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EL FORDISMO
Ford incrementó el plus valor relativo, ya que para aumentar la productividad intensificó la
mecanización del proceso de trabajo para aumentar la productividad de las máquinas, lo cual lo
diferenció sustancialmente de Taylor, quien para aumentar la productividad intensificó el ritmo de
trabajo de los operarios- plus valor absoluto -.
La incorporación de tecnología realizada por Ford, tenía como objetivo final la economía de escala
unitaria, y el aumento de la masa de ganancias, a pesar de la disminución de los precios unitarios.
La consecuencia inmediata fue el rechazo de los trabajadores calificados , que vieron en esta forma
de producción una perdida en sus calificaciones y la profundización de la fatiga por lo tanto
altamente resistida por éstos; Manifestándose en el alto ausentismo y la rotación . Lo que obligo a
tomar a trabajadores extranjeros emigrados de zonas rurales, que obviamente traían consigo una
carga cultural y la inexperiencia propia de aquellos que no habían vivido aún un desarrollo
industrial.
No conocían el idioma, ni estaban predispuestas a disciplinarse rápidamente a esta nueva cultura
impuesta desde la línea de montaje.
Las dificultades con las que Ford se encontró lo obligo a pensar de manera integral este problema, y
buscar soluciones que involucrara a los trabajadores en el modo de vida americanista de la época,
cambiando sus pautas de consumo e introducirlos a los valores de la cultura industrial.
Para lograr este objetivo Ford, incremento a cinco dólares por día el jornal a cada trabajador, lo que
llevo a estos a modificar su comportamiento dentro y fuera del ámbito de la empresa debido a que
disponían de una mayor capacidad de consumo.
La instalación de la línea de montaje profundizo aún más la división que inició el Taylorismo,
“..permitió llevar hasta el límite de los posible, aunque con otros métodos, la sistemática división
social y técnica del trabajo inaugurada décadas antes por Taylor”.
Alain Lipietz, sintetiza y describe de manera clara el fordismo... “En tanto modelo de desarrollo se
puede analizar de tres planos. En tanto principio de organización del trabajo (o paradigma
industrial), el fordismo es el taylorismo más la mecanización. Taylorismo significa una estricta
separación entre, por una parte, la concepción del proceso de producción, que es la tarea de la
oficina de métodos y organización, y por otra parte, de ejecución de tareas estandarizadas y
formalmente prescriptas al nivel del taller. La mecanización es la incorporación del saber colectivo
de la oficina de métodos al equipamiento material (tanto el hardware como el software). En tanto
estructura macroeconómica ( o régimen de acumulación o estructura social de acumulación), el
fordismo implicaba que la ganancias de productividad resultantes de sus principios tenían su
contrapartida, por una parte, en el crecimientos de las inversiones financiadas por los beneficios y
por otra parte, en el crecimiento del poder de compra de los asalariados. En tanto sistema de reglas
de juego ( es decir un modo de regulación ), el fordismo implicaba una contractualización a largo
plazo de la relación salarial, límites rígidos de los despidos y una programación del crecimiento del
salario indexado sobre precios y la productividad general. Pero además, una vasta socialización a
través del “estado providencia “ asegurada por la percepción de un ingreso permanente a los
trabajadores asalariados, estuvieran o no ocupados. La contrapartida era la aceptación por parte de
los sindicatos de las prerrogativas de la dirección. De esta suerte , tanto los principio de
organización del trabajo como la estructura macro-económica eran respetados”.
Las otras características que distinguieron al fordismo, fue su estructura organizativa, el gigantismo
de sus empresa, su integración vertical, producción masiva de bienes de consumo durable, la
utilización de tecnologías basadas en máquinas de propósitos únicos, y división social y técnica del
trabajo basada en la utilización de la cadena de montaje.
Además de estas perspectivas microeconómicas, el fordismo se lo puede analizar desde una
dimensión macroeconómica, las cuales se verifican en las pautas de producción, de consumo, y de
vida. Vinculadas estrechamente al ajuste de salarios por inflación, y por el crecimiento de la
productividad, a la activa intervención del estado como regulador de los diferentes intereses que
representaban los actores sociales, las clases sociales y como garante de la reproducción de la fuerza
de trabajo.
Las bases fundamentales del fordismo se basaron en la organización de la producción que abarco
distintos aspectos.
En primer lugar la necesidad de producir bienes de características homogéneas, que permitió la
utilización al máximo de las máquinas y herramientas, cuya producción estaba dirigida a un
mercado en expansión, pero la oferta de estos productos se hizo fuerte gracias a un mercado cautivo
de consumidores, con poco nivel de exigencia en cuanto a la diversidad y la calidad de lo que se
ofrecía.
El principal objetivo buscado era la rapidez en la producción y la reducción de los costos unitarios.
Una vez que se agotaba el ciclo de vida del producto estandarizado, bajaba la demanda, cambian las
necesidades y las modas, por lo que se buscará innovar en otros productos.
