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Bolilla 1:
TITULOS DE CREDITOS Y TITULOS VALORES.
Clasificación:
a) Privados y Públicos: solo están legitimados para emitir títulos públicos determinadas
entidades publicas como el estado Nacional, Provincial, la Ciudad Autónoma de Bs As
y las Municipalidades. Sin emitidos por particulares, carecen de valor, al igual que si se
diera el casi de una entidad publica que no se encontrara autorizada. La finalidad de
estos títulos es obtener liquidez para el Estado y así poder subvencionar a los
particulares, como por ejemplo, las cedulas hipotecarias.
Los Privados son los emitidos por personas físicas o jurídicas pero de carácter privado.
Para ellos rige el principio de libertad de emisión que puede ser:
Incondicionada: letra de cambio y pagare
Condicionada: cuando justifica su emisión por la existencia de la relación
fundamental (carta de porte, acciones de una SA).
b) En serie e individuales:
En serie: también llamado en masa, son los que se emiten en múltiples unidades como
consecuencia de una misma o varias emisiones. Son todos iguales entre si
modificándose únicamente su numeración o su valor nominal. En estos títulos se da la
llamada “garantía colectiva” de manera que todos los acreedores están garantizados
en igual medida sin diferenciación ni privilegios de unos respecto a otros.
Los títulos en serie son todos causales y en la mayoría de los casos son fungibles en la
negociación o circulación. Los títulos de deuda publica pertenecen a esta categoría.
c) Representativos de dinero y prestaciones de otras naturalezas: Los títulos
representativos de mercaderías son dos: En primer lugar los testimonios escritos
de las diversas variedades del contrato de transporte, que si se trata de
transporte terrestre se llama carta de porte, si se
tratad e t r a n s p o r t e m a r í t i m o s e l l a m a c o n o c i m i e n t o d e e m b a r
q u e , y s i s e t r a t a d e transporte aéreo se llama guía aérea o
carta de porte aérea.
El segundo tipo de títulos valores representativos de mercaderías está
constituido por los llamados certificados o vales de depósito que emanan
del negocio de los w a r r a n t s . E l n e g o c i o d e w a r r a n t s e s u n a
actividad comercial que consiste en un
sistema legalmente regulado de depósito de mercade
r í a s e n i n s t i t u c i o n e s profesionales dedicadas a esa actividad y
controlada por la Superintendencia de Bancos. E l t i t u l a r d e e s e v a l e
puede transferir el dominio sobre la mercadería transfiriendo el
documento
d) Al portador, a la orden y nominativos: según los requisitos necesarios para su
circulación, se clasifican los títulos valores en:
1) Al portador: para estar legitimado para el ejercicio de los derechos cartulares, basta la
posesión del documento. Su transferencia requiere su sola entrega.
2) A la orden: es el originariamente emitido a favor de determinada persona y pagadero a
ella misma o a quien tenga su posesión y aparezca como endosatario, esto es, como
beneficiario de un endoso que se manifiesta mediante la firma del endosante puesta al
dorso del documento.
3) Nominativo: puede ser endosable o no endosable; para la transferencia del primero se
requiere, además del traspaso de la posesión, el endoso y su anotación en un registro
destinado a tales fines. El titulo nominativo no endosables solo puede ser transferido
mediante la cesión de créditos.
e) Causales y abstractos: la dsitincion entre títulos causales y abstractos depende de la
vinculación existente ente el titulo mismo y el negocio fundamental que le ha dado
origen. Los títulos causales están signados por el negocio fundamental que llevo a
emitirlos, mientras que los abstractos funcionan desvinculados del negocio originario.
Los títulos casuales son aquellos en los cuales la causa de su creación tiene relevancia
jurídica. En ellos, la relación causal es oponible a todos los portadores, dado que
subsiste vinculada al documento durante toda la vida del titulo. Estos títulos están
subordinados a la causa que les dio origen, ejemplo de títulos causales: las acciones,
los debentures, los títulos públicos, etc.
La abstracción consiste en la desvinculación del documento respecto de la relación
causal. Con ellos se facilita y asegura la adquisición y transmisión del documento
abstracto, con el fin de evitar que su causa entorpezca el ejercicio de los derechos
emergentes del titulo. Cuando el titulo es abstracto, al portador no se le pueden oponer
defensas emergentes de la causa del documento. Ejemplo: la letra.
f) Formales y no formales: el titulo valor es formal cuando la ley exige para su existencia
el cumplimiento de determinados recaudos formales (escritura, denominación,
menciones textuales, suscripción autógrafa, etc.). la letra de cambio es el titulo formal
por excelencia.
