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Tema 3
Tema 3
1. La hipótesis 6
1.1. Definición 6
1.2. Tipos de estudio e hipótesis 7
1.3. Tipos de hipótesis 8
§Según el número de variables implicadas. 8
§Según la dirección esperada de la relación. 8
§Según el tipo de relación entre variables. 8
§Por su enunciado. 8
§Por su papel en la investigación. 9
Objetivos
• Plantear hipótesis y objetivos que resulten adecuados para dar respuesta al problema de investigación.
• Formular hipótesis coherentes con el marco teórico.
• Relacionar la formulación de hipótesis con el tipo de estudio.
• Distinguir los distintos tipos de hipótesis
• Formular los objetivos de la investigación.
• Comprender la importancia de planificar un buen diseño investigador
• Reconocer las diferencias entre la investigación experimental y la expost- facto
• Conocer y saber aplicar los principios de la investigación experimental.
Esquema de la unidad
Problema de investigación
COHERENTE CON
Formulación de hipótesis.
DE ACUERDO A:
• Según:
Alcance de la investigación.
Tipos de • Número de
hipótesis variables.
• Dirección de la
relación entre
Tipos de • Exploratorio. variables
estudio • Descriptivo. • Tipo de relación
• Correlacional entre variables.
• Explicativo • Enunciado
• Papel en la
investigación
Formular objetivos.
Transeccionales
Planificar No experimental
el diseño
Longitudinales Principios
(MAX_MIN_CON) y
subprincipios de la
investigación
Experimental Atendiendo a experimental
1. La hipótesis
1.1. Definición
Toda investigación comienza, tal como dijimos en el tema anterior, con un problema que se formula en términos
de interrogación. Este problema lleva implícito un tema y unas variables, acerca de los cuales es preciso
informarse a continuación, recopilando toda la información científica disponible. A esto se le llama el “estado de
la cuestión”.
Esta profundización en el tema lleva al investigador a formularse la o las hipótesis que posteriormente
contrastará. También tendrá en cuenta sus propias experiencias previas, que son sin duda las que lo/la han
llevado a plantear el problema. La formulación de hipótesis surge de este proceso analítico donde se integran la
experiencia y el análisis de fuentes documentales.
Las hipótesis son las respuestas provisionales dadas a la pregunta formulada en el problema. Esas respuestas no
necesariamente son verdaderas, expresan una relación que el investigador intuye que puede ser cierta, pero sólo
comprobará cuando lleve a cabo el proceso investigador. Sólo al final del mismo podrá decir si se confirman o
rechazan estas hipótesis. Si se confirma dirá que la hipótesis era verdadera, si no se confirma concluirá que es
falsa.
Las variables implicadas en las hipótesis pueden ser dos o varias, pero es conveniente no exceder un número de
variables ya que las relaciones entre ellas deben ser comprobables y contrastables. Ello implica que tienen que
referirse a una situación educativa real.
Palmar Santos, A. (2004) enuncia algunos de los elementos a tener en cuenta en la formulación de hipótesis, a
saber:
Según vimos, por su alcance los estudios pueden dividirse en cuatro tipos: Exploratorio, descriptivo,
correlacional y explicativo. Cuando planteamos el problema y escogemos las variables con las que vamos a
trabajar, estamos ya, de alguna manera, planteando el alcance que esperamos tenga nuestro estudio. No todos los
tipos de estudio requieren la formulación de hipótesis y la formulación de las mismas difiere según el alcance de
la investigación.
Hipótesis simple. Enuncia una relación de asociación o causalidad entre dos variables.
Ejemplo: “El nivel de ansiedad correlaciona negativamente con el resultado de los exámenes”.
Hipótesis compleja. Establece una relación de asociación o causalidad entre dos o más variables, sean estas
dependientes o independientes.
Ejemplos:
“La metodología inclusiva del profesor y la buena relación con los compañeros favorece el aprendizaje
del alumnado inmigrante” (Dos VI, Una VD)
“La metodología inclusiva favorece el clima de clase y el rendimiento del alumnado” (Una VI, Dos
VD)
Ejemplo: “El aprendizaje cooperativo favorece el rendimiento de los niños/as con dificultades para
aprender”.
Hipótesis no direccional.
Ejemplo: “El modelo educativo de la familia se relaciona con la autonomía y responsabilidad de los/as
adolescentes respecto a sus estudios”.
Hipótesis de asociación. Supone la relación entre dos o más variables que varían al mismo tiempo, sin postular
una relación de causa- efecto.
Ejemplo: “El consumo de drogas se relaciona con el nivel de ansiedad en los adolescentes”
§ Por su enunciado.
