Está en la página 1de 10

Nuevo Mundo Mundos

Nuevos
Debates, 2006

...............................................................................................................................................................................................................................................................................................

Carmen Bernand
De lo étnico a lo popular :
circulaciones, mezclas, rupturas
...............................................................................................................................................................................................................................................................................................

Avertissement
Le contenu de ce site relève de la législation française sur la propriété intellectuelle et est la propriété exclusive de
l'éditeur.
Les œuvres figurant sur ce site peuvent être consultées et reproduites sur un support papier ou numérique sous
réserve qu'elles soient strictement réservées à un usage soit personnel, soit scientifique ou pédagogique excluant
toute exploitation commerciale. La reproduction devra obligatoirement mentionner l'éditeur, le nom de la revue,
l'auteur et la référence du document.
Toute autre reproduction est interdite sauf accord préalable de l'éditeur, en dehors des cas prévus par la législation
en vigueur en France.

Revues.org est un portail de revues en sciences humaines et sociales développé par le Cléo, Centre pour l'édition
électronique ouverte (CNRS, EHESS, UP, UAPV).

...............................................................................................................................................................................................................................................................................................

Referencia electrónica
Carmen Bernand, « De lo étnico a lo popular : circulaciones, mezclas, rupturas », Nuevo Mundo Mundos Nuevos
[En línea], Debates, 2006, Puesto en línea el 18 enero 2006. URL : http://nuevomundo.revues.org/1318
DOI : en cours d'attribution

Éditeur : EHESS
http://nuevomundo.revues.org
http://www.revues.org

Document accessible en ligne sur :


http://nuevomundo.revues.org/1318
Document généré automatiquement le 08 octubre 2010.
© Todos los derechos reservados
De lo étnico a lo popular : circulaciones, mezclas, rupturas 2

Carmen Bernand

De lo étnico a lo popular : circulaciones,


mezclas, rupturas
1 La etnohistoria tiene ya un pasado académico respetable desde los trabajos pioneros de
nuestros maestros: Maria Rostworowski, John Murra, Udo Oberem, Charles Gibson, para citar
solamente algunos nombres de quienes nos enseñaron a compulsar fuentes locales, visitas,
probanzas, censos, registros de notarías... con el fin de corregir la versión oficial dominante
(ya sea española, inca o mexica). Gracias a esos estudios y a todos los que siguieron hasta
hoy , el pasado indígena de América ha sido rescatado en gran parte. Quizás ya haya llegado
el momento de efectuar un balance muy completo de todo lo que hemos aprendido en medio
siglo o poco mas de investigación etnohistórica, balance que sería oportuno, aunque sólo fuera
para recordar a nuestros colegas de los estudios subalternos que Latinoamérica, antes que la
India, se propuso la recuperación de sus « voces otras» y alentó una corriente historiográfica
novedosa y fecunda.
2 Los teóricos de la subalternidad, sin embargo, tienen el mérito de haber elaborado una
problemática social que no puede reducirse exclusivamente a la cuestión étnica. En esta
breve presentación, que dedico, en homenaje póstumo, a la historiadora argentina Marisa
Díaz, quisiera yo tambien ampliar el campo de investigación a otras categorías sociales que
encajan mal con la etnicidad en sentido estricto, de ahi que prefiera la denominación de
antropología histórica – es decir de una historia con sus métodos y sus fuentes similares a los
que utilizan otros especialistas pero acompañada de una reflexión antropológica, indispensable
para entender otras maneras de pensar y de actuar. En esta charla me referiré sobre todo a la
época colonial, en gran parte pero no exclusivamente, a Buenos Aires del XVIII, pero como
ustedes verán sugiero prolongar la temática hasta nuestros días y a otras regiones de América.
3 ¿Quienes son aquellos que no pueden ser definidos como grupos étnicos ? La diversidad de
nombres que se les da en toda América : Cholos, chazos, caboclos, pardos, mestizos, mulatos,
leperos, negros, morenos, indios destribalizados, refleja su indeterminación morfológica. En
todas las ciudades y poblados del continente estas gentes constituyen la mayoría visible. Sin
duda alguna se trata de grupos subalternos, pero no pueden ser estudiados separadamente
de otros, que tampoco están definidos étnicamente, como los españoles – los de aquellas
épocas y no los de la Unión europea-, gachupines, chapetones, criollos, extranjeros de diversas
procedencias, población heterogénea social y culturalmente compuesta de ricos y pobres, de
poderosos y débiles, de instruídos y de analfabetos. Esto me lleva a plantear algunas preguntas
en relación con nuestra disciplina : ¿bajo qué circunstancias los estatus étnicos producidos por
la conquista (y que dan lugar a las dos repúblicas de españoles, y de Indios, con su legislación
particular) tienden a borrarse en favor de nuevas categorías englobantes como lo criollo,
lo mestizo, lo popular ? El caso contrario, la reactivación de denominaciones esencialistas
también se da. Cabe preguntarse además cuáles situaciones o momentos contribuyen a reunir,
aunque sea esporádicamente, personas con intereses diversos y posiciones sociales distintas,
inclusive antagónicas. El insistir en los núcleos de convergencia no significa ignorar los
conflictos ni olvidar la estratificación social. Pero ninguna sociedad se caracteriza únicamente
por la ruptura ni por la ausencia de comunicación entre los grupos.
4 Por último conviene preguntarse porqué y cómo categorías generales como la de « pueblo » se
ven dotadas de carga emocional y son manipuladas por determinados líderes, que se presentan
como portavoces de los que no tienen voz (o de los que se supone que no la tienen). Líderes
que los romanos llamaban « populares » y que en América latina han sustentado la corriente
« populista » tan importante en su historia.

