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Conformidad social: es una acción que está orientada a cumplir con normas y reglas
sociales, esto significa que es una conducta que cae dentro del margen de lo permitido por
las normas. Las normas sociales, los reglamentos, los códigos son importantes en la medida
que son parte de la motivación del actor social para cumplir con ellas
Una conducta desviada produce sentimientos negativos en el resto del grupo y pone en
marcha sanciones negativas que tienen por objeto castigar al desviado o, probablemente,
reubicarlo en el camino esperado. Cuando las conductas desviadas son numerosas
producen desorganización social, camino hacia el conflicto social.
que muchas personas de un sistema social tienen escaso respeto por algunas normas
sociales y está perdida de legitimidad es atribuible a que algo de la misma estructura social
es disfuncional con la misma.
Para Robert Merton, anomia no es lo mismo que ausencia de normas, tampoco es falta de
claridad en las normas; si no hubiera normas, no podríamos hablar de conductas desviadas
y si las normas no fueran claras también sería difícil designar una determinada acción como
desviada. Para el, este concepto se define como una distensión, un relajamiento
generalizado de las normas sociales. Merton señala que una situación anómica social y
culturalmente tiende a producir una alta tasa de conducta desviada. En la condición llamada
anomia hay normas, son suficientemente claras y los agentes sociales están orientados
hacia ellas, las conocen.
Existen distintos factores que pueden producir anomia, por ejemplo: el conflicto de roles, es
decir, conflicto de normas, por ejemplo: la confrontación entre pautas universales y pautas
individuales respecto de un determinado tema (sobre los negros, sobre los judíos, sobre
ideas políticas, etc.) también la ideología del “éxito individual” exige a las personas a
esforzarse por lograr determinados objetivos, pero la sociedad no les provee de medios
legítimos adecuados para poder cumplirlos. Así el “éxito-dinero” es una meta relativa ya que
existe un frustrante abismo entre un objetivo culturalmente pautado y la posibilidad real de
lograrlo. El resultado de esta brecha es la anomia con respecto a la meta del éxito. El
debilitamiento de la legitimidad de las normas y de los ideales se puede expresar en
cualquiera de las posibles formas de conducta desviada. Muchas formas de delincuencia y
de crimen tienen un carácter ambiguo en relación al éxito como objetivo culturalmente
definido.
En una estructura social anómica, muchas veces, la amplia difusión del éxito de personas
con ascenso social repentino, induce a otras personas a no ascender por canales normal u
honorables. Eso significa que la estructura normativa de una sociedad está debilitada.
Merton señala que existen ciertas formas de desviación que podrían caracterizarse como
pasivas (por ej. La vagancia) y otras relativamente activas (por ej. Las protestas sociales, la
rebelión, etc.). También Parsons considero la distinción activo-pasivo y la ambivalencia como
formas primordiales de desviación social.
Ambivalencia: como ya se señaló la desviación implica transgresión de las normas hacia las
cuales el actor social está orientado, esto significa que siente la validez moral de la norma
pero que por una u otra razón se siente alienado por ella, también es posible que el actor
social sea diferente al sentido de la norma. La ambivalencia ante las normas es sumamente
común y se refiere a una especie de desapego hacia ellas en contra de la aceptación
absoluta de otros hacia la misma norma. Este pensamiento se fundamenta en el supuesto
de que las normas importantes suelen ser para muchas personas inevitablemente
frustrantes.
Desviación Activa y Pasiva: una manera de expresar una tendencia desviada es colocarse
en una situación en que la norma debe cumplirse y luego violarla en forma evidente. Un tipo
de desviación común se manifiesta bajo la forma de “olvidarse” de hacer algo esperado o
hacerlo a medias o cometer “errores” para que no le vuelvan a pedir cosas. Estas formas de
desviación son consideradas relativamente pasivas y provocan sanciones negativas cuando
se repiten a menudo. Las protestas sociales, por ejemplo, el hecho de un corte de ruta o de
calle, provoca en muchas personas que se sientan que son perjudicadas y tienen una
reacción violenta ante estas transgresiones, es a esto que llamamos “desviación activa”,
estas desviaciones conducen inexorablemente hacia el conflicto social.
Según este autor en el estudio de la desviación hay dos tipos de problema de investigación:
uno es la desviación primaria, que permite discernir como se origina el comportamiento
desviado; el otro es la desviación secundaria, que nos dice como se atribuyen
simbólicamente actos desviados a las personas y cuáles son las consecuencias de la
atribución. Lemert supone que la desviación primaria surge en una gran variedad de
contextos sociales, culturales y psicológicos y que, en el mejor de los casos, tiene solo
repercusiones marginales para la estructura psíquica de la persona; no produce una
reorganización simbólica en el nivel de las actitudes respecto de uno mismo. Por el contrario,
la desviación secundaria es comportamiento desviado, o roles que se basan en él, que se
convierte en medios de defensa, ataque o adaptación ante los problemas manifiestos y
ocultos creados por la reacción de la sociedad frete a la desviación primaria.
De acuerdo a Giddens los conceptos de delito y desviación social son para la sociología
jurídica correlativos.
Para el siglo XIX y principios del siglo XX se creía que los delincuentes NACIAN y no se
hacían. El máximo exponente de la teoría denominada neoclásica, fue un médico
penitenciario llamado Cesar Lombroso, este médico italiano, desarrollo la teoría que plantea
que es factible identificar los distintos tipos de criminales a partir de ciertos rasgos
anatómicos como la cabeza la cara cuadrara, boca y dientes grandes, nariz achatada, ojos
pequeños, menos de dos dedos de frente, pelo duro, cuello de toro, musculoso y con
tatuajes.
Los meso mórficos o propensos a la delincuencia presentan una serie de rasgos que los
denomina atavismo, señala posteriormente las teorías psicológicas que se concentran en
analizar los distintos tipos de personalidad, señalando en los delincuentes presentan ciertas
características, por ejemplo, la debilidad mental, degeneración moral, personalidad
psicopática, ser destructivos y poco propensos a intercambiar ideas.
Ambas teorías presuponen que la desviación delictual es un síntoma de que algo no funciona
en determinadas personas y no en la sociedad.
Teorías funcionalistas
Muchos autores trataron de explicar la relación que existe entre la sociología y el derecho,
los principales autores funcionalistas trataron de explicar las conductas desviadas a partir
del concepto de estructura y función, Parsons y Germani, plantearon la relación que existía
entre la estructura social o sociedad con las funciones o roles que desempeñan las personas
dentro de grupos sociales o instituciones.
En segundo lugar, el cumplimiento del sistema jurídico tiene que estar orientado hacia el
orden social. No debe permitir ningún tipo de desviación frente a demandas o conflictos.
Parsons, frente al problema social, a las alternativas pautadas respecto de los valores y en
ese sentido poder plantear la utilidad en la Sociología del derecho, tenemos distintas
opciones: primero, la afectividad VS la neutralidad efectiva; segundo, la auto orientación VS
la orientación colectiva; tercero, la orientación universalista VS la orientación particularista;
cuarto, la adscripción VS la adquisición; y, por último, lo especifico VS lo general (se refiere
al tema del contrato)
Teorías interaccionistas:
En general existen un conjunto de teorías críticas respecto de las teorías sociológicas, sobre
todo “atacando” conceptos como la desviación social, el orden social, el consenso social e
inclusive la visión sociológica sobre el delito. En general descalifican todas estas ideas
puesto que, según ellos, producen control social, debido a que para ellos no hay conducta
desviada si no fuera porque otros han creado una norma cuya trasgresión implica una
conducta desviada.
Becker:
Para este autor el tema de la marginalidad no es igual en todos los casos, en ese sentido,
no es lo mismo una trasgresión por alcoholismo que un homicida. No todos los trasgresores
tienen las mismas ideas sobre las normas, de tal manera que algunos pueden considerarse
injustas o absurdas, la idea central es el concepto de que la desviación es creada por la
sociedad y fundamentalmente por los distintos grupos de poder que son los que hacen estas
reglas.
En conclusión, la posibilidad de definir las reglas es una cuestión de poder, las clases
dominantes crean reglas y también definen su aplicación a través de mecanismos de control
social que ellos han creado. Por ende, la desviación no es una cualidad del acto cometido
por la persona, sino la consecuencia de la aplicación que otros hacen de la regla, la conducta
desviada es la conducta llamada así por la gente.
La desviación entonces es una transacción que tiene lugar entre un grupo social y un
individuo que es considerado por dicho grupo como un trasgresor de las reglas.
Reacción social:
Rotulación
El status principal y el auxiliar: este punto nos dice que toda persona tiene una posición social
que es definida por un determinado rasgo fundamental que nos permite definir a la persona,
por ejemplo; Marcelo es abogado que lo definimos por su título, los otros rasgos serian
accesorios, auxiliarías como, por ejemplo; Marcelo además es blanco de clase media etc.
El status general y subordinado: los primeros son los prioritarios, es decir que producen su
posición dentro del grupo y los otros son dependientes del principal.
La calificación de una persona como criminal tiene carácter de una profecía, pone en marcha
mecanismos para que la persona se ajuste a la imagen que los demás tienen de ella
Aquí Becker limita al rotulo de desviado al rotulado como tal y considera al otro infractor,
donde le quita valor al acto infractor a partir del dato de la rotulación o la reacción de otros.
Becker plantea que existe una cerrera hacia la desviación y para el primer paso de la carrera
es la comisión de lo que llama “acto no conformista” es decir que quebranta algún conjunto
de reglas particulares. Este acto puede ser deliberado en caso de ignorancia de la existencia
de la regla, pero cuando la desviación es intencional, deberíamos preguntarnos no solo
porque las personas cometen los delitos sino porque los impulsos desviados de muchos no
se concretan en actos, y esto es debido al “compromiso “a través del cual una persona se
va haciendo más dependiente de las instituciones, porque a ello la llevan sus intereses, por
eso la persona se reprime pensando en las consecuencias que tendría para el actuar de ese
modo
Goffman
Desarrollo la teoría del estigma, la cual significa un señalamiento, es decir que una persona
está marcada por algo.
En la vida social el medio cultural establece “categorías de personas” y entre ellas existen
algunas que por distintos motivos tienen descredito; en algunos casos este puede ser
adquirido; en otros, adscripto.
a. Los físicos: que se refieren a deformidades o carencias y que lo hacen inferior a otras
personas por ejemplo las incapacidades de todo tipo
b. Los problemas de carácter: las cuales son fallas en la personalidad por ej. la falta de
voluntad
c. Tribales: que se refieren a orígenes étnicos, nacionales o religiosos que son
trasmitidos por herencia como por ejemplo los judíos.
“Las situaciones que los hombres definen como reales, tienen consecuencias reales”). Sobre
estos antecedentes se cambia para siempre la mirada acerca del delito y las respuestas que
genera en el resto de la sociedad. Si hasta ahora se sostenía que el control social era una
respuesta a la desviación/delito, ahora, por el contrario, se establece que el propio control
social es el que genera o produce la desviación/delito. De allí que se vuelve fundamental
estudiar a los agentes del control del delito: policías, jueces, psiquiatras, trabajadores
sociales, penitenciarios, etc.
los grupos sociales crean la desviación al establecer las normas cuya infracción constituye
una desviación y al aplicar esas normas a personas en particular y etiquetarlas como
marginales. Desde este punto de vista, la desviación no es una cualidad de acto que la
persona comete, sino una consecuencia de la aplicación de reglas y sanciones sobre el
“infractor” a manos de terceros. Es desviado quien ha sido exitosamente etiquetado como
tal, y el comportamiento desviado es el comportamiento que la gente etiqueta como tal
Que un acto sea entonces desviado o no lo sea, depende de la forma en que los otros
reaccionan ante él. Y ésta respuesta de los otros, la reacción social frente al acto, debe ser
considerada como parte del problema. Por el solo hecho que el sujeto cometa una infracción
a la regla no se desencadena necesariamente un proceso de desviación exitoso, e incluso
puede darse el caso de que sin cometer ninguna infracción el sujeto termine siendo
exitosamente rotulado como desviado. Por ello la desviación no es una cualidad presente en
determinados tipos de comportamientos y ausentes en otros, sino que se trata en todo caso,
del producto de un proceso que involucra la respuesta de los otros
BECKER sostiene que la respuesta de la gente frente a un acto considerado como desviado
varía enormemente, por ejemplo, entre otras:
1) La variación del tiempo es digna de tenerse en cuenta, dado que el sujeto que ha realizado
un acto desviado en cierto momento puede en otro momento recibir un trato diferente por la
comisión del mismo hecho (se trataría de los llamados “embates” frente a ciertos
comportamientos), y
2) La intensidad con que un acto será tratado como desviado dependerá también de quién
es el sujeto que lo comete y a quién perjudica con la realización del mismo, a pesar de que
se trate de la misma infracción (las reglas suelen ser aplicadas con más fuerzas sobre
determinadas personas que sobre otras: el caso paradigmático es la aplicación de procesos
legales contra los jóvenes pobres y negros en relación a los blancos de clase alta o media)
(2009: 31-33).
Las reglas sociales son creación de grupos sociales determinados. Nuestras sociedades
actuales no son organizaciones simples, por el contrario, “están altamente diferenciadas en
franjas de clase social y en franjas étnicas, ocupacionales y culturales. Estos grupos no
necesariamente comparten siempre las mismas reglas, de hecho, no lo hacen. Sólo quienes
efectivamente forman parte de un grupo pueden tener interés en hacer e imponer ciertas
reglas.
Las diferencias de poder (legal y/o extralegal) y las distinciones de edad, sexo, etnia y clase
explican el grado y la capacidad que tiene cada grupo de crear e imponer sus reglas a otros
grupos sociales, como parte del proceso político de toda sociedad
BECKER señala que en muchas ocasiones el primer paso en una carrera desviada es la
realización de un acto de inconformismo, y que la mayoría de la gente considera que este
tipo de actos son intencionales y a propósito, y que, si bien la intención puede ser plenamente
consciente o no, siempre existe un motivo detrás del accionar
Respecto al grupo creador y aplicador de las normas, BECKER señala que la aplicación de
una norma requiere iniciativa para castigar al culpable (de la infracción); además de esto, el
grupo con iniciativa debe hacer pública la infracción al resto, dando la voz de alarma; y esta
voz de alarma surge cuando el grupo ve algún tipo de beneficio en dar la alerta, siendo ese
interés personal el que los lleva a tomar la iniciativa.
Una vez que el sujeto es descubierto y etiquetado como desviado tendrá importantes
repercusiones en la imagen que se hacen las personas sobre sí mismas y en su futura vida
social: pasa a adquirir un nuevo status, que revela que es diferente a los que se suponía que
era, a partir de ahora será una “loca”, o un “fumón”, o bien un “adicto”.
Se podría caracterizar este concepto como una situación en que personas con intereses
contrapuestos entran en confrontación, es decir, que emprende acciones mutuamente
antagónicas con el objetivo de neutralizar, dañar o eliminar a su rival. Las diferencias
individuales en grupos, instituciones y sociedad son la consecuencia de desajustes en las
relaciones interpersonales y que llevan a consecuencias negativas para cumplir los objetivos
El desgaste de las relaciones entre individuos de una misma estructura produce una serie
de consecuencias negativas, por ejemplo: rencor, mal humor, trabajos mal hechos, pérdida
de tiempo, etc.
• Conflicto institucionalizado: significa que todo proceso de cambio produce algún tipo
de conflicto, cuando este está previsto dentro de cada estructura de la sociedad se
puede controlar, esto significa que es una expresión de un funcionamiento normal uy
esperado. Los cambios dentro de las estructuras están previstos, son normales dentro
de ellas y por lo tanto son conflictos que se pueden controlar.
• Conflicto no esperado: aquel que surge espontáneamente en un proceso de cambio
o de desajuste normativo, cuyo curso es difícil de manejar, es imprevisible y genera
problemas que pueden ser graves para la estructura.
Para efectuar un análisis y poder abordar el tema del conflicto es necesario partir de tres
ideas principales:
Los factores del conflicto social, es decir, los elementos que de alguna manera propician la
aparición de un conflicto son:
Respecto de las causas que determinan o provocan conflictos podemos encontrar, por
ejemplo:
La sumatoria de todos los procedimientos por los cuales la Sociedad, los grupos y las
instituciones logran que las conductas de sus miembros se concreten de acuerdo a lo que
de ellos se espera se denomina mecanismos de control social.
En toda sociedad el control social es tan disimulado o tan discreto que se realiza sin que el
público lo note, así existen una serie de sanciones informales cuya forma más importante es
el autocontrol ejercido por los actores sociales de una sociedad. Esto significa que las
personas nos hacemos, consciente o inconscientemente nuestra propia censura.
llamados elementos de pre control social. Para la sociología la idea principal de los
estudiosos sobre el control social se refiere a el funcionamiento eficiente para llegar al orden
y cumplir con los objetivos.
El control formal: es aquel que se ejerce, aplica, a través de medios muy definidos por
ejemplo las leyes, códigos, reglamentos. Y es formal porque se aplica mediante instrumentos
o mecanismos preparados cuidadosamente, promulgados y establecidos como obligatorios
para todos los miembros de la sociedad.
Existen también controles informales positivos como los premios, estímulos, la admiración,
reconocimiento etc. Así también existen controles negativos como la indiferencia, el ridículo,
la amenaza etc.
El concepto de campo jurídico de Pierre se construye a partir del concepto de campo social
¿Qué es campo social? Es un espacio social en que las relaciones se definen según un tipo
especial de poder o capital específicos. Los individuos en estos campos no actúan como
individuos sino como agentes que tienen la capacidad de incidir en el campo. Bourdieu
rechaza la idea de “ciencia jurídica”, tal y como es concebida por los juristas e historiadores
del derecho, entendiendo el derecho como un sistema cerrado y autónomo, cuyo desarrollo
puede ser comprendido únicamente a través de su “dinámica interna”.
La profesión jurídica ha sido objeto de estudio tanto por la vertiente funcional como por la
crítica. En general los temas tratados por ambas pueden agruparse en: estratificación de la
profesión y relaciones entre el nivel social del abogado y el nivel social de los clientes;
conflictos profesionales de roles; problemas que plantea la relación profesional entre el
abogado y el cliente; relaciones entre abogados y jueces; los abogados y el ejercicio del
poder político; análisis económico de la profesión; evolución de la matrícula, proporción por
sexos y relación entre número de abogados y número de casos; y, distribución de los
servicios legales, y efectividad de las defensorías de indigentes.
El mismo autor, no deja de relacionar valores de clase media y presión hacia la universidad,
donde miles de jóvenes no buscan la ciencia, sino el billete de ingreso a empleos y
profesiones, y es por la misma razón que crece la tendencia a la conquista de una “hoja de
papel” con el menor esfuerzo posible. En muchos países este cuadro no solo no ha variado,
sino que tiende a empeorar. Siguen acercándose muchos a las profesiones jurídicas por la
relativa facilidad de la estructura de la carreara, que lleva a la selección por descarte, a la
que se refiere Calamandrei.
Con la obra anteriormente mencionada, Calamandrei, busca crear una conciencia sobre la
importancia de la seriedad y honestidad profesional para cumplir acabadamente con los