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PLAN DE CLASE No.

Semana 08 agosto al 26 de agosto

GRADO: 4to medicina MATERIA: Anatomía


Dra. Bianka Arellis Anaythe Cordón Adqui TEMA: Sistema Linfático

SISTEMALINFÁTICO
El sistema linfático es una parte vital del sistema inmunológico. Incluye órganos como el timo,
la médula ósea, el bazo, las amígdalas, el apéndice y las placas de Peyer del intestino delgado,
que producen y procesan glóbulos blancos especializados que combaten las infecciones y el
cáncer.

El sistema linfático transporta líquidos a lo largo de todo el cuerpo, del mismo modo que lo hace
el sistema venoso. El sistema linfático está formado por

• Vasos linfáticos de paredes delgadas

• Ganglios linfáticos

• Dos conductos colectores

Los vasos linfáticos, localizados por todo el cuerpo, son más grandes que los capilares
sanguíneos (los vasos sanguíneos más pequeños y que conectan las arterias y las venas) y la
mayoría de ellos son de menor tamaño que las venas más pequeñas. Casi todos los vasos
linfáticos tienen válvulas similares a las de las venas para que la linfa, que se puede coagular,
circule en un único sentido (hacia el corazón). Los vasos linfáticos drenan el líquido llamado linfa
de los tejidos de todo el cuerpo y lo devuelven al sistema venoso a través de dos conductos
colectores.

La linfa comienza como un líquido que se difunde por las paredes de los capilares (muy delgadas)
hacia el espacio intercelular (espacio entre las células). La mayor parte del líquido se reabsorbe
en los capilares y el resto se vacía en el interior de los vasos linfáticos, que finalmente lo
devuelven a las venas. La linfa también contiene muchas otras sustancias, como

• Proteínas, minerales, nutrientes y otras sustancias, que proporcionan nutrición a los


tejidos.

• Células dañadas, células cancerosas y partículas extrañas (como bacterias y virus) que
pueden haber penetrado en los líquidos tisulares

Los ganglios linfáticos son pequeños órganos en forma de frijol que funcionan como centros de
acumulación de la linfa. Toda la linfa pasa por los ganglios linfáticos, que están situados
estratégicamente y que filtran la linfa depurándola de células lesionadas, células cancerosas y
partículas extrañas. Los ganglios linfáticos también contienen glóbulos blancos especializados
(por ejemplo, linfocitos y macrófagos) diseñados para englobar y destruir células dañadas,
células cancerosas, microorganismos infecciosos y partículas extrañas. Así pues, las funciones
principales del sistema linfático son eliminar del organismo las células dañadas y ofrecer
protección contra la diseminación de las infecciones y del cáncer. Algunos ganglios linfáticos se
agrupan debajo de la piel, particularmente en el cuello, las axilas y la ingle. Otros ganglios
linfáticos se encuentran en el interior del cuerpo, por ejemplo, dentro del abdomen.
Los vasos linfáticos drenan su contenido en conductos colectores, que a su vez evacuan su
contenido en las dos venas subclavias, localizadas por debajo de las clavículas. Estas venas se
conectan para formar parte de la vena cava superior, la gran vena que drena la sangre desde la
parte superior del cuerpo hasta el corazón.
SISTEMA LINFÁTICO – ANATOMÍA
El Sistema Linfático es un sistema de circulación secundario que conduce un líquido corporal
llamado linfa. La linfa es un exudado plasmático que tiene una composición muy similar a la
sangre, su principal diferencia con la sangre es que no contiene plaquetas ni hematíes.

El Sistema Linfático es un sistema de circulación paralelo al Sistema Circulatorio Sanguíneo, los


vasos sanguíneos van a estar siempre acompañados por vasos linfáticos. Existe un Sistema
Linfático Superficial, con vasos subcutáneos, y un Sistema Linfático Profundo, con vasos
linfáticos profundos que van a estar situados en los órganos internos y en los músculos, y entre
el sistema superficial y profundo vamos a tener una serie de vasos linfáticos comunicantes.
SISTEMAS DE CONDUCCIÓN DEL SISTEMA LINFÁTICO
Dentro de los sistemas de conducción del Sistema Linfático encontramos:

Los canales prelinfáticos, suponen el icono del Sistema Linfático. Estos no son vasos, sino que
son una especie de excavaciones en el tejido conectivo, que van recogiendo la linfa y la conducen
a los vasos linfáticos propiamente dichos.

Los capilares linfáticos se diferencian enormemente de los capilares sanguíneos, pues tienen
forma de dedo de guante (no son tubos), están cerrados y se introducen en el tejido conectivo.
Estos capilares linfáticos están formados por un endotelio plano y simple, y tienen unos
filamentos de anclaje linfáticos que son fibras que se unen a las células del capilar con el tejido
de alrededor, como una red (así cuando el tejido circundante, se llena de líquido, “tira” de esos
filamentos de anclaje y las células que forman la pared del capilar se separarán, permitiendo
que pase el líquido al interior del capilar linfático).

