81
8 Aparato respiratorio
El aparato respiratorio posibilita el intercambio de gases
entre la sangre y el aire. Se entiende por respiración no so­
lamente el transporte de gases bacía las células y desde
ellas sino también los procesos químicos de oxidación que
con ayuda del oxígeno tienen lugar en las células. Estos últi­
mos no están al alcance de la investigación anatómica y su
estudio le corresponde a la química fisiológica.
El aire llega a los pulmones a través de las vías aéreas. Una
vez allí el oxígeno del aire inspirado se difunde hacia la sangre
y el anhídrido carbónico desde la sangre hacia el aire espirado.
El aire inspirado contiene cerca de 20,9% de oxígeno, 0,03%
de anhídrido carbónico y 79,4% de nitrógeno; el aire espirado,
en cambio, contiene alrededor de 16% de oxígeno, 4% de an­
hídrido carbónico y 80% de nitrógeno. El transporte de estos
gases desde los pulmones hasta las células de los órganos y los
tejidos y su posterior retomo tiene lugar por vía sanguínea.
El aparato respiratorio está compuesto por segmentos or­
gánicos que conducen el aire y otros en los que se realiza el
intercambio gaseoso entre el aire y la sangre.
Entre los órganos que conducen el aire se encuentran:
• La nariz (Nasus extemus)
• Las cavidades nasales (Cavum nasi)
• Los senos paranasales (Sinus paranasales)
• La laringe (Larynx)
• La tráquea (Trachea)
J
• Los bronquios (Bronchi)
• Los pulmones (Pulmo sinister et dexter)
Entre los órganos respiratorios encargados del inter­
cambio de gases entre el aire y la sangre, se encuentran tres
segmentos en el interior del pulmón, a saber:
• Bronquíolos respiratorios (Bronchioli respiratorii)
• Conductos alveolares (Ductus alveolares), sáculos al­
veolares (Sacculi alveolares)
• Alveolos pulmonares (Alveoli pulmonis)
Funciones del aparato respiratorio
El aparato respiratorio desempeña numerosas funciones. En
la cavidad nasal hay receptores olfativos que obtienen infor­
mación del ambiente y protegen de noxas externas. Además,
(Apparatus respiratorius)
H. E. Konig y H.-G. Liebich
los cometes nasales filtran el aire de partículas extrañas, lo
calientan y humedecen. En la laringe, junto con otros órga­
nos del cuerpo (p. ej., la lengua), tiene lugar la formación
del sonido. El sistema de conducción aérea lleva el aire ha­
cia los pulmones por medio de una sucesión de tubos cada
vez más estrechos que finalmente terminan en fondos de sa­
co ciegos, los alveolos pulmonares. Los alveolos son los
segmentos terminales del aparato respiratorio, en ellos tiene
lugar el intercambio gaseoso ("barrera sangre­aire").
Los órganos de la respiración ubicados en la región de la ca­
beza, es decir, la nariz, los senos paranasales y la nasofaringe,
se conocen con el nombre de vía aérea superior. La otra vía
es la vía aérea inferior, compuesta por la laringe, la tráquea y
los pulmones. Desde el punto de vista clínico la cavidad oral a
menudo se considera una parte de la vía aérea superior.
Los órganos del aparato respiratorio están revestidos en su
mayor parte por una mucosa respiratoria. Como excepción
citarnos solamente algunas regiones anteriores de la entrada
de la nariz, de la faringe, de la epiglotis y pequeñas porciones
del revestimiento interior de la laringe. Estas regiones están
cubiertas por un epitelio plano pluriestratificado.
Las funciones de la percepción olfativa están a cargo de la
mucosa olfatoria, que se halla localizada en el suelo de la na­
riz (para más detalles véanse textos de histología). Las super­
ficies parietales de los sáculos alveolares y en última instancia
de los alveolos pulmonares están revestidas por un epitelio
plano de una sola capa (epitelio de revestimiento alveolar).
Vía aérea superior
Nariz (Rhin, Nasus)
El concepto de nariz incluye no sólo la nariz externa con su
punta o vértice, sino también la cavidad nasal y los senos pa­
ranasales (figs. 8­1 y sigs.). La nariz está limitada en su re­
gión dorsal por los huesos nasales, lateralmente por el
maxilar y en su región ventral por las apófisis palatinas del
hueso incisivo, del hueso maxilar y del hueso palatino. La
cavidad nasal está cerrada caudalmente por la lámina cribo­
sa del hueso etmoides. Ventralmente se continúa con la cavi­
dad respiratoria de la faringe. La pared divisoria de la nariz
o septo de la nariz (Septum nasi) está formada por cartílago .,
82 8 Aparato respiratorio­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­

Nariz

Surco subnosol

Labio superior

Pelo t6ctil
Labio inferior

Fig. 8­1. Vértice de la nariz de un perro (vista frontal).

Cartílago lateral dorsal de lo nariz

Septo de lo nariz
Cartílago occesorio lateral de lo nariz

Fig. 8­2. Vértice de lo nariz de un perro con disección del cartílago nasal derecho (vista frontal),
preparación realizado par R. Mocher, Viena.

hialino y divide la cavidad nasal en dos mitades. Representa

., la continuación de la crista galli del etmoides y se va osifican·
do con la edad en dirección caudal (figs. 8­5 y sigs.).
Cartílago lateral dorsal
de lo nariz Vértice de la nariz (Apex nasi)
Corh1ogo olor
l6mino En los mamíferos domésticos la punta de la nariz está inte
Cuerno grada en el contorno del labio superior y se denomina en for
ma diferente según la especie animal.
Septo de lo nariz
En el bovino se habla del hocico o plano nasolabia
Conol interincisivo
(Planum nasolabiale), que está recubierto por una muco ;
cornificada y contiene numerosas glándulas serosas.
En los pequeños rumiantes, el gato y el perro, los ollare
Huesa incisiva
u orificios nasales (Nares) están incluidos en una zona sh
pelos o plano nasal (Planum nasale) cuya parte media est,
Dientes incisivas dividida por la hendidura labial o surco subnasal (Phil
trum), que se extiende hasta el vértice de la nariz (fig. 8­1)
El cerdo posee un hocico con forma de trompa aplanada ,
plano rostral (Planum rostrale) con pelos táctiles cortos qu
está sostenido por un hueso, el hueso rostral (Os rostrale).
Fig. 8­3. Cartílago nasal de un caballo (vista frontal). Los ollares del caballo poseen un delicado pelaje.
--------------------------------- Vía aérea superior
Cartílago lateral dorsal de lo nariz
Cartílago lateral ventral de la nariz
Septo de la nariz
Com1ogo accesorio lateral de la nariz
Fig. 8·4. Cartílago nasal de un perro (visto lateral), preparación realizado por R. Mocher, Viena.
Cartílago lateral dorsal de la nariz
Septo de la nariz
l6mina del cartílago olor
Cuerno del cartílago alar
Hueso incisivo
Fig. 8·5. Cartílago nasal de un caballo (visto lateral), preparación realizado por R. Mocher, Viena.
En la vaca y en el cerdo el plano nasal se mantiene húme­
do por la acción de paquetes de glándulas en su interior. En
el perro y en el gato la secreción necesaria para este fin pro­
viene principalmente de las glándulas nasales laterales
ubicadas en el receso maxilar (Recessus maxillaris) y tam­
bién, en menor proporción, de pequeñas glándulas incluidas
en el interior de la mucosa nasal. El relieve superficial del
plano nasal es individual y al igual que las impresiones digi­
tales del hombre puede ser utilizado para la identificación
del animal (nasolabiograma).
Cartílagos de la nariz (Cartilago nasi)
El vértice de la nariz y las dos partes iniciales de la nariz, los
vestíbulos nasales (Vestibula nasi), están sostenidos por
varios cartílagos (Cartilagines nasi externi) que ventral y
dorsalmente se fijan como cartílagos de la pared lateral en
el extremo rostral del tabique nasal (figs. 8­2 y 8­4). Estos
determinan la forma de la abertura nasal.
Los cartílagos de la pared lateral son las prolongaciones y
los ensanchamientos dorsal y ventral del septo de la nariz
(Cartilago nasi lateralis dorsalis y Cartílago nasi latera­
83
lis ventralis). Los cartílagos de la pared lateral se hallan en
contacto entre sí en todos los mamíferos domésticos, con
excepción del caballo. En estos cartílagos laterales se descri­
ben los cartñagos accesorios (Cartilagines nasales acces­
soria). En el cerdo el septo o pared divisoria nasal está
apoyado sobre el hueso rostral (Os rostrale).
Al lado de los delgados carúlagos dorsales de la pared la­
teral en el caballo encontramos como particularidad el car­
tílago alar (Cartilago aJaris), que le da la forma al ollar
(figs. 8­3 y 8­5). En este cartílago alar se diferencia dorsal­
mente una lámina (Lamina) y ventralmente un cuerno
(Cornu). La pared lateral del orificio nasal no está sostenida
por cartílago. Por ello, en el caballo el ollar puede ser disten­
dido. La parte ventral del ollar lleva a la cavidad nasal y es
el lugar por donde se introduce la sonda nasofaríngea. En
cambio la parte dorsal del ollar termina en forma ciega en la
trompa nasal o divertículo de la nariz (Diverticulum nasí),
un fondo de saco ciego de piel con pelos, que ocupa la inci­
sura nasoincisiva (Incisura nasoincisiva).
En la antigüedad se hendía el divertículo de la nariz de los
potrillos con la intención de que esta hendidura nasal deter­
mina una mayor resistencia, sobre todo en los caballos mili­
84 8 Aparato respiratorio­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­

