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MÓDULO 1 / CAPÍTULO 4

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LESIONES
TRAUMATOLÓGICAS
ASOCIADAS AL DEPORTE
// DR. MARCELO BLANCO
DR. LUCIANO PATTHAUER
DR. JUAN CARLOS KRAUTHAMER
Sector Artroscopía y Deporte.
Unidad XII División de Ortopedia y Traumatología.
Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez. CABA.
60 // LESIONES TRAUMATOLÓGICAS ASOCIADAS AL DEPORTE / M. BLANCO, L. PATTHAUER, J.C. KRAUTHAMER

SOLANGE, 12 AÑOS
Consulta por gonalgia derecha de aproximadamente 6 meses de evolución. El cuadro comenzó
de modo gradual, aumentando la sintomatología dolorosa con el ejercicio, especialmente al subir
escaleras. La paciente refiere que el cuadro de dolor, también se manifiesta en la rodilla contrala-
teral. En el examen físico presenta hiperlaxitud articular, leve hipotrofia del vasto medial, rótula
alta, genuvalgo simétrico y anteversión femoral bilateral y ausencia de derrame articular. Rodilla
estable, sin signos meniscales positivos.

¿Cuál es su impresión diagnóstica?

La respuesta se encuentra al final del capítulo


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OBJETIVOS
✔ ✔ Reconocer las diferencias del aparato locomotor en crecimiento
respecto del adulto.
✔ ✔ Evaluar las condiciones del aparato locomotor del paciente antes
indicar el inicio de una actividad deportiva.
✔ ✔ Ponderar a la actividad física como una herramienta sanitaria, al
poder evidenciar diferentes alteraciones que no se manifiestan con
los hábitos sedentarios.
✔ ✔ Detectar factores de riesgo que puedan predisponer a lesiones
deportivas para prevenir la aparición precoz de artropatía
degenerativa (artrosis).
✔ ✔ Reconocer las patologías más frecuentes del aparato locomotor en
crecimiento.
✔ ✔ Reconocer las diferencias en el diagnóstico y tratamiento de las
lesiones deportivas infanto juveniles respecto a los procedimientos
implementados en adultos.

ESQUEMA DE CONTENIDOS
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GLOSARIO
Analfabetismo motor: Falta de confianza, competencia, motivación y conocimiento para ejecu-
tar diferentes actividades físicas.
Avulsión ósea: Tipo de fractura en la que un pequeño fragmento de hueso adherido a la inser-
ción de un tendón o un ligamento es arrancado de la parte principal del hueso.
Dinapenia: Pérdida de fuerza muscular relacionada con la edad, no causada por enfermedades
musculares ni neurológicas. Entre los factores relacionados con su aparición se describen algunos
estilos de vida, enfermedades crónicas, caídas previas, pérdida de peso y factores psicológicos.
Fisis: También llamado cartílago de crecimiento, placa de crecimiento o placa fisaria, es el sector
del hueso largo que le proporciona al hueso el potencial de crecimiento longitudinal.
LCA: Ligamento cruzado anterior.
TAT: Tuberosidad anterior de la tibia.
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INTRODUCCIÓN
Cada vez es mayor la cantidad de niñas, niños y adolescentes (NNA) que se someten a regímenes
de entrenamiento desde edades muy tempranas, ya sea por sus beneficios, como parte de un
eventual tratamiento de enfermedades metabólicas o como prevención de las mismas.

Las lesiones deportivas en pediatría son un motivo de consulta cada vez más frecuente y actual-
mente se advierte que el reporte de lesiones deportivas severas se produce en edades cada vez
más tempranas.

Aparato locomotor en crecimiento


Los procesos de crecimiento y desarrollo incluyen importantes transformaciones, tanto físicas,
psíquicas como sociales, pudiendo encontrarse el paciente, a consecuencia de estos cambios, con
diversos conflictos a resolver, los cuales lo pueden volver más vulnerable. Es más, tan marcados
son estos procesos, que muchas veces nos cuesta a nosotros mismos como médicos pediatras,
poder reconocer a nuestro propio paciente adolescente al retomar la consulta, luego de algún
tiempo sin haberlo visto.

El aparato locomotor, a medida que va creciendo, va adquiriendo las características propias


del aparato locomotor adulto. El aparato locomotor del adolescente, se encuentra en una “tran-
sición” donde no goza de los beneficios de etapas anteriores ni de los beneficios del aparato
locomotor adulto, lo que facilita que se instalen afecciones específicas de este grupo etario. Bio-
mecánicamente, el hueso con fisis abierta es más débil en dichos segmentos, a punto tal que los
ligamentos articulares tienen mayor resistencia que la misma fisis. Esto favorece la instalación de
un grupo de afecciones típicas de la ortopedia infantil: las epifisiolisis.

A medida que se completan los procesos madurativos, el


cartílago fisario se va fusionando con el resto del hueso,
determinando un freno paulatino y normal del crecimiento.

En el niño, el periostio es una membrana gruesa que aporta vascularización al hueso y le permite
crecer en cuanto al diámetro. A su vez, es el responsable del potencial de remodelado óseo. Esta
plasticidad va disminuyendo a medida que se crece, y el periostio se vuelve más delgado.

Conocer estas características evolutivas permite comprender la fisiopatología de algunas afecciones


ortopédicas y evaluar los tratamientos a implementar ya que, si aún hay potencial de crecimiento
remanente, no se deben utilizar procedimientos similares a los implementados en adultos.

Otra diferencia importante, se encuentra en la interpretación de los estudios complementarios. La


presencia de los núcleos de crecimiento en las radiografías puede dificultar la correcta interpreta-
ción de lesiones óseas.
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Ante la duda diagnóstica, solicitar la radiografía


contralateral para utilizar de modo comparativo.

