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Calles Patrimoniales

de la Candelaria
Memoria histórica y fomento turístico
ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ

Alcalde Mayor de Bogotá


Enrique Peñalosa Londoño

Alcalde Local de la Candelaria


Manuel Calderón Ramírez

Directora Fundación AFFIC


Claudia Delgado Aguacia, MSc.

Supervisora
Lissette Maritza Ramírez Jaramillo

Jefe de prensa Alcaldía Local de La candelaria


Alejandra Solano Polanía

Diseño y Diagramación
Giovanny Cruz Rodríguez

Calles Patrimoniales
Presidente de la JAL
Juan Carlos Mahecha Robayo

de la Candelaria Vicepresidente de la JAL


Claudia Patricia Rodríguez Ramírez
Memoria histórica y fomento turístico Ediles
Juan Camilo Castellanos Medina
Carlos Fernando Asprilla Lara
Álvaro Enrique Sánchez Carrillo
Dagoberto Rodríguez Martínez
Orlando Miguel De La Hoz García

Consejeros de Arte y Patrimonio


Juan Pablo Ramírez Martínez
Christian Eduard Rodríguez Piraquive
Germán Antonio Nieto Chinchilla
Silvia Leiva
Christian Felipe Acevedo Rodríguez
Nelly Corzo Martínez
María Faustina Macuase
Martha Janeth Zafra Martínez
Luz Myriam Moreno Gómez
Harol Hernández Muñoz

2017
CONTENIDO

PAG.

1. AGRADECIMIENTOS 3
2. PRESENTACIÓN 3
3. INTRODUCCIÓN 4
4. EL PATRIMONIO CULTURAL DE LAS CALLES DE LA CANDELARIA 5
5. LA CANDELARIA PREHISPÁNICA. La infraestructura Muisca 6
6. LA FUNDACIÓN DE BOGOTÁ. De Bacatá a Santafé. 8
7. LAS HISTORIAS EN LAS CALLES DE LA COLONIA 10
8. LA INDEPENDENCIA DE COLOMBIA Y LAS CALLES DE LA CANDELARIA 14
9. CANDELARIA REPUBLICANA. La transformación de las calles. 16
10. LA PLAZA MAYOR Y SU HISTORIA HASTA LA PLAZA DE BOLIVAR 18
11. DEL RÍO VICACHÁ AL EJE AMBIENTAL. 21
12. DEL RÍO SAN MANZANARES A LA AVENIDA JOSE ASUNCIÓN SILVA 23
13. LA CALLE REAL. El eje transversal de la historia de Bogotá. 24
14. LA VIOLENCIA POLÍTICA EN LAS CALLES DE LA CANDELARIA 26
El Bogotazo
La toma y retoma del Palacio de Justicia
15. LA TRADICIÓN RELIGIOSA EN LAS CALLES PATRIMONIALES 29
16. REFERENCIAS 30
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1. AGRADECIMIENTOS
El resultado final de esta cartilla no hubiese sido posible sin la
valiosa colaboración de los siguientes habitantes de la
localidad, quienes a través de su testimonio, sus recuerdos y
tradiciones, mantienen viva la memoria histórica y cultural de
La Candelaria.

Aida Amaya de Gómez Denis Amanda Villamil Gómez Luz Marina Piraquive Mercedes Garzón
Aida Saray Piraquive León Diana Patricia Puerta Bernal María A. Pulgarín Miriam Rocio Serna Sánchez
Amanda Ramírez Castro Doris Guevara María de La Cruz Bernal Nelly Corzo Martínez
Ana Oliva Salamanca Rincón Eduardo Pinzón Pulido María del Pilar Jiménez Moreno Omaira Piraquive León
Ana Tulia Gutiérrez Elizabeth Contreras María Nelly Pardo Patrullero Andrés Pesca
Carlos A. Contreras Puentes Elizabeth Tibambre María Pedreros Rebeca de La Parra Córdoba
Carlos Enrique Rugge B. Fabiola Ríos María Teresa Sotaquirá Ayala Rosalba Carmona
Carlos O. Guerrero Germán Alirio Córdoba Marta Nidia Rodríguez García Rosaura Moreno Tovar
Carol Dayana Reyes Ruge Harold Díaz Ceballos Mary Alfonso Villalobos Trinidad Cortés Padilla
Carol Pinzón Palomino José Celiano Reina Melanio Bartolo Monzón Alcira Consuelo Garnica
Cecilia Cartagena C. Luz Elena Ríos Mercedes Díaz

2. PRESENTACIÓN
Este documento es la síntesis de una rigurosa investigación histórica, social y bibliográfica sobre las
calles patrimoniales de la Localidad de La Candelaria enclaustrada en el centro económico, político y
social de la ciudad de Bogotá, D.C.
Si bien es cierto que existen diferentes investigaciones de tipo histórico y académico sobre esta
Localidad, en especial sobre sus iglesias y construcciones coloniales y republicanas, todas ellas se
caracterizan por ser grandes compendios de información con un lenguaje científico social, a veces
complejo, que requieren de una gran cantidad de tiempo para su conocimiento y análisis.
Es por eso que a través de esta cartilla transformamos ese lenguaje académico y científico en un
lenguaje común y simple al que cualquier ciudadano, nacional o extranjero, tenga fácil acceso y a
través de su lectura pueda revivir, cronológica y temáticamente, las historias más relevantes de La
Candelaria, pero esta vez desde sus calles. Esas que son mencionadas en los relatos más
apasionantes durante más de 500 años de poblamiento de la ciudad de Bogotá, D.C. Esas calles por
las que transitaron los primeros indígenas, desde las que se construyeron familias y tradiciones
durante la colonia y la República, en las que se gestó el grito de la independencia y que hoy hacen
parte del desarrollo integral de la ciudad y el país.
Esta investigación se realizó en el marco del Contrato 084 de 2017 celebrado entre la Alcaldía Local
de La Candelaria y la Fundación AFFIC, el cual tiene por objeto “La realización de un reconocimiento
histórico de las calles patrimoniales con el fin de preservar la memoria cultural y fomentar el turismo
en la localidad
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3. INTRODUCCIÓN
“Donde mejor se aprecia la memoria tangible de la ciudad es en
sus calles. Es el patrimonio que más perdura en el tiempo, y si
hay cambios, reflejan la intención de voluntades y épocas que
buscan mejoramientos puntuales sin modificar el todo”
(Gómez, L. et Al, 2006)

El patrimonio no es solamente el pasado objetivo, también es la


representación, reinterpretación y apropiación del mismo. Las
ciudades son organismos dinámicos y no hay una sola ciudad
“histórica” en el mundo que haya conservado su carácter
supuestamente “original”.

La ciudad se transforma y está destinada a cambiar con la


sociedad misma, ya que las estructuras sociales y las
necesidades evolucionan provocando que la estructura física se
adapte constantemente.
Es acá donde la conservación del patrimonio y la memoria
histórica juegan un rol que reconcilia la metamorfosis urbana y la
necesidad de conservar el carácter humano de los espacios. Es
claro que la historia y la cultura son fundamentales para el
desarrollo de la ciudad ya que permiten entender a las personas
y sus necesidades. (Unesco, 2016). Las calles de varios países
Latinoamericanos, incluidas las de La Candelaria, evocan sin lugar
Plano 1. Plano General de la Localidad a duda el uso del espacio y su transformación desde lo cultural: el pasado campesino, la convivencia
de La Candelaria
Fuente: Alcaldía de Bogotá. Dirección de entre el indígena, el africano, el criollo y el español, la vida del ciudadano corriente y los paisajes
prevención y atención de emergencias mundanos no asociados con las élites ricas, pero sí con múltiples historias cotidianas. (Nyaupane,
2010) (Bagheri, 2013)

En las calles de la Candelaria se hallan múltiples facetas culturales donde es fundamental la


preservación de la memoria, la conservación de los valores artísticos y arquitectónicos, la valoración
de los lugares de importancia y el sentido colectivo. Este documento nos remite al pasado colonial y
republicano de la localidad, pero a la vez presenta el estado social actual de las calles patrimoniales.

La Candelaria no es un barrio, es una de las 20 localidades de la ciudad de Bogotá, la número 17 y


la más pequeña de todas con tan solo 183.89 Hectáreas. Limita al norte con la Avenida Jiménez o Eje
ambiental, antiguo río San Francisco que enmarcaba al norte la antigua ciudad colonial de Santafé. Al
sur la localidad limita con la calle 6ª, por donde corría el Río San Agustín que aislaba a la vieja Santafé.
Al occidente limita con la carrera décima y al oriente con la carrera 3 este al sur, con la avenida
circunvalar y más al norte se encuentra con la avenida Jiménez en la estación del funicular de
Monserrate. Dentro de este delineado se encuentran los barrios La Catedral, La Concordia, Las
Aguas, Centro Administrativo, Egipto, Belén y Santa Bárbara.
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4. EL PATRIMONIO CULTURAL DE LAS CALLES DE LA CANDELARIA


A pesar de ser la localidad más pequeña, como centro histórico de
la capital del país, existen numerosos espacios relevantes histórica
y contemporáneamente. En La Candelaria se ubican las sedes
principales del gobierno civil y religioso, importantes centros
educativos, comerciales, financieros y espacios de esparcimiento
de gran importancia.

En las calles de la Candelaria se encuentran otros espacios


cotidianos como tiendas y comercios locales, pequeña industria,
anticuarios y actividad artesanal que evoca la vida en la vieja ciudad
de Santafé. Estos espacios día a día atraen personas de todos los
estratos de la ciudad en un mismo lugar, pero no solo eso, también
congrega personas de diferentes ciudades y países porque la
Candelaria es un interesante centro turístico nacional e
internacional. (Saldarriaga et Al, 1994) (AMB, 2007)

Quien recorre las calles de La Candelaria podrá hallarse en medio


de un paisaje arquitectónico que está principalmente compuesto
por construcciones domésticas. Dichos espacios se han
transformado en apariencia y uso, y muchas de ellas se han
convertido en instituciones públicas que han valorado la riqueza
histórica y artística que habita en sus muros.