Nuevo Mundo Mundos Nuevos


De lo étnico a lo popular : circulaciones, mezclas, rupturas 3

Lo criollo
5 Uno de estos puntos de reunión de diferentes estatus es lo criollo, como categoría que
difícilmente puede ser reducida a la etnicidad. Los historiadores han analizado el papel de
los criollos en la gestación de las independencias nacionales, pero los antropólogos no se han
interesado en las representaciones vinculadas con este concepto, y que son importantes si
queremos pensar qué » es « lo popular ». Desde los primeros decenios de la era colonial los
cosmógrafos se plantean el problema de la relación de la fauna, de la flora y los pueblos con la
tierra en la que nacen o en la que viven. Las plantas y los animales americanos, contrariamente
1

a los europeos, son « rústicos y agrestes, duros y rezios » . Cárdenas no es el único médico u
hombre de ciencia que señala la fertilidad excepcional de los frutos y productos de la tierra.
Esa potencia genésica se debe a la fuerza contenida en la naturaleza sin domesticar, « viciosa ».
Una naturaleza tan prolífica puede darse el lujo de contener espacios « inútiles » : charcas,
lagos, pantanos, selvas, cerros, espacios que los campesinos indígenas de los Andes ven como
una reserva natural de esa fuerza fecundante. Los mitos actuales están en armonía con las
creencias coloniales de los españoles.
6 Esas características vegetales y animales también se transmiten a los hombres nacidos en
tierras americanas. No tanto a los indígenas, diezmados por las enfermedades, sino a esa
humanidad renovada que son los mestizos y los criollos. Efectivamente en un sentido amplio
son criollos todos los nacidos en América : los negros, que ya no tienen que ver con los bozales
africanos (créoles en las Antillas franceses son justamente los mulatos), los mestizos y los
mismos españoles. Los Españoles nacidos en las Indias según el mismo Juan de Cárdenas,
(que escribió en 1591 un tratado sobre las plantas y las enfermedades de Nueva España), han
perdido la complexión colérica típica de los de la península. En muchas fuentes los criollos
son considerados como mas ingeniosos que los gachupines o los chapetones, aunque desde el
punto de vista del peninsular – sobre todo si es funcionario de la corona – los criollos tienden
a ser desleales porque olvidan el vínculo de vasallaje que los une al soberano, el cual, de este
lado del océano, es mas bien una entelequia. Peor aún : desde fines del XVI, se afirma que esos
criollos podrían descargar violencia y odio en virtud de la antipatía natural que todo pueblo
siente hacia el dominio extranjero. El geógrafo López de Velasco resume la situación de este
modo:
« Los españoles que pasan a aquellas partes y están en ellas mucho tiempo, con la mutación del
cielo y del temperamento de las regiones, aún no dejan de recibir alguna diferencia en la color y
calidad de sus personas ; pero los que nacen dellos, que se llaman criollos y en todo son tenidos
y habidos por españoles, conocidamente salen ya diferenciados en la color y tamaño, porque
todos son grandes y la color algo baja declinando a la disposición de la tierra ; de donde se toma
argumento que en muchos años aunque los españoles no se hubiesen mezclado con los naturales,
volverían a ser como son ellos ; y no solamente en las calidades corporales se mudan, pero en las
del ánimo suelen seguir las del cuerpo y mudando él se alteran también ».
7 Este comentario es fundamental para entender el proceso de fusión que se está dando a la
2

segunda o tercera generación de españoles y de mestizos .


