camioneta negra se detuvo en la entrada alrededor
de la diez. El hombre que salió del auto tenía un
rostro apuesto, pero frío, y estaba vestido de
negro por completo, haciéndolo parecer
extremadamente inaccesible. Elisa estaba regando
su jardín cuando miró a la persona que estaba
afuera de la entrada. Caminó hacia allá, abrió la
puerta pequeña y le preguntó sin ningún tipo de
consideración.
—¿Puedo ayudarlo, señor Bonill?t?
Sin embargo, Arturo fue amable y preguntó:

—Hola, señora Villanueva.
¿Está Sofia
—Sofía no seguirá viéndote en el futuro.

Deberías irte!—Elisa estaba a punto de perder
los estribos. Después de enterarse de la verdad
razón sobre porque su marido se fue a la quiebra
la noche anterior, estaba tan molesta que casi no
pudo dormir.
—¿Por qué?—Arturo frunció sus hermosas cejas

ligeramente. «¿Acaso la hizo enojar?».
—Cierra la puerta, Elisa. ¿y qué fue lo que dijo?

—La voz de Demetrio se escuchó detrás de ellos.
Elisa se acercó para cerrar la pequeña puerta del

chalé, mientras le decía a través de las
barandillas. —Nos
vengas a buscar a mi
hija en el futuro. Haré
que se mantenga
alejada de ti.
Arturo se quedó callado al escuchar sus
Ya que la pierna de Demetrio aún no estaba

completamente sanada, solo se mantuvo de pie
en la puerta y no fue hacia allá mientras le pedía
a su esposa que regresara.
—Señora Villanueva, ¿podría decirme que le pasó

a Sofía?

Elisa estaba a punto de irse, pero al ver que Arturo
aún le estaba haciendo preguntas, se giró con una
sonrisa de desprecio en su rostro. —Te lo diré,
muchacho, no deberías ser tan cruel y despreciable
cuando haces Igs cosas. Algún día, te podrán en tu
lugar,
Capítulo 711
—No entiendo muy bien lo que está diciendo,
señora Villanueva —dijo Arturo. Él era alguien
que tenía que obtener respuestas.
—iTú deberías saber muy bien la razón por la

cual la compañía de mi esposo se fue a la
bancarrota y cuáles métodos utilizaste para
amenazar a las personas a su alrededor para
traicionarlo y tenderle una trampa! Hiciste que
mi esposo le debiera al banco mil millones, pero
incluso si pagaste nuestra deuda, no
estaremos agradecidos contigo. iSolo vete! Aún
eres joven, así que ¿por qué eres tan cruel?—
Después de que Elisa terminó de hablar, se giró
y se fue.
Afuera de la puerta, el rostro de Arturo se puso

rígido mientras recordaba lo que hizo para
adquirir la compañía. Era cierto que el robo defla

reliquia familiar lo había arrojado a sostener un
cuchillo en la garganta del socio de Demetrio y
amenazarlo para que le tendiera una trampa y
cayera en ella, haciéndolo perder su compañía, e
incluso deberle al banco mil millones. Arturo era
una persona que no se arrepentía de sus acciones,
pero con este a».tnto, si se arrepintió un poco. «Si
Demetrio y Elisa sabían sobre esto, ¿su hija
también lo sabía? Si era así, ¿esa fue la razón por
la que no contestó sus llamadas?».
En el hospital, Sofía justo había tomado su

teléfono de la enfermera. Tan pronto encendió la
pantalla, aparecieron en sus notificaciones
veintiocho llamadas perdidas, No pudo evitar
1/4
sentirse sorprendida y rápidamente revisó quien
la había llamado, solo para descubrir que todas
eran de Arturo. «¿Este tipo está loco? ¿por qué
me llamó tantas veces?». Justo cuando estaba
pensado eso, su teléfono sonó de nuevo con otra
llamada de él. La mano de Sofía se sacudió, lo
que causo que casi dejara caer su teléfono.
Afortunadamente, lo tomó de nuevo entre sus
manos y preguntó molesta:
—üPor qué me sigues llamando?!
El hombre en la otra línea tosió

ligeramente antes de preguntar: —
¿Dónde estás?
—Estoy trabajando.
—¿Trabajando?

—Sí, estoy trabajando justo ahora. Si no
necesitas nada más, no vengas a buscarme —dijo
con seriedad.
—Solo te di unas vacaciones cortas. No te

permite que me dejaras por completo —contestó
Arturo con molestia.
—iNo creo que haya firmado un contrato en

donde me vendo a ti! Tampoco puse mi huella
en nada. Tengo mi propia libertad y no tienes
ningún derecho en interferir —respondió Sofía
con rudeza, con la espalada derecha mientras
hablaba.
La culpa por haber perdió su collar desaparición por
lo que le había
hecho a su padre. Si lo había
perdido, entonces que así sea. Si quería que

pagara por él, no tenía nada de valor para
compensárselo, solo su propia vida.
—Vamos a vernos —sugirió Arturo, ya que no

quería discutir con ella por el teléfono.
Inesperadamente, Sofía acepto. —Está bien. Te

estaré esperando en la cafetería a lado del
Corporativo Palomares.—lncluso escogió el
lugar.
—De acuerdo.—Arturo claramente estaba
sorprendido.

Sofía tomó un taxi de regreso al Corporativo
Palomares y caminó hacia una cafetería de alta
gama que se encontraba a lado. Ella seguía
animándose y pensando sobre muchas cosas. En
particular, las palabras de Mónica se aferraron a
su cabeza como un hechizo, diciéndole que se
alejara de Arturo, e incluso si lo lastimaba, tenía
que dejarlo. Ella estaba aturdida, perdida en sus
pensamientos, cuando sintió que alguien se
acercaba. Levantó su cabeza y vio aparecer frente a
ella al hombre que ac@baba de entrar desde el
exterior con su atractiva figura iluminada por la luz.
Sintió que su corazón latía de manera incontrolable,
las miradas y los corazones de las mujeres a su
alrededor también fueron robadas por ese hombre.
Arturo, al instante, miró a la chica sentada en la

esquina trasera. Caminó con elegancia y, al
sentarse, cruzó las piernas como si fuera la cosa
más natural. Cuando vino el mesero, casualmente
le pidió un americano frío.
Sofía lo miró fijamente, ya no lo veía con unos

ojos tímidos ni obedientes como antes.
—Déjame preguntarte algo. ¿Utilizaste unos

métodos poco convencionales para quitarle la
compañía a mi padre?—Lo interrogo de
inmediato.
Arturo asintió con la cabeza. —Sí, moví algunas

influencias, pero eso fue porque...