Aspectos generales de las lesiones deportivas


No hay una definición única respecto de lesión deportiva, pero podemos definirla como una lesión
aguda o crónica, por uso excesivo, que ocurrió durante una práctica puntualmente o que fue cau-
sada por el ejercicio realizado durante un tiempo. Por esta lesión, el deportista no pudo finalizar
la sesión de entrenamiento o no pudo intervenir en la competencia. Algunos autores agregan en
la definición la necesidad de recibir atención médica y la pérdida de al menos un día de práctica
deportiva.

Clásicamente, las lesiones deportivas se clasifican de acuerdo al mecanismo de producción en


agudas y por sobreuso. Ambas ocurren más frecuentemente en las extremidades inferiores.

Las lesiones agudas se definen como aquellas causadas por un solo evento traumático, como
puede ser una contusión, un mal movimiento y/o un estiramiento excesivo.

Entre las lesiones agudas, las más frecuentes son:


✔ Contusiones de partes blandas.
✔ Lesiones musculares.
✔ Lesiones ligamentarias.
✔ Avulsiones óseas.

Las lesiones por sobreuso son aquellas que no pueden atribuirse a un evento puntual y que
son resultado de una secuencia de movimientos repetitivos y/o un patrón de carga excesiva. Entre
estas predominan las lesiones óseas (apofisitis, fracturas por estrés).

Factores de riesgo. Respecto al riesgo de padecer lesiones deportivas, muchas publicaciones


hacen referencia al aumento de volumen y de intensidad del entrenamiento como así también al
aumento de la competitividad de las actividades deportivas. La cantidad de tiempo dedicado a los
deportes es otro factor de riesgo de lesiones relacionadas con los deportes.

Muchas lesiones deportivas en los niños, se deberían a una preparación física inadecuada y a la fa-
tiga generada por sobrecarga. Es decir que la lesión se produce porque el niño no está físicamente
preparado para enfrentar esa actividad.
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Otro factor respecto de la génesis de lesiones deportivas, es el


de la especialización temprana deportiva, que es la participación
deportiva en un solo deporte, por más de 8 meses/año.

Los atletas creen que esa especialización temprana aumenta sus posibilidades de un mejor des-
empeño y de formar parte de equipos competitivos. Por esta creencia es que muchos deportistas
superponen cargas de entrenamiento además de las planificadas por el entrenador.

En algunos casos los entrenadores parecen estar más preocupados por la temprana especializa-
ción y más conscientes del vínculo entre la especialización y las lesiones por uso excesivo que los
propios deportistas y los padres.

Al categorizar a los grupos deportivos por edades cronológicas, durante el pico de velocidad de
crecimiento, conviven deportistas con distintos estadios madurativos. Esta realidad puede sobre-
cargar a deportistas más inmaduros exponiéndolos a lesiones.

Desde el punto de vista estadístico es importante tener presente para los registros, que los NNA
deportistas realizan actividades por fuera de la Institución donde hacen su práctica principal (cole-
gio, plaza, otros deportes) y pueden sufrir lesiones deportivas por fuera de la misma.

Las lesiones deportivas sufridas por fuera de la Institución donde hacen su práctica principal las
incluimos como accidentes deportivos para sus registros estadísticos.

Las afecciones que impiden la práctica deportiva (infecciones, alergias, entre otras) las definimos
como trastornos deportivos.

El pediatra ante la consulta ortopédica


Ante una consulta clínico-ortopédica, el pediatra debe tener presente que:
✔ Muchos NNA mantienen hábitos sedentarios y que, si va a recomendar iniciar
una actividad deportiva, debe evaluar las condiciones del aparato locomotor
antes de comenzar un entrenamiento sistemático.
✔ Con el movimiento se pueden expresar diferentes alteraciones que no se
evidenciaban con los hábitos sedentarios (malformaciones meniscales, dolor
patelofemoral).
✔ Es conveniente verificar en la historia clínica el registro de los controles
ortopédicos recomendados durante los primeros años de vida. Pudiera haber
una patología ortopédica anterior que curse sin manifestaciones clínicas en ese
momento pero que podría aparecer clínicamente en etapas ulteriores (secuelas
de displasias de cadera, entre otras).
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✔ Hay que interrogar sobre lesiones deportivas previas y registrarlas con sus
correspondientes diagnósticos detallando los estudios solicitados que verifiquen
las mismas.
✔ Debido a la práctica deportiva se producen más lesiones músculo esqueléticas
que por cualquier otra causa.
✔ Es importante detectar factores de riesgo que puedan predisponer a lesiones
deportivas para evitar la aparición de artropatía degenerativa (artrosis)
precozmente, como la mala alineación de los miembros inferiores.

Las deformidades angulares en pediatría son un motivo de consulta frecuente y si bien hay varian-
tes fisiológicas bien estudiadas, las alteraciones más allá de los rangos normales deben ser con-
sideradas como patológicas. Se sugiere interconsulta con el especialista para definir un eventual
tratamiento.

Antecedentes como los siguientes son motivos de consulta frecuentes, deben ser tenidos en cuen-
ta por el médico pediatra:
✔ Dolor.
✔ Bloqueo.
✔ Resalto.
✔ Chasquidos articulares.
✔ Derrame.
✔ Inestabilidad articular.

Los pacientes pediátricos no reconocen estas alteraciones mecánicas mencionadas, por lo que el
pediatra deberá tener la información necesaria para reconocer estas manifestaciones y orientar
al paciente, realizar interconsultas oportunas y estudios complementarios para poder arribar a un
diagnóstico de certeza.

Muchos deportistas pueden estar habituados a realizar su práctica deportiva con algún tipo de dolor
o de alteración mecánica (resalto articular) con la cual conviven y se han acostumbrado a practicar de
ese modo su actividad. Los síntomas expresados no son interpretados por ellos como una afección
por lo que se retrasa la consulta y el diagnóstico oportuno, con lo que se agrava la lesión.