Comete nasal dorsal

Septo de lo noriz

Maxilar
Corrillo

Lengua Diente canino

Mandíbula

Fig. 8·6. Corte transversal de lo cabezo de un perro o lo altura del diente canino (visto frontal), realizado por J. Moierl, Munich.

Meato dorsal de lo nariz

Hueso nasal
Comete nasal dorsal
Comete nasal ventrol
Septa de lo nariz Lómina basal
Lómina espirol

V6mer
Maxilar y pelador duro

Covidod de lo boca
Carrillo
Cuerpo de lo lengua

Vestíbulo bucal P2

Mandíbula

Fig. 8­7. Corte transversal de lo cabezo de un perro a la altura del segundo premolar (P2) (vista frontal), realizado por J. Moierl, Munich.
_______________________________ Vía aérea superior

----85

Hueso nasal

Meato nasal dorsal

Cornete nasal dorsal
Meato nasal medio
Meato nasal común
Cornete nasal medio
Septo de lo nariz
Meato nasal ventral

Vómer, maxilar y paladar duro

P3 Vestíbulo bucal
Cuerpo de lo lengua
Corrillo
Vestíbulo bucal M. genihioidea
Mandíbula

f"lg. 8­8. Corte transversal de la cabeza de un perro a la altura del tercer premolar (P3) (vista frontal), realizado por J. tv\oierl, Munich.

Hueso frontal
Seno frontal

Meato nasal dorsal

Ectoturbinodos
Cristalino Endoturbinodo 1 (cornete nasal dorsal)
Endoturbinodo 11 (cornete nasal medio)
Meato nasal común
Endoturbinodo III
Hueso cigom6tico
Septo de lo nariz Endoturbinodo IV

Coono
Hueso palatino y paladar duro
Cavidad de lo boca
Ml
Cuerpo de lo lengua
M2
Vestíbulo bucal
M. genihioidea
M. milohioidea

Fig. 8­9. Corte transversal de la cabeza de un perro (vista frontal), realizado por J. Maierl, Munich.
---•
86 8 Aparato respiratorio­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­
Seno frontal lateral con
ectoturbinado
Cavidod craneal
Comete nasal dorsal
Comete nasal medio
Meato nasal ventral
Entrada al receso
maxilar
Raíz de la lenguo
fig. 8· 10. Corte paromediono de lo cabezo de un perro (visto medial), realizado por J. Maierl, Munich.
tares. Esta práctica sigue vigente en el sudoeste asiático. des­
de Irán basta Paquistán y hasta el norte de la India.
Vestíbulo de la nariz (Vestibulum nasi)
La piel externa pigmentada se continúa en el vestíbulo de la
nariz; allí se encuentra un límite neto con la mucosa nasal.
En el caballo, en la proximidad de este límite, se abre en la
región de la piel externa el conducto nasolagrimal (Ductus
nasolacrimalis), de forma ovalada y bien reconocible (para
más detalles véase pág. 305 "Aparato lagrimal"). En el perro
esta abertura está ubicada más profundamente. Las desem­
bocaduras de las glándulas serosas laterales de la nariz del
perro, que también están situadas en esta región, son clara­
mente reconocibles.
Cavidades nasales (Cava nasi)
Ambas cavidades nasales terminan caudalmente en el fondo
de la nariz (Fundus nasi) a nivel del etmoides y están sepa­
radas una de la otra por el septo de la nariz. En la Iuz de las
cavidades nasales se proyectan los cornetes nasales (Con­
chae nasales) (fig. 8­6 y sigs.), estructuras con la función de
aumentar la superficie de la mucosa respiratoria en ani­
males rnacrosmáticos (con capacidad olfatoria intensamente
desarrollada), como en el caso del perro, y también de la
mucosa olfatoria. El sentido del olfato del perro, de una ca­
pacidad varias veces superior en relación con el del hombre,
se explica por la mayor superficie total de esta mucosa y por
el mayor número de células olfatorias. La mucosa nasal des­
cansa sobre un plexo vascular en el que se producen nume­
rosas anastomosis arteriovenosas. Cada cavidad nasal se
Pliegue alar
Pliegue basal
Comete nasal ventral
Cavidad de la baca
Vértice de la lengua
abre en posición caudoventral a través de las coanas (orí
cios nasales internos) en la faringe.
Cornetes nasales (Conchae nasales)
Los cometes nasales son láminas cartilaginosas u osificad
cubiertas de mucosa nasal. La mayoría son formaciones e
hueso etmoides (Etmoturbinalia). Así el endoturbínadi
se continúa como cornete nasal dorsal (Concha nasa
dorsalis) en dirección rostral dentro de las cavidades nas
les. El endoturbinado IJ forma el cornete nasal med
(Concha nasalis media), que está especialmente desarrol
do en el perro y en el gato y mediante la formación de pi
gues se extiende mucho en dirección rostral (fig. 8­6 y sigs
En el caballo y en el cerdo e] comete nasal medio se limiu
la parte caudal de la cavidad nasal. El cornete nasal ventr
(Concha nasalis veotralis) no tiene relación alguna con
etmoides; es una formación del hueso maxilar.
En el perro este comete nasal muestra pliegues secunc
rios transversales, en el gato es pequeño (para más detall
acerca de la estructura ósea de los cometes nasales veáse
sección "Cráneo" del cap. 1 tomo 1, pág. 45).
Meatos nasales (Meatus nasi)
Los espacios existentes entre los cornetes nasales se den
minan meatos nasales (figs. 8­8 y 8­9). Los meatos nasal
son los siguientes:
• Meato nasal dorsal (Mcatus nasi dorsalis)
• Meato nasal medio (Meatus nasi medius)
• Meato nasal ventral (Meatus na i ventralis)
_________________________________ Vía aérea superior 87

Cometes etmoidoles
Seno esfenoidol
Divertículo de la trompo
auditivo
Septo de lo nariz -+---1...-- Orificio faríngeo de lo
Lobio superior trompo auditivo
Diente incisivo laringe
Es6fogo
Lobio inferior
Tr6queo
Cartílago de lo tr6queo
Cortilogo tiroides

fig. 8· 11. Representación esquemático de un corte longitudinal de lo cabezo del caballo mostrando la faringe y lo laringe.

Abertura nosomaxilor Seno del cornete dorsal Sena frontal (Sinus conchofrontalis}

Sena maxilar rostral ­­

Seno del cornete ventral

Septo de los senos maxilares

Fig. 8· 12. Representación esquemático de los cavidades poronosales del caballo.