En el Centro Histórico de Bogotá la arquitectura revela estilos coloniales que se mezclan con detalles Imagen 1. Callejón del Embudo. Carrera
2ª entre calles 12B y 12C (Barrio
republicanos como resultado de un proceso y no de un golpe de transformación. La arquitectura Concordia). Tiene este nombre porque
colonial sencilla en su concepción fue seguida de la republicana, ávida de suntuosidad y complejidad las aceras de esta calle forman un
ángulo agudo que se encuentra en la
en la que las fachadas hablaban del poder económico de sus propietarios; también con la República, calle 14 (De la Rosa, M, 1938)
el poder público se hace más vistoso e imponente. (Saldarriaga Roa, 1994) (Ibid, 1999)
(Montenegro, 1989) (Torres MC. et Al 2008)

Mientras las estrechas calles coloniales reflejan lo que fue una menor necesidad espacial y los
balcones de madera rompían la privacidad de los límites del hogar, en las modificaciones republicanas
se percibe que la modernidad llega con afán de proyectarse con amplitud hacia el resto del mundo
(Erigaie, 2015), pero conservando la privacidad de lo individual. Así aunque los balcones coloniales
se reemplazan por gabinetes con vista privada, aparecen amplias y largas vías por las que se mueven
nuevos medios de transporte masivo como el tranvía. Servicios públicos más sofisticados como la
telefonía, tubería y alcantarillados también contribuyeron a cambiar el paisaje y estilo de vida colonial,
como la importancia de las pilas de aguas y las aguadoras. Por otra parte, las velas de cebo,
lámparas y faroles de petróleo fueron reemplazados por la electricidad dando lugar lentamente a la
vida urbana que conocemos actualmente (Delgadillo, 2008) (Zambrano et Al, 2007) (Mejía, 2000)
(Saldarriaga, 1999)
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El paisaje urbano también cambió con la desaparición de las zanjas


centrales que antes había en las calles, en reemplazo se empedró
con cantos rodados (fragmentos de roca pulidos y sueltos) sobre
las vías principales y más tarde se aplicó el sistema Macadam
(mediante el cual se sellaba una superficie árida con una capa de
alquitrán), que posteriormente dio lugar a las calles con pavimento
de asfalto. Como parte de esta agenda se fue reemplazando la
nomenclatura antigua colonial que refería algún significado
particular de la calle y en cambio se nombraron numéricamente. Por
otro lado, a las vías principales y a los sitios de acontecimientos
históricos se le dio un nombre que homenajeaba ciudadanos ilustres
o considerados relevantes en la historia del país (Colón, 2003)
(Delgadillo, 2008) (Páramo, 2006).

Finalmente, debe tenerse en cuenta que dichas calles prominentes


y frecuentemente recorridas representan escalas de memorización
más significativas que los pequeños caminos laterales. Las
diferencias de exposición pública y la visibilidad que cada camino
tiene, puede aportar a una causa conmemorativa, por lo que se
vuelve fundamental recuperar los significados de estas calles
Imagen 2. Calle del Divorcio. Calle 10ª / pequeñas y engrandecerlas visibilizando el patrimonio material e inmaterial que habita en ellas,
Carrera 8ª (Barrio La Catedral). Se
aprecia una calle más espaciosa con promoviendo la circulación a través de ellas y una nueva forma de entenderlas. (Alderman, 2003)
construcciones coloniales y republicanas
que ahora tiene descubierto parte de
los antiguos rieles del tranvía. La
atribución de su nombre se debe a la
5. LA CANDELARIA PREHISPÁNICA. La infraestructura Muisca
presencia en este lugar de la Cárcel para
mujeres “El Divorcio”. Esta funcionó En Marzo de 1537, cuando Gonzalo Jiménez de Quesada y Rivera arribó al altiplano de Bacatá (Hoy,
durante la primera mitad del siglo XIX y
se llamó de este modo porque implicaba la ciudad de Bogotá), acampó en los cerros de Suba (Valle de los Alcázares) desde donde vio junto
la separación de las mujeres de sus
casas, sus esposos y sus hijos. (Serrano a su tropa una comunidad que vivía en bohíos de entre 6 y 8 metros de diámetro. Se trataba del
Galvis, 2013) cacicazgo gobernado por el Zipa, Cacique de Funza o Bacatá y el Zaque de Hunza, actual Tunja (León
Soler 2008). Un mes después, el 5 de abril de 1537, Quesada despachó dos comisiones con el
objetivo de que exploraran la zona. Una se dirigió al occidente de Bacatá (que en lengua Chibcha
significa fin del valle o remate de sierra) –hacia la sede real del zipazgo- y otra al oriente (Arciniegas,
1992) (León Soler, 2008). Esta última encontró un caserío llamado Teusaquillo, situado al pie del
cerro y bien provisto de agua, leña y tierras para huertas. La villa se ubicaba al lado de la residencia
de recreo del Zipa, al lado de la quebrada de San Bruno, afluente del río San Francisco en la actual
carrera 2 con calle 13 (Plaza del Chorro de Quevedo). También hay indicios de que en esta área se
celebraban mercados periódicos de mucha actividad (Vargas, 2007:93). Decidieron que ese sería el
primer asentamiento español, al que posteriormente se le llamó “Pueblo viejo” y pasó de ser una
zona de vivienda indígena a convertirse en el primer asentamiento español que posteriormente dio
origen a la ciudad de Bogotá (Ibid: 85) (Delgado, 2017).
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Este pueblo indígena que encontró Jiménez de Quesada era el


pueblo Muisca (Muysccubun que significa persona o gente) que
hablaban el dialecto conocido como Chibcha y que de acuerdo a
diversos estudios arqueológicos, llevaban en la zona
aproximadamente 1.800 años. (Delgado, 2017) Se cree que el
poblado Muisca de Teusaquillo contaba con alrededor de 500
individuos, quienes ya tenían una infraestructura básica de calles
que unían sus bohíos, conectaban sus lugares de adoración y
permitían la movilidad hacia la principal área de comercio conocida
como el Camino a Tunja o Camino de la sal, posteriormente llamada
Calle Real y actualmente la Carrera 7ª. (Salcedo, 2011:188)

El cercado o poblado de Teusaquillo, al ser cuadrado y con la


existencia de un camino como el de Tunja, fue usado por los
españoles para construir su nueva ciudad sobre este, destruyendo
o dejando bajo el subsuelo paulatinamente todos estos vestigios
físicos de la presencia indígena, pero dejando tradiciones culturales
que permanecen hasta hoy como la chicha (bebida a base de maíz
fermentado) y que es bastante típica en el Barrio Egipto.

Por eso, bajo las calles actuales de La Candelaria, se encuentran


aún los restos de la cultura prehispánica muisca, su cerámica, sus
herramientas, sus ofrendas, sus muertos y las bases de sus viviendas (bohíos). La arqueóloga Imagen 3. Fragmentos de cerámica
Guatavita Desgrasante Tiesto (datan de
Monika Therrien en el año 2015, en una excavación realizada sobre la Calle Real encontró numerosos antes de la Fundación de Bogotá)
fragmentos de cerámica Muisca que es conocida con el nombre de “Guatavita Desgrasante Tiestos” encontrados bajo la Calle Real o Carrera
7ª en el año 2015 (Fuente: Erigaie,
por la técnica alfarera con la que se realizaron y que datan desde antes de la conquista española 2015:127)
hasta finales de la época de la colonia, a principios del siglo XIX.

De acuerdo a lo mencionado por diferentes cronistas (generalmente religiosos españoles que


llegaron a la zona durante la época de la conquista y que redactaron los primeros escritos que
describían las costumbres, prácticas y forma de vida de los indígenas), a la llegada de los españoles,
existía un posible asentamiento indígena en lo que hoy es la iglesia y la plazoleta del Barrio Belén
(Therrien, 2008). Sin embargo, es posible que por su ubicación, más hacia la montaña, se tratara de
un sitio religioso.
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6. LA FUNDACIÓN DE LA CIUDAD. De Bacatá a Santafé


Debido a la ubicación estratégica y las características geográficas
del poblado de Teusaquillo, un sitio abrigado al pie de la cordillera
que permitía tener una buena panorámica de la sabana, pero a su
vez proveía recursos esenciales como el agua, así como la piedra y
las maderas para edificar (Groot, 1951) y con una estructura de
calles y caminos básica que permitía el comercio y el contacto con
otras poblaciones, Gonzalo Jiménez de Quesada y Rivera decidió
crear un asentamiento español en este lugar donde hoy se levanta
la Plaza del Chorro de Quevedo (Carrera 2ª – Calle 13) (León
Soler,2008). Algunos historiadores como Eduardo Posada (1906),
manejaban la hipótesis que Quesada solo quería construir un
campamento militar y nunca una población. El asentamiento fue
bautizado como “Santa María de La Esperanza”.

Según el cronista Juan de Castellanos, la primera misa se ofreció en


una choza que fue la primera catedral y se ubicaba en Teusaquillo
(Plaza del Chorro de Quevedo). Otras versiones indican que Fray
Domingo de las Casas fue quien mandó construir doce chozas y una
capilla a la que bautizó “Capilla del Humilladero” en la plaza de la
Yerbas, que hoy es el parque Santander (Vargas, 2007). Allí celebró
la primera misa el 6 de Agosto de 1538.
Aunque cada 6 de Agosto se conmemora la fundación de Bogotá,
Imagen 4. Posible ubicación del sitio esta fecha realmente no es la oficial, pues de acuerdo a diferentes estudios históricos se estableció
religioso Muisca en el año 1538 en que solo hasta el 27 de abril de 1539 se realizó la fundación jurídica, cuando se cumplieron todos los
donde hoy queda la iglesia de Belén y su
plazoleta del mismo nombre (arriba). requisitos exigidos por la corona Española (Archivo de Bogotá).
Abajo se observa el croquis de la
ubicación planteada por Therrien (2008).
Según el cronista Juan de Castellanos, la primera misa se ofreció en una choza que fue la primera
catedral y se ubicaba en Teusaquillo (Plaza del Chorro de Quevedo). Otras versiones indican que Fray
Domingo de las Casas fue quien mandó construir doce chozas y una capilla a la que bautizó “Capilla
del Humilladero” en la plaza de la Yerbas, que hoy es el parque Santander (Vargas, 2007). Allí celebró
la primera misa el 6 de Agosto de 1538.