—No tienes
por qué
escucharlo.—Sofía
fingio hecho, hecho está.
Una pizca de
sorpresa Arturo. «Esta
chica ahora»vPensó.
Después de que le sirvieron su café, levantó la

taza y tomó un sorbo antes de decir en voz baja.
—Entonces, ¿Cómo quieres que le pague a tu
familia? Dímelo y lo
4/4

Capítulo 712
Los hermosos ojos de Sofía sc cntrcccrraron,
«¿Este hombre estaba admiticndo sus errores?
iEra la primera vez que lo escuchaba decir
eso!»,
—Mi familia y yo no necesitamos tu

compensación.—Al decir eso, Sofía apretó su
agarre en su taza y mordió su labio antes de
continuar. —Además, tengo algo que
confesar, porque te mentí.
Arturo levantó la ceja con curiosidad. —¿Qué
cosa?
Sofía respiró profundo y fijo la mirada en el
hombre frente a ella. —Perdí la reliquia familiar,
y no poder recuperarla nunca.
Arturo se quedó sorprendido por algunos

segundos, mientras Sofía bajaba la cabeza y
esperaba a que explotara por el enojo. Se había

preparado para soportar su ira.
—¿Cómo la perdiste?—lnesperadamente, solo

le hizo una pregunta con tranquilidad.
Sofía levantó su cabeza con sorpresa. —¿No vas a

regañarme?
Arturo sonrió. —¿Quieres que lo haga?
—Pensé que lo harías, Después de todo, es la

reliquia familiar y es invaluable —pestañeó
Sofía. —No quise perderlo. Cuando miré a mi
padre
siendo arrestado y arrojado a la cárcel, lo
perdí cuando volvía a toda prisa. Antes de
eso, lo llevaba puesto todo el tiempo.
De pronto los ojos de Arturo se entrecerraron. —

¿Lo llevabas puesto?
Cuando Sofía escuchó esto, pensó que les tenía

fobia a los gérmenes y rápidamente comenzó a
disculparse. —Lo siento, no me lo puse a
propósito, pero sabía que era demasiado
precioso, así que no me atreví a dejarlo en el
hotel en caso lo perdiera. Es por eso que seguí
llevándolo puesto y escondió bajo mi cuello.
Estaba bien hasta que regrese a casa.
—Nunca dije que no podías ponértelo —dijo

Arturo en voz baja. Cuando heredo el collar, ella
fue la única persona a excepción de él que lo
habíaA1tilizado,-y Mónica le había dicho que la
segunda persona que se pusiera la reliquia familiar
solo podía ser su futura esposa. Por eso se
sorprendió tanto cuando se enteró de que esta mujer
se lo había puesto.
—Sé que no debí haberte mentido. Cuando dije

que quería trabajar para ti durante un año, solo
era una solución a medias. Tenía miedo de que
enviaras a mi padre de nuevo a la cárcel, así que
pensé que podía quedarme a tu lado por un año,
entonces,..—En ese momento, el hermoso rostro
de Sofía se volvió rojo,
Su plan original era bastante despreciable a su

manera por tratar de enamorarlo y así Arturo
la perdonaría por haber perdido la reliquia
familiar.
Ahora que pensó en ello, tampoco era justo

para
—¿Entonces qué?—Mientras miraba su

expresión de duda en su enrojecido rostro, él
estaba bastante curioso sobre lo que iba a decir
después.
Sofía siempre había sido honesta desde que era

niña, así que no lo pensó demasiado. Respiró
profundo, lo miró y dijo: —Prométeme que no
te reirás de mí.
—Está bien, no lo haré.—Cuando Arturo miro la

expresión seria que tenía mientras decía eso, ya
tenía ganas de reírse. «¿dómo podía hacer que
una disculpa fuera tan interesante?».
Sofía sopló algunos mechones de cabello sueltos

de su frente antes de decir lentamente. —Esto era
lo quetenía planeado: Estaba pensando que, ya
que no podía recuperar tu collar, entonces
me... me quedaría a tu lado un poco más de tiempo
y ver si podías enamorarte de mí... si lo hacías y te
decía que había perdido la reliquia familiar, tal v z
me perdonarías, así que... iba a seducirte...
Arturo estaba a punto de tomar un elegante

sorbo de su café cuando casi se ahoga con su
bebida. Se agarró el pecho y tosió.

Sofía parpadeó antes de decir con su rostro
sonrojado. —iNo puedes reírte!
Arturo no solo quería reírse? pero también

quería regañarla. «iEsta mocosa apenas siguió su
plan!
Desde el inicio hasta al final, ¿Cuándo intento

seducirme?».
—¿Entonces?—Compuso su cxprcsión y preguntó.
—Entonces, descubrí que era imposible que te

enamoraras de mí —concluyó Sofía.
Sin embargo, Arturo no estaba de acuerdo. Incluso

si no siguió con su plan, ya le había comenzado a
gustar un poco. De lo contrario, cuando se enteró
sobre la perdida de la reliquia familiar,
definitivamente se habría puesto furioso y
—Sofía, nada es imposible

Siempre y cuando lo intentes,
posible.—Arturo le insinuó
hubiera querido darle una paliza.

Capítulo 713
Sin embargo, Sofía no comprendió las
palabras de Arturo y preguntó: —Si picrdcs la
reliquia familiar, ¿tu abucla tc regañará?
—Si —respondió con sinceridad.
—En ese caso, iré y me disculparé con ella. Yo

fui quien lo perdió; no tiene nada que ver
contigo.—Se ofreció rápidamente.
Arturo se quedó sin palabras a causa de

sus acciones. Justo hace un momento, lo
estaba interrogando sobre el asunto con su
padre, pero ahora estaba preocupada por él.
—Olvídalo, yo me encargaré de eso.—Se negó,

con las cejas ligeramente fruncidas.
Mientras recordaba las palabras de Mónica, sus

hermosos ojos brillaron cuando se le ocurrió otra
idea. —Ya que perdí la reliquia familiar y tú
compraste la compañía de mi padre, ahora
estamos a manos, y ninguno de los dos le debe
al otro nada. Dejemos las cosas aquí! Tú puedes
seguir con tu vida, y yo me concentraré en mi
trabajo.-No necesitamos vernos de nuevo.—Ella
quería contar todos los lazos con el.