El meato nasal dorsal, cooduce directamente aJ fondo de
la cavidad nasal, hacia la mucosa olfatoria, por eso, también
se le llama meato olfatorio. El meato nasal medio se sitúa
entre los cometes dorsal y ventral y se comunica con los se­
nos paranasales, por eso también se conoce como meato si­
nusal. El meato nasal ventral conduce el aire hacia la
faringe, se sitúa entre el comete nasal ventral y el suelo de la
cavidad nasal, se le denomina meato respiratorio, y es por
donde se introducirla una sonda nasofaríngea si fu era nece­
sario. Los meatos nasaJes se comunican uno con otro a tra­
vés del meato nasal común (Meatus nasi communis).
Senos paranasales (Sinus paranasales)
Desde las cavidades nasales se invaginan en los huesos del
cráneo las cavidades de los senos paranasales (para más deta­
lles acerca de los fundamentos óseos de los senos paranasales
véase la sección "Cráneo" del cap. 1, tomo 1, págs. 66 y 72.)
Estos senos e tán poco desarrollados en los animales jóvenes
y van aumentando de tamaño a medida que aumenta la edad.
Los senos paranasales reducen eJ peso específico del cráneo,
aumentan la superficie craneal para las inserciones muscula­
res y contribuyen al aislamiento de las cavidades del ojo, de
88 8 Aparato respiratorio­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­
Meato auditivo
externo
Apófisis estiloides
Cortílogo oritenoides
Esti loh ioides
Cortllogo cricoides
Cortílogo tiroides
fig. 8· 13. Cráneo de un caballo con posición del hueso hioides y de lo laringe.
la nariz y del cráneo. La neumatización de los huesos del
cráneo es particularmente Uamativa en la vaca y en el cerdo.
Como los senos paranasales están recubiertos por una
mucosa respiratoria sumamente delgada y poco vasculari­
zada, las infecciones en esta región muestran una escasa ten­
dencia a la curación; el tratamiento es diffcil porque los
accesos naturales, con excepción del seno maxilar del perro
y del gato, son sumamente estrechos y pueden obliterarse.
En todos los mamíferos domésticos se encuentran senos
frontales y maxilares dispuestos simétricamente.
Según el tipo de animal es posible distinguir senos para­
nasales con diferencias en lo que respecta a su estructura,
forma y tabicación en compartimientos:
• Seno maxilar (Sinus maxillaris)
• Seno frontal (Sinus frontalis)
• Seno palatino (Sinus palatinus)
• Seno esfenoida! (Sinus sphenoidalis)
• Seno lagrimal (Sinus lacrimalis)
(,610 en el cerdo y los rumiantes)
• Celdillas etrnoidales (Cellulae ethmoidales)
(sólo en eJ cerdo y los rumiantes)
El seno maxilar ahueca la parte caudal del hueso maxi­
lar. En el caballo este seno está dividido por un tabique
ó eo, el tabique del seno maxilar (Septum sinuurn rnaxilla­
rium), en un seno maxilar rostral (Sinus maxiUaris rostra­
lis) y un seno maxilar caudal (Sinus maxillaris caudalis)
(fig. 8­12), ambos unidos con el meato nasal medio a través
de la abertura nasomaxilar (Apertura nasomaxíllarts), A
partir de esta única abertura dos conductos separados llevan
a cada uno de los senos maxilares.
En el caballo el seno maxilar está atravesado por el canal
infraorbitario (Canalis infraorbitalis) que lo divide en un
compartimiento lateral y otro medial. En algunos sitios, su
suelo ólo está separado por una delgada laminilla ósea de la
raíz de los dientes del carrillo, de manera que a través del se­
no maxilar pueden realizarse tratamientos o extracciones
dentarias.
En el gato y en el perro no hay un seno maxilar constitui­
do sino sólo un receso maxilar (Recessus maxillaris) apla­
nado que tiene una comunicación amplia con la cavidad
nasal. En este receso se encuentra la glándula nasal lateral
(Glandula nasalis lateralis), que tiene la función de humi­
dificar el vértice de la nariz.
El seno frontal ncumatiza el hueso frontal, ubicado entre
las cavidades nasal y craneal, y en general se abre en el mea­
to nasal medio. En el caballo el seno frontal comunica con la
cavidad del cornete nasal superior (seno concbofrontal, Si­
nos conchofrontañs) y presenta una amplia comunicación
con el seno maxilar caudal (entrada frontomaxilar, Aditus
frontomaxillaris). En el cerdo y en el bovino el seno frontal
está intensamente tabicado y se extiende hasta la región de la
nuca. En los rumiantes se extiende hasta la apófisis cornual
(Processus cornualis) del hueso frontal de manera que las
heridas en los cuernos en ciertas circunstancias pueden provo­
car infecciones de los senos frontales. En caso de enfermedad
los senos frontales y maxilares son abiertos por trepanación,
sobre todo en el caballo.
En el equino el hueso palatino y el esfenoides están neu­
matizados por el seno esfenopalatino (Sinus sphenopalati­
ous). Éste comunica con el seno maxilar caudal (fig. 8­12).
Sobre el delgadísimo techo del seno esfenoida! se encuentra
el cruce de los nervios ópticos, de modo que las enfermeda­
des de los senos paranasales también pueden extenderse al
nervio óptico y ocasionar trastornos de la visión.
Vía aérea inferior
Laringe (Larynx}
La laringe es un órgano hueco de forma tubular ubicado bi­
lateralmente y con disposición simétrica que comunica la fa.
_________________________________ Vía aérea inferior 89

Seno frontal
lómino criboso Covidod craneal

Etmoturbinodos , Tiendo ósea del cerebelo

Cornete nasal dorsal

Cornete nasal medio Seno esfenoida!
Hueso bosiesfenoides
Comete nasal ventral
Porte basilar del hueso
Pelador duro occipital
Diente canino ­ Bullo timpánico
Porte nasal de la faringe
Mandíbula Estilohioides
Epihioides

Cerotohioides
Bosihioides

Fig. 8­14. Imagen radiológica de la cabeza de un gato, foto tomada por Cordula Poulsen Nautrup, Munich.

Axis

A�os
Cóndilo occipital

Músculo específico S' vértebra cervical

de lo cabezo
Musculatura de lo faringe Agujero intervertebrol y
disco intervertebrol
Faringe
Epiglotis Apófisis transverso

laringe
Hioides Tr6queo con cartílago
traqueal
Musculol\Jro ventral del
cuello

Fig. 8­15. Imagen radiológica de la columna cervical y de la laringe de un gato, foto tomada por Cordula Poulsen Nautrup, Munich.

ringe con la tráquea (figs. 8­1 l, 8­ 13 y 8­15 y siguientes). La
pared de la laringe está determinada esencialmente por la es­
tructura de los cartílagos de la laringe. los que por medio de
ligamentos y músculos están unidos entre sí, rostralmente
con el cartílago del hueso hioide y caudalmente con la trá­
quea. Los cartílagos laríngeos, constituyen el armazón básico
exterior de la laringe. órgano cuyo interior está conformado
por la cavidad laríngea (Cavum laryngis) (fig. 8-19). Esta
última es estrechada en forma de reloj de arena por los plie­
gues vocales (Plicae vocales).
La cavidad de la laringe está revestida en una amplia ex­
tensión por un epitelio plano pluriestratificado que en direc­
ción caudal se transforma en mucosa respiratoria. Su abertura
en el extremo faríngeo, se cierra en forma incompleta duran­
te el acto de deglución. por medio del desplazamiento de la
epiglotis. Caudalmente se continúa sin ningún estrechamien­
to reconocible con los anillos cartilaginosos de la tráquea.
Cartílagos de la laringe (Cartilagines laryngis)
Los cartílagos de la laringe forman el esqueleto de la laringe
(fig. 8­16 y sigs.) y con excepción del cartílago aritenoides
son formaciones impares, con simetría bilateral. En deta­
lle pueden diferenciarse los siguientes cartílagos:
• Epiglotis (Epiglottis) con el
cartílago epiglético (Cartílago epiglonica)
• Cartílago tiroides (Cartílago thyroidea)
• Cartílagos aritenoides (Cartilagines arytaenoideae)
• Cartílago cricoides (Cartílago cricoidea)
---•
90 8 Aparato respiratorio­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­

Carh1ago epiglótico
Carh1ogo epiglótico
+------- Apófisis cuneiforme
Pecíolo de la epiglotis
Pecíolo de lo epiglotis

Cartílago aritenoides Cartilogo aritenoides

Apófisis corniculodo .,_______ Apófisis comiculodo
--"---="--+---- Apófisis muscular
Apófisis muscular
­­­1­­­­ Coro medial
Apófisis cuneiforme
�­­­­ Apófisis vocal
Apófisis vocal
Cartilogo tiroides
Corttlago tiroides Asto caudal
Asto rostral
Asia rostral
Fisura tiroideo
Líneo oblicuo
Líneo oblicuo
Lómino izquierdo
Lómino izquierdo
Cam1ago cricoides Cartilogo cricoides
Cresta mediano Cresta mediano
Lómino cricoideo
Coro articular oritenoideo
Coro articular oritenoideo
Coro articular tiroideo
Coro articular tiroideo
Arco

A B

Fig. 8­16. Representación esquemática de los cartílagos de la laringe del perro (A) y del caballo (B).