8 La tierra, con su corolario la patria (« la alquimia de la tierra dice Mónica Quijada en su estudio
3

sobre la integración de los indígenas en el siglo XIXe) son nociones que aparecen en una
época muy temprana : Bernabé Cobo, por ejemplo, en su descripción de Lima, habla del buen
gobierno del virrey marqués de Cañete, « el primero a quien debidamente da este reino el
4

honorífico título de Padre de la patria » . ¿Qué significa « patria » en el siglo XVI ? En España
después de la Reconquista , la patria es un patrimonio común vinculado con la tierra natal y
con la lengua. Se valora la lengua materna impregnada de afectividad y el término de « amor »
aparece tempranamente en las crónicas para calificar el sentimiento que une a un individuo
con su patria. Generalmente en estas épocas mas antiguas, la patria suele ser la patria chica,

Nuevo Mundo Mundos Nuevos


De lo étnico a lo popular : circulaciones, mezclas, rupturas 4

el pueblo, o la comarca vecina, pero también puede corresponder a un conjunto mas amplio
que tiene que ser rastreado en la documentación. Y aqui surge la gran contradicción americana
sobre la lengua materna, que es a la vez lo que da suy autenticidad al individuo (según los
criterios españoles) y lo que los desvaloriza, en el caso de los indígenas y de los mestizos, que
contraen los vicios de su raza « mamándolos en la leche ».
9 La patria tiene que ser defendida con amor contra los extranjeros. Este principio admitido
desde por lo menos el siglo XVI deja abierta la cuestión de la definición de éstos. ¿Quiénes
son ? Tema fundamental en la historia social de América latina hasta hoy. Un ejemplo sacado
de Buenos Aires a finales del XVIII (1791) puede servirnos para ilustrar esata cuestión : el
procurador síndico escribe al virrey para denunciar " la multitud de pobres pordioseros que
tiene observado hay en la ciudad, forasteros y venidos de las provincias de arriba y que la
mayor parte no son más que holgazanes, que han tomado este modo de vida para no trabajar
y ganan el sustento sin esta pensión pudiéndose con verdad decir de ellos que son "la polilla
de los pueblos"[...] que (el trabajo) sea freno de que de las Provincias de arriba no venga en
adelante ninguno a solicitarla a esta ciudad, que cada una cuide de la subsistencia y destino
de sus pobres, y que salgan a sus domicilios los muchos que en la actualidad hay quitando el
5

sustento a los patricios .


10 Aqui se habla de pobres, de forasteros, de advenedizos, de vagos y de mendigos, no de mestizos
ni de indios, aunque muchos de ellos lo sean. Se trata desde luego de una opinión oficial,
compartida o no por los demás. El informe del síndico enfrenta dos categorías sociales, los
patricios y la plebe extranjera, descontrolada. Los de fuera y los de dentro. Se trata de gentes
de origen extranjero, es decir de lugares lejanos a la ciudad, ya que el alto Peru pertenece al
virreinato de Buenos Aires, que no están afincadas, ni enraizadas (cualidades que caracterizan
al « vecino ») a las cuales se suman los solteros, que los reiterados bandos virreinales tratan
de domesticar.
6
11
El gran historiador español José Antonio Maravall , citando a un cronista de la época,
menciona el siguiente dicho: « A cada uno su patria, porque naciendo en ella, sale aparejado a
los ayres della, y assí lo cría como madre ». Concepciones análogas indican que el cuerpo, (el
temperamento y sus patologías), la tierra, la lengua y el clima forman un conjunto coherente.
Por esa razón las medicinas que son utilizadas con provecho en España no sirven en las
Indias y viceversa « ca están complessionados de aquellos ayres en que fueron criados y por
7

otros diversos dellos pueden enfermar o enfermaron » . Tampoco es casual que justamente
en el campo global de la medicina (popular o no) se den esos núcleos de convergencia que he
mencionado previamente : ya desde los trabajos de Aguirre Beltrán sobre Mexico colonial y
confirmado por trabajos mas recientes sabemos que el tratamiento de las enfermedades y de
los daños en América latina requiere la participación de personas pertenecientes a diferentes
estratos de la sociedad. De ahi el interés que ofrece la antropología médica para la comprensión
de las relaciones sociales, y el hecho, que sólo podemos mencionar aqui, de la singularidad
que constituye toda forma de enfermedad o de mal para la víctima, singularidad que permite,
que requiere la movilización de todo tipo de individuos y de sistemas de interpretación.
12 Ya hemos mencionado el peso de la herencia materna para la valoración del mestizo por parte
de los españoles. Esta herencia negativa (tenida por tal) resulta de un acto sexual entre personas
de condición desigual. Solórzano califica esas uniones como la marca de la lujuria (porque
son uniones generalmente ilégítimas ) y sobre los descendientes, dice, pesa la mancha del
color vario , además de los vicios. Tenemos nuevamente pero expresado de otro modo esta
idea de la potencia genésica americana, del exceso. No en vano el licenciado Lope García de
Castro, presidente del tribunal de Lima, alerta el Consejo de Indias sobre los peligros de los
8

mestizos, que nacen « de hora en hora » . Desde la tradición clásica se pensaba que los híbridos
eran degenerados. En América, las bubas parecen confirmar esas concepciones. Guamán, por

Nuevo Mundo Mundos Nuevos


De lo étnico a lo popular : circulaciones, mezclas, rupturas 5

ejemplo, piensa que las indias contraen esa enfermedad en el vientre materno y la transmiten a
sus hijos, sobre todo si son mezclados. Las mujeres que tienen hijos mestizos « se hacen putas »
dice Guamán. El tema de la corrupción y de la lujuria impregna las categorías de "albarazado"
y "albino" inventadas para describir los grados de mestizaje y que evocan la lepra. Lo que
deseo simplemente recalcar aqui es la alusión reiterada a la sensualidad intrínseca, natural, de
los mestizos y por extensión, de los criollos, que vamos a encontrar en otro campo importante
de la cultura criolla : la música.