Después de que terminó de hablar, tomó su bolso
y se preparó para irse, pero mientras pasaba a su
lado, de pronto una larga mano la tomó de la
muñeca, y se escuchó una voz fría.
—Sofia, no podemos darlo por terminado

hasta que recupere la reliquia familiar.
Ella miró la mano que tomaba la suya firmemente

antes (le levantar la vista y mirarlo dc nuevo. —
¿Qué cs lo que quicrcs?
—Puedo regresarle la compañía a tu padre, pero

tu tienes que ayudarme a buscar el collar.
—¿Qué?
—No me interesa la compañía de tu padre. Se la

regresaré hoy mismo, pero no tienes permitido ir
a ninguna parte hasta que la joya me sea
devuelta.—Arturo se puso de Ple, su figura alta
y opresiva.
—Solo cuando la encontremos te dejaré ir —dijo
de manera autoritaria con sus seductores
labios.
Sofía sacudió de manera violenta su mano. —¿Qué

tal si nunca la encuentro? ¿Quieres que me quede a
tu lado para siempre?
Los labios de Arturo se curvaron en una

sonrisa. —Entonces tienes que hacer todo lo
posible para ayudarme a encontrarla.
—Es imposible recuperarla. No sé en qué
esquina del mundo se encuentra, o si alguien lo
tomó.—Sofía estaba desesperada mientras llego
a la conclusión de que nunca la eryontraría.
—Entonces, te daré una segunda opción.

Puedes seguir con tu plan de seducirme, hacer
que me
enamore de ti y tal vez te perdone —sugirió

Arturo.
Aunque Sofía no era ninguna tonta, preguntó: —

Si te enamoras de mí, ¿me dejarás ir?
Arturo le respondió: —Para ese entonces, ¿aún

querrás hacerlo?
—Por supuesto. No voy a enamorarme de ti —

respondió Sofía sin pensarlo.
De pronto, su expresión se ensombreció. —Sofía,
¿no soy digno para ti?

Ella frunció los labios y contuvo la risa mientras
decía. —No, soy yo la que no es digna. Tú eres -un
joven rico y noble de una familia adinerada, y yo solo
soy una chica ordinaria. Somos demasiado
diferentes, y yo no soy digna para ti. ¿Estás feliz
ahora?
«¿Por qué sus palabras le sonaban tan duras?».
—En todo caso, Sofía, mientras el collar no esté

en mis manos, no puedes dejarme. ¿Entendido?
—Arturo siguió presionándola.

—Está bien. Me iré a trabajar ahora.—Al decir
eso, Sofía se giró y se fue rápidamente.
Arturo la miró irse, sintiéndose impotente. Sintió

que ya no podía manipular a esa mujer.
Justo en ese momento, una sensual mujer a su

lado le preguntó: —Hola, guapo, ¿tu novia te
abandono? Está bien, iyo seré tu novia!
Los ojos de Arturo la recorrieron con

frialdad antes de irse, mientras la mujer se
quedó sin palabras, intimidada por su
mirada.
Cuando Sofía se fue a trabajar, por casualidad,

Arturo la miró entrar al Corporativo Palomares.
«Así que, ¿ahí es donde trabaja?».
Al subir al auto, de pronto recibió una llamada.

En ese momento, su expresión se
volvió seria, se estiró y contestó la
llamada de Elías.
—¿Hola? ¿Arti?
—Elías, mi más sentido pésame.
—Sí.
—¿Cuándo es el funeral? Definitivamente estare

ahí.
—Claro. Te lo haré saber.

Por supuesto, Arturo sabía sobre la relación tan
cercana que Elías tenía con su abuela. Después de
todo, él había crecido bajo su cuidado.
¿ uvmos un o u perlas
Capítulo 714
De pronto, Arturo tuvo un impulso dc aprovechar
el momento para hacer lo que qucría hacer y
perseguir a la persona que Ic gustaba, tenía miedo
de que se le acabara el tiempo dc tenerla entre sus
manos. De nuevo giro su mirada hacia el
Corporativo Palomares mientras se perdía en sus
pensamientos.
Tres días después, la noticia del fallecimiento

de Eva fue publicado en el periódico, causando
un alboroto en la alta sociedad. Al mismo
tiempo, los medios giraron su atención a la
recién nombrada señora Palomares, Anastasia,
quien pronto se volvería en la mujer más
poderosa de la familia. El funeral de Eva
también estaba siendo preparado. Elías se
encargó de todo y casi no durmió, mientras que
Anastasia no fue a la
compañía y se preparó para el funeral con él.
Ewa les había dado instrucciones estando viva
acerca de no hacer de su funeral una gran cosa.
Solo tenía la esperanza de que ese día los
miembros de la familia Palomares y varios
amigos vendrían a despedirla
Alejandro finalmente salió de la casa de Miguel.

El momento en el que llegó, de inmediato, le
preguntó a Anastasia. —Mami, el tío Miguel dijo
que la bisabuela se fue muy lejos, y que ya no la
podré ver nunca.
Anastasia lo tomó entre sus brazos y dijo con gentileza.

—Entonces, tendrás que extrañarla, ¿de acuerdo?
—Lo haré. ¿Qué

tal llamadas? ¿Puedo llamarla?
De pronto los ojos de Anastasia se volvieron rojos,

y no pudo evitar que las lágrimas cayeran. Abrazo a
su hijo y dijo: —Alejandro, la bisabuela nos ha
dejado. Hay que mantenerla cn nuestros corazones,
y en algunos días, iremos y la visitaremos juntos,
¿de acuerdo?
Alejandro limpio las lágrimas de los ojos de su

madre con delicadeza, ya que había comprendido
a donde se había ido Eva y la consoló. —Mami,
¿la bisabuela falleció? No tienes que
ocultármelo. No tengo miedo.
Mientras Anastasia veía la mirada decidida de

su hijo, lo abrazo con alivio y asintió con
ligereza. —Sí, tu
bisabuela se ha ido al
cielo. Puedes
extrañarla.
—Lo haré.
Justo en ese momento, una figura apareció en la

puerta mientas Elías entraba. Él había
escuchado todo, y también quería que su hijo
supiera sobre la muerte de Eva.
—Papi.—El pequeño niño brincó hacia los

brazos de su padre, sus grandes ojos se volvieron
rojos como si comprendiera lo que significaba
perder a un ser amado.
Elías lo abrazó y le dio un beso, —Buen niño.
Cuando Anastasia se açercó, Elías estiró su mano.

