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EVOLUCION ECONOMICA DEL PERU EN ESTOS

ULTIMOS AÑOS
El próximo 28 de julio, el Perú celebrará el aniversario número 201 de su declaración como
nación independiente. Este suceso se dará en medio de un contexto local e internacional
desfavorable, con una inflación global con tendencia alcista y expectativas empresariales
deterioradas, entre otros problemas. En este escenario, en el que prevalecen grandes desafíos
para el crecimiento económico, es importante reflexionar sobre qué avances se están
haciendo en materia económica y social. Por esta razón, realizamos un seguimiento de los
principales indicadores, así como de su desempeño en los primeros meses del año.

Según cifras del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), entre 2016 y 2019, el PBI real creció
a una tasa promedio anual del 2.9%. En 2021, el PBI nacional tuvo un crecimiento del 13.5%
respecto de lo registrado en 2020; sin embargo, es importante resaltar que esto se debería en
buena parte a un rebote estadístico, dada la caída registrada en el primer año de pandemia, en
la que el PBI se contrajo un 11.1%, una de las mayores contracciones de su historia, al caer a S/
486,402 millones.

Por otro lado, el índice de precios en 2016 registró una variación del 3.2%. Los años siguientes
se mantuvo dentro del rango meta, es decir entre el 1% y el 3%. No obstante, en 2021, se situó
en un 6.4%, la tasa más alta en trece años. Esto se explicó, principalmente, por el aumento de
los precios de los combustibles y de los alimentos con alto contenido importado, así como por
la depreciación del sol.

En el caso de la deuda pública, esta pasó de S/ 156,663 millones en 2016 a S/ 314,867 millones
en 2021, y como porcentaje del PBI creció en 12.2 puntos porcentuales (pp.) en el periodo de
análisis. Así, en 2021, la deuda pública se incrementó un 26.4% con respecto a la registrada el
año anterior, mientras que como porcentaje del PBI fue 1.3 pp. mayor.
Según cifras de la Sunat, la recaudación tributaria[1] creció a una tasa promedio anual del 7%
entre 2016 y 2019. En 2021, alcanzó los S/ 118,775 millones, un 42.4% más que lo registrado
en 2020. Cabe resaltar que dicho incremento fue impulsado por los tributos obtenidos de la
minería, ya que se incrementaron los precios internacionales de los metales.

Por otro lado, la inversión pública y privada registró un crecimiento en 2021. La primera fue de
S/ 40,985 millones, un 33.2% más que en 2020; mientras que la segunda, con S/ 179,730
millones, se incrementó un 49% con relación al año anterior. Cabe resaltar que este último
resultado se debe, parcialmente, a la caída en la inversión privada durante 2020, debido a la
pandemia. No obstante, el BCRP proyecta un crecimiento nulo para la inversión privada en
2022.

Al analizar la situación del mercado laboral en el país, duramente golpeado en 2020 por la
pandemia de COVID-19, se observa que la tasa de desempleo en 2021 fue del 5.7%, una
mejora de 1.7 pp. respecto de lo registrado en 2020. Sin embargo, dicho resultado continúa
siendo crítico al compararlo con años anteriores a la crisis, en los que la tasa de desempleo no
superaba el 5%. Por otro lado, los niveles de pobreza multidimensional en el país no dejan de
ser altos. Si bien esta se ha venido reduciendo entre 2016 y 2021, en este último año fue del
39.8%. Así mismo, con respecto al sector educación, la tasa de analfabetismo decreció en 0.7
pp., al pasar del 5.9% al 5.2% entre 2016 y 2021. Cabe resaltar que el Ministerio de Educación
tenía como objetivo reducir dicha tasa al 3.8% en 2021, año del bicentenario, meta que no se
alcanzó.

Respecto de la tasa de desnutrición en menores de 5 años, esta pasó del 13.1% en 2016 al
11.5% en 2021, mientras que, al evaluar la tasa de anemia en menores de 3 años, esta pasó del
43.6% al 38.8% en el mismo periodo de análisis. Si bien estos últimos resultados demuestran
una ligera mejora en materia de salud, las cifras continúan siendo altas, más aún considerando
que la salud es una dimensión a tomar muy en cuenta por su impacto en el bienestar de la
población, así como en la productividad del país.

¿CÓMO VA EL AVANCE EN 2022?

Según el BCRP, a junio de 2022 se observa una persistencia de choques de oferta, debido al
conflicto entre Rusia y Ucrania, los altos costos de energía, los cuellos de botella en el
comercio internacional y los confinamientos en China. Además, la inflación global continúa una
tendencia alcista y en el Perú, en términos interanuales, se situó en 8.1% en mayo, la cifra más
alta desde junio de 1998. Asimismo, según cifras del INEI, la tasa de desempleo en el primer
trimestre del año se situó en 6%, 2.2 pp. menor que lo registrado en similar periodo del año
anterior.

Por el lado de la inversión, la privada creció un 0.8% en el primer trimestre de 2022, respecto
del mismo periodo de 2021, mientras que la pública registró una caída del 13.7% en el mismo
periodo. Además, los indicadores de expectativas empresariales presentaron una tendencia
decreciente desde inicios de este año, con una ligera recuperación en mayo. Pero con una
confianza empresarial deteriorada que se encuentra aún en un tramo pesimista después de 14
meses, la inversión privada, importante motor que impulsa la economía, no crecería a un ritmo
similar al de años anteriores.

La evolución de los diferentes indicadores analizados muestra ligeras señales de mejora en


alguno de los aspectos; sin embargo, el avance y mejora de la calidad de vida de los peruanos
pudo ser mayor de no ser por una confianza empresarial deteriorada, las constantes crisis
políticas debido a los actos de corrupción, los enfrentamientos entre los poderes del Estado y
una institucionalidad debilitada, más aún en los últimos años. Cerca de la conmemoración de
nuestra independencia, el mensaje que brindará el Ejecutivo debe transmitir tranquilidad a la
población, dar señales de confianza que permitan al sector privado impulsar la inversión, así
como transmitir qué acciones concretas se adoptarán para incentivar el crecimiento
económico, mantener la resiliencia frente a la crisis y mejorar la calidad de vida de todos los
peruanos.

RECOMENDACIONES

1) Diversificación económica: Aunque el Perú ha experimentado un crecimiento


impulsado por la exportación de materias primas, es importante fomentar la
diversificación económica.
2) Inversión en infraestructura: El Perú necesita invertir en infraestructura para mejorar
la conectividad y facilitar el comercio interno y externo. Esto incluye la construcción y
mejora de carreteras, puertos, aeropuertos, redes de transporte público y
telecomunicaciones.
3) Promoción de la innovación y la investigación: El fomento de la innovación y la
investigación es clave para impulsar la productividad y la competitividad. El gobierno y
las empresas deben invertir en investigación y desarrollo, promover la colaboración
entre el sector público y privado, y facilitar el acceso a financiamiento para proyectos
innovadores.

https://www.comexperu.org.pe/articulo/un-ano-mas-de-nuestra-independencia-como-va-la-
evolucion-de-la-economia-peruana

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