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TITULARIDAD Y LEGITIMACION.
Como dijimos antes, los títulos de crédito nacieron como medios técnicos-jurídicos apto
para ser utilizados en la circulación económica.
Tales instrumentos llenaron satisfactoriamente esas condiciones, pues a la vez de tutelar
los valores esenciales de certeza, seguridad y rapidez, al simplificarse en ellos las formalidades
de su transmisión, perdieron una fluida circulación económica.
En tanto documento puede ser objeto de relaciones reales, como posesión, tenencia,
dominio, prenda, usufructo. Existen diferencias entre las cosas muebles por naturaleza, que
tienen un valor intrínseco relevante, y los títulos de crédito que son tomados en cuenta
principalmente por su valor extrínseco (o representativo), es decir, por el derecho en ellos
incorporados.
En el ámbito de las relaciones cartáceas se posibilita la adquisición del titulo a non
dominio por un 3ro de buena fe, aunque el documento sea robado o perdido, lo cual no resulta
posible respecto de las casas muebles por su naturaleza. (Esto se basa en las afirmaciones se
basan en el carácter necesario del título).
Los elementos que integran la estructura funcional de los títulos de crédito, como ya
dijimos, podemos diferenciar al documento (como cosa), del derecho en el representado, en su
carácter de relación obligacional.
Dada esta distinción, podemos diferenciar los derechos que se adquiere sobre el titulo de
la adquisición de los derechos que surgen (o emergen de él), como, a su turno, sus respectivos
modos de extinción, en tanto relaciones jurídicas.
Los primeros tienen características de relaciones reales, por ser el titulo de crédito, en
tanto documento, una cosa corpórea, y en el segundo caso las relaciones jurídicas son
personales u obligacionales, aunque también las designaremos genéricamente “creditorias”.
Lo que interesa a nuestro estudio es la adquisición originaria, por ser la forma en que no
se desnaturaliza el derecho cartular contenido en el titulo. Tal desnaturalización se produce
cuando el documento cartáceo es transferido por medios no cartulares (como seria la Cesión o
cualquier otro negocio del Dcho Común) (AUNQUE AHORA EL CODIGO AHORA NO SOLO
PREVE LA CESION SINO QUE ADEMAS DENTRO DE LA CLASIFICACION INCLUYE A LOS
TITULOS VALORES NO CARTULARES). Pues, en tales casos quien recibe el titulo de crédito NO
adquiere un derecho con los caracteres de literal ni autónomo.
Adquisición originaria.
La transmisión del titulo de crédito, que se realiza mediante la tradición de éste y la
respectiva documentación que cumplimente la ley de circulación según su especie -al portador, a
la orden o nominativo-, produce la adquisición originaria de los derechos emergentes del titulo
por parte de quien lo recibe. Este sujeto, se constituye como portador legitimado, status jurídico
que le concede la posibilidad de ejercer tales derechos en el ámbito de las relaciones cartáceas,
prescindiendo de las posibles excepciones personales que pudieran surgir de las sucesivas
transmisiones del documento.
En este caso, no se ha verificado una sucesión a titulo particular entre el tradens y el
accipiens, sino que éste ha adquirido los derechos en forma originaria, en decir, el derecho
cartular que emerge del titulo ha nacido para él, ex-novo, en el momento que adquirió el
documento.
El derecho adquirido por el nuevo titular es un derecho autónomo.
La adquisición originaria es la mentora del carácter autónomo del derecho cartular que
emerge del titulo de crédito y que significa, como quedó expresado, la no acumulación de
excepciones personales en cada transmisiones. Es decir que cada nuevo adquirente del
documento adquiere de modo originario el derecho cartular, derecho que por estar desvinculado
de la situación jurídica que tenia el transmiten es un derecho autónomo.
Legitimación activa.
Es la situación jurídica en virtud de la cual ese portador, si exhibe o presenta el titulo
habiendo cumplido formalmente con la ley de circulación del documento, según su especie, es
considerado legitimado activo y puede requerir válidamente el pago del titulo,
independientemente de que se trate del titular del derecho cartáceo y del propietario del titulo, en
tanto documento constitutivo de tal derecho.