Es importante tener en cuenta que el dolor no define gravedad, por lo tanto, cualquier situación
que genere una consulta deportiva, se sugiere seguir ciertas premisas, no subestimar, arribar a
diagnósticos en lo posible y de no poder hacerlo, continuar su seguimiento para descartar afec-
ciones de otra causa.

Para ampliar este punto, se recomienda tener presente la Actualización del Consenso sobre Cons-
tancia de Salud del Niño y del Adolescente para la Realización de Actividades Físicas y/o Deporti-
vas, publicada por la Sociedad Argentina de Pediatría.
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LESIONES AGUDAS
Avulsión de Espina Tibial
Una avulsión es una fractura que se produce cuando un fragmento de hueso adherido a un tendón
o a un ligamento es arrancado de la parte principal del hueso. Las lesiones por avulsión resultan de
la aplicación de una fuerza de tracción a una unidad músculo-esquelética o ligamento.
En adolescentes y niños, los sitios más comunes de lesiones por avulsión son las apófisis de la pelvis
y de la rodilla. Reconocer los sitios vulnerables y las imágenes en los estudios complementarios son
indispensables para garantizar un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado del paciente.

La fractura por avulsión de la espina tibial se caracteriza por el arrancamiento de un fragmento


del hueso (avulsión ósea) de la zona de inserción del ligamento cruzado anterior. Es una entidad
poco frecuente, aunque en los últimos años se ha registrado un aumento en su presentación. Esta
patología se encuentra dentro de las que se pueden generar por la práctica deportiva.

Afecta mayormente a las poblaciones adolescentes. Se necesita un alto impacto para que se pro-
duzca, por lo que puede asociarse con otras lesiones a descartar. Algunas publicaciones hacen
referencia a la avulsión de la espina tibial como una entidad propia, conocida como lesión por
“caída de la bicicleta”, pero de hecho puede producirse por otras causas.

Clínicamente nos encontramos con un paciente que presenta el antecedente inmediato de haber
sufrido un traumatismo de rodilla, que generó un derrame articular de rápida instalación, dolor e
impotencia funcional, que le impide continuar con la actividad que venía realizando. El paciente
puede referir la sensación de que “algo se ha soltado” y la imposibilidad de caminar. Hay que
tener presente este tipo de afección en pacientes politraumatizados.

Figura 1. Rx con imagen de avulsión de espina tibial y la comparativa con una imagen normal

Fuente: Archivo Digital. División de Ortopedia y Traumatología. Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez.CABA.
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Diagnóstico. La clasificación utilizada se basa en el grado de desplazamiento del fragmento avul-


sionado que se observa en la Rx. La radiografía simple de rodilla, es el método estándar a utilizar
para las fracturas de la espina tibial, y de hecho, es el perfil particularmente útil para evaluar el
grado de desplazamiento y el tipo de fractura. En los pacientes esqueléticamente inmaduros, el
tamaño real del fragmento puede ser significativamente mayor que lo que aparece en una radio-
grafía debido a la presencia del componente cartilaginoso en el fragmento.

La Resonancia Magnética nos puede orientar en el diagnóstico de lesiones concomitantes de otras


estructuras articulares al igual que la Tomografía.

Tratamiento. El tratamiento de la avulsión de la espina tibial va a depender tanto del grado de


desplazamiento del fragmento como de las probables lesiones asociadas. El objetivo del trata-
miento será el de lograr una reducción anatómica del fragmento desplazado, mantener la fijación
estable del mismo para garantizar la estabilidad de la articulación.

En general, este tipo de afección tiene un pronóstico favorable, a pesar de eso, el médico espe-
cialista deberá informar de las posibles complicaciones que puedan surgir, como la pérdida de la
extensión completa, una laxitud residual ligamentaria o la artrofibrosis.

Lesión del ligamento cruzado anterior


En los últimos años, se ha comenzado a describir una serie de patologías que hasta hace poco
tiempo se las consideraba patrimonio del aparato locomotor del paciente adulto, pero hoy son
diagnosticadas tanto en niños como en adolescentes. Tal es el caso de la lesión de ligamento cru-
zado anterior (LCA).

La incidencia de la lesión del LCA en pacientes con


esqueleto inmaduro está aumentando en relación al auge
de las actividades deportivas entre los NNA.

El tipo de entrenamiento, la laxitud articular, el tipo de superficie y los desejes en los miembros,
pueden predisponer a la aparición de esta patología. El médico pediatra debe tener presente los
antecedentes de los NNA para detectar una eventual lesión no diagnosticada. Es muy difícil cono-
cer la verdadera incidencia de rupturas del LCA en la población pediátrica.
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Figura 2. RMN con LCA normal y con ausencia de señal del mismo

Fuente: Archivo Digital. División de Ortopedia y Traumatología. Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez. CABA.

Diagnóstico. Para arribar al diagnóstico de la lesión del LCA en el niño y/o en el adolescente,
hay que tener presente algunas cuestiones. El relato de un antecedente traumático previo es
importante. De alguna manera, el niño hará mención a algún episodio traumático que lo alejó
de la práctica deportiva. Es posible que se describa un episodio súbito, con un mecanismo de
valgo, flexión y rotación externa con el pie fijo (mecanismo de pivot) de la rodilla afectada y que
mencione algún chasquido audible en el momento de la lesión, con la sensación franca de que
“algo se ha roto”. Esto es seguido de dolor, derrame articular e impotencia funcional, teniendo
que abandonar la práctica deportiva, muchas veces sin poder pisar. Entre un 10% - 65% de las
rodillas pediátricas con hemartrosis traumática aguda, han sido relacionadas a la lesión del LCA
reportadas en diversas series.

