Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El sistema linfático está compuesto por un líquido llamado linfa, vasos linfáticos (que transportan la linfa),
diversas estructuras y órganos formados por tejidos linfáticos (linfocitos dentro de un tejido que los filtra) y la
médula ósea. Este sistema contribuye a la circulación de los líquidos corporales y ayuda a defender al cuerpo de
aquellos agentes que provocan enfermedades. Como se verá en breve, la mayoría de los componentes del plasma
sanguíneo filtran a través de las paredes de los capilares para formar el líquido intersticial. Una vez que el líquido
intersticial ingresa en los vasos linfáticos, se denomina linfa (de lymph-, líquido transparente). La principal
diferencia entre el líquido intersticial y la linfa es su ubicación: el líquido inters- ticial se encuentra entre las células,
mientras que la linfa se ubica dentro de los vasos y los tejidos linfáticos.
El tejido linfático es una forma especializada de tejido conectivo reticular que contiene un gran número de linfo-
citos. En el Capítulo 19 se mencionó que los linfocitos son leucocitos (glóbulos blancos) agranulares. Dos los
tipos de linfocitos participan en la respuesta inmunitaria: las células B y las células T.
Drenaje del exceso de líquido intersticial. Los vasos linfáticos drenan el exceso de líquido intersticial
de los espacios tisulares hacia la sangre.
Transporte de los lípidos de la dieta. Los vasos linfáticos se encargan del transporte de lípidos y
vitaminas liposolubles (A, D, E y K), que se absorben a través del tubo digestivo.
Desarrollo de la respuesta inmunitaria. El tejido linfático inicia las respuestas específicas dirigidas
contra microorganismos o células anormales determinados.
1. Bomba muscular esquelética. El “efecto de ordeñe” que ejercen las contracciones musculares esqueléticas comprime
los vasos linfáticos (además de las venas) y promueve el flujo de la linfa hacia la confluencia de las venas yugular interna
y subclavia.
2. Bomba respiratoria. El flujo linfático también se mantiene gracias a los cambios de presión que tienen lugar durante la
inspiración. La linfa fluye desde la región abdominal, donde la presión es mayor, hacia la región torácica, donde la
presión es menor. Cuando la presión se revierte durante la espiración, las válvulas en los vasos linfáticos evitan el reflujo
de la linfa. Asimismo, cuando un vaso linfático se distiende, el músculo liso de sus paredes se contrae, lo que ayuda a la
linfa a dirigirse desde un segmento del bazo hacia el siguiente.