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LA BIOQUÍMICA Y LOS SISTEMAS SENSORIALES

BIOQUÍMICA
INSTITUTO TÉCNICO Y CULTURAL CUINCACALLI
EST. VEGA ROMERO JAZMÍN
EST. HIGUERA ROMERO IVANA
EST. DUARTE MANRIQUEZ AUDREY
EST. OSUNA BURGOIN ALMA VALERIA
M.C JOSÉ VÍCTOR LÓPEZ FLORES
17/11/2023
Instituto Cultural Tecnológico Cuincacalli
“ICTEC”

Índice.

Introducción..............................................................................................................................2

Bioquímica y el sentido de la vista........................................................................................... 3

La bioquímica y el sentido del tacto......................................................................................... 4

La bioquímica y el sentido del olfato........................................................................................ 5

La bioquímica y el sentido del oído..........................................................................................6

La bioquímica y el sentido del gusto........................................................................................ 7

Conclusión............................................................................................................................. 10

Referencias bibliográficas...................................................................................................... 10

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Introducción.

El sistema nervioso debe recibir y procesar información sobre el mundo exterior a fin de
reaccionar, comunicarse y mantener el cuerpo sano y seguro. Mucha de esta información
proviene de los órganos sensoriales: los ojos, los oídos, la nariz, la lengua y la piel. Células
y tejidos especializados en estos órganos reciben los estímulos sin procesar y los traduce
en señales que el sistema nervioso puede utilizar. Los nervios transmiten las señales al
encéfalo, que las interpreta como imágenes (visión), sonidos (audición), olores (olfato),
gustos (gusto) y percepciones táctiles (tacto). (Body, s. f.)

Los sistemas sensoriales son conjuntos de órganos altamente especializados que permiten
a los organismos captar una amplia gama de señales provenientes del medio ambiente. Ello
es fundamental para que dichos organismos puedan adaptarse a ese medio.(Células y su
biología, s. f.)

La presencia crucial de la célula receptora destaca en cada sistema sensorial, ya que


desempeña el papel fundamental de transductor, convirtiendo la energía del estímulo en
señales comprensibles y manejables para el organismo, es decir, facilitando el
procesamiento de la información. Estas señales, específicas para cada modalidad sensorial,
son luego transportadas por vías nerviosas compuestas por haces de axones hasta llegar a
los centros nerviosos correspondientes. En estos centros, la información recibida
desencadena la sensación y, tras un análisis posterior, se origina la percepción.

En términos sencillos, los sistemas sensoriales, como la vista, el oído, el olfato, el gusto y el
tacto, funcionan gracias a procesos bioquímicos específicos.

Cuando experimentamos un estímulo sensorial, como ver una imagen, oler una fragancia o
sentir calor, estas experiencias están vinculadas a reacciones químicas a nivel molecular en
nuestro cuerpo.

Palabras clave. Sentidos, bioquímica, receptores, potencial de acción, reacciones


químicas, células.

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Bioquímica y el sentido de la vista.

La visión supone la captación de energía lumínica y su transformación en energía eléctrica,


para conducir hasta el cerebro la información recogida en el ojo, y la interpretación de la
misma para generar una percepción de las formas, los colores y los movimientos del
exterior.

La retina es la encargada de transformarlos estímulos luminosos en impulsos nerviosos,


que luego son transmitidos al cerebro por el nervio óptico para su integración.

Algunos procesos bioquímicos implicados en la vista son los siguientes:

Como fue mencionado anteriormente, en la retina del ojo, específicamente en los conos y
bastones, la luz incide sobre los pigmentos visuales, como la rodopsina. Este mismo evento
desencadena una serie de reacciones bioquímicas llamadas fototransducción, en el que se
convierte la señal lumínica, en señales eléctricas, que el sistema nervioso pueda interpretar.
Valga la redundancia, la retina es una de las áreas más metabólicamente activas del cuerpo
y requiere de la glucosa para obtener energía. Muchas células utilizan esta energía como
fuente principal de energía para mantener sus funciones.