Hipótesis sustantiva. Se expresa en palabras una conjetura de la relación entre dos o más variables.
Ejemplo: “La educación sexual en la escuela no se relaciona con la violencia hacia las mujeres en la
edad adulta” o “La educación sexual en la escuela reduce la violencia hacia las mujeres en la edad
adulta”
La hipótesis sustantiva no puede ser sometida a prueba, para ello habría que traducirla a términos operacionales
y experimentales. La forma de someter a prueba las hipótesis sustantivas es por medio de hipótesis estadísticas.
Hipótesis estadísticas. Se expresan en términos estadísticos. Son las hipótesis que se ponen a prueba en la
investigación experimental.
Hipótesis nula: (Ho) Enuncia que no existe relación entre las variables.
Por ejemplo: “No existen diferencias significativas en el rendimiento en Ciencias Sociales en función
del nivel de comprensión lectora en alumnos/as de ESO”
Hipótesis de investigación (H1) Predice que existe un efecto de la variable independiente (VI) sobre la variable
dependiente (VD)
Por ejemplo. “La calificación media de los alumnos/as de ESO en Ciencias Sociales es
significativamente mejor en aquellos que poseen una mejor comprensión lectora” o “Existen
diferencias significativas en el rendimiento en Ciencias Sociales de los alumnos/as de ESO en función
de su nivel de comprensión lectora”
En los proyectos de investigación experimental suele formularse primero una hipótesis sustantiva y luego las
hipótesis estadísticas. En los proyectos no experimentales basta con la hipótesis sustantiva.
Los objetivos permiten concretar el tipo de estudio que se quiere realizar, las variables, así como la población
implicada y el contexto.
Los objetivos deben enunciarse con verbos en infinitivo que expresen búsqueda de conocimiento (Describir,
explorar, examinar, explicar, predecir, observar, evaluar…) Deben evitarse los verbos que denoten acción
(aplicar, proponer, programar, discutir…) ya que la acción se refiere a la posible aplicación de los resultados de
la investigación, lo cual es un momento posterior, en el caso de que se tratara de una investigación cuyos
resultados pudieran tener aplicación directa sobre la práctica. No debemos olvidar que también existe
investigación básica, cuyo objeto es la producción de teoría.
Puede plantearse un objetivo general recogiendo de algún modo lo expresado en la hipótesis, por ejemplo a la
hipótesis “El nivel de ansiedad se relaciona con el resultado en el examen de selectividad” podría corresponderle
un objetivo general del tipo “Verificar la relación entre el nivel de ansiedad y los resultados en el examen de
selectividad de estudiantes que acaba de terminar sus estudios de Bachillerato y aspiran a entrar en las
Universidades de Madrid” Como puede comprobarse en este objetivo se detallan tanto las variables implicadas
en la investigación, como la población objeto del estudio (estudiantes que terminan el bachillerato) y el contexto
donde se llevará a cabo (Madrid)
A continuación podrían formularse objetivos específicos o secundarios, que ampliarían y concretarían este
objetivo general, atendiendo también a la presencia de otras variables, por ejemplo “Comprobar la relación
existente entre el nivel de ansiedad y los resultados del examen según el sexo del/la estudiante”.
Por su parte Fortín, 1999, distingue tres tipos de objetivos, según la finalidad del estudio.
• Objetivos analíticos. Cuando la existencia de estudios previos y el conocimiento que se tiene del
objeto de estudio permite predecir el tipo de relación que se establecerá entre las variables. En este
caso el investigador puede introducir una variable independiente y prever la modificación que se
producirá en la VD. Por ejemplo: “Evaluar la eficacia del método interdisciplinar por proyectos en el
aprendizaje de los alumnos de 2º de ESO del colegio XX”.
La formulación de hipótesis y objetivos es parte del plan que el investigador ha ido esbozando para dar respuesta
a la pregunta o problema inicial y que se corresponde con el diseño más adecuado para conseguir el fin
propuesto. Ha llegado el momento de clarificar y concretar cuál es el tipo de diseño que mejor se adecuará a
estos objetivos.
El diseño incluye para este autor tanto el plan, como la estructura y la estrategia y define así estos conceptos:
El autor aclara que en la definición de estructura emplea el término paradigma en el sentido de “modelo”. No se
trata de los paradigmas de investigación que explicamos en el tema 1, pero Kerliger prefiere usar el término de
paradigma en este caso para quitarle al término modelo la connotación valorativa.