Lo mestizo versus lo étnico


13 Los mestizos escapan al determinismo étnico por dos razones principales : la variabilidad de
su estatus puesto que al cabo de dos o tres generaciones ya se pierda la memoria de la mezcla
inicial y generalmente el mestizo se acriolla; la otra razón es que los mestizos nunca formaron
una « nación », en el sentido colonial del término, es decir, una comunidad específica con sus
derechos y sus deberes, sus divisas, sus vestidos y sus mitos de origen, como los indios, los
españoles y los africanos (pero no los mulatos criollos, que exigen en muchas ocasiones que
los separen de los negros africanos bozales). Se dice de los mestizos que están « apartados y
desviados ». Ejercen ocupaciones que implican por lo general movilidad y mediación. Pueden
9

indianizarse o fundirse en la masa urbana .

Ciudades
14 El mundo indígena es mayoritariamente rural. En ese contexto, la tierra tiene una significación
precisa y hasta hoy, en el mundo andino por ejemplo, se trata de un espacio en el que se
proyecta la ancestralidad, relación que ningún extirpador, como sabemos, pudo desarraigar
por entero. El mundo criollo (en el cual se mueven mestizos, pardos, negros, y otros) es el
de la ciudad, un espacio abierto y sujeto a constantes transformaciones. Recordemos que una
de las ciudades mas cosmopolitas de finales del siglo XVI fue justamente la villa de Potosi.
Desde una época temprana, la ciudad tendió a confundir los estamentos. Eso está muy claro
en Mexico del siglo XVI, pero también en Lima, como lo describe Bernabé Cobo. El jesuíta
explica como se construyó la traza de la ciudad y como ese proyecto no pudo « resistir a esta
tan propia condición del tiempo de mudar y alterar todas las cosas que están debajo de su
jurisdicción » : extensión de la ciudad a los arrabales, poblados primero por rancherías y luego
por españoles. El desorden urbanístico de estas zonas marginales es el espejo del desorden
social. Este es mayor en los mercados "donde se vende todo généro de frutas y viandas, todo
lo cual venden negras e indias, en tanto número que parece un hormiguero; y porque los días
de fiesta no se queden sin misa esta multitud de vulgo, desde un balcón o corredor de la
10

iglesia mayor [...] se les dice una misa rezada » . El vulgo se esparce en lugares precisos : las
pulperías, calles, mercados, talleres, tiendas. Se caracteriza por el número, el movimiento, el
hormigueo. En cierto modo esta muchedumbre de « color » goza de mas libertad que la gente
decente, o parte de ella. Las mujeres son callejeras , mientras que las señoras están recluídas
en sus casas. Por último, además de la invasión de los arrabales y de la libertad de circulación
de la muchedumbre, factores que favorecen las confusiones y las mezclas, la vestimenta no
acata la reglamentación ibérica : « No se puede en un día de fiesta conocer por el pelo quien
es cada uno, porque todos, nobles y los que no lo son, visten costosa y ricamente ropas de
sedas y toda la suerte de galas, sin que en esta parte haya medida ni tasa, porque no llegan
acá las premáticas (sic) que se publican en España sobre los trajes ; antes los vestidos contra
11

premáticas desterrados de allá suelen enviarlos a vender a esta tierra » .

Castas, plebe, pueblo


15 En toda América hispánica – y también en el Brasil – la estratificación social obedece a varios
criterios : a) el de la propiedad (se es o no vecino) ; b) el de la nobleza de origen, y aqui

Nuevo Mundo Mundos Nuevos


De lo étnico a lo popular : circulaciones, mezclas, rupturas 6

caciques y descendientes de conquistadores constituyen un tipo de patriciado, por oposición