Constantemente el ojo se encuentra expuesto a niveles realmente altos de luz y oxígeno,


motivo por el que a la larga, éste puede generar reacciones al oxígeno y causar estrés
oxidativo. La presencia de vitaminas como la vitamina C, E y otros compuestos ayudan a
proteger las células oculares de daños. Por ejemplo, la córnea está compuesta de un sinfín
de proteínas y enzimas que desempeñan un papel sustancial en la transparencia y
refracción de la luz.

● Colágeno: Proporciona estructura y fuerza


● Enzimas lisosomales: Reciclan componentes celulares dañados
● Proteoglicanos: Moléculas grandes que contienen cadenas de proteínas que
contribuyen a la hidratación y resistencia de la córnea

Además, las glándulas lagrimales producen una mezcla compleja de lípidos, proteínas y
electrolitos que contribuyen a la salud de la córnea.

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● Lípidos. Como los aceites, se encuentran en la capa externa de las lágrimas y


ayudan a prevenir la evaporación excesiva del líquido lagrimal. Esta capa lipídica es
crítica para mantener la superficie ocular lubricada y prevenir la sequedad.
● Proteínas. Son una parte importante de las lágrimas y desempeñan varios roles,
como mantener la estabilidad del líquido lagrimal y tener propiedades
antibacterianas y antivirales. Algunas de las proteínas presentes incluyen lisozima,
lactoferrina e inmunoglobulinas.
● Electrolitos. Las lágrimas contienen sales y minerales, como sodio, potasio y
cloruro, que ayudan a mantener el equilibrio osmótico y la homeostasis en la
superficie ocular.

La superficie ocular está estrechamente relacionada con células de acción inmunológica, ya


que es una zona del ojo que necesita ser protegida contra infecciones y daños

Comunicación entre células. La comunicación entre las células nerviosas y la retina y a lo


largo de las vías visuales se da por los neurotransmisores, los cuales se unen a receptores
en células postsinápticas generando respuestas eléctricas. Este proceso dinámico y
regulado es fundamental para la función visual y la transmisión de señales visuales al
cerebro.
Este intrincado sistema bioquímico garantiza la función visual adecuada y la salud ocular al
integrar procesos como la fototransducción, el metabolismo de la glucosa, la estructura de
proteínas y enzimas, así como el transporte y la composición de las lágrimas. Un equilibrio
preciso entre estos elementos es esencial para mantener una visión clara, cómoda y
saludable.

La bioquímica y el sentido del tacto.

El sentido del tacto es aquel que permite a los organismos percibir cualidades de los objetos
y medios como la presión, temperatura, aspereza o suavidad, dureza, etc. En el ser humano
se considera uno de los cinco sentidos básicos.(Tacto, s. f.)

El sentido del tacto se encuentra principalmente en la piel, mismo órgano en el que se


encuentra un gran número de receptores nerviosos que se encargan de transformar los
distintos tipos de estímulos del exterior en información susceptible de ser interpretada por el
cerebro.

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Estos receptores son principalmente:

● Corpúsculos de Meissner. Se encuentran en áreas sensibles como labios, yemas


de dedos, palma de mano y especialmente en zonas donde no hay pelo. Están
asociados con la capacidad de leer el lenguaje Braille o disfrutar de un beso,
permiten reconocer la zona del cuerpo tocada y permiten identificar la textura de los
objetos que actúan como estímulo. (TAYLOR, 2013)
● Células o discos de Merkel. Son terminaciones dendríticas expandidas, y muestran
respuesta a presión y tacto sostenidos. La presencia de filamentos intermedios,
desmosomas y la capacidad de sintetizar y liberar vesículas con cromograninas
sugiere una sofisticada maquinaria bioquímica destinada a la transducción de
señales táctiles y la comunicación con las terminales nerviosas para la percepción
sensorial.
● Corpúsculos de Pacini. Están ubicados en la zona profunda de la piel, sobre todo
en los dedos de las manos y de los pies, pero son poco abundantes. Se tratan de
dendritas encapsuladas rodeadas de tejido conectivo fibroso que detectan presiones
y deformaciones de la piel. Los estímulos de los corpúsculos de Pacini tienen poca
duración. (Sistemas sensoriales generales: tacto, dolor y temperatura, s. f.)
● Corpúsculos de Ruffini. Son terminaciones nerviosas constituidas por finas fibras
de colágeno, receptoras de calor que tienen forma alargada y se hallan distribuidas
en la dermis y en la región subcutánea.