Incisura tiroideo caudal

­­­­­ Cresta
mediono
Asto
caudal •­:­­ Lómino
Coro
Lómino articular
oritenoideo

Escotadura __,..__.J
tiroideo Cuerno rostral
caudal
Cuerpo ­­­­./

Carh1ogo tiroides Carh'logo tiroides Carh1ago cricoides

Caballo Bovino Caballo
Visto ventral Visto ventral Visto craneal

Fig. 8· 17. Cartílagos tiroides y cricoides.

--------------------------------- Vía aéreo inferior
Carh1ago epiglótica
A.$1o rostral del cartílago ­­­­­­­­.......-r
tiroides
Com1ogo tiroides
Cuerpo ----.>.
l6mino ­­­­­­../
Fig. 8­18. Representación esquem6tico de lo laringe del caballo.
Epiglotis (Epiglottis)
El techo de la laringe o epiglotis está sostenido por el cartí­
lago epiglótico (figs. 8­16 y 8­18). Tiene forma de hoja y su
talle o pecíolo se fija al cartílago tiroides. La lámina con for­
ma de boja descansa en estado de reposo derrás del velo del
paladar (retrovelar). Se desplaza durante el acto dcglutorio
en dirección caudal hacia la entrada de la laringe. El cartíla­
go epiglótico está formado por cartílago elástico. El borde
libre de la epiglotis, según la especie animal, es una punta
aguda (perro, gato y caballo) o tiene una forma de redondea­
da a ovalada transversalmente (rumiantes y cerdo). Lateral­
mente al tallo del cartílago epiglótico puede aparecer un
cartílago par, la apófisis cuneiforme. Esta apófisis se en­
cuentra ubicada entre la epiglotis y el cartílago aritenoides
en el pliegue ariepiglótico y también puede estar en comuni­
cación con este.
Cartílago tiroides (Cartilago thyroidea)
El cartílago con forma de escudo o cartílago tiroides confor­
ma la pared lateral y el suelo de la laringe (fígs. 8­16 y
sigs.). Ec;lá compuesto por cartñago hialino y posee un
cuerpo ventral y dos láminas laterales, la derecha y la iz­
quierda (Lamina dextra et sinistra). En todos los marnífe­
ros domésticos. con excepción del caballo, el cuerpo forma
el suelo completo del conducto de la laringe. En el caballo
consta apenas de un delgado sendero, situado rostralmente ,
que se apoya en la epiglotis. En sentido caudal a este sende­
ro. el piso de la laringe se cierra a nivel de la incisura tiroi­
dea caudal (Incisura thyroidea caudalis) mediante una
lámina de tejido conectivo (fig. 18­7). En este sitio puede
accederse en el caballo desde el plano ventral a la cavidad
laríngea, por ejemplo para la operación de la hemiplejía la­
ríngea "huélfago laríngeo". Las dos láminas laterales del
cartílago tlroides poseen una prolongación carnificada o
asta (Cornu) rostral y otra caudal. En el caballo el asta ros­
tral presenta una entrada o fisura tiroidea (Fissura thy­
91
Cam1ago aritenoides
Ap6fisis comiculodo
Apófisis muscular
Cartílago cricoides
Cresta mediana
l6mino cricoideo
Apófisis vocal del cartílago oritenoides
Arco del cortllogo cricoides
Tráquea
roidea) (fig. 8­16). El cuerno rostral se articula con el hioi­
des mientras que el caudal lo hace con el cartílago cricoi­
des. En el caballo el cartílago tiroides por lo general se
osifica con la edad; en otros mamíferos domésticos la osifi­
cación es variable y sólo parcial (fig. 8- LS).
Cartílagos aritenoides (Cortilagines orytoenoideoe)
Los cartílagos aritenoides son pares, están formados por
cartílago hialino y cubren como un techo el espacio dorsal
entre las láminas del cartílago tiroides, en la medida en que
se unan medialmente uno con otro (fig. 8­16 y sigs.). En es­
te sitio ocasionalmente se interpone un pequeño cartílago
interaritenoideo (Cartílago interarytaenoidea). El cartí­
lago aritenoides tiene forma de triángulo y una de sus puntas
se dirige ventraJmente. El vértice rostrodorsaJ contiene la
apófisis corniculada. Esta apófisis con forma de cuerno con
la del lado contralateral conforma una hendidura, similar a
una regadera. por lo que también se denomina "cartílago en
arco de regadera". El extremo caudal se articula con la lá­
mina del cartílago cricoides. El extremo ventral forma la
apófisis vocal y ofrece inserción al ligamento elástico de la
cuerda vocal (Ligamentum vocale). La apófisis muscular
ubicada dorsalmente se observa lateralmente; en ella se in­
serta el poderoso dilatador de la laringe, el múscuJo crieoa­
rltenoideo dorsal (M. cricoaritenoideus dorsalis).
Cartílago cricoides (Cartilago cricoidea)
El cartílago anular o cricoides rodea como si fuera un neu­
mático el extremo caudal de la laringe (fig. 8-16 y sigs.). Co­
mo el cartílago tiroides, está formado por cartílago hialino
y posee Ja forma de un anillo de sello. Su lámina dorsal tie­
ne una cresta mediana y se articula con el cartílago aritenoi­
des. El arco ventral es similar a un anillo traqueal y se
articula con las astas caudales del cartílago tiroides. El cartí­
lago cricoides también puede osificarse parcialmente con la
edad (fig. 8­15).
.
.�
92 8 Aparato respiratorio­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­
Tirohioides
M. ventricular ­­�����
Lig. ventricular ---tt-ifl>'.a
Lig. vocal ---+-�-ili...,ot,�....+
M.vocol ----,\--\l',/kA.��
M. cricooritenoideo lateral ­­­­­'­.�
M. cricotiroideo ----llAA..ll
Lig. cricotroqueol
Fig. 8­19. Representación esquemático de lo cavidad laríngeo del caballo (sección horizontal), Budras y Rock, 1994.
Cavidad de lo laringe (Covum loryngis)
El ingreso en la cavidad de la laringe tiene lugar por la coro­
na laríngea o entrada de la laringe (Aditus laryngis), for­
mada por la epiglotis, el pliegue ariepiglótico y el cartílago
aritenoides (fig. 8­19). Después de la entrada se encuentra el
amplio vestíbulo de la laringe (VestibuJum laryngis). En
la mitad de la laringe la cavidad se estrecha por la glotis
(hendidura de la glotis, Rima glottidis) y caudal a ella se
dilata para formar la cavidad infrag16tica (Cavum infra­
glotticum), que por su parte se continúa con la tráquea. El
interior de la laringe está revestido por un epitelio pluries­
tratificado.
En el caballo y en el perro se forma lateralmente un
bolsillo laríngeo o ventrículo de la laringe (Ventriculus
laryngis). Su entrada está limitada rostralmente por el
pliegue vestibular (Plica vestibularis) y caudalmente por
el pliegue vocal (Plica vocalis) (Iig. 8­19). En el cerdo y el
caballo el suelo del vestíbulo laríngeo caudal a la epiglotis se
profundiza para formar un receso laríngeo mediano, el rece­
so mediano de la laringe (Recessus laryngis medianos).
La hendidura de la glotis (Rima glottidis) se subdivide en
todos los mamíferos domésticos en una parte intercartila­
ginosa (Pars intercartiJaginea) situada dorsalrnente entre
los cartílagos aritenoides y una parte intermembranosa
(Pars intermcrnbranacea) situada ventralmente entre los
pliegues vocales (fig. 8­23). En el cerdo el pliegue vocal
está dividido y entre ambas partes se localiza el ventrículo
laríngeo.
Epiglotis
Pliegue oriepigl6tico
Vestíbulo de lo laringe con receso
mediano de la laringe
Pliegue vestibular
Pliegue vocal
Ventrículo de lo laringe
Hendidura de lo glotis
Cartílago tiroides
Cartílago cricoides
Cavidad infrogl6tico
Articulaciones y ligamentos de la laringe
Entre el hioides y el cartílago tiroides. así como entre los car­
tOagos individuales de la laringe, con excepción de la unión
de la epiglotis con el cartílago tiroides, se forman articula­
ciones sinoviales que contienen una cavidad articular. La
articulación cricoaritenoidea (ArticuJatio cricoarytaenoi­
dea) (fig. 8­23) permite que durante la inspiración ambos
cartílagos aritenoides ensanchen la glotis mediante un movi­
miento de inclinación lateral. Durante la espiración los dos
ángulos de las cuerdas vocales vuelven a acercarse al cartíla­
go ariteooides. En caso de exigencia corporal la hendidura
glótica se ensancha al máximo. En caballos con parálisis de
nervio laríngeo recurrente izquierdo (hemiplejía laríngea. he­
rniplegia laryngis o "huélfago laríngeo"). está alterado del la­
do izquierdo (fig. 8­24).
La epiglotis está unida por fibras elásticas con el cuerpo
del cartílago tiroides y por una membrana elástica coa el
cartílago aritenoides.
El cartílago tiroides se articula en su extremo caudodor­
al con la lámina del cartílago cricoides (Articolatio cri­
cothyroidea) (figs. 8­20 y 8­21 ). Ventral mente se une con el
anillo del cartílago cricoides por medio del ligamento crico­
tiroideo (Ligamentum cricothyroideum). En el caballo
ocupa la amplia incisura tiroidea caudal (Incisura thyroi­
dea caudalis) y debe ser separado para el acceso quirúrgico
a la cavidad laríngea. Entre la apófisis vocal del cartílago
aritenoides y el cuerpo del cartílago tiroides se extiende el li­
gamento vocal (Ligamentum vocale) (fig. 8­19). que for­
 Vía aérea inferior 93