En el examen físico se debe evaluar la funcionalidad del LCA, el cual brinda fundamentalmente
una estabilidad antero posterior y rotacional de rodilla. Las maniobras que evidencian inestabilida-
des de rodilla en el paciente adulto, son útiles en el paciente pediátrico.

La laxitud ligamentaria característica del aparato locomotor en desarrollo, puede dificultar la ob-
jetividad de las pruebas clínicas. El análisis de la extremidad contralateral puede aportar datos al
diagnóstico.

La radiografía de la rodilla es fundamental para


poder descartar la avulsión de espina tibial.
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La resonancia magnética aporta datos objetivos para el diagnóstico de esta afección. Es importan-
te la correcta interpretación de la misma; tener presente que la señal del LCA en el niño puede ser
diferente de la que comúnmente vemos en la resonancia de una rodilla adulta.

Tratamiento. El tratamiento de las lesiones del LCA en pacientes con fisis abiertas plantea con-
troversia respecto de la elección del tratamiento oportuno en relación al potencial de crecimiento.
En los trabajos publicados, varias series han demostrado los malos resultados del tratamiento
conservador en las lesiones de LCA en pacientes en desarrollo. Algunas series hacen referencia a
la asociación de lesiones meniscales y condrales respecto del retraso en el tratamiento quirúrgico
de la lesión. Ante una rodilla inestable por la lesión del LCA se sugiere la resolución quirúrgica.
Dicha resolución se deberá adecuar al potencial de crecimiento remanente y el especialista tratan-
te optará por la utilización de una técnica tradicional o de una técnica adaptada para rodillas en
crecimiento. En el niño más joven, se han desarrollado recientemente técnicas alternativas para
intentar disminuir las posibilidades de un freno fisario.

Los resultados de estos procedimientos han sido sorprendentemente buenos, y muchos NNA re-
gresan al deporte sin necesidad de realizar un procedimiento posterior.

Fractura por avulsión de la tuberosidad anterior de la tibia


Las fracturas por avulsión de la tuberosidad anterior de la tibia (TAT) se produce al desprenderse
el tendón rotuliano de su inserción en dicha zona. Ocurren generalmente en atletas adolescentes.
Estas lesiones son más frecuentes en el sexo masculino que en el femenino (14:1). Uno de los fac-
tores que predisponen a esta afección es la vulnerabilidad del cartílago de la apófisis. Durante la
fase de osificación de la epífisis y la fusión de la apófisis con la metáfisis, este cartílago se encuen-
tra bajo la influencia de fuerzas de tracción, siendo vulnerable. El núcleo de osificación secundaria
aparece entre los 9 y 14 años de edad y el proceso de osificación se completa entre los 17 y 19
años de edad.

Como mecanismos de producción de la fractura TAT durante las actividades deportivas se pueden
mencionar las siguientes:

✔ Contracción abrupta del tendón rotuliano durante la extensión forzada de la


pierna (primera fase para saltar).
✔ Contracción del tendón cuadricipital con la pierna fija.
✔ Flexión pasiva aguda de la rodilla con el músculo cuádriceps contraído
(fase de caída del salto).
El trazo fracturario puede comprometer la zona de inserción del tendón rotuliano o
incluso la superficie articular, lo cual definirá el tipo de reducción que se deba efectuar.
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Figura 3. Avulsión de la tuberosidad anterior de la tibia. Nótese el ascenso de la rótula.


Comparación con Rx normal (derecha)

Fuente: Archivo Digital. División de Ortopedia y Traumatología. Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez. CABA

Diagnóstico. Es importante basarse en el interrogatorio y en los antecedentes de un trauma


reciente. Los NNA con esta afección experimentaron un dolor repentino y punzante, hinchazón y
sensibilidad local. Pueden referir una sensación descripta como que algo se ha soltado.
El cuadro se acompaña de impotencia funcional y edema en la zona afectada. Puede describirse
un ascenso de la rótula.

Ante la sospecha, se sugiere realizar estudios radiográficos que evidenciarán la afección. En algu-
nos casos, sobre todo para la planificación quirúrgica, se evaluará la necesidad de solicitar estudios
más complejos, de acuerdo al criterio del especialista.

La TAC, útil para fragmento óseo diminuto, para evidenciar trazo fracturario y diastasis y la RMN,
para evaluar tejidos blandos.

Tratamiento. Según el desplazamiento de la fractura el tratamiento abarca desde un eventual


tratamiento incruento con bota de yeso (4-6 semanas) a una probable reducción quirúrgica con
fijación de los fragmentos avulsionados.

LESIONES CRÓNICAS O POR SOBREUSO


El término “lesión por uso excesivo” se puede definir como una afección que causa un dolor cre-
ciente durante o después del ejercicio, sin ninguna causa externa perceptible de lesión que impida
el mismo. Otro indicador de una lesión por sobreuso es el gesto deportivo antálgico, donde el
NNA trata de continuar su actividad deportiva aún con dolor, realizando mal la técnica deportiva.
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Se considera como causa una sumatoria de entrenamientos, con movimientos repetitivos, que no
permiten o impiden una correcta adaptación del organismo a los mismos.

Los deportes que involucran correr y saltar están asociados con una mayor incidencia, y algunos
atletas parecen ser más susceptibles que otros a las lesiones por sobreuso.

En teoría, por su mecanismo de producción, estas lesiones son evitables. Sin embargo, general-
mente estas afecciones, sin entender los mecanismos que las generan, se relacionan con nombres
propios de enfermedades (Osgood Schlatter, entre otras) y no se logra evitar un daño estructural.