En los vasos linfáticos hay de varios calibres: de pequeño, de mediano y de gran calibre.
Presentan válvulas, igual que las venas, pero mucho más organizadas y en un mayor número
que evitan el retroceso de la linfa. Las válvulas de un vaso linfático delimitan espacios entre sí,
es decir, el espacio delimitado entre dos válvulas linfáticas es lo que denominamos el angión
linfático o linfangión.

Los grandes colectores linfáticos son donde llegan los vasos linfáticos y termina el Sistema
Linfático. En los grandes colectores linfáticos encontramos:

• La cisterna de Pegued o cisterna del kilo: Es un vaso linfático de mayor tamaño que se
encuentra por debajo del diafragma. Aquí llegan todos los vasos linfáticos infra
diafragmáticos, es decir, recoge toda la linfa de la mitad inferior del cuerpo.

• El conducto torácico: Continúa a la cisterna de kilo. Atraviesa el diafragma y penetra en


el tórax. Este conducto torácico va a recoger la linfa de la mitad inferior e izquierda del
tórax, del miembro superior izquierdo, la mitad izquierda de la cabeza y el cuello. Es
decir, además de toda le región infra diafragmática, va llevar la linfa de la mitad
izquierda superior del cuerpo.

• La gran vena linfática derecha: Va a recoger la linfa de la parte superior derecha del
cuerpo: del hemitórax derecho, la mitad derecha de la cabeza y cuello y el miembro
superior derecho.

Así tres cuartas partes de la linfa en el Sistema Linfático van al conducto torácico, y una cuarta
parte va a la gran vena linfática.

La gran vena linfática derecha va a terminar en el confluente yugo subclavio derecho, y el


conducto rabicorto va a terminar en el confluente yugo subclavio izquierdo. Este confluente
yugulo subclavio es lo que en el drenaje linfático se llama términus.
FUNCIONES DEL SISTEMA LINFÁTICO
Las Funciones del Sistema Linfático son:

• Participar en el mantenimiento de la inmunidad: El Sistema Linfático a través de los


ganglios linfáticos mantiene la inmunidad en el cuerpo.

• Participar en el mantenimiento del equilibrio del medio interno que es el líquido


intracelular y el líquido extracelular: el plasma sanguíneo, la linfa y el líquido intersticial
(líquido del tejido conectivo que rodea las células).
El equilibrio entre el sistema linfático y sanguíneo se produce por el intercambio de
sustancias a través de la membrana celular. De manera fisiológica un 10% de las
sustancias que se intercambian quedan acumuladas en el tejido intersticial. El sistema
linfático es el encargado de la evacuación de ese líquido que se acumula, como
un sistema de evacuación secundario o accesorio.

FACTORES QUE INFLUYEN EN EL SISTEMA LINFÁTICO


Existe una bomba principal: el automatismo de los angiones o de los linfangiones: Los angiones
contienen músculo liso con capacidad de contracción, así cuando un angión se llena de linfa
produce un reflejo de contracción de músculo liso, de tal manera, que cuando se llena, se
contrae y eso hace con que impulse su contenido hacia el siguiente angión y así va desplazando
el líquido a lo largo del recorrido.

Existen también bombas accesorias que ayudan a este automatismo de los angiones, que van a
ser:

• La contracción muscular periférica.

• Las pulsaciones de las arterias vecinas.

• Los cambios de posiciones corporales.

• Los cambios de presión intratorácica asociados a la respiración.

TIMO
El timo es un órgano linfático primario ubicado en el mediastino. Está formado por dos lóbulos
conectados mediante un istmo. Histológicamente, el timo se divide en dos lóbulos, cada uno
consistente en una médula central y una corteza periférica.

El timo es un componente esencial de nuestro sistema inmune. Funciona como el sitio inicial de
maduración de linfocitos T a través de procesos de selección positivos y negativos. Los linfocitos
T de hecho reciben su nombre debido a que maduran en el timo; mientras que los linfocitos B se
denominan así dado que maduran en la médula ósea (Bone marrow en inglés).

Ubicación: El timo es un órgano blando bilobulado encapsulado. Se ubica en el mediastino


superior y en el mediastino anterior, cerca del pericardio.
El timo se aloja anterior a los grandes vasos del corazón y profundo al esternón. Se extiende
desde la altura del polo inferior de la glándula tiroides por arriba, hasta el cuarto cartílago costal.
Paralelo al órgano, a sus lados derecho e izquierdo están los nervios frénicos (que descienden
para inervar al diafragma). Los dos lóbulos del timo están conectados entre sí en la línea media
(mediana) por un istmo.

Irrigación: La irrigación del timo proviene de la arteria torácica interna, así como también de las
arterias tiroideas superior e inferior. El drenaje venoso ocurre hacia la vena braquiocefálica
izquierda (innominada izquierda), así como a las venas tiroideas superiores, medias e inferiores.

