La psicopatía es una alteración de la personalidad caracterizada por el narcisismo,
la impulsividad y las conductas de control y manipulación. Suele ser confundido con la sociopatía, pero muestras ligeras diferencias, no siempre perceptibles para la población normal. Narcisistas, carentes de empatía, mentirosos y manipuladores. Estos son algunos de los rasgos para identificar que estamos ante un psicópata. Existen muchas formas de entender las diferentes conductas que puede presentar un psicópata, con lo que su diagnóstico puede ser complicado. A nivel académico, el concepto de psicopatía se usa para designar realidades muy distintas. Además, su representación en la literatura o en el sector audiovisual ha conllevado que muchas personas le atribuyan significados no siempre acertados. Vamos a intentar definir cuál es el perfil del psicópata teniendo en cuenta el debate abierto que hay en el mundo de la psicología. La psicopatía se considera una alteración o trastorno de personalidad. El narcisismo, la impulsividad o la presencia de conductas de control y manipulación son las características en las que suelen coincidir las diferentes definiciones. No obstante, hay muchos más rasgos que pueden caracterizar al psicópata. Por eso, es muy importante el trabajo en la delimitación de este perfil psicológico, algo a lo que han contribuido destacados autores como Hervey Cleckley o Robert Hare. Pocos términos de la psicología causan confusión como la palabra psicópata. Aunque se usa para describir a alguien que tiene una enfermedad mental, el término psicópata no es un diagnóstico oficial. El Dr. Masand dice que algo que puede ser confuso sobre el trastorno de personalidad antisocial es la palabra “antisocial”. “La mayoría de las personas podría asumir que esto describe a alguien que es reservado, solitario, introvertido, etc. Sin embargo, este no es el caso del trastorno de personalidad antisocial”, explica. “Cuando decimos antisocial en el trastorno de personalidad antisocial, significa alguien que está contra la sociedad, las reglas y otros comportamientos que son más comunes”. Los rasgos principales de un psicópata: A continuación, se presentan las diferentes características que indican que podemos estar ante una persona que coincide con el perfil del psicópata: Egocentrismo y narcisismo: el psicópata se siente superior al resto. Piensa que todo lo que le ocurre es más importante y es incapaz de asumir el punto de vista de otra persona. Ausencia de empatía: relacionada con la anterior característica. No obstante, es un punto donde existe debate, ya que algunas opiniones señalan que sí tienen una gran capacidad de empatizar, pero la utilizan como quieren. Otra corriente indica que disponen de empatía cognitiva pero no emocional. Necesidad de poder y control: el psicópata quiere dominar y controlar hasta el último detalle y también a las diferentes personas con las que se relaciona. Manipulación: en la psicopatía es muy habitual la manipulación y la falta de sinceridad. Pobreza emocional: de un psicópata no debemos esperar una amplia variedad emocional. Son personas frías y con una menor presencia de emociones negativas, como el miedo. Impulsividad: una menor activación de la corteza frontal unida a los aumentos de los niveles de testosterona explica esta característica. No suele haber planificación a largo plazo en el psicópata y, además, presenta un déficit de autocontrol que le convierte en candidato a caer en conductas de abuso de sustancias. Estilo de vida parasitario: en muchas ocasiones la persona que presenta psicopatía se aprovecha de los demás para desarrollar su vida o satisfacer sus necesidades fundamentales. Ausencia de remordimientos: aunque el perfil del psicópata incluya la manipulación, la mentira, la falta de empatía y se puedan aprovechar de los demás, no se debe esperar que esto les vaya a provocar remordimientos. Promiscuidad sexual: es común que los psicópatas establezcan muchas relaciones distintas y de corta duración. Además, en muchas ocasiones, su implicación en la relación interpersonal está motivada solo por la búsqueda de sexo. Conducta antisocial y delictiva: en muchos casos suele coincidir la psicopatía con la presencia de conductas criminales, pero no siempre es así. No todos los psicópatas cometen delitos y son muchos los casos donde hablamos de personas plenamente integradas en la sociedad.