La legitimación regulada por el sistema cartular es una legislación sustancial, regulada por
el derecho de fondo. Esta determina los recaudos formales o extrínsecos que se debe acreditar
para estar habilitado a ejercer todos los derechos subjetivos cartuchos que emergen del título de
crédito.
La expresión “portador regulador”, se refiere a la necesidad de que el sujeto que posee el
titulo acredite que éste ha llegado a su poder luego de cumplir con las formalidades
documentales necesarias, según la especie de título de que se trate (al portador, a la orden, o
nominativo), sin entrar en una compulsa o probanza sustancial respecto de las sucesivas
transmisiones.
Acreditadas tales formalidades documentales, que demuestran extrínseca y objetivamente
la regularidad de la circulación del titulo y califican de buena fe a su poseedor, éste es
considerada portador legitimado y ésta en condiciones de ejercer todos los derechos que
emergen del titulo de crédito, prescindiendo de que sea efectivamente el acreedor de la relación
cartácea.
Existe una propiedad formal y una propiedad material del crédito, que generalmente
coinciden en la misma persona del portador del titulo. Pero igualmente, esa identidad en el
derecho cartáceo puede no darse.
El sistema atribuye la propiedad formal del crédito o “legitimación activa”, al sujeto que
cuenta con los recaudos formales y extrínsecos suficientes, reservándose la expresión
“propiedad material” para el verdadero propietario del titulo y titular del derecho cartáceo.
Legitimación pasiva.
Dado que la legitimación es bifronte, como contrapartida de lo expresado sobre la
legitimación activa debemos efectuar breves consideraciones respecto de la legitimación pasiva,
que es correlativa y en cierto modo dependiente de aquélla, pues solo se puede hablar de que
alguien es legitimar pasivo si cumple o paga a quien es legitimado activo.
La legitimación pasiva debe ser considerada como un beneficio que el sistema cartular
concede al deudor requerido de pago, en virtud del cual éste no tiene que investigar las
condiciones sustanciales del derecho del sujeto requirente o acreedor, limitado esa diligencia a
comprobar la regularidad de las formalidades del status jurídico del presentante del titulo.
Cumpliendo con la ley de circulación que corresponde a su especie, permite a quien
cumple con la prestación requerida, a quien paga, quedar veladamente librado del vinculo
obligacional preexistente, porque ha pagado bien, ha pagado al legitimado activo del titulo de
crédito presentado, y ello es suficiente, pues implica que ha ejercitado la legitimación pasiva
sustancial correlativa a la legitimación activa del presentante.
La justificación reside en el acrecentamiento de la confianza, que en virtud de la
simplificación de las forma redunda en el favor de la circulación. Resulta congruente que los
principios que informan la teoría general de los títulos de crédito (objetivación del crédito,
caracteres esenciales de necesidad, literalidad y autonomía, y valores esenciales de certeza,
seguridad y rapidez, que atañen a los negocios mercantiles y bancarios.
El L.A. se halla habilitado para ejercer todos los derechos que emergen del titulo, aunque
no sea el propietario del documento ni el titular del derecho.
La legitimación caracterizada como la situación jurídica que en el ámbito de las relaciones
cartáceas cuenta con la investidura formal suficiente para ejercer todos los derechos que
emergen del documento de que es portador, el cual, en tanto titulo de crédito, está integrado
estructuralmente por sendos elementos: uno real (la cosa-documento) y otro personal (derecho
creditorio incorporado), vinculados en una conexión permanente, que produce un mutuo
intercambio de características entre ambos.
Los Títulos de Crédito pueden ser agrupados según las diversas cualidades y rasgos
jurídicos que presentan.
Algunos títulos de crédito aparecen integrado más de una especie: ello responde a que
tales título cuentan con caracteres, contenido, forma de circulación, etc., que le son comunes y
permiten agruparlos integrando diversas especies, pues considerarlos desde distintas
perspectivas guardan homogeneidad entre ellos.
Podemos clasificarlos:
- Títulos creados individualmente: Éstos requieren en cada caso un acto de voluntad del
librador, exteriorizado mediante su firma ológrafa. Tienen carácter individual e independiente.
No son fungibles.