A partir de las arterias antes mencionadas se desprenden numerosas arterias tímicas que siguen
el curso de los septos interlobulares, e ingresan al tejido del órgano. En la corteza del timo, las
arterias forman una serie de complejos arcos arteriales. Estas arterias en asociación con las
células reticulares endoteliales y las células blancas (linfocitos y macrófagos), forman la
denominada barrera hematotímica. Los capilares tímicos poseen endotelio no fenestrado y una
gruesa lámina basal, haciéndolos impermeables al paso de proteínas. La sangre drena en las
venas medulares.
El timo carece de linfáticos aferentes. La linfa drena a los linfonodos tímicos ubicados cerca del
órgano, especialmente paraesternales, braquiocefálicos y traqueobronquiales.

Función: El timo es el sitio donde se produce la maduración de las células precursoras a células
T (protimocitos). Los protimocitos migran desde la médula ósea e ingresan al timo a nivel de la
unión cortico medular. Una vez se ha completado la maduración, estos linfocitos T ingresan a la
circulación y constituyen la base del sistema inmune adaptativo. Los linfocitos T poseen
inicialmente receptores generados al azar a partir del abanico genético. Luego ocurre un proceso
denominado selección positiva, en el cual solo sobreviven los linfocitos que son capaces de
reconocer al CMH (complejo mayor de histocompatibilidad; un conjunto de proteínas ubicados
en la superficie de las propias células de un individuo) En otras palabras, se verifica si los
linfocitos pueden reconocer el cuerpo en el que habitan y por tanto, reconocer células extrañas
y potencialmente patógenas. Los linfocitos T que no son capaces de reconocer a los CMH no
continúan desarrollándose.

La siguiente etapa es la selección negativa, en la cual los linfocitos T interactúan con células
dendríticas del timo. Aquellas células con un alto nivel de autor reactividad son eliminadas, para
disminuir la posibilidad de reacciones autoinmunes. Como resultado de estos procesos, se
genera una cantidad considerable de linfocitos T a lo largo del tiempo de tal manera que para
cuando llega la adultez, el timo queda prácticamente obsoleto y es en gran parte degradado. La
parte glandular del timo, por otra parte, sigue cumpliendo su función endocrina.

Los linfocitos T pueden ser divididos en linfocitos T coadyuvantes (colaboradores o “helper”) y


linfocitos T citotóxicos ("killer"). Los linfocitos T citotóxicos poseen proteínas CD8+ en su
superficie, y se fijan a las células infectadas y las destruyen directamente. Los linfocitos T
coadyuvantes reciben información acerca del patógeno a través de linfocitos B y macrófagos
(células presentadoras de antígenos) y entonces coordinan la reacción inmune, la cual puede
incluir la liberación de citoquinas para estimular la división de glóbulos blancos, estimular la
producción de linfocitos T de memoria para hacer frente al mismo patógeno en el futuro,
etcétera.

BAZO
El bazo es un órgano linfoide, con múltiples funciones siendo las más conocidas las que se
refieren a la linfopoyesis (formación de glóbulos blancos), eritropoyesis (formación de glóbulos
rojos) y hematólisis (destrucción de los glóbulos rojos). Además, juega un importante papel en
los procesos inmunológicos considerándosele parte del sistema linfático.

El bazo está situado en el hipocondrio izquierdo, inmediatamente debajo del diafragma, encima
del riñón izquierdo y del colon descendente y detrás del fondo gástrico. El bazo tiene una forma
ovoide siendo su tamaño variable según la edad y la situación sanitaria del sujeto, siendo mayor
durante el curso de las enfermedades infecciosas y atrofiándose con la edad. Un bazo normal
pesa del orden de 150 g, tiene unos 11 cm de longitud craneocaudal y no es fácilmente palpable.
Los bazos pueden alcanzar hasta un peso de 750-1000 g, si bien se considera ya un peso de 400-
500 g como indicativo de esplenomegalia.

El bazo está rodeado de una capa fibrosa que se prolonga hacia el interior dividiendo el órgano
en varios compartimentos. Las arterias que entran en cada uno de estos compartimentos están
rodeadas por unas densas masas de linfocitos en desarrollo llamados folículos linfáticos
esplénicos. Debido a su color blanco, estas masas reciben también el nombre de pulpa blanca.
En la parte más externa de estos compartimentos se observa una red de fibras reticulares
sumergidas en sangre procedente de las numerosas arteriolas, formando la pulpa roja. Tras
atravesar esta retícula la sangre se concentra en los senos venosos para volver a la circulación
en general.

