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“Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra

Independencia, y de la conmemoración de las heroicas batallas de


Junín y Ayacucho”.

UNIVERSIDAD NACIONAL
SAN LUIS GONZAGA “ICA”
ESCUELA DE POSGRADO DE DERECHO
MAESTRIA EN CIENCIAS PENALES

TEMA:
RELACION DE LA CRIMINOLOGIA CON EL DERECHO PENAL, LA
PSICOLOGÍA, LA SOCIOLOGÍA, LA ANTROPOLOGIA Y LA
POLÍTICA CRIMINAL

DOCENTE:
Dr. JHONNY ALARCON AVELLANEDA

INTEGRANTES:
YURI EDUARDO VALDIVIA PEREZ
ALBERT TIPISMANA RAMOS
RICARDO QUINTANA BERNAOLA
KARLA RAMOS ANCHANTE
PEDRO MENDEZ LEON

ICA – PERÚ

2024

1
DEDICATORIA

A Dios, por guiar nuestro camino.

A nuestros Padres por su apoyo


incondicional en nuestra formación
profesional y personal.

2
A nuestros Docentes por enseñarnos
con sabiduría sus experiencias
laborales.

INDICE

Pa

INTRODUCCIÓN.........................................................................................5

MARCO TEORICO......................................................................................7

CAPITULO I.................................................................................................7

RELACIÓN DE LA CRIMINOLOGIA CON EL DERECHO PENAL............7

1.1. DEFINICIÓN DE LA CRIMINOLOGIA:................................................7

1.2.RELACIÓN DE LA CRIMINOLOGIA CON EL DERECHO PENAL......9

CAPITULO II :............................................................................................13

RELACIÓN DE LA CRIMINOLOGIA CON LA PSICOLOGIA..................13

2.1.DEFINICIÓN DE LA PSICOLOGIA.....................................................13

2.2. LA PSICOLOGÍA COMO CIENCIA EN RELACIÓN A LA


CRIMILOGÍA......................................................................................13

2.3. OBJETIVO DE LA CRIMINOLOGÍA..................................................14

2.4. PSICOLOGÍA Y CRIMINOLOGÍA: LAS TEORÍAS DEL


COMPORTAMIENTO CRIMINAL......................................................14

2.5. PSICOLOGÍA Y OTRAS TEORÍAS CRIMINOLÓGICAS...................15

CAPITULO III:............................................................................................21

RELACIÓN DE LA CRIMINOLOGIA CON LA SOCIOLOGIA..................21

3.1. DEFINICIÓN DE LA SOCIOLOGÍA....................................................21

3.2. RELACION DE LA CRIMINOLOGÍA CON LA SOCIOLOGIA..........22

3
3.2.1. Enfoque Interaccionista................................................................24

3.2.2. Escuelas Criminológicas en relación con la Sociología............25

CAPITULO IV:...........................................................................................29

RELACIÓN DE LA CRIMINOLOGIA CON LA ANTROPOLOGIA...........29

4.1. DEFINICION DE ANTROPOLOGIA:..................................................29

4.2. RELACION CON LA ANTROPOLOGIA............................................29

CAPITULO V:............................................................................................36

RELACIÓN DE LA CRIMINOLOGIA CON LA POLITICA CRIMINAL.....36

5.1. DEFINICIÓN DE POLITICA CRIMINAL.............................................36

5.2. RELACION DE LA CRIMINOLOGÍA CON POLÍTICA CRIMINAL...38

5.3. LA POLÍTICA CRIMINAL EN EL PERÚ............................................40

MARCO CONCEPTUAL............................................................................43

CONCLUSION...........................................................................................46

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.........................................................48

4
INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo monográfico se basa en la criminología es


explicativo de aspectos básicos relacionadas a la Criminología con
derecho penal, la psicología, la sociología, la antropologia y la
política criminal .La Criminología es una de las Ciencias más jóvenes,
quienes día a día vienen evolucionando junto a la dinámica del estudio
del delito, delincuente y conducta humana disvaliosa.

La criminología es un campo multidisciplinario por diferentes autores,


tanto en las ciencias sociales como en el comportamiento, que se basa
especialmente en las investigaciones de sociólogos, psicólogos, filósofos,
psiquiatras, antropólogos sociales y estudiosos del derecho.

La importancia de la criminología radica en su interés por el estudio


científico de la naturaleza, extensión, gestión, causas, control,
consecuencias y prevención del comportamiento criminal, tanto a nivel
individual como social, por ello la criminología mejora la sociedad.

La palabra Criminología deriva del latín criminis y del griego logos, que
significa el tratado o estudio del crimen y el delito delincuente. Las
definiciones, incumbencias, divisiones y alcances de esta Ciencia, fueron
variando de acuerdo a los distintos autores, Criminólogos y lugar
geográfico de nuestra tierra, según los diversos enfoques y encuadres
teóricos, como asimismo de acuerdo a la época en las que fueron
expresadas. Mencionado termino “Criminología” fue expresada por
primera vez por el antropólogo Francés Pablo Topinnard a fines del año
1.883. Según Rafael Garófalo a fines de 1.885 menciona que la
Criminología es la ciencia del delito. En cual a su vez edita un primer libro
llamado precisamente Criminología. Garófalo la definió como la ciencia
general de la criminalidad y de las penas. Vont Lizt como Mezger la

5
definen como la ciencia que tiene por objeto de indagación la etiología
criminal. Quintanilla Saldaña en el año 1.929 la define como la ciencia del
crimen o estudio científico de la criminalidad, sus causas y medios para
combatirla. En 1.940 Abrahansen expresa que la Criminología permite la
investigación a través de la etiología del delito, buscando tratar de curar
al delincuente y previniendo la conducta criminal.

Cabe precisar que, la criminología es la explicación y comprensión de lo


que se pueda considerar como origen del delito ha sido una
preocupación histórica de la humanidad en la cual se ha invertido mucho
esfuerzo. Esta sencilla exposición pretende abordar, desde lo conceptual,
este complejo tema con el propósito de realizar algunos aportes que
permitan la ubicación de sus nociones básicas y, desde allí, propiciar
futuros desarrollos más claros al respecto.

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MARCO TEORICO

CAPITULO I

RELACIÓN DE LA CRIMINOLOGIA CON EL DERECHO PENAL


(APORTE YURI VALDIVIA PEREZ)

1.1. DEFINICIÓN DE LA CRIMINOLOGIA:

La Criminología es la ciencia multidisciplinaria que estudia el delito y el


delincuente, la conducta humana desviada tanto de los casos en forma
individual como de los fenómenos de masa, a fin de determinar y explicar
la génesis del fenómeno, prevenirlos, como a su vez aplicar los
tratamientos o remedios necesarios del caso.

Se dice interdisciplinaria, debido a que para el desarrollo de su estudio


científico, recurre al conocimiento de otras disciplinas y/o ciencias tales
como la medicina, psiquiatría, psicología, antropología, sociología, a fin
de conocer el caso desde distintas ópticas, llegar a la formulación de sus
hipótesis como génesis de la conducta desviada y aplicar los remedios o
tratamientos necesarios al caso.

De tal manera, la Criminología se encuentra en un estadío superior


abarcativo y en donde mencionadas ciencias dependen de ésta, en el
estudio del delito y del delincuente.

Esta Ciencia nace con la necesidad de estudiar, determinar y explicar el


fenómeno y estrecha relación existente entre el delito y el delincuente,
cuáles son las causas que llevaron al sujeto para caer en la comisión del
hecho y aplicarle remedios o tratamientos personalizados en busca de su
posible reinserción en la sociedad.

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En la actualidad la criminología se orienta al ambiente social pero
también existe un estudio pormenorizado de la víctima en cuestión.
Entonces, la criminología tiene básicamente dos objetos de estudio:

 La conducta desviada y
 El control social.

La historia de la criminología es muy amplia, sus precedentes se sitúan


en la época de los filósofos Sócrates, Platón y Aristóteles que
consideraban la delincuencia como consecuencia de deficiencias
mentales o de herencia. Los Padres de la Iglesia Católica, de la mano de
Santo Tomás de Aquino, aportaron a encontrar la génesis de la
delincuencia; Personajes Símbolos del Renacimiento como Erasmo de
Rotterdam, Martín Lutero y Tomás Moro con su obra “La Utopía” que
reflexionaron sobre la relación de la pobreza con el delito y el enfoque de
un ente estatal justo. La esencia de la Criminología empieza con el autor
Cesar Becaria compendia en su obra “Trattato dei delitti e delle pene”
(De los delitos y de las penas) las leyes existentes, tratando de encontrar
la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y evitar una interpretación
desviada por conceptos morales de los jueces. Enrico Ferri es
considerado unos de los precursores de la criminología y se le toma
como punto de arranque de la Escuela Clasica. Con esta escuela clásica
acabaron las injusticias derivadas de la aplicación del derecho penal,
generalizando el respeto a la ley, y reconociendo garantías individuales
al limitar el poder del Estado. Sus bases fueron sentadas en 1839 por
Rosini con su obra Filosofía del Diritto. En el siglo XIX se empiezan a
aplicar los métodos de observación científica al crimen, con el fin de
determinar las causas de la criminalidad. Empiezan a nacer las escuelas
criminológicas, guiadas a explicar las causas de la delincuencia desde
diversas disciplinas que son supletorias o auxiliares a la disciplina
criminológica.

8
1.2. RELACIÓN DE LA CRIMINOLOGIA CON EL DERECHO PENAL

Por otra parte, continuando con este análisis y citando a Hassemer. &
Muñoz. (1989) en relación a la criminología con el derecho penal, este
último puede ser definido como la rama del derecho positivo que fija los
bienes jurídicos que han de ser protegidos penalmente y sobre esos
principios variables en tiempo y espacio, configura específicamente los
delitos y las penas que a cada uno de ellos le corresponde. Es aquella
parte del orden jurídico que determina las conductas socialmente
inaceptables y las sanciones aplicables. En un concepto formal, es
producto del legislador en un momento dado y en un territorio. La
criminología y el derecho Penal son dos ciencias distintas: el derecho
penal es una ciencia “jurídica”, “cultural”, “normativa”, del “deber ser”. Por
su parte, la criminología es una ciencia “empírica”, una ciencia del “ser”.
La ciencia penal en sentido amplio, se ocupa de la delimitación,
interpretación y análisis teórico-sistemático del delito (concepto formal),
así como de los presupuestos de su persecución y sus consecuencias. El
objeto de la ciencia penal viene dado por las normas legales y quienes
cultivan la misma emplean un método “deductivo-sistemático” para
analizar el hecho criminal.

La criminología, por el contrario, se enfrenta al delito como fenómeno


“real” y se sirve de métodos empíricos para examinarlo. Los criterios
jurídico-penales no permiten una delimitación exhaustiva del objeto de la
Criminología, por la misma razón que aquéllos no agotan, tampoco, el
significado total del crimen como hecho real. Nájera (2004) explica que el
fin de la criminología consiste en penetrar en el Derecho Penal, hacerle
evolucionar, supone una cierta compenetración de las dos disciplinas, la
criminología debe dominar la elaboración de la técnica jurídica. Ello
sugiere que el estudio criminológico debe estar teñido de esa relación
indisoluble entre hecho y derecho. Hoy día asistimos a la concepción de
un sistema penal que debe ser entendido como un objeto de
9
conocimiento sociológico criminal, cuando se le plantea como
mecanismo de control social. Intenta realizar el estudio criminológico
entendiendo a la sociedad como el medio en donde vive y se desarrolla
el individuo, en un clima de constante interacción con los demás. De ahí
que el control social, entendido positivamente como “el conjunto de
recursos de que dispone una sociedad para asegurarse de que los
comportamientos de sus miembros se apegarán a las reglas y principios
fijados”, esto con el objetivo de que la sociedad se desarrolle en plenitud,
y en un ambiente de tranquilidad y seguridad. De ahí que la prevención
del fenómeno delictivo se torne en imperativa, pero siempre bajo un
contexto garantista. Así, la prevención del delito para ser creíble debe ser
eficaz, y por tanto debe estar sujeta a un continuo análisis criminológico,
pues ello permitirá superar sus limitaciones y obstáculos prácticos. Es
entonces que el derecho penal y la criminología se tocan en un nivel
empírico, que posibilita la aplicación de una adecuada política criminal.
Pero además, ello permite que en un nivel epistemológico se involucre la
formulación de orientaciones y principios normativos que mediante su
aplicación práctica resultan eficaces para la prevención de estos
fenómenos; gracias a la unión de esa aplicación complementaria,
recíproca y conjunta de tales disciplinas.En ese orden de ideas, la
escuela positiva no puede entender la pena en función de la
responsabilidad individual del criminal, ni tampoco postular que la pena
tiene una función de prevención general, toda vez que los potenciales
criminales natos no se verán amedrentados por la aplicación de castigos
a otros dada su falta de raciocinio.Se inserta así el concepto de que la
sociedad debe defenderse, de la delincuencia, y en consecuencia el tipo
de pena dependerá del grado de “corregibilidad” del delincuente.En
cuanto a la disciplina de la Criminología ya se han abordado algunas
líneas sobre la misma, inclusive, su objeto de estudio, por lo que es el
momento de relacionarla con la política criminal y el Derecho penal, para
delimitar sus campos de acción, sin embargo tienen estas tres disciplinas

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una factor en común: la criminalidad, que es estudiada desde sus
particulares puntos de vista, es decir, desde sus saberes y métodos
propios. La política criminal puede ser entendida en dos sentidos: • Como
actividad del Estado y reacción al fenómeno criminal • Como actividad
científica, según algunos autores, que tiene por objeto precisamente el
estudio de esa actividad del Estado, sin embargo otro sector no la acepta
como ciencia sino como un arte.

Lo expuesto anteriormente nos dirige a la ciencia criminal moderna que


se compone de tres disciplinas: la criminología, que estudia todos los
factores endógenos o exógenos el fenómeno delito; el derecho penal,
que consiste en la aplicación y explicación de las normas jurídico-penales
con las que la sociedad reacciona ante dicho fenómeno; y, por último, la
política criminal, cuyo objeto práctico es, en definitiva, el permitir una
mejor elaboración de los tipos penales y ley adjetiva, orientando al
legislador que las redacta, al juez que las aplica, y a la administración
penitenciaria que hace efectiva la decisión judicial, por esta razón
recurramos a la actividad intelectiva interrelacionadora y reflexionemos
que: a) La Criminología: es entendida como ciencia que busca
desentrañar las causas de la criminalidad; b) El Derecho Penal, se define
como un conjunto de normas jurídicas que buscan luchar contra la
criminalidad

Según Robles (2018) la criminalística y el derecho penal guardan una


relación relevante, ambas convergen en la existencia de un delito;
aunque con finalidades y naturaleza distintas, podemos decir que la
criminalística es accesoria al derecho penal, toda vez que a través de la
ley penal se definen los hechos que constituyen delito en una sociedad
determinada, en un momento dado, sin embargo para los autores.Durán
et al., (2019) “esta ciencia se ocupa fundamentalmente de determinar en
qué forma se cometió un delito o quien lo cometió.”

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En ese sentido, al asumir que la criminología es una ciencia cuyo objeto
de estudio es, pero no se limita a, el delito, así como los elementos
circundantes a este, como son el sujeto que lo comete y la víctima del
mismo, no cabe duda que el criminólogo puede realizar importantes
aportaciones dentro del proceso penal con el fin de lograr una mejor
comprensión de ciertos aspectos que escapan del campo de
conocimiento del juzgador, así como de otras especialidades periciales.
Lo anterior, considerando que la criminología y el derecho penal
mantienen una relación de interdependencia y cooperación, pues hoy en
día, los juristas han pasado de ser únicamente observadores de la norma
jurídica, a enterarse y preocuparse por la realidad social a la que esa
norma hace referencia (Camacho, 2021 citando Vidaurri, 2016).

Indudablemente la relación entre la criminología y el derecho penal es


evidente, ambas ciencias se necesitan mutuamente, forman un
complemento, mientras la criminología se muestra abierta a los cambios,
adaptándose a los mismos, el derecho penal tiene una evidente vocación
de permanencia, que se justifica en el principio de seguridad jurídica, que
permite al ciudadano conocer las leyes, y por lo tanto los delitos y las
penas. Además, el derecho penal se instituye como ciencia normativa,
del "deber ser", la criminología por lo tanto como ciencia del "ser". La
delimitación se identifica por el método utilizado por cada una de ellas,
mientras la primera utiliza el deductivo la segunda el inductivo. El
derecho penal se encarga de regular la conducta humana que se
externa, que se materializa, para resguardar bienes jurídicos que
equilibran la convivencia social, logrando garantizar la protección de los
particulares. Mientras que la criminología puede y debe desempeñar un
papel importante al momento de determinar que hechos han de ser
descriminalizados, de tal manera que la criminología debe de reducir o
extender su propio objeto de regulación y que medios debe emplear para
prevenir los hechos delictivos a la sociedad. Así mismo, la criminología
es una ciencia empírica, que se adapta a la realidad tal y como es,
12
mientras que el derecho penal es más rígido, debido a la aplicación de
los principios de certeza y seguridad jurídica. Uno de los principales
aporte de la criminología es la explicación de la criminalidad, del
comportamiento de los criminales como un problema de todos, de la
propia sociedad y sobre todo, se encarga de la prevención del delito, de
la reinserción del delincuente en la sociedad.

CAPITULO II :

RELACIÓN DE LA CRIMINOLOGIA CON LA PSICOLOGIA


(APORTE: ALBERT TIPISMANA RAMOS()

2.1.DEFINICIÓN DE LA PSICOLOGIA

La psicología es la ciencia que estudia los procesos mentales, las


sensaciones, las percepciones y el comportamiento del ser humano, en
relación con el medio ambiente físico y social que lo rodea.

Mientras que la criminología parte del derecho que estudia el delito, sus
causas, las maneras de evitarlo y el modo de actuar de las personas que
lo cometen. Posteriormente en la lectura veremos qué relación hay entre
la psicología y la criminología.

2.2. LA PSICOLOGÍA COMO CIENCIA EN RELACIÓN A LA


CRIMILOGÍA

La psicología como ciencia que estudia la conducta humana tiene


aplicaciones en campos muy diferentes como el trabajo, la salud, la
sociedad y el delito. En este sentido surge una relación entre psicología y
criminología que muestra como son ramas complementarias.

Cuando se comete un delito la situación se aborda desde diversos


puntos de vista como la psicología, la sociología o la criminología. Esta

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última, también llamada psicología criminológica, trata de analizar todos
los aspectos de un delito, sus causas, las víctimas, los autores.

2.3. OBJETIVO DE LA CRIMINOLOGÍA

El objetivo de la criminología es aportar herramientas para entender y


prevenir el crimen. Por lo tanto, el ámbito de actuación de psicología y
criminología son los tribunales, las instituciones penitenciarias y la
policía.

La criminología estudia y trata de averiguar la razón por la que una


persona comete un delito, qué significado tiene para esa persona el delito
y por qué no teme el castigo y no le disuade de cometer el delito.

Para lograr su objetivo la criminología estudia el ambiente en el que se


mueve el delincuente, qué factores le han podido influir (familia, cultura,
religión) y cómo se ha desarrollado su personalidad a lo largo de su vida.
Por lo tanto, se analiza el delito desde varias perspectivas:

 Herencia.
 Trastornos psicológicos.
 Educación.
 Inteligencia.

2.4. PSICOLOGÍA Y CRIMINOLOGÍA: LAS TEORÍAS DEL


COMPORTAMIENTO CRIMINAL

Desde este punto de vista, para entender el comportamiento criminal se


utilizan diversas teorías como las que describimos a continuación:

Psicología evolutiva. Se centra en aplicar la teoría de la evolución al


comportamiento humano. Es decir, se trata de ver cómo la evolución de
una persona puede incidir en su comportamiento criminal.

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Psicología social. En esta área existen diversas teorías como la que
estudia los procesos grupales, en los que la conducta criminal está
influenciada por el grupo.

Características de la personalidad. Esta teoría sostiene que


determinadas características de la personalidad de un individuo lo
pueden hacer más propenso a cometer un delito. Por otro lado, se
relaciona el crimen con determinados trastornos psicológicos como la
esquizofrenia.

2.5. PSICOLOGÍA Y OTRAS TEORÍAS CRIMINOLÓGICAS

Sentadas ya las bases conceptuales de las conductas susceptibles de


considerarse delictivas o crminológicas, una incipiente ciencia psicológica
comenzó a plantearse explicaciones sobre estas.

La teoría psicoananalítica fue la primera en tomar la palabra. Hopkins


(2009) menciona que Freud se planteó dos modelos diferentes del
comportamiento criminal en donde se brinda importancia esencial al
desarrollo psicosexual del niño, debido a las influencias inconscientes
que se generan desde la infancia (p. 94). Así, en primer lugar, menciona
que hay actividad delictiva, por ejemplo, incendio premeditado, robo en
tiendas y algunos delitos sexuales, la cual sería esencialmente reflejo de
un estado de alteración mental o enfermedad; y por otro lado también
describe a delincuentes que poseen una "conciencia débil", en donde la
moral está estrechamente ligada a la culpabilidad. Entonces, aquellas
personas que tengan un mayor grado inconsciente de “culpa”, tendrán
menos posibilidades de evidenciar un comportamiento criminal. Por su
parte, Reik (1959), partiendo de la hipótesis freudiana del criminal por
sentido de culpa inconsciente, argumenta que el deseo de ser castigado
incita de modo inconsciente al criminal a actuar de manera imperfecta al

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perpetrar su crimen, siendo susceptible de ser descubierto y castigado
por la autoridad. Por su parte, Adler (1975), al hacer la diferencia entre
un neurótico y un delincuente, refiere que este último es un enemigo de
la sociedad que se caracteriza por no lamentar su delito en ausencia de
auténtico interés social. El neurótico, a diferencia de este, sí cuenta con
interés social. Es así que menciona que es más difícil reformar a un
criminal que a una persona neurótica. En cuanto a la teoría del
aprendizaje social de Bandura, se resalta el papel que desempeña Akers
al ligarla específicamente a explicaciones de la conducta criminal. Se
sustenta que el aprendizaje de la conducta delictiva se da a través de
una secuencia específica de eventos. Esta se inicia con la asociación
diferencial del individuo con otros individuos a favor del comportamiento
criminal, siendo estos un modelo de conducta criminal a imitar y
refuerzos sociales para ese comportamiento. El mantenimiento de estas
conductas girará en torno a los refuerzos diferenciales (Akers, 1998, y
Akers y Sellers, 2004). Actualmente, coexisten numerosos modelos
explicativos de la conducta criminal con un cariz psicológico intrínseco.
La tipología más usada las divide en teorías estáticas y teorías
dinámicas. En cuanto a las teorías estáticas, Thornberry et al. (2001)
mencionan que estas asumen que los elementos causales principales de
la conducta delictiva y de sus cambios a lo largo del tiempo,
esencialmente, dependen de las características y aptitudes individuales,
las cuales se establecerían relativamente pronto en el curso de la vida,
tornándose estables. Si en caso hubiera un cambio, sería esencialmente
el resultado de la evolución madurativa individual, es decir, ajustes
típicos y esperables en el comportamiento. Una de las teorías adscritas a
las llamadas teorías estáticas es la teoría de los rasgos de Eysenck. Así,
Eysenck y Gudjonsson (1989), al estructurar la predisposición biológica
de la personalidad, menciona que la dimensión psicoticismo es la que
está más atada al comportamiento criminal, aunque sin desligarse de la
interacción con la extraversión y el neuroticismo. De este modo, el

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psicoticismo explicaría la insensibilidad a los demás, la búsqueda de
sensaciones y la falta de respeto por el peligro. La teoría estática que
prevalece con mayor notoriedad es la Teoría del autocontrol enunciada
por Gottfredson y Hirschi. Para ellos, las diferencias entre los individuos
en el delito dependían de una sola construcción teórica subyacente de
autocontrol (Gottfredson y Hirschi, 1990) que persiste desde la infancia
hasta la edad adulta. Esta teoría argumenta que si las características
personales subyacen a los resultados del comportamiento, así como la
elección del contexto social, atribuir el poder causal a factores
contextuales en la conformación del desarrollo conductual sería falaz.
Así, las personas con bajo autocontrol tienen una alta prevalencia, una
aparición temprana, una terminación tardía y una larga carrera criminal.
Estos teóricos argumentan que la criminalidad en cualquier etapa del
curso de la vida se debe a estos rasgos estables en el tiempo (McGee y
Farrington, 2016). De esto se desprende el hecho de una argumentada
trivialidad de estudios de corte longitudinal. Afirman que ninguna variable,
aparte de la edad, puede ofrecer una explicación de la forma en que la
participación delictiva se agrava y disminuye (Blokland y Nieuwbeerta,
2010). En general, Gottfredson y Hirschi (1993) refieren que esta línea de
razonamiento no es válida solamente para una pequeña minoría de
delincuentes adolescentes, sino también sostienen que es aplicable a
toda la población (como se citó en Chamberlain, 2015). En relación a los
modelos explicativos dinámicos, llamados también teorías del desarrollo
a lo largo del ciclo de vida, tenemos que desde esta perspectiva se
destaca el carácter abierto e inacabado de cada persona en relación con
su entorno. Thornberry et al. (2001) refiere que esta flexibi lidad de las
conductas persiste a lo largo de toda la vida. Esta teoría recoge del
enfoque estático las diferencias individuales y la crianza de inicio
temprano a la hora de explicar la conducta criminal, aun cuando su
explicación principal de la criminalidad posterior se basa en los cambios
que se dan a lo largo de la vida en el ámbito social de la persona. Acá se

17
subsuman las teorías de las etapas vitales (López, 2008, pp. 147-148),
cuya tesis nuclear menciona que al igual que los individuos cambian y
maduran, también lo hacen los factores que intervienen sobre su
conducta. Así, en el transcurrir infantil estarían las relaciones familiares,
en la adolescencia, las interacciones con los amigos y, posteriormente,
en la edad adulta, las influencias laborales y de pareja. La teoría
integradora del potencial antisocial cognitivo fue desarrollada por
Farrington. Esta teoría sostiene que es importante no solo examinar lo
que sucede durante la adolescencia (como punto de interés de las
teorías estáticas), sino también lo que sucede antes y después de la
adolescencia. Si bien no desestimaban los postulados estáticos,
subrayaba la importancias de que las teorías existentes deberían ser
clasificadas por edades (McGee y Farrington, 2016, pp. 336-337). Para
esta teoría no hay tipos o tipologías de trayectorias criminales. El
potencial antisocial juega el papel nuclear. Puntualmente, se refiere a la
propensión de un individuo a cometer actos antisociales. Así, el enfoque
en factores situacionales y motivacionales explica la razón de que
algunas personas cometan ciertos delitos en momentos y lugares
específicos. En otro sentido, resalta que serían las diferencias
individuales como la impulsividad de un individuo, su contexto, y su
proceso de modelado y socialización los que explicarían por qué una
persona se convierte en un delincuente (McGee y Farrington, 2016, p.
347). Para esta teoría, la declinación delictiva se asocia con variaciones
que se dan en los agentes de socialización, como disminución de la
importancia de las amistades, el incremento de la importancia de las
parejas y de los hijos; y con hechos vitales como puede ser el contraer
matrimonio, tener descendencia, cambiar de domicilio y obtener
estabilidad laboral (Farrington, 2003, p. 235). Sampson y Laub
desarrollaron la teoría del control social informal. Para ellos, la pregunta
clave es cuáles son los factores que afectan la trayectoria criminal de los
individuos (Chamberlain, 2015, p. 158). Aquí, la conducta criminal se

18
explica por la falta de controles sociales informales, y que estos varían a
lo largo de la vida (Laub y Sampson, 2003). Las transiciones importantes
que se dan a lo largo del curso de la vida producen cambios en el nivel
de control informal y pueden actuar como puntos de inflexión para el
crimen (Sampson y Laub, 1993). En estos autores, la noción de punto de
inflexión cobra mayor relevancia desde sus últimas publicaciones, ya que
se centran en estos para explicar el proceso que permite a las personas
exhibir conductas delictivas o desistir de ellas. Mencionan que algunos
de estos puntos son el matrimonio y el apego a un cónyuge, unirse al
ejército, ser enviado a la escuela de reforma y el cambio de barrio o
residencia. En sentido paralelo, los individuos pueden usar estos puntos
de inflexión como oportunidades para un comportamiento antisocial o
delictivo, por ejemplo, el matrimonio y la violencia domés conducta está
influenciada por el deseo de dinero rápido, la alienación, el rechazo y el
desafío a la autoridad, y la percepción del sistema de justicia penal, y la
sociedad, como injusta o corrupta (Laub y Sampson, 2003). Una de las
teorías que se encuentran íntimamente asociada a un modelo psicológico
de desarrollo basado en la biología del comportamiento criminal, es la
teoría de Moffitt. Esta es llamada también taxonomía dual ya que sugiere
que hay dos tipos distintos de delincuentes: aquellos ligados a un
comportamiento antisocial persistentes y aquellos simplemente limitados
a la adolescencia (Chamberlain, 2015, p. 156).

Moffit (1993) argumenta que el comportamiento persistente se debe a un


daño neuropsicológico temprano seguido por una historia de
interacciones sociales fallidas y el desarrollo de conductas antisociales a
una edad temprana. Por otro lado, considera que el comportamiento
antisocial limitado a la adolescencia es el resultado de individuos que
experimentan la brecha de madurez entre madurez biológica y social. Es
decir, son adolescentes que al no obtener legítimamente prerrogativas
adultas, lo hacen delictivamente. Esa brecha entre la madurez biológica y
social, estaría ligada, a juicio de Moffit, al desarrollo de la modernidad
19
(Blokland y Nieuwbeerta, 2010). En el sendero del crimen y el control, Le
Blanc (1997) propuso una teoría del desarrollo que integra factores
ambientales e individuales para explicar la delincuencia a lo largo de la
vida. La teoría incluye cuatro tipos principales de control: la vinculación,
el autocontrol, el modelado y la restricción (citado por Britt y Rocque,
2016, p. 198). La vinculación tiene que ver con la relación afectiva
interpersonal en una determinada zona geográfica (apego y compromiso
con la familia, la escuela, los compañeros, la religión, el matrimonio y el
trabajo). El autocontrol alude al proceso de desarrollo personal con
respecto a su localidad (especialmente fuera del egocentrismo).

El modelado representa los factores que influyen en el comportamiento


prosocial (actividades y modelos rutinarios). Finalmente, la restricción es
la aplicación tradicional de control (por ejemplo, la supervisión de los
padres o maestros). Mientras estos factores sean consistentes, el
comportamiento prosocial persistirá con el tiempo. Como mencionan
McGee y Farrington (2016), esta teoría depende del equilibrio de esos
cuatro factores, lo cual la evidencia como una de las más complejas de
las teorías dinámicas (p. 346). Debemos resaltar que en las ideas de Le
Blanc convive una integración de la teoría del control y del aprendizaje
social. Thornberry (1987) desarrolló la teoría interaccional, en la que se
centra particularmente en factores que fomentan el comportamiento
criminal en diferentes edades. La teoría interaccional utiliza las
percepciones de las teorías del control y del aprendizaje social para
explicar la delincuencia y el crimen durante el curso de la vida (Britt y
Rocque, 2016). Así, por ejemplo, asume que la conducta criminal de los
jóvenes estaría insertada en un sistema de relaciones y efectos causales
que se fortalecen y facilitan unos a otros. Afirma que el inicio delictivo
temprano se debe a por lo menos tres factores: primero, déficit
neuropsicológico y un temperamento caracterizado por impulsividad,
emotividad negativa, falta de temor, baja regulación de las emociones; en
segundo lugar, deficiencias en los padres (monitoreo deficiente, lazos
20
afectivos pobres, disciplina inconsistente); y, en tercer lugar, la
adversidad estructural, como es la pobreza, desempleo, y un entorno
social negativo (McGee y Farrington, 2016, p. 344).

Cabe precisar que, la criminología y la psicología tienen una relación muy


amplia y el objetivo es entender al delincuente y su personalidad,
además de los motivos que influyeron para cometer un hecho delictivo
pero más allá de eso lo primordial seria la prevención y la readaptación
de los criminales más que las sentencias que se les pudieran otorgar por
los acontecimientos realizados.

CAPITULO III:

RELACIÓN DE LA CRIMINOLOGIA CON LA SOCIOLOGIA


(APORTE: RICARDO QUINTANA BERNAOLA)

3.1. DEFINICIÓN DE LA SOCIOLOGÍA

Es la ciencia que estudia, describe y analiza los procesos de la vida en


sociedad. Su objeto de estudio son los seres humanos y sus relaciones
sociales, las sociedades humanas. La sociología utiliza diferentes
métodos de investigación empírica y análisis crítico para perfeccionar y
desarrollar un conjunto de conocimientos acerca de la actividad social
humana, a menudo con el propósito de aplicar dichos conocimientos a la
consecución del bienestar social. La sociología estudia todos los
fenómenos sociales a nivel macro y micro, desde el espectro objetivo
hasta el subjetivo. Para abordar este análisis se aplican métodos de
investigación diversos tanto cuantitativos como 3 cualitativos. El análisis
estadístico multivariante, la observación participante o el discurso , son
algunos ejemplos de las técnicas de investigación sociológica. Todos los
fenómenos sociales micro y macro pueden ser objetivos como subjetivos.
Las diferentes perspectivas teóricas modernas se definen en función del
nivel de análisis y de estudio. El moderno paradigma sociológico
integrado estudia las grandes realidades materiales (la socidad,

21
burocracia, tecnología) y no materiales normas y valores), así como las
pequeñas entidades objetivas (pautas de acción e interaccion social) y
las subjetivas (cómo los individuos construyen la realidad social). En las
últimas décadas el surgimiento de una nueva red de análisis matemático
y computacional ha proporcionado al análisis sociológico técnicas muy
rigurosas y depuradas.

3.2. RELACION DE LA CRIMINOLOGÍA CON LA SOCIOLOGIA

La Criminología en relación con la Sociología La Criminología se dedica


al estudio del crimen en general mientras la Criminología Clínica se
ocupa sobre todo del hombre que comete un delito. La Sociología
criminal se interesa principalmente de la criminalidad. El crimen se
manifiesta desde que el ser humano existe. Si se tomaran en cuenta las
palabras de la Biblia podemos ver que ya desde el tiempo de Adán y
Eva, Caín asesina a Abel: por lo que se puede decir que la humanidad
inicia con un fratricidio.

La Criminología como ciencia multidisciplinar se nutre y se auxilia de


otras disciplinas para encontrar las causantes del delito y búsqueda de
las soluciones a las conductas desvirtuadas o antisociales. La Sociología
es una de las ciencias sustanciales para subsidiar a la criminología,
desde el simple hecho de estudiar los factores sociales y por su método
científico autónomo esta ciencia consigue grandes aportes en el aspecto
criminológico. Además en el devenir de la Criminología llega un punto
donde especialistas en otras ramas que no eran criminológicos, buscaron
indagar en la génesis de los problemas de la delincuencia, los sociólogos
desde distintas posturas generaron escuelas criminológicas y enfoques
de estudio, dejando un aporte para esta ciencia multisectorial.

El criminalista italiano Enrico Ferri resumió y sistematizó en Sociología


criminal (1900) sus ideas sobre criminología y derecho penal,
diseminadas anteriormente en innumerables monografías. En la
22
introducción enuncia Ferri los principios de la escuela criminal positiva; la
gran escuela clásica de Beccaria y de Carrara, afirma, se ha perdido en
estériles especulaciones metafísicas, resumidas en la fórmula carrariana
de que el delito es un ente jurídico. Pero, para el autor, los tiempos
plantean una nueva exigencia, nacida de un fenómeno cotidiano: el
aumento de la delincuencia. Tal exigencia impone el estudio del
delincuente, tanto desde el punto de vista antropológico como del
psicológico.

Lo mismo puede decirse respecto de las penas. La escuela penitenciaria


de Howard ha dirigido los métodos de Carrara hacia metas más
humanitarias, olvidando sin embargo la higiene criminal, esto es, la
prevención de los delitos. Frente a ello, la escuela positiva aplica el
método experimental a la ciencia criminal, sin entender destruir con esto
los resultados de las escuelas anteriores, sino integrarlos y renovarlos.
Así como en la medicina la nueva dirección se ha desplazado del
examen de la enfermedad al del enfermo, así en la criminología lo ha
hecho del delito al delincuente. Por tanto, al problema de la disminución
de la pena contrapone el de la disminución de los delitos, y al estudio
abstracto del delito como ente jurídico contrapone el estudio del delito
como fenómeno natural y social.

Así, pues, ha de examinarse la actuación del delincuente a la luz de


varios factores: psicopatológicos, ambientales, hereditarios, etc. Aportes
de la Sociología a la Criminología Los Sociólogos a través de sus teorías,
afirmaciones aportaron a la criminología produciendo dos puntos de vista
de suma relevancia: la Sociología Criminal y la Sociología Forense. La
Sociología criminal, analiza el delito como hecho social, como magnitud
colectiva aporte de la sociología: Sociología Forense, evidencia las
formas de relacionarse de los sujeto. Adicional esta disciplina
proporciona un enfoque sociológico para comprender los fenómenos
relacionados con la criminalidad, enfatizando la capacidad de utilizar
23
conceptos e hipótesis provenientes de la sociología criminal, aclarando
las semejanzas y 5 diferencias con el enfoque de la criminología.
Asimismo, explica y relaciona conceptos centrales en sociología y los
aplica al estudio de la problemática delictual. Presenta los paradigmas
sociológicos más importantes en la actualidad y desarrolla las modernas
corrientes de la sociología criminal que analizan el fenómeno delictual se
revisan los conceptos centrales de esas teorías, su interrelación, sus
posibilidades metodológicas, sus manifestaciones en la investigación
científica, las críticas que se les han formulado y su utilidad relativa.
Revisa entre otras teorías subculturales, las basadas en el aprendizaje
social, las ecológicas, las del control social, el etiquetamiento y la nueva
criminología.

Lo Criminológico relacionado a lo sociológico La evolución paulatina y


organizada de la Criminología debido a su información, objetivos y su
carácter epistemológico nacen distintas corrientes o enfoques, donde la
sociología juega un papel importante en la conclusión de estas
corrientes.

3.2.1. Enfoque Interaccionista

Fija su base en la pretexto de que “la sociedad produce y tiene los


delincuentes que se merece”. Esta corriente afirma que los grupos con
posición económica y política dominante tienen alta incidencia en el
dominio cultural, ideológico y del aparato normativo, es decir, este grupo
privilegiado define que conductas son de carácter delictivas y cuales no.
Esta corriente se apoya de información de carácter cuantitativa como lo
son la estadística criminal, cifra negra y estigmatización social. Por lo
tanto, la conducta criminal forma parte de ese proceso de aprendizaje
continuo, donde el infractor aprende estrategias de supervivencia,
códigos, y técnicas para desarrollar sus cometidos. Este aprendizaje, en
una sociedad plural y diversa, se produce de manera concomitante al

24
aprendizaje que otros individuos hacen y que los define en favor del
debido cumplimiento de las normas o de su indiferencia con relación 6 a
las mismas. Todas las conductas se aprenden. Para Edwin Sutherland1
(en “Principios de criminología”, 1939 y “Criminalidad de cuello blanco”
en 1940), el individuo lejos de nacer delincuente, o heredar o imitar
comportamientos socialmente reprochables, aprende a ser criminal.
Sutherland, en sus investigaciones sobre la criminalidad de cuello blanco,
llega a la conclusión de que no puede referirse la conducta desviada a
disfunciones o inadaptación de los individuos de la “lower class”, sino al
aprendizaje efectivo de valores criminales, hecho que podría acontecer
en cualquier cultura. Su punto de vista inicial, luego rectificado en parte,
era netamente sociológico, ya que subestimaba el interés de los rasgos
de la personalidad del individuo al análisis en torno a las relaciones
sociales (frecuencia, intensidad y significado de la asociación). El
presupuesto de la teoría del aprendizaje viene dado por la idea de
organización social diferencial, que, a su vez, se conectará con las
concepciones del conflicto social. Es decir, Sutherland concibe a la
sociedad como una sociedad conflictiva y no armónica, en lo que
constituye un hallazgo no menor dentro de la sociología norteamericana.

Uno de los intelectuales símbolos del enfoque interaccionista se


encuentra Edwin Sutherland. Fue el autor del texto principal Criminología,
publicado en 1924, primero afirmando el principio de asociación
diferencial en la tercera edición Principios de Criminología (1939) que el
desarrollo habitual de los patrones de la delincuencia surgen de la
asociación a los que cometer un delito en lugar de con aquellos que no
cometen delito. La teoría también había un elemento estructural la
posición que el conflicto y la desorganización social son las causas
subyacentes de la delincuencia, ya que determinar las modalidades de
personas asociadas con. Este último elemento se eliminó cuando la
cuarta edición se publicó en 1947. Pero él seguía convencido de que la
clase social fue un factor relevante, acuñar la frase de cuello blanco
25
penal en un discurso ante la Asociación Americana de Sociología el 27
de diciembre de 1939.

3.2.2. Escuelas Criminológicas en relación con la Sociología

Los sociólogos en el estudio de los hechos sociales y de la conducta del


individuo en la sociedad, se enfocaron en la relación de la sociedad con
la delincuencia naciendo una serie de escuelas criminológicas, donde se
enfoca al delincuente en base al carácter social.

Escuela Social

Esta apoyada por el filosofo Emile Durkheim , esta escuela no tiene su


fundamento en el contrato sino en la dialéctica. Esta escuela tiene
antecedentes en la Lyon, en especial en Lacassagne, en la cartográfica y
en la de interpsicologia con Tarde. Son famosas las sentencias lapidarias
de Lacassagne: "Las sociedades tienen los criminales que se merecen y
el medio social es el caldo del cultivo de la criminalidad mientras que el
microbio es el criminal”. Para la escuela social, el presupuesto operante
es el de la desigualdad material y la división del trabajo, y no el de la
igualdad del contrato. La responsabilidad penal es individual, pero
requiere una depuración de las fuerzas sociales. Su sistema jurídico
busca ante todo una justicia social y tiene un criterio político que busca la
comprensión y mejoras sociales. Tratándose del delincuente, la escuela
social realiza los estudios de estos bajo un enfoque sociológico., la
patología se desplaza del campo individual al social. Esta escuela
introduce el estudio de la motivación en el delincuente y hace la medición
punitiva con base en factores objetivos y subjetivos., desde luego la lista
de factores subjetivos la amplia, y a mas de esto, no solo reconoce la
atenuación punitiva derivada.

Escuela Anómica

26
Su fundamento teórico esta basado en la anomia, situación en la cual el
desarrollo social desborda al control institucional. El presupuesto
operandi esta fundamentado en la desigualdad material y una mayor
división del trabajo. Sigue la responsabilidad en el campo individual pero
aparece la tendencia a socializarla.

Anomia en ciencias sociales, la anomia es la falta de normas o


incapacidad de la estructura social de proveer a ciertos individuos lo
necesario para lograr las metas de la sociedad. Se trata de un concepto
que ha ejercido gran influencia en la teoría sociológica contemporánea.
También ha ofrecido una de las explicaciones más importantes de la
conducta desviada. El término (etimológicamente sin norma) se emplea
en sociología para referirse a una desviación o ruptura de las normas
sociales, no de las leyes (esto último es "delito"). En el mismo sentido ha
sido retomado por la antropología aunque en esta disciplina ha ido
perdiendo vigencia tras la crítica de las corrientes opuestas al
funcionalismo estructuralista sobre todo el multiculturalismo.

La mayor presión conducente al desvío se da entre los grupos


socioeconómicos más bajos y las conductas desviadas son: el crimen, el
suicidio, los desórdenes mentales, el alcoholismo, etc. Se supone que la
anomia es un colapso de gobernabilidad por no poder controlar esta
emergente situación de alienación experimentada por un 10 individuo o
una subcultura, hecho que provoca una situación desorganizada que
resulta en un comportamiento no social. El término fue introducido por
Emile Durkheim(4 ) y Robert. K Merton (5 ); este último formuló las leyes
que, al incumplirse, conducían a la anomia: La anomia es en este caso
una disociación entre los objetivos culturales y el acceso de ciertos
sectores a los medios necesarios.

La relación entre los medios y los fines se debilitan. El concepto de


anomia está vinculado a otros como el control social y la desviación. Pero

27
la anomia se debe al actuar de un agente social manifiesto en ausencia
de normas en relación con el éxito en un rol dentro del sistema. La
regulación moral correspondiente codificada en normas sociales queda
obsoleta en la función de favorecer la solidaridad orgánica, por lo que se
produce una desintitucionalización por falta de los referidos valores
normativos, en un abanico que va desde los usos y costumbres al
extremo más grave de la falta de igualdad de oportunidades sociales
para avanzar al siguiente escalón de nuevos bienes culturales, religiosos
o societarios del progresivo estadio de desarrollo. Uno de los mayores
exponentes además de Émile Durkheim sobre la teoría de la anomia es
Robert K. Menton. Es uno de los padres de la escuela
estructuralfuncionalista. Para Merton, la sociedad es un sistema que está
constituido por una estructura que permanece en el tiempo, siendo un
sistema un conjunto de elementos interdependientes, en equilibrio y que
tienen la posibilidad de crecer. Por este motivo, a la teoría se la ha
denominado sistémica. Para Émile Durkheim la colectividad se impondrá
sobre el individuo infractor. Cuando el individuo no se adapta a lo que se
considera correcto, la colectividad hará un frente común con un
sentimiento de superioridad, produciendo la solidaridad social.

La pena impuesta se justifica para que el hombre correcto no se


desmoralice y confíe en el sistema, identificando inferior al grupo
criminal. Adicionalmente, el sociólogo considera que el delincuente es
consecuencia de las estructuras de la sociedad y será un hecho, un
fenómeno normal y absolutamente necesario dentro del engranaje social,
lo normal es que exista un incremento de las tasas de criminalidad.

Escuela Ecológica

Su fundamento teórico es el que la formación de la sociedad es orgánica


y no contractual. El presupuesto operandi esta basado en la desigualdad
material y muy grande división del trabajo. Su responsabilidad deja de

28
ser individual y se convierte en social y grupal. El hallazgo del equilibrio
biótico-social es la finalidad del sistema jurídico. El principal aporte de
esta Escuela Ecológica, con sede en Chicago y producto de las
inmigraciones incontroladas de europeos, es la interpretación de la
delincuencia de la mafia.

CAPITULO IV:

RELACIÓN DE LA CRIMINOLOGIA CON LA ANTROPOLOGIA


(APORTE: KARLA RAMOS ANCHANTE)

4.1. DEFINICION DE ANTROPOLOGIA:

Esta ciencia analiza al ser humano en el contexto cultural y social del que
forma parte. Así, analiza su origen, su desarrollo como especie social y
los cambios en sus conductas según pasa el tiempo. Estudiamos al ser
humano como un ser social, como un ser gregario. Somos un animal
social (aunque quizás sería más acertado hablar de animal
biopsicosocial) por la necesidad que tenemos de vivir en sociedad,
necesidad incluso para sobrevivir. El ser humano es un animal desvalido
en la infancia y necesita de otras personas para garantizar su
supervivencia. Esta aparente desventaja es la que realmente permite
llevar a cabo el proceso educativo mediante la necesidad de aprender de
los demás (lo socialmente aceptable y lo rechazable). El proceso por el

29
que el individuo acepta e integra los esquemas de comportamiento de su
sociedad es a lo que llamamos socialización.

4.2. RELACION CON LA ANTROPOLOGIA

Tanto la antropología como la criminología, se han desarrollado a partir


del estudio de los "otros". En el primero de los casos, el "otro" cultural; en
el segundo, el "otro" como individuos o grupos de "desviados". En lo que
respecta a la última, esta concepción de carácter sociocéntrica, se fue
paulatinamente diluyendo (aunque no de forma total) en favor de una
consideración del delito como fenómeno social normal.

En contra de todas aquellas posiciones que toman al delincuente como


un desviado que de alguna manera manifiesta cierto tipo de patología, se
hace imprescindible partir de una cita de Emile Durkheim (esto no implica
que se esté completamente de acuerdo con los supuestos algunos
explícitos y otros implícitos presentes en la misma, aunque sí con la idea
de generalidad y relatividad respecto del fenómeno del delito en cuanto
situación social):

"El delito no se observa solamente en la mayoría de las sociedades de


tal o cual especie, sino en las sociedades de todos los tipos. No hay una
en la que no haya criminalidad. Ésta cambia de forma, los actos así
calificados no son en todas partes los mismos; pero en todos los sitios y
siempre ha habido hombres que se conducían de forma que atraían
sobre ellos la represión penal. Si al menos, a medida que las sociedades
pasan de los tipos inferiores a los más elevados, el índice de
criminalidad, es decir, la relación entre la cifra anual de los delitos y la de
la población, tendiese a bajar, se podría creer que, aún siendo todavía
un fenómeno normal, el delito tendía, sin embargo, a perder su carácter.
Pero no tenemos ningún motivo que nos permita creer en la realidad de
esta regresión. Antes bien, muchos hechos parecen demostrar la
existencia de un movimiento en sentido inverso. [...] Por tanto, no hay
30
fenómeno que presente de manera más irrecusable todos los síntomas
de normalidad, puesto que aparece estrechamente ligado a las
condiciones de toda vida colectiva. Hacer del delito una enfermedad
social sería admitir que la enfermedad no es una cosa accidental, sino,
por el contrario, una cosa derivada en ciertos casos de la constitución
fundamental del ser vivo..." (DURKHEIM, E. pag. 92).

El incumplimiento de este código es considerado una transgresión. La


transgresión es un fenómeno generalizado en cualquier sociedad. Para
que exista transgresión, debe existir también un consenso dentro del
grupo que estipule cuáles conductas son deseables y cuáles no lo son.

Es así que, en cada escenario social se forma una concepción


generalizada respecto de lo que significa la acción de transgredir ciertas
normas, ciertas pautas. La acción de delinquir está vinculada
básicamente al acto de transgresión.

En el marco de la idea del delito como producto social, podemos citar a


Montagu, quien explicita que: "Los crímenes y los criminales son
producto de la sociedad, y a la vez, instrumentos y víctimas de la misma
sociedad. La sociedad criminal y delincuente culpa de sus crímenes y
delitos a los criminales y a los delincuentes y luego los castiga por los
daños que, en la mayoría de los casos, la misma sociedad los indujo a
cometer. Un crimen es lo que la sociedad escoge definir como tal. Algo
que puede ser considerado como un crimen en una sociedad puede no
serlo en otra. Pero sea lo que sea lo que una sociedad pueda o no
considerar como un crimen, todas las sociedades definen al crimen como
un acto cometido en violación de una ley prohibitiva o un acto omitido en
violación de una ley prescriptiva. De aquí que la sociedad sea la que
define al criminal y no el criminal quien se define a sí mismo. Y sugiero
aquí que casi invariablemente la sociedad es la que hace al criminal

31
porque los criminales, en realidad, se vuelven tales, no nacen así" (pag.
71. 1970).

Todo esto significa una ruptura con el paradigma bio-psico-social y una


reformulación de la idea de delito desde una óptica relativista. Además,
remarca la concepción que, si bien el delito puede ser una conducta no
deseable en el seno de alguna sociedad, es un hecho perfectamente
normal en la vida de cualquier grupo.

Según este mismo autor, es dable considerar al delito consuetudinario


como una forma de buscar seguridad por parte del delincuente. Aclara
Montagu que la idea de búsqueda de seguridad no debe entenderse en
términos simplistas, sino que debe contemplarse como una "hipótesis de
trabajo que puede ser de utilidad práctica para el entendimiento de
algunas de las condiciones y motivaciones que guían al crimen" (pag.
74).En otras palabras, podríamos decir que en algunos casos, el delito
debe ser entendido como una estrategia de supervivencia; la cual se
desenvuelve porque la sociedad no provee las condiciones necesarias
para la seguridad de los individuos.

Asimismo, es importante recalcar que, en nuestra sociedad occidental se


han desarrollado una serie de dispositivos con base en el derecho- que
procuran un tratamiento de la persona considerada delincuente que lleva
a su "resocialización". En este término existen implícitos aquellos
presupuestos vinculados a la posición positivista sobre la desviación
patológica de la conducta y la necesidad de su normalización.

Por ello, la Antropología aborda cuestiones básicas de la existencia


humana: dónde y cuándo se produjo nuestro origen, cómo hemos
cambiado y cómo seguimos cambiando, pero también analiza la
personalidad humana. El estudio de la personalidad humana es algo
esencial para la Criminología.Así, la Criminología, en relación con la
Antropología estudia como las normas, elemento fundamental de la
32
cultura, delimitan lo que se considera una personalidad y un
comportamiento bueno o aceptable, haciendo factible la distinción con el
comportamiento desviado. La desviación no implica en todos los casos
una acción; no solo comprende conductas explícitamente negativas,
como cuando se rompe la norma perjudicando a terceros, sino también
cuando se excede en el cumplimiento de las leyes y las normas sociales.

La criminología analiza los delitos, las víctimas, los delincuentes, así


como el control social y la resocialización. La criminología debe conocer
la personalidad criminal, explicar y prevenir los diferentes crímenes e
intervenir en los infractores, ya que está claro que interesa más prevenir
el delito que castigarlo. Debemos analizar los hechos, las
manifestaciones de delincuencia y sus eventos concretos a través de
métodos empíricos.

Tanto para la Antropología como para la Criminología es esencial el


estudio del entorno social en el que viven y se desarrollan las personas,
ya que es ahí donde se define el delito y la desviación, y donde se
controlan y limitan ciertas conductas. La conducta desviada se encuentra
presente en todas las sociedades y está determinada en gran medida por
el contexto social y cultural. De esta forma, podemos ver como la relación
entre Criminología y Antropología cultural es más estrecha de lo que
muchas personas podían imaginar.

La criminología con la antropologia abarca el estudio de los caracteres


físicos y mentales de los autores de los crímines y delitos. Esta definición
es muy escueta y adolece de superficialidad. Esta expresión, más que
definición, no es suficiente ya que se excluyen todos aquellos hechos, o
factores X y condiciones sociales de la trama, del tejido en que el
individuo está inmerso. En la investigación de la antropología criminal
(AC) hay dos factores, por un lado los hechos criminales y por otro el ser

33
humano, el hombre en su conjunto, independiente de consideraciones
marginales tales como si está enfermo, casado, es blanco, etc.

Siglos XVII al XIX, se fundamenta que el estudio del crimen no se puede


separar del estudio del criminal, esto marca bastante todo lo sucesivo.
Nos encontramos con Della Porta que en 1640 cree establecer
relaciones entre fisionomía y todo lo que serían carácteres físicos para
llegar a determinar un delincuente. La siguiente corriente es la de los
fisonomistas: Gratapoli -Lachambre -Niquerio -Lavater Intentan
determinar las características físicas de los delincuentes, esto quiere
decir que dejan de lado todo lo demás, que es mucho. Las analogías que
hacen entre los delitos físicos y el carácter siempre serán para
determinar la delincuencia, la criminalidad. La corriente neuropsiquiátrica:
Pinel, Cabanis, Esquirol

Lombroso, uno de los precursores de esta ciencia, decidió estudiar al


criminal, al delincuente desde la perspectiva médica. Lombroso toma
parte de las teorías de Gall (de la Frenología) y la psiquiatría, de esta
confluencia surgió su teoría y sus estudios. La psiquiatría se ocupaba
básicamente de los estados degenerativos y de la privación de sentido
moral. Por otro lado hay otras dos cosas que influyen en Lombroso por
un lado el Positivismo y por otro el Darwinismo. La idea de la doctrina le
surge al diseccionar el cadáver de un famoso criminal llamado Biela,
constata importantes anomalías, concretamente destaca una fosa
occipital media, sería la cavidad donde se aloja el vermis inferior del
cerebro. Esta anomalía fue considerada por Lombroso propia de los
hombres "primitivos". Diseccionó 400 cadáveres de criminales y observó
más de 6000 delincuentes vivos, buscando los estigmas de la
criminalidad, de la regresión atávica. La mayoría de las conclusiones de
su observación eran faltas de precisión. Las características propias de la
regresión atávica según Lombroso eran: Frente baja y aguda
prominencia de los arcos ciliares. • Asimetría craneana (plagiocefalia).
34
Altura anormal del cráneo (oxicefalia). • Gran desarrollo de los maxilares
y de los pómulos. • Dedo gordo del pie separado y prensil. • Oreja en
forma de asa (se encuentra básicamente en los mamíferos, sobretodo
entre los monos). Lombroso determinará que los criminales tenían un
cráneo o muy pequeño o muy grande. • Gran anchura de la cara. • Nariz
amplia (similar a la de los simios). Hace unos porcentajes de las
disecciones de los criminales muy rudimentarias.

Lombroso actúa como un verdadero determinista criminal. Determina los


estigmas de acuerdo con la criminalidad. Fija caracteres antropométricos
y fisionómicos del criminal. Fue muy criticado en esta fase. Combina las
características atávicas con las degenerativas. Asimila la epilepsia a la
locura. Lombroso tuvo dos discípulos destacados, Ferri y Garofalo.
Lombroso creía en la existencia de un criminal nato, un ser abocado al
delito, un ser salvaje. Estimaba que se trataba de un tercio de la
población. Aparte añade características lingüísticas y psicológicas, así
hacer uso del argot es para él atávico, también lo era el tatuaje que
comparaba con las costumbres de los pueblos salvajes. Las
características psicológicas: ambidextros, estravismo, poca sensibilidad,
mirada fría o bien fija e inquieta, oblicua en el ladrón. Afectividad nula,
brutalidad, inestabilidad, imprevisión y superstición. Llamaban salvaje a
todo comportamiento desconocido o extraño para ellos. No había
conocimiento de otras culturas y formas sociales, la antropología
comenzó con el colonialismo.

Si bien es cierto, la antroplogía estudia el craneo por mediciones,


craneología, y lo que intenta es hacer la teoría de la unidad de la especie
humana. Gall escribe un tratado de medicina, en él intenta básicamente
decir que en su búsqueda en el sistema nervioso y en concreto en el
cerebro encontrará varios factores que llevan a la criminalidad. Esta
teoría es rechazada en muchos lugares. En principio los aspectos de su
doctrina se hunden en 1842, una de las razones es que su base científica
35
es débil, había un desconocimiento absoluto y psicológico que, en
principio, no pueden ligarse pero a través de la craneoscopía no puede
lograr aunque partía de una teoría, el continente se adaptaba al
contenido, esto es pensaba que los caracteres del individuo se reflejaban
en el aspecto de la fisiología craneal. Él mismo se da cuenta de que a
tavés de la psicofisiología podría llegar más allá e intenta avanzar por
ese camino, determina unas partes, 27 en concreto, y les atribuye
características concretas. Cuando determina estas partes acierta en
algunas pero no tiene una base ni médica ni técnica para confirmarlo ni
probarlo. Estudia la afasia y en este terreno podía haber avanzado pero
en todo lo demás fracasa, hay que tener en cuenta que partía de una
base, una herencia muy pobre. Gall hace una diferenciación de áreas,
constituidas por tejidos nerviosos diferentes y con funciones diversas,
algunas de estas funciones serían sensitivas y otras motoras. Localizaba
ya las zonas propias del habla aunque algo erroneamente. También daba
una descripción de la afasia. Esta idea triunfa 30 años más tarde de Gall
con Broca. Paul Broca sitúa la afasia en la tercera circunvalación frontal
izquierda donde sitúa el centro del lenguaje articulado. A partir de este
centro de Broca y de las 27 áreas de Gall es donde comienzan los
estudios del cerebro. Se observa que las personas que se han dedicado
a la música tienen una esfera acústica musical más desarrollada. Gall es
el primero en distinguir tres cosas, 1. La sustancia gris 2. Las
circunvalaciones 3. La fibrineración postnatal

CAPITULO V:

RELACIÓN DE LA CRIMINOLOGIA CON LA POLITICA CRIMINAL


(APORTE: PEDRO MENDEZ LEON)

5.1. DEFINICIÓN DE POLITICA CRIMINAL

36
“Es el conjunto de respuestas que un Estado estima necesario adoptar
para hacerle frente a conductas consideradas reprochables o causantes
de perjuicio social con el fin de garantizar la protección de los intereses
esenciales del Estado y de los derechos de los residentes en el territorio
bajo su jurisdicción. Dicho conjunto de respuestas puede ser de la más
variada índole. Puede ser social, como cuando se promueve que los
vecinos de un mismo barrio se hagan responsables de alertar a las
autoridades acerca de la presencia de sucesos extraños que puedan
estar asociados a la comisión de un delito. También puede ser jurídica,
como cuando se reforman las normas penales. Además, también puede
ser económica, como cuando crean incentivos para estimular un
determinado comportamiento o desincentivos para incrementarles los
costos a quienes realicen conductas reprochables. Igualmente puede ser
cultural, como cuando se adoptan campañas publicitarias por los medios
masivos de comunicación para generar conciencia sobre las bondades o
consecuencias nocivas de un determinado comportamiento que causa un
grave perjuicio social.” (2001)
La literatura lo reconoce de diversas maneras:
- Alberto Binder lo definía como una forma de violencia estatal
organizada.
- Diez Ripollés, nos dice que es una especie de las políticas
públicas.
- Alessandro Baratta, establece que la política criminal se ocupa
de la prevención y reacción del delito y hace frente a las
consecuencias.

Estas definiciones plantean de manera amplia que la política criminal se


ocupa de comportamientos socialmente reprochables, a través de un
amplio catálogo de medidas sociales, jurídicas, culturales, entre otras, las
cuales deben ser lo más variadas posibles. Sin embargo, en la práctica
vemos que, como lo ha resaltado la literatura, la noción de política

37
criminal se asocia fundamentalmente al del funcionamiento del sistema
penal.

El ámbito de análisis, seguimiento y evaluación de la política criminal


comprendería:

- Los comportamientos que han sido criminalizados, no como un


dato natural, sino como un fenómeno en constante
transformación y que ha sido definido desde el Estado.
- La política criminal también debe ocuparse por estudiar aquellos
hechos que no se encuentran criminalizados, pero que tienen
relevancia en el contexto criminal o deberían ser integrados a
este.
- Por último, la política criminal debe tener especial interés en
desarrollar un análisis de la política, para comprender como el
funcionamiento de esta tienen incidencias sobre los fenómenos
y sobre el contexto social.

Cabe precisar que, la política criminal es una especie de las políticas


públicas que tiene como objeto aquellos comportamientos criminalizados
(delitos y contravenciones), frente a los cuales pueden establecer un
amplio catálogo de medidas y de fines que corresponden a
consideraciones éticas (sobre la justicia y el reproche) y políticas (sobre
la conveniencia, pertenencia y legitimidad). Esta política criminal deberá
ser entendida como una política de carácter prescriptivo, cuyo objeto
podrá variar de acuerdo a distintas consideraciones sociales.

5.2. RELACION DE LA CRIMINOLOGÍA CON LA POLÍTICA


CRIMINAL

La política criminal, como disciplina, incluye las intervenciones jurídicas y


extrajurídicas públicas y privados que tienen como fin prevenir o reducir
la delincuencia. A la política criminal le corresponde establecer los
38
programas y decidir cuál es la mejor forma de intervenir respecto al
fenómeno criminal, a la criminología le interesa, por otro lado, la
aplicación de la política criminal y los efectos de esa intervención.

Para la política criminal es importante tener presente que el fenómeno


delictivo es muy complejo y es difícil construir una política criminal que dé
respuesta a todos los imperativos y a todas las necesidades sociales.

El campo legislativo

La creación de las leyes penales es eminentemente un acto político y al


elaborarse las normas y determinarse la penalización o despenalización
de conductas, para que sean eficaces y se adapten al contexto, tienen
que basarse en un estudio pormenorizado de la realidad de su tiempo, de
manera que ese aparato decisional cree un instrumento lo
suficientemente coherente que refleje un Derecho penal justo y atinado.
Por ello se coincide con Zaffaroni en que la “ley penal es formalización de
una decisión política previa” (Zaffaroni, 2000, 153), pues la política
criminal es lo que está inmediatamente antepuesto a la ley penal, tanto
lógica como cronológicamente.

La política criminal de cara a las reformas legislativas ha sido diversa,


asumiéndose criterios que han variado según las tendencias que han ido
surgiendo, siendo las más actuales en cuanto al merecimiento de la
pena, las que apuntan a que se debe proceder de diversas formas:
aumentando la intensidad de la conminación penal, descriminalizando
determinados tipos de conductas o permitiendo un prudente arbitrio
judicial al atenuar la gravedad de las consecuencias jurídicas. La
diversidad de tendencias en torno a la respuesta más atinada al
fenómeno criminal es tan variada y compleja como lo son los tiempos
actuales, son disímiles los diseños que se proponen ante la cambiante
dinámica social, la que trae consigo nuevas demandas al Derecho penal
y dificultades para responder a la criminalidad con las estructuras
39
tradicionales del Derecho penal nuclear. El surgimiento de nuevos
sectores o ámbitos de actividad que han venido a calificar como
conductas configurativas de delitos no tradicionales, especialmente
aquellos relacionados con las esferas atómica, informática, biológica,
ponen al Derecho penal en una encrucijada. El endurecimiento de los
preceptos de otras disciplinas como el Derecho administrativo
sancionador, el Derecho penal económico y la materia medioambiental
entre otros, son incorporados a los códigos penales, ampliando y
endureciendo su alcance. La influencia que tiene la globalización en la
transnacionalidad de la criminalidad de ciertas formas de delincuencia
que adquieren carácter organizado es otro de los factores que han
llevado a plantear que existe una verdadera crisis en la capacidad de
rendimiento del ordenamiento jurídico, hablándose de una crisis en la
capacidad de prestación del mismo ante los nuevos riesgos y las
exigencias que estos plantean (Mendoza, 2014). El maximalismo penal
como nueva corriente criminológica, ha desplegado fundamentalmente
por dos razones; por la utilización desmedida del Derecho penal ante la
imposibilidad de encontrar nuevas alternativas de solución ante conflictos
que violen o laceren las relaciones sociales, lo que ha implicado que el
ordenamiento jurídico se apoye fundamentalmente en el Derecho penal,
permitiendo que entre a jugar su rol represivo cuando este es
considerado en un Estado Social y Democrático de Derecho como una
instancia de última ratio. Así como obviar los parámetros que deben
tenerse en cuenta para poder incorporar dentro de esta materia un bien
considerado jurídico-penal (Gálvez, 2015).

En definitiva, para conseguir resultados eficaces es que la Política


Criminal se apoye en la investigación criminológica, con el fin de que se
propugnen programas de prevención de la delincuencia y de la
reincidencia que vayan más allá de la intervención del Derecho Penal.
Nos referimos, claro está, a la implementación de medidas sociales y/o
educativas.
40
En primer lugar, habrá que estudiar el fenómeno criminal que se
pretende prevenir, incluyendo un análisis de las causas del delito. En una
segunda fase será necesario analizar los mecanismos de prevención del
delito. Todo este proceso se verá impregnado por una crítica de la
normativa penal vigente, proponiendo nuevas reformas. Finalmente, se
evaluará la política criminal para comprobar si es eficaz a la hora de
prevenir la criminalidad.

En cuanto a la Política Criminal, la criminología, como ciencia causal-


explicativa, se va a encargar de dar datos sobre los índices de
criminalidad de determinada zona, temporalidad o tipo de delito a los
encargados de crear las leyes que van dirigidas a prevenir y reprender la
criminalidad.

La importancia de buenas leyes y planes en materia de políticas públicas


o políticas criminales es crucial para la prevención de un delito, y estas
sólo pueden ser logradas bajo metódicos estudios sobre la conducta
desviada, el sujeto activo del delito, el delito en sí y las víctimas, todo
esto es estudiado, analizado y explicado mediante la criminología.

5.3. LA POLÍTICA CRIMINAL EN EL PERÚ

La Política Criminal en los últimos años ha ido evolucionando en la


legislación peruana conocida desde una perspectiva crítica como
expansión del derecho penal. El fenómeno más destacado en la
evolución actual de las legislaciones penales del mundo occidental está
en la aparición de múltiples nuevas figuras e incluso en algunos casos de
nuevos sectores de regulación acompañado de una actividad de reforma
de tipos penales ya existentes realizada a un ritmo muy superior al de
épocas anteriores. En el campo Jurídico Penal, los cambios generados
en los últimos tiempos, han traído consigo una mayor participación de la
ciudadana en las políticas criminales.

41
La criminalidad es un problema de todas las sociedades; ello explica la
internacionalización de las ciencias penales. Sin embargo, pese a la
larga experiencia con ese fenómeno, en ninguna parte se ha logrado ni
mucho menos reducir. La política criminal es muy cambiante, existe un
primer plano en el que se pretende la reintegración a la sociedad del
autor, por otro lado, se pretende hacer frente con firmeza. De momento
se extiende esta segunda tendencia como para poder dar una buena
impresión en los políticos, a través de la sociedad. Una demanda de una
sociedad sensibilizada por la tecnología y la proliferación constante de
actividades riesgosas. Y esto se debe a que ahora los delitos con mayor
incidencia son aquellos que usan medios tecnológicos avanzado como
por ejemplo a través del Internet se puede cometer delitos como la
pornografía infantil, hurtos empleando una clave secreta universal para
poder sustraer dinero en las cuentas de ahorro o tarjeta de créditos, entre
otros delitos. Es por eso que hablamos de una sociedad de riesgo que, a
través de sus propias creaciones como el avance de la tecnología, estas
mismas pueden convertirse en un riesgo para la comisión de delitos,
siendo atentatoria o afectando a una gran masa colectiva.

Es por esta razón que debemos de tratar ya no de una Política Criminal


inerte, estática sino una Política criminal dinámica donde no solo
participe para combatir la delincuencia los grandes poderes como son el
Poder ejecutivo, y el legislativo, en la que el estado le corresponde
elaborar, formular y ejecutar un plan nacional integral de política criminal,
sino también la intervención de otros entes y de los propios ciudadanos
Hay que precisar que lamentablemente en nuestro país no existe ni ha
existido una política criminal adecuada que responda a un sistema
integral de defensa y protección de los bienes jurídicos de la sociedad,
pues el tema de la política criminal ha estado siempre ligado a
necesidades coyunturales, debido a los grandes reclamos o demandas
por parte de los pobladores por la carencia de seguridad por parte del
Estado y siempre el Estado ha encontrado soluciones en el momento
42
como aumentando las penas en los delitos de mayor incidencia en la
sociedad lo que ha dado lugar a que no se logre la disminución de la
delincuencia sino en muchos casos el aumento de las mismas. El
legislador goza de un margen razonablemente amplio para diseñar la
política criminal del Estado, según lo ha establecido el tribunal
Constitucional y que, al señalar su aplicación razonable, significa que
debe hacerlo aplicando ciertos límites, como por ejemplo sin transgredir
los derechos fundamentales del delincuente y respetando los derechos
fundamentales establecida en la Constitución

Para que exista una Política Criminal exitosa es necesario realizar


auditorías de personal, fortalecer y capacitar la Policía nacional a fin de
reducir los elevados índices de impunidad, que se presentan con mayor
frecuencia en estas instituciones.

43
MARCO CONCEPTUAL

Antropologia: La antropología estudia a la humanidad, sus sociedades


del presente y del pasado, así como las diversas culturas y formas de
organización e interacción social que ha creado.

Antropologia criminal: Es la disciplina que estudia la relación entre las


actividades criminales y los factores antropológicos. Por tanto, su objeto
de estudio son los rasgos físicos, psíquicos y morfológicos de los
criminales.

Ciencia: Conocimiento a partir de hechos o principios; conocimiento


adquirido mediante el estudio sistemático. Habilidad, en especial
aquella que refleja una aplicación precisa de hechos o un principio.

Criminologia: Es el conjunto ordenado de saberes empíricos sobre el


delito, el delincuente, el comportamiento socialmente negativo y sobre los
controles de esta conducta.

Control social: es el conjunto de prácticas, actitudes y valores


destinados a mantener el orden establecido en las sociedades.

Derecho penal: Es el conjunto de normas que pertenecen al


ordenamiento jurídico de determinado estado y cuyo propósito primordial
es regular conductas punibles, consideradas como delitos, con la
aplicación de una pena.

Deviación social: Es una conducta que viola normas y expectativas de


cualquier sistema social o modo de dominación y ante la cual éste
reacciona con un dispositivo de control específico.

44
Etiologia Criminal: Estudia las causas determinantes de los delitos, en
donde en lugar de presuponer el libre albedrío del delincuente, busca el
determinismo de su acto antisocial, en su constitución orgánica y en las
condiciones del ambiente en que vive.

Politica criminal: Consiste en todas aquellas estrategias, instrumentos y


acciones por parte del Estado tendientes a controlar y prevenir delitos en
cuanto a las conductas criminales, lo cual debe existir voluntad política a
través de las instituciones y llevar a cabo programas de prevención del
delito y acciones de campo para conocer los fenómenos delictivos y
atender el origen y las causas con el objeto de erradicar y así evitar que
ciertos delitos aumenten.

Legislación peruana: Cuerpo normativo que opera a


nivel nacional y que se compone de leyes que desarrollan los preceptos
de la Constitución Política del país, de reglamentos que regulan la
implementación de las leyes, y de normas que especifican características
de productos y servicios, en cumplimiento con reglamentos y leyes.

Penalidad: Es un elemento del delito se traduce en la imposición de una


pena ante al presencia de los demás elementos del delito (tipicidad,
antijuridicidad, culpabilidad).

Psicologia criminalista Es una ciencia que investiga las


pruebas reunidas para asi llevar a cabo una exploración psicológica del
criminal. El trabajo de la psicología criminal puede aplicarse en juzgados,
centros penitenciarios y centros sanitarios.

Psicologia: Es una ciencia social que se encarga del estudio de la


mente humana y su actividad, así como de las conductas de individuos y
grupos.

45
sistema de justicia penal: Es el Procedimiento legal mediante el cual se
imparte la justicia penal. Tiene como finalidad esclarecer los hechos,
proteger al inocente, sancionar al culpable y reparar los daños causados
por el delito.

Sociologia: Es el estudio sistemático del comportamiento social y de los


grupos humanos. Se centra en las relaciones sociales, cómo esas
relaciones influyen en el comportamiento de las personas y cómo las
sociedades, la suma total de esas relaciones, evolucionan y cambian.

46
CONCLUSION

La criminología es una ciencia que analiza los delitos,


las víctimas, los delincuentes, así como el control social y
la resocialización. Por ello, la criminología se basa en conocer la
personalidad criminal, explicar y sobretodo prevenir los diferentes
crímenes e intervenir en los infractores, para prevenir el delito.

Asimismo, se concluye que, la criminología va de la mano con el derecho


penal, donde podemos decir que esta necesita del derecho penal el cual
aplica la pena o sanción a tal delito empleando el deber ser, lo normativo
y utilizando el método deductivo; sin embargo, ambas coinciden y
trabajan el delito buscando conciliaciones para resolver conflictos
sociales y regular la conducta humana.

Por otra parte, el devenir de la criminología ha avanzado de manera


paulatina y discreta, con el apoyo de un sinfín de disciplinas. Sus objetos
de estudios: la conducta desvirtuada y el control social son elementos
esenciales de estudio no solo para la criminología sino también para la
ciencia del estudio de los factores sociales: la Sociología. La sociedad
necesidad indagar los problemas de manera multisectorial. Los
problemas sociales imbricados en la sociedad y las conductas delictivas
ancladas en el individuo son los problemas principales de las ciencias
penales, los que tienen que ser visto a través del prisma de las distintas
ciencias que le permitan un análisis acabado del hombre y el delito.- La
Difusión de los delitos a través de los medios de prensa obliga a un
cuidadoso análisis de estos con el avance de la criminalidad, sin un filtro
que permita, por medio de los distintos sectores disciplinarios, establecer
el impacto que produce a la sociedad este desborde de noticias muchas
veces distorsionadas.

47
Cabe señalar que la psicología y la criminología tienen un relación muy
grande y lo principal de estas dos relaciones es entender al delincuente y
su personalidad, además de cuales fueron los motivos que influyeron en
el para llegar a cometer un delito, también esta relación de psicología y
criminología busca hacer prevención y readaptación de los delincuentes,
y cooperar en las sentencias de estos.

Asimismo, la Criminología esta relacionado con la Antropología, ya que,


principalmente estudias las actividades criminales y los factores
antropológicos, ya que es ahí donde se define el delito y la desviación, y
donde se controlan y limitan ciertas conductas.

Por ultimo, es necesario mencionar que, la criminología es decisiva tanto


para prevenir un delito (política criminal), como para la correcta sentencia
de una persona que ha cometido un delito (derecho penal) y a su vez
necesita de ambas, pues ésta necesita regirse mediante un marco
jurídico que va a ser proporcionado por las otras dos ramas.

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