La agricultura tradicional es un legado que ha sido transmitido en generaciones.

A lo largo de los años, los agricultores han utilizado técnicas y prácticas

ancestrales para cultivar sus tierras y garantizar la producción de alimentos. En el
que normalmente se usan herramientas rudimentarias como pico, pala, oz etc.

Esta forma de agricultura se basa en la utilización de métodos naturales y

orgánicos. Los agricultores tradicionales conocen los ciclos naturales de las
plantas y se adaptan a ellos, respetando los tiempos de siembra, cosecha y
descanso de la tierra.

Además, la agricultura tradicional se caracteriza por el uso de semillas locales,

adaptadas al clima y suelo de cada región. Esto garantiza la diversidad de
cultivos.

También se han desarrollado técnicas de cultivo sostenibles, como la rotación de

cultivos y el uso de abonos orgánicos. Estas prácticas ayudan a mantener la
fertilidad del suelo y a prevenir enfermedades y plagas.

Sin embargo, Los avances tecnológicos y el uso de productos químicos han

llevado a la industrialización y la agricultura intensiva, dejando de lado las
prácticas ancestrales.

A pesar de esto, muchos agricultores siguen apostando por la agricultura

tradicional como una forma de preservar el medio ambiente, conservar la
diversidad genética y promover la producción de alimentos saludables.