a los comerciantes, artesanos, advenedizos ; c) el lugar de nacimiento o naturaleza, la patria
o la tierra, peninsulares o criollos, negros africanos, negros o morenos criollos, extranjeros,
d) la calidad (Indios, mulatos, mestizos, negros) pero tambien la edad, el sexo y la religión,
por ejemplo la hermandad de las Animas que trata de establecerse en la parroquia del Socorro
« teniendo las calidades que luego se expresarán, que no baxen de 7 años, ni pasen de 50, que
sean christianos apostólicos romanos » ; e) la condición (libre o esclavo). Estas clasificaciones
se combinan. Para simplificar y utilizar el vocabulario ideológico de la época, en Buenos Aires
(XVIII) los españoles y los criollos que poseen bienes y que no ejercen las artes mecánicas
(que no hacen trabajos manuales) constituyen la « gente decente » mientras que la inmensa
mayoría de las gentes (castas o europeos pobres, advenedizos) pertenecen al populacho, al
vulgo. Cuando un artesano, mestizo, mulato pero también « español » quiere distinguirse
aclara : « Pobre pero honrado ». Lo que se quiere aqui significar, y la documentación al
respecto es considerable, es que la persona se honra de vivir de su trabajo y no se avergüenza
de ejercer un « arte mecánico », actividad que hasta el XVIII implicaba oficialmente « nota
de infamia ».
16 A medida que los mestizajes se complican – y es necesario insistir en la importancia del
elemento negro que encontramos en todas las regiones, desde Amazonia hasta Chile – otra
denominación se impone progresivamente en los documentos que describen la vida urbana (la
mas activa) : las « castas », categoría general e imprecisa que reúne todos los tipos posibles de
mezclas en las cuales entra el elemento negro, poco tomado en cuenta por los primeros estudios
de etnohistoria, interesados principalmente en lo indígena, lo « andino » o lo « mexicano ».
17 ¿ Qué imagen de las castas nos brinda la época colonial ? Lo menos que puede decirse es
que se trata de una imagen contrastada. Los cuadros asi llamados y merecidamente célebres
por la belleza de la composición y de los colores, presentan una paradoja. Por una parte la
nomenclatura utilizada (lobo, coyote, albarazado, etc...) intenta elaborar una sistemática de
los distintos tipos de mezcla. Pero por otro lado, lo que nos están mostrando las imágenes
(que en algunos casos reflejan mas de treinta combinaciones) no es la alteridad de cada casta
repertoriada sino todo lo contrario. La proximidad de unos y otros está expresada por los
detalles domésticos (los gestos, la comida, el amor de los padres por los hijos, la armonía
de la pareja, el trabajo honrado). Los frutos de la tierra que adornan cada cuadro están alli
indicando justamente esa relación profunda, natural, con la tierra natal. Los cuadros facilitan
la identificación entre las diferentes capas de la sociedad. Tenemos aqui en germen la noción
de pueblo en el sentido inclusivo. El interés de los cuadros reside justamente en el doble
criterio utilizado : el de las « artes mecánicas » y del trabajo en general concebido como
una contribución de cada grupo a la totalidad, y el de la « calidad » de los individuos
que constituyen el vulgo, la visibilidad del color, los matices (pardos). Estas no son ni
negras ni blancas, sino « varias », es decir, mezcladas, abigarradas, « de varios colores mal
combinados », « lo que es sin concierto ». Todo lo abigarrado es sucio, como « pardo », que
designa un color oscuro con toques rojizos y amarillos (hojas secas). Un « color quebrado ».
18 El vocablo de pueblo, durante la época colonial, conlleva dos significados : uno, topográfico
que incluye también a sus habitantes : los indios por ejemplo, pertenecen al pueblo de tal,
y otro, mas restrictivo, que designa a las « gentes comunes y ordinarias de las villas, que
se distinguen de los nobles ». En muchos casos, aunque esto no sea automático, ese pueblo
está formado por castas. Recordemos que la terminología de la república romana incluía en la
noción de populus romanus al patriciado y a la plebe, esta última en posición subalterna puesto
que sus miembros estaban excluídos del sacerdocio, de los honores públicos y del matrimonio
con los patricios. En « De Republica » (XXVII), Cicerón explicaba que el pueblo no era un
rebaño humano sino un grupo numeroso de hombres en sociedad unidos por una comunidad
de intereses y por la adhesión a una misma ley ». De ahi que pueblo no sea plebe (aunque

Nuevo Mundo Mundos Nuevos


De lo étnico a lo popular : circulaciones, mezclas, rupturas 7

esta oposición pueda borrarse en determinadas circunstancias) y que lo que diferencia estas
dos nociones es el carácter de inclusión o de exclusión, relación que debe ser estudiada en
diferentes contextos espaciales y temporales. En el caso de Hispanoamérica no debe olvidarse
la fuerza de la tradición española comunera de soberanía popular, tradición temida por las
autoridades sobre todo en el último tercio del siglo XVIII. El impacto de esta herencia política
merece ser analizado detenidamente, con la complejidad del caso americano cuyo pueblo tiene
una composición muy distinta al de España y donde sobre todo se teme la inclusión de gentes
de origen servil como los pardos (la pardocracia que Bolívar temía tanto).

