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Sistemas de calefacción con Fluidos Térmicos (1.

1)

El calentamiento por fluido térmico es un método indirecto de transferencia de calor


que implica el uso de un fluido líquido, como aceites térmicos, glicol o agua, Este
proceso es común en aplicaciones industriales que requieren calentamiento, aunque
algunos fluidos térmicos también pueden usarse para enfriamiento.

Descripción del proceso de calentamiento por fluido térmico en un sistema cerrado:

1. Fuente de calor: En primer lugar, se utiliza una fuente de calor para calentar el
fluido térmico. Esta fuente puede ser un quemador, una resistencia eléctrica u
otro dispositivo que genere calor. En general es una caldera pero se le llama
calentador si es que no implica un cambio de fase del fluido.

2. Transferencia de calor al fluido térmico: El calor generado por la fuente se


transfiere al fluido térmico. Este fluido, que puede ser un aceite térmico u otro
líquido, absorbe el calor y se calienta.

3. Bombeo del fluido térmico: Una vez que el fluido térmico se ha calentado, se
bombea a través de un circuito cerrado. La bomba impulsa el fluido caliente a
lo largo de tuberías hasta el punto donde se necesita el calor.

4. Transferencia de calor a los puntos de utilización: El fluido térmico caliente


llega a los puntos de utilización, que pueden ser tanques de almacenamiento,
intercambiadores de calor o cualquier otro dispositivo que requiera calor. En
este punto, el calor del fluido térmico se transfiere al proceso industrial o a
cualquier otra aplicación que se esté calentando.

5. Retorno del fluido térmico: Después de transferir calor a los usuarios finales,
el fluido térmico enfriado regresa al punto de partida a través del circuito
cerrado. Este ciclo se repite continuamente mientras se necesite calor en el
proceso.

Ventajas fluidos térmicos (1.2)

Ahorros operacionales y de mantenimiento: El fluido térmico, como los aceites


térmicos, reduce los costos operacionales y de mantenimiento al eliminar la necesidad
de tratamientos de agua y purgas.

Solo se requiere mantenimiento periódico en el calentador, en la bomba de


recirculación, en los sistemas de control y una revisión anual del aceite. No hay
trampas de vapor y el número de válvulas utilizadas en los sistemas es
sustancialmente menor.

El Fluido térmico no requiere ningún tratamiento especial y puede durar entre 10 y 12


años.

Mayor seguridad y flexibilidad: El fluido térmico opera a temperaturas más altas y a


baja presión en comparación con el vapor, lo que lo hace más seguro y flexible en
diversas aplicaciones industriales. Además, al no estar sometido a alta presión, los
sistemas se clasifican como equipos de calefacción, lo que simplifica los requisitos
legales y de seguridad.

Se pueden obtener temperaturas de operación altas (sobre 250ºC) en forma estable y


a muy baja presión en comparación con el vapor que, para alcanzar la misma
temperatura, requeriría de una Psat sobre los 40 bar.

Menor corrosión y vida útil prolongada del equipo: El fluido térmico es un líquido
lubricante no corrosivo, lo que reduce la corrosión en las calderas (calentador) y las
redes de tuberías, aumentando así la vida útil del equipo.

Control preciso de la temperatura y estabilidad: Con el fluido térmico, es posible


lograr un control preciso de la temperatura, lo que es especialmente ventajoso en
procesos industriales continuos que requieren alta estabilidad y precisión en la
regulación de la temperatura final del producto.

 El fluido térmico permite alcanzar un control de temperaturas finales con una


variación de aproximadamente ±1°C, mientras que con el vapor esta variación
puede ser del orden de ±10°C.

 El control preciso de la temperatura se logra mediante un sistema de válvulas


de tres vías. Estas válvulas regulan el flujo de fluido térmico hacia cada equipo
o punto de uso, asegurando que reciba la cantidad adecuada de calor para
mantener la temperatura deseada.

 Esto es debido a que los fluidos térmicos ofrecen un mayor control de


temperatura que el vapor de agua debido a su capacidad para transferir calor
de manera más eficiente y uniforme, operar a presiones más bajas y tener
puntos de ebullición más altos, lo que reduce la variabilidad en la temperatura
final. Además, los fluidos térmicos tienen una inercia térmica menor y una
expansión térmica más predecible, lo que les permite responder más
rápidamente a los cambios de temperatura y facilitar un control más preciso.

Ahorro de combustible: El uso de fluido térmico puede conducir a un ahorro de


combustible del orden del 15% ya que evita problemas como:

 Evaporación y purgadores: En los sistemas de fluido térmico, no hay


agua presente, lo que significa que no hay evaporación de agua en los
circuitos. Por lo tanto, no se requieren purgadores para eliminar el vapor
acumulado, ya que no hay vapor que condensar y eliminar del sistema.
Esto simplifica el diseño y la operación del sistema, reduciendo así la
necesidad de mantenimiento.

 Pérdidas de vapor flash: Las pérdidas de vapor flash ocurren en los


sistemas de vapor cuando el vapor de alta presión se convierte
repentinamente en vapor de baja presión al pasar por una válvula de
control u otro dispositivo similar. En los sistemas de fluido térmico, al no
haber vapor presente, se eliminan estas pérdidas de energía, lo que
contribuye a una mayor eficiencia energética del sistema.

 Cavitaciones en las bombas: La cavitación es un problema que ocurre en


las bombas cuando el líquido se vaporiza debido a una disminución
repentina de la presión creando burbujas que colapsan violentamente,
causando daños en la bomba. En los sistemas de vapor, las altas
temperaturas y presiones pueden causar cavitación en las bombas de
condensado, lo que daña su eficiencia y durabilidad. Sin embargo, en los
sistemas de fluido térmico, donde no hay vapor presente, se eliminan estos
problemas de cavitación en las bombas, lo que mejora su rendimiento y
vida útil.