Aunque cada 6 de Agosto se conmemora la fundación de Bogotá, esta fecha realmente no es la oficial,
pues de acuerdo a diferentes estudios históricos se estableció que solo hasta el 27 de abril de 1539
se realizó la fundación jurídica, cuando se cumplieron todos los requisitos exigidos por la corona
Española (Archivo de Bogotá).

Entonces, se le dio el nombre de Santafé y se designaron los sitios para la plaza mayor (hoy Plaza de
Bolívar) entre las carreras 7.ª y 8.ª con calles 10.ª y 11.ª, la iglesia principal (que sigue existiendo
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actualmente), la casa de gobierno (sobre la que hoy se erige el edificio del congreso de la República), Imagen 5. Plaza del Chorro de Quevedo.
Carrera 2ª- Calle 12B (Barrio
la prisión, los solares para los primeros vecinos, el nombramiento de alcaldes y entrega de las Concordia). Esta plazuela de ambiente
bohemio, rodeada de restaurantes y que
correspondientes varas en señal de autoridad y jerarquía, la elección de regidores, la constitución del es muy recorrida por turistas y
Cabildo y la demarcación de calles y cuadras, según cuenta nuestra escritora bogotana Soledad estudiantes, fue el primer asentamiento
indígena y posteriormente español. En
Acosta de Samper, en su libro La mujer española en Santafé de Bogotá (1890). 1832, el padre Agustino Quevedo
compró la plazuela e instaló una fuente
pública de agua, razón por la cual se le
Por otra parte, hasta el 27 de Julio de 1540, Santafé fue reconocida oficialmente como ciudad; 10 comenzó a llamar la Plazuela del Chorro
de Quevedo. El chorro permaneció allí
años más tarde se estableció como sede del gobierno de la Real Audiencia y de la Silla Arzobispal con hasta 1896, cuando un muro se
jurisdicción en el Nuevo Reino de Granada, potestades que le dieron rango de ciudad capital en donde derrumbó y destruyó la fuente y casa
vecinas. Años más tarde en 1969, la
se centralizarían poderes administrativos, judiciales, políticos y eclesiásticos para un vasto territorio plazoleta fue reconstruida teniendo
(León Soler, 2008). Para 1560 las antiguas tierras muiscas ya no eran las mismas, pues en lugar de como guía fotografías y maquetas de la
antigua plazuela. La capilla que hoy se
Zipas y Usaques ahora estaba La Real Audiencia (Gamboa Mendoza, 2008 y 2010). Con el tiempo, el erige allí (San Miguel del Príncipe) data
de ese año, pero fue construida con un
lugar de la fundación se llamaría Pueblo Viejo y se convertiría en zona de vivienda indígena (Vargas, estilo colonial evocando la capilla del
2007). Humilladero.

La antigua Santafé, actualmente “La Candelaria”, fue organizada bajo el esquema colonial
hispanoamericano que reglamentaba una estructura a base de cuadrícula de calles y manzanas en
cuyo centro debía existir una plaza mayor. Las calles tendrían una dirección oriente-occidente y las
carreras tendrían una dirección sur-norte. A pesar de la existencia de estos parámetros, no se
encuentra una ciudad colonial igual debido a que el sistema debía adaptarse a las circunstancias
geográficas y a las herencias culturales de cada región. De hecho, frente a otras plazas mayores de
Hispanoamérica, Santafé presentaba una particularidad que era estar trazada sobre un terreno
inclinado de oriente a occidente, al ubicarse al pie de los cerros orientales. Igualmente, la rodeaba
una amplia sabana verde y dos ríos -el Vicachá (San Francisco) y Manzanares (San Agustín)-, que la Plano 2. Plano de Bogotá en 1539. La
ciudad estaba confinada dentro de los
cercaban y enriquecían hidrológicamente (Saldarriaga Roa, et Al, 1994) (Vargas, 2007), (Vargas ríos San Francisco y San Agustín hoy
Avenida Jiménez (eje ambiental) y calle
Lesmes, 1990) Sexta. Fuente: IEU
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7. LAS CALLES DE LA COLONIA, SUS NOMBRES Y SUS SIGNIFICADOS


En 1568 según testimonio de Don Lope Céspedes no había casas al sur de la actual calle 9ª, pero en
1590 ya podían presenciarse algunos inmuebles aislados en los contornos del río San Agustín, actual
calle 6ª y 7ª. Ocurría que para la época seguía siendo necesaria la presencia de una parroquia para
considerar el crecimiento de la ciudad y hasta 1585 Santafé era la única parroquia regida por la
catedral. Por lo tanto, para ver el crecimiento urbano era necesario crear más catedrales.
Consecuentemente, en ese mismo año se construyeron dos nuevas iglesias que seguían el eje de la
calle Real que iba más al norte de la Plaza de las Yerbas y más al sur de la Plaza Mayor. Así se
crearon al norte la parroquia de Las Nieves y al sur la de Santa Bárbara. No obstante, los límites
continuaban siendo los que marcaban los ríos San Francisco al norte y San Agustín al sur (Vargas,
2007).

Algunos de los nombres de estas calles de La Candelaria fueron elegidos arbitrariamente en 1774
cuando el Virrey Manuel Guirior ordenó dividir la villa de Santafé en cuatro cuartos y ochos barrios
(La Catedral, El Palacio, El Príncipe, San Jorge, Las Nieves oriental y occidental, San Victorino y Santa
Bárbara); adicionalmente ordenó nombrar calles para completar el sistema. Más tarde, entre 1846
Imagen 6. Croquis de la Ciudad de Santa y 1849 también se nombraron varias calles dejando referencias de nombres santos o lugares como
Fé de Bogotá y sus inmediaciones
(1797), autor: Carlos Francisco Cabrer por ejemplo: Calle de Santa Isabel (Carrera 4ª entre calles 6D y 7ª), Calle de Venera o del Caquetá
(acuarela sobre tela, 122 x 156 cm, (Carrera 3ª entre calles 11 y 12), Calle de Santa Librada (Carrera 3ª entre calles 9ª y 10ª) y Calle del
Archivo General Militar del Ministerio de
Defensa, Madrid, España). Fuente: Llano de Belén (Carrera 3ª entre calles 6B y 6D), entre otras. Sin embargo, muchos de los nombres
Biblioteca Nacional. de las calles coloniales de la Candelaria son tan especiales porque
la comunidad misma los creó durante la época de la colonia como
solución a la necesidad de tener una referencia para un punto
geográfico. Entre estas, Calle de San Bruno (Carrera 2ª entre calles
10ª y 12), por su cercanía a la quebrada del mismo nombre, Calle
del Rincón (Carrera 4ª entre calles 6B y 6D) por ser en la época la
última calle de Santafé, ubicada en el Barrio Belén, Calle de La
Palma (Carrera 4ª entre calles 7ª y 9ª), Calle del Dividivi de Santa
Bárbara (Carrera 5ª entre calles 6B y 6D), pues en una casa de
esta había una planta de esta especie, y la Calle de Las Culebras
(Carrera 5ª entre calles 7ª y 8ª), pues por su cercanía al Río San
Agustín y al puente del Carmen, era común la presencia de estos
reptiles (De La Rosa, 1938).

Su inspiración se basó en la cotidianidad y las percepciones


Imagen 7. Reconstrucción del diario vivir personales de lo significativo y de lo que representaba ese espacio
en Santafé a principios del siglo XIX en para la gente que recorría habitualmente las calles. Por lo tanto, puede hallarse en estos nombres
donde las fuentes (tomas) de agua eran
de gran importancia para la subsistencia sus creencias religiosas, el recuerdo de su antepasados, sus oficios, sus características, sus usos, el
de la población. Por eso varias calles
hacen referencia a estos lugares. Por impacto de los edificios político-administrativos y muchos otros aspectos que vivían (Saldarriaga
ejemplo, la Calle de la toma del agua. Roa, 1994) (Montenegro, 1989) (Zambrano Pantoja et Al, 2007). Un ejemplo claro es la Calle de Los
Fuente: Gutiérrez, 2007.
Plateros (Calle 12 entre carreras 6ª y 7ª).
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También conocida como la Calle de San Juan Guarín. En este lugar se ubicaron los primeros talleres
de joyas de la ciudad, cuando el Virrey Sámano otorgó los primeros permisos para trabajar el arte de
la orfebrería y la platería (De La Rosa, 1938). La tradición orfebre que data desde la colonia, aún se
encuentra vigente en el sitio y hoy cuenta con más de 250 tiendas de joyería.

Ahora bien, consciente de la importancia de las designaciones espaciales en la formación de la


identidad de los ciudadanos, la alcaldía de Luis Patiño Galvis publicó el Acuerdo 7 de 1932 que
ordenaba emplear nomenclatura numérica. De esta forma se dejaban atrás los nombres coloniales de
las calles, para construir así una identidad cosmopolita y moderna. Dichos nombres tradicionales de
las calles se habían divulgado de manera oral entre los capitalinos y la única fuente escrita conocida
son los folios de la Notaria 1° que incluyen actas de compraventa o herencia de los siglos XVIII y XIX.
Gracias a Moisés de la Rosa quien a principios del siglo XX revisa toda esta documentación, se logró
recuperar la mayoría de los nombres para la conmemoración de los 400 años de la Fundación de
Bogotá. De este estudio surgió el acuerdo N° 45 de 1932 que con el artículo 25 ordenó la ubicación
de placas en las esquinas de calles y carreras, con el nombre con que se referían a ellas en la ciudad
antigua (Montenegro, 1989) (Zambrano Pantoja et Al, 2012) (De La Rosa, 1938). Este sencillo acto
logró recuperar una parte de la memoria histórica de Bogotá, recordando nombres llenos de
evocaciones que reflejan un pedazo del temperamento de los antiguos santafereños.