Vulgo
19 En el siglo XVIII, y sobre todo en la segunda mitad, las castas plebeyas dominan el espacio
urbano, y no sólo los arrabales, por donde se mueven con mas facilidad que la gente decente,
que depende de una serie de convenciones sociales estrictas. Estas gentes en determinadas
circunstancias pueden salirse del marco que les ha sido asignado y merecer el nombre de
« plebezuela ». La plebe es dependiente económicamente, puede endeudarse y perder la
libertad. Otra característica es la de carecer de memoria genealógica. Y este tema interesa
a todoslos antropólogos. El vulgo es el reverso del pueblo. Las dos acepciones, inclusiva e
exclusiva están siempre presentes y una de ellas puede reactivarse en detrimento de la otra.
20 El vulgo no es percibido como un grupo poseedor de una cultura específica sino como un
grupo anticultural, bárbaro, o grosero, ordinario. Entre el vulgo y el patriciado, a pesar del
antagonismo de clase, la comunicación es intensa : los esclavos domésticos, tan numerosos,
conviven con los señores. Además de esta proximidad cotidiana las diversiones plebeyas,
las danzas y las músicas, asi como los lugares en donde se reúne el populacho (tavernas,
pulperías) son frecuentados por los jóvenes de buena familia, por la « gente decente » atraída
por la libertad de movimientos de esas músicas y danzas. « El desorden que con el tiempo
de Carnavales se experimenta poco mas o menos en otros lugares, ha tomado por pocos años
a esta parte tal incremento en esta ciudad, que, especialmente en los tres últimos días de
Carnestolendas se hace fastidiosa su habitación, porque en ellos se apura la grosería [...] sin
distinción de estados ni de sexos ». Se denuncia « el concurso de la gente ruin que acompaña
a estas cuadrillas, roban y rompen los muebles después de dejar muy maltratadas y heridas
las personas de los dueños »12. Se trata de controlar las fiestas de las cofradías de negros y
de mulatos y se les impide de nombrar a un rey según la costumbre antigua. Tenemos aqui
nuevamente – como lo reflejan los documentos de la época – la sensualidad atribuída a lo
criollo, los « movimientos lascivos » de los negros y pardos en sus fandangos y tambores,
prohibidos reiteradamente por los bandos, que van a producir la música popular, música criolla
tan importante no sólo en Latinoamérica, como marca identitaria, sino en el siglo XX, con la
influencia de los Estados Unidos y la tecnología cultural que ayudarán a forjar una música
latina. Sin olvidar que la música no es sólo ritmo y movimiento sino también discurso, a través
de las letras de las canciones, sobre la sociedad y el destino del hombre, asi como un dispositivo
formidable de identificaciones diversas. Tratar este tema requeriría un tiempo considerable, y
me limitaré en insistir en la importancia social de la cultura musical como punto de encuentro
y de unión de diversos grupos.

¿Pueblo soberano o populacho ?


21 Esa plebe urbana, generalmente temida, puede convertirse en pueblo en determinadas
circunstancias. El caso de Buenos Aires es revelador. Reclutados por don Pedro Cevallos
en sus campañas para recuperar Colonia de Sacramento, los pardos y los negros se vuelven
patriotas y de hecho reivindicarán poco tiempo después estas acciones guerreras para reclamar
derechos y exencionesCon la instauración tardía del virreinato del Rio de la Plata, un nuevo
significado de la « nación » como entidad colectiva comparable a « reino », « pueblo » o

Nuevo Mundo Mundos Nuevos


De lo étnico a lo popular : circulaciones, mezclas, rupturas 8

« estado grande sujeto a un mismo príncipe o gobierno » tendió a superponerse a la definición


étnica clásica. Más aún, esta definición incluyente fue de gran utilidad para los esclavos y
negros libres porque les permitía en cierto modo contrarrestar el poder de los amos. Personaje
de gran popularidad, como lo muestran las numerosas odas compuestas en su honor, tanto en
España como en América, Pedro Cevallos recibe efectivamente una acogida triunfal en Buenos
Aires en 1777, y en las festividades del caso se destacan los negros de la « nación conga ».
22 La popularidad del virrey Cevallos entre la gente de color puede medirse por el incremento
de las solicitudes presentadas por los esclavos ante el Defensor de Pobres. Estas son mucho
mas numerosas durante ese período que en los años posteriores pero sobre todo, el tono de
los documentos es mas libre y mas audaz. Aqui tenemos « otras voces », las voces de los
que no tenían voz, mezcladas sin embargo con intereses políticos liberales, puesto que los
defensores de pobres desempeñaron un papel muy importante en la propagación de las ideas
del iluminismo hostiles a la esclavitud, o por lo menos, a los abusos de la institución. Es
posible que en Buenos Aires, ciudad periférica en expansión y abierta a las ideas europeas, la
influencia de esos abogados ilustrados fuera mayor que en otros virreinatos, o en todo caso
más temprana. Carlos Aguirre nos brinda numerosas causas emprendidas por el Defensor de
menores en Lima, después de la independencia, pero éstas son más tardías -primera mitad del
13

siglo XIX- y se sitúan en una corriente abolicionista .