En estas definiciones aparecen algunos conceptos que requieren explicación previa para hacerlos comprensibles,
como el de las consecuencias operacionales de las hipótesis en la definición de plan o el control de la varianza en
la de diseño, pero primero conviene distinguir entre investigación experimental y no experimental.
El problema a investigar, el contexto, el tipo de estudio y las hipótesis planteadas van a condicionar el tipo de
diseño de la investigación. Estos diseños pueden ser no experimentales o experimentales.
• Tiene un enfoque retrospectivo. Analizan variables y hechos que ya ocurrieron. Por eso se conoce
también como investigación expost-facto.
• La observación de las variables se realiza en su contexto natural.
A continuación mostramos un esquema con los diferentes tipos de diseño aplicables a la investigación no
experimental.
Diseños Descriptivos.
transeccionales
Correlacionales/causales.
Diseños longitudinales
De análisis Analizan un grupo específico o
evolutivo. subpoblación.
Un ejemplo de diseño de tendencia sería estudiar la evolución de las preferencias en la elección de carrera de los
estudiantes que acceden a la universidad en primera convocatoria de los últimos cinco años. En este caso
bastaría con tener acceso a las opciones formuladas por los estudiantes en esos años y hacer una comparativa.
Como ejemplo de análisis evolutivo podríamos poner el estudio de la comprensión de los valores morales en los
niños/as desde los 6 a los 12 años. Para este diseño habría que elaborar un instrumento con dilemas morales y
anotar las respuestas que los niños/as dan a situaciones similares según la edad, cómo razonan las respuestas a
los problemas planteados.
Si fuera un diseño longitudinal de panel se estudiaría a los mismos niños/as a lo largo de esos años para ver
cómo sus respuestas a situaciones similares iban cambiando a medida que maduraban. En ambos casos, se
trataría de investigaciones de tipo cualitativo, por tanto, la muestra debería ser reducida, para facilitar el
seguimiento y el análisis de los datos.
§ Investigación experimental.
Por ejemplo, si intentamos verificar la relación entre “gusto por la lectura” y “comprensión lectora” en niños/as
de 7 años, podríamos plantearnos relacionar el número de libros leídos en vacaciones con la comprensión lectora
(mediante un test de comprensión lectora). Con seguridad comprobaríamos que los niños/as que han leído más
libros en sus vacaciones tienen una mejor comprensión lectora. Lo que no podríamos asegurar es si esta
comprensión se produce por haber leído más libros o por el contrario quien lee más libros es porque los
comprende mejor, es decir, que le gusta leer porque entiende mejor lo que lee.
En la investigación experimental se plantean problemas en los que se busca la comprobación de una relación
causa-efecto, por ejemplo qué método de enseñanza de la lectura (A ó B) favorece la comprensión lectora de los
niños/as de 7 años. Esta comprobación permitirá posteriormente que se aplique en la práctica el mejor método
por una parte, y por otra avanzar teóricamente cómo funciona el aprendizaje de la lectura a estas edades y que
elementos la favorecen. Al tratarse de una investigación experimental se requiere una mayor rigurosidad y un
diseño más elaborado donde se controlen las variables extrañas, por ejemplo que si el método A se aplica en un
grupo de alumnos/as y el B en otro, hay que garantizar que estos grupos sean homogéneos otras variables que
pudieran actuar como extrañas, o bien tenerlas controladas, por ejemplo que los mejores resultados del grupo en
que se aplica el método A no tengan un mayor nivel de inteligencia de estos respecto a los del grupo B, o que
tengan un nivel socio-económico mejor, o el nivel educativo de los padres/madres sea mayor, o un profesor/a
más interesado en el experimento o con más dotes pedagógicas... Cualquiera de estos factores podría hacernos
pensar que el método A es mejor que el B, cuando en realidad su efectividad se debe a otros factores.
Un buen diseño tiene en cuenta todas estas posibles variables intervinientes, pero también debe controlar la
varianza.
¿Qué es la varianza?
estas posibles variables deben ser controladas en el diseño del experimento, por ejemplo, que todos los sujetos
tengan la misma edad, que sus padres tengan una altura media similar, que sean del mismo sexo, etc.
En la investigación experimental este aspecto se denomina validez interna del diseño y es la que permite
asegurar que las variaciones en la VD dependen única y exclusivamente de la acción de la VI.
Evidentemente es más fácil asegurar lo primero que lo segundo porque en los experimentos con seres humanos
los factores intervinientes son tantos que es casi imposible controlarlos todos. Lo mismo ocurre en la
investigación educativa, social o psicológica.
Cuando decimos que los grupos tienen que ser equivalentes no estamos diciendo que tienen que ser “iguales” , lo
cual sería imposible, sino que las diferencias entre ellos no sean significativamente diferentes.