Es fundamental no subestimar las consultas deportivas de


los NNA respecto a cualquier tipo de dolor que refieran,
e interrogar acerca de sus características, ya que el dolor
puede indicar un efecto adverso del entrenamiento.

Consideramos importante tener en cuenta que todo el organismo es el que se encuentra sometido
al estrés del entrenamiento, y que el dolor que se expresa en un lugar determinado, no descarta
posibles afecciones de otras zonas también expuestas a la exigencia.

En resumen, podemos decir que, respecto de las lesiones por sobreuso, no es lo que NNA tiene,
sino lo que hace.

Fractura por estrés


Las fracturas por estrés son lesiones relativamente frecuentes producidas por la aplicación repe-
titiva de tensiones sobre el hueso por debajo del umbral de fractura, generando una debilidad
estructural focal que va desde la periostitis hasta una fractura subcortical, lo que estimula una
respuesta de remodelación incompleta por parte del hueso afectado.

Su génesis se relaciona con una actividad repetitiva y constante, con un determinado umbral de
intensidad que genera un daño tisular en el hueso, lo que provoca la activación de los mecanis-
mos de reparación ósea, generando un incipiente callo óseo. Recientemente se ha comenzado a
estudiar el rol de la vitamina D y el calcio en su incidencia.

Algunos deportes se asocian a mayor riesgo de fractura por estrés como el atletismo, artes mar-
ciales y baile. Se afecta con mayor frecuencia las extremidades inferiores, preferentemente la tibia,
independientemente de la actividad deportiva.
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Diagnóstico. El diagnóstico se basa en el interro-


Figura 4. Fractura por estrés de tibia
con reacción perióstica gatorio, el examen físico y los estudios comple-
mentarios. El deportista describirá sintomatolo-
gía relacionada con el gesto deportivo que calma
con el reposo. El área afectada debe examinarse
en busca de dolor, sensibilidad y tumefacción. La
palpación precisa del lugar de la fractura provoca
dolor exquisito localizado sobre el hueso. La co-
rrecta interpretación de los estudios complemen-
tarios corrobora la presencia de esta afección. El
aporte de la radiografía y las imágenes va a de-
pender del tiempo de evolución del cuadro. Los
hallazgos radiográficos pueden incluir zonas ra-
diolúcidas, periostitis, esclerosis focal, callosidad
endóstica o fracturas corticales.

Es importante la participación del especialista,


quien evaluará otros diagnósticos diferenciales y
la necesidad de estudios complementarios, e in-
cluso planteará la necesidad de realizar una biop-
Fuente: Archivo Digital. División de Ortopedia y Traumatología. sia ósea ante cualquier duda diagnóstica.
Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez. CABA.

Es fundamental corroborar el diagnóstico final de toda sospecha de fractura por estrés.

Tratamiento. El tratamiento de las fracturas por estrés se basa en el reposo deportivo, donde el
especialista evaluará la necesidad de restringir la carga o inmovilizar el miembro afectado, y la ade-
cuación de las cargas de entrenamiento, con un retorno progresivo a la actividad normal, evitando
la recurrencia de este tipo de lesiones.

Enfermedad de Osgood-Schlatter
La enfermedad de Osgood Schlatter es una afección caracterizada por un dolor exquisito en la
tuberosidad anterior de la tibia en los NNA con cartílago de crecimiento abierto que realizan
actividad física. Su etiología es desconocida, pero su aparición se atribuye a un mecanismo por
sobreuso que causaría inflamación y dolor en el área de la inserción tibial del tendón rotuliano
(microtraumatismos en la zona de la rodilla con un mecanismo de sobrecarga repetitiva antes de
que se finalice el crecimiento).
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Figura 5. Tumefacción de la TAT (A) y Rx con osificación en la inserción tendinosa. (B)

Imagen A Imagen B
(foto) Rx

Fuente: Archivo Digital. División de Ortopedia y Traumatología. Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez. CABA.

Diagnóstico. Los síntomas pueden ocurrir en una o ambas rodillas de modo simultáneo o alternan-
te. Puede presentar un dolor anterior de rodilla, el cual empeora al correr, saltar o subir escaleras, que
se incrementa con la actividad física y disminuye con el reposo. Puede acompañarse con una tumo-
ración palpable o “sobrehueso” en dicha zona, donde el NNA señala a su vez, el cuadro doloroso.

Si bien la RX puede ser normal, puede evidenciar diversas imágenes a las que se les atribuiría la causa
del dolor. Pero se debe tener en cuenta que esas imágenes van a estar presentes y quizás ya el paciente
no tenga ningún síntoma por lo que algunos autores relativizan su importancia; su rol se centraría en
aportar información útil para descartar otras afecciones asociadas como la osteocondritis disecante.
Por lo tanto, el diagnóstico se basa fundamentalmente en la clínica del paciente y sus antecedentes.

Tratamiento. El tratamiento incluye reposo, terapia física, fortalecimiento y elongación muscular,


tratando de controlar y limitar el dolor de la rodilla. (Figura 5). El pediatra deberá instruir a su pa-
ciente acerca de que esta patología puede reincidir a menos que no se realice una adecuación de
las cargas durante el desarrollo de la actividad física.

A los NNA se les puede permitir participar en el campo de juego para su rehabilitación siempre
que no experimente molestias durante la actividad y si el cuadro es supervisado por profesionales
médicos en el mismo campo de juego.

Algunos pacientes necesitarán tomar un descanso por más tiempo. Los adolescentes menos acti-
vos también pueden presentar este problema.

La prominencia en la tuberosidad anterior de la tibia puede llegar a ser muy pronunciada y en


algunos casos definitiva. La hiperalgesia en dicha zona puede perdurar algún tiempo.