 Purgas de fondo en calderas: En los sistemas de vapor, las purgas de


fondo se utilizan para eliminar las impurezas y sedimentos que se
acumulan en el fondo de las calderas. Estos sedimentos pueden causar
obstrucciones y reducir la eficiencia de la caldera. En los sistemas de fluido
térmico, al no haber agua presente, no se forman sedimentos ni impurezas
que requieran purgas de fondo, lo que simplifica el mantenimiento y
prolonga la vida útil del equipo.

CONSIDERACIONES AL SELECCIONAR UN FLUIDO TÉRMICO (1.3)

Temperatura máxima de utilización recomendada/Estabilidad térmica: Es crucial


elegir un fluido térmico con una temperatura máxima recomendada superior a la
temperatura esperada en el sistema. Esto garantiza un rendimiento óptimo y una vida
útil prolongada del fluido. La estabilidad térmica es la capacidad del fluido para
mantener una temperatura constante bajo diferentes condiciones, sin fluctuaciones
significativas.

Facilidad de bombeo a baja temperatura: Si el sistema operará a bajas


temperaturas, es necesario seleccionar un fluido térmico de baja viscosidad que pueda
bombearse fácilmente a temperaturas bajas. Esto es esencial para arrancar el sistema
sin problemas, especialmente después de paradas prolongadas.

Inflamabilidad y riesgos de incendio: Se debe considerar la inflamabilidad del fluido


térmico, ya que las fugas de vapor pueden ocurrir ocasionalmente. Es importante
seleccionar un fluido que tenga un punto de combustión seguro, especialmente si el
sistema opera en entornos donde pueden ocurrir fugas de vapor.

Presión de vapor: Algunas aplicaciones pueden requerir un rango de operación


amplio del fluido térmico, pero con una presión de vapor baja. La presión de vapor es
importante al seleccionar la bomba de circulación para evitar problemas de cavitación,
que pueden dañar el equipo y reducir su eficiencia.

Estas consideraciones ayudan a garantizar un funcionamiento seguro y eficiente del


sistema de transferencia de calor, minimizando los riesgos de problemas operativos y
de seguridad.
Los fluidos térmicos son sustancias utilizadas para transferir calor en sistemas de
calefacción, refrigeración, Estos fluidos deben tener propiedades específicas que les
permitan transportar calor de manera eficiente y segura a través de un sistema.
Algunas características deseables de los fluidos térmicos incluyen un alto punto de
ebullición, baja viscosidad, estabilidad química y una capacidad de transferencia de
calor eficiente.

La elección del fluido térmico depende de las condiciones de operación del sistema,
las temperaturas requeridas y las propiedades específicas necesarias para el proceso.

1. Alto punto de ebullición:

 Rango de temperatura de operación: Un fluido térmico con un alto


punto de ebullición puede operar a temperaturas más elevadas sin
evaporarse, lo que es esencial para aplicaciones de alta temperatura,
como en procesos industriales o sistemas de generación de energía.

2. Baja viscosidad:

 Facilidad de flujo: Una baja viscosidad permite que el fluido fluya con
mayor facilidad a través del sistema, reduciendo la resistencia al flujo y
minimizando las pérdidas de energía por fricción.

3. Estabilidad química:

 Vida útil prolongada: La estabilidad química asegura que el fluido no


se degrade ni reaccione de manera adversa con los componentes del
sistema, lo que prolonga la vida útil del fluido térmico y reduce la
necesidad de cambios frecuentes.

4. Capacidad de transferencia de calor eficiente:

 Eficiencia térmica: Una capacidad de transferencia de calor eficiente


significa que el fluido puede absorber y transportar el calor de manera
efectiva, mejorando la eficiencia del sistema. Esto es crucial para
procesos industriales, sistemas de calefacción y refrigeración, así como
en la generación de energía

Algunos ejemplos de fluidos térmicos son:

Agua:

Ventajas:

 Es abundante y económicamente accesible.

 Tiene una alta capacidad calorífica, lo que significa que puede


almacenar y transportar grandes cantidades de calor.

 Es un fluido térmico eficiente en términos de transferencia de calor.

Desventajas:
 Su punto de congelación es relativamente alto (0°C), lo que limita su
uso en sistemas que operan a bajas temperaturas.

 Puede causar daño si se congela dentro del sistema, ya que el agua se


expande al congelarse, lo que puede dañar tuberías y componentes.

Aceites térmicos:

Ventajas:

 Tienen puntos de ebullición más altos que el agua, lo que los hace
adecuados para aplicaciones de alta temperatura.

 La baja viscosidad de algunos aceites térmicos facilita el flujo a través


del sistema.

 No se congelan a temperaturas típicas de funcionamiento.

Desventajas:

 Algunos aceites térmicos pueden ser inflamables, lo que puede


representar un riesgo de seguridad.

 La degradación térmica con el tiempo puede reducir su vida útil.

 Pueden ser más costosos que otras opciones.

Glicol:

Ventajas:

 El uso de mezclas de agua y glicol reduce el punto de congelación, lo


que es beneficioso para sistemas que operan en condiciones frías.

 Mejora las propiedades de transferencia de calor y la eficiencia del


sistema.

Desventajas:

 Aunque es menos inflamable que algunos aceites térmicos, aún puede


presentar riesgos de seguridad.

 La degradación química con el tiempo puede ser un problema.

Sal fundida:

Ventajas:

 Pueden operar a temperaturas extremadamente altas, lo que las hace


adecuadas para procesos industriales de alta temperatura.

 Tienen una alta capacidad térmica y conductividad térmica.


Desventajas:

 Las sales fundidas pueden ser corrosivas y agresivas para algunos


materiales.

 Pueden ser más costosas y difíciles de manejar en comparación con


otras opciones.

 La alta temperatura puede requerir materiales y componentes


especializados.

La elección del fluido térmico depende de las condiciones específicas del sistema, las
temperaturas de operación, los requisitos de seguridad y los costos asociados.