● Corpúsculos de Krause. Presentes en la superficie de la dermis y sensibles al frío,


se ubican en especial en la lengua y los órganos sexuales. Son dendritas
ramificadas y encapsuladas en una cavidad con forma de bulbo.

La bioquímica y el sentido del olfato.

En el ser humano los olores brindan información sobre el medio ambiente, los alimentos,
animales y otras personas que influyen sobre su conducta alimenticia y social. Sus
receptores, denominados quimiorreceptores, son estimulados por las sustancias químicas

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presentes en el aire (odorantes o moléculas odoríferas) y las moléculas presentes en los


alimentos (moléculas gustativas), que una vez disueltas en el moco o la saliva, los
estimulan.

El sistema olfativo está sumamente especializado para diferenciar entre miles de


compuestos químicos y reconocer patrones complejos de olores basados en la
especificidad de los receptores olfativos y los procesos moleculares subyacentes.

Los receptores olfatorios son proteínas ubicadas en la membrana de las células olfativas.
Nosotros los humanos, contamos con miles de genes que codifican para diferentes tipos de
estos receptores olfativos que permiten detectar una amplia variedad de olores. Cuando una
molécula odorante se une a su receptor específico, se activa una proteína G (Proteína de
unión al nucleótido guanina) La activación de esta proteína lleva a la activación de la enzima
adenilato ciclasa, que convierte el ATP en AMPc actuando como un segundo mensajero que
amplifica las señales del olor, consecuentemente, se activan los canales iónicos en la
membrana celular, lo que permite la entrada de iones de calcio en la célula. Este flujo
contribuye a la generación de potenciales de acción en la célula olfativa.

Extraordinariamente, las células olfativas se adaptan naturalmente a estímulos constantes y


se regeneran continuamente a lo largo de nuestras vidas, permitiéndonos detectar un
amplio espectro de olores.

La bioquímica y el sentido del oído.

Casi todas las ondas sonoras son únicas. Por eso cada persona o cosa suena diferente.
Las ondas sonoras pueden ser agudas o graves, altas o bajas.

Cuando los oídos captan ondas sonoras, las convierten en mensajes que puede entender el
cerebro. La calidad con que son captadas y la claridad con que son enviadas al cerebro
dependen de lo bien que funcionen nuestros oídos. (¿Cómo funciona la audición?. . . y así
se pierde., 2022)

En el oído interno, las células ciliadas son esenciales para la detección de sonidos. Estas
células contienen estereocilios (Estructuras microscópicas que actúan en presencia de
vibraciones sonoras). Cuando estas estructuras realizan un movimiento permitiendo así el
paso del potasio siendo esta parte sumamente esencial para el funcionamiento continuo de

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las células ciliadas. La entrada y salida regulada de iones son aspectos clave de la
bioquímica del oído que garantizan la estabilidad de las señales auditivas.
Consecuentemente, se genera un potencial de acción que llega hasta los nervios cocleares
desencadenado justamente por los cambios eléctricos en las células ciliadas. En este paso,
se liberan algunos neurotransmisores como el glutamato que juega un papel crucial en la
transmisión de las señales auditivas, siendo también el neurotransmisor excitador más
rápido del sistema nervioso central.

En este punto, también participan los líquidos linfáticos (Endolinfa y perilinfa) teniendo como
función transmitir la señal sonora mecánica hasta las células ciliadas lograda mediante
complejas interacciones moleculares en las estructuras celulares, especialmente en los
estereocilios de las células ciliadas, además de participar en la transformación de la señal
sonora en un mensaje nervioso.

El órgano con el que oímos es el cerebro. Pero el cerebro no tiene capacidad para
comprender la realidad como es. En la cóclea se convierten las señales acústicas (energía
mecánica) en impulsos eléctricos capaces de ser interpretados por el SNC. También en la
cóclea se discriminan los distintos sonidos según su frecuencia, se codifican los estímulos
en el tiempo según su cadencia y se filtran para una mejor comprensión.

Los procesos bioquímicos en el oído también están implicados en la adaptación y


regulación de la respuesta auditiva. La capacidad de adaptarse a sonidos constantes y
ajustar la sensibilidad a diferentes niveles de intensidad sonora es crucial para mantener
una percepción auditiva eficiente.

