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Derecho Concursal.

Bolilla 1:
TITULOS DE CREDITOS Y TITULOS VALORES.

Terminología: la expresión títulos valores” no es la única denominación de la materia, ya que


para referirse a la misma cuestión, la doctrina alude a títulos de crédito y a títulos circulatorios.
Todas estas denominaciones presentan sus ventajas e inconvenientes: a) la denominación de
títulos valores permite la inclusión de documentos que, aunque representan valores, no reúnen
los requisitos generales propios de la disciplina que comprende la materia y, por ende, no le
pueden ser aplicadas sus normas; b) el nombre de títulos de crédito deja fuera de su órbita los
títulos valores que, no son representativos de crédito, ejemplo: la acción de una SA, y c)la
denominación de títulos circulatorios tampoco esta exenta de criticas aunque es la mas
adecuada, pues hace referencia al fenómeno de la circulación, denominador común de todos
los instrumentos regidos por nuestra materia.
Pese a que, como se ha señalado, cada una de las denominaciones presenta sus ventajas e
inconvenientes, se las utilizara indistintamente, dado que ninguna de ellas induce a error y
constituyen un valor indicativo de la materia.

Concepto. Elemento Real y Personal:


“Titulo de Crédito es el documento necesario para ejercer el derecho literal y autónomo en el
expresado”
En general, documento es una cosa que reproduce o recepta un hecho o acto con relevancia
jurídica. El documento como tal es el producto de una operación denominada “documentación”,
que consiste en la recepción del hecho o acto jurídico mediante su materialización. Se trata de
la inserción de un derecho en una cosa mueble, normalmente un papel, es decir, la
documentación de un derecho.
El creador del titulo incorpora al documento una declaración de voluntad, incondicionada e
irrevocable, de carácter constitutivo y con alcance patrimonial, mediante la cual se coloca en
una posición de obligado cambiario ante quien resulte portador legitimo del documento.
En los Títulos de Crédito hay 2 elementos:

Elemento Personal: es la obligación, el crédito, este derecho que se encuentra


incorporado al documento.
Elemento Real: la cosa, el documento
Es más importante el elemento Real ya que tiene mayor preponderancia sobre el elemento
personal, porque el día en que se produzca el vencimiento si o si tengo que tener en mi poder
el documento para cobrar lo que se me debe; si no lo tengo no lo voy a poder cobrar, y si no
me pagan. puedo cobrarlo por la vía judicial más rápida. Los procesos judiciales se distinguen
en:
• Juicio Ordinario: ejemplo, hubo un accidente, murió un familiar, los herederos van a
cobrar una indemnización por los daños derivados de la muerte o bien, los daños del
auto, cuando promueva una demanda lo hará por vía ejecutiva? No, en un procedimiento
ordinario por daños y perjuicios. Se tiene 15 días para presentar pruebas
• Juicio Ejecutivo: es una acción ejecutiva, para acredita la existencia de nuestro derecho,
lo único que vamos a necesitar es el documento ¿Como podemos acreditar al juez que
esa suma ha sido cancelada? Con un recibo, individualizado. ¿Pero si usted es contador
que le recomendaría al cliente que haga cuando paga? Devolver el pagare y lo romperlo.
Tampoco vale como elemento probatorio una constancia de que se ha depositado en la
cuenta bancaria, hay una transferencia a mi nombre que soy el acreedor, ese
comprobante no va a tener validez en juicio ejecutivo porque puede ser que haya pagado
otra cosa.
¿cómo acreditan la excepción de pago (preg. examen)? Y porque tenemos el
documento. ¡No! Porque la excepción se da en el marco de un proceso judicial y para
que haya un proceso judicial ¿qué es lo que tiene que tener para presentarle a Juez? El
documento y al documento lo tiene el acreedor. Entonces ustedes para acreditar el pago
deben haber pedido el documento y romperlo.
Característica:
a) Literalidad. Es imprescindible que en el documento se configure con precisión el
contenido, la naturaleza y extensión del derecho.
La literalidad se refiere al contenido del titulo valor e indica que la significación del
derecho incorporado se delimita exclusivamente por el tenor escrito del documento.
La literalidad, constituye una garantía doble, pues el sujeto activo nada puede
pretender que no se halle escrito en el titulo y el sujeto pasivo tiene la seguridad de que
cumpliendo el requerimiento en los términos textuales, queda liberado.
Téngase presente que la literalidad, no impide que, en determinados casos, el
documento este relacionado con elementos, también documentales, externos al propio
titulo a los que este remite. Pero los elementos son eficaces en tanto y en cuanto los
admite la ley y se los menciona y relaciona expresamente en el titulo valor.
b) Incorporación. La incorporación determina que lo esencial se el titulo como cosa y lo
accesorio el derecho en el contenido, aunque sea este el que da valor patrimonial al
documento.
La incorporación literal del derecho al documento permite aplicar a estos instrumentos
un régimen jurídico similar al de las cosas muebles. Y gran parte del sistema legal de
los títulos de crédito gira alrededor de la regulación del documento como cosa, es
decir, del titulo como tal, aunque en definitiva tenga por finalidad la protección del
derecho incorporado
c) Legitimación. Hace referencia a los requisitos que deben concurrir en un sujeto para
ejercer un derecho
La legitimación se refiere a la situación jurídica del sujeto habilitado para ejercer todos
los derechos sobre el titulo y los que devienen de su posesión.
La legitimación viene dada, en primer término, por la posesión del documento: esta es
requisito indispensable para ejercer los derechos incorporados al título.
El poseedor legitimado esta habilitado para ejercer el derecho o los derechos
emergentes del titulo sin necesidad de suministrar pruebas de que es: 1) el propietario
de dicho documento, y 2) el efectivo titular del derecho emergente de él.
La legitimación activa es la habilitación para ejercer el derecho incorporado en el
documento y exigir al deudor la prestación debida. Desde el lado pasivo, la legitimación
es la habilitación del deudor para liberarse cumpliendo la prestación debida al
legitimado activo.
El titulo tiene por función atribuir la legitimación, pero no su titularidad, de la que la
circulación prescinde. Así, puede haber circulación de la legitimación sin circulación del
derecho y viceversa: frente al deudor solamente tiene eficacia la circulación de la
legitimación y de ahí que el legitimado pueda exigir, aunque no sea titular, y el no
legitimado no pueda exigir aunque sea titular.
Además, cuando los títulos son a la orden, se requiere la documentación de la
transferencia mediante el endoso que debe hacer en el mismo titulo del poseedor, pues
la tradición por si sola es insuficiente.
En este caso, la legitimación presupone la “investidura” formal materializada
literalmente en el título, por el endoso y la posesión de él.
d) Autonomía. Esta significa que cada adquisición del título y, por ende, del derecho
incorporado, aparece desvinculada de las relaciones existentes entre el deudor y los
poseedores anteriores.
Cada poseedor adquiere ex novo, como si lo fuera originariamente, el derecho
incorporado al documento, sin pasar a ocupar la posición que tenía su transmitente o
los anteriores poseedores.
La posición jurídica de los adquirentes sucesivos surge de la posesión legitima del
título, y su derecho existe en función de ella y del tenor literal del propio documento y
no por las relaciones personales que ligaban al anterior poseedor con el deudor.
La autonomía comienza a funcionar a favor de los terceros que hayan adquirido el título
de buena fe, a partir de la primera transferencia posterior a la emisión del documento.
Ella no opera en favor del tercero de mala fe (es difícil acreditar la mala fe)
El poseedor del título puede ejercer el derecho incorporado en razón de su derecho al
documento, con independencia de las relaciones que ligaron a los anteriores
poseedores con el deudor de la prestación en él contenida.

Clasificación:
a) Privados y Públicos: solo están legitimados para emitir títulos públicos determinadas
entidades publicas como el estado Nacional, Provincial, la Ciudad Autónoma de Bs As
y las Municipalidades. Sin emitidos por particulares, carecen de valor, al igual que si se
diera el casi de una entidad publica que no se encontrara autorizada. La finalidad de
estos títulos es obtener liquidez para el Estado y así poder subvencionar a los
particulares, como por ejemplo, las cedulas hipotecarias.
Los Privados son los emitidos por personas físicas o jurídicas pero de carácter privado.
Para ellos rige el principio de libertad de emisión que puede ser:
 Incondicionada: letra de cambio y pagare
 Condicionada: cuando justifica su emisión por la existencia de la relación
fundamental (carta de porte, acciones de una SA).

