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Pruebas físicas para el acceso a cargos públicos

menos exigentes para las mujeres

En cuanto a las diferencias a nivel físico, en los hombres podemos destacar una
mayor masa muscular, más masa ósea y menor porcentaje de grasa corporal, pulmones
más grandes lo que deriva en mayor capacidad pulmonar, manos y miembros más grandes,
además de que el tren superior del hombre suele ser el doble de fuerte que el de la mujer y
el tren inferior un tercio más fuerte. En lo que se refiere a la mujeres tienen más equilibrio
dado a que tienen el centro de gravedad más bajo, cuentan con mayor flexibilidad, mayor
coordinación motriz fina, un umbral de resistencia al dolor más alto, así como una
percepción más precisa de los colores y texturas.

No obstante, las diferencias no se limitan solo al ámbito físico, por lo que respecta lo
psicológico nos tenemos que remitir a los patrones de comportamiento de cada sexo de los
propios animales. Se pueden destacar 5 dimensiones de la personalidad: apertura a nuevas
experiencias, extroversión, amabilidad, neuroticismo y determinación. A nivel general, los
diversos estudios han demostrado que las mujeres suelen ser más amables y menos
agresivas y suelen tener una mayor tendencia al neuroticismo (ansiedad, depresión,
trastornos alimenticios…), además también puntuaron más alto que los hombres en
entusiasmo, compasión, cortesía, orden, volatilidad y apertura. Esto también se manifiesta
en la diferencia de intereses. Además, volviendo a destacar que las diferencias no son
universales ni absolutas, cabe destacar que las mujeres tienen una mayor conectividad
funcional entre el hemisferio derecho y el izquierdo y los hombres dentro de los mismos.
Para las mujeres podría suponer una mayor capacidad multitarea y para los hombres una
mayor capacidad de enfoque y atención. Asimismo, una mayor conectividad entre los
hemisferios cerebrales podría influir en cómo procesan y responden emocionalmente a las
situaciones, suponiendo una mayor habilidad para integrar información emocional en un
ámbito más integral, el diálogo y la elaboración de planes más cuidadosos.
(No obstante, como se ha mencionado previamente, se ha demostrado que las
diferencias en el plano psicológico no es algo intrínseco a la condición de mujer u hombre
en un ámbito biológico. Se entiende que hay un porcentaje desconocido de influencia
ambiental (también fuertemente marcada por el machismo imperante de la sociedad) sobre
la estructura del cerebro dado que este es altamente plástico, lo que significa que tiene la
capacidad de cambiar su estructura y función en respuesta a la experiencia y al entorno. Lo
más probable es que las diferencias observadas sean resultado de la interacción entre
factores ambientales, genéticos y hormonales.)

Solución: Partiendo de la base de que aún las selecciones están diseñadas para
favorecer al hombre, aunque se hayan intentado “adaptar” a la mujer de forma que solo se
ha conseguido una ridiculización de las capacidades femeninas, considero que lo más justo
serían pruebas físicas iguales en las que se valoren cualidades tanto femeninas como
masculinas de forma igualitaria entendiéndose ambas como útiles. De esta forma y, en
referencia asimismo a la controversia que ha suscitado la ley trans, se acabaría con la
polémica.

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