La bioquímica y el sentido del gusto.

La sensación gustativa se produce por el estímulo de receptores específicos que están


distribuidos por la cavidad oral y su importancia radica en el hecho de que permita al
individuo seleccionar el alimento según sus deseos y a menudo según las necesidades
metabólicas de los tejidos en cuanto a determinadas sustancias nutritivas. (Morales, s. f.)

Para que los mecanismos del sentido del gusto funcionen adecuadamente es necesaria la
activación de un conjunto de células denominadas células receptoras del sabor (TCR por
sus siglas en inglés)

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Los botones gustativos presentes tienen forma de globo ligeramente alargados, miden entre
50- 60 micras de alto y de 30 a 70 micras de ancho, están formados por células epiteliales
modificadas que se extienden desde la membrana basal hasta la superficie externa del
epitelio. (Calderón, 2019)

En cada botón gustativo existen tres tipos celulares morfológicamente distinguibles:

● Tipo I:Funcionan como glía y presentan corriente iónicas implicadas en la


transducción de sabor salado.
● Tipo II: Poseen receptores para la transducción de dulce, amargo y umami (células
gustativas)
● Tipo III: Medían la transducción del sabor ácido.

La estimulación de los botones gustativos se produce por despolarización de las


membranas de sus células. La aplicación de una sustancia estimulante provoca una pérdida
del potencial de membrana, es decir, la célula gustativa se despolariza. La disminución del
potencial de membrana es aproximadamente proporcional al logaritmo de la concentración
de la sustancia estimulante. Esta variación del potencial de la célula gustativa es lo que se
conoce como potencial receptor para el gusto. (Morales, s. f.)

Sabor ácido. producen tal sabor debido a que generan iones de hidrógeno (H+) en
disolución. Existen canales a través de los cuales pasan protones, uno de ellos se bloquea
con amilorida y el otro no, la entrada de protones produce la despolarización de la célula
gustativa, ésta despolarización abre canales dependientes de voltaje para sodio lo que
produce potenciales de acción en la célula gustativa, esta despolarización en la superficie
basolateral, abre canales de calcio dependientes de voltaje, situados en la cercanía de las
vesículas sinápticas, el aumento en el calcio intracelular, libera el neurotransmisor que se
une a receptores ubicados en las neuronas aferentes gustativas.(Calderón, 2019)

Sabor dulce. Los alimentos que poseen un alto contenido de carbohidratos son percibidos
como dulces, por ejemplo, azúcares naturales como glucosa y sacarosa. Los receptores del
sabor dulce actúan a través de la gustducina que es una proteína G y el mecanismo de
transducción es vía cAMP en la que la adenilato ciclasa funge como proteína efectora: La
sustancia dulce se une a su receptor, causando un cambio conformacional en la proteína G,
que activa a su vez a la adenilato ciclasa catalizando la conversión de ATP en cAMP. El
cAMP activa a una proteína cinasa que fosforila y cierra los canales de K +. La
despolarización resultante abre los canales de Ca2 + dependientes de voltaje. (Calderón,
2019)

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Sabor umami. Proviene del idioma japonés y significa “sabor agradable, sabroso”. Existen
sólo dos aminoácidos que provocan la sensación gustativa de umami: el glutamato
monosódico y el aspartato en los seres vivos. Este sabor depende de la activación del
receptor del glutamato en los bulbos gustativos. Es un sabor sutil pero prolongado y difícil
de describir, provoca la salivación y estimula la garganta, el paladar y la parte posterior de la
boca.

Por sí mismo, umami no es agradable, pero realza el sabor de una gran cantidad de
alimentos, especialmente en presencia de aromas complementarios. El ejemplo más común
es el glutamato de sodio que se usa para darle un sabor agradable a diferentes
productos.(Calderón, 2019)

Sabor amargo. Al igual que el dulce, está producido casi en su totalidad por sustancias
orgánicas en vez de agentes químicos. Se piensa que son dos los tipos de sustancias que
producen fundamentalmente este sabor, los alcaloides y las sustancias orgánicas de
cadena larga que contienen nitrógeno. Se piensa que los receptores implicados en la
traducción del estímulo son similares a los del sabor dulce, aunque también se ha sugerido
que en la percepción del sabor amargo pueden intervenir canales iónicos y protónicos. El
conocimiento acerca de los mecanismos de producción de los sabores dulce y amargo aún
no está muy desarrollado pero se sabe que una sustancia puede cambiar su sabor de dulce
a salado con pequeños cambios en la estructura química. (Morales, s. f.)