Al ver a su esposo, quien no había dormido por
varios días, caminó hacia él para abrazarlo,

sintiéndose dolida. Sin más, la familia de tres
se abrazó fuertemente en la sala.
En la entrada de la residencia de los

Villanueva, tres camionetas negras se
detuvieron, y Arturo caminó hacia allá con
varios altos ejecutivos del Corporativo
Villanueva, siguiéndole el paso.
Demetrio miró al joven con sorpresa antes de

preguntar con una voz fría. —Señor Bonilla, ¿Qué
significa esto?

—Señor Villanueva, le ofrçzco una disculpa por
todo lo que le he hecho. •Adquirí su
compañía con mala
intención, pero ahora; le devuelvo sus
acciones. Por favor tome su compañía de
nuevo.—El tono de Arturo era diferente, como si
se hubiera convertido en otra persona, e incluso
le habló con respeto.

Demetrio se sorprendió al instante. «¿Qué
está planeando este joven? Primero, compró
su compañía, pero ahora"la está regresando. El
proceso fue extremadamente complicado, pero
¿ahora se la estaba devolviendo solo porque lo
dijo?».
—Señor Bonilla, por favor no me humille más.

iSolo toma la compañía si quieres! Pero te lo
advierto, deja de molestar a mi hija —advirtió
Demetrio.
—Sofía y yo somos amigos.—Arturo comenzó a
3/4
hablar con seriedad, después giro su cabeza y
miró a algunos de los ejecutivos. —Todos
ustedes, iHablen con el señor Villa nueva!
Todos estos hombres habían sido previamente

subordinados de Demetrio, y de inmediato se
acercaron para persuadirlo a que se encargara de
los asuntos de la compañía.
—Presidente Villanueva, ila compañía no

puede seguir sin usted! iEs algo bueno que el
joven Bonilla le haya regresado las acciones de
su compañía!
—iEs cierto! Presidente Villanueva, aún es

joven. Debería de pensar en el futuro de su
esposa e hija!
—Le está yendo muy bien a la compañía. Solo lo

estamos-esperando para que regrese y nos lleve a
una mayor riqueza y éxito.
Por supuesto que Demetrio quería su compañía

de regreso. Después de todo, era el trabajo de su
vida. Caminó afuera hacia el jardín, solo para ver
a Arturo de pie a ladtgel estanque con una mano
en su bolsillo, admirando a los peces dorados con
tranquilidad.
4/4
Capítulo 715
Demetrio preguntó: —Señor Bonilla, ¿por qué
de pronto me está devolviendo mi compañía?
¿Qué es lo que está tramando?—El creía que
este hombre podría tener algún otro motivo.
Arturo lo miró con una sonrisa en su rostro. —No

planeo nada, señor Villanueva. Solo estoy
sucumbiendo a mi conciencia. Y, además, el

modelo de gestión de su compañía no es algo en
lo que soy bueno, así que temo arruinarlo.
—¿Quién demonios eres? ¿por qué no pude

encontrar información sobre ti en este país?
—Demetrio también sentía mucha
curiosidad sobre la misteriosa identidad de
Arturo.
—No se preocupe, señor Villanueva. No soy una

mala persona. Mi familia vive en el extranjero,
pero mis ancestros son de aquí —dijo Arturo
seriamente.
Aunque Demetrio aún se sentía preocupado, le

preguntó: —Sofía ha perdido la reliquia de tu
familia y tal vez no será capaz de recuperarla por
el resto de su vida. ¿La lastimarás por eso?
—Sofía ya me contó sobre eso. Haré lo mejor que

pueda para encontrarla en el futuro, y ya no la
culparé por eso —prometió Arturo.
Demetrio se quedó con la boca abierta de inmediato.

«Este hombre ha estado furioso desde el inicio, así
que, ¿por
cs
sereno ahora? Ha tomado mi compañía solo por
la reliquia de su familia, y ahora, no solo me la
está regresando, sino también decidió no hacer
responsable a Sofía. ¿por qué? De todos modos,
esto es algo bueno para los Villanueva». Pensó.
—¿En serio? —preguntó con el ceño fruncido.

Arturo asintió con la cabeza. —Es correcto,
señor Villanueva. Solo necesito que ella me
ayude a buscarla más adelante.
Demetrio se puso pálido al instante. —¿Tienes
malas intenciones con Sofía?

Arturo negó con la cabeza seriamente. —Solo
quiero ser su amigo. No tengo nada más en
mente.
Demetrio suspiró con alivio. No le gustaba este

hombre como para un futuro yerno. A simple
vista era obvio que, por su estado de ánimo
caprichoso y su comportamiento inestable, tenía
que ser un rico donjuán mimado por su familia. A
partir de ahí, Demetrio se hizo cargo de su propia
compañía con todas susacciones que le fueron
devueltas. Además, se enteró de que su compañía
obtuvo algunas buenas ofertas después que dejó
que Arturo la manejara, lo cual al menos
aseguraría las ganancias de los próximos dos años.
Sofía estaba clasificando documentos en el trabajo

cuando recibió una llamada de su padre. —¿Qué?
¿El señor Bonilla te regresó la compañía? —preguntó
sorprendida:
—Es correcto. Sofía, ¿te exigió algo poco

razonable? —preguntó Demetrio con
preocupación.
—No... no lo hizo. Solo somos amigos.—Sofía

aclaró con rapidez el asunto. Sin embargo, los dos
besos que se dio con Arturo la última vez
aparecieron en su mente. «Aun así, ien solo un
beso! No cuenta para nada, ¿cierto?». Pensó.
—Eso bueno. Solo aléjate de ese hombre en el

futuro. Es demasiado peligroso.
—Lo sé, papá.
En ese momento, Demetrio comenzó a sentir

pena por su hija. —¿Por qué no renuncias a
tu trabajo? No seas demasiado dura contigo.
Sin embargo, ella no quería hacerlo. —No, papá.