b) En serie e individuales:
En serie: también llamado en masa, son los que se emiten en múltiples unidades como
consecuencia de una misma o varias emisiones. Son todos iguales entre si
modificándose únicamente su numeración o su valor nominal. En estos títulos se da la
llamada “garantía colectiva” de manera que todos los acreedores están garantizados
en igual medida sin diferenciación ni privilegios de unos respecto a otros.
Los títulos en serie son todos causales y en la mayoría de los casos son fungibles en la
negociación o circulación. Los títulos de deuda publica pertenecen a esta categoría.
c) Representativos de dinero y prestaciones de otras naturalezas: Los títulos
representativos de mercaderías son dos: En primer lugar los testimonios escritos
de las diversas variedades del contrato de transporte, que si se trata de
transporte terrestre se llama carta de porte, si se
tratad e t r a n s p o r t e m a r í t i m o s e l l a m a c o n o c i m i e n t o d e e m b a r
q u e , y s i s e t r a t a d e transporte aéreo se llama guía aérea o
carta de porte aérea.
El segundo tipo de títulos valores representativos de mercaderías está
constituido por los llamados certificados o vales de depósito que emanan
del negocio de los w a r r a n t s . E l n e g o c i o d e w a r r a n t s e s u n a
actividad comercial que consiste en un
sistema legalmente regulado de depósito de mercade
r í a s e n i n s t i t u c i o n e s profesionales dedicadas a esa actividad y
controlada por la Superintendencia de Bancos. E l t i t u l a r d e e s e v a l e
puede transferir el dominio sobre la mercadería transfiriendo el
documento
d) Al portador, a la orden y nominativos: según los requisitos necesarios para su
circulación, se clasifican los títulos valores en:
1) Al portador: para estar legitimado para el ejercicio de los derechos cartulares, basta la
posesión del documento. Su transferencia requiere su sola entrega.
2) A la orden: es el originariamente emitido a favor de determinada persona y pagadero a
ella misma o a quien tenga su posesión y aparezca como endosatario, esto es, como
beneficiario de un endoso que se manifiesta mediante la firma del endosante puesta al
dorso del documento.
3) Nominativo: puede ser endosable o no endosable; para la transferencia del primero se
requiere, además del traspaso de la posesión, el endoso y su anotación en un registro
destinado a tales fines. El titulo nominativo no endosables solo puede ser transferido
mediante la cesión de créditos.
e) Causales y abstractos: la dsitincion entre títulos causales y abstractos depende de la
vinculación existente ente el titulo mismo y el negocio fundamental que le ha dado
origen. Los títulos causales están signados por el negocio fundamental que llevo a
emitirlos, mientras que los abstractos funcionan desvinculados del negocio originario.
Los títulos casuales son aquellos en los cuales la causa de su creación tiene relevancia
jurídica. En ellos, la relación causal es oponible a todos los portadores, dado que
subsiste vinculada al documento durante toda la vida del titulo. Estos títulos están
subordinados a la causa que les dio origen, ejemplo de títulos causales: las acciones,
los debentures, los títulos públicos, etc.
La abstracción consiste en la desvinculación del documento respecto de la relación
causal. Con ellos se facilita y asegura la adquisición y transmisión del documento
abstracto, con el fin de evitar que su causa entorpezca el ejercicio de los derechos
emergentes del titulo. Cuando el titulo es abstracto, al portador no se le pueden oponer
defensas emergentes de la causa del documento. Ejemplo: la letra.
f) Formales y no formales: el titulo valor es formal cuando la ley exige para su existencia
el cumplimiento de determinados recaudos formales (escritura, denominación,
menciones textuales, suscripción autógrafa, etc.). la letra de cambio es el titulo formal
por excelencia.
Los títulos no formales no requieren el cumplimiento de solemnidades taxativamente
preestablecidas.
g) Completos e incompletos: la clasificación tiene en cuenta la circunstancia de que el
titulo deba ser autosuficiente o no.
Titulo completo es el que debe contener todos los elementos necesarios para su
conformación cambiaria, según el arquetipo legal y la configuración integral de los
derechos y obligaciones. Ejemplo: la letra de cambio.
Titulo incompleto es aquel que por si solo no es suficiente para determinar la directa e
integral configuración de los derechos y obligaciones de los sujetos intervinientes. La
plena y total configuración de los derechos y obligaciones de los sujetos vinculados
solo se obtiene en otros documentos a los que remite el propio titulo. El titulo
incompleto en su literalidad debe enviar a los elementos documentales extracartulares
que configuran en su totalidad los derechos y obligaciones de los sujetos involucrados.
Ejemplo: la acción que esta vinculada a los estatutos sociales.
h) Diferencia entre abstracción y autonomía: la abstracción y la autonomía son cuestiones
que no pueden confundirse. La abstracción desvincula el documento de la relación
causal y, consecuentemente, no pueden serle opuestas al tercero portador las
excepciones que surgen de ella (inexistencia, falsedad, nulidad, etc.). La autonomía
importa la existencia de un derecho originario, es decir, desvinculado de la posición
jurídica de sus anteriores portadores, y, por ende, al tenedor legitimado no se le
pueden oponer las excepciones personales que se podrían haber opuesto a los
anteriores portadores.
i) Relaciones entre literalidad, formalidad y completividad: en función de la literalidad se
determina la existencia, medida y valor del derecho incorporado en el documento en su
configuración originaria, prescindiendo de la intención concreta del firmante y de toda
cuestión no mencionada o relacionada en el título.
La completividad importa la configuración integral en el propio título, de todos los
derechos y obligaciones y produce una insensibilidad extracartular de carácter
absoluto: lo que no está en el título es como si no existiese en el mundo.
El formalismo apunta a la existencia de determinados requisitos que deben
manifestarse de la manera exigida por la ley para que el título de crédito exista como
tal: la falta de algún elemento, o su manifestación de un modo distinto al requerido por
la ley, hace que el documento no valga como lo que hubiera valido tenerlo
j) Confluencia de literalidad, formalidad y completividad en los títulos abstractos: en los
títulos abstractos, en razón de su desvinculación causal, o mejor dicho como
contrapartida de su irrelevancia, se encuentra reforzada la literalidad con la
completividad y el formalismo en beneficio de la seguridad y celeridad que debe
presentar el tráfico.