Si no se modifican las cargas de entrenamiento, el paciente volverá a repetir el cuadro con los
mismos síntomas de modo frecuente.
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OTRAS AFECCIONES RELACIONADAS


CON EL DEPORTE
Síndrome patelofemoral
El síndrome patelofemoral es una entidad clínica a consecuencia de una mala alineación
rotuliana. Es la entidad clínica que más frecuentemente genera dolor de rodilla en adolescen-
tes, a predominio del sexo femenino. La etiología es el resultado de una anormal distribución
de las fuerzas de alineación de la rótula y esta mala alineación está dada por múltiples facto-
res. Entre ellos, los siguientes:
✔ El desequilibrio muscular del cuádriceps.
✔ La alteración anatómica de la tróclea femoral o de la misma rótula.
✔ La posición alta de la rótula.
✔ La hiperlaxitud articular.
✔ La anteversión del cuello femoral.

Clínicamente el paciente presenta un dolor peri o retropatelar que aumenta con la actividad,
especialmente al subir o bajar escaleras o permaneciendo con las rodillas flexionadas (senta-
do en viajes, cuclillas). Por lo general, la historia de dolor refiere varios meses y es bilateral.

El niño puede tener las rótulas desplazadas hacia lateral y mayor sensibilidad en la carilla
articular de la patela, irradiando al hueco poplíteo en algunas oportunidades. No suele
acompañarse de derrame articular.

Diagnóstico. Las radiografías son generalmente de ayuda, sobre todo la incidencia axial
de rótula en (proyección radiológica de Merchant, con flexión de 30º y rotación lateral de
la pierna, mide el ángulo de congruencia y el ángulo de inclinación patelar), la cual puede
evidenciar la mala alineación rotuliana. Resulta importante recordar que los trastornos de la
cadera pueden tener dolor referido a la rodilla.

Tener presente que el diagnóstico se basa fundamental-


mente en los antecedentes del paciente y en la clínica.

Tratamiento. El tratamiento apunta a evitar las situaciones que causan dolor, con un repo-
so inicial, evitando gestos deportivos que reporduzcan la sintomatología (cuclillas, sentadi-
llas, estocadas, escalador, entre otras). Se sugiere complementar con tratamiento kinésico y
continuar con un programa de ejercicios de mantenimiento hasta la reinserción deportiva.

El tratamiento quirúrgico pocas veces se encuentra indicado para esta afección, general-
mente reservado para un pequeño grupo de pacientes que no responden a un tratamiento
incruento.
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Menisco discoide
Es una patología caracterizada por una alteración morfológica congénita del menisco, per-
diendo su aspecto normal semilunar para adquirir una forma semejante a un disco. Puede sim-
plemente tratarse de un hallazgo y no representa un problema siempre que permanezca asin-
tomático, o puede manifestarse con un cuadro de gonalgia y/o generar un bloqueo articular. La
incidencia es aproximadamente del 3% a 5% de la población general.

Es más frecuente en el lado lateral (exterior) de la rodilla, siendo excepcional del lado medial. En
algunos casos, la patología puede ser bilateral.

El niño puede consultar por artralgia, bloqueo articular, claudicación (durante la práctica deportiva
tiene un modo de correr que llama la atención), la presencia de un ruido o chasquido articular o
derrame intraarticular en la rodilla afectada. Tener presente la Regla del alfabeto para síndrome
meniscal: A artralgia. B bloqueo. C claudicación. Ch chasquido. D derrame, de la publicación de
M. Blanco y col.

El niño puede no referir dolor, ni describir antecedentes traumáticos y presentar una marcha con
leve flexión de rodilla por encontrarse con un mínimo bloqueo articular que impide la extensión.
En algunos casos, pueden presentar un bloqueo de rodilla irreductible, e inclusive ser interpre-
tados como monoartritis inflamatorias inespecíficas, habiendo realizado varias consultas previas.
La resonancia magnética corrobora la presencia de un menisco discoide, siendo el estudio más útil
para su diagnóstico.

Ante la persistencia de la sintomatología que dificulte las actividades de la vida normal o la prác-
tica deportiva de NNA, se evaluará la exploración artroscópica.

Tratamiento. Se considera la remodelación artroscópica como el tratamiento del menisco discoi-


de, tratando de conservar la mayor cantidad de tejido meniscal posible, comprobando bajo visión
directa la movilidad articular sin interposición alguna. Se sugiere documentar la coexistencia de
posibles lesiones asociadas que pudieran encontrarse durante la exploración.

Figura 6. Bloqueo irreductible de rodilla izquierda con imposibilidad de extender ambas de modo simétrico

Fuente: Archivo Digital. División de Ortopedia y Traumatología. Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez. CABA.
MÓDULO 1 / CAPÍTULO 3 // 77

Figura 7. Imagen de RMN donde el menisco externo ocupa la totalidad de dicho compartimiento

Fuente: Archivo Digital. División de Ortopedia y Traumatología. Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez. CABA.

Figura 8. Imagen artroscópica normal (A) y de menisco discoide ocupando el compartimiento (B)

A B

Fuente: Archivo Digital. División de Ortopedia y Traumatología. Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez. CABA.

Osteocondritis disecante de rodilla


Esta afección se la define como una alteración del hueso subcondral que puede generar un daño
del cartílago articular adyacente, con una potencial inestabilidad de ese fragmento afectado
(separación de un segmento de cartílago del hueso subcondral). El fragmento se puede separar
parcial o totalmente de la superficie articular. Es la causa más frecuente de cuerpos libres intraar-
ticulares en poblaciones infanto juveniles.
78 // LESIONES TRAUMATOLÓGICAS ASOCIADAS AL DEPORTE / M. BLANCO, L. PATTHAUER, J.C. KRAUTHAMER

Figura 9. Imagen de osteocondritis disecante.

A B

Fuente: Archivo Digital. División de Ortopedia y Traumatología. Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez. CABA.