Las funciones del bazo están relacionadas con el sistema inmunológico y con el almacenamiento
y depuración de la sangre. Así, el bazo contiene hasta 350 ml de sangre constituyendo un
depósito que, en caso de emergencia como en una hemorragia, puede reducir su volumen hasta
los 200 ml o menos para reponer la sangre perdida. En los folículos linfáticos esplénicos, los
macrófagos eliminan de la sangre los hematíes agotados, recuperando el hierro y la globina que
son enviados al torrente circulatorio. Igualmente, las plaquetas imperfectas y otras impurezas o
gérmenes que puedan ir en la sangre son eliminados por fagocitosis en estas estructuras. De
esta forma, el bazo representa un órgano de defensa frente a los microorganismos. Finalmente,
la maduración de los leucocitos granulares (monocitos y linfocitos) terminan su desarrollo en el
bazo, siendo activados a granulocitos. Antes del nacimiento, el bazo también tiene una función
eritropoyética que se pierde al nacer, aunque en determinados casos de anemia hemolítica
extrema, puede producir un cierto número de eritrocitos.

Aunque estas funciones del bazo son importantes para el organismo, no es un órgano vital y a
veces, puede ser extirpado. Por ejemplo, en algunas formas de anemia hemolítica extrema, el
bazo destruye hematíes a una velocidad anormalmente rápida, siendo necesario extirpar este
órgano para evitar la muerte del paciente.

MEDULA ÓSEA
Los huesos de nuestro esqueleto poseen una intrincada microarquitectura. Las cavidades
creadas por la disposición trabecular en el interior de ellos contienen una mezcla de adipocitos
y células sanguíneas en múltiples etapas de desarrollo. Este tejido es conocido como médula
ósea y es responsable de la producción de varios tipos de células sanguíneas mediante un
proceso conocido como hematopoyesis.
La médula ósea carece de la rigidez del hueso en el que se encuentra contenida. Muy por el
contrario, es una sustancia gelatinosa que ocupa completamente los espacios existentes dentro
de la red trabecular del hueso. La médula ósea constituye alrededor del 4 a 5% del peso corporal
total de un individuo. A pesar de que por eso podría ser considerada un sistema de categoría
“peso plumo”, es en realidad un “peso pesado” en términos de sus funciones, ya que está
encargada de producir plaquetas, linfocitos, eritrocitos, granulocitos y monocitos.

A decir verdad, sus funciones fundamentales son dos; una es la producción de células sanguíneas
y la otra es el almacenamiento de grasa. Debido a esto se pueden reconocer dos tipos de médula
en el cuerpo:

• La médula ósea roja, altamente vascularizada y hematopoyéticamente activa

• La médula ósea amarilla, rica en grasa y con menos centros de producción de células
sanguíneas.

Medula Ósea Roja

En la médula ósea roja existen cúmulos de células hematopoyéticas que están distribuidas
abundantemente a lo largo del tejido conectivo laxo que también es observado aquí. Estos
grupos de células se encuentran cercanos a sinusoides, vasos sanguíneos relativamente grandes,
pero de pared delgada, que se anastomosan con los vasos nutricios del hueso. Las arterias
nutricias que acaban de ingresar al hueso se anastomosan entre sí dentro de la médula ósea y
posteriormente terminan en arteriolas que convergen para formar los antes
mencionados sinusoides, los cuales posteriormente drenan en venas significativamente más
grandes que al converger entre sí forman venas nutricias, las cuales abandonan el hueso a través
de los mismos forámenes por los que ingresaron las arterias correspondientes.

La médula ósea roja es más abundante en todas las estructuras óseas desde la vida intrauterina
hasta el quinto año de vida. A medida que la vida avanza, la médula ósea roja queda relegada a
huesos específicos como los del esqueleto axial (cráneo, esternón, costillas, y vértebras),
pelvis, clavícula y las epífisis de los huesos proximales de los miembros superior e inferior.

La sustancia de soporte de las células hematopoyéticas y adipocitos está hecha de reticulina, un


fino colágeno tipo III que es producido por células reticulares derivadas de la mesénquima
(similares a fibroblastos). Existen también otras células que realizan tareas de mantención, por
ejemplo, los macrófagos, que facilitan la hematopoyesis fagocitando restos celulares generados
durante el proceso.

Médula Ósea Amarilla

Dependiendo de la edad y de la demanda hematológica de un individuo, las células reticulares


aumentan de volumen como resultado de un incremento en la ingesta de lípidos. De este modo
se forma la médula ósea amarilla

Contiene principalmente tejido conectivo de soporte que proporciona el andamiaje para las
estructuras neurovasculares que atraviesan la región. Hay también numerosos adipocitos y muy
pocos cúmulos celulares hematopoyéticos inactivos. Estos centros hematopoyéticos latentes
pueden reactivarse frente al aumento de la demanda de eritrocitos.
Tipos celulares

Un análisis histológico de la médula ósea roja revela una abundancia de células progenitoras y
sus derivados en varias etapas de su desarrollo. Típicamente, las células progenitoras son más
grandes que sus productos finales. El sufijo “-blasto” a menudo quiere decir que la línea celular
referenciada es la que origina a aquella serie (por ejemplo, los eritroblastos son las células
precursoras de los eritrocitos). La siguiente lista enumera líneas celulares encontradas en la
médula ósea.