No quiero dejar este trabajo. Me gusta mucho, y,
además, mi jefa es muy buena conmigo.
—Está bien. No trabajes demasiado. Yo ganaré

dinero para nuestra familia.
'—Lo mismo para ti;papá. No trabajes tanto.
Después de colgar el teléfono, Sofía suspiró de

alivio, aunque muchas cosas que vinieron a su
mente.
«Parece que ahora Arturo se ha convertido en una
persona diferente».
Justo en ese momento, sonó con un
3/5
mensaje de texto, el cual abrió para revelar un
texto simple, que decía: «Comamosjuntos por
la tarde».
El mensaje fue enviado por Arturo, y no era una
invitación, mas bien una ordena
Sofía mordió su labio inferior; le había

prometido a Mónica que nunca más tendría
ningún contacto con Arturo, pero justo le había
regresado la compañía de la familia a su padre.
«¿Debería invitarle una comida
como muestra de mi gratitud?».
«Está bien, yo invito». Escribió un
«Deacuerdo. Te esperaré
mensaje, decidiendo que terminaría su relación

después de la comida.
Grupo Palomares».
«Está bien» contestó Sofía. Después revisó la

hora y se dio cuenta que ya era la hora de la
comida. A las 11:30 de la mañana, llegó al
vestíbulo del Grupo Palomares. Justo cuando se
estaba apresurando hacia la e»trada con la
cabeza agachada choco cpntra alguien, cuyo
pecho era tan sólido que lastimó su nariz. Siseó
por el dolor antes de escuchar una profunda voz
masculina riéndose por encima de ella.
—Qué chica tan torpe —dijo.

Los ojos de Sofía se abrieron
por la sorpresa.
«Demonios, es él»,
4/5
Arturo la estaba esperando en el sofá del
cuando la miró salir corriendo del ascensor. Él
quería ir hacia allá y saludarla, pero en lugar
de eso, Sofía chocó justo contra él.

5/5
Capítulo 716
—¿Podrías avisarme la próxima vez antes de
bloquear mi camino? —refunfuñó Sofía.
—¿Tienes tanta prisa por verme? —preguntó

Arturo con una sonrisa mientras entrecerraba sus
ojos.
Sofía se sonrojó ligeramente. Girando su hermoso

rostro a un lado, contestó: —¿Quién dijo eso? No
es así.
—¿Has hecho la reservación en un restaurante?
Sofía sintió con la cabeza. —Aja, Tengo que

regresar al trabajo más tarde, así que comamos en
un restaurante cercano.
—Está bien, ivayamos!—De pronto, Arturo estiró

su mano y tomó la suya antes de salir del edificio.
El corazón de Sofía latió con fuerza por un
momento.
«¿Por qué este hombre me está tomado de la
mano? Muchos de mis compañeros de trabajo
están aquíÄNo quiero que nadie se haga de una
idea equivocada sobre mí!».

En el restaurante, le agradeció en nombre de su
padre: —Señor Bonita, me gustaría agradecerte
en nombre de mi padre por haberle regresado su
compañía.
1/5
Al mirar la expresión sincera en su hermoso
rostro, Arturo respondió con una sonrisa. —
¿Es todo lo que tienes que decir?
Ella frunció los labios. —Entonces, ¿Cómo quieres que

te lo agradezca?
Arturo sintió que su cuerpo se tensaba, al ver

como encajaba los dientes en sus suaves y gruesos
labios, tragó saliva mientras decía: —¿Por qué te
muerdes los labios sin ninguna razón? ¿No tienes
miedo de lastimarte?
Sofía tenía la costumbre de morder su labio

inferior cuando se sentía inquieta. Cuando escuchó
las palabras de Arturo, sus ojos en forma de media
luna brillaron con diversión. —No soy tonta. ¿por
qué mordería mis propios labios?
Arturo -la reprendió con una expresión seria. —A

partir de ahora no volverás a morderte el labio en
frente de un hombre. ¿Sabes qué tipo de señal estás
enviado?
Sofía se sonrojó al instante cuando entendió a lo
que se refería. —Yo... yo no estoy tratando de
seducir a nadie. Solo lo hago por costumbre —
explicó.

—Deja esa costumbre.—Le ordenó el hombre
frente a ella de manera prepotente.
Sofía asintió con la cabeza de mçmera obediente.
—Está bien. Lo haré a de ahora.

Al ver lo dócil que se miraba, Arturo se sintió
2/5
completamente encantando; sus labios se
curvaron en una sonrisa mientras la
elogiaba: —Qué buena chica.
Ella se sonrojó al instante de nuevo. «¿Por quién

me toma este hombre?»
Después de que les fue servida la comida, Sofía

habló sobre su trabajo actual. Al saber que
realmente estaba trabajando para Anastasia, se
sintió aliviado y dijo:
—Ella cuidará de ti.

Sofía asintió con la cabeza. —Así es. La
presidente Palomares cuida muy bien de mí.
—Si te encuentras con algo difícil de tratar más

adelante, puedes pedirme ayuda —dijo Arturo.
Sin embargo, Sofía negó con la cabeza con

determinación. —Gracias, pero no es necesario
—ella cortaría cualquier contacto con él después
de esta comida; esto era lo que le había prometido
a Mónica.

Antes de que se dieran cuenta, ya era pasada la I
de la tarde. Después de ver la hora, dijo con
rapidez: —Ya debería de regresar al trabajo.—
Ella fue a pagar la cuenta mientras que Arturo
miraba por la ventana y se perdía en sus
pensamientos.
Al salir del restaurante, Sofía se despidió. —

Volveré al trabajo,
Ella quería decir «te veo' luego» pero pensó que,

a
3/5
partir de ahora, ya nunca se volverían a ver.

Cada paso que dio hacia el Grupo Palomares era
decidido, aunque con una pizca de renuencia.
Arturo la siguió con la mirada. Estaba vestida
con un traje muy ajustado, y su largo cabello
revoloteaba bajo el sol del mediodía. Había
muchas bellezas urbanas atractivas y
encantadoras a su alrededor, pero sus ojos
estaban pegados en su esbelta figura.
Mónica estaba fuera cuando Arturo regresó al

chalé. Tan pronto entró a su estudio, su
guardaespaldas tocó la puerta, queriendo entrar.
—Adelante —dijo.
—Joven Bonilla, emitimos carteles de

recompensa a lo largo de la ruta donde la señorita
Villanueva perdió el collar. Si hay alguna noticia,
me lo informarán inmediatamente.

