Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Fig. 2 Condiciones del fenómeno de reentrada. Para que un ritmo recíproco se mantenga, es necesario que el
tiempo que demore el impulso en recorrer el circuito sea mayor que el período refractario de las fibras que lo
componen; de no ser así el impulso encontrará tejido refractario por delante y el ritmo recíproco se interrumpirá.
Se distingue un bloqueo unidireccional (1), propagación de la vía alterna (2) y re-excitación proximal (3).
Trastornos del automatismo.
La despolarización diastólica en las fibras del nódulo sinusal es la más rápida y de ahí, es que
sean ellas las que constituyen el marcapaso fisiológico del corazón. Es necesario recordar, que,
en condiciones patológicas o experimentales, cualquier fibra miocárdica puede generar actividad
espontánea. Inclive, se ha observado dicho fenómeno durante la isquemia miocárdica. Los
potenciales de acción generados como consecuencia de estas despolarizaciones diastólicas
patológicas son del tipo de fibra lenta (semejante a los potenciales de acción del nódulo sinusal y
del nodo auriculoventricular) (4).
Las alteraciones del automatismo se clasifican en dos tipos:
1. Automatismo exagerado: Es el mecanismo involucrado en taquicardias sinusales, en muchas
taquicardias auriculares y en una forma de taquicardia incesante originada en fascículos del haz
de His en niños y adolescentes. La hipokalemia y la estimulación simpática favorece la aparición
de arritmias por exageración del automatismo (Fig. 3).
Fig.4. Postpotenciales.
Variedades de arritmias
Se define como ritmo normal del corazón a aquél que se origina en el nódulo sinusal, que
descarga con frecuencias entre 60 y 100 latidos por minuto con una cadencia regular,
conduciéndose a los ventrículos por las vías normales y sin retardo (Fig.5). Cualquier diferencia
con la definición anterior corresponderá a una arritmia cardíaca.
1. Taquicardia sinusal
La taquicardia sinusal se observa normalmente durante el ejercicio y en situaciones de stress
emocional (generalmente varía entre 100 y 150 latidos por minuto). En ella se mantiene la
morfología normal del ECG (Fig. 6) (3). También se encuentra en pacientes con insuficiencia
cardíaca, shock, anemia, hipertiroidismo, síndrome febril, entre otros. Habitualmente el
electrocardiograma durante la taquicardia permite hacer el diagnostico (5).
Video 1: https://www.youtube.com/watch?v=MXKGzlELmZo
Video 2: https://www.youtube.com/watch?v=cKXrzLrQOCc
2. Bradicardia sinusal
Consiste en la disminución del número de latidos por minuto (˂60 latidos por minuto). Simular a
la taquicardia sinusal, se mantiene la morfología del ECG (Fig. 7). Se observa normalmente en
sujetos vagotónicos y en atletas(1). También suele presentarse en diferentes situaciones
patológicas: hipertensión endocraneana, hipotiroidismo, B-bloqueo, enfermedad del nódulo
sinusal, entre otros (5).
Fig.7. ECG de una bradicardia sinusal.
Video: https://www.youtube.com/watch?v=bxGtsPhoJQs
3. Pausa o paro Sinusal
Puede ser expresión de enfermedad del nódulo sinusal y este hecho se reconoce por la ausencia
de onda P, lo que determina una interrupción del ritmo sinusal. También se ha descrito como un
alargamiento del intervalo entre dos ondas P. Por otro lado, la diferencia con los bloqueos
sinoauriculares, en la Pausa Sinusal los intervalos P-P previos son constantes y el intervalo P-P
de la pausa es la sumaria de dos intervalos P-P previos (se mantiene el ciclo normal) (Fig. 8).
Además, esta desaparición de las ondas P durante segundos o minutos desencadena actividad de
escape en marcapasos distales (a nivel de la aurícula o en la unión A-V), lo que preserva la
frecuencia y la función cardiaca, pero al mantenerse esto puede provocar mareos y síncope (4,
5).
Fig.8. Pausa sinusal no patológica. Intervalos P-P previos constantes de 1.24s, con pausa (em rojo)
de 2.12 s, menor que el doble de los intervalos previos.