Cartílago oriteooides M. oritenoideo transverso

(apófisis comiculodo)
M. cricooritenoideo dof$01
M. vocal
M. ventricular Cuerno caudal

Cartílago cricoides

Cortí{ogo epiglótico
Lig. cricotroqueol
Cuerno rostral M. cricotiroideo

Cartí{ogo tiroides
Tr6queo

fig. 8­20. laringe de un caballo con musculatura laríngeo, preparación realizado por R. Mocher, Viena.

M. aritenoideo transverso
Cartílago oritenoides
Ap6fisis muscular
M. ventricular
M. cricooritenoideo dorsal
M. vocal

Cartílago cricoides
Lig. cricotraqueol
Cartílago epiglótico
M. cricotiroideo
Cuerno rostral
Tr6queo
Cartílago tiroides
Ventrículo lateral de lo laringe

Fig. 8­21. Laringe de un cobollo, ventano abierto sobre el cartílago tiroides, preparación realizada por R. Mocher, Viena.

ma el pliegue vocal. En posición más rostral respecto de es­
te ligamento, aunque oo en todos lo animales discurre en di­
rección paraJela el ligamento ventricular (Ligamentum
ventriculare). La laringe corno un todo está unida rostral­
meote con el hueso basihioides por medio de la membrana
tirobioidea (Membrana thyrobyoidea) y caudalmente con
el primer anillo traqueal mediante el ligamento crícotra­
queal (Ligamentum cricotracheaJe).
Músculos de la laringe
Bn la laringe hay varios grupos musculares:
Los músculos que entran en la laringe desde el exterior
son los músculos extrínsecos, que se originan en el esternón
y desplazan la laringe en dirección caudal y los músculos que
se originan en el hueso hioides y traccionan la laringe hacia
adelante (para más detalles véase tomo 1, cap. 2, pág. 113).
Los músculos que discurren entre los cartílagos de la la­
ringe se consideran pertenecientes al grupo de "músculos
propios de la laringe". Estos músculos tienen la función de
ensanchar y estrechar la hendidura glótica y también son res­
ponsables de la tensión o la reJajación de las cuerdas o liga­
mentos vocales (figs. 8­20, 8­21 y 8­22).
Se distinguen los siguientes músculos:

• Que se insertan desde el extenor. para moverla como
un todo
• Que se encuentran entre los cartílagos
• Que parten de ella. para estrechar la faringe (véase
músculo constrictor de la faringe)
• M. cricotiroideo (M. cricothyroideus)
• M. crícoaritenoidco dorsal (M. cricoarytenoideus
dorsalis)
• M. cricoaritenoideo lateral (M. cricoarytenoidcus
Iateralis)
94 8 Aparato respiratorio­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­
Cortilogo aritenoides .......,__
(apófisis corniculado)
Fig. 8­22. Representación esquemática de lo musculatura de la laringe del caballo (se ha retirado parte de la lámina izquierdo del cartí­
lago tiroides).
• M. aritenoideo transverso (M. arytenoideus
transversus)
• M. tiroaritcnoideo (M. thyroarytenoideus)
El músculo cricotiroideo, situado Lateralmente entre el
cartílago tiroides y el anillo del cartílago cricoides, contribu­
ye a la tensión de los ligamentos vocales y es el único mús­
culo de la laringe inervado por el nervio laríngeo craneal
(N. laryngeus cranialis), dado que todos los otros músculos
de este grupo son inervados por ramas del nervio laríngeo
caudal o recurrente (N. laryngeus caudalis o recurrens).
El músculo cricoaritenoideo dorsal es el dilatador más
poderoso de la hendidura glótica, se origina como una super­
ficie ancha en la lámina del cartílago cricoides y se inserta
rostralmente en la apófisis muscular del cartílago aritenoi­
des. Su parálisis lleva al silbido o "estridor laríngeo". Eo la
mayor parte de los casos el afectado es el músculo izquierdo
como consecuencia de la parálisis del nervio laríngeo cau­
dal o recurrente izquierdo.
El músculo cricoaritenoideo lateral se extiende entre el
anillo del cartílago cricoides y la apófisis muscular del cartí­
lago aritenoides y u función consiste en contribuir al estre­
chamiento de la hendidura glótica.
El músculo aritenoideo transverso es débil y se extien­
de desde una apófisis muscular hasta la otra. Posee una estría
tendinosa medial y su función es estrechar la glotis.
El músculo tiroaritenoideo se dirige desde la base de la
epiglotis y del cartflago tiroides a las apófisis muscular y vo­
cal del cartílago aritenoides. En el perro y en el caballo está
subdividido en el músculo ventricular (M. ventricularis) y el
músculo vocal (M. vocalis).
El músculo vocal y el músculo ventricular discurren
por el pliegue vocal o vestibular correspondiente y sus fun­
ciones consisten en aumentar la tensión del ligamento vocal
y estrechar la hendidura glótica.
M. aritenoideo transverso
M. cricooritenoideo dorsal
M. vocal
M. cricooritenoideo lateral
Ventrículo de lo laringe
M. ventriculor
Cartílago cricoides
M. cricotiroideo
Tr6queo
Funciones de la laringe
Durante el acto de la deglución la epiglotis impide la entra­
da de comida y líquidos en la vía aérea (véase Deglución.
pág. 37). Durante la respiración se produce un proceso rítmi-
co de dilatación (inspiración) y estrechamiento (espira­
ción) de la hendidura glótica. El ensanchamiento de la
glotis se debe a la contracción del músculo cricoaritenoi­
deo dorsal y su estrechamiento a la acción del músculo
cricoaritenoideo lateral. Ambos músculos están inervados
por el nervio laríngeo caudal o recurrente.
Estos movimientos pueden reconocerse con un Laringos­
copio. En caso del "huélfago laríngeo" este movimiento se
observa olamente a la derecha.
La hendidura de la glotis participa además en la produc­
ción de los estornudos y de la tos. En ambos casos primero
se cierra y luego, con el aumento de presión del aire espira­
torio. se abre bruscamente. La glotis se cierra también en el
momento en que aumenta Ja presión abdominal durante la
micción, la defecación y sobre todo en forma transitoria du­
rante el esfuerzo del trabajo de parto.
La laringe participa además en la fonación, en el gato
también en el ronroneo. Durante el ronroneo el músculo vo­
cal y otros músculos laríngeos se contraen entre 20 y 30 ve­
ces por segundo y además se producen rápidas sacudidas del
diafragma. Esto determina que los pliegues vocales vibren
durante Ja inspiración y la espiración, lo que puede ser per­
cibido con la palpación externa.
Vascularizoción e inervación de la laringe
La vascularización arterial de la laringe tiene lugar a partir
de la a. tiroidea craneal, que se origina en el extremo cra­
neal de la a. carótida común. por medio de su rama larín­
gea. A partir de la rama laríngea se originan diversas ramas
musculares destinadas a los mm. laríngeos. La rama larín­
--------------------------------- Vía aérea inferior 95