No parece haber consenso respecto de la etiología, aunque se postulan alteraciones vasculares,


heredofamiliares y mecánicas. Actualmente, los microtraumatismos repetitivos se han convertido
en la etiología más aceptada, lo que la asocia a la actividad deportiva.

La prevalencia varía de 9,5 a 29 casos por 100,000 aunque la verdadera prevalencia es difícil de
determinar. Es cuatro veces más frecuente en varones, y la mayoría de las lesiones se encuentran
en la cara lateral del cóndilo femoral medial y con frecuencia, puede comprometer ambas rodillas.
También puede afectar otras articulaciones.

Figura 10. Osteocondritis disecante en RMN (A). RMN que evidencia un desprendimiento osteocondral (B)

A B

Fuente: Archivo Digital. División de Ortopedia y Traumatología. Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez. CABA.
MÓDULO 1 / CAPÍTULO 3 // 79

Diagnóstico. Esta afección puede ser diagnosticada como un hallazgo incidental por evidenciarse
la lesión en estudios complementarios solicitados por otra causa.

El paciente puede estar asintomático o presentar manifestaciones clínicas que pueden ser insi-
diosas, lo que a menudo retrasa su diagnóstico. Ante el paciente sintomático podemos constatar
dolor vago, leve inflamación y dolor que se incrementa con la actividad deportiva. Los NNA puede
referir episodios de claudicación. Algunos experimentan bloqueos de rodilla o pseudo-bloqueos
de acuerdo a la estabilidad del fragmento. La radiografía es un estudio muy útil para el diagnósti-
co. El rol de la TAC y la RMN es muy valioso, sobre todo para definir conductas terapéuticas.

Tratamiento. No hay consenso sobre el tratamiento, pero en general las poblaciones infanto
juveniles responden al tratamiento incruento mucho mejor que las poblaciones adultas. El trata-
miento consiste en favorecer la consolidación y prevenir su desplazamiento. Se sugiere suprimir
actividades deportivas de alto impacto, aunque la duración del tratamiento conservador no está
bien definida en la literatura y estará a cargo del médico especialista.

De ser necesario, porque persiste el dolor o derrame o para verificar un cuerpo libre, se plantea el
tratamiento quirúrgico correspondiente. Es difícil limitar actividades en atletas jóvenes, pero si el
paciente no la cumple, puede complicar la evolución y comprometer la estabilidad del fragmento
óseo afectado.
80 // LESIONES TRAUMATOLÓGICAS ASOCIADAS AL DEPORTE / M. BLANCO, L. PATTHAUER, J.C. KRAUTHAMER

Autoevaluación

Analice la siguiente situación clínica y responda las preguntas.

MAXIMILIANO, 11 AÑOS
Consulta por antecedentes de gonalgia derecha de aproximadamente 3 meses de evolución.
Sin enfermedades previas. Relata que durante un partido de fútbol sintió en la rodilla un dolor
súbito que le impedía extender la rodilla y que no pudo finalizar esa práctica deportiva.
No refiere derrame articular.
Hizo una primera consulta médica por guardia donde le indicaron reposo deportivo y control
en la semana por un especialista. Pero al mejorar la marcha y la movilidad articular, posterga la
consultada con especialista.
Retoma su actividad deportiva de modo normal, sin alteraciones mecánicas.
Tres semanas después del episodio relatado, a la salida del colegio, presenta un nuevo episodio
similar al anterior: no puede extender la rodilla derecha, permaneciendo en flexión de modo irre-
ductible. Actualmente camina y realiza su actividad diaria con dificultad.

1. ¿Cuál es su impresión diagnóstica?

a.- Fractura intraarticular aguda

b.- Sinovitis

c.- Menisco discoide

d.- Lesión de ligamento cruzado anterior

2. ¿Qué estudios solicitaría inicialmente?

a.- Rx de rodilla F y P

b.- Rx de rodilla F y P y axiales de rótula

c.- Rx de rodilla F y P y RMN

d.- RMN y TAC


MÓDULO 1 / CAPÍTULO 3 // 81

Establezca la correspondencia entre los términos que figuran en la columna de la izquier-


da y las frases de la columna de la derecha. Coloque la letra de la frase en la celda del
número que corresponda. Cada letra puede ser utilizada una, varias o ninguna vez.

1. lesión aguda… a) afecciones (infecciones, alergias y otros)


que impiden la práctica deportiva.
2. especialización temprana
deportiva… b) el hueso se rompe cuando un ligamento o
tendón arranca parte del hueso.
3. trastornos deportivos…
c) resultado de un ejercicio sostenido,
4. avance de los procesos secuencia de movimientos repetitivos y/o
madurativos… sobrecarga.

5. avulsiones óseas… d) participación en un solo deporte por más


de ocho meses/año.
6. lesión por sobreuso…
e) se debe corroborar antecedente
7. dinapenia… traumático anterior.

8. lesión del ligamento f) alteración morfológica congénita.


cruzado anterior…
g) el cartílago fisiario se va fusionando con
9. fractura por estrés… el resto del hueso determinando un freno
paulatino y normal del crecimiento.
10. menisco discoide…
h) condición que implica mayor riesgo de
lesiones.

i) causa un dolor creciente durante o des-


pués del ejercicio sin ninguna causa externa
perceptible.

j) lesión causada por un solo evento traumático.

k) afecta con mayor frecuencia los miembros


inferiores (tibia); el atletismo, artes marciales
y el baile son actividades que se asocian con
este tipo de lesión.

l) pérdida de fuerza muscular relacionada


con la edad, no causada por enfermedades
musculares ni neurológicas.
82 // LESIONES TRAUMATOLÓGICAS ASOCIADAS AL DEPORTE / M. BLANCO, L. PATTHAUER, J.C. KRAUTHAMER

Encuentre cada una de las palabras de la lista que están escondidas en la grilla llena de
caracteres (sopa de letras). Las palabras aparecen escritas en forma horizontal, vertical o
inclinada. De derecha a izquierda.
Avulsión: una palabra ubicada a modo de ejemplo.

