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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria


Universidad de la Ciencias de la Salud ̈Hugo Chávez Frías ̈
PNF Medicina Integral Comunitaria

SISTEMA VASCULAR
LINFATICO

ESTUDIANTE:
GILBERTRIZ BELLO
CI: 26.252.140

GUATIRE, FEBRERO DE 2024


El sistema vascular linfático es una red de vasos, ganglios y órganos que juega
un papel crucial en la protección del cuerpo contra infecciones y enfermedades. Este
sistema transporta la linfa, un líquido claro que contiene glóbulos blancos, a través del
cuerpo y funciona en estrecha colaboración con el sistema inmunológico.

Los componentes principales del sistema vascular linfático son:


 los vasos linfáticos, son similares a los vasos sanguíneos, pero en lugar de
transportar sangre, transportan linfa.
 los ganglios linfáticos, son pequeños órganos en forma de frijol que filtran la
linfa para eliminar sustancias extrañas y células tumorales, así como para
producir células inmunes
 el bazo es un órgano linfático que filtra la sangre y también produce glóbulos
blancos
 el timo es responsable de la producción y maduración de las células T, un tipo
de glóbulo blanco.

Ganglios regionales son aquellos como: cabeza, cuello, tórax, abdomen, pelvis,
miembro superior y miembro inferior.

Inicio del drenaje venoso


Se inicia como una continuación del seno sigmoideo en la base del cráneo, se
extiende verticalmente hacia abajo en el cuello y se une a la vena subclavia para
formar la vena braquiocefálica.

Final del drenaje venoso


Termina vaciándose en la confluencia de los senos en la protuberancia
occipital interna. La sangre abandona la confluencia a través del seno transverso
derecho. El seno sagital superior es uno de los senos más grandes y tiene mucha
importancia porque él está conectado a través de pequeñas venas con el Diploe.

Conducto linfático derecho


Recoge la linfa del lado derecho del cuello, el pecho y el brazo y la vacía en una
vena de gran tamaño ubicada cerca del lado derecho de cuello.

Inicio del conducto torácico


Empieza a nivel de la segunda vértebra lumbar y se extiende hasta la raíz del
cuello. Se origina en el abdomen en la confluencia del tronco lumbar derecho e
izquierdo y del tronco intestinal, formando la llamada cisterna del quilo.

Funciones del sistema linfático


Una de sus funciones es la de transportar la linfa, que es crucial para mantener
el equilibrio de líquidos en el cuerpo. La linfa recoge el exceso de líquido de los tejidos
y lo devuelve al torrente sanguíneo, evitando así la acumulación de líquido y la
hinchazón. Además, el sistema linfático también desempeña un papel crucial en la
inmunidad, ya que los ganglios linfáticos y otros órganos linfáticos son importantes
para la producción de glóbulos blancos y la defensa del cuerpo contra infecciones.

El sistema linfático también está involucrado en la absorción de grasas y


nutrientes del tracto digestivo. Los vasos linfáticos en el intestino delgado, conocidos
como vasos quilíferos, transportan la grasa digerida desde el intestino hasta el
torrente sanguíneo, lo que es esencial para el metabolismo y la nutrición del cuerpo.
Cuando el sistema linfático no funciona correctamente, pueden ocurrir varios
trastornos y enfermedades. La obstrucción de los vasos linfáticos puede causar la
acumulación de líquido en los tejidos, lo que conduce a la hinchazón crónica conocida
como linfedema. Además, los trastornos del sistema inmunológico, como el linfoma y
la leucemia, también están relacionados con el sistema linfático.
Para mantener la salud del sistema linfático, es importante llevar un estilo de vida
saludable que incluya una dieta balanceada, ejercicio regular y la prevención de
lesiones que puedan afectar el flujo de la linfa. Además, es fundamental prestar
atención a cualquier signo de inflamación o hinchazón anormal, ya que esto podría ser
un indicativo de un problema en el sistema linfático.