TIPOS DE FLUIDOS TÉRMICOS (1.4)

Los fluidos térmicos de calor pueden clasificarse según su estructura química en tres
tipos principales:

1. Aceites sintéticos: Se obtienen a través de procesos químicos y se dividen en


dos subgrupos principales: de gama media y de alta gama. Estos aceites
sintéticos, también conocidos como aromáticos (consisten en estructuras a
base de benceno), tienen un amplio rango de temperatura de funcionamiento,
generalmente desde -20°C hasta 400°C.

2. Aceites minerales: Proceden del refino convencional del petróleo y consisten


principalmente en hidrocarburos parafínicos y/o nafténicos. Se les añaden
aditivos para mejorar sus propiedades, como bajas viscosidades y resistencia a
la oxidación. Tienen un rango de operación típico de -10°C a 315°C.

Sintético o mineral se relaciona con el método de obtención del componente


principal del fluido térmico, el aceite base

3. Otros tipos, incluidas las siliconas: Esto incluye fluidos a base de silicona y
fluidos híbridos de glicol. Se utilizan principalmente en aplicaciones
especializadas donde se requiere compatibilidad con el producto en caso de
fugas del intercambiador de calor.

La elección entre estos tipos de fluidos térmicos depende de varios factores, como la
temperatura de servicio, compatibilidad con el producto, eficiencia de transferencia de
calor, estabilidad a altas temperaturas, costo y consideraciones ambientales. En
general, los aceites sintéticos ofrecen una mejor eficiencia y estabilidad a altas
temperaturas, mientras que los aceites minerales tienen un costo más bajo y pueden
ser más amigables con el medio ambiente.

La selección del tipo de fluido térmico adecuado se basa en los requisitos específicos
del proceso y los objetivos de mejora deseados, priorizando los criterios más
importantes para la aplicación particular.
SISTEMA DE FLUIDO TÉRMICO (1.5)

1. Calentador (caldera): Este componente se encarga de calentar el fluido


térmico para que pueda transferir calor al proceso industrial o aplicación
específica. Puede funcionar mediante combustión de gas, combustible líquido o
electricidad.

2. Bombas de recirculación: Las bombas se utilizan para recircular el fluido


térmico a través del sistema, asegurando que llegue a todas las áreas que
requieren calentamiento de manera eficiente y continua.

3. Tanque de expansión: Este tanque permite la expansión y contracción del


fluido térmico debido a las variaciones de temperatura durante el
funcionamiento del sistema. También puede incluir un intercambiador de calor
y un desaereador para eliminar el aire y garantizar un funcionamiento óptimo
del sistema.

4. Tanque de rebalse (opcional): Este tanque se utiliza para almacenar el fluido


térmico adicional en caso de que el sistema experimente una sobrecarga o
exceso de fluido.

Es importante destacar que los fluidos térmicos o aceites térmicos no deben entrar en
contacto con el oxígeno del aire, especialmente a elevadas temperaturas, ya que esto
puede provocar la oxidación del fluido. La oxidación puede degradar la calidad del
fluido y reducir su vida útil, lo que puede afectar el rendimiento y la eficiencia del
sistema de transferencia de calor.
Proceso en un sistema de calefacción cerrado con fluidos térmicos, considerando los
componentes mencionados:

Bomba: La bomba es responsable de circular el fluido térmico a través del sistema.


Cuando se activa, la bomba impulsa el fluido térmico desde el tanque de expansión a
través del calentador y luego a la línea de mando y consumo. Su función es asegurar
que el fluido térmico circule de manera continua por todo el sistema.

Calentador: El calentador es el componente encargado de calentar el fluido térmico a


la temperatura deseada. Puede ser un intercambiador de calor, donde el fluido térmico
se calienta mediante la transferencia de calor desde una fuente externa, como una
resistencia eléctrica o un quemador de combustible. A medida que el fluido térmico
pasa a través del calentador, su temperatura aumenta.

Línea de mando y consumo: Esta línea distribuye el fluido térmico caliente desde el
calentador a los diferentes puntos de consumo en el sistema de calefacción, como
radiadores, bobinas de fancoil, o cualquier otro dispositivo de transferencia de calor. El
fluido térmico cede calor a estos dispositivos, ayudando a calentar el espacio o
proporcionar calor para procesos industriales, dependiendo del uso del sistema.

Línea de retorno: Después de haber cedido calor a los puntos de consumo, el fluido
térmico enfriado regresa a través de la línea de retorno al calentador para ser
recalentado nuevamente. En esta línea, el fluido térmico puede haber disminuido su
temperatura debido a la transferencia de calor a los dispositivos de consumo.

Tanque de expansión: El tanque de expansión es un componente importante para


compensar los cambios de volumen del fluido térmico debido a las variaciones de
temperatura. Cuando el fluido térmico se calienta, se expande y parte de él se
desplaza hacia el tanque de expansión para mantener una presión estable en el
sistema. Cuando el fluido se enfría, puede regresar al sistema desde el tanque.

Compensación de cambios de volumen: Cuando el sistema de calefacción está


en funcionamiento y el fluido térmico se calienta, se expande, lo que puede
aumentar la presión dentro del sistema. Para evitar que esta presión aumente
demasiado, parte del fluido térmico caliente se desplaza hacia el tanque de
expansión. El tanque de expansión actúa como un amortiguador,
proporcionando un espacio adicional donde el fluido térmico puede expandirse
sin elevar significativamente la presión en el sistema.

Mantenimiento de la presión estable: El tanque de expansión está diseñado


para mantener una presión estable en el sistema de calefacción. A medida que
el fluido térmico se expande y se desplaza hacia el tanque de expansión, la
presión en el sistema se mantiene dentro de los límites seguros. Esto es crucial
para garantizar un funcionamiento seguro y eficiente del sistema de
calefacción.