M. cricooritenoideo dorsal

Locolizoción de lo articulación ------1'---!-

cricooritenoideo
I
Porte intercortiloginoso

M. cricooritenoideo lateral

M. ventricular

Porte intermembronoso

Fig. 8·23. Representación esquemático de un corte transversal de lo laringe de un caballo (los Rechos indican lo dilotoci6n y el estrecha­
miento de lo hendidura glótico), Budros y Rock, 1994.

gea conunúa entrando al interior de la laringe a través de la laríngeo recurrente izquierdo. La parálisis del músculo
fisura tiroidea para acceder a los m. ventricular y m. vocal, cricotiroideo dorsal izquierdo determina la ausencia de mo­
así como a la mucosa laríngea. vimiento de las cuerdas vocales de dicho lado (fig. 8­24).
Los nervios de la laringe provienen de ramas del nervio
vago. El nervio laríngeo craneal emite caudalmente la ra­
ma faríngea, a la altura del ganglio distal del nervio vago
(denominación anterior: ganglio nudoso). Este ganglio no
C\ visible macroscópicamente en todos los casos pero puede
M. cricoorítenoideo
ser observado en preparaciones histológicas. dorsal izquierdo
El nervio laríngeo craneal se divide en una rama ex­
terna (Ramos externos) y una rama interna (Ramus in­
ternos). La rama externa inerva al músculo constrictor
de la faringe y el músculo cricotiroideo. En raros casos tie­
ne también una rama que lo comunica con el nervio larín­
geo recurrente. La rama interna se dirige por la fisura
tiroidea hacia el interior de la laringe e incrva la mucosa.
De la rama interna se desprende la rama comunicante
(Ramus communicans), que se une con el nervio laríngeo
recurren Le.
Durante el desarrollo embrionario del corazón los ner­
vios laríngeos caudales o recurrentes (Nn. laryngei recu­
rrentes} son desplazados caudalmente y forman un asa por
la derecha alrededor del tronco costocervical y por la iz­
quierda alrededor de la aorta. Regresan como nervios re­
currentes hacia la laringe. El nervio laríngeo caudal inerva
todos los músculos laríngeos coa excepción del músculo
cricotiroideo.
BI nervio laríngeo caudal o recurrente posee importan­
cia clínica en el caballo porque la alteración de su función lle­ Fig. 8­24. laringe de un caballo con porólisis del nervio laríngeo
va al denominado "huélfago laríngeo". En la mayor parte de recurrente ("huélíago laríngeo") {visto desde el plano croneol), pre­
)QS casos la experiencia muestra el compromiso del nervio paración reolizado por Susonne Vrbo, Viena.
---•
96 8 Aparato respiratorio­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­

M. traqueal M. lraqueol M. traqueal M. traqueal

Mucosa respiratoria Cartílago traqueal Adventicia Cartílago traqueal

Perro Cerdo Bovino Caballo

Fig. 8­25. Representación esquem6tica de los anillos traqueales de los mamíferos domésticos (corte transversal).

Es probable que la causa de una enfermedad que afecta
predominantemente al nervio laríngeo recurrente izquierdo
se relacione con su longitud y su trayecto. La pulsación de la
aorta (irritación mecánica) y la vecindad de los nódulos lin­
fáticos traqueobronquiales (daño tóxico en caso de infec­
ción) pueden condicionar la parálisis.
Los vasos linfáticos de la laringe se reúnen en los nódulos
linfáticos retrofaríngeos mediales (Lymphonodi retro­
pharyngei mediales) y en los nódulos linfáticos cervicales
profundos craneales.
Tráquea (Trachea)
La tráquea, que continúa caudalmente al cartílago cricoides
de la laringe, está compuesta por una serie de anillos de car­
tílago hialino (cartílagos traqueales, Cartilagines tra­
cheaJes) abiertos en la región dorsal, cuyo número difiere
según el tipo de animal, y que están unidos entre sí por liga­
mentos (Ligamenta anuJaria tracheae). En su extremo
dorsal 101. cartOagos traqueales están unidos por un músculo
traqueal (M. trachealís) (fig. 8­25).
El número de cartílagos traqueales de los diferentes ma­
míferos domésticos varía entre 29 y 60:
• Caballo 48­60
• Bovino 48­60
• Ovino 48­60
• Caprino 48­60
• Cerdo 29­36
• Perro 42­46
• Gato 38­43
La forma de los cartílagos traqueales difiere según la es­
pecie animal (fig. 8­25).
La tráquea está situada en la región del cuello en posición
ventral con respecto a la columna cervical y al músculo lar­
go del cuello. Ingresa en la cavidad torácica por la abertura
torácica craneal y se divide a la altura del quinto espacio in­
tercostal, dorsal al corazón. en los dos bronquios principales.
En los rumiantes y en el cerdo se desprende de la tráquea ha­
cia el lado derecho. antes de su bifurcación. un bronquio
traqueal (Bronchus trachealis), que en estos dos tipos de
animal ventila el lóbulo craneaJ derecho del pulmón (véase
más adelante).
La tráquea está revestida en toda su extensión por una
mucosa respiratoria. Por fuera está unida con los tejidos
circundantes por un tejido conectivo laxo o adventicia. En la
vecindad inmediata de la tráquea discurren por Ja adventicia
los nervios laríngeos caudales o recurrentes.
Al lado de la tráquea discurren bilateralmente y en una
vaina propia de tejido conectivo la arteria carótida común
con el tronco vagosimpático y también, con excepción del
cabalJo y de la cabra, la vena yugular interna. En la región
media del cuello se encuentra el esófago a la izquierda de la
tráquea. Ventralmente la tráquea está cubierta por los mús­
culos largos del hioides.
Pulmón {Pulmo)
Se diferencian dos pulmones, uno derecho y otro izquierdo
(Pulmo dextra et Pulmo sinistra), que están en comunica­
ción uno con otro por medio de la bifurcación de la tráquea
(Bifurcatio tracheae). Los pulmones son órganos esponjo­
sos y elásticos llenos de aire (griego: pneuma) que ocupan la
mayor parte de la cavidad torácica .
Los pulmones llenan los dos sacos pleurales que los re­
cubren externamente como pleura pulmonar (Pleura pul­
monalis) o visceral (Pleura visceralis). Entre la pleura
pulmonar y la pleura parietal (Pleura parietalis) queda
una cavidad llena de líquido pleural seroso que disminuye el
roce con la pared torácica durante la respiración. El color de
los pulmones depende de su contenido de sangre y es rosado