23 De la documentación reunida en los fondos del Archivo General de Buenos Aires y
clasificados como Solicitudes de esclavos de finales de la época colonial en el Río de la Plata,
surgen reivindicaciones sorprendentes. Varios documentos presentan argumentos inspirados
en el espíritu de las Luces. Un esclavo pide papel de venta después de 17 años de servicio por
malos tratos y porque « jamás le trata como a racional, y no pudiendo ya el que representa
14

tolerar semejante servidumbre » . José Atanasio tiene sólo 17 años pero conoce los recursos
que le brinda la ley y acude al Defensor de pobres para obtener carta de libertad, diciendo « mi
amo, en que contra los sentimientos más íntimos del derecho natural se opone a que yo compre
mi libertad y la adquiera por medio del dinero en que puedo ser vendido, cuando todos deben
15

conspirar a abolir la esclavitud como repugnante a nuestra religión » . Estos testimonios fueron
inspirados probablemente por el Defensor, pero no puede excluirse tampoco que algunos
esclavos se hayan familiarizado con temas políticos discutidos en las casas de los amos. Cabe
recordar que una de las obras extranjeras que alcanzó mayor difusión en Hispanoamérica fue
el Contrato Social de Jean-Jacques Rousseau, publicado en 1763 pero difundido en los años
sucesivos en el continente.
24 La esfera institucional, el amparo que proporcionaban las leyes así como la posibilidad del
recurso fueron cauces para la integración de la gente de color en un contexto mas amplio que
podemos llamar protonacional. La jurisprudencia fue un instrumento importante para que un
esclavo lograra (como lo estipulaban desde tiempos antiguos las Siete Partidas que aún regían
las relaciones entre amos y esclavos) cambio de dominio, si se demostraba que había sido
maltratado, o papel de venta a un precio razonable. La proximidad física entre los esclavos y
los amos incitó a aquellos a amenazar a los señores con denuncias de toda índole: adulterio,
malas costumbres y traición a la patria. Este tipo de conducta se acentuó en los momentos mas
tensos del virreinato, hasta volverse frecuente a partir de 1810.
25 Durante las invasiones inglesas los esclavos negros ayudaron a defender la plaza contra los
extranjeros. Muchos de ellos ganaron la libertad y fueron considerados como héroes, por haber
servido a la patria « con fidelidad y amor ». Las luchas contra los ingleses brindaron a los
esclavos una gran oportunidad que se repitió durante las guerras de la independencia, en las
cuales muchos de ellos que integraron los batallones de cazadores del Ejército de los Andes
murieron (el octavo batallón fue formado de libertos). En 1815, para celebrar el aniversario de
la revolución de mayo, se erigieron en la plaza de la Victoria cuatro estatuas representando las

Nuevo Mundo Mundos Nuevos


De lo étnico a lo popular : circulaciones, mezclas, rupturas 9

cuatro partes del mundo : "América libre, Europa admirando esa libertad ; Asia encadenada,
y Africa rescatada por la libertad de sus hijos de América : Africa hasta aquí lloró/ a sus
hijos en prisiones/ que la crueldad aprobó. Su amargo llanto cesó/ desde que el americano/
16

con su libertad ufano, compasivo y generoso/ prodiga este don precioso/ al infeliz africano" .
Pasemos sobre la noción de libertad, como valor máximo, y de la importancia de la esclavitud
en las reivindicaciones políticas de la última mitad del siglo XVIII.
26 La esclavitud se identifica con el régimen colonial. Hubo algunos héroes negros, siendo el mas
conocido y legendario Antonio Ruiz, « Falucho », veterano de Chacabuco y Maipu, quien
se negó en Lima a saludar la bandera realista y fue fusilado por su propia gente, muriendo al
17

grito de "Viva Buenos Aires" . Es muy probable que la verdad difiera de la leyenda, pero lo
que nos importa aqui es esa figura emblemática y patriótica de un hombre de color.
27 El problema político planteado por los esclavos y los negros es el de la inclusión en la nación.
El Indio puede encarnar el pasado prehispánico, anterior a la colonia, pero no los pardos
ni los negros. De ahi que su presencia se borrara de la memoria colectiva. Los negros, a
pesar de su actuación en esos momentos cruciales, no produjeron modelos de identificación.
Pocos años después la actuación de la muchedumbre de color fue revisada por Gervasio
Posadas (Director supremo de las Provincias Unidas en 1814) quien escribe en 1822 lo
siguiente, refiriéndose a la revolución de 1811 : « clases bajas en esta ciudad de Buenos
Aires siempre ha tomado un carácter alarmante a instigación de los que han capitaneado y
dirigido semejantes convulsiones por sus miras particulares y por tomarse el poder. En los
primeros momentos de cada convulsión, muchos de la ínfima plebe oían el trueno lejano con
una suerte de terror estúpido y otra su pequeña parte veían con un asombro pasivo la marcha
acelerada de los agentes principales del desorden[...] Se han visto salir de los arrabales y de
los barrios oscuros aquellos miembros degradados de la sociedad, cuyas labores mercenarias
no encuentran descanso sino en la francachela, grosera, invisibles las mas veces a las clases
mas respetables de la sociedad, pero que los hacen aparecer en los tiempos de agitación y de
calamidad pública para aumentar la confusión y el terror general. Aquellos seres oscuros se
reúnen en los momentos de peligro público a la simple reseña de un jefe revolucionario, y
los ciudadanos sensatos ven, con tanto disgusto como terror, unas fisionomías que les son tan
desconocidas como si aquellos seres hubieran salido de un país lejano y salvaje. Esto es lo
18

que ha pasado y pasa » .