Las historias de las actuales calles 11 y 10


La Calle 11
Esta tradicional calle inicia en el barrio Egipto y termina en la carrera 10ª. Desde la Carrera 3ª divide
los barrios Centro Administrativo al sur y La Catedral al norte. Asi mismo bordea toda la trayectoria
del antiguo acueducto de Villanueva construido en 1584. Es importante mencionar que los distintos
tramos de la actual calle 11 tuvieron varias denominaciones en la colonia y que recorrerla de oriente
a occidente permite apreciar la variada arquitectura Bogotana que va desde estilos del siglo XVI
hasta los edificios postmodernos del siglo XX, como el Centro Cultural Gabriel García Márquez (IDPC).
El 9 de Abril de 1948 la frenética avalancha de personas incendió las casas de líderes conservadores
ubicadas en esta calle. Esta gran demolición urbana fue impulso obligado a la renovación de lo que
se convirtió en una importante manzana cultural en el país (IBID).

Comenzando un recorrido a lo largo de la Calle 11 desde la Carrera 1ª hasta la Carrera 7ª, se pueden
encontrar en primer lugar la Calle del Espinito (Calle 11 entre Carreras 1ª y 2ª), la cual debe su
nombre a que la Quebrada Los Espinos pasaba por la parte oriental de la manzana y desembocaba
en la Quebrada San Bruno. Luego se observa la Calle del Chorro de Egipto (Calle 11 entre Carreras
2ª y 3ª); cuyo nombre se inspiró en la presencia de una fuente pública conocida como “Chorro de
Egipto”. Entre las Carreras 3ª y 4ª se encuentra la Calle de La Candelaria (También conocida como
Calle Alta de La Candelaria). Su nombre se origina por la iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria,
la cual le dio finalmente el nombre al centro histórico. Su construcción se inició en el año 1686 y fue
finalizada en 1703, posteriormente fue restaurada entre 2003 y 2005 (De la Rosa, 1938).
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12 Memoria histórica y fomento turístico

Siguiendo el recorrido hacia el occidente, se observa la Calle de La


Moneda (entre Carreras 4ª y 5ª). Su nombre se debe a la Real Casa
de La Moneda construida allí en 1621 durante el gobierno del Virrey
José de Salís y Folch de Cardona. Es una de las sedes públicas de la
colonia que aún sobrevive y hoy es un museo con una colección
numismática y de arte. Entre Carreras 5ª y 6ª está la Calle de La
Enseñanza, cuyo nombre se originó porque allí se ubicó el colegio
de La Enseñanza fundado el 23 de Abril de 1783 por Clemencia de
Caycedo y Vélez, con el apoyo de las monjas de la Compañía de
María. Este fue el primer colegio dedicado a la educación de la mujer,
principalmente en artes, costura, culinaria y administración de
bienes familiares. Inició sus labores con 225 alumnas.

En el siglo XIX, el colegio se convirtió en el Palacio de Justicia.


En la casa 5-1 vivió José Miguel Ley, prócer de la independencia; en
Imagen 8. Calle 11 sentido oriente – la 5-51 vivió Simón Bolívar antes de dejar Bogotá en 1830, la misma casa donde falleció el General
occidente. Se puede apreciar a la
derecha la Iglesia de La Candelaria, en la Pedro Alcántara Herrán quien fue presidente de la República. También en la casa vecina de número
calle del mismo nombre. 5-69 vivió en 1806 el poeta español Rafael Lasso de la Vega (De La Rosa, 1938). Antes de llegar a
la Plaza Mayor (Plaza de Bolivar), entre Carreras 6ª y 7ª está La Calle de La Catedral que deriva su
nombre por la ubicación de la “Sacrosanta iglesia catedral primada Basílica metropolitana de la
Concepción de María en Bogotá”, mejor conocida como la Catedral Primada de Colombia, construida
desde 1807 y terminada el 19 de Abril de 1823, en el mismo predio que ocuparon las tres iglesias
anteriores desde la Fundación de Santafé. En esta calle De La Catedral se reunió el primer congreso
de la República el 22 de diciembre de 1810. En la casa 6-16 se reunió el consejo de guerra
permanente que juzgó los próceres de la independencia en 1816. También en esta casa ocurrió el
grotesco “Baile de las Fieras”, cuando el 16 de Octubre de 1816 Fernando VII obligó la asistencia de
esposas e hijas a bailar con quienes serían los victimarios de sus familiares, quienes eran caudillos
condenados de la Independencia (De la Rosa, 1938).

En esta misma calle se encuentra un restaurante conocido como “La puerta falsa”, que tiene su
Imagen 9. Calle de La Enseñanza a
principios de la década del 4º del Siglo origen en el año 1816. Se hizo popular por las golosinas típicas bogotanas con las que congregaba
XX. Se observa el Palacio de Justicia que a los habitantes santafereños, incluyendo a Manuelita Sáenz. Actualmente atrae a turistas y
fue destruido el 9 de Abril de 1.948.
Autor: Gumersindo Cuellar Gutiérrez. bogotanos que buscan saborear el patrimonio gastronómico bogotano. Su nombre hace referencia a
Fuente: Biblioteca Luis Angel Arango la arquitectura religiosa que tiene puertas laterales llamadas falsas. En la época de su creación, la
puerta falsa de la catedral quedaba exactamente al frente y las personas acordaban encontrarse
frente a la puerta falsa de la catedral (IDPC).
Calles Patrimoniales
de la Candelaria
Memoria histórica y fomento turístico
13

La Calle 10
Esta calle era muy prestigiosa a finales del siglo XIX, tanto que las
primeras grandes obras de alcantarillado que comenzaron en el
año 1872 se realizaron a lo largo de la actual calle 10ª. Contribuía
a su importancia el hecho de que allí vivían “Los cuervos”, José
Eusebio quien el padre de Rufino José, el creador del diccionario de
construcción y régimen de la lengua castellana, costeado por medio
de la producción que llevaba a cabo de cerveza artesanal. Con las
ganancias de la cervecería Cuervo era financiado el Hospital San
Juan de Dios (Zambrano Pantoja, 2007), (Niño Murcia, 2014) (La
Rotta S, 2010). Actualmente la Calle 10 cruza el Barrio Egipto
(hasta la Carrera 3ª) y hasta la Carrera 10ª hace parte del Barrio
Centro Administrativo.

De occidente a oriente, iniciando en la Carrera 7ª, encontramos la


Calle de San Carlos (entre Carreras 7ª y 6ª). En esta calle se ubica
la Plazoleta Rufino Cuervo, anteriormente conocida como Plazuela
de San Carlos donde se habrían reunido los conspiradores que
asaltaron el Palacio San Carlos la noche del 25 de Noviembre de
1828. Al costado oriental se encuentra la Casa de los Derechos del Hombre, donde Antonio Nariño Imagen 10. Calle 10 sentido occidente -
oriente. Se puede apreciar a la derecha
editó la primera traducción de los Derechos del Hombre (Saldarriaga, 1994). Allí vivió el escritor el actual colegio de San Bartolomé.
Leopoldo Arias Vargas y también, en la casa 6-18, Manuelita Sáenz, en donde hoy se encuentra el
Museo de Trajes Regionales. Además, también se encuentra la Iglesia de San Ignacio construida entre
1610 y 1691 por los Jesuitas.

Entre Carreras 6ª y 5ª está La Calle del Coliseo. Su nombre se le dio gracias al primer teatro de la
ciudad llamado “El Coliseo” construido entre 1792 y 1793 por don Tomás Ramírez, primer soldado
del ejército virreinal y luego próspero comerciante (Mujica, 1994), Este escenario se ubicó en el
mismo lugar donde hoy se erige el actual Teatro Colón construido entre 1885 y 1895 por el arquitecto
italiano Pietro Cantini. También se encuentra el Palacio de San Carlos construido en el siglo XVI y
actual sede del Ministerio de Relaciones Exteriores. Fue usado como residencia presidencial durante
el siglo XIX y por ello habitado entre otros por Simón Bolívar. En 1774 fue la sede de la Real Biblioteca
y tenía una división que era un cuartel militar (Saldarriaga Roa, 1994). Más hacia el oriente, entre
Carreras 5ª y 4ª, encontramos la Calle de La Esperanza. De acuerdo a De La Rosa (1938), se cuenta
que en ese lugar vivió el General Antonio Ricaurte, prócer de la independencia, que constantemente
se marchaba a la guerra y dejaba a su amada, Juana Martínez, llena de angustia y con la esperanza Imagen 11. La Calle 10ª sentido
occidente – oriente en el año 1895.
de volverlo a ver. Ahora se encuentra allí el Museo Militar, como memoria a todos aquellos militares Fuente: Archivo de Bogotá
que fueron decisivos en la independencia del país.
Calles Patrimoniales
de la Candelaria
14 Memoria histórica y fomento turístico

Al seguir al oriente por la calle 10 encontramos una pendiente característica de las calles de la
Candelaria por encontrarse en la falda de la montaña. Por ello, entre Carreras 4ª y 3ª encontramos la
Calle de La Fatiga, pues su nombre reflejaba la experiencia físicamente agotadora de los santafereños
al caminar desde la Plaza Mayor hacia el oriente. Sin embargo, la fatiga se calmaba un poco en la
siguiente calle, la de la Toma del Agua, entre Carreras 3ª y 2ª, que hace alusión a una fuente de agua
ubicada en el lugar y que muy seguramente estuvo relacionada con el acueducto de Villanueva
(Mendoza y Mejía, 2014). Finalmente, entre Carreras 2ª y 1ª está la Calle del Calvario. Cuyo nombre
posiblemente se deba al resultado del empinado trayecto desde la plaza mayor. Se sabe que en esta
calle, en una de las esquinas occidentales sobre la carrera 2, se ubica la casa donde fue aprisionada
la heroína de la revolución comunera, Policarpa Salavarrieta en Noviembre de 1817. Asimismo, se le
conoció como calle de Bolivia durante 1849 y 1876 (De La Rosa, 1938).