CONCURSOS.

Debemos tener en cuenta que cuando hablamos de “concursos” nos estamos refiriendo a las
dos clases de concursos que contempla nuestra legislación: el concurso preventivo y la
quiebra.

Acción individual y proceso concursal: cuando un deudor no cumple con la obligación


contraída, el acreedor puede iniciar una acción individual. Pero el problema surge cuando hay
varios acreedores y el patrimonio del deudor no alcanza para satisfacer todos los créditos,
porque en ese caso, algunos acreedores cobraran la totalidad de su crédito y otros no cobraran
nada. Los procesos concursales (concurso preventivo y quiebra) son una solución a este
problema, ya que protegen los intereses de todos los acreedores asegurándoles el cobro de
sus créditos en igualdad de condiciones.
Ejecución individual y ejecución colectiva: cuando el deudor no cumple el acreedor puede
recurrir a las vías de ejecución y liquidación para enajenar forzosamente el patrimonio del
deudor, cobrar y ver satisfecha su pretensión.
# ejecución individual: cuando el acreedor actúa solo y en su propio interés
# ejecución colectiva ( quiebra): cuando la que actúa contra el deudor es la masa o conjunto
de acreedores sobre todos los bienes que componen el patrimonio del deudor. Para que
proceda este modo de ejecución, además del incumplimiento, el deudor deberá encontrarse en
estado de cesación de pagos.

Legislación: el régimen concursal argentino tuvo su origen en el Código de Comercio y desde


entonces ha sido modificado por diversas leyes. Sus disposiciones son aplicables tanto s
comerciantes como a no comerciantes.

Clases de concurso:
a) Concurso preventivo: es un proceso tendiente a lograr un acuerdo entre el deudor y
los acreedores para superar el estado de cesación de pagos y evitar la quiebra. Solo
procede a pedido del propio deudor.
b) Quiebra: proceso por el cual se liquidan todos los bienes del deudor para hacer frente
al cumplimiento de sus obligaciones. La quiebra puede ser directa (a pedido del
acreedor o del deudor) o indirecta (cuando fracasa el concurso preventivo)
La ley de concurso también se refiere a un tercer instituto, el “acuerdo preventivo
extrajucdicial”, no se trata de un concurso, sino de un acuerdo extrajudicial entre el deudor y
todos o parte de los acreedores, tendiente a solucionar las crisis económicas o la cesación de
pagos de manera rápida, económica y con discreción.

Caracteres de los concursos:


1) Universalidad: todos los bienes del deudor quedan afectados al proceso. Excepción:
existen ciertos bienes que quedan excluidos (ej: inmueble inscripto como bien de
familia, los instrumentos necesarios para ejercer la profesión, arte u oficio)
2) Colectividad: todos los acreedores del deudor de causa o titulo anterior a la
presentación en concurso preventivo o a la declaración de quiebra quedan sometidos
al proceso. En cambio, los acreedores de causa o titulo posterior quedan excluidos del
proceso, pudiendo ejercer sus derechos sin restricciones.
3) Igualdad: todos los acreedores concurrirán al proceso en igualdad de condiciones.
4) Inquisitoriedad (u oficiosidad): los procesos concursales son predominantemente
inquisitorios, esto implica que el juez tenga la carga de impulsar el proceso, para lo
cual se le otorgan amplias facultades.
5) Unicidad: no pueden existir, dentro del territorio argentino, dos procesos concursales
sobre el patrimonio de una misma persona.