• Granulocitos - son una línea especial de glóbulos blancos que poseen gránulos
secretores en su citoplasma. Hay tres tipos de
granulocitos: eosinófilos, basófilos y neutrófilos.

• Monocitos - son leucocitos que se diferencian a macrófagos. Recordemos que existen


diferentes subtipos de macrófagos dependiendo de la región del cuerpo. Por ejemplo,
las células de Kupffer en el hígado o las células de Langerhans en la piel.

• Eritrocitos - son las células anucleadas y bicóncavas encargadas de transportar oxígeno.

• Megacariocitos - son células voluminosas responsables de la trombo-citogénesis


(producción de plaquetas o trombocitos).

• Linfocitos - son células del sistema inmune. Todos los linfocitos son producidos en la
médula ósea, sin embargo, un subgrupo de linfocitos madura en el timo (linfocitos T).

El estroma de la médula ósea también contiene múltiples células precursoras de origen


mesenquimático. Entre ellas se incluyen líneas celulares totipotenciales que son capaces de
diferenciarse en condrocitos (células cartilaginosas), osteoblastos y osteoclastos (células óseas),
además de adipocitos (células grasas), miocitos (células musculares) y células endoteliales.
AMÍGDALAS
Las amígdalas, también llamadas amígdalas palatinas, son las estructuras con forma de nuez
situadas a ambos lados de la parte posterior de la garganta en la orofaringe. Están formadas por
tejido linfático, que contiene células inmunes que combaten las infecciones, y tienden a
hincharse cuando alguien está enfermo. Las amígdalas pueden causar problemas como
infecciones recurrentes (por ejemplo, faringitis estreptocócica), ronquidos o un trastorno del
sueño conocido como apnea obstructiva del sueño, y a menudo tienen que ser extirpadas. Una
de las cirugías más comunes en los Estados Unidos es la extirpación de las amígdalas agrandadas
en los niños. Curiosamente, la extirpación de las amígdalas no obstaculiza la capacidad del
cuerpo para combatir las infecciones, ya que las amígdalas no desempeñan un papel
fundamental en el sistema inmunológico del cuerpo. En general, cada amígdala a cada lado de
la garganta debería tener aproximadamente el mismo tamaño (aunque puede haber cierta
asimetría).

Además de las amígdalas del paladar, existe un anillo de tejido similar a las amígdalas, llamado
anillo de Waldeyer, situado en la orofaringe. La porción inferior del anillo en la base de la lengua
se denomina amígdalas linguales (véase más abajo). Como se ha mencionado anteriormente, las
amígdalas palatinas forman los lados del anillo, y las amígdalas faríngeas, también conocidas
como adenoides, forman la parte superior del anillo, situada cerca del techo de la nasofaringe.

Algunas estructuras adicionales relacionadas con las amígdalas son:

• Pilar amigdalino anterior: Este es el pliegue de tejido justo delante de las amígdalas. Es
creado por el músculo palatoglossus que se extiende desde el paladar blando hasta la
lengua.
• Pilar posterior de las amígdalas: Este es el pliegue de tejido justo detrás de las
amígdalas. Es creado por el músculo palatofaríngeo que se extiende desde el paladar
blando hasta la pared lateral de la faringe.

• Surco glosotonsilar: Esta es la parte inferior de las amígdalas donde se mezclan con el
tejido amigdalino de la parte posterior de la lengua. Es básicamente el área entre las
amígdalas y la base de la lengua.

• Fosa amigdalina: Este es el "bolsillo" en el que se encuentran las amígdalas. Está


formado por los pilares amigdalinos anteriores y posteriores.
APÉNDICE
El apéndice es un tubo delgado de aproximadamente 10 centímetros de longitud que forma
parte del tracto gastrointestinal.

El apéndice se encuentra en la parte inferior derecha del abdomen, en un área a la que los
médicos se refieren como el punto de McBurney. Si al aplicar presión sobre el punto de
McBurney se produce dolor o sensibilidad, el médico puede sospechar que tienes apendicitis.

El apéndice que tiene una forma de dedo está unido a una parte del intestino grueso llamada
ciego, una bolsa pequeña que generalmente se considera el comienzo del intestino grueso.

Función

El apéndice contiene un tipo particular de tejido asociado con el sistema linfático,


que transporta los glóbulos blancos necesarios para combatir las infecciones. En los últimos
años, los científicos han descubierto que el tejido linfático estimula el crecimiento de algunas
bacterias intestinales beneficiosas, que juegan un papel importante en la digestión y la
inmunidad humana.

Los estudios también han demostrado que el revestimiento del intestino contiene una
biopelícula, o una capa delgada de microbios, moco y moléculas del sistema inmunitario, y estas
biopelículas parecen ser más pronunciadas en el apéndice.

Según la teoría de la llamada «casa segura», este órgano protege una colección de bacterias
intestinales beneficiosas cuando ciertas enfermedades las eliminan de otras partes del tracto
gastrointestinal. Una vez que el sistema inmunitario ha eliminado la infección del cuerpo, las
bacterias emergen de la biopelícula del apéndice y recolonizan el intestino.

