1- Principal mecanismo de coordinación: normalización de los
procesos de trabajo 2- Parte fundamental de la organización: Tecnoestructura 3- Principales parámetros de diseño: Formalización del comportamiento; especialización vertical y horizontal; planificación de acciones 4- Tamaño grande; entorno simple y estable.
Descripción de la estructura básica:
1- Son escasas las posibilidades de adaptación mutua dentro del núcleo de operaciones 2- La comunicación informal queda inhibida por la extensa normalización 3- El poder de la tecnoestructura implica sobre todo la pérdida del mismo por parte de los operarios, cuyo trabajo formalizan en grado sumo los analistas, aunque también por parte de los directivos de primera línea que supervisan directamente a los operarios. 4- La organización maquinal es la que más importancia atribuye a la división del trabajo y a la diferenciación de las unidades en todas sus formas (vertical y horizontal) 5- La obsesión por el control. Constituyen organizaciones de rendimiento y no de soluciones de problemas. 6- El poder permanece en gran parte en manos de los directivos del ápice estratégico. La determinación de estrategias constituye un proceso descendente, con un fuerte énfasis en la planificación de acciones. 7- Punto fundamental: marcada dicotomía en la formulación y la puesta en práctica de las estrategias. Condiciones de la organización maquinal 1- Surge en entornos sencillos y estables. El trabajo de los entornos complejos no puede racionalizarse formando tareas sencillas, mientras que en los entornos dinámicos no puede preverse ni repetirse y, por consiguiente, resulta imposible su normalización. 2- La condición que mejor define la instauración de una organización maquinal es una especial necesidad de seguridad (administración tributaria). Problemas relacionados con la organización maquinal 1- La normalización por procedimientos favorece la especialización, pero corre el riesgo de concebir a las personas como “medios” o “funciones” en lugar de como individuos diferenciados. 2- El tiempo no está de parte de la organización maquinal: los ascendentes niveles educativos aumentan las aspiraciones laborales, creando una mayor necesidad de realización personal a expensas del deseo de seguridad. 3- Las reglas facilitan la previsibilidad, pero inhiben la adaptación y la innovación. 4- Cada unidad se vuelve celosa de sus prerrogativas, estudiando la forma de protegerse contra la presión o la usurpación de los demás. 5- La propensión a transmitir hacia arriba los problemas no rutinarios en la jerarquía de línea crea un embotellamiento en la cumbre durante épocas de cambio, obligando a los directivos a tomar decisiones con rapidez, pero ¿cómo pueden hacerlo, si esas decisiones surgieron en otras partes de la organización, con las que no mantienen proximidad ni contacto directo? 6- El problema esencial radica en uno de los principales dogmas de la organización maquinal: que la formulación de estrategias tiene que quedar claramente diferenciada de la aplicación de las mismas. 7- La dicotomía formulación/aplicación presupone dos condiciones fundamentales para funcionar con efectividad: a) El formulador dispone de información completa, o, al menos la mejor disponible para el aplicador. b) La situación es lo suficientemente estable o previsible para garantizar que no se precise una reformulación durante la aplicación. A falta de una de estas condiciones, se desmorona la dicotomía, surgiendo simultáneamente la formulación y la aplicación en una modalidad más adaptativa que planificadora. 8- Esta dicotomía entre formulación y aplicación pierde sentido ante el cambio imprevisible. De ahí la aversión de la organización maquinal a la adaptación y al cambio de estrategia. 9- Su fuerte no es la innovación sino la eficiencia.