Retorno del fluido térmico enfriado: Cuando el fluido térmico se enfría, parte de
él puede regresar al sistema desde el tanque de expansión para reemplazar el
volumen que se expandió anteriormente. Esto asegura que el sistema siempre
tenga la cantidad adecuada de fluido térmico para funcionar correctamente,
independientemente de las fluctuaciones de temperatura.

Tanque de rebalse: Este tanque está diseñado para recibir cualquier exceso de fluido
térmico que pueda producirse debido a cambios en la presión del sistema. Evita que el
sistema se sobrecargue o se dañe debido a la expansión excesiva del fluido térmico.

Cuando el fluido térmico se expande en el tanque de expansión, esto puede aumentar


la presión en el sistema. El tanque de expansión está diseñado para absorber este
aumento de volumen del fluido térmico sin aumentar significativamente la presión en el
sistema. Sin embargo, en ciertas situaciones, como cambios bruscos de temperatura o
presión, el volumen de fluido térmico puede exceder la capacidad del tanque de
expansión para manejarlo adecuadamente.

Es en este punto donde entra en juego el tanque de rebalse. Si el tanque de expansión


no puede contener todo el exceso de fluido térmico, el exceso se desplaza hacia el
tanque de rebalse. El tanque de rebalse está diseñado para recibir este exceso de
fluido térmico de manera segura, evitando así que la presión en el sistema aumente a
niveles peligrosos.

En resumen, el tanque de expansión absorbe la mayor parte de la expansión del fluido


térmico, pero el tanque de rebalse actúa como una salvaguarda adicional para
gestionar cualquier exceso repentino que pueda ocurrir. Trabajar juntos, estos dos
tanques ayudan a mantener la presión del sistema dentro de límites seguros, evitando
así daños y asegurando un funcionamiento estable del sistema de calefacción con
fluidos térmicos.

En resumen, en un sistema de calefacción con fluidos térmicos, la bomba circula el


fluido térmico caliente desde el calentador hacia los puntos de consumo, donde cede
calor, y luego el fluido térmico enfriado regresa al calentador a través de la línea de
retorno. El tanque de expansión y el tanque de rebalse ayudan a mantener la presión
adecuada y gestionar cualquier exceso de fluido térmico en el sistema.

CALENTADORES (1.6)

1. Hay calentadores eléctricos y que combustionan hidrocarburos;

2. Horizontales o verticales, dependiendo del espacio disponible para la instalación del


mismo

Eléctricos

La fuente de calor son resistencias eléctricas distribuidas dentro del cuerpo del
calentador. El cuerpo o cámara de presión de estos calentadores está formada por un
cilindro de acero con sus respectivas tapas. Características de estos calentadores:

• Pequeñas capacidades

• Aplicaciones donde no puede haber combustión, por ejemplo ambientes explosivos,


minas, laboratorios

Con serpentín

Son los más comúnmente utilizados. Utilizan hidrocarburos como fuente de calor. El
aceite circula dentro de un serpentín helicoidal dentro del cuerpo del calentador,
mientras que la llama se encuentra en el centro, permitiendo el intercambio térmico.
Estos calentadores pueden ser horizontales o verticales, dependiendo del espacio
disponible.

 Los calentadores verticales ocupan menos espacio, mientras que los


horizontales ocupan más.
 Tienen un rendimiento térmico de aproximadamente 83-87%.
Ademas se debe considerar

 Tipo de bomba de recirculación: La selección del tipo de bomba de


recirculación (enfriada por aire o por agua) depende principalmente de la
temperatura de trabajo del sistema. Las bombas enfriadas por aire pueden ser
más adecuadas para temperaturas más bajas, mientras que las bombas
enfriadas por agua pueden ser preferibles para temperaturas más altas. Esta
elección garantiza un funcionamiento eficiente y una vida útil prolongada de la
bomba en el sistema de fluido térmico.

 Tipo de tanque de expansión: La selección del tanque de expansión también


depende de la configuración de la instalación. Si el tanque puede ubicarse en
el punto más alto de la instalación, puede ser atmosférico, lo que significa que
no necesita un manto de nitrógeno. Sin embargo, si el tanque no puede
ubicarse en el punto más alto, puede requerir un manto de nitrógeno para
mantener la presión adecuada en el sistema. Esta selección asegura un
funcionamiento adecuado del sistema de expansión y contracción del fluido
térmico durante los cambios de temperatura.

El tanque de expansión es crucial para permitir la expansión y contracción del fluido


térmico a medida que cambia la temperatura. Cuando el fluido se calienta, se expande
y necesita un lugar para expandirse sin generar una presión excesiva en el sistema.
Del mismo modo, cuando el fluido se enfría, se contrae, y el tanque de expansión
proporciona espacio para que esto ocurra sin crear un vacío en el sistema.

 Además, en los sistemas de fluido térmico, las redes de tuberías del aceite y
los elementos mecánicos de transferencia de calor, como los intercambiadores,
son más simples y económicos en comparación con los sistemas que trabajan
bajo presión o están expuestos a corrosión. Esto se debe a que los fluidos
térmicos no están sujetos a presiones excesivas ni a corrosión, lo que
simplifica el diseño y reduce los costos de mantenimiento del sistema.

CAÑERIAS (1.7)
1. Selección de tuberías: Se recomienda utilizar cañerías de acero al carbono
sin costura, como ASTM A-52 y ASTM A-106, debido a su resistencia y
durabilidad. No se deben utilizar cañerías de cobre ni aleaciones de cobre, ya
que pueden promover la oxidación del aceite térmico y la formación de barro.
Tampoco se deben usar fundiciones de hierro debido a son propensas a
fracturarse.

2. Dimensionamiento del equipo: El calentador se selecciona en función de la


potencia de calor requerida y la temperatura de operación del sistema. La
bomba de recirculación se dimensiona según el flujo necesario en el sistema y
la presión mínima requerida para vencer las pérdidas en los equipos y líneas
de distribución. El tamaño del tanque de expansión se determina según la
cantidad total de aceite en el sistema para proporcionar el volumen de
expansión adecuado.