—También mantén un ojo en el mercado de
segunda mano. Tal vez alguien lo pondrá en
venta.
—Joven Bonilla, ¿la señorita Villanueva está

segura de que perdió el collar? ¿Podemos hablar
con ella para obtener más información y que nos
resulte más fácil buscar el collar?
—No la molestes. No hay prisa.—Arturo se hundió

en el sofá mientras apoyaba la cabeza en su mano,
ya que le dolía la cabeza.
—Sí, joven Bonilla —contestó el guardaespaldas.

Mientras salía del estudio, de pronto noto una
figura que se alejaba corriendo. No era otra más

que Emilia.
En ese momento, ella había represado a su

habitacion. Mientras recargaba su espalda cn la
puerta, se tocó cl pecho con cierto nerviosismo.
«¿Que fue lo que escuche hace un morncnto?».

5/5
Capítulo 717
«¿La invaluable reliquia familiar de los Bonilla
se ha perdido? ¿y fue Sofía quien lo hizo? iOh
Dios mío! iEsa reliquia se suponía que debería
llevarla en mi cuello! iAl pensar que Sofía, esa
perra, la perdió! Demonios! iTengo que
decírselo a la señora Bonilla!» Al pensar en
esto, sacó su teléfono y llamó a Mónica.
—Hola, Emilia. ¿Sucede algo?
—Abuela, tengo que decirte una mala noticia. La

reliquia familiar que le diste a Arti se ha perdido y
fue Sofía quien lo hizo.
Como lo había esperado, Mónica sonó

sorprendida del otro lado de la línea.
—¿Qué?
—Es cierto. Acabo de escuchar que Arti estaba

buscándola ansiosamente, pero parece que ya
no es posible encontrarla.
—Está bien, volveré enseguida.
Emilia terminó la llamada con un destello de

satisfacción en sus ojos. Ahora que la reliquia
familiar estaba perdida, Sofía estará en grandes
problemas.
Mónica llegó a casa justo media hora después, le dijo

al guardaespaldas que estaba vigilando la entrada. —

Entra después de
mí,
El guardaespaldas la siguió por la sala antes de

entrar al pequeño jardín afuera del salón de
dibujo.
—Déjame preguntarte algo, ¿Arti perdió su collar?
El rostro del guardaespaldas se congeló, y al

instante apretó sus labios; «Arturo me había
dicho que no fuera por ahí diciéndole a todos
sobre este asunto».
. —¿Qué sucede? Ni siquiera yo puedo hacer que

hables, ¿eh? —preguntó Mónica con una voz
autoritaria. —¿El collar está perdido? iHabla de
una vez!
El guardaespaldas no se atrevió a desafiarla. —Sí,
lo está, señora Bonilla.
—¿Quién lo perdió?
El guardaespaldas dudo en contestar. —Fue...
Mónica se miraba muy molesta. —¿Se ha
perdido a manos de Sofía?

El guardaespaldas se quedó sorprendido por
algunos segundos. —¿Lo sabe todo?

Mónica por dentro estaba furiosa. «No solo su
nieto le había dado la reliquia familiar a una
joven sin su
permiso, isino que
también la chica
perdió el collar!»
miró que su
Arturo estaba ajustando SuS
bajaba las escaleras cuando
cs
guardaespaldas venía con rapidez hacia él desde el
jardín. Al verlo, su guardaespaldas rápidamente se
acercó y disculpo con miedo.
—Joven Bonilla, Lo... lo siento.
Antes de que Arturo se diera cuenta de lo

que había pasado, se escuchó una voz severa
y autoritaria. —iVen aquí, Arti!
Al escuchar la voz de Mónica, Arturo al instante

tuvo la sensación de que algo estaba mal. Después
de lanzarle una mirada a su guardaespaldas, quien
se fue con rapidez, entro al jardín. Los ojos de
Mónica brillaban con ira mientras
estaba sentada en el sofá en el invernadero y
miraba a Arturo entrar. No solo eso, sino
que también tenía una expresión seria que
raramente había visto en su rostro.

—Abuela.—Arturo se sentó frente a ella mientras
esperaba a que le hablara.
—¿Dónde está la reliquia familiar que tu madre

te dio? ¿Dónde está ahora? —preguntó Mónica
directamente.
Arturo supo al instante de que se trataba esto.
«Pero, ¿Cómo se enteró mi abuela sobre eso?».
—Abuela, ¿lo sabes todo?—Ya que no sabía

cuánto conocimiento tenía Mónica al respecto,
no tuvo otra opción más que interrogarl#l
primero.
—¿Por qué le diste la reliquia familiar a un joven

en secreto sin consultarnos primero? iNo solo
eso,
sino que incluso dejaste que la perdiera por

descuido!—Lo cuestiono Mónica molesta.
Los ojos de Arturo se dilataron por la sorpresa.

«¿El guardaespaldas me traicionó y le dijo
sobre Sofía?». Solo podía asumir la culpa
mintiendo primero y dijo: —Abuela, yo fui
quien la perdió, no ella.
Mónica se quedó boquiabierta. «iArti está

tratando de proteger a la chica! ¿por qué?
¿Acaso he subestimado sus sentimientos hacia
ella?». Esto la puso alerta al instante.

—Arti, déjame decirte esto primero. Tienes que
recuperar la reliquia familiar y mantenerte
alejado de la señorita Villanueva —dijo mientras
miraba a Arturo.
Justo en-ese momento, la figura de Emilia
apareció cerca del jardín. Dirigiendo su mirada
hacia ella, Mónica añadió: —¿De qué manera
Emilia no se puede comparar a la señorita
Villanueva? Creció cerca de nuestro hogar y es un
mejor partido que Sofía Villanueva en términos de
antecedentes famili es.
—Abuela, puedo hacer lo que me pidas, pero no

puedo obedecerte cuando se trata de mi elección
como esposa. Lo siento —contestó Arturo con
una voz profunda.
4/4
Capítulo 718
—No pretendo presionarte, pero tienes que pensar
en tu familia. Y, además, ¿realmente es bueno que
alguien tan ingenua como la señorita Villanueva
viva en nuestra familia? —argumento Mónica con
tranquilidad. —Nuestra familia tiene un historial
complicado y una amplia red de influencia. Si
dejas que alguien como ella, que no sabe nada, sea
la señora de la casa, ientrara en pánico!