28 Los juicios de Gervasio Posadas son discutibles y han sido discutidos. Lo esencial no es la
veracidad o el error de sus juicios sobre la descalificación popular, sino el enunciado explícito
de la manipulación política de los caudillos. De esos « hombres populares » otro documento
de fines del XVIII indica « que han adquirido reputación y partidos grandes en los pueblos,
sobre cuya conducta debe velar el gobierno » (1796). De ahi que las castas o la plebe no sean
un mero conglomerado « abigarrado » de gentes « otras » sino que constituyan un potencial
de acción disponible para aquellos que, movilizando criterios diversos, buscan transformar el
marco gubernamental o substituirse a él. El estudio de los sin nombre – las castas plebeyas –
y sus relaciones desde luego concretas pero tambien imaginarias, con los estratos superiores
(rivalidad, imitación, odio, envidia, admiración, respeto) nos obliga a superar el paradigma de
la alteridad y nos incita, entre otros temas posibles, a estudiar los mecanismos identificatorios y
emocionales utilizados por esos líderes « populares »- y cuya existencia puede rastrearse en la
larga duración- para crear e instrumentalizar vínculos partidarios mas amplios. La antropología
histórica, aun cuando se limite al análisis de las representaciones, difícilmente puede evitar la
confrontación con lo político. Pero ese ya es otro tema.

Nuevo Mundo Mundos Nuevos


De lo étnico a lo popular : circulaciones, mezclas, rupturas 10

Notas
1 Cárdenas, Juan de : Problemas y secretos maravillosos de las Indias, Madrid, Alianza
Editorial, 1988, pp. I-10, p. 65.
2 López de Velasco, Juan : Geografía y descripción universal de las Indias, Madrid, BAE,
n° 248, 1971, pp. 19-20.
3 Quijada, Mónica, Carmen Bernand y Arnd Schneider : Homogeneizacióin y nación con un
estudio de caso : Argentina, siglos XIX y XX, Madrid, CSIC, 2000, cap. 5, pp. 179-218.
4 Cobo, Bernabé : Descripción de Lima, in Obras Completas, Madrid, BAE, n°92, tomo II,
p. 305.
5 Archivo General de la Nación (Buenos Aires), IX-37-1-6, Tribunales, leg. 116, expediente
33.
6 Maravall, José Antonio : Estado moderno y mentalidad social, Madrid, Ed. de la Revista
de Occidente, 1972, tomo I, p. 476.
7 Ibid.
8 Carta del Licenciado Lope García de Castro al Consejo de Indias (1567), in R. Levillier,
Gobernantes del Perú, Buenos Aires, Publicaciónes del Congreso, 1924, III, p. 235.
9 Ares, Berta : « Mestizos en hábito de indios. ¿Estrategias transgresoras o identidades
difusas ? », in Rui Loureiro y Serge Gruzinski (coords.) : Passar as fronteiras, Centrro de
Estudos Gil Eanes, Lagos, 1999, pp. 133-146.
10 Cobo, op.cit., p. 309.
11 Ibid, p. 320.
12 AGN-A, Bandos, IX-8-10-4, 1778, fols. 31-32.
13 Carlos Aguirre: Agentes de su propia libertad. Los esclavos de Lima y la desintegración
de la esclavitud, 1820-1854. Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial,
1993.
14 AGN-A, IX-3-1-5, Gobierno, Solicitudes de esclavos, abril 1778.
15 AGN-A, IX-56-12, "Autos seguidos a instancia de Joseph Atanasio, esclavo de don
Antonio Vélez sobre querer le de este su libertad",Tribunales, 1777, fol. 15.
16 José Luis Lanuza, Morenada. Una historia de la raza africana en el Río de la Plata, Buenos
Aires, Ed. Schapire, 1967, p. 70.
17 Ibid, pp. 8-9.
18 Biblioteca Nacional (Buenos Aires) MS 213: Gervasio Posadas sobre las clases bajas
(1822).

Para citar este artículo


Referencia electrónica
Carmen Bernand, « De lo étnico a lo popular : circulaciones, mezclas, rupturas », Nuevo Mundo
Mundos Nuevos [En línea], Debates, 2006, Puesto en línea el 18 enero 2006. URL : http://
nuevomundo.revues.org/1318

Licencia
© Tous droits réservés

Licence portant sur le document : © Tous droits réservés

ndlr :

Sesión inaugural del VI Congreso Internacional de etnohistoria, Buenos Aires, 22-25 de


noviembre de 2005

Nuevo Mundo Mundos Nuevos

También podría gustarte