3. Selección del aceite térmico: Se deben considerar varios factores al


seleccionar el aceite térmico para altas temperaturas, como la materia prima
básica, toxicidad, temperatura de película recomendada, punto de inflamación,
punto de combustión, coeficiente de expansión térmica y presión de vapor.
Estos factores afectan la seguridad y eficiencia del sistema.

4. Operación del calentador: Para mejorar la transferencia de calor y prolongar


la vida útil del aceite, se recomienda mantener un flujo turbulento y constante
en las superficies de calefacción del calentador (2-3,5 m/s) . Es importante
asegurar un caudal continuo a través del calentador, lo cual se puede lograr
mediante una válvula de presión constante y una línea de derivación (by-pass).

TANQUE EXPANSION (1.8)

El tanque de expansión en un sistema de fluido térmico consta de varios componentes


importantes:
1. Intercambiador de calor: Ubicado en la parte inferior del tanque, su función es
asegurar que el aceite más frío se dirija a la sección de expansión del tanque
para evitar la captura de oxígeno por parte del aceite.

2. Desaereador: También ubicado en la parte inferior del tanque, su objetivo es


eliminar cualquier remanente de oxígeno del aceite para evitar la oxidación.
Los elementos gaseosos se extraen mediante un tubo de venteo hacia la
atmósfera.

3. Cámara de expansión: Es la sección del tanque destinada a acomodar el


aumento de volumen del aceite térmico debido al calentamiento. Debe
dimensionarse adecuadamente para evitar derrames por rebalse.

El funcionamiento del tanque de expansión implica varios pasos:

 El aceite térmico ingresa en la zona inferior del tanque (cámara de desairacion)


de manera tangencial , donde se desairea mediante una circulación que libera
el aire y los vapores gracias a la fuerza centrífuga.

 Los elementos gaseosos son extraídos y ventilados hacia la atmósfera (tubo


venteo).

 Una vez desaireado, el aceite térmico se dirige a la sección de expansión del


tanque, donde se permite que se expanda.

 Antes de ingresar a la cámara de expansión, se produce un enfriamiento inicial


del aceite en una segunda zona del tanque para evitar que ingrese con una
temperatura muy alta.

Es importante mantener un nivel mínimo de aceite en el tanque durante la inactividad


del sistema (en frio) para conservar su estanqueidad. Este nivel mínimo garantiza
espacio suficiente para la expansión del aceite, lo cual está relacionado directamente
con el volumen total de aceite en el sistema completo.

Existen dos tipos principales de tanques utilizados en sistemas de fluido térmico:


Atmosféricos: Son tanques abiertos al ambiente y no están presurizados (mas
económicos). Se utilizan cuando:

 El tanque puede ubicarse en el punto más alto de la instalación para


evitar rebalses.

 Están instalados bajo techo.

 La presión de los vapores del aceite térmico a temperatura de


operación es menor que la presión atmosférica.

Sellados: Si alguna de las condiciones mencionadas anteriormente no se cumple,


entonces se requiere un tanque sellado, el cual debe estar normado para ser sellado
con un manto de nitrógeno. Esto garantiza que el sistema mantenga una presión
interna controlada y evita fugas o contaminación del aceite térmico.

 Si la presión en los tanques de expansión es demasiado baja, puede resultar


en un flujo inadecuado de fluido térmico a través del sistema. En este caso, la
bomba puede tener dificultades para mantener el flujo requerido, lo que puede
afectar la eficiencia del sistema de calefacción.

 Por otro lado, si la presión en los tanques de expansión es demasiado alta,


puede provocar un exceso de presión en el sistema, lo que puede dañar
componentes como las tuberías, los radiadores u otros dispositivos de
calefacción. Esto puede afectar la capacidad de la bomba para circular
eficientemente el fluido térmico a través del sistema.

BOMBAS DE RECIRCULACION (1.9)

La bomba de recirculación en un sistema de fluido térmico es una bomba centrífuga


diseñada para impulsar el aceite térmico a través de todo el sistema. Debe
dimensionarse correctamente para garantizar el flujo de aceite necesario tanto para los
usuarios como para el calentador de aceite, superando las pérdidas de presión en todo
el sistema.

Una bomba centrífuga es un tipo de bomba hidráulica que funciona conviertiendo la


energía mecánica del motor en energía cinética del líquido, aumentando su presión y
velocidad para transportarlo a través del sistema.

El funcionamiento básico de una bomba centrífuga se puede describir de la siguiente


manera:

1. Impulsión del líquido: El líquido entra en la bomba a través de la entrada,


conocida como la succión. La bomba puede tener una o varias entradas
dependiendo del diseño y la aplicación.
2. Rueda o impulsor: Una vez que el líquido entra en la bomba, pasa a través de
un dispositivo rotativo llamado impulsor o rueda. El impulsor está montado en
un eje que es accionado por un motor, como un motor eléctrico.

3. Movimiento centrífugo: A medida que el impulsor gira, genera una fuerza


centrífuga que hace que el líquido sea arrojado hacia afuera, desde el centro
del impulsor hacia los bordes exteriores del mismo.

4. Aumento de la presión: Este movimiento centrífugo aumenta la velocidad y la


presión del líquido a medida que sale del impulsor. Esto crea una zona de baja
presión en el centro del impulsor y una zona de alta presión en los bordes
exteriores.

5. Salida del líquido: El líquido de alta presión sale del impulsor y es expulsado a
través de la salida de la bomba, conocida como la descarga. Desde allí, el
líquido es transportado a través de tuberías hacia su destino final, como un
tanque de almacenamiento, un sistema de enfriamiento, o cualquier otro lugar
donde se necesite.

Existen dos tipos principales de bombas de recirculación:

Enfriadas por aire:

 Son económicas y adecuadas para temperaturas de aceite térmico


inferiores o iguales a 315 ºC.