Aceptación de la palabra Bancarrota: la palabra bancarrota aparece en un solo lugar del


ordenamiento argentino, la constitución nacional que hasta el día de hoy no ha sido
modificada, la reforma del año 94 no toco esto.

A La palabra bancarrota se le reconocen dos orígenes, uno italiano y otro francés, el francés es
el que menos ha sido aceptado por la doctrina, hay un sector que reconoce a Francia como el
origen de la palabra bancarrota, “banca route” en francés hacía referencia a la situación de
quiebra de un sujeto que comerciaba sus productos, este es el primer origen de la palabra.

La de origen italiana con mayor aceptación, banca en italiano es banco (referido al banco de la
plaza) y rota que significaba la imposibilidad que tenía un sujeto de pagar sus obligaciones. En
las época del Medievo el comercio se realizaba en las plazas diariamente, entonces las
personas que iban a vender sus productos o hacer intercambio (la letra de cambio nace como
una forma de digerir el pago cuando el sujeto que quería comprar no tenía moneda, no tenía
oro) no disponía de dinero ni tampoco podía lograr esto de cumplir con sus obligaciones
rompía el banco y esta era la forma de demostrar su imposibilidad de cumplir con sus
obligaciones este es el origen constitucional que se trasladó luego a las leyes de quiebra de
alguna forma como la imposibilidad de cumplir.

En primer término, un simple incumplimiento por parte de un deudor a un acreedor no lo


lleva directamente a la bancarrota o puede no llevarlo a la bancarrota normalmente. ¿Cuándo
puede ser que un sujeto caiga en un estado de quiebra de concurso preventivo? Cuando
carezca de imposibilidad de acceder al crédito y por ende de cumplir con sus obligaciones y
cae en estado de cesación de pagos.

Impacto del CCyC de la Nacion en la ley de Concursos y Quiebras:


La sanción de la ley N° 26994 que puso en vigencia el nuevo Código Civil y Comercial de la
Nación ha unificado, más allá de los principios generales, las obligaciones y contratos, pero no
lo ha hecho respecto a algunas leyes especiales. En el Anexo II de dicho código se sancionaron
modificaciones a tres leyes especiales, entre ellas, la ahora llamada Ley General de Sociedades
pero no realiza ninguna reforma directa al régimen de Concursos y Quiebras vigente, sin
embargo muchas de sus disposiciones impactan en el sistema concursal y en otros casos
inversamente el nuevo código adopta las reglas y principios de la ley especial.
Si bien en los fundamentos del Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación se afirmaba
que este no reformaría a la ley 24522 de Concursos y Quiebras, lo cierto es que varias de sus
disposiciones impactan sobre el sistema concursal vigente generando importantes cambios,
entre ellos la ampliación de los sujetos concursales. En efecto el nuevo Código unificado legisla
sobre “personas jurídicas privadas” (art. 148), que es el equivalente a las “personas de existencia
ideal de carácter privado”, que refiere el art. 2° de la LCQ.
Sin embargo, cabe mencionar que los sujetos involucrados en procesos concursales continúan
bajo los efectos de estos procesos según la normativa específica, salvo determinadas
circunstancias puntuales que ameriten la inclusión en el novísimo Código.

El código civil y comercial de la Nación (ley 26.994)


La ley 26.994 modifica la ley de sociedades comerciales para crear una nueva categoría
societaria a la que denomina “de la Sección IV”, y que se corresponde al concepto de “sociedades
informales” y agrupa, en una misma regulación, a las que hoy son las “sociedades civiles” (con
objeto empresario), las “sociedad de hecho o irregulares” y las sociedades “nulas o anulables
por atipicidad o falta de requisitos formales”. Es así porque el nuevo texto de la ley de sociedades
da una importancia fundamental al principio de autonomía de la voluntad, reduce el régimen de
responsabilidades (salvo pacto expreso o que se trate de una sociedad “colectiva” que no pudo
inscribirse, la responsabilidad de los socios por las deudas de la sociedad no es solidaria e
ilimitada, sino que pasa a ser mancomunada y divida en partes iguales.) y cambia
fundamentalmente el régimen de la sociedad informal.
Esta modificación, podría traer implicancias en cuanto, por ejemplo, el texto de la Ley de
Concursos y Quiebras en su artículo 3 inc. 4 hace referencia a las sociedades no constituidas
regularmente. Quedando sujetas a la Sección IV, pudiendo continuar sus actividades y,
eventualmente, concursarse o decretarse su quiebra.

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