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MODALIDADES PROGRESIVAS Y REGRESIVAS DE FUNCIONAMIENTO

Reubiquemos el problema. Utilizar un modelo basado en el reconocimiento de la contradicción


(tensión y conflicto) como sustrato del funcionamiento institucional da significado preciso a la
definición adoptada sobre el término "dinámica".

El grado de dinámica de un establecimiento estará dado, entonces, por la existencia de


mecanismos mediante los cuales se avanza en el reconocimiento de las tensiones, su planteo
como problemas y los intentos de solución. Un alto grado de dinámica es garantía de un
desarrollo con superación del riesgo implícito en situaciones dilemáticas y enquistamientos de
conflicto.

Un bajo grado de dinámica se traduce en estereotipia, enajenación, cristalización del uso


defensivo de la dificultad como pantalla proyectiva, etcétera.

A partir de aquí es posible hablar - como recurso metodológico - de modalidades progresivas y


regresivas de funcionamiento (Femández, L., 1987).

La modalidad regresiva estaría determinada por una pérdida de la capacidad


institucional para evaluar situaciones, discriminar necesidades y problemas, y
originar líneas exploratorias de solución.

En general, se acompaña de la preponderancia del prejuicio sobre el juicio basado en el


análisis de los hechos; el incremento de conductas impulsivas; la intensificación de la
circulación fantasmática por encima de las comunicaciones instrumentales y el aislamiento
progresivo respecto del contexto. En muchos casos, la incomodidad y el incremento de
angustia que se ocasionan producen la idealización de algún estado pasado al que se procura
regresar y al que se evoca con profunda nostalgia.

La modalidad progresiva está acompañada, en cambio, por el control y la discriminación de


aspectos irracionales, autonomía respecto de las instituciones externas, posibilidad de
cuestionar y ensayar modificaciones en lo instituido, preponderancia de la pertenencia en
función de proyectos y una orientación clara hacia el futuro. Estas modalidades se acompañan,
en general, de intenso compromiso y disponibilidad de los miembros para la curiosidad, el
interés, la exploración.

La comprensión de las razones por las cuales se instalan estas modalidades requiere el
conocimiento de cada caso en particular. Sin embargo, es posible definir algunas variables que
parecen tener incidencia directa en estos procesos:

• El grado de desarrollo de los individuos para participar en las dos dimensiones de la vida
institucional: la instrumental y la política.

• El sistema político - institucional en cuanto a la posibilidad que ofrece a los miembros para
intervenir en las decisiones que le son atingentes en ambas esferas.

• Las características del contexto y su tipo de incidencia en el medio interno.

Obviamente, ninguna institución permanece siempre en una misma modalidad. Todo parecería
apoyar la suposición de un equilibrio móvil entre ambas modalidades, fuertemente influido por
las características del contexto social y el grado de sofisticación de los filtros institucionales.

Las modalidades regresivas se ven estimuladas por contextos sociales autoritarios o


turbulentos, por situaciones internas que comprometen cambios críticos o por estados agudos
de incapacidad instrumental para enfrentar las exigencias de las tareas.
Las modalidades progresivas se desarrollan en los ámbitos que poseen las
características contrarias o - en una aparente paradoja - en situaciones críticas
agudas en las que queda comprometida la identidad institucional y liberados los
contenidos amenazantes que se controlaban con la pertenencia. Esto último ha
sucedido últimamente en la Argentina, dando lugar a la movilización de muchas
instituciones en búsqueda de soluciones a crisis con impacto de catástrofes

MODELOS PARA DAR CUENTA DE DINÁMICAS REGRESIVAS

A continuación transcribo, como ejemplo, dos esquemas posibles para el análisis de dinámicas
regresivas. Están elaborados sobre el supuesto de una situación institucional en la que las
personas se ven impedidas o dificultadas en su capacidad colectiva para convertir en problema
aspectos del funcionamiento, la vida o los resultados institucionales que les provocan tensión y
sufrimiento. En ambos se procura facilitar al que analiza, la captación del proceso y la
posibilidad de explicar el movimiento en este tipo de situaciones. Como resulta evidente, tienen
una linealidad ajena a la complejidad de los hechos de los que procuran dar cuenta. Todo
recurso metodológico de este tipo tiene ese costo. No obstante, son instrumentos útiles para
quitar misterio a la interpretación -mostrándola como lo que es: un trabajo de análisis basado
en significados que se captan por sus indicadores -, y permitir la sistematización de sus pasos y
el control de su validez.

El esquema I procura mostrar la probable secuencia que puede tener el


funcionamiento institucional si lo observamos desde la perspectiva que abren
algunos conceptos de Jaques y Ulloa.

El esquema II intenta lo mismo, utilizando conceptos clave en la propuesta de Mendel.

En ambos se utilizan como referencia, por un lado las conceptualizaciones psicoanalíticas


sobre el funcionamiento yoico - en la sistematización que propone Rapapport' - para llegar a
comprender el compromiso que sufre la persona en su relación con este tipo de situaciones
(aumento de enajenación). Por otro, el conjunto de conceptos sobre el papel de las ideologías
en los procesos sociales e institucionales (ocultamiento de hechos y significados signados por
los intereses del poder), tal como desde los trabajos de Marx y Engels se constituyen en
patrimonio del análisis social

Aun al costo de una simplificación burda, consignar dos ejercicios que muestran la utilización
de esos modelos. Pueden resultar útiles para completar la presentación. Por supuesto los
casos que se tratan son reales.

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