8. LA INDEPENDENCIA DE COLOMBIA EN LAS CALLES DE LA CANDELARIA


Según Llano Isaza, 2010, “antes del grito de la independencia, el 20 de Julio de 1810, Santafé tenía
entre 25.000 y 30.000 habitantes, la bañaban cuatro ríos: Fucha, San Francisco, Arzobispo y San
Agustín, dos quebradas, Las Delicias y La Vieja; y cuatro chorros, Belén, Fiscal, Botellas y Padilla.
Apenas se estaban terminando las obras de reconstrucción por el terremoto del 16 de junio de 1805
que destruyó el 25% de la ciudad, que tenía unas 200 manzanas en las que abundaban los perros.
No existían barrios linajudos, pero la gente de algún dinero se concentraba en la Calle Real, la única
con construcciones de dos pisos, al pie de la plaza de las hierbas (actual parque de Santander) o
Plano 3. Plano de Bogotá elaborado por
cerca de la plaza mayor”.
José María Lans en 1832.
Fuente:
http://portfolios.uniandes.edu.co/gallery/ El 6 de Septiembre de 1810, por decreto de la Junta Suprema de Santafé, la ciudad recibió el título
37246195/Analisis-Unidad-Avanzada de Villa de Santiago de Bogotá y el 17 de diciembre de 1819, luego del grito de la independencia, el
Congreso de Angostura le dio a Santafé el nombre de Bogotá
(Arciniegas, 1992), tratando de dejar atrás todo lo que significa el
colonialismo español y retomando el nombre indígena, ya
lingüísticamente transformado de Bacatá a Bogotá.

De Acuerdo a diferentes estudios históricos, el Grito de la


Independencia se dio un viernes 20 de Julio de 1810 a las 11:30
A.M., día de mercado en la plaza mayor, cuando Luis Rubio junto a un
grupo de santafereños encabezados por Francisco y Antonio
Morales se acercaron a pedir el préstamo de un florero al español
José González Llorente en lo que hoy es conocido como el Museo de
la Independencia o casa del florero (Primera Calle Real del
Comercio).
Calles Patrimoniales
de la Candelaria
Memoria histórica y fomento turístico
15

Imagen 12. Casa del florero o Museo de la Independencia ubicado en la Primera


Calle Real del Comercio (Carrera 7ª con Calle 11)

Todo este episodio, planeado un día antes en el Observatorio Astronómico dirigido por el Sabio Imagen 13. Calle de Santa Clara (Carrera
8ª entre Calles 8ª y 10ª). A la izquierda
Francisco José de Caldas, y ubicado en la Calle de Santa Clara (Carrera 8ª entre calles 8ª y 10ª), se observa el observatorio astronómico
buscaba incitar una revuelta al prever que Llorente no querría prestar un objeto a un criollo para donde se gestó el plan que finalmente
llevó a la independencia. A la derecha, la
atender al comisario Antonio Villavicencio, nacido en Quito. Como español, Llorente simbolizaría la Iglesia (hoy Museo) de Santa Clara, la
cual le dio el nombre a la calle.
tensión y antipatía de la colonia española y por lo tanto, una excusa para promover los ideales
independentistas (Zambrano Pantoja, 2007).

Aunque no se tiene certeza si efectivamente González Llorente se negó a prestarlo, lo cierto es que
se aprovechó el lugar y la ocasión para buscar la atención y exacerbar los ánimos de los criollos que
se encontraba principalmente en la plaza mayor y sobre la Calle Real.

De esta forma, la revolución que inició la independencia se vivió principalmente en las calles de La
Candelaria, pues cientos de mujeres y hombres criollos cansados del yugo español se dejaron llevar
por la revuelta planeada, conllevando a la detención del virrey Antonio José Amar y Borbón, al arresto Imagen 14. Calle de Los Amigos.
de su esposa, la Virreina María Francisca Villanova en el Convento de la Enseñanza y posteriormente (Carrera 5ª con Calle 10). A la izquierda
se observa la Casa de la Independencia,
en la cárcel del Divorcio, así como la posterior deportación de los dos a España. hoy sede del Museo de Bogotá

Para firmar el Acta de Independencia, los miembros del Cabildo se reunieron el 21 de Julio de 1810
en la Casa Consistorial, ubicada en el sector occidental de la Plaza Mayor. Sin embargo, previo a ello
se dirigieron a la actualmente conocida como Casa de la Independencia, construida en 1637 y
ubicada en la Calle de Los Amigos (Carrera 5ª con calle 10). Allí visitaron a Luis Rubio Ricaurte para
pedir su apoyo a la firma del Acta. Dicha visita debió despertar muchos comentarios y se tomó como
una visita de gran importancia, por lo que es probable que el nombre de la Calle se derivara de
aquella reunión. (Zambrano Pantoja, 2007) (Fundación Erigaie, 2011).
Calles Patrimoniales
de la Candelaria
16 Memoria histórica y fomento turístico

9. CANDELARIA REPUBLICANA. La transformación de las calles


Luego de la independencia y desde mediados del siglo XIX, la
arquitectura republicana aparece como otro de los símbolos de
transformación hacia la modernidad de La Candelaria, principalmente
en los barrios La Catedral, Centro Administrativo y Santa Bárbara.
Lejos de ser un estilo homogéneo, fue un pensamiento que deseaba
alejarse de lo colonial explícitamente, tomando influencias
internacionales, abriéndose a un nuevo concepto de globalización y
prosperidad (Delgadillo, 2008). Sin embargo, muchas construcciones
de los Barrios Concordia, Egipto y Aguas conservaron, en general,
sus construcciones coloniales, las cuales podemos observar hoy.

Entre tanto, la modestia colonial de casas de un piso, paredes de


piedra y adobe, techos de barro, balcones de madera, amplios patios,
poca ornamentación, calles estrechas, ausencia de servicios y
espacios públicos como parques o alcantarillado dejó de ser la
Plano 4. Plano de Bogotá elaborado por esencia santafereña, ahora bogotana, al dar cabida a la construcción de imponentes edificaciones
Carlos Clavijo en 1891. La ciudad se
expandió hacia el sur y el occidente, gubernamentales como la Casa de los Altos Poderes Nacionales, la cual posteriormente se nombró
pero principalmente hacia el norte Capitolio Nacional (Costado sur de la Plaza de Bolívar). Adicionalmente la República trajo consigo el
teniendo como eje la Calle Real.
Fuente: proyecto de unificar en un solo lugar los poderes públicos que en la época colonial estaban
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual dispersos. Un mayor despliegue del poder público no religioso se representó en la reforma de la
/historia/galeria/1447.htm
Plaza Mayor que incluyó una estatua de Simón Bolívar en lugar del tradicional Mono de la Pila o
fuente de agua pública colonial, legalizando así el cambio de su nombre de Plaza Mayor a Plaza de
Bolivar (Ibid, 2008).

La huida del pasado colonial venía con el afán de transformar ese modesto paisaje construyendo
edificios grandes, lujosos y con espacios en el primer piso para los establecimientos comerciales que
también significaban mejoras económicas y progreso, que era el acercamiento a ser una metrópolis
(Delgadillo, 2008). Asimismo la apertura económica a mediados del siglo XIX conllevó al surgimiento
de actividades comerciales y financieras que estimularon nuevas percepciones estéticas y
Imagen 15. Calles de Santo Tomás de necesidades. La llegada de nuevos materiales disponibles de construcción no solo causó cambios en
Villanueva (Carrera 8ª entre calles 6Cy la apariencia de las calles de la Candelaria y sus edificaciones, sino que también aumentó la
6B) y al fondo Calle de San Dimas de
Santa Bárbara (Carrera 8ª entre calles 6 diferenciación social al hacer más evidente el origen, los costos y la calidad de los recursos usados
B y 6A) (Barrio Santa Bárbara)
en las construcciones (Ibid, 2008).

En la construcción republicana el deleite sensorial es un objetivo claro. Después de siglos de habitar


en modestas casas coloniales, los bogotanos del siglo XIX se decantaron por el lujo y elegancia
neoclásica. Se introdujeron en los diseños de la fachada tímpanos, comisas y pilastras con capiteles
decorados. El diseño de interiores era todavía más generoso con adornos de yeso, rosetones en los
Calles Patrimoniales
de la Candelaria
Memoria histórica y fomento turístico
17

cielos rasos, en los marcos y molduras aplicadas en los muros.


Igualmente, el decorativo papel de colgadura sustituyó las sencillas
paredes encaladas coloniales (Saldarriaga Roa, 1994).

La nueva decoración de las edificaciones, la anchura de las nuevas


vías, la orden de tapar los rieles del tranvía en la carrera séptima, la
demolición del Convento Santo Domingo, la construcción de nuevas
edificaciones como el Murillo Toro fueron algunos de los cambios que
condujeron a una nueva apariencia de las calles del Centro histórico
(Fundación Erigaie, 2015).

Al realizar un recorrido por la Carrera 8ª entre Calles 6A y 10ª


(Barrios Santa Bárbara y Centro Administrativo) se podrá apreciar a
plenitud la Candelaria Republicana mezclada con algunas
construcciones coloniales. Se percibe la dinámica de la ciudad de finales de siglo XIX y principio del Imagen 16. Calle Real (Carrera 7ª) entre
calles 10ª y 7ª. Es una de las principales
XX, cuando el poder administrativo, político, social y económico se concentró en este lugar. Este inicia calles conexas a la plaza mayor y que
con la Calle de San Dimas de Santa Bárbara (entre calles 6A y 6B). Esta era la octava manzana del fue modificada desde principios del siglo
XX con la construcción del Capitolio
barrio Santa Bárbara según el Padrón de 1801. Su nombre tiene el apelativo “Santa Bárbara” como Nacional
ocurre con otros nombres que lo usan con el objetivo de distinguirlas de sus homónimas, en este
caso del barrio Las Nieves. Se desconoce específicamente la razón por la cual fue seleccionado este
santo (De La Rosa, 1938). Sigue hacia el norte la Calle de Santo Tomás de Villanueva (entre calles
6B y 6C). En la “Guía de Forasteros” para 1806 y “Estado General del Virreinato en 1794” se reporta
la ubicación de una casa en la Calle de Santo Tomás de Villanueva en lo que actualmente es la carrera
8ª entre calles 6B y 6C. Se desconoce el origen del nombre (De La Rosa, 1938).