Hablamos de diferencias no significativas cuando se producen por azar y de diferencias significativas cuando no
se producen solamente por azar, lo cual hace pensar que “algo”, en el caso de una investigación donde se ha
manipulado la variable independiente, esa VI es la causante de esa diferencia.
Volviendo al ejemplo que poníamos sobre los dos métodos de aprendizaje de la lectura. Si los niños/as han sido
asignados a los grupos aleatoriamente, es de suponer que la varianza en ambos grupos es estadísticamente no
significativa al inicio del experimento. Si luego de aplicar en un grupo el método A y en el otro el método B
comprobáramos que la varianza se ha modificado tendríamos que afirmar que ha sido por efecto de la acción de
la VI, o sea el método.
La varianza es la dispersión de las medidas debida a múltiples factores, podríamos decir que en todos los grupos
existe una dispersión natural producida por las diferencias individuales de los sujetos debida principalmente a
variables atributivas (edad, sexo, grupo social, inteligencia…) Recordamos que las variables atributivas no
pueden ser manipuladas por el investigador, sólo pueden ser controladas.
La varianza experimental es la producida por los efectos de la VI o variable experimental, manipulada por el
investigador. Se la denomina también varianza sistemática.
“Si la variable independiente no varía substancialmente, resulta en extremo difícil separar su efecto de la
varianza total de la variable dependiente, gran parte de la cual se debe a la casualidad. Hay que darle a la
varianza de una relación la oportunidad de manifestarse por sí misma y de separarse de la varianza total, que es
una combinación de las varianzas derivadas de numerosas causas y del azar” (Kerlinger, 1981, p. 219)
De acuerdo a este subprincipio de la regla del MAX-MIN-CON Kerlinger enuncia la siguiente regla de
investigación (p.219)
Grupo 1 Grupo 2
Medida de interés por la lectura antes de empezar el experimento en los dos grupos.
Medida de interés por la lectura luego del Medida de interés por la lectura luego del
experimento experimento
El método A y el método B deben no debieran tener elementos comunes, siendo lo más diferentes posibles, en
tanto todos los otros factores tendrán que ser controlados para no obtener resultados espurios.
Pero, volviendo al ejemplo del método de animación a la lectura, el investigador tiene la posibilidad de trazar un
diseño que le asegure el máximo control de la varianza introduciendo otros elementos que piensa que pueden
afectar a la varianza total. Imaginemos que cuando el investigador está diseñando el experimento piensa que el
ambiente familiar puede influir en el aprovechamiento de los niños/as. Quizás los niños/as cuyos padres/madres
leen habitualmente se muestren más interesados por la lectura que aquellos en cuya familia apenas se lee. En ese
caso decide maximizar la varianza que se deba a la aplicación del método A, para ello pasa un cuestionario a las
familias a fin de conocer sus hábitos de lectura. Divide a las familias en dos grupos, los que tienen buenos
hábitos de lectura y los que no lo tienen. De ese modo el diseño elegido sería el siguiente:
Variable método
MÉTODO A MÉTODO B
El subprincipio es:
El subprincipio es:
Siempre que sea posible hacerlo, asígnense aleatoriamente los sujetos a los
grupos y condiciones experimentales, asimismo asígnense las condiciones y
otros factores a los grupos experimentales (Kerlinger, 1981, p. 220)
Si se piensa que la inteligencia puede ser un factor que influya puede introducirse en el diseño como otra
variable independiente, lo cual permitirá extraer de la varianza total de la VD la influencia atribuible a esta
variable.
El objetivo final de este control es no permitir la interferencia de una hipótesis rival o alternativa a la formulada
por el investigador. Esto se conoce con el nombre de validez interna.
La varianza de error es aquella producida por hechos fortuitos, no contemplados por el investigador. Los hechos
fortuitos tienden a compensarse entre sí, de manera que su media sea cero. De alguna manera el investigador
puede prever la varianza sistemática, en tanto la varianza de error es impredecible.
Esta varianza puede deberse a factores relacionados con las diferencias individuales de los sujetos, que no hayan
sido debidamente identificados y controlados por el investigador, o en la mayor parte de los casos se deben a
errores de medición.
Para evitarlo es necesario controlar en todo momento las condiciones en que se realiza el experimento para evitar
que en las mediciones influyan otros factores, como podría ser el cansancio de los sujetos.
