Está en la página 1de 64

COCREAR

CONECTAR
CONSERVAR
Manual ilustrado para guías de
turismo de cultura en Colombia
Director del Proyecto
Gilberto Salcedo Ribero,
Vicepresidente de
Turismo, ProColombia
María José Silva Arango,
Gerente de Turismo
Vacacional, ProColombia

Comité Editorial
Ana María Fríes, Gerente General,
Artesanías de Colombia
Felipe Buitrago Restrepo,
Ex Ministro de Cultura
Germán Rey, profesor
e investigador en
Comunicación y Cultura
Gilberto Salcedo Ribero,
Vicepresidente de
Turismo, ProColombia
Iván Benavides, músico,
compositor, productor
y gestor cultural
Diseñadores gráficos
Julián Guerrero Orozco,
Ex Viceministro de Turismo Andrés Álvarez Franco
María José Silva Arango, Cristine Villamil Ramírez
Gerente de Turismo Jeisson Reyes Garavito
Vacacional, ProColombia Sarah Peña Garzón
Coordinación logística Nicolás Carvajal Prada
Julia Correa Vásquez Editor General Ana María Fríes: “Las artesanías,
Paola Méndez Rodríguez Fredy Ordóñez Arboleda un país hecho a mano”
Juliana Duque Mahecha:
Producción Editorial Editores “La cocina que somos”
Puntoaparte SAS Andrea Echeverri Gutiérrez Juan Fernando Velásquez Ospina:
www.puntoaparte.com.co “Sonidos, historias y saberes”
Ángela Alfonso Botero Liliana Guerra Ospina
Director Editorial John Güecha Hernández Sergio Méndez Vizcaya:
“Las religiones, base de Paloma Palau Valderrama
Andrés Barragán Montaña Juan Micán González nuestras tradiciones” Sebastián Wanumen Jiménez
Nicolás Sepúlveda Perdomo Flor Méndez Linares
Director de Arte Narrativas regionales
Pilar Pardo Herrero
Mateo L. Zúñiga Javier Ortiz Cassiani: “Gran Fichas
El guía de cultura Caribe colombiano” Andrés Montes Rojas
Director de Ilustración
Armando Díaz Rojas Ana María Arango Melo y
Guillermo Torres Carreño Juliana Rojas Lugo: “Gran Traductores
Narrativas transversales Pacífico colombiano” Alexander Klein Ochoa
Ilustradores
Germán Rey: “Territorio y Sandra Mendoza Lafaurie: “Andes Camilo Roldán Millard
Alejandra Castaño Hoyos cultura: gestos de convivencia, Orientales colombianos”
Andrea Santana Quiñones redes de significado” Tiziana Laudato
Olga Acosta Ossa, Ángela
Andrés Rodríguez Carl Langebaek Rueda: “Quince Sosa Cataño y Lina Martínez Producción Podcast
Arturo Gutiérrez González mil años de historia indígena” Mejía: “Andes Occidentales
colombianos” Iohan Estévez Martínez
Cristhian Contreras Ramos Javier Ortiz Cassiani: “Sin
lo negro, no hay nación” Germán Ferro Medina y David Chebair Jaramillo
Diana Londoño Aguilera María Fernanda Franco Ortiz: José Restrepo Viana
Felipe Buitrago Restrepo: “Las
Felipe Flórez Murillo instituciones, reflejo de nuestra “Macizo colombiano”
Iván Cortés Baquero diversidad cultural y étnica” Nelson Ortiz Amézquita, Locución Podcast
Laura Hernández Botero Brigitte Baptiste Ballera: “La Alejandra Salazar Molano y Lidia Esther Borrero
biodiversidad, otra manera Mateo Molano: “Amazonía- Kateryn Mendoza Sabogal
Michael Cárdenas Ramírez Orinoquía colombianas”
de viajar y encontrarnos
Sofía Londoño Martínez a través de la cultura” Bases de datos y archivos
Steven Pinzón Rodríguez Contenidos podcast Cocrear,
Clara van der Hammen Malo Conectar, Conservar María Fernanda Barragán Jaime
y Elcy Corrales Roa: “Lagos,
Diseñador general ríos y mares, una cultura Amelia López López ISBN:
Jerson Siabatto Moreno que fluye con el agua” Juan Fernando Velásquez Ospina 978-628-7526-06-8

El material incluido, pero no limitado a ilustraciones, artículos, fotografías y en general la información de este Manual
Ilustrado para guías de cultura en Colombia y publicado en la página Colombia.Travel, está protegido por las leyes en
materia de propiedad intelectual de la República de Colombia. Las declaraciones y/u opiniones expresadas en la publicación
y en las piezas que acompañan este manual son opiniones del autor de la obra de carácter personal, que no corresponden
ni reflejan la posición del Gobierno Nacional, ProColombia ni del resto de entidades que han intervenido en el proyecto, Este trabajo es publicado bajo Licencia Internacional
quienes no asumirán responsabilidad alguna por cualquier daño directo, indirecto, incidental o consecuencial, punitivo, de Atribución Creative Commons 4.0 (Atribución –
especial, derivado y/o de cualquier otro daño que pueda ser causado en razón de lo allí expresado. Sin productos derivados – No uso comercial).
COCREAR
CONECTAR
CONSERVAR
Manual ilustrado para guías de
turismo de cultura en Colombia
Prólogo