Cruzando la Avenida José Asunción Silva (Calle 7ª) se sigue el recorrido hacia el norte a través de la
Calle de la Giralda (entre calles 7ª y 8ª). Se le dio este nombre por el puente de madera que se Imagen 17. Calle de La Giralda (Carrera
8ª entre calles 7ª y 8ª). Vista sur –
construyó sobre el Río San Agustín y que conectaba la carrera 8ª entre esta calle y la de Santo Tomás norte. A la izquierda se encuentra el
de Villanueva. En esta calle se ubicaban edificaciones importantes como el cuartel del batallón de Palacio de Nariño
artillería y la base militar de los conspiradores del 25 de Septiembre de 1828, la cual se encontraba
en las nomenclaturas 7-65 a 7-75. Ésta también fue la prisión del General Padilla y más tarde allí se
reunía el Congreso de la Nueva Granada (De La Rosa, 1938). Actualmente se encuentran el Claustro
de San Agustín al costado occidental (con estilo colonial y donde actualmente funciona el Sistema de
Patrimonio y Museos de la Universidad Nacional de Colombia) y el Palacio de Nariño (construido en
1908 y actual lugar de residencia del presidente de la República) al oriental. Sigue la Calle de Santa
Clara (Imagen 10) en donde se observan el Observatorio Astronómico, la iglesia museo de Santa
Clara, el Palacio de Echeverry (actual sede del Ministerio de Cultura) y la casa de los Comuneros, la
más antigua del lugar. Imagen 18. Calle de Santa Clara.
Costado norte. Se observa el contraste
entre las construcciones coloniales que
hoy se mantienen y el Capitolio Nacional
de estilo republicano.
Calles Patrimoniales
de la Candelaria
18 Memoria histórica y fomento turístico

10. LA PLAZA MAYOR Y SU HISTORIA HASTA LA PLAZA DE BOLIVAR


Como ya se ha mencionado, desde la misma fundación jurídica de Bogotá se designó la plaza mayor
como epicentro de Santafé con una extensión de 13.903 metros cuadrados. Durante la colonia se
ubicaba en medio de dos ríos, al norte estaba el rio Vicachá (San Francisco) y al sur el río Manzanares
(San Agustín), por lo que para permitir la comunicación se construyeron varios puentes que hoy están
bajo el suelo (León Soler, 2008). Hacia 1560 la Plaza Mayor era el sitio central de la villa donde
ocurrían las principales actividades comerciales, culturales, religiosas y solemnidades políticas. Allí
concurrían los mercados dominicales de Santafé y pobres y ricos confluían en un mismo punto.

Imagen 19. Plaza mayor de Bogotá, También, en la colonia, los españoles ubicaban un poste en el centro de la plaza para hacer los
1846. Acuarela de Edward Mark.
Biblioteca Luis Ángel Arango. Banco de castigos públicos, pero en 1538 el poste se reemplazó por una pila para abastecer de agua la
la República. Fuente: León Soler, 2008. comunidad, la cual fue reemplazada por una grande y adornada con una estatua de San Juan Bautista
niño, llamado popularmente el Mono de la Pila. Más tarde, en 1846 con motivo del primer centenario
del nacimiento del Libertador la pila fue remplazada por una estatua de Simón Bolívar, adoptando la
plaza este nombre (Vargas, 2007).

Adicionalmente, la proximidad a la Plaza Mayor era un rasgo de estratificación social, era un símbolo
del poder soberano, el lugar donde se reunía la autoridad divina y terrenal, por lo que se consideraba
el punto de mayor prestigio en la urbe (Saldarriaga Roa, 1994). En la plaza y sus alrededores
también se brindaban fiestas con chicha y turmequé que solían angustiar a los gobernantes desde la
colonia hasta inicios del siglo XX (Vargas, 2007) (León Soler, 2008).
Calles Patrimoniales
de la Candelaria
Memoria histórica y fomento turístico
19

En 1861 fue suspendida la plaza de mercado y las corridas de toros, desde entonces teniendo varias
transformaciones siendo muy importante la de 1961, al dar lugar a su apariencia actual (Zambrano
Pantoja, 2007). Actualmente aquí confluyen las grandes manifestaciones políticas y sociales que ha
tenido Colombia y se considera el punto neurálgico del país y un lugar turístico por excelencia.

Actualmente, alrededor de la Plaza de Bolívar se pueden observar las siguientes edificaciones: En el


costado oriental están la Catedral Primada de Colombia, el Palacio Arzobispal y la Capilla del Sagrario,
construida entre 1660 y 1689. Sus bases talladas en piedra presentan iconografía indígena como
ranas, flores y frutos que dan cuenta de la fusión cultural en el arte de Santafé (Escobar W. et Al,
2004). En el costado sur está el Capitolio Nacional declarado Monumento Nacional por el decreto
1584 del 11 de agosto de 1975. Desde 1876 se le comenzó a llamar “el enfermo de piedra" debido
a que su construcción estuvo llena de interrupciones desde 1871 a 1926 (Saldarriaga Roa, 1994).
Previamente a esta construcción en este lugar se ubicaba la Casa de la real Audiencia, el tribunal de
cuentas, la cárcel grande y el palacio virreinal; Por consiguiente, su construcción fue posible luego de
demoler todo (Escobar W. et Al, 2004). Imagen 20. Cambios en la Plaza Mayor.
(Entre calles 10ª y 11 y Carreras 7ª y
8ª). 1. Año 1907 (sentido
Actualmente, alrededor de la Plaza de Bolívar se pueden observar las siguientes edificaciones: En el oriente-occidente). 2. La plaza en 1921
costado oriental están la Catedral Primada de Colombia, el Palacio Arzobispal y la Capilla del Sagrario, (sentido suroccidente – nororiente). 3.
Año 1936 (sentido noroccidente –
construida entre 1660 y 1689. Sus bases talladas en piedra presentan iconografía indígena como suroriente). 4. Imagen del año 1947
(sentido suroccidente – nororiente)
ranas, flores y frutos que dan cuenta de la fusión cultural en el arte de Santafé (Escobar W. et Al,
2004). En el costado sur está el Capitolio Nacional declarado Monumento Nacional por el decreto
1584 del 11 de agosto de 1975. Desde 1876 se le comenzó a llamar “el enfermo de piedra" debido
a que su construcción estuvo llena de interrupciones desde 1871 a 1926 (Saldarriaga Roa, 1994).
Previamente a esta construcción en este lugar se ubicaba la Casa de la real Audiencia, el tribunal de
cuentas, la cárcel grande y el palacio virreinal; Por consiguiente, su construcción fue posible luego de
demoler todo (Escobar W. et Al, 2004).
Calles Patrimoniales
de la Candelaria
20 Memoria histórica y fomento turístico

En el costado occidental de la Plaza se encuentra el Palacio de


Liévano, actual sede de la Alcaldía Mayor de Bogotá. Durante la
colonia allí se encontraban la Cárcel Chiquita, la Cárcel de Mujeres, el
Desalojo de los Alcaldes, la Casa del Cabildo y el Despacho de los
Virreyes. No obstante, un terremoto ocurrido el 16 de noviembre de
1827 deterioró de manera importante estas edificaciones, lo que
obligó a su demolición y en su lugar construir Las Galerías de Arrubla,
edificio que prestó servicio como Palacio Municipal durante el siglo
XIX y que fue el primer centro comercial de Bogotá. Este se incendió
el 20 de Mayo de 1900 por lo que en su reemplazo se construyó
desde el año 1904 este edificio con estilo neoclásico francés gracias
al señor Indalecio Liévano Aguirre (Saldarriaga Roa, 1994)
(Zambrano Pantoja et Al, 2007) (Escobar W. et Al, 2004).

En el costado norte de la Plaza de Bolívar se encuentra el Palacio de Justicia. A lo largo de la historia


de Colombia han existido tres edificios que han servido de sede al Palacio de Justicia. El primero
activo desde los años veinte del siglo XX, de estilo neoclásico diseñado por Pablo de la Cruz quedaba
en la calle 11 con carrera 6ª. Lamentablemente quedó destruido el 9 de Abril de 1948 tras el
Bogotazo, por lo que con la remodelación de la Plaza de Bolívar en 1960 decidió construirse por
segunda vez en el costado norte de la plaza. Este fue diseñado por el arquitecto Roberto Londoño
y se inauguró en 1970, pero fue incendiado en la toma del M-19 en 1985. El tercer Palacio de Justicia
nuevamente diseñado por Roberto Londoño se construyó manteniendo la altura y materiales de las
Imagen 21. La Plaza de Bolívar edificaciones contiguas en la Plaza Simón Bolívar, pero se realizó con un estilo diferente y con mayor
actualmente. 1. Costado oriental. 2.
Costado sur. 3. Costado occidental. 4. seguridad debido a los antecedentes. Este fue inaugurado en 1998 en el mismo costado norte de la
Costado norte.
Plaza Simón Bolívar (Zambrano Pantoja, 2007)
Calles Patrimoniales
de la Candelaria
Memoria histórica y fomento turístico
21

11. DEL RÍO VICACHÁ AL EJE AMBIENTAL.


Una de las razones por las cuales los españoles se asentaron en Teusaquillo en el Siglo XVI fue
definitivamente el fácil acceso al recurso hídrico y es que Santafé estaba delimitada principalmente
por dos ríos que nacen en la cordillera. Por el norte el río Vicachá, como lo llamaban los Muiscas y
por el sur el río Manzanares.

El río Vicachá fue renombrado por los españoles como Río San Francisco. Este abasteció de manera
considerable la capital desde el siglo XVI, cuando fue canalizado, hasta finales del siglo XIX. El río
bajaba con fuerza hacia la ciudad siguiendo el curso de lo que hoy es la avenida Jiménez de Quesada
hasta la actual carrera 10ª. Tenía numerosos puentes, los que hoy están bajo el suelo.

El principal de los puentes de este río fue el Puente San Francisco que estuvo sobre lo que hoy es la
carrera séptima. Este cumplió funciones de aduana y de peaje, y a su alrededor ocurría comercio que
estimulaba la renovación de estilo del relevante puente.