Video: https://www.youtube.com/watch?v=X8y1LSRouIo
4. Arritmias Supraventriculares.
Son aquellas que se originan por encima de la bifurcación del haz de His y que se sobre imponen
al ritmo sinusal normal. Las arritmias supraventriculares activas pueden corresponder a
despolarizaciones aisladas precoces (extrasístoles) o taquiarritmias supraventriculares
(taquicardias paroxísticas supraventriculares (TPSV), flutter y fibrilación auricular) (4).
a. Contracciones auriculares prematuras o extrasístoles auriculares.
Se originan en las vías de conducción auricular o en las células miocárdicas auriculares y
ocurren antes del siguiente estímulo esperado del nodo sinusal. Este impulso casi siempre pasa al
ventrículo y de vuelve al nodo sinusal. La localización del foco ectópico determina la
configuración de la onda P. Mientras más cerca del nodo sinusal la fuente ectópica, más se
parece al complejo sinusal normal. La transmisión retrógrada al nodo sinusal a menudo
interrumpe el momento la programación del siguiente latido y genera una pausa compensatoria
incompleta (Fig 9). Esto se puede observar en el ECG como una onda P prematura
habitualmente seguida con un complejo QRS con un intervalo PR igual o mayor a 120 mseg
(Fig. 10) (4).
Video: https://www.youtube.com/watch?v=I1lyBZR82dQ
b. Flutter auricular
El flutter auricular corresponde a una arritmia de alta frecuencia auricular. Se distinguen dos
tipos de flutter. El tipo 1 o común que deriva de un mecanismo de reentrada a nivel de la
aurícula derecha, se reconoce en el ECG por las características ondas en serrucho en las
derivaciones D2, D3 y aVF (Fig. 11). Además, el flutter suele ser inestable tendiéndose a
convertir a un ritmo sinusal o en fibrilación auricular. A veces puede establecerse como una
arritmia crónica (3, 4). Habitualmente la frecuencia auricular es de alrededor de 300 latidos por
minuto con bloqueo A-V de grado 2, por tanto, no todas las ondas flutter se conduce al
ventrículo, observando comúnmente 3 ondas serruchos por un complejo QRS (2). Además, suele
asociarse a cardiopatías u otras condiciones que determinan dilatación en la aurícula, trastornos
de la conducción, incluso se puede presentar en condiciones de injuria toxica y/o metabólicas del
corazón (hipoxemia, acidosis, hipertiroidismo, entre otras. Por otro lado, flutter tipo II o atípico,
presenta frecuencias auriculares mayores, sin las características ondas auriculares descritas (4)
Video1: https://www.youtube.com/watch?v=qvJO50BITwQ
Video 2: https://www.youtube.com/watch?v=y51IFoRCQhk
c. Fibrilación auricular (FA)
La FA es una arritmia muy frecuente de observar en la práctica clínica. Se observa en el ECG
oscilaciones irregulares de la línea de base y ausencia de ondas P (reemplazadas por ondas f
fibrilatorias), la que traducen despolarizaciones auriculares múltiples y desorganizadas (entre
400 y 700 por minuto) (Fig. 12). Además, se ha descrito una respuesta ventricular totalmente
desorganizada por la conducción aleatoria por el nodo AV, en donde se observan complejos
QRS con un patrón irregular (Fig. 13) (4).
Video 1: https://www.youtube.com/watch?v=7fbUs05OtxE
Video 2: https://www.youtube.com/watch?v=QprWezAbrTo
d. Taquicardias con participación de la unión AV – Taquicardias paroxísticas
supraventriculares (TPSV).
Las TPSV se refiere a las taquiarritmias que se originan antes de la bifurcación del haz de His; el
inicio y la terminación son súbitos, por tanto, requieren el nodo AV para mantenerse en el
tiempo (3). Se presentan por primera vez, habitualmente, en personas jóvenes, sin cardiopatía
demostrable. La mayoría de los pacientes son asintomáticos, salvo por la conciencia del latido
cardiaco rápido, pero algunos experimentan disnea, sobre todo si los episodios son prolongados.
A nivel del ECG se observa ritmo rápido y regular (160 a 220 latidos por minuto), con QRS
angosto y sin onda P visible (Fig. 14). En algunas ocasiones el QRS puede ser ancho: cuando se
asocia a bloqueo de rama o en caso en que un haz anómalo participe en la conducción
anterógrada. Se han demostrado que los 2 mecanismos más frecuentes responsables de las TPSV
son la Reentrada intranodal y la Macro-reentrada con participación de un haz para-específico (4).