Sensaciones relacionadas con el gusto.

● Sensación de Astringencia es táctil de sequedad, rugosidad y aspereza en los


tejidos de la boca. Esta sensación es debida a la interacción de los taninos con
proteínas de la saliva en la boca. (Peralta & Rivera, 2023)
● Sensación Refrescante se produce cuando ciertas sustancias químicas como el
mentol, cuando entran en contacto con los tejidos nasales u orales y estimulan
receptores específicos del gusto o del olor. (Peralta & Rivera, 2023)
● Sensación Picante es quemante y cortante, que inclusive produce irritación y
efectos lacrimógenos, ejemplo de ello es la capsaicina (chile), la alicina (ajo) y el
isotiocianato de alilo (mostaza). (Peralta & Rivera, 2023)

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Conclusión

Los sentidos humanos son una sinfonía sorprendente de respuestas sensoriales que nos
conectan con el mundo que nos rodea y moldean nuestra percepción de la realidad. La
bioquímica de la visión convierte la luz en señales eléctricas para percibir colores y formas,
mientras que la detección de olores y sabores involucra receptores especializados que
desencadenan respuestas únicas. Nuestros sentidos están estrechamente vinculados a
procesos moleculares y celulares.

Nuestra capacidad de sentir el tacto, percibir sonidos y distinguir olores no solo nos ayuda a
sobrevivir en nuestro entorno, sino que también enriquece nuestras vidas al brindarnos
experiencias sensoriales únicas y diversas. La bioquímica juega un papel fundamental en
este proceso, al regular la conversión de estímulos del entorno en señales que el sistema
nervioso puede interpretar.

La importancia de los sentidos va más allá de la simple recepción de estímulos; son los
elementos que dan color, textura y significado a nuestra vida. Preservar, disfrutar y
enriquecer nuestras experiencias sensoriales es fundamental para una vida plena y
satisfactoria.

Referencias bibliográficas.

● Acuñe, D. A. (1990). Bioquímica de la neurotransmisión en el oído interno de la rata

pigmentada. Universidad Nacional Autónoma de México.

● Body, V. (s. f.-b). Los cinco sentidos.

● Calderón, M. L. (2019). La bioquímica y fisiología del sabor. Revista de Educación


Bioquímica , 100-1104.
● ¿Cómo funciona la audición?. . . y así se pierde. (2022b, noviembre 17).

● Dr. Jesús García Ruiz-Otorrinoweb.com. (s. f.). Otorrinoweb - 04.1a.07 BIOQUÍMICA

DEL OÍDO INTERNO.

● Fisiología del olfato. (s. f.). McGraw Hill Medical.

● ÍNDICE. (s. f.).

● Levine, H. (s. f.). ¿De qué están compuestas las lágrimas? AARP.

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● Parra, C. P. (2004, enero). El ojo: un órgano inmunológicamente privilegiado. Ciencia

y Tecnología para la Salud Visual y Ocular.

● Peralta, R. C., Rivera, J. M. (15 de Noviembre de 2023). Universidad Veracruzana.


Obtenido de Universidad Veracruzana
● Sánchez, T. S. (s. f.). FISIOLOGÍA AUDITIVA. Hospital Universitario Río Hortera.

Valladolid.

● Sistemas sensoriales generales: tacto, dolor y temperatura. (s. f.-b). McGraw Hill

Medical.

● Taylor, J. M. (2013, 8 octubre). MODULACIÓN DE LA NOCICEPCIÓN MEDIANTE

CONDICIONAMIENTO TÉRMICO HETEROTÓPICO Y ESTIMULACIÓN

MAGNÉTICA ESPINAL REPETITIVA EN VOLUNTARIOS SANOS Y EN

PACIENTES CON LESIÓN MEDULAR. UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID

FACULTAD DE MEDICINA.

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