- Títulos de crédito a la orden: en esta subespecie se ubica el titulo de crédito madre, pues a
partir de él se elaboro la teoría general de crédito. Son aquellos concebidos, en su forma
esencial, a nombre de determinado sujeto, que facultan a éste, de modo expreso o implícito, a
transmitirlo sin intervención del librador. Ejemplos, certificado de depósito, carta de poder,
conocimiento de embarque, entre otros.
El endoso es el acto jurídico de documentación de la transmisión de los títulos de crédito
a la orden, en virtud del cual el tomador o beneficiario se transforma en primer endosante del
titulo librado en su favor, y así vez el sujeto a quien se le transmite el titulo, designado endosatario
se convierte en el nuevo titular del derecho y propietario del titulo, con la facultad de endosarlo en
favor de otro sujeto.
Es una acto jurídico cartular que se efectiviza mediante la declaración unilateral de
voluntad, exteriorizada formalmente en el titulo con la firma de quien lo otorga: el endosnante.
- Títulos de crédito nominativos: son aquellos documentos que se libra en favor de determinados
sujetos y tanto su emisión como sus sucesivas transmisiones deben ser inscritas en los
registros del emisor o librador del títulos. Ejemplos: acciones de sociedad, conocimiento de
embarque nominativo, debentures, entre otros.
• Se ha sostenido que la causa de los títulos de crédito es una convención ejecutiva por la cual
se ejecuta o se cumple la reacción fundamental extracatácea; es decir que entre la relación
fundamental extracartular y la relación cartular existe un negocio llamado convención ejecutiva,
el cual resulta ser a causa del titulo, pues mediante si concertación el deudor y el acreedor
concretan, o cumplen, o ejecutan la relación fundamental
• Desde otra perspectiva, se ha sostenido que la causa de los títulos de crédito reside en el
negocio jurídico por el cual se entrega o transmite el titulo, designándolo pactum de
cambiando.
• Frente a esta dos teorías, se distingue la de Ascarello, entente que respecto a los títulos
abstractos la causa reside en la convención ejecutiva, respecto de los titulos causales afirma
que la causa radica en un negocio declarativo o declaratorio. Este negocio se puede
denominar “negocio de reconocimiento”.
Mediante el negocio declarativo se establece un nuevo vinculo jurídico de naturaleza
cartular, que sin destruir ni eliminar el primitivo adquiere existencia autónoma, no obstante el
análogo contenido económico de ambos.
• Por ultimo, aparece la teoria que única la causa de los títulos de crecido, sean causales o
abstractos, en la relación fundamental extracartácera, designada también “relación
subyacente” o “negocio base”.
Es importante destacar que los títulos cambiarios en tanto títulos de crédito abstractos
(letra de cambio, cheque y pagare), la causa o relación fundamental, aunque se mantiene su tenor
litarel, es totalmente irrelevante frente al tercero portador de buena de del titulo; rige la
abstracción cambiaria que podemos caracterizar así: una prescindencia objetiva en virtud de la
cual NO se puede controvertir, entre el deudor y el tercero portador de buena fe del titulo, la
existencia, validez y eficacia de la relación fundamental o causa de las que esos sujetos son parte
. Tal irrelevancia de la causa se ve atemperada, en el ámbito cambiario sustancial, respecto de las
relaciones entre los sujetos vinculados en forma directa (librador-beneficiatio, endosante-
endosatario, librador-aceptante).
NOVACION.
Hat novación de la relación cartacea cuando el sujeto pasivo de ella la extingue
reemplazando por otra, supuesto que se verifica mediante el libramiento de un nuevo titulo de
crédito y la inutilizaron del anterior, que representaba la relación cartacea extinguida por
novación.
El principio cambiario de que la novación NO se presume hay que generalizarlo a todos
los títulos de crédito, debiendo acreditar formal y objetivamente la voluntad novativa en el nuevo
libramiento. Esta prueba, deviene innecesaria si se anula o inutiliza el titulo que representa o tiene
incorporada la obligación novada, y por ende extinguida.
PAGO.
Es éste el medio propio y genuino de cumplir una obligación cartácea, en tanto relaciona
obligacional o personal. El pago, debe ser efectuado al presentante del titulo que resulte portador
legitimado, por parte del sujeto pasivo de la relación cartácea representada en el documento.