—Exageras, abuela. Ella y yo ni siquiera hemos
alcanzado ese punto en nuestra relación —dijo
Arturo tranquilizándola. —Tengo algo más de
lo que encargarme, así que tengo que irme.
Después de salir por la puerta, Arturo llamó con el

dedo al guardaespaldas de antes, quien de
inmediato se acercó con la cabeza baja, diciendo:
—Joven Bonilla.
El atractivo rostro de Arturo se oscureció al

instante. —¿Quién te dio permiso de
traicionarme?
—Lo siento, joven Bonilla, pero no lo hice. Vi a

alguien cuando salí de su estudio.
—¿Quién?
—La señorita Olmedo escuchó nuestra

conversación.— El
guardaespaldas más.
tampoco recibiría la culpa
por
1/4
Arturo confiaba en su guardaespaldas, así que se
giró y caminó hacia el jardín, donde Emilia estaba
sentada cerca de la piscina, hablando por teléfono
con una amiga. Al escuchar pisadas detrás de ella,
miró hacia atrás y colgó el teléfono antes de
caminar hacia él con alegría.
—Arti.

—¿Le dijiste a mi abuela sobre que Sofía perdió
la reliquia familiar? —preguntó Arturo con una
voz tranquila.
El rostro de Emilia se volvió rojo al instante.

Mordió su labio inferior y dijo: —Lo siento, Arti,
pero es algo tan importante que tuve que
decírselo a la abuela.
Los ojos de Arturo se volvieron fríos al instante y

le advirtió.
—No habrá una próxima.
El corazón de Emilia se apretó por un momento.

Solo entonces se dio cuenta de la gravedad del
asunto. —Lo siento, Arti. Realmente lo siento,
ipero Sofía Villanueva es la persona más estúpida
por perder algo tan valioso tuyo! No tiene idea de
cuan valiosa es la reliquia familiar.
—No dejes que te escuché hablar sobre Sofía de

esa manera de nuevo, o puedes irte de mi casa
—dijo Arturo antes de girarse e irse.
Emilia se aferró a su brazo con panico.

—iPerdóname, Arti! Perdoname, por favor, ¿sí?
2/4
Arturo se quitó su mano de encima con disgusto. —
No me toques.
Emilia miró su cruel figura por detrás con

incredulidad antes de que la inundara una ola de
resentimiento. «¿Qué fue lo que hizo Sofía para

que mi relación con Arti se haya convertido en
esto?».
Sofía estornudó con fuerza en la oficina, y

murmuró asustada: —¿Quién está
hablando mal de mí?
Justo en ese momento, su teléfono

sonó y lo tomó. Al ver que era una
llamada de un desconocido, contestó diciendo:
—Hola, ¿Quién habla?
—Sofía, soy Emilia Olmedo, hay que vernos —sonó

a voz de Emilia.
Sofía se sorprendió por un instante. Después,

respondió con amabilidad. —Lo siento,
señorita Olmedo, pero estoy trabajando.
—¿Perdiste la reliquia familiar de los Bonilla?

Sofía Villanueva, no tienes ni idea lo
importante que es la reliquia para Arti. Se ha
ido heredando por su familia por 200 años;
iincluso es más importante que tu vida!—La voz
furiosa de Emilia sonó del otro lado de la línea.
—Sofía, ¿sabes que la reliquia familiar es mía?
iSe supone que le sería heredada a Arti y mis
hijos! iRegrésamela ahora!
Sofía se sorprendió por la voz chillona y

de Emilia.
ensordecedora
—Si no la puedes encontrar, entonces mantente
alejada y deja de aferrarte a mi Arti. No estás
calificada para casarte con él. iEstá fuera de tu
alcance! —dijo Emilia antes dc colgar.
Sofía inhaló ligeramente. No sabía que había

perdido algo tan valiosa que le pertenecía a
Arturo. Aunque no había sido su intención, ahora
se sentía agobiada con un fuerte sentimiento de
auto reproche. Justo en ese momento, Gabriela
—Sofía, el funeral se
Vístete de negro. Nos
Palomares por última
tocó la puerta y entró para entregarle una taza de

café.
Torres.
—iEstá bien! —asintió.
En la sala de la residencia Palomares había velas

encendidas, donde una foto de Eva había sido
colocada en un altar para que los visitantes dieran
sus respetos. La luz de las velas iluminó su sonrisa
y sus amables rasgos, Se habían hecho los

preparativos para que a la mañana fuera llevada a
su lugar de descanso eterno,
4/4
Capítulo 719
Era la mañana, y el cielo se había despejado por
un momento antes de volverse a nublar,
inmediatamente después comenzó a llover. Hoy
era el día en el que Eva descansaría en paz. A las
9 de la mañana, todos los que vinieron a
despedirse de ella en su último viaje llegaron al
cementerio a tiempo. Anastasia llevaba un
vestido negro con una flor en su pecho. Con una
expresión digna y elegante, se puso a lado de
Elías, mientras que sus dos asistentes se
pusieron un metro atrás de ella. Sofía y Gabriela,
ambas vestidas de negro mientras estaban de
piey sostenían paraguas.
Los Palomares vinieron un tras otro. Los

primeros en llegar fueron Julián y Carolina,
quienes vinieron con su hija Leya y su hijo
Aarón. Mientras que el esposo y esposa
cruzaban un par de palabras con Elías con
profundo duelo, Leya se gró para mirarlo con

simpatía. «Parece que los últimos días han sido
difíciles para él». Pensó.
La expresión de Elías tenía una pizca de duelo y

cansancio que no se podía ocultar. Leya, por
åentro aún lo amaba. Después de estudiar su
rostro por bastante tiempo, sintió una mirada en
ella, queAæalerto al instante; era Anastasia,
aunque se miraba amigable sin advertirle
demasiado.
—Gracias por venir, Leya —le dijo Anastasia.
Leya asintió con la cabeza antes de caminar hacia

Julián. Poco después,tötra facción de la familia
Palomares llegaron también. Venían con sus dos

hijos, Germán, el mayor, su hijo menor de 10
años, Nestor, y su esposa, junto con sus
seguidores, quienes eran todos micmbros de la
familicm
—Siento mucho tu perdida, Elíasa
—Gracias, tío Nestor —asintió con la cabeza