Siglos más tarde, en 1930, el río se tapó con el objetivo de facilitar la movilidad y parar la
construcción de puentes, que además estaba relacionado a la exposición de ríos contaminados que
eran foco de enfermedades infecciosas (Garzón Vargas et Al., 2014). Como consecuencia el río quedó
sepultado durante muchos años hasta que en el año 2000, Rogelio Salmona y Louis Kopec diseñaron
el proyecto del Eje Ambiental para contribuir en el rescate del Centro histórico dejando a la vista la
corriente del emblemático Río San Francisco (IDPC). Durante las obras se descubrió accidentalmente
el puente de Las Aguas o de Boyacá en la actual Calle 19 con Carrera 3ª. Este puente puede verse a
Imagen 23. Ampliación de la Avenida
través del enrejado a lado occidental del eje ambiental, adyacente a la iglesia de las Aguas. Jiménez en la década del 40 del siglo XX.
Fuente: Archivo de Bogotá

Imagen 22. Puente San Francisco en 1895. Fuente: Archivo de Bogotá. Hoy es el
cruce del eje ambiental con la Carrera 7ª.
Calles Patrimoniales
de la Candelaria
22 Memoria histórica y fomento turístico

El recorrido a lo largo del eje ambiental permite transportar al


transeúnte por diferentes épocas desde de la colonia en la Quinta de
Bolívar en el Barrio Las Aguas (Calle 21 No. 4A -30 Este), pasando
por las construcciones vanguardistas de la Universidad de Los Andes,
una de las mejores del país. Así mismo se encuentra la Iglesia y la
Plazoleta de Nuestra Señora de Las Aguas construida en 1644 y
restaurada en 2003.

A través del eje ambiental también puede llegar a la plazoleta del


Rosario (entre calles 5ª y 6ª) que data del siglo XVI y cuya forma
hexagonal evoca la arquitectura de la época. Allí se aprecia también
el Colegio Mayor del Rosario. Al caminar más hacia el occidente, luego
de la Calle Real (Carrera 7ª) se encuentra la Calle de Los Carneros. El nombre de esta calle se dio
por cuanto al ser adyacente a la iglesia de San Francisco, fue escogida en la colonia para hacer un
hoyo grande llamado carnero y enterrar allí a los muertos que no eran dignos de llevar al panteón,
por su posición económica o por ser suicidas. Igualmente, allí eran depositadas las osamentas sin
reclamar y que eran sacadas del cementerio, luego de un tiempo determinado. Un sitio similar se ha
referenciado en la Calle del Llano de Belén (Carrera 3ª entre calles 6B y 6D) Barrio Belén, ubicada
en la parte posterior de la iglesia del mismo nombre (De La Rosa, 1938).

Imagen 24. Calle 19A (entre Carreras 4ª


y 3ª Este), frente a la Universidad de Los
Andes en el barrio Las Aguas. Arriba se
observa el barrio Las Aguas
y en la parte superior esta misma calle
en una foto de 1898 tomada por Henry
Duperly. Archivo de Bogotá.

Imagen 25. 1. El eje ambiental a la


altura de la Iglesia de Las Aguas. Se
observa a la derecha el canal por el que
corre actualmente el Río San Francisco.
2. La plazoleta del Rosario entre las
carreras 6ª y 7ª. 3. Avenida Jiménez a la
altura de la Carrera 8ª (Calle del
Resbalón. Nombre derivado por la
humedad del piso ocasionada por la
cercanía al puente de San Francisco) 4.
La Avenida Jiménez hacia el occidente.
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12. DEL RÍO MANZANARES A LA AVENIDA JOSE ASUNCIÓN SILVA


Así como el río Vicachá tuvo un impacto como límite norte de
Santafé, el río Manzanares dejó su huella en el límite sur. Naciendo
en la cordillera y con una dirección oriente – occidente en la zona
equivalente a la actual Calle 7ª, también fue canalizado durante la
colonia, debido a sus constantes desbordamientos y a sus aguas
negras que causaban enfermedades (por la ausencia de
alcantarillado). Con la llegada de Jiménez de Quesada, su nombre
cambió de Manzanares a San Agustín, como consecuencia de la
construcción de la iglesia del mismo nombre en la actual Calle de
San Agustín (Carrera 7ª Calle 7ª)

La influencia del río y sus puentes tuvieron relevancia en el nombre


de las calles adyacentes como la Calle del Giral o de la Giralda (Calle
7ª entre carreras 8ª y 9ª) por el puente con el mismo nombre. La
Calle de San Pedro de Lesmes (Carrera 6ª entre calles 6c Bis y 7ª)
por estar junto al sur del puente de Lesmes, construido en 1602 y
uno de los más importantes sobre el río y la Calle del Puente de Lesmes (Carrera 6ª entre Calles 7ª Imagen 26. La canalización del río San
Agustín a mediados del siglo XIX. Archivo
y 8ª). En esta calle a inicios del siglo XIX vivió don Pantaleón Gutiérrez Quijano en la casa enumerada de Bogotá.
como 7-10. Adicionalmente allí se encuentra la histórica casa del Marqués de San Jorge, hoy un
interesante museo arqueológico y contigua a esta se encuentra la casa del Coronel Ramón Guerra
(De La Rosa, 1938).

Luego de la canalización del río, este se convirtió en una calle y sus aguas, así como sus puentes
fueron dejados bajo el suelo. Hoy, esa calle es la Avenida José Asunción Silva. Esta es llamada así en
honor del Poeta Bogotano precursor del modernismo que vivió y se suicidó en La Candelaria,
específicamente en su casa ubicada en la Calle de Borja (Calle 12C entre Carreras 3ª y 4ª) Barrio
Concordia. Actualmente la casa republicana es un espacio cultural (Casa de Poesía Silva) abierto al
público.

Imagen 27. La actual Avenida José


Asunción Silva a la altura de la Carrera
5ª. Actualmente esta calle divide al
Barrio Egipto del Barrio Belén y al
Barrio Centro Administrativo del Barrio
Santa Bárbara.
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24 Memoria histórica y fomento turístico

13. LA CALLE REAL. El eje transversal de la historia de Bogotá.


Imagen 28. Algunas fotografías de la
Los conquistadores la llamaron Calle de la carrera o Calle real, pero más adelante la actividad
antigua Calle Real. 1. En 1895 entre significativa de los comerciantes causó que fuera coloquialmente conocida como de “Los
calles 12 y 15 en dirección norte.
Fotografía tomada por Henri Louis Mercaderes”. Era una de las principales vías de acceso a la antigua Santafé colonial, ya que permitía
Duperly. 2. En 1890. Autor desconocido. ingresar por el norte y el sur. Esta arteria principal de la ciudad replicaba el camino indígena de
3. Segunda calle real del comercio en
1908. Fotografía tomada por Henri Louis comercio de sal y esmeraldas. el cual comunicaba al norte con Usaquén, Chía y Tunja, y al sur con los
Duperly 4. Tranvía en el año 1934. Foto Llanos Orientales. Debido a que esta vía conectaba con Tunja, en los inicios, antes de ser Calle real,
tomada por Al Kamkoff. Fuente: Archivo
de Bogotá los conquistadores le llamaban “Camino de Tunja” (Fundación Erigaie, 2015).
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Memoria histórica y fomento turístico
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Cada tramo de la calle era identificado con un nombre diferente:


calle Real de Santa Bárbara (Entre Calles 6A y 6C) nombre derivado
de la iglesia del mismo nombre construida en 1585 en el lugar
donde cayó un rayo. En la religión católica, Santa Bárbara es la
abogada de las tormentas, los rayos, las tempestades y la buena
muerte. Calle de San Agustín ((Entre Calles 6C y 7ª) por la iglesia
del mismo nombre. Calle de la Carrera (Entre Calles 7ª y 10ª), calle
Real del Comercio (1ª, 2ª y 3ª Entre Calles 11 y 12C) y Calle del
Puente de San Francisco (Entre Calles 12C y Avenida Jiménez).
Además, esta calle se ha caracterizado por tener diferentes
nombres en la misma época y a lo largo de su historia (Zambrano
Pantoja, 2007). En 1849 se conocía como Carrera del Norte con
Calles 1, 2 y 3; en 1876, era la Carrera 1ª al oriente y en 1886 se
le llamó Carrera Séptima, como la conocemos actualmente, aunque hoy su nombre oficial es
Transversal Eduardo Posada Flórez, en honor a un notable científico colombiano. No obstante el
nombre “Calle Real” siguió siendo popular hasta mitad del siglo XX (Fundación Erigaie, 2015).

Debido a la importancia de esta calle se construyeron importantes sitios allí, como la Catedral
Primada, el convento de Santo Domingo (demolido a principios del siglo XX como consecuencia de los
daños sufridos durante el terremoto Las iglesias de Santa Bárbara, San Francisco, La Tercera, La
Veracruz, Las Nieves, San Agustín y San Diego. Adicionalmente, solía ser la primera calle en ostentar
servicios novedosos, como en el año 1822, cuando contaba con el privilegio de tener seis faroles
(Zambrano Pantoja, 2007). Entre 1884 y mediados del siglo XX transitaba allí el tranvía de la ciudad,
que era halado por mulas y comunicaba a Bogotá con Chapinero (al norte). También era testigo del
desfile del Corpus Christi y de las marchas fúnebres de los personajes más destacados de la
sociedad. En los años veinte del siglo XX era la ruta del Carnaval Estudiantil con desfile de carrozas
y muerto llorado “Don Pericles Carnaval” (Bohórquez et Al, 2016) y en 1948 fue el escenario del
caos y asesinato del líder político del partido Liberal Jorge Eliécer Gaitán en la avenida Jiménez, hecho
que se conoce históricamente como El Bogotazo.

Desde el 6 de Enero de 2015 se optó por la peatonalización de la séptima con el objetivo de resucitar
el perdido “septimazo”, como se le llamaba al tradicional recorrido que daban los bogotanos por la
carrera séptima durante los años cuarenta del siglo XX.

A la carrera 7ª llegaban los bogotanos atraídos por los buenos almacenes, los bancos y el Teatro Imagen 29. Algunas fotografías de la
actual Carrera Séptima. 1. Iglesia de
Colombia. Actualmente, por este tramo peatonal pueden observarse las construcciones coloniales y Santa Bárbara. 2. 1ª y 2ª Calle del
Comercio. 3. Tercera calle del comercio
republicanas, así como las de mediados del siglo XX, en donde se encuentran actividades públicas, 4. Intersección de la Carrera Séptima
gastronómicas, artistas callejeros (músicos, pintores, estatuas humanas) y numerosos sitios icónicos con Avenida Jiménez (eje ambiental). Se
ven los rieles del tranvía que fueron
de la ciudad. descubiertos en el año 2015 como
parte de la memoria histórica de la Calle
Real y esta primera e importante clase
de transporte público.
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26 Memoria histórica y fomento turístico

14. LA VIOLENCIA POLÍTICA EN LAS CALLES DE LA CANDELARIA


Así como las calles de La Candelaria dan testimonio de las historias cotidianas, y los cambios
políticos, económicos, sociales, culturales y arquitectónicos desde la fundación de Bogotá, también
han sido protagonistas de varios hechos violentos en el siglo XX, de los cuales se destacan dos, el
bogotazo y la toma del palacio de justicia. El primero, como base del conflicto armado interno que
vivió el país durante más de 60 años y el segundo como consecuencia de ese mismo conflicto y su
probable alianza con el narcotráfico.