Cuadro 8· 1. Resumen de los lóbulos pulmonares de diferentes mamíferos domésticos, según Ellenberger y Boum, 1943
Pulmón izquierdo
Perro y gato Lóbulo craneal, dividido en dos
Lóbulo caudal
Cerdo Lóbulo craneal, dividido en dos
Lóbulo coudol
Bovino, caprino y ovino l.6bulo creneol, dividido en dos
Lóbulo coudol
Cabollo l.6bvlo craneal
Lóbulo caudal
oscuro en los animales no desangrados y de rosa pálido a
anaranjado en los desangrados.
En el pulmón es posible diferenciar una superficie en con­
tacto con la pared costal. la cara costal (Facies costalls}, una
dirigida hacia el mediastino, la cara mediastinica (Facies
mediastinalis) y una cara diafragmática (Facies diaphrag­
matica) que se apoya sobre el diafragma. El borde dorsal ob­
luso del puJmón (Margo dorsalis u obtusas) se opone al
borde ventraJ agudo (Margo ventralis o acutus). CraneaJ­
mente el vértice pulmonar (Apex pul.monis) se introduce
con las cúpuJas pleurales (Cupulae pleurae) dentro de la cavi­
dad visceral del cuello, a través de la abertura torácica craneal.
La fijación del pulmón tiene lugar principalmente por me­
dio de la tráquea, pero también por medio del mediastino, de
los vasos sanguíneos (arteria pulmonar, aorta, venas pulmona­
res, etc.) y de los pliegues de la pleura, que como ligamento
pulmonar (L�. pulmonale) unen el pulmón en su extremo
dorsomedial con el mediastino y el diafragma. El sitio de en­
trada del bronquio principal en el pulmón, acompañado por
vasos sanguíneos (ramas de la arteria pulmonar, la arteria y la
vena bronquiales. venas pulmonares, vasos linfáticos) y ner­
vios. se denomina raíz del pulmón (Radix pulmonis).
Estructura del pulmón
Los pulmones están compuestos por parénquima pulmo­
nar y tejido intersticiaJ. El parénquima pulmonar es el teji­
do específico del órgano y tiene a su cargo el intercambio de
gases, Este parénquima está formado por la totalidad de los
bronquíolos que poseen alveolos y todas sus ramificaciones
hasta llegar a los alveolos del pulmón. El tejido intersticial
está compuesto por tejido conectivo fibroso elástico y colá­
geno, glándulas mixtas, musculatura lisa, fibras nerviosas
vegetativas. vasos sanguíneos y linfáticos y también por Las
subdivisiones del árbol bronquial. El pulmón está recubierto
superficialmente por la pleura pulmonar. Debajo de la
pleura hay una cápsula de tejido conectivo de la que se des­
Pulmón 97
lóbulo craneal
Lóbulo medio
lóbulo caudal
lóbulo occesorio
Lóbulo craneal
Lóbulo medio
Lóbulo caudal
Lóbulo accesorio
Lóbulo craneal, dividido en dos
Lóbulo medio
Lobulo coudol
Lóbulo accesorio
Lobulo craneal
Lóbulo caudol
Lóbulo accesorio
prenden, según la especie, tabiques más marcados (vaca) o
menos marcados (caballo) que se interponen entre los lobu­
líllos puJmonares. La cápsula y los tabiques están formados
por fibras de tejido conectivo colágeno y elástico que son
responsables de la capacidad de retracción del pulmón.
En caso de enfisema pulmonar (dificultad respiratoria
denominada "asma" en el caballo} estas fibras e tán hiperex­
tendidas o desgarradas. La espiración en estos casos presenta
claras dificultades, lo que lleva a fuertes contracciones de la
musculatura abdominal. Entre la aponeurosis y la parte mus­
cular hipertrofiada del múscuJo oblicuo externo del abdomen
se produce el denominado canal o "hendidura asmática".
El pulmón tiene la estructura de un sistema de conductos
compuesto por túbulos y alveolos. Los dos bronquios prin­
cipales (Bronchi principales) se dividen en bronquios lo­
balares (Bronchi lobares) cuya conformación difiere en el
pulmón derecho y en el izquierdo según los diferentes ma­
míferos domésticos.
La ramificación de los bronquios hasta los alveolos pul­
monares terminales se realiza en forma dicotómica y trice­
tómica y da lugar a la formación del árbol bronquial o
árbol pulmonar (fig. 8­30).
Lóbulos pulmonares (Lobi pulmonis)
Las subdivisiones del árbol bronquial constituyen el funda­
mento de la denominación de los lóbulos pulmonares, cuya
diferenciación varía según la especie animal y se presenta en
forma de resumen en la figura 8­26 y siguientes y en el cua­
dro 8­1 . Así, cada "bronquio" pertenece a un "lóbulo" corres­
pondiente, por ejemplo. bronquio craneal > lóbulo craneal,
bronquio accesorio> lóbulo accesorio, etc.
El lóbulo accesorio (Lobos accessorius) se encuentra
dentro del receso del mediastino (Recessus mediastíni). Es­
te se halla entre el mediastino (a la izquierda). la vena cava
caudal, envuelta en su pliegue de la vena cava (Plica venae ca­
vae) (a la derecha).el pericardio (craneal) y el diafragma (cau­
---•
98 8 Aparato respiratorio­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­

l.bbulo craneal
izquierdo
l.bbulo craneal
(porte craneal)
derecho
Lnn. troqueo­
Lnn.
bronquiales derechos, ��
izquierdos y medios deréchos, izquierdos
lóbulo craneal y medíos
izquierdo (porte Lóbulo medio
caudal)
lóbulo occesorio

Lóbulo cauclol
­.,<­­­­ Lóbulo caudol
izquierdo
derecho

Fig. 8­26. Representación esquemática de la segmentación de los lóbulos pulmonares y del árbol bronquial así como de los nódulos lin­
fáticos (1.nn.) del gato (o lo izquierdo) y del perro (o la derecha) (vista dorsal). Ghetie, 1958.

lóbulo craneal izquierdo

(porte craneal)

Lóbulo craneal izquierdo 1t­,1i'.U::.­.i1W­­­­'­­­Y�­­+,,,..,...;.,,.,....+­­­ Lnn. troqueobronquioles

(porte caudol) craneales con bronquio traqueal
lnn. troqueobronquioles izquierdos Lnn. troqueobronquioles derechos

Lóbulo medio
Lnn. troqueobronquiales medios

Lóbulo accesorio

lóbulo coudol izquierdo

Fig. 8·27. Representación esquemática de la segmentación de los lóbulos pulmonares y del árbol bronquial csi como de los nódulos lin·
Fáticos (Lnn.) del cerdo (vista dorsal), Ghetie, 1958.
 Pulmón 99

Lóbulo croneol derecho

(porte croneol)

lnn. traqueobronquiol croneol

con bronquio troqueo!
Lóbulo croneol izquierdo
(porte croneol) Lóbulo croneol derecho
(porte caudal)
Lóbulo croneol izquierdo
Lnn. traqueobronquiales
(porte coudol) derechos
Lnn. troqueobronquioles izquierdos Lóbulo medio

Lnn. pulmonares Lóbulo accesorio

Lóbulo coudol izquierdo Lóbulo coudol derecho

fig. 8·28. Representación esquemático de lo segmentación de los lóbulos pulmonares y del árbol bronquial así como de nódulos linÍáti·
cos [lnn.] de lo vaco (visto dorsal), Ghetie, 1958.

Lóbulo craneal derecho

Lóbulo craneal izquierdo

Lnn. troqueobronquiales
Lnn. traqueobronquiales
izquierdos
derechos
Lnn. troqueobronquiales Lóbulo accesorio
medios