Fig.14. Trazado característico de una taquicardia paroxística supraventricular
Video: https://www.youtube.com/watch?v=Ti_TqdlxQrM
Resumen en la Tabla 1:
Se distinguen dos tipos de extrasístole ventricular: 1) EV monomorfa cuando estos son de igual
morfolofía; 2) EV polimorfa cuando son variables entre ellas. Las EV pueden ser aislados o en
pares. La presencia de tres o más extrasístoles ventriculares consecutivos con ciclos R-R ≤ a 600
mseg se denomina taquicardia ventricular (Fig. 16) (4).
La extrasístole ventricular, tiene un significado patológico solo en contexto de cardiopatía, por
ejemplo, infarto del miocardio. Existiendo un riesgo mayor de muerte durante los períodos de
seguimiento (4).
Video: https://www.youtube.com/watch?v=LSpuvzIgofU
b. Taquicardia ventricular (TV)
En la TV, el nódulo sinusal es sustituido por la región ventricular que pasa a controlar el
automatismo eléctrico del corazón, por tanto, el origen está por debajo de las ramas del haz de
His (1). Además, pueden ser autolimitadas o sostenidas, monomorfas (QRS con apariencia
uniforme) (Fig. 17-18) o polifocales (QRS diferentes y de forma repetitiva) (Fig. 19), recurrentes
o aisladas, provocar shock, degenerar a fibrilación ventricular o pasar desapercibidas para el
paciente, ser marcadores de un alto riesgo de muerte súbita o no tener significado pronóstico (3).
Por lo tanto, los síntomas se van a asociar a la frecuencia de la arritmia, de su duración y de la
severidad de la enfermedad cardiaca de base. En el caso que la TV es mediada por un
mecanismo de reentrada, pueden ser interrumpidas por estimulación eléctrica programada del
corazón (4).
En general, se caracteriza por una frecuencia ventricular de 70 a 250 latidos por minutos; el
inicio puede ser súbito o insidioso. A nivel de ECG, la TV se manifiesta con complejos QRS
anchos, altos y anómalos que persisten más de 0,12 s. Además, no se observa onda P (Fig. 17-
18) (5).
Video: https://www.youtube.com/watch?v=58O8UMoVnMs
c. Fibrilación ventricular
La fibrilación ventricular se caracteriza por una actividad eléctrica ventricular rápida y
desorganizada. Esto le confiere al ECG una imagen ondulatoria de amplitud y contornos
variables. No se distinguen complejos QRS, ondas P, segmentos ST ni ondas T (Fig. 20-21) (4,
5).
Video 1: https://www.youtube.com/watch?v=2ctxLxXBJwk
Video 2: https://www.youtube.com/watch?v=ebHfRNy_PA4
Resumen Tabla 2:
6. Trastornos de la conducción.
Se definen como un trastorno en la conducción de los impulsos entre las aurículas y ventrículos,
o intraventricular, de hecho, se puede generar en diferentes niveles del sistema excito-conductor
(3).
Los bloqueos auriculoventriculares se clasifican en tres grados determinado por el nivel del
bloqueo, es más, la calidad de los marcapasos subsidiarios en los casos del bloqueo auriculo-
ventricular de alto grado está determinada por el nivel del bloqueo, lo cual se relaciona con el
pronóstico, y de ahí la importancia de ubicar la zona de bloqueo (4). Por otro lado, la conducción
intraventricular es una alteración de la conducción de los impulsos eléctricos hacia el ventrículo
izquierdo o derecho.
a. Bloqueos aurículas-ventriculares de primer grado
Este bloqueo se caracteriza por un intervalo PR prolongado (>0,20 seg) (Fig. 22). Este aumento
del tiempo del intervalo PR indica retraso en la conducción AV, pero todos los impulsos
auriculares se transmiten a los ventrículos (a nivel del ECG, todas las ondas P son seguidas de
un QRS) (3, 4). Si se observa un complejo QRS tiene forma y duración normales, el retraso AV
casi siempre se encuentra en el nodo AV. En cambio, cuando el complejo QRS se ensancha más
el patrón de bloqueo de rama, posiblemente el retraso se encuentra en el nodo AV o en el
sistema de His-Purkinje (3).
Clínicamente es posible encontrar en estos casos un apagamiento del primer ruido. Sin embargo,
puede considerarse fisiológico por un tono vagal aumentado, provocado por drogas o por daño
estructural como infarto de miocardio o proceso degenerativo por la edad. Habitualmente es
benigno y asintomático (2).