El Bogotazo

La Bogotá de los años 40 en el Siglo XX se caracterizaba por un crecimiento en su número de


habitantes debido a que gran número de familias campesinas no solo de las poblaciones cercanas a
la capital, sino de otras regiones del país, llegaban a la ciudad en busca de nuevas oportunidades
generadas por los cambios políticos, sociales y económicos que se generaron desde la
independencia.

Desde el siglo XIX, los dos principales caudillos de la independencia, Simón Bolívar y Francisco de
Paula Santander tuvieron grandes diferencias ideológicas, principalmente frente al sistema de
organización estatal. El primero promovía un sistema centralista (los poderes concentrados en
Bogotá y desde ahí gobernar al resto del país), mientras que el segundo buscaba una división del
Estado en federaciones que gobernaran autónomamente en cada región. Estas diferencias políticas
conllevaron a la creación de los dos principales partidos colombianos; el conservador con los ideales
de Bolívar y los liberales con un apoyo a las ideas de Santander.

Durante la primera mitad del siglo XX, los dos partidos tenían polarizado el país no solo a nivel
político, sino ideológico. En 1948 estaba en el poder un presidente conservador, Laureano Ospina
Pérez., pero un dirigente liberal de nombre Jorge Eliecer Gaitán, abogado, defensor de la reforma
agraria, de las poblaciones más vulnerables de la época, exalcalde de Bogotá y exministro de
educación y de trabajo, era el candidato con mayor opción a ganar las elecciones para la presidencia
en el año 1950.
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de la Candelaria
Memoria histórica y fomento turístico
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La oficina de Jorge Eliecer Gaitán se encontraba en el edificio Agustín Nieto, en la Carrera 7ª con calle
14 (Calle del Puente San Francisco), por lo que diariamente este caudillo se desplazaba por la zona
de La Candelaria, en especial por la Calle Real, la Carrera 8ª, la Avenida Jiménez y la plaza de Bolívar. Imagen 30. Algunas fotografías del
El 9 de Abril de 1948 a la 1:05 P.M., Gaitán salió de su oficina con destino al Hotel Continental ubicado Bogotazo. 1. Destrucción por incendio
de las edificaciones de la Carrera 7ª
en la Avenida Jiménez con carrera 4ª. En la entrada del edificio lo esperaba un hombre llamado Juan entre calles 11 y 12. 2. El tranvía
característico de la Bogotá de finales del
Roa Sierra, quien disparó sobre el caudillo en tres oportunidades hiriéndolo de muerte. Mientras que siglo XIX y principios del XX fue objeto de
Gaitán era llevado a la Clínica Central en la Calle 12 entre carreras 5ª y 6ª (Calle de Paula, también vandalismo y se destruyeron todos sus
carros. Posteriormente las vías fueron
conocida como Cuartillo de Queso), donde finalmente murió, el asesino fue perseguido por la gente dejadas bajo el asfalto. 3. El cuerpo de
que se dio cuenta del crimen. Roa fue capturado por un policía que lo ingresó a una droguería que se Juan Roa es arrastrado por la Carrera 7ª
en sentido del Palacio de Nariño. 4. La
ubicaba sobre la Carrera 7ª, pero la multitud ingresó allí, lo golpeó y lo asesinó. El cuerpo de Roa fue destrucción también se vivió en la
Avenida Jiménez. Fuente: Archivo de
arrastrado por toda la Carrera 7ª hasta el Palacio de Nariño, donde dejaron su cadáver. Bogotá
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28 Memoria histórica y fomento turístico

La multitud seguidora de Gaitán, incluyendo algunos policías y militares inició una revuelta en contra
del gobierno conservador, lo que conllevó al inicio de saqueos y finalmente a la destrucción de gran
parte del centro histórico de Bogotá, incluyendo edificios, el tranvía y locales de la zona,
especialmente los que se encontraban en la Calle de Florián (Carrera 8ª entre calles 11 y 12), con
ventas principalmente de textiles y la Calle San Miguel (Calle 11 entre carreras 8ª y 9ª) donde se
encontraban y se encuentran hoy, varias tiendas de venta de sombreros, parte esencial del atuendo
bogotano desde la misma colonia.

Estos hechos, que se desarrollaron a lo largo de tres días, son conocidos en la historia como El
Bogotazo y tuvieron como consecuencia inmediata no solo la muerte de más de 300 personas, sino
a nivel político, la creación de los primeros grupos guerrilleros y el posterior desarrollo del conflicto
armado colombiano. También tuvo una consecuencia en la economía y la arquitectura del centro
histórico de la ciudad, pues al destruir gran parte de este, se construyeron nuevas edificaciones que
son las que se pueden observar actualmente.

La toma y retoma del Palacio de Justicia


Imagen 31. La retoma del Palacio de
Justicia en 1985. El ejército colombiano El 6 de Noviembre de 1985 antes del mediodía, un comando guerrillero del movimiento 19 de Abril,
se tomó el lugar combatiendo con
tanques y fusiles a los guerrilleros que M-19, ocupa militarmente el Palacio de Justicia de Bogotá (Costado norte de la Plaza de Bolívar)
se encontraban al interior. Fuente: sede de la altas cortes de justicia del país, tomando alrededor de 350 rehenes, entre ellos los
Periódico El Tiempo.
magistrados, incluyendo al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alfonso Reyes Echandía, los
funcionarios judiciales, los trabajadores y visitantes del lugar.

Durante dos días, las calles del centro histórico de Bogotá fueron un escenario de guerra que
estremeció las bases de la democracia nacional.

Ello ocasionó casi un centenar de víctimas mortales y en su momento 14 desaparecidos, sobre los
cuales existen testimonios y videos de los medios de comunicación que mostraban que efectivamente
salieron del palacio, pero que de manera inexplicable fueron
encontrados sin vida luego de un gran incendio que consumió el
edificio entre la noche del 6 y la mañana del 7 de Noviembre.

A la fecha, todavía no se sabe el paradero de varios desaparecidos


y existe un plan del Estado en el que se está exhumando a las
víctimas para identificarlas a través de estudios genéticos forenses,
encontrando que varios de los desaparecidos estaban en las tumbas
de víctimas que fueron identificadas luego de los hechos.
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de la Candelaria
Memoria histórica y fomento turístico
29

15. LA TRADICIÓN RELIGIOSA EN LAS CALLES PATRIMONIALES


Desde la misma fundación, Bogotá ha tenido un desarrollo
urbanístico con gran importancia religiosa. Por ello, el poblamiento
y el desarrollo de la ciudad, sus plazas y sus calles, se dio alrededor
de las iglesias, principalmente de la Catedral Primada. A lo largo de
su historia y en especial durante la colonia, en las diferentes zonas
en las que fue dividida la ciudad, se construyó una iglesia. Por ello,
la arquitectura colonial con influencia española o francesa se
encuentran en cada uno de los templos de la Candelaria: Santa
Bárbara, Nuestra Señora de Belén, Las Aguas, Santa Clara, San
Agustín, San Ignacio, La Concepción, La Candelaria y Egipto.
Ello ha conllevado a que las conmemoraciones religiosas católicas
se vivan de forma muy especial en La Candelaria.
Imagen 32. Fiesta del Corpus Christi.
Durante los siglos XIX y XX, los habitantes de La Candelaria celebraban las fiestas religiosas tales Procesión a lo largo de la Calle Real en
como la semana santa, la navidad y la fiesta de reyes, entre otras, por medio de verbenas (fiesta donde conc. urrían líderes políticos,
sociales, religiosos y los habitantes de la
religiosa de un barrio o localidad y asociada a algún santo o patrón) y procesiones, entre las cuales ciudad. Fotografías de Henry Duperly,
1895 y 1905
se destacaban las de Santa Bárbara, en la iglesia de esta santa y la del Corpus Christi.

Actualmente, durante la semana santa, las iglesias de La Candelaria tienen una gran cantidad de
visitantes de toda la ciudad, así como de turistas. La tradición católica indica que se deben visitar siete
(7) iglesias durante esta conmemoración religiosa y por eso las calles de la localidad se ven
inundadas por creyentes durante el jueves, pero principalmente el viernes santo.

Una de las fiestas religiosas con más tradición y que se ha conservado en La Candelaria durante más
de 100 años, es la fiesta de los reyes magos que se desarrolla el 6 de Enero en la Iglesia de Nuestra
Señora de Egipto (Carrera 1 Este #10-58 – se puede acceder caminando a través de la Calle 10ª-). Imagen 33. Fiesta de los reyes magos
Habitantes y visitantes se toman las calles alrededor de la iglesia y disfrutan de la ceremonia religiosa, en la iglesia del Barrio Egipto. Imágenes
de wordpress y El Espectador.
acompañada de una obra teatral que conmemora la llegada de los reyes magos a Belén para visitar
al niño Jesús.

Así mismo, las calles se inundan de ventas de comida típica, en especial de la chicha, una de las
bebidas ancestrales muiscas (a base de maíz fermentado) que ha prevalecido en la localidad y que
hoy, gracias a la tradición oral de las mujeres del Barrio Egipto, se sigue manteniendo similar a la
chicha que se producía antes de 1538 y durante toda la época de la colonia y la independencia. La
fiesta de reyes del Barrio Egipto fue declarada patrimonio cultural de Bogotá.
Calles Patrimoniales
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30 Memoria histórica y fomento turístico

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Autores
Claudia Delgado Aguacia, MSc.
Jenny Paola Becerra Castro, MA.
Juan Pablo Roberto Barbosa, BA.
Santiago Reina Camacho, BA.

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