Elías.
Al ver a Sofía de un vistazo con sus penetrantes

ojos, Germán se quedó asombrado por
algunos segundos; nunca espero ver a la
mujer que le gustaba en el funeral. Sofía
también lo vio, y le lanzó una mirada de cortesía
cuando sus ojos se encontraron brevemente.
Germán no quería estar en el funeral al
principio, pero de pronto le pareció interesante
al ver que Sofía estaba presente. No creía que se
encontraría con esta hermosa y adorable joven
de nuevo.
Los siguientes en llegar fueron los amigos de Eva,

los cuatro quienes eran viejos, tenían que sentarse
en silla de ruedas y ser llevados por sus familias.
Elías y Anastasia fueron voluntariamente hacia
ellos y charlaron.
Justo en ese momento, una camioneta negra se

detuvo cerca a lado del camino, del cual un
hombre sosteniendo un paraguas negro salió del
auto con un ramo de flores blancas en sus brazos.
Se miraba delgado y esbelto bajo la lluvia.
Entonces, su paraguas se levanté ligeramente,
revelando sus jóvenes y atractivos rasgos: era
Arturo. Elías se acercó hacia él para saludarlo no
sin antes los dos amigo$se dieran un gran
abrazo.
Sofía parecía sorprendía y a la vez no de que

Arturo estuviera ahí. Germán se sintió
increíblemente inquieto cuando giró su cabeza y
miró a Arturo.
«¿Por qué este tal Bonilla está en todas partes?».
Leya también se dio cuenta del joven hombre que

estaba al lado de Elías. Su aura, que era similar a

la de él, y su aspecto igualmente apuesto hizo que
se sintiera curiosa por su identidad.
Arturo fue
diciendo: —Hola,
«Creo que también lo conocí por primera vez en

la boda».
Ella asintió con la cabeza ligeramente antes de

mirar hacia atrás y decirle a Sofía: —Sofía, ven
aquí y muéstrale el camino al joven Bonilla.
Al ser llamada, se sorprendió por un momento.

Mientras estaba en un estado de confusión, se
encontró con la mirada de Arturo; él no
esperaba encontrársela ahí tampoco. No tuvo
otra opción más que cerrar su paraguas e ir a su
lado, diciendo. —Joven Bonilla, por aquí, por
favor.
Al verla venir, Arturo naturalmente movió su

paraguas para protegerla de la lluvia, haciendo que
su hombro se mojara por la ligera lluvia. Como
resultado, era difícil adivinar cuál de ellos era el
invitado de
Capítulo 71 9 +20 perlas

Cuando Sofía se dio cuenta de esto y susurró. —
Deja que yo sostenga el paraguas.
Sin embargo, Arturo respondió con una sonrisa.

—Yo lo haré.
Ella no tuvo otra opción más que quedarse a su

lado.
Justo en ese momento, Germán se acercó a ellos

con un paraguas. —Ha pasado mucho tiempo,
Sofía.
—Hola, Germán —dijo saludándolo.
A Arturo le molestaba mucho Germán. Así que,

de pronto, estrechó su brazo y la envolvió entre
sus brazos, haciendo que la respiración de
Germán se acelerara ligeramente.Después, le
lanzó una mirada de advertencia.
4/4

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¿Tuvimos un hijo?

Mónica miró a su nieto con una mirada profunda.

—Arti, ¿por qué te ves tan exhausto? ¿No dormiste

—Te extrañé tanto que no pude dormir bien —

—No te creo en absoluto. —Monica y su hijo se

impulsado por CamScanner

—Me duele. —Arturo curvó sus labios para

Arturo acompañó a Mónica al chalé. Por el

—Dulce hogar. —Ella suspiró.

—Abuela, si te gusta aquí, podemos hacerte una casa.

Mónica miró a su nieto con sorpresa. Ella lo

impulsado por CamScanner

—Sólo es una chica ordinaria. No hay nada

Al ver la reacción de su nieto, ella presintió que la

—Abuela, le pediré a los agentes inmobiliarios

Mónica dejó de insistir. Después de todo, ella sólo se

—Todo es mi culpa. Si no hubiera caído en la

Sofía sintió que el pecho le dolía por Elisa.

impulsado por CamScanner

Al ver que su familia viviendo de forma austera,

—Abuela, se llevó a Arti a un hotel la otra noche

impulsado por CamScanner

—Parece que tengo que conocer a la señorita

—Abuela, cuando la conozcas tienes que

Mónica asintió antes de decir:

—Entonces, itienes trabajo que hacer también! No

Emilia presionó los labios y dijo con un tono un

Temprano por la mañana, Sofía respondió una

— ¿Diga? ¿Quién habla?

—Hola, ¿usted es la señorita Sofía? Soy del

impulsado por CamScanner

mañana. ¿Cree que puéda hacer tiempo para

Cuando Sofía lo escuchó, respondió con un tono

—Sí, sí, claro ahí estaré.

Quedó pasmada, pues no esperaba que recibiera

—Sofía, ipuedes empezar a trabajar mañana!

Se sintió con mucha suerte. El salario y los

Las otras recepcionistas no se molestaron en

—Disculpa...—lntentó preguntarle a una de sus

—No me preguntes. No te voy a enseñar nada —

Con tal respuesta, Sofía no se atrevió a hacer más

—Buen día, ¿en qué le puedo ayudar?

—Transfiere mi llamada con el director general

— ¿Qué pasa contigo? —Luego de hablar, colgó la

La frente de Sofía caía sudor dc su nerviosismo.

— ¿Cómo es que viniste a trabajar si no tienes

—Este es mi Primer trabajo.

— iCreo que deberías renunciar! No vas a poder.

Aun-así, Sofía no se rindió y respondió:

—Daré lo mejor de mí. Necesito este trabajo.

Estaba viendo los documentos cuando vio que sus

impulsado por CamScanner

Sofía se detuvo por la sorpresa y luego de que

—Buenos días, presidenta Torres.

impulsado por CamScanner

—Señorita Villanueva. —Anastasia se veía

Las otras recepcionistas miraron de inmediato a

«¿Por qué la presidenta Torres le habla como si

Anastasia se dirigió con Sofía con una expresión

—Es mi primer día.

Anastasia meditó por un momento antes de

impulsado por CamScanner

—Pero no tengo experiencia. —Sofía se rehusó.