Por ello los investigadores han concluido que el apéndice no es un órgano rudimentario sino una
«parte importante» del sistema inmune.

Problemas de salud relacionados con el apéndice

A veces, el apéndice puede inflamarse e infectarse, lo que resulta en una afección de sobras
conocida: la apendicitis.

La apendicitis es a menudo el resultado de una infección abdominal que se ha extendido al


pequeño órgano, o algún tipo de obstrucción que ha bloqueado la pequeña abertura del
apéndice. Las fuentes de bloqueo incluyen, entre otras cosas:

▪ Piezas duras de heces

▪ Parásitos o gusanos intestinales

▪ Objetos ingeridos

▪ Traumatismo abdominal

▪ Úlceras del tracto gastrointestinal

▪ Apéndice agrandado del tejido linfático


La infección u obstrucción hace que las bacterias en el apéndice crezcan sin control, y el órgano
puede llenarse de pus e hincharse. La apendicitis causa dolor abdominal intenso y otros
síntomas gastrointestinales, incluidos vómitos y diarrea. La extirpación del apéndice (una
apendicectomía) es a menudo el curso de acción necesario, aunque cada vez más, se pueden
recomendar el uso antibiótico para tratar la infección sin la necesidad de intervención
quirúrgica, dependiendo de la gravedad del caso y otros factores de salud en el paciente. Si el
problema no se trata, la presión en el órgano aumentará hasta que el apéndice se rompa o
explote.

Cuando el apéndice estalla, extiende su contenido por todo el abdomen, infectando


potencialmente el peritoneo, que es la membrana similar a la seda que recubre la cavidad
abdominal. Una infección de peritoneo, llamada peritonitis, puede provocar sepsis, una
complicación que puede ser mortal si no se trata de manera agresiva.

PLACAS DE PEYER
Las placas de Peyer son regiones anatómicas ubicadas bajo la mucosa del tracto
gastrointestinal, específicamente en la lámina propia del intestino delgado. Son sitios de
agregación de gran cantidad de linfocitos y de otras células accesorias, por lo que representan
parte del sistema inmunitario de las mucosas.

Al igual que las amígdalas en la faringe y que los folículos linfoides en la submucosa del apéndice,
las placas de Peyer se asemejan a los ganglios linfáticos respecto a su estructura y su función,
con la diferencia de que las primeras no están encapsuladas como los ganglios.

Es importante recordar que la respuesta inmune (el sistema de defensa del cuerpo contra
agentes “invasores” externos) está mediada por varios tipos de células, siendo los linfocitos de
las más importantes, pues, gracias a su capacidad de reconocimiento de antígenos, se encargan
de desencadenar las respuestas inmunitarias específicas.
Las placas de Peyer fueron descritas en 1645 como “folículos linfoides” por el italiano Marco
Aurelio Severino, pero no fue sino hasta 1677 que se acuñó el término de “placas de Peyer” en
honor al patólogo suizo Johann Conrad Peyer, quien realizó una descripción detallada de las
mismas.

Su función, sin embargo, fue determinada muchos años después cuando, en 1922, Kenzaburo
Kumagai notó la capacidad de “absorción” de células patogénicas y foráneas desde el epitelio
hasta el “domo” epitelial de las placas de Peyer.

Características

Las placas de Peyer pertenecen a lo que se conoce como el “tejido linfoide asociado con el
intestino” o GALT (del inglés Gut-Associated Lymphoid Tissue”), que está compuesto por
folículos linfoides distribuidos a lo largo del tubo gastrointestinal.

Este tejido linfoide asociado con el intestino representa uno de los órganos linfoides más
grandes del cuerpo, puesto que contiene casi el 70% de las células inmunes o “inmunocitos”.

Un folículo linfoide es un agregado o conjunto de células linfoides que no tiene una estructura
definida ni una organización particular.

Por lo general, en el tejido linfático asociado al intestino, estos folículos están aislados unos de
otros, pero los folículos presentes en el íleon (la última porción del intestino delgado) se agrupan
para formar las placas de Peyer.

En el intestino delgado humano, las placas de Peyer tienen una forma “ovalada” y están
distribuidas irregularmente. Cornes, en 1965, determinó que el número de placas durante el
desarrollo humano tiene un pico entre los 15 y los 25 años y disminuye posteriormente con la
edad.

Otros investigadores han asegurado que el área ocupada por las placas de Peyer en el íleon tiene
un punto máximo durante la tercera década de vida y que la mayor proporción de estas se
concentra en los últimos 25 cm del íleon.

Como muchos otros tejidos del cuerpo humano, la organogénesis de las placas de Peyer
depende, en gran medida, de la participación de citoquinas específicas que median la
diferenciación y el arreglo de estas regiones anatómicas.

Funciones

La función principal de las placas de Peyer como parte del sistema inmunitario de las mucosas
intestinales es la de proteger a la “caparazón” de los intestinos de la invasión por
microorganismos potencialmente patogénicos.