La producción masiva integrada verticalmente requiere de un alta densidad de capital por trabajador
empleado, pero la lógica aplicada en ese momento llevaba a los empresarios a cubrir todas las áreas
de producción y de esa manera evitaban la subcontratación, pensando que de esa manera se evitan
las incertidumbres en las entregas de piezas o conjuntos de partes que deberían responder de manera
exacta a las medidas y normas predeterminadas.
Esta decisión los obliga a mantener un elevado stock de insumos para evitar interrumpir el ciclo de
producción. Lo que llevó cada más a que dentro de cada organización se realizarán todos los
insumos intermedios necesarios. Por lo tanto las vinculaciones con empresas proveedoras era cada
vez más esporádica.
Lo que es necesario realzar es que las grandes empresas preservaban el empleo en épocas de crisis
mientras que los costos del ajuste recaían sobre las contratistas a quienes se disminuía el volumen
de producción.
La cinta de montaje necesita – para amortizar más rápido los costos - estar permanentemente en
movimiento aumentando la producción. Lo que llevó necesariamente a armar una estructura que
contuviera distintos aspectos, vinculados a los stocks de materias primas, una fuerza de trabajo
disciplinada, para evitar la rotación y el ausentismo, pautas de consumo acordes al sistema de
producción, una disciplina severa dentro de los talleres y la paz industrial, que contenía como
contrapartida política de doble sentido, por un lado, las gratificaciones y por otro las pérdidas de
primas de producción, suspensiones o despidos. La adhesión a la cultura de la empresa, el
disciplinamiento con altos salarios fue el objetivo principal.
La política de marketing se realizaba por intermediarios o agencias quienes diseñaban las
estrategias de comercialización, esto producía la elevación de los costos que retrasaban la rotación y
reducía los márgenes de ganancia del capital. Las características de producción las imponía un
mercado oligopólico, que ha mantenido por más de veinte años un mismo modelo de coche, el Ford
T, negro.
Una práctica común utilizada en períodos de crisis y perdida de mercados, era la innovación
tecnológica parcial de manera que provocaba una reacción en los procesos productivos, para reducir
aún más los costos unitarios y aumentar la economía de escala. La modalidad que se llevaba a la
práctica es la elaboración de productos diversificada y de mayor calidad, para satisfacer la demanda
de nuevos clientes.
La interacción dentro de un mercado oligopólico con pequeñas empresas permitía realizar este tipo
de combinaciones, mientras las grandes empresas seguían produciendo largas series, las pequeñas
se adaptaban perfectamente a series cortas y diferenciadas.
Dada la separación entre el desarrollo intelectual y las tareas manuales de ejecución, fue necesario
crear- para asegurar que estos puestos se vincularan en un proceso sucesivo- mandos medios
denominados supervisores que acarrearon costos indirectos de producción, quienes ejercían el
control y mantenían la disciplina dentro del taller.
Este modelo acentúo aún más la división practicada por Taylor, permitiendo la concentración de la
toma de decisiones, de manera externa al taller o por arriba de éste; Cuya responsabilidad recaía
sobre profesionales y técnicos, quienes no hacían partícipes a los trabajadores de línea ni requerían
de éstos sus experiencia ni saberes productivos.
La Relación Salarial
Este modelo se desarrolló en un período de casi pleno empleo, las fábricas de producción de bienes
de consumo durable, organizada para trabajar con mano de obra masculina, en general trabajadores
inmigrantes, de bajo costo y fácil de reemplazar en caso de conflictos laborales o ausentismo.
Este modelo se caracterizó por altos salarios, medida necesaria para hacer atractiva la permanencia
de trabajadores calificados en una empresa de las características mencionadas. El pago de éstos se
realizaba tomando en consideración el tiempo de trabajo, no como sucedía en el taylorismo, que se
abonaba por unidad producida. La jornada se especifico en 8 horas, y se calculaba sobre una parte
fija denominada “básico de convenio”.
La modalidad contractual establecía la estabilidad del trabajo a tiempo completo, modalidad que
perduró por muchos años, hasta de década de los setenta.
La línea de montaje había simplificado de manera muy notoria los procesos y como consecuencia
de ello las calificaciones necesarias eran de menor exigencia. Ya que la mano de obra requerida
debía poder ser reemplazada en cualquier momento sin necesidad de interrupciones del proceso de
trabajo.
Las categorías muy calificadas estaban en manos de ingenieros y técnicos quienes ostentaban la
capacidad de decisión para mantener en funcionamiento la empresa.
Fue creciendo la necesidad de implementar incentivos que se calculaban de distinta manera y a los
cuales se los denomino como complemento salariales. Como la disciplina era un elemento a
considerar, la puntualidad, el presentismo pasó a formar parte del salario de manera variable, tanto
como la antigüedad en la empresa cobró un valor adicional y recibían gratificaciones en función de
los resultados.