D
esde ProColombia hemos redoblado esfuer- referencias a nuestra colombianidad, pues su plu-
zos para promocionar a nuestro país como ma ha logrado plasmar, a través de una ingeniosa
un destino confiable, sostenible y de alta y apasionante narrativa, las costumbres y tradi-
calidad para el turista internacional. ciones de toda una nación que enamora a través
Dos de los atributos más destacados para el logro de su cultura.
de ese objetivo, que son claves para la reactivación de Lo mismo sucede con manifestaciones como el
la industria y de la economía en general, son la biodi- Carnaval de Barranquilla, fiesta de la cual tuve el
versidad y la magnífica riqueza cultural de Colombia. honor de ser reina, y que es Patrimonio Inmaterial
Conscientes de estas ventajas, de la mano del de la Humanidad de la Unesco.
Viceministerio de Turismo de Colombia lanzamos Se trata de una celebración centenaria que enor-
COntemplar, COmprender, COnservar. Manual ilustra- gullece a un país y que reúne a los habitantes de una
do para guías de turismo de naturaleza en Colombia. ciudad, sin distingo alguno, alrededor de la música,
Se trata de un trabajo que nos ha llenado de el baile y una maravillosa simbología.
orgullo, pues ha tenido una gran acogida entre los Somos el país de los 1.000 ritmos musicales, a
actores más relevantes de la industria y se ha con- través de los cuales ha evolucionado nuestra cultu-
vertido en una fuente de consulta obligada para los ra, se han transmitido nuestros saberes, así como
amantes de la naturaleza. gracias a las artesanías hemos tejido nuestro futu-
Uno de los legados de dicho documento es la con- ro, y todas nuestras manifestaciones han marcado
firmación de que la diversidad natural de nuestro nuestra historia.
país enmarca la amplia riqueza cultural colombiana. Somos también el país de Encanto, la sexagésima
El territorio en donde habitamos y su biodi- película animada de Disney, que está inspirada en la
versidad originan diversas manifestaciones de la diversidad de nuestra cultura.
cultura colombiana, representada en nuestros rit- Todas estas expresiones nos señalaron el camino
mos, tradiciones, lenguas, artesanías y costumbres para la creación de COcrear, COnectar, COnservar.
gastronómicas, entre otras. Manual ilustrado para guías de turismo de cultura
Prueba de todo lo anterior es la obra del Nobel de en Colombia, el cual es una continuación del manual
Literatura Gabriel García Márquez, quien, de acuerdo para guías de naturaleza.
con la Unesco, es uno de los autores más traducidos Tuvimos buenas razones para adoptar estos
de la historia y el creador del realismo mágico. tres conceptos.
Los que hemos tenido el privilegio de sumer- COcrear, porque buscamos incluir a todos los
girnos en la fascinante trayectoria de “Gabo” de actores de la cadena turística para generar y for-
inmediato nos hemos encontrado con incontables talecer vínculos, intercambiar conocimiento y
resaltar en conjunto nuestra diversidad cultural a sostenible alrededor de esta; y brindar herramientas
través de experiencias turísticas auténticas, propias a los guías de turismo y a los nuevos actores de la
y enriquecedoras. cadena de valor de este segmento turístico.
COnectar, porque en este proceso de COcrear Nosotros como colombianos hacemos vivir a
experiencias conjuntas se genera un vínculo cer- otros lo que somos, por nuestra diversidad cultural,
cano entre el guía y el viajero, y entre el nacional pero también porque somos un país en transforma-
y el extranjero. ción que evoluciona gracias a su resiliencia.
Y COnservar, porque al haber COcreado y COnec- Por supuesto, este nuevo manual hace parte de
tado la cultura decidimos admirarla, vivirla y protegerla. una estrategia que favorece el turismo cultural. Esta
Es un proceso de intercambio entre seres huma- incluye la nueva política para este tipo de turismo,
nos, que le otorga sentido a la experiencia turística presentada recientemente y cuyo propósito es es-
y permite que las vivencias que ofrece el destino se tablecer los lineamientos y adoptar medidas para
traduzcan en un viaje físico e interior, memorable y el desarrollo sostenible del turismo asociado a la
transformador. cultura, entre muchas otras acciones.
Adicionalmente, tenemos los argumentos necesa- En tal sentido, nos da mucho gusto presentar esta
rios para aprovechar todo nuestro potencial como nueva publicación, que es producto de una rigurosa
destino de turismo cultural. investigación ejecutada por un equipo multidiscipli-
Somos el quinto país de Latinoamérica y del Ca- nario de las más altas calidades.