Video: https://www.youtube.com/watch?v=yKgJr8ROO6s
b. Bloqueos aurículas-ventriculares de segundo grado
Se caracteriza por insuficiencia intermitente en la conducción de uno o más impulsos de las
aurículas a los ventrículos (impulsos supraventriculares no despolarizan los ventriculos). Por lo
tanto, se puede observar algunas ondas P no seguidas de un QRS. Los bloqueos de segundo
grado se clasifican de acuerdo al ECG de superficie en dos tipos: Tipos I o Wenckebach y Tipo
II o Mobitz II.
i. Tipo I o Wenckebach
En los bloqueos de tipo Mobitz I o Wenckebach existe un alargamiento progresivo del PR hasta
que un impulso auricular no se conduce o despolariza a los ventrículos apareciendo una pausa
(Fig. 23) (4). En la mayoría de los casos, asientan en el nódulo AV. A menudo ocurre en
personas con infarto al miocardio de la pared inferior y rara vez causa sintomatología (3, 4).
Video: https://www.youtube.com/watch?v=LY29cI1YWDw
ii. Bloqueo auricular-ventricular tipo II o Mobitz II
En estos casos la onda P bloqueada no ha sido precedida por alargamientos progresivos del PR
(intervalo PR constantes) en los ciclos precedentes (Fig. 24). Son frecuentemente localizados a
nivel distal del haz de Hiz (3, 4).
Video: https://www.youtube.com/watch?v=2oUcNoWNH90
d. Trastornos de conducción intraventricular
Son el resultado de un enlentecimiento o bloqueo de la conducción por debajo de la bifurcación
del haz de His, pudiéndose verse afectados uno, dos o los tres fascículos responsables de la
despolarización ventricular. Es un enlentecimiento o bloqueo de la conducción a nivel de las
ramas del haz de His. Pueden progresar y llevar a bloqueos A-V de distinto grado o permanecer
estables a lo largo del tiempo (4).
i. Bloqueos de rama
Ocurren en la rama derecha (Fig. 27) o izquierda (Fig. 28) del haz de His. Cualquiera sea la rama
afectada va a traer como consecuencia un retardo en la despolarización del ventrículo respectivo
lo que se va a traducir en un ensanchamiento del QRS. Se observan en diferentes patologías con
compromiso ventricular. Así el bloqueo de rama izquierda es frecuente en portadores de
cardiopatía hipertensiva, miocardiopatías hipertróficas y/o dilatadas, valvulares aórticos, entre
otros. Los de derecha por su parte, se observan en casos de cor pulmonar, cardiopatías
congénitas, hipertensión pulmonar, así como también no asociada a cardiopatía (4). Se ha
descrito que un bloqueo de rama durante un infarto reciente del miocardio es un signo de muy
mal pronóstico, refiriendo un compromiso isquémico del septum interventricular.
Video: https://www.youtube.com/watch?v=fmBUkmdDPA4
ii. Hemibloqueos
En ellos no se observan retardos significativos en la conducción intraventricular. Por tal motivo,
su aparición no implica un ensanchamiento significativo del QRS. El hemibloqueo izquierdo
anterior constituye un hallazgo frecuente en el ECG (Fig. 29) y se considera un trastorno
benigno cuando ocurre aisladamente. Es muy incierto el diagnostico mediante ECG, su
significado clínico es habitualmente más incierto y no requiere de terapia (4). El hemibloqueo
izquierdo posterior es mucho menos frecuente (Fig. 30) y se ha asociado a bloqueos de rama
derecha del haz de His (Fig. 31).
Fig.29. Hemibloqueo izquierdo anterior.
Referencias
1. Delgado JP, de Casasola Sánchez GG. Fisiopatología y patología general básicas para
ciencias de la salud: Elsevier Health Sciences Spain; 2013.
2. Kunstmann S. Manual de Fisiopatología Clínica: Editorial Mediterráneo Ltda.; 2019.
3. Grossman S, Porth CM. Porth Fisiopatología: Alteraciones de la Salud - Conceptos Básicos:
Lippincott Williams & Wilkins; 2014.
4. Fajuri A. Manual de Arritmias. División de Enfermedades Cardiovasculares UC; 2009.
5. Cardona E. Aprenda ECG en un día: Jaypee Brothers Medical Publishers Ltd. ; 2014.