Esta forma de reconocimiento fueron las que determinaron la aceptación de la cultura de la
empresa, estableciendo férreas pautas de vida, controlada a través del antecedente de la oficina de
personal, el Sociological Departament.
Una manera que se estableció y perdura hasta hoy para garantizar la paz social por parte de los
sindicatos, es el descuento del salario por parte de la empresa de la cuota sindical, y depositarlo en
una cuenta del sindicato.
La forma que se adopto para actualizar este pacto se denominó Negociación Colectiva de Trabajo,
que facilitaba la difusión de estos acuerdos para el resto de la economía.
Las reivindicaciones sindicales se veían favorecidas en los períodos de pleno empleo, donde las
empresas lograban buenas ganancias, y se pactaban en las negociaciones colectivas para todo el
sector.
Cuando hubo de agotarse los presupuestos asignados a la empresa en la que esta debía asegurar la
provisión de servicios cuasi gratuitos de prevención, garantizar la salud, la alfabetización, los
prestamos para adquirir vivienda, la formación profesional y una vez consolidada la relación
salarial, que permitiera la reproducción de la fuerza de trabajo y el establecimiento de las nuevas
pautas sociales, estas obligaciones se trasladaron el Estado Providencia, quien a través de los
sistemas nacionales garantizará la salud, la educación, y de una vejez contenida por jubilaciones o
pensiones. Para la empresa permanecerá la obligación interna de garantizar, el transporte, el
refrigerio, los comedores, proveedurías, y prestamos personales.
Este Estado Providencia o Estado Benefactor hizo frente a los gastos en salud, educación,
recreación, vivienda social y posteriormente al seguro por desempleo.
Algunos autores sostienen que el modelo de acumulación fordista se sostuvo mediante la política
emergente de los países dominantes y no de la libre acción de los mercados. Expresan que fue una
construcción institucional basada en la hegemonía de Estados Unidos, que por las características de
su economía y poderío militar podía arrastrar a otros países imponiendo el uso generalizado de su
moneda en el comercio internacional.
Los límites sociales se manifiestan a partir de poner en el escenario los reclamos por parte de los
trabajadores de mayor autonomía y responsabilidad, mayor involucramiento del trabajador, reclamo
por un trabajo más creativo e individualista. Un rechazo por las tareas prescriptas, atenuando la
división social y técnica del trabajo.
Los costos ocultos de las empresas- ausentismo, sabotajes, pérdidas o sustracción de herramientas,
materias primas o insumos, etc.- fueron la manera en que se manifestaron los reclamos de los
asalariados.
Los convenios colectivos dejan de cumplir el rol original de proteger, actualizar salarios e imponer
las pautas de producción por parte de los empresarios, abriendo la posibilidad futura de acuerdos
por empresa y de flexibilidad laboral, que traerá como consecuencia un deterioro general en las
condiciones de trabajo.
Los límites técnicos que encontró el modelo a partir de su gigantismo estructural, el empleo de
maquinaria rígida, así como la escasa predisposición empresaria a innovar en los productos, se
expresa en la imposibilidad de adaptarse a un nuevo panorama productivo., de nuevas pautas de
consumo que obligan a diversificar la producción , haciendo necesaria la flexibilidad en las
unidades productivas. En tales condiciones es difícil mantener el precio de venta, y por lo tanto los
niveles de demanda, y los niveles de competitividad.
El modelo es cuestionado por los trabajadores, pero también por los empresarios, que necesitan
transformar el modelo en otro que de respuesta técnica y económica dentro de un nuevo paradigma.
Se requiere una actitud innovadora, orientada a la satisfacción de los clientes con altos niveles de
calidad, cumplimiento en los plazos de entrega y servicios pos venta.
Los límites organizacionales del modelo taylorista fordista estuvieron vinculados, una vez más a los
cambios producidos en las pautas de consumo y de producción. Sus principales características
organizacionales (producción integrada, autoabastecimiento, mantenimiento de stoks, bajas
pretensiones de calidad) resultan incompatibles con la
necesidad de adaptarse a los cambios permanentes del mercado.
Las empresas deben achicar su tamaño, establecer relaciones más estrechas con otras empresas,
evitar la acumulación de producción y de insumos, adaptarse a un escenario globalizado.
Como consecuencia de ello se requiere de los trabajadores una adaptación que se traduce en
iniciativas, creatividad, mayor calificación, motivación, autonomía y responsabilidad.
Por lo tanto la crisis del taylorismo fordismo, deja en descubierto una crisis estructural del sistema
capitalista y queda claro el rol del Estado en los períodos referidos, como garantizador y sostenedor
de la tasa de ganancia del capital.
BIBLIOGRAFIA
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Sotelo Valencia, Adrian” La reestructuración del mundo del trabajo. Superexplotación y nuevos
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