Está en la página 1de 2

Yo soy amor, también protección, yo soy una mezcla de gratitud y miedo ¿Qué o quiénes han

hecho que yo sea todo esto? Probablemente todo esto empieza desde mi infancia, cuando todo
comienza con un montón de hilos que fueron creciendo y en algunas veces enredándose y
amalgamándose en mí. Son las personas, los lugares, las acciones y los sentimientos lo que han
hecho en mí quien soy. Seguramente he tenido influencias en mi que me han moldeado desde muy
pequeña, sin embargo, no han marcado en mi lo suficiente como si lo han hecho otras cosas, o más
bien otras personas. Mi familia, cuando me enteré que sería hermana fueron de los momentos
más importantes en mi vida, si bien fue una sorpresa y algo inesperado, era algo que yo había
estado deseado, las cosas tal vez no fueron como esperaba sin embargo fue inevitable desarrollar
un fuerte lazo afectivo, cierta conexión que hasta hoy en día es difícil de explicar.

En un principio me sentí intimidada porque era tan pequeña pero de un carácter muy fuerte, sin
embargo, ahora solo puedo estar agradecida por tener a alguien así en mi vida. Alguien tan
protectora, cuidadosa, energética y fuerte porque de alguna manera me ha transmitido y
enseñado a ser más fuerte, a tener valor de donde creo no tener, de superarme a mi misma y a
tener el carácter suficiente para saber decir no, que palabra más difícil es esa, es una de las
palabras que más rápido aprendemos a decir cuando estamos aprendiendo a hablar pero cuando
ya empieza a tener sentido esa palabra se convierte en algo muy difícil de decir.

Creo que otra persona que ha influenciado en mi ha sido mi otra hermana, cuando ella nació yo
experimenté una mezcla de emociones. En un principio para mi no fue puro entusiasmo, sentí un
poco de preocupación porque sabía lo que implicaba tener otro hermana, pero en cuanto nació
fue un proceso muy bonito porque esta vez si estaba en lo suficientemente grande pues recordar
mucho mejor el crecimiento y la evolución de mi hermana. Ella trajo a mi vida, una vida llena de
ruido pero también una vida llena de alegría, paz y mucha diversión. Ella al ser tan extrovertida ha
hecho que pueda salirme de mi zona de confort, y que no me sienta terriblemente mal por eso,
sino que por el contrario me siento bien y lo disfruté, cosa que es difícil para mí pues el hacer cosas
que no acostumbro pueden ser muy abrumadoras para mi. Con ellas recuerdo por primera vez
tener que desarrollar el sentido de la responsabilidad y entender lo importante que es compartir,
pero lo que más agradezco es que nunca he tenido que estar sola, siempre tengo su compañía en
los días soleados y en los oscuros.

La cultura es un factor clave en la construcción de conexiones sociales. Compartir una cultura


similar con otros crea un sentido de pertenencia y comunidad. Nuestra mente también juega un
papel en la forma en que nos relacionamos y comprendemos a los demás, y esto lo entendí cuando
tuve que vivir en otro país, allí comprendí las diferencias culturales y como estas influyen en las
personas.

Cuando una persona se muda a otro país, se ve inmersa en una cultura diferente y esta nueva
cultura influye en su vida diaria, incluyendo las normas sociales, las tradiciones, la comida, la
lengua y las creencias. Al vivir tanto tiempo ahí comencé a procesar y adaptarme a estas
influencias culturales, y esto hizo que fuero un desafío emocional y psicológico para mi. Aunque ya
una vez superado también empiezas a ver las cosas buenas de esos lugares y la cultura tan
interesante que tienen.
De lo que más me marco de allá fue la cultura de la familia y del cuidado, para los mexicanos es
muy importante eso y empecé a notarlo cuando veía que sobreponían a la familia antes que a
cualquier otra cosa. Una vez que regañaron a mi papá en su trabajo por no haber acompañado a
mi mamá por mis notas, le dijeron que si quería seguir trabajando ahí tenía que estar más al
pendiente de su familia porque esa era una gran forma de saber qué clase de persona es a la que
contratan, no solo que le vaya excelente laboralmente sino también a una que sepa reconocer el
valor de la familia.

Cosas como esas son las que le marcan a uno y como ese ejemplo hay muchos, como por ejemplo
las amistades que tuve cuando regrese a Bogotá, el cambio de regreso también fue duro, ahora ya
tenia al resto de mi familia pero me constaba acostumbrarme nuevamente, sin embargo, con las
amistades correctas todo sale mejor, el colegio se volvió un espacio al que quería ir solo para poder
estar con ellos. ¿Y esto que tiene que ver con la cultura y la mente? Pues es justamente la cultura
la que moldea nuestros valores y nuestras creencias, y es precisamente por esto que
seleccionamos a nuestros amigos. Para mi es muy importante tener amistades con las que pueda
compartir ciertos valores.

Por último pero no menos importante, algo que me ha influenciado profundamente han sido mis
gatitos, creo que la mente humana está programada para establecer conexiones emocionales
tanto con las personas como con los animales. Y con ellos he aprendido muchas cosas, como la
responsabilidad de una manera que antes nunca había vivido, he aprendido sobre el amor, que es
muy diferente a los otros tipos de amor que he vivido, y también he aprendido sobre el apoyo
emocional y el bienestar mental. Si soy sincera yo ahora mismo no puedo imaginar una vida en la
que no esté acompaados por ellos.

También podría gustarte