Algunas de las células de los folículos linfoides presentes en esta “región” del intestino se
encargan de discriminar entre los microorganismos patogénicos y los “comensalistas” (que
pertenecen a la microflora nativa), ya que dichos folículos interactúan directamente con el
epitelio intestinal.

En la inducción de la tolerancia inmune “oral”

Las placas de Peyer participan en la “absorción” de células foráneas o patogénicas, sin embargo,
se ha demostrado que las células pertenecientes a dicha región también son capaces de
distinguir entre ciertos antígenos y entre las bacterias no patogénicas asociadas con el tracto
intestinal.

A este proceso de reconocimiento de lo no patogénico se le conoce como “tolerancia oral” y se


trata de un proceso activo que conlleva a la formación de linfocitos T específicos que son capaces
de evitar el desencadenamiento de una respuesta inmunológica innecesaria.

La tolerancia oral se define también como la eliminación antígeno-específica de las respuestas


inmunes humorales y celulares hacia antígenos que llegan al cuerpo por la vía oral, siendo
especialmente útil para la protección de la mucosa intestinal frente a las respuestas inmunes
inflamatorias desfavorables.

Histología

Las placas de Peyer forman parte de la lámina propia del intestino delgado. La lámina propia
está compuesta por el tejido conectivo laxo que, al mismo tiempo, forma parte de lo que se
denomina el “núcleo” de las vellosidades intestinales.

En la lámina propia se encuentran diversos tipos de células plasmáticas, linfocitos, leucocitos,


fibroblastos, células cebadas y otros, y las placas de Peyer son la porción de la lámina propia
donde se encuentran conjuntos permanentes de nódulos o folículos linfoides.

– Estructura

Las placas de Peyer se distinguen arquitectónicamente en tres dominios principales conocidos


como:

1- El área folicular

2- El área interfolicular y

3- El epitelio asociado a los folículos linfoides.

Área folicular e Interfolicular

Esta región está comprendida por los nódulos o folículos linfoides de característicos de las placas
de Peyer que se componen de células B (linfocitos B) rodeadas de una porción menos compacta
(laxa) de células T (linfocitos T) y muchas células dendríticas foliculares o “células presentadoras
de antígeno” (APC, del inglés Antigen Presenting Cells).

La porción donde se encuentran los linfocitos o las células B replicativas, las células dendríticas
y otro tipo de células, los macrófagos, se denomina “centro germinal”. Cada folículo linfoide, a
su vez, está rodeado por lo que se conoce como “corona” o “domo subepitelial”.

El domo subepitelial también posee una mezcla células linfoides (linfocitos B y T), células
dendríticas foliculares y macrófagos, y esto es lo que representa el área interfolicular.

Se ha demostrado que, en los folículos linfoides de ratones adultos, la proporción de células B


en la región interna de dichas estructuras es de más o menos el 50 o el 70%, mientras que las
células T representan solo del 10 al 30%.

Algunas investigaciones sugieren, además, la presencia de otro tipo especializado de células


conocido como eosinófilos, cuya proporción aumenta después de la exposición a alérgenos
orales.
Epitelio asociado a los folículos linfoides

El íleon está recubierto por un epitelio simple (una sola capa de células) dispuesto
cilíndricamente. Sin embargo, en las regiones adyacentes a los folículos linfoides de las placas
de Peyer se encuentra gran cantidad de células escamosas conocidas como células M, células de
micropliegues o células de membrana especializadas.

Aparentemente, la función principal de las células M adyacentes a estos folículos es la de


capturar antígenos y dirigirlos o transferirlos hacia unos macrófagos que también están
asociados con las placas de Peyer.

Las células M no poseen microvellosidades y están activamente realizando pinocitosis para


conseguir el transporte desde la luz del intestino delgado hacia los tejidos subepiteliales.

El sistema inmune asociado a las mucosas está conectado con el resto del sistema inmune
corporal gracias a la capacidad de activación y migración de los linfocitos T de las placas de Peyer,
que pueden alcanzar la circulación sistémica para ejercer sus funciones inmunitarias.

Otras características distintivas

Distinto al caso del epitelio de la mucosa de las vellosidades intestinales, el epitelio asociado a
los folículos linfoides tiene una escasa producción de moco, además, las enzimas digestivas se
expresan pobremente y los patrones de glicosilación de los elementos asociados con el glicocálix
son diferentes.

Enfermedades relacionadas
Dada la importante función que cumplen las placas de Peyer en el cuerpo humano, existe gran
cantidad de patologías asociadas, entre las que se puede hacer mención a las siguientes:

Enfermedad de Crohn

Es una patología inflamatoria que se caracteriza por la inflamación recurrente del tracto
digestivo. La implicación de las placas de Peyer en esta enfermedad se debe a que las lesiones
típicas de esta suponen el ÑON

Además, parece que la enfermedad de Crohn afecta especialmente la porción distal del íleon,
justo donde se encuentra una copiosa cantidad de placas de Peyer.

