Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La cirrosis por lo general, se presenta en pacientes con una enfermedad del hígado
crónica o prolongada. Se caracteriza porque el hígado presenta un cúmulo de
cicatrices, producto de las lesiones que van causando la enfermedad y que impiden
que el órgano pueda desarrollar sus funciones de forma óptima, como sí lo haría
cuando el tejido hepático está completamente sano.
Al producirse algún tipo de lesión en el hígado de una persona, ya sea por factores
externos (por ejemplo: el consumo excesivo de alcohol) o internos (como una
enfermedad), el propio órgano intentará autorrepararse, generando durante este
proceso una cicatrización. Mientras se prolongue la cirrosis sin que el hígado logre
sanearse, aumentará la cicatrización en el tejido hepático, ocasionado q ue realice
sus funciones con dificultad.
Causas de la cirrosis
Las principales causas que acarrean desarrollar la enfe rmedad de cirrosis hepática
tenemos:
Cansancio o fatiga del paciente sin haber realizado ninguna ac tividad que
la justifique.
Surgimiento con facilidad de hematomas en el paciente y hemorragias
nasales.
Manifestación de edemas o hinchazones de los tejidos blandos por
acumulación de líquido en especial del abdomen, piernas, pies y tobillos del
paciente.
Náuseas frecuentes.
Pérdida de peso no justificada.
Insuficiencia renal.
Ictericia o color amarillento en la piel y ojos.
Encefalopatía hepática por la incapacidad del hígado de eliminar las toxinas
presentes en el torrente sanguíneo del paciente.
Atrofia testicular en pacientes masculinos.
En ciertos pacientes, la cirrosis hepática puede desarrollar cáncer de
hígado.
Si sospechas que podrías tener una enfermedad hepática, como cirrosis, acude al médico.
Para reducir el riesgo de padecer cirrosis hepática, te recomendamos tener en cuenta las
siguientes recomendaciones que permitan cuidar tu hígado:
1. No exceder el consumo de bebidas alcohólicas. Si fuiste diagnosticado con algún
tipo de enfermedad hepática, evita el consumo de alcohol.
2. Tener una alimentación balanceada y sana que incluya el consumo de vegetales,
frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras o bajas en grasas. Limita las
frituras.