 Tienen sellos mecánicos lubricados por el aceite térmico y requieren


lubricación periódica.

 La temperatura ambiente del área donde se instalan no debe exceder


los 38 ºC.

Enfriadas por agua:

 Se utilizan para temperaturas de aceite térmico superiores a 315 ºC.

 Requieren una aceitera para lubricación continua.

 Son más costosas que las enfriadas por aire y necesitan una línea de
suministro de agua con un flujo específico y presión mínima.( 0.15-0.3
l/s a 4,5 °C a un mínimo de 2,85 bar.)

Una vez seleccionado el equipo y el fluido adecuados, es importante seguir las normas
de instalación, que incluyen la selección de un área con suficiente espacio y
ventilación, un piso capaz de soportar el peso del equipo, el uso de tuberías
apropiadas, uniones soldadas o con brida, y un correcto aislamiento. Se debe
implementar un programa de mantenimiento preventivo basado en las
recomendaciones del fabricante para garantizar el funcionamiento óptimo del sistema
a lo largo del tiempo.
DIMENSIONAMIENTO DEL SISTEMA DE FLUIDO TÉRMICO (1.10)

Este proceso implica varias etapas para determinar si se requiere el uso de fluido
térmico y cómo seleccionar el equipo necesario:

Determinación de la necesidad de fluido térmico:

 Se evalúa si la temperatura necesaria para el proceso es superior a 180


°C (equivalente a Tsat en vapor de agua 8,5 bares), lo que indica la
viabilidad del uso de fluido térmico en lugar de calderas de vapor más
costosas y peligrosas.

 En la práctica industrial, se considera el uso de fluido térmico para


temperaturas de sistema superiores a 190 °C, ya que las calderas de
vapor requerirían presiones de diseño mayores a 14 bar, lo que resulta
costoso y peligroso.

Selección del calentador y del volumen de expansión:

 Se dimensiona el calentador según el requerimiento térmico del sistema


utilizando la fórmula de carga de calor, teniendo en cuenta pérdidas
estimadas en el sistema (asumir pérdidas entre el 15 y 20%.), además
se debe tener en cuenta el flujo requerido por el sistema

 Se calcula el volumen de expansión necesario para el tanque de


expansión, considerando el coeficiente de expansión térmica del fluido,
la temperatura máxima de operación, el volumen del fluido en el
sistema a temperatura ambiente y la temperatura ambiente. En caso
contrario se utiliza el tamaño recomendado por el fabricante.

El volumen de expansión necesario es el espacio dentro del tanque de expansión que


permite la diferencia entre el nivel inicial de llenado (suficiente para activar el
interruptor de bajo nivel) y el nivel máximo de llenado para evitar rebalses, con el
objetivo de garantizar la seguridad y el correcto funcionamiento del sistema.
El volumen de expansión necesario dentro del tanque es el espacio que se deja
disponible para que el fluido térmico se expanda cuando se calienta. Esto es
importante para evitar que el tanque se desborde cuando el fluido se calienta y ocupa
más espacio.

Selección de la bomba de recirculación:

Seleccionar la bomba de recirculación adecuada para el aceite térmico implica


considerar algunos puntos importantes:

Flujo de aceite térmico requerido: Se debe determinar cuánto aceite térmico se


necesita en el sistema y cuál es el máximo recomendado para el calentador. En la
mayoría de los casos, el máximo recomendado para el tamaño del calentador es
suficiente.

Presión necesaria: Es necesario asegurarse de que la bomba pueda generar


suficiente presión en el aceite térmico para vencer las pérdidas de presión en el
sistema. Por lo general, una presión de alrededor de 3,8 bar es adecuada.

Temperatura máxima: Dependiendo de la temperatura máxima a la que operará el


aceite térmico, se seleccionará el tipo de bomba:

 Si la temperatura máxima es igual o inferior a 315 °C, se utilizará una bomba


enfriada por aire.
 Si la temperatura supera los 315 °C, se necesitará una bomba enfriada por
agua.
 En ambos casos, se empleará una bomba centrífuga diseñada específicamente
para manejar fluidos térmicos a alta temperatura.

Selección del fluido térmico:

La selección del aceite térmico adecuado es esencial para garantizar el


funcionamiento óptimo y seguro del sistema de calefacción. Aquí te explico los puntos
clave:

Factores a considerar: Al elegir el fluido térmico, se deben tener en cuenta factores


como la eficiencia, la estabilidad térmica, la adaptabilidad a diferentes sistemas y
propiedades físicas como la presión de vapor, el punto de fluidez, el punto de
inflamación y el punto de autoencendido (ignición).

Orígenes del fluido térmico: Los fluidos térmicos pueden ser de origen mineral o
sintético. Los sintéticos son preferidos hoy en día debido a su mayor estabilidad
térmica.

Colaboración con fabricantes: Es recomendable trabajar en colaboración con el


fabricante del calentador y el del fluido térmico para seleccionar el más adecuado para
la aplicación específica. (compatibilidad, normativas, eficiencia y vida útil del equipo
según el fluido térmico que se utilice)
Control de temperatura: En calentadores que utilizan quemadores, es esencial
controlar y monitorear la temperatura del fluido térmico, así como respetar la
temperatura máxima recomendada por el fabricante del fluido térmico.

Consideraciones sobre la temperatura de película: Es importante recordar que en


los calentadores con quemador, la temperatura de la película de aceite puede ser más
alta que la temperatura del aceite en sí. Por lo tanto, es fundamental tener en cuenta
este factor al seleccionar el fluido térmico.

La "temperatura de película" se refiere a la temperatura que la película delgada de


fluido térmico en contacto con las superficies calientes del intercambiador de calor
puede alcanzar. En los calentadores con quemador, donde se utilizan procesos de
combustión para generar calor, esta temperatura de película puede ser más alta que la
temperatura promedio del fluido térmico en sí. Esto se debe a la intensa transferencia
de calor que ocurre en las cercanías del quemador.