Lóbulo caudol izquierdo Lóbulo coudol derecho

Fig. 8-29. Representación esquem6tico de lo segmentación de los lóbulos pulmonares y del árbol bronquial así como de los nódulos lin·
fóticos (lnn.) del caballo (vista dorsal), Ghetie, 1958.
100 8 Aparato respiratorio----------------------------
Tr6queo
Bifurcoci6n
de lo tr6queo
Fig. 8·30. Representación esquem6tico de lo segmentación del 6rbol bronquial.
dal). En el perro y en el cerdo, y con mayor frecuencia aún en
el gato, una parte del lóbulo accesorio está situada por fuera
del receso del mediastino (véase también cap. 6, fig. 6­8.)
Como particularidad del cerdo y de los rumiantes cabe
mencionar la formación especial de un bronquio traqueal
(Broncbus trachealis) derecho que como bronquio lobular
independiente se desprende directamente de la tráquea antes
de su bifurcación (figs. 8­32 y 8­33).
Árbol bronquial
Los bronquios pueden subdividirse en el tejido pulmonar
en (fig. 8­30):
• Sistema bronquial conductor del aire
­ Bronquios principales (Bronchi principales)
­ Bronquios Iobulares (Bronchi tobares)
­ Bronquios segmentarios (Bronchi segrnentales)
­ Bronquios subsegrnentarios (Bronchi subsegmentales)
­ Bronquíolos verdaderos (Bronchioli ved) y
bronquíolos terminales (Bronchioli terminales)
• Sistema respiratorio
­ BronquíoJos respiratorios (Bronchioli respiratorii)
­ Conductos alveolares (Ductus alveolares) y sácuJos
alveolares (Sacculi alveolares)
­ Alveolos pulmonares (Alveoli pulmonis)
El sistema conductor del aire del árbol bronquial se
continúa luego de la bifurcación de la tráquea (Bifurcatio
tracheae) con los bronquios principales, cortos y de am­
plio calibre. Estos se dividen en la proximidad de la raíz pul­
Bronquios subsegmentorios
Bronquio segmenlorio
Bronquio lobulor
Bronquio principal
Bronquiolo terminal
Bronquiolo verdadero
Bronquiolo respiratorio
Alveolo del pulmón
Conducto alveolar
S6culos alveolares
monar en los respectivos bronquios lobulares de los pul­
mones derecho e izquierdo. En los bronquios lobulares se
originan los bronquios segmentarios que ventilan un terri­
torio funcional circunscripto, el segmento pulmonar (Seg­
mentum bronchopulmonale). Los segmentos pulmonares
están ordenados en forma de conos; su vértice se localiza en
el hilio pulmonar y su base por debajo de la superficie del
pulmón. Todos los bronquios están revestidos por una muco­
sa respiratoria y contienen en su pared glándulas mixtas,
musculatura lisa y cartílago hialino en forma de anillos car-
tilaginosos o fragmentos de cartílago.
A continuación se dividen los bronquios subsegmentarios
en bronquíolos, en los que no se encuentran elementos de
sostén cartilaginosos ni glándulas, pero sí se conserva el re­
vestimiento epitelial, constituido por un epitelio respiratorio
y células musculares lisas subepiteliales. Los bronquíolos
verdaderos son los últimos segmentos del sistema de con­
ducción del aire que no tienen alveolos pulmonares en su pa­
red, se dividen para formar los bronquiolos terminales.
El sistema respiratorio desempeña la función orgánica
específica del pulmón por las superficies limitantes ínter­
cambiadoras de los gases. Sólo en estas regiones del apara­
to respiratorio el intercambio gaseoso es posible. El
revestimiento luminal mediante un epitelio respiratorio va
disminuyendo progresivamente en el transcurso de la rami­
ficación del árbol bronquial, para quedar constituido final­
mente por una sola capa de epitelio plano como células de
revestimiento (células de revestimiento alveolar).
Como continuación de Jos bronquíolos terninales se dife­
rencian en la ramificación final del árbol bronquial distintos

Fig. 8­31. Pulmones de un cerdo (visto dorsal), foto tomado por
J. Moierl, Munich.
Fig. 8·33. Molde de lo tróqueo y órbol bronquial de un perro (A) y de un cerdo (8) (visto ventral).
segmentos, a saber, los bronquíotos respiratorios, los con­
ductos alveolares, sáculos alveolares y los alveolos pul­
monares.
Los bronquiolos respiratorios se dividen en bronqufo­
los respiratorios de primero a tercer orden y forman dilata­
ciones o ensanchamientos parietales que están revestidos
por un epitelio aJveolar plano. Estos bronquíolos están bien
desarrollados co los carnívoros, ocasionalmente en el caba­
Pulmón 101
Fig. 8·32. Detalle del bronquio troqueo! y bronquios principales en un
pulmón de cerdo (visto dorsal), foto tomado por J. Moierl, Munich.
llo, y raras veces en el cerdo y en los rumiantes. Los conduc­
tos alveolares presentan regularmente nichos respiratorios,
se subdividen varias veces y desembocan en los alveolos.
Alrededor de 200 alveolos forman un saco alveolar con as­
pecto de racimo de uvas (figs. 8­34 y 8­35). Los alveolos es­
tán revestidos por una capa de células (neumocitos de tipo
l y de tipo Il) y se apoyan obre una membrana basal, tienen
a su cargo el intercambio gaseoso y están rodeados por una
l 02 8 Aparato respiratorio­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­
Bronquio con 16mino
de cortilogo
Vena
Intersticio
Parénquima
pulmonar con
alveolos pulmonares
Fig. 8·34. Corte histológico de un pulmón, mostrando un bronquio,
vena, porenquima e intersticio.
densa red capilar. En las superficies de contacto entre capila­
res y alveolos se produce en algunos sitios la fusión de am­
bas membranas basales. La totalidad de Ja estructura de los
alveolos por un lado y de los capilares por el otro forma la
barrera hematoaérea (sangre­aire). (Para más detalles
acerca de la estructura anatómica microscópica del pulmón
consúJtense libros de histología.)
Vascularización
A través del tronco pulmonar el pulmón está incluido en el
sistema vascular funcional del pequeño circuito pulmo­
nar (para más detalles véase cap. 12, "Órganos de la circu­
lación", pág. 167); por otra parte, este órgano recibe su
vascularización nutritiva a través del sistema vascular de la
arteria y la vena broocoesofágicas.
Las ramas del tronco pulmonar, las arterias pulmona­
res, llevan sangre venosa y se ramifican junto con las subdi­
visiones del árbol bronquial hasta llegar a los alveolos. A llf
lerminan en capilares que rodean a los alveolos en forma de
pequeños canastos. Hay aproximadamente 10 asas capilares
en cada alveolo. Las asas capilares cortas, conocidas como
"capilares de reposo", están permanentemente vasculariza­
das, mientras que los capilares más largos, denominados
"capilares de trabajo", tienen a su cargo una perfusión más
intensa sólo en caso de mayores necesidades de oxígeno.
Las venas pulmonares llevan sangre arterial ricamente
oxigenada hacia el atrio izquierdo del corazón.
Nódulos linfáticos
Los nódulos linfáticos del pulmón o nódulos linfáticos tra­
queobronquiales (Lymphonodi tracheobronchales) están
Soco olveolor
Alveolo del pulmón
Bronquíolo
respirolorio
Alveolo del pulmón
Conducto olveolor
Fig. 8·35. Corte histológico de un pulmón mostrondo los alveolos
pulmonares.
situados en la bifurcación de la tráquea (fig. 8­26 y sigs.). En
los animales que poseen un bronquio traqueal (Broncbus
trachealis) (rumiantes y cerdo) se encuentran nódulos lin­
fáticos traqueobronquiales craneales, nódulos linfáticos
traqueobronquiales derechos, nódulos linfáticos traqueo­
bronquiales izquierdos y nódulos linfáticos traqueobroo­
quiales medios. En los demás mamíferos domésticos faltan
los nódulos linfáticos traqueobronquiaJes craneales. En el
pulmón del bovino también existen nódulos linfáticos pul­
monares a lo largo de los bronquios principales.
Lo1> nódulos linfáticos del linfocentro pulmonar envían
la linfa hacia los nódulos linfáticos mediastínicos y desde
allí al conducto torácico.
Inervación
La inervación del pulmón es vegetativa. Las fibras simpá­
ticas del ganglio cervical medio y caudal (Ganglion cerví­
cothoracicum o estrellado) irradian hacia el mediastino y a
nivel de la base del corazón se unen con ramas parasimpáti­
cas del nervio vago para formar el plexo cardíaco, desde el
que parten fibras hacia el pulmón, para formar allí el plexo
pulmonar. El pulmón es pobre en fibras simpáticas. La
inervación vegetativa tiene a su cargo las glándulas bron­
quiales, los músculos de los bronquios y los vasos sanguí­
neos. Las fibras aferentes provienen de la mucosa bronquial
y de receptores de estiramiento.
Expresiones clínicas que derivan de nombres anatómi­
cos de la especialidad: rinitis, sinusitis, laringitis, laringos­
copia, laringostomía, Iaringotomía, hemiplejía laríngea.
bronquitis, broncoscopia, broncografía, bronconeumonía,
neumonía, pleuritis, etc.