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


ribe en número de reconocimientos de la Unesco Estamos convencidos de que este trabajo se va a
después de México, Brasil, Perú y Argentina. traducir en mayor competitividad para el sector y en
Contamos con nueve patrimonios materiales de la generación de empleo y divisas para las regiones
la humanidad y nueve patrimonios culturales inma- del país.
teriales; tres ciudades creativas de la música; y tres De todo corazón espero que disfruten de la lec-
ciudades creativas de la gastronomía. tura de esta publicación que nos enorgullece y que
Así mismo, recientemente, dos más de nuestras es un verdadero tesoro, pues es un fiel reflejo de la
ciudades, Ibagué y Pasto, ingresaron a la Red de maravillosa cultura colombiana.
Ciudades Creativas de la Unesco.
Y en la actualidad contamos con 19 denominaciones
de origen en torno a la gastronomía y a las artesanías.
Todas estas características nos invitan a dar a co-
nocer la diversidad cultural de Colombia; propiciar el Flavia Santoro Trujillo
4-5

respeto por la cultura y el desarrollo de un turismo Presidenta de ProColombia


COCREAR · CONECTAR · CONSERVAR
Carta del
comité editorial

S
e pueden decir muchas cosas acerca de la bia: es un repertorio textual y gráfico de historias
cultura colombiana. Se puede hablar, por para narrar la cultura del país de maneras nuevas y
ejemplo, de su diversidad y del hecho de con ello fortalecer su potencial turístico al máximo.
que este es un país que ha sido habitado por Pero el proyecto no solo fue pensado para empode-
105 pueblos nativos. Se puede mencionar, así mis- rar a los guías de turismo, también fue concebido
mo, que tiene cerca de 85 lenguas nativas, además para empoderar a todos los colombianos a la luz
de dos lenguas creole y el español, lo cual es una de este gran ejercicio narrativo-turístico. ¿Quiénes
muestra elocuente de una riqueza lingüística ex- mejor que nosotros mismos, los colombianos, para
traordinaria. También se puede decir que Colombia entender, conocer, valorar y transmitir los valores y
es un país de innovación persistente en el ámbito bondades de nuestra cultura?
de lo simbólico o que constituye un territorio donde El presente proyecto hereda los principios edi-
conviven grupos muy diferentes y, sobre todo, va- toriales de Contemplar, Comprender, Conservar.
rias regiones que se identifican culturalmente y que Manual Ilustrado para guías de turismo de naturale-
tienen diálogos muy fructíferos entre sí. Sea como za en Colombia. En tal medida, también constituye
sea, el panorama cultural colombiano es tan rico y una plataforma de contenidos digitales e impresos
tan diverso que, en el contexto del turismo cultural, rigurosos, estéticos y accesibles. La relación entre
constituye una oportunidad tremendamente fértil el manual de cultura y el manual de naturaleza es
para el país. de hermanos gemelos, porque si bien la separación
En tiempos recientes, el turismo cultural ha veni- entre cultura y naturaleza ha sido una constante,
do evolucionando: ha dejado de lado los traslados de estas se encuentran perfectamente conectadas y no
un lugar a otro en busca de edificios o monumentos pueden vivir una sin la otra (pensemos, por ejemplo,
en favor de búsquedas más personales e íntimas en nuestras comunidades indígenas, en las que la

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


para establecer conexiones con seres humanos cultura está estrechamente asociada a la naturale-
del presente o del pasado y para vivir experiencias za). Por tal razón, además del objetivo narrativo, la
transformadoras. Dichas experiencias se forjan gra- articulación de ambos manuales puede conectar y
cias a narrativas, que son las que les dan sentido, y propiciar conversaciones necesarias entre natura-
a sus narradores, que son quienes les dan impacto y leza y cultura, algo que también será de beneficio
recordación. Los guías de turismo de cultura son, en para nuestro país y su industria turística.
esencia, nuestros narradores, pues son los responsa- Como miembros del comité editorial agradecemos
bles de mostrarle al mundo la diversidad de nuestras la oportunidad que nos ha ofrecido ProColombia
expresiones artísticas y la riqueza de nuestro le- para generar valor agregado a propósito de las ex-
gado, mientras que el presente manual no es otra periencias turísticas en Colombia y para fortalecer
cosa que un repositorio ameno de datos, historias y la noción del país como un escenario turístico único
referentes para nutrir su arsenal narrativo. De ahí la a la hora de ofrecer experiencias culturales auténti-
importancia de Cocrear, Conectar, Conservar. Manual cas, sostenibles y con impacto positivo en todas las
6-7

ilustrado para guías de turismo de cultura en Colom- regiones del país y, por supuesto, en sus habitantes.
Guía de lectura
participaron en el proyecto, el presen-
te manual, los archivos de audio y las
fichas digitales no responden a direc-
trices estrictamente académicas, sino
que constituyen, ante todo, ejercicios
editoriales de divulgación con fines fun-
damentalmente narrativos y didácticos.

SOBRE EL LIBRO

El gran