Imaginemos que en una prueba pre-test y post-test tomamos la primera medición a media mañana, cuando los
sujetos están descansados, han desayunado hace poco y todavía falta para la hora de comer. Obtenemos unas
puntuaciones que esperamos mejoren con la aplicación de un método experimental. Aplicamos el método y
volvemos a pasar el mismo test, pero esta vez lo hacemos a última hora de la tarde, cuando los sujetos están ya
cansados, deseando terminar la jornada para irse a cenar a su casa. Es posible que en esta última puntuación no
podamos apreciar la eficacia del método (puede darnos puntuaciones iguales o incluso peores que en el pre-test.
La razón no tiene nada que ver con la VI (el método experimental), sino con la situación de los sujetos
participantes.
Otro tanto ocurriría por ejemplo si en una de las pruebas hiciera un calor o un frío excesivo en el aula donde se
pasa el test, o si momentos antes hubiera ocurrido una situación (un altercado o conflicto en el que estuvieran
implicados los participantes) y su estado de ánimo estuviera alterado por tal motivo. Para asegurar que la
varianza sistemática (la que procede de la acción de la VI sobre la VD) actúe es necesario minimizar al máximo
la varianza de error, tratando de que las condiciones en que se realiza el experimento no se vean influidas por
factores externos.
La varianza de error puede provenir también de un mal instrumento de medida. Imaginemos uno que cada vez
que se aplica a los mismos sujetos diera medidas diferentes. No sería un instrumento confiable, por tanto
produciría una mayor varianza de error.
La base de la estructura sobre la que operan ambos tipos de investigación es la misma. Se trata de probar que si
la variable independiente varía la variable dependiente variará también, según ambos pueden formular en sus
hipótesis sustantivas.
En la investigación ex post facto, con la misma hipótesis sustantiva, el investigador mide u observa la variable
independiente y antes, después o simultáneamente observa o mide la variación de la variable dependiente. La
estructura es la misma, pero el investigador no ejerce ningún control sobre la variable independiente, ni asigna
aleatoriamente a los sujetos. Puede probar la relación entre ambas variables pero con menos probabilidad de que
esta relación sea verdadera y no esté intermediada por otro tipo de variables.
Las variables independientes se expresan con la letra X. Las variables dependientes con la letra Y
• Grupo control. Es un grupo que siendo equivalente al grupo experimental no se somete a ninguna
manipulación de la variable X. Sirve como control de factores externos que pueden influir en los sujetos, por
ejemplo, el paso del tiempo. Si aplicamos un método de resolución de conflictos en el aula con niños/as de 5
años durante el curso escolar y comprobamos que a final de curso los conflictos se han reducido o modificado
positivamente, el grupo control nos servirá para determinar cuánto de esa variación se corresponde al método
y cuánto a la propia evolución de los niños/as, que a esas edades maduran rápidamente.
• Validez. Aunque este es un concepto que desarrollaremos en profundidad más adelante, durante todo el
proceso investigador es muy importante asegurar la validez en cada uno de los pasos que se vayan dando. En
este momento del desarrollo de un proyecto investigador, según lo que llevamos estudiado hasta ahora, ya
estaríamos en condiciones de asegurar dos tipos de validez:
• La validez teórica, surge de la coherencia entre la delimitación del problema investigador (a partir de
la revisión del contexto teórico) y la formulación de hipótesis experimentales.
Existe validez teórica cuando el problema de investigación y las soluciones planteadas son consistentes,
derivadas o relacionadas estrechamente con teorías aceptadas y bien establecidas (Fidalgo, 1999)
• La validez interna emerge de un buen plan investigador con un adecuado diseño del control de las
variables extrañas, la varianza y las condiciones del experimento.
La pregunta que plantea la validez interna es “¿Causó la manipulación experimental una diferencia realmente
significativa? Cualquier aspecto que afecte a los controles se convierte en un problema de validez interna
(Kerlinger, 1981)
• La generalizabilidad es importante sobre todo en la investigación aplicada porque se espera que sus
resultados puedan ser generalizados. No lo es tanto en la investigación básica porque su interés es comprobar
la relación entre variables y la causa de su relación.
Bibliografía
Campbell, D.T. y Stanley, J.C. (1966) Experimental and quasi experimental designs for research, Chicago, IL:
Ranf Mac Nally (Traducción española: Diseños experimentales y cuasi experimentales en la
investigación social (1973) Buenos Aires: Amorrortu.
Icart, M.T. (2000) Elaboración de un proyecto de investigación y una tesina. Barcelona: Edicions Universitat de
Barcelona.
Kerlinger, Fred (1981) Investigación del comportamiento. México DF: Ed. Mc. Graw Hill.
Palmar Santos, A. (2004) “Los fines de la investigación: hipótesis y objetivos” en Nure Investigación. Nº 4.
Abril