Los títulos no formales no requieren el cumplimiento de solemnidades taxativamente
preestablecidas.
g) Completos e incompletos: la clasificación tiene en cuenta la circunstancia de que el
titulo deba ser autosuficiente o no.
Titulo completo es el que debe contener todos los elementos necesarios para su
conformación cambiaria, según el arquetipo legal y la configuración integral de los
derechos y obligaciones. Ejemplo: la letra de cambio.
Titulo incompleto es aquel que por si solo no es suficiente para determinar la directa e
integral configuración de los derechos y obligaciones de los sujetos intervinientes. La
plena y total configuración de los derechos y obligaciones de los sujetos vinculados
solo se obtiene en otros documentos a los que remite el propio titulo. El titulo
incompleto en su literalidad debe enviar a los elementos documentales extracartulares
que configuran en su totalidad los derechos y obligaciones de los sujetos involucrados.
Ejemplo: la acción que esta vinculada a los estatutos sociales.
h) Diferencia entre abstracción y autonomía: la abstracción y la autonomía son cuestiones
que no pueden confundirse. La abstracción desvincula el documento de la relación
causal y, consecuentemente, no pueden serle opuestas al tercero portador las
excepciones que surgen de ella (inexistencia, falsedad, nulidad, etc.). La autonomía
importa la existencia de un derecho originario, es decir, desvinculado de la posición
jurídica de sus anteriores portadores, y, por ende, al tenedor legitimado no se le
pueden oponer las excepciones personales que se podrían haber opuesto a los
anteriores portadores.
i) Relaciones entre literalidad, formalidad y completividad: en función de la literalidad se
determina la existencia, medida y valor del derecho incorporado en el documento en su
configuración originaria, prescindiendo de la intención concreta del firmante y de toda
cuestión no mencionada o relacionada en el título.
La completividad importa la configuración integral en el propio título, de todos los
derechos y obligaciones y produce una insensibilidad extracartular de carácter
absoluto: lo que no está en el título es como si no existiese en el mundo.
El formalismo apunta a la existencia de determinados requisitos que deben
manifestarse de la manera exigida por la ley para que el título de crédito exista como
tal: la falta de algún elemento, o su manifestación de un modo distinto al requerido por
la ley, hace que el documento no valga como lo que hubiera valido tenerlo
j) Confluencia de literalidad, formalidad y completividad en los títulos abstractos: en los
títulos abstractos, en razón de su desvinculación causal, o mejor dicho como
contrapartida de su irrelevancia, se encuentra reforzada la literalidad con la
completividad y el formalismo en beneficio de la seguridad y celeridad que debe
presentar el tráfico.
CONCURSOS.
Debemos tener en cuenta que cuando hablamos de “concursos” nos estamos refiriendo a las
dos clases de concursos que contempla nuestra legislación: el concurso preventivo y la
quiebra.
Clases de concurso:
a) Concurso preventivo: es un proceso tendiente a lograr un acuerdo entre el deudor y
los acreedores para superar el estado de cesación de pagos y evitar la quiebra. Solo
procede a pedido del propio deudor.
b) Quiebra: proceso por el cual se liquidan todos los bienes del deudor para hacer frente
al cumplimiento de sus obligaciones. La quiebra puede ser directa (a pedido del
acreedor o del deudor) o indirecta (cuando fracasa el concurso preventivo)
La ley de concurso también se refiere a un tercer instituto, el “acuerdo preventivo
extrajucdicial”, no se trata de un concurso, sino de un acuerdo extrajudicial entre el deudor y
todos o parte de los acreedores, tendiente a solucionar las crisis económicas o la cesación de
pagos de manera rápida, económica y con discreción.
A La palabra bancarrota se le reconocen dos orígenes, uno italiano y otro francés, el francés es
el que menos ha sido aceptado por la doctrina, hay un sector que reconoce a Francia como el
origen de la palabra bancarrota, “banca route” en francés hacía referencia a la situación de
quiebra de un sujeto que comerciaba sus productos, este es el primer origen de la palabra.
La de origen italiana con mayor aceptación, banca en italiano es banco (referido al banco de la
plaza) y rota que significaba la imposibilidad que tenía un sujeto de pagar sus obligaciones. En
las época del Medievo el comercio se realizaba en las plazas diariamente, entonces las
personas que iban a vender sus productos o hacer intercambio (la letra de cambio nace como
una forma de digerir el pago cuando el sujeto que quería comprar no tenía moneda, no tenía
oro) no disponía de dinero ni tampoco podía lograr esto de cumplir con sus obligaciones
rompía el banco y esta era la forma de demostrar su imposibilidad de cumplir con sus
obligaciones este es el origen constitucional que se trasladó luego a las leyes de quiebra de
alguna forma como la imposibilidad de cumplir.