En resumen, el sistema vascular linfático desempeña un papel crucial en la protección


del cuerpo contra infecciones, la regulación del equilibrio de líquidos y la absorción de
grasas y nutrientes. Mantener la salud de este sistema es fundamental para el
bienestar general del cuerpo, y la adopción de hábitos saludables es esencial para su
funcionamiento óptimo.

Capilares sanguíneos
Son pequeños vasos que forman parte del sistema linfático y desempeñan un
papel crucial en la circulación de la linfa en el cuerpo. A diferencia de los capilares
sanguíneos
Capilares linfáticos
Se encuentran en todo el cuerpo y están distribuidos de manera similar a los
capilares sanguíneos. Estos capilares tienen paredes delgadas y porosas que les
permiten recoger la linfa de los espacios intersticiales de los tejidos. La linfa es un
líquido claro que contiene agua, proteínas, glóbulos blancos, grasas y desechos
celulares.
Funciones de los capilares sanguíneos y linfáticos
 La función de los capilares sanguíneos es transportar la sangre, los
capilares linfáticos recogen el exceso de líquido, proteínas y otros
desechos de los tejidos y los devuelven al torrente sanguíneo a través
del sistema linfático. Este proceso es esencial para mantener el
equilibrio de líquidos en el cuerpo y para el buen funcionamiento del
sistema inmunológico.
 La función de los capilares linfáticos es ser responsables de recolectar
este fluido y transportarlo a través del sistema linfático.

La estructura de los capilares linfáticos es fundamental para su función.


A diferencia de los capilares sanguíneos, los capilares linfáticos tienen una única capa
de células endoteliales. Además, los capilares linfáticos están unidos a las células
vecinas por filamentos de anclaje que les permiten abrirse y cerrarse, lo que facilita la
entrada de la linfa y evita que se escape.

Intercambio por filtración –reabsorción


El proceso de recogida de la linfa por los capilares linfáticos se ve facilitado por
varios factores, incluyendo la presión osmótica, la contracción muscular y la presión
intersticial.
A medida que los capilares sanguíneos liberan líquido y nutrientes en los
tejidos, se genera presión osmótica que favorece el movimiento de la linfa hacia los
capilares linfáticos. Además, la contracción muscular que ocurre durante el
movimiento del cuerpo también ayuda a comprimir los capilares linfáticos y a
impulsar la linfa a través del sistema linfático. La presión intersticial, es decir, la
presión del fluido en los espacios entre las células de los tejidos, también contribuye
al flujo de la linfa hacia los capilares linfáticos.

Las fuerzas que participan en la dinámica de intercambio celular por filtración-


reabsorción son:
 Presión capilar: que tiende a sacar líquido del capilar hacia el espacio
intersticial.
 Presión del líquido intersticial: que debía empujar el líquido intersticial hacia el
interior del capilar, pero como normalmente tiene valor negativo hace lo
contrario es decir, extrae líquido del capilar hacia el intersticio.
 Presión coloidosmotica del líquido intersticial: tiende a causar osmosis del
líquido desde el interior del capilar hacia el espacio intersticial.
 Presión coloidosmotica del plasma. Produce osmosis del líquido intersticial
hacia el interior del capilar.
La presión negativa del líquido intersticial y la presión coloidosmotica del líquido
intersticial favorecen la filtración o salida del líquido del capilar al espacio intersticial.

Edema
Es el exceso de líquido en los tejidos, este puede ser intracelular o extracelular
que es el más frecuente.
El edema extracelular casi siempre resulta de alteraciones de las fuerzas que
rigen la dinámica de intercambio capilar por filtración-reabsorción. O de la
insuficiencia de los linfáticos para reincorporar a la circulación el remanente de líquido
producto de dicha dinámica.

Regulación de la circulación
El corazón juega un papel central en la regulación de la circulación a través del
control de la frecuencia cardíaca y el gasto cardíaco. El sistema nervioso autónomo,
junto con las señales químicas del cuerpo, modula la frecuencia cardíaca y la fuerza de
contracción del corazón para regular el flujo sanguíneo en respuesta a las demandas
del cuerpo. Cuando aumenta la demanda de oxígeno y nutrientes, como durante el
ejercicio, el corazón aumenta su ritmo y fuerza de contracción para satisfacer las
necesidades metabólicas de los tejidos.

Autorregulación crónica del flujo local


La regulación a largo plazo de la circulación implica mecanismos como la
regulación de volumen sanguíneo y la presión arterial, que son importantes para
mantener la homeostasis a largo plazo.

Regulación renal de la circulación


El mecanismo renal y el desplazamiento del líquido capilar son mecanismos
que regulan la circulación actuando sobre el volumen de sangre. El riñón desempeña
un papel crucial en este proceso, al regular la excreción de agua y electrolitos, lo que
afecta el volumen sanguíneo y la presión arterial.
Además, procesos fisiológicos como la regulación de la síntesis de glóbulos
rojos, la producción de sustancias vasodilatadoras y vasoconstrictoras, y la regulación
de la coagulación sanguínea también contribuyen a la regulación global de la
circulación.

Regulación nerviosa de la circulación


La estimulación simpática aumenta la frecuencia cardiaca y la fuerza de
contracción del miocardio con lo que aumenta el flujo sanguíneo; mientras que la
estimulación parasimpática disminuye la frecuencia cardiaca, disminuyendo el
volumen de sangre que impulsa el corazón.
El sistema cardiovascular, compuesto por el corazón, los vasos sanguíneos y la sangre
misma, desempeña un papel fundamental en la regulación del flujo sanguíneo. El
corazón bombea sangre oxigenada desde los pulmones hacia el resto del cuerpo a
través de las arterias, y de regreso al corazón a través de las venas. Los vasos
sanguíneos, incluyendo las arterias, las arteriolas, los capilares, las vénulas y las venas,
también desempeñan un papel crucial en la regulación del flujo sanguíneo.

La regulación del flujo sanguíneo


Es un proceso crucial para el funcionamiento adecuado del cuerpo humano. El
flujo sanguíneo se regula mediante una compleja interacción de diferentes sistemas
fisiológicos que trabajan en conjunto para mantener un equilibrio dinámico en todo el
cuerpo.
El flujo sanguíneo se regula a nivel local y sistémico. La regulación local se
refiere al control del flujo sanguíneo en tejidos y órganos específicos, y la regulación
sistémica se refiere al control general del flujo sanguíneo en todo el cuerpo.
La regulación local del flujo sanguíneo se lleva a cabo a través de varios
mecanismos. Uno de los mecanismos más importantes es la autorregulación, que
permite que los tejidos regulen su propio flujo sanguíneo en respuesta a cambios en la
demanda de oxígeno y nutrientes. Este proceso se logra mediante la vasodilatación y
vasoconstricción de los vasos sanguíneos en respuesta a señales químicas y
mecánicas. Además, los tejidos pueden liberar sustancias químicas vasodilatadoras,
como el óxido nítrico, para aumentar el flujo sanguíneo cuando es necesario.
A nivel sistémico, el flujo sanguíneo se regula a través de complejos
mecanismos neurohumorales. El sistema nervioso autónomo, que incluye el sistema
nervioso simpático y parasimpático, desempeña un papel crucial en la regulación del
tono vascular y, por lo tanto, en el flujo sanguíneo. La liberación de sustancias vaso
activas, como la adrenalina y la noradrenalina, por parte del sistema nervioso
simpático, puede provocar vasoconstricción o vasodilatación en diferentes tejidos y
órganos.
Además del sistema nervioso, el sistema endocrino también desempeña un
papel importante en la regulación del flujo sanguíneo. Hormonas como la
angiotensina II, la aldosterona, la vasopresina y las hormonas tiroideas tienen efectos
directos sobre el tono vascular y la reabsorción de agua, lo que afecta el volumen
sanguíneo y, por lo tanto, el flujo sanguíneo.

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