Características del fluido térmico: Todo fluido térmico utilizado para transferencia de
calor debe cumplir con ciertas características, como: ser estable y homogéneo a
temperaturas mayores a 38 °C de la de operación del sistema (preferiblemente que
sea 38 °C mayor a T° película), ser compatible con los metales utilizados en el
sistema, no contener materia sólida en suspensión, ser no tóxico en caso de derrame
y tener suficiente lubricidad.

Coeficiente de expansión térmica: Es importante seleccionar un fluido con un


coeficiente de expansión térmica adecuado, que sea menor al 20% del volumen inicial
del fluido en el rango de temperaturas de operación del sistema. Esto significa que el
cambio en el volumen del fluido debido a la expansión térmica no debe ser
excesivamente grande en relación con su volumen inicial.

El coeficiente de expansión térmica es una medida de cuánto cambia el volumen de


una sustancia en función de los cambios de temperatura.

 . Por lo general se debe seleccionar un fluido que tenga un coeficiente menor al


20% del volumen inicial del fluido de 10ºC a 315ºC.

Supongamos que tenemos un fluido térmico con un coeficiente de expansión


térmica volumétrica de 0.0007 °C. Esto significa que el volumen del fluido aumenta
en 0.0007 por cada grado Celsius de aumento de temperatura.(Es proporcional a
la diferencias de temperatura)

Degradación aceite térmico:

La degradación del aceite térmico puede ocurrir por tres fenómenos principales:

 Contaminación: Esto ocurre cuando el fluido térmico recibe contaminantes no


deseados, como agua o fluidos hidráulicos. Esto puede provocar problemas
como la cavitación en las bombas, lo que puede dañar su funcionamiento.
 Oxidación: La oxidación ocurre cuando el aceite térmico reacciona con el
oxígeno del aire. Esto puede resultar en la formación de ácidos carboxílicos
que generan lodos. La presencia de oxígeno, altas temperaturas y ciertos
metales como el cobre pueden acelerar este proceso. Los lodos resultantes
pueden obstruir filtros, dañar bombas, depositarse en válvulas y catalizar aún
más la oxidación. Además, la presencia de lodos puede reducir el punto de
inflamación del aceite térmico, lo que representa un riesgo de seguridad.

 Craqueo térmico: Este fenómeno implica la descomposición térmica o


catalítica del aceite térmico para formar compuestos más ligeros o más
pesados. Esto puede resultar en la producción de carbón, compuestos de bajo
peso molecular (low boilers) y compuestos de alto peso molecular (high
boilers). Todos estos subproductos del craqueo térmico pueden reducir el
punto de inflamación del aceite térmico y, en algunos casos, depositarse en los
intercambiadores de calor, lo que reduce su eficiencia de transferencia de
calor.

En resumen, estos tres fenómenos pueden contribuir a la degradación del aceite


térmico, lo que puede tener consecuencias negativas para el funcionamiento del
sistema de calefacción, incluyendo problemas de operación, mantenimiento y
seguridad. Por lo tanto, es importante monitorear y controlar regularmente la
calidad del aceite térmico y tomar medidas para prevenir o mitigar estos
problemas.

Análisis fluidos térmicos:

El aceite térmico, utilizado en sistemas de transferencia de calor, se enfrenta a


temperaturas muy elevadas, a menudo alcanzando hasta 260 °C de manera continua
durante su operación. A estas altas temperaturas, el aceite está propenso a
experimentar un fenómeno conocido como craqueo térmico, que es la descomposición
de la molécula del hidrocarburo que lo compone.

Cuando el aceite térmico está expuesto al oxígeno, especialmente en sistemas


abiertos donde no hay una barrera de gas inerte, puede ocurrir una oxidación rápida.
Esto puede llevar a la formación de ácidos y otros subproductos de la oxidación que
pueden afectar adversamente al sistema.

En sistemas cerrados, donde se emplea una barrera de gas inerte en el tanque de


expansión, las altas temperaturas pueden provocar diferentes formas de
descomposición de la molécula del hidrocarburo, lo que también puede afectar el
rendimiento del sistema.

La calidad del aceite térmico puede influir en la operación de estos sistema de varias
maneras:

Cambios en la viscosidad: La oxidación o el craqueo térmico del aceite pueden


alterar su viscosidad. Esto puede provocar fugas en el sistema y fallos en los sistemas
de control, ya que el aceite no fluye adecuadamente a través de los componentes del
sistema.

Formación de depósitos por coqueo: Un aceite altamente craqueado puede generar


depósitos de coque en los componentes del sistema. Estos depósitos reducen la
eficiencia del sistema para transferir calor, ya que actúan como aislantes y disminuyen
la transferencia de calor entre el aceite y los elementos que debe calentar.

Reducción del punto de inflamación: Con el tiempo, la oxidación y el craqueo


térmico pueden reducir el punto de inflamación del aceite. Esto representa un riesgo
de seguridad, ya que un punto de inflamación más bajo significa que el aceite es más
propenso a encenderse, lo que puede provocar incendios o explosiones

Las cuatro pruebas más críticas a realizar para comprobar si el aceite esta degradado
son:

Número ácido: Esta prueba determina el nivel de oxidación del aceite, lo que puede
anticipar problemas como la acumulación de suciedad y sedimentos. La oxidación del
aceite puede ocurrir debido a la exposición al oxígeno y altas temperaturas, lo que
conduce a la formación de ácidos carboxílicos y otros subproductos no deseados.

Viscosidad: La viscosidad del aceite térmico se evalúa para determinar si ha


aumentado excesivamente, lo que podría dificultar una transferencia térmica eficiente.
El aumento de la viscosidad puede ser causado por la contaminación, la oxidación o el
craqueo térmico del aceite.

Insolubles: Esta prueba analiza la presencia de depósitos insolubles en el aceite, que


pueden ser indicativos de cambios en su composición debido al craqueo térmico.
Estos depósitos pueden obstruir filtros y causar problemas en el sistema de
transferencia de calor.

Punto de inflamación (Flash point): El punto de inflamación es la temperatura más


baja a la que los vapores del aceite pueden encenderse en presencia de una fuente de
ignición externa y aire. Es crucial para evaluar el riesgo de seguridad asociado con el
aceite, ya que un punto de inflamación reducido puede aumentar el riesgo de incendio
y explosión.

Punto de inflamación (flash point):

 Es la temperatura mínima a la que un material libera vapores que pueden


encenderse en presencia de una fuente de ignición externa.
 Indica la temperatura en la que un material comienza a liberar vapores
combustibles.
 No sostiene la llama por sí mismo.
 Si se retira la fuente de ignición, la llama se apaga.

Punto de ignición (fire point):


 Es la temperatura en la que un material se enciende y mantiene una llama por
sí mismo.
 Indica la temperatura en la que un material entra en combustión
espontáneamente.
 Sostiene la llama por sí mismo, incluso sin una fuente externa de ignición.
 Si se retira la fuente de ignición, la llama persiste.
 La temperatura de inflamación es siempre menor que la de ignición

Toma de muestra:

1. Seleccionar un punto cercano a la caldera para extracción (punto activo de la


instalación).

2. Evitar tomar muestras de depósitos de expansión o rebalse (para no alterar


parámetros posteriormente evaluables)

3. Utilizar un enfriador de muestras: Es un equipo necesario para extraer


muestras de aceite térmico de manera segura y precisa, el enfriador garantiza
que las muestras se tomen manteniendo las mismas condiciones de
temperatura y presión que en la instalación, lo que asegura la precisión de los
datos de análisis y la seguridad del operario

4. Sin un enfriador, es fácil alterar el punto de inflamación del aceite térmico. El


enfriamiento en un recipiente abierto facilita la oxidación del fluido y la
evaporación de los componentes volátiles, lo que puede afectar la precisión de
los análisis

.Funcionamiento del enfriador de muestras:


Su funcionamiento es sencillo: Inicialmente las válvulas 1 y 3 están cerradas. Cuando
queremos extraer la muestra de fluido térmico abrimos la válvula 1 que se halla
conectada a la instalación, hasta llenar parcialmente la botella de expansión de este
sistema. Después dejamos enfriar el fluido en la botella; la válvula 2 debe estar abierta
para expulsar los gases fruto de la expansión. Después, asegurándonos que la válvula
1 está cerrada, abrimos la válvula 3 y llenamos nuestro recipiente de toma de
muestras una vez el fluido térmico esté frío.

Llenado Inicial de Líneas y Puesta en Servicio

Verificación de sistemas de control y seguridad: Antes de llenar el sistema con


fluido térmico, es crucial asegurarse de que todos los sistemas de control y seguridad
estén instalados y funcionando correctamente.

Prueba de fugas neumática: Se debe realizar una prueba de fugas utilizando aire en
lugar de agua, ya que el agua es difícil de remover del sistema.

Llenado del sistema y eliminación de aire: El sistema debe llenarse de manera que
se pueda eliminar el aire presente en las líneas. Esto puede hacerse utilizando una
bomba de vacío o llenando el sistema a través de un punto de succión de la bomba.

Circulación del fluido y limpieza de filtros: Después de llenar el sistema, el fluido


debe circular durante 3-4 horas para eliminar completamente el aire. Se recomienda
limpiar los filtros, especialmente en sistemas nuevos, para eliminar restos de
soldadura o suciedad.

Nivel tanque expansión: El nivel en el estanque de expansión debe quedar en 25 %


de su capacidad, con el sistema frío, significa que cuando el sistema está apagado y
frío, el nivel de líquido en el estanque de expansión debe estar alrededor del 25 % de
la capacidad total del estanque.

Tener el nivel de líquido alrededor del 25 % de la capacidad total del estanque con el
sistema frío garantiza que haya suficiente espacio para la expansión del fluido térmico
cuando el sistema se caliente, sin que el estanque se llene completamente. Esto
proporciona una capacidad adecuada para acomodar los cambios de volumen del
fluido y evita problemas de sobrepresión en el sistema.

Calentamiento inicial gradual: El calentamiento inicial del sistema debe ser gradual,
elevando la temperatura aproximadamente 50 °C por hora.

 En el caso de existir agua presente en las líneas, se producirá su ebullición y


se podrá observar el flujo de vapor por el venteo del estanque de expansión.

Temperatura mínima de bombeo: Se debe tener en cuenta la temperatura mínima de


bombeo del fluido térmico, que es la temperatura a la cual la viscosidad del fluido
alcanza un valor en el que las bombas centrífugas pueden tener dificultades para
hacer circular el fluido.( 2000 cP)

 Es importante considerar la temperatura mínima de bombeo al seleccionar el


fluido térmico, especialmente si existe la posibilidad de problemas durante
paradas de emergencia o de mantenimiento
 Cuando se usa un fluido térmico con una temperatura mínima de bombeo baja,
es necesario evitar que se solidifique durante el arranque en frío. Una solución
común es instalar un trazado de calor en las tuberías del sistema. Esto se
puede lograr mediante vapor o resistencias eléctricas para mantener el fluido a
una temperatura adecuada, asegurando que permanezca en estado líquido y
pueda ser bombeado sin problemas.
 la mayoría de los aceites térmicos minerales y los fluidos sintéticos de gama
media tienen valores para el arranque hasta el rango de -20ºC a -5ºC. Los
fluidos sintéticos de alta gama – fluidos sintéticos aromáticos con óxidos de
difenilo / tipo bifenilo y con temperaturas máximas de servicio de 370ºC-400ºC
tienen valores de 5ºC a 15ºC como temperaturas mínimas de bombeo.

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