Encuentre las siguientes palabras:


Dinapenia- Discoide- Dolor - Fisis- Flexión- Fractura - Hueso- Laxitud - Lesión - Menisco -
Rodilla- Tibia- Tuberosidad
MÓDULO 1 / CAPÍTULO 3 // 83

CONCLUSIONES
Muchos NNA comienzan a realizar una actividad física como parte de una indicación médica, ya
sea por padecer obesidad o hábitos sedentarios. Hay que tener presente que estos NNA pueden
presentar a su vez, analfabetismo motor y dinapenia, favoreciendo la génesis de lesiones.

Muchas publicaciones hacen referencia a que los deportistas tienen más riesgo de generar ar-
trosis que las poblaciones no deportistas. Se sugiere el estudio y el seguimiento a largo plazo de
las lesiones deportivas, no subestimarlas por más banales que parezcan e interpretar los estudios
correspondientes para llegar a diagnósticos de certeza en lo posible.

Es fundamental que el pediatra acompañe al paciente deportista en su práctica, asesorándolo ante


cualquier duda, ya que el aspecto preventivo más importante es la educación del NNA deportista.
A través del deporte, pueden ser monitoreados por el pediatra de modo constante los controles
anuales preparticipativos, las vacunas, la instalación de hábitos nutricionales saludables, las lesio-
nes, el descanso y la recreación entre otros aspectos sanitarios, y de este modo, utilizar al deporte
como parte de una estrategia sanitaria.

En los últimos años se ha registrado un aumento en la incidencia de lesiones deportivas en las


poblaciones infantojuveniles, a punto tal de haberse convertido en un verdadero problema para
la salud pública a nivel mundial. Esto hizo que muchos centros implementaran programas para la
prevención de las lesiones deportivas en los niños y adolescentes.

Ante este desafío, el mundo debate acerca de la necesidad de formar médicos especialistas en
Medicina del Deporte, que puedan dar respuestas a las problemáticas de los pacientes deportis-
tas, conociendo sus realidades y dando un enfoque más amplio que lo estrictamente asistencial.
Consideramos clave entender que el simple hecho de ofrecer una atención médica a un NNA
deportista, no es sinónimo de Medicina Deportiva, por lo que nos obliga a reflexionar acerca del
desarrollo de una nueva subespecialidad, la Medicina Deportiva Pediátrica.

En resumen, queremos ponderar la importancia del análisis del aparato locomotor en crecimien-
to como un paso indispensable en la política de prevención de lesiones deportivas. Por evitar el
sedentarismo y tratar la obesidad, no podemos exponer a NNA con un déficit de ejercicio previo,
no evaluado, a que sufran lesiones y generar la denominada Triada del Riesgo Metabólico, un
NNA Sedentario, Obeso y Lesionado.

El avance de la ciencia hace que sea imposible poder abarcar todas las especialidades de la medi-
cina, por lo que entendemos que el trabajo interdisciplinario es una herramienta indispensable a
la hora tratar de obtener diagnósticos finales.

LECTURA RECOMENDADA
• Pablo Rosselli Cock, José Luis Duplat Lapides. Ortopedia Infantil. Editorial Médica Panamericana. 2012.
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CLAVE DE RESPUESTAS
Analice la siguiente situación clínica y responda las preguntas.
✔ SOLANGE, 12 AÑOS
Impresión diagnóstica: Sindrome patelo femoral
Estudios a solicitar inicialmente: Rx de rodilla F y P y axiales de rótula

✔ MAXIMILIANO. 11 AÑOS
Impresión diagnóstica: Menisco discoide
Estudios a solicitar inicialmente: Rx de rodilla F y P y RMN

Establezca la correspondencia entre los términos que figuran en la columna de la izquier-


da y las frases de la columna de la derecha. Coloque la letra de la frase en la celda del
número que corresponda. Cada letra puede ser utilizada una, varias o ninguna vez.

1. lesión aguda J a) afecciones (infecciones, alergias y otros)


que impiden la práctica deportiva.
2. especialización b) el hueso se rompe cuando un ligamento o
D H
temprana deportva tendón arranca parte del hueso.
c) resultado de un ejercicio sostenido,
3. trastornos deportivos A secuencia de movimientos repetitivos y/o
sobrecarga.
4. avance de los procesos d) participación en un solo deporte por más
G
madurativos de ocho meses/año.
e) se debe corroborar antecedente
5. avulsiones óseas B traumático anterior.
f) alteración morfológica congénita
6. lesión por sobreuso C I g) el cartílago fisiario se va fusionando con
el resto del hueso determinando un freno
7. dinapenia L paulatino y normal del crecimiento.
h) condición que implica mayor riesgo de
8. lesión del ligamento lesiones.
cruzado anterior E
i) causa un dolor creciente durante o
después del ejercicio sin ninguna causa
9. fractura por estrés K
externa perceptible.
j) lesión causada por un solo evento traumático.
10. menisco discoide F
k) afecta con mayor frecuencia los miembros
inferiores (tibia); el atletismo, artes marciales
y el baile son actividades que se asocian
con este tipo de lesión.
l) pérdida de fuerza muscular relacionada
con la edad, no causada por enfermedades
musculares ni neurológicas.
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Encuentre cada una de las palabras de la lista que están escondidas en la grilla llena de
caracteres (sopa de letras). Las palabras aparecen escritas en forma horizontal, vertical o
inclinada. De derecha a izquierda.

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