Enfermedad de Injerto contra hospedador o “Graft versus Host Disease” (GvHD)

Esta condición es evidente como una “batalla” entre injertos o trasplantes de un paciente a otro
genéticamente no compatible.

Se piensa que la interacción entre la flora bacteriana y la respuesta inmune epitelial contribuye
a la elicitación de las señales inflamatorias que contribuyen a la estimulación de las células T
derivadas del donante, mediada por las células presentadoras de antígeno del hospedador.

La participación de las placas de Peyer en este proceso fue reconocida por Murai y
colaboradores, quienes demostraron que estas estructuras son el lugar anatómico donde ocurre
la infiltración de las células T del donante y donde se forman las células T citotóxicas “anti
hospedador”.
SISTEMA LINFÁTICO: UNA DEFENSA CONTRA LA INFECCIÓN
El sistema linfático es una parte vital del sistema inmunológico que comprende el timo, la
médula ósea, el bazo, las amígdalas, el apéndice y las placas de Peyer en el intestino delgado,
así como una red de ganglios linfáticos conectados por vasos linfáticos. que transporta la linfa
por todo el organismo.

La linfa se forma a partir del líquido que se filtra por las delgadas paredes de los capilares hacia
el interior de los tejidos del organismo. Este líquido contiene oxígeno, proteínas y otros
nutrientes que alimentan a los tejidos. Parte de este líquido vuelve a entrar en los capilares y
otra parte pasa a los vasos linfáticos (donde se convierte en linfa). Los vasos linfáticos pequeños
se conectan a otros más grandes y así, finalmente, forman el conducto torácico. El conducto
torácico es el vaso linfático más grande; se une con la vena subclavia y, consecuentemente, la
linfa vuelve al torrente sanguíneo.

La linfa también transporta sustancias extrañas (como bacterias), células cancerosas y células
muertas o dañadas que pueden estar presentes en los tejidos de los vasos y órganos linfáticos
para su eliminación. La linfa también contiene muchos glóbulos blancos (leucocitos).

Todas las sustancias transportadas por la linfa pasan por lo menos a través de un ganglio
linfático, donde se filtran y destruyen las sustancias extrañas antes de que el líquido vuelva al
torrente sanguíneo. En los ganglios linfáticos, los glóbulos blancos (leucocitos) pueden reunirse,
interaccionar entre sí y con los antígenos y generar respuestas inmunitarias a las sustancias
extrañas. Los ganglios linfáticos contienen una red de tejido densamente poblado por linfocitos
B, linfocitos T, células dendríticas y macrófagos. Los microorganismos nocivos son filtrados a
través de esa red, tras lo que pueden ser identificados y atacados por los linfocitos B y T.

Los ganglios linfáticos suelen agruparse en zonas en las que los vasos linfáticos se ramifican,
como el cuello, las axilas y las ingles.

TRASTORNOS DEL SISTEMA LINFÁTICO


Es posible que el sistema linfático no pueda realizar su función de forma adecuada como
consecuencia de:

• Un bloqueo (obstrucción): una obstrucción en el sistema linfático provoca una


acumulación de líquido (linfedema). La obstrucción puede estar provocada por la
presencia de tejido cicatrizal (desarrollada cuando los vasos o los nódulos linfáticos
están dañados o se eliminan mediante una intervención quirúrgica), por la radioterapia,
por una lesión, o en países tropicales, por la infección con una lombriz (filariasis) que
bloquea los conductos linfáticos.

• Una infección: la infección puede causar la hinchazón de los ganglios linfáticos, ya que
están inflamados. A veces los propios ganglios linfáticos pueden infectarse (linfadenitis)
con microorganismos que se propagan a través del sistema linfático desde el lugar
original de la infección.

• Cáncer: en los ganglios linfáticos pueden aparecer cánceres de glóbulos blancos


(leucocitos) como el linfoma y los tumores ubicados en otros órganos pueden viajar
(hacer metástasis) a los ganglios linfáticos cercanos a un tumor. Los cánceres ubicados
en los ganglios linfáticos pueden afectar a la circulación de linfa a través del ganglio. Los
cánceres ubicados en otras áreas pueden obstruir los conductos linfáticos. El
linfangiosarcoma es un tumor muy poco frecuente que puede aparecer en las células
del sistema linfático.
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

(Deberá realizarlo en el cuaderno)


ACTIVIDAD DE EVALUACION

(Deberá subirlo a la plataforma de SICA)

Realización de la hoja de trabajo en línea

• Descripción de la tarea:

Deberá realizar la hoja de trabajo en fecha establecida


No se repite la evaluación
Deberás entrar puntual

• Lineamientos de la tarea:

Seguir instrucciones
Solo se podrá realizar en horario de clase

• Aspectos a evaluar:

Aspectos Calificación
Realización de la hoja de
20 pts.
trabajo en línea
Total 20 pts.

• Fecha de entrega:

01 de septiembre del 2022

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