En 1948 se celebró la convención constitucional de Herrenchiemsee en
Alemania y como conmemoración de su 75 aniversario el presidente de la república alemana, F.-W. Steinmeier pronunció un discurso el 10 de agosto de 2023 en el que reconoce que “unsere Demokratie im Schatten von Diktatur, Krieg und Völkermord entstand” [nuestra democracia surgió a la sombra de la dictadura, la guerra y el genocidio], al mismo tiempo que hace una serie de precisiones: 1. En esa convención no solo participaron las víctimas del nazismo, sino también “viele, die im Nationalsozialismus auch Schuld auf sich geladen hatten oder durch Verstrickung oder Mitläufertum darin verwickelt waren” [muchos que también eran culpables del nacionalsocialismo o estaban involucrados en él por su participación o como compañeros de viaje]; 2. El espíritu que presidió esa convención fue el de “Nie wieder” [nunca más], que “sollte durch die Verfassung unumkehrbar auch praktische Politik des neuen Staates werden” [por medio de la Constitución debería convertirse de manera irreversible en la política práctica del nuevo Estado] ; 3. la Constitución que ha presidido Alemania durante casi 75 años “hat uns viel Gutes gebracht, dem wir alle unsere Freiheit, unser Wohlergehen, unsere Sicherheit, unsere demokratischen Entscheidungsmöglichkeiten zu verdanken haben” [nos ha traído mucho bien, al que todos debemos nuestra libertad, nuestro bienestar, nuestra seguridad, nuestras posibilidades de decidir democráticamente], 4. y además, la gran mayoría de los ciudadanos “waren und sind in einem tiefen Sinne ‘Verfassungspatrioten’, sie haben den Geist des Grundgesetzes verinnerlicht –Demokratie, Freiheit und Gleichheit, soziale Verantwortung, Liberalität” [eran y son en un sentido profundo ‘patriotas constitucionales’, han interiorizado el espíritu de la ley fundamental –democracia, libertad e igualdad, responsabilidad social, liberalidad]. 5. Por eso, una comunidad ha de conformar a sus ciudadanos por medio de su Constitución: “Sie müssen sie aber auch leben, und indem sie sie leben, diese Verfassung verteidigen” [pero también tienen que vivir y al vivir, defender estaCconstitución]; 6. Sin que eso suponga que olvidemos que “Verfassungsfeinde jedoch kann die Verfassung nicht integrieren –und wir dürfen die Gefahr, die von ihnen ausgeht, nicht ignorieren” [la Constitución no puede integrar a los enemigos de la Constitución y no debemos ignorar el peligro que de ellos emana]. De ahí que una democracia haya de defenderse frente a sus enemigos con el fin de que nunca “sollen demokratische Freiheitsrechte missbraucht werden, um Freiheit und Demokratie abzuschaffen” [abusen de las libertades democráticas para abolir la libertad y la democracia], por lo que “wir alle, jede Politikerin un jeder Politiker, aber eben auch jede Bürgerin un jeder Bürger, wir alle haben eine gemeinsame Verantwortung für unsere Demokratie. Wir müssen sie schützen” [todos nosotros, cada político, pero también cada ciudadano, todos nosotros tenemos una responsabilidad compartida por nuestra democracia. Tenemos que protegerla], pues nuestra Constitución “verliert ihre Gültigkeit an dem Tag, an dem sie uns gleichgültig wird” [pierde su validez el día en el que nos resulte indiferente]. En fin, si lo comparamos con nuestra situación, en la que los enemigos de la Constitución se encuentran incorporados a la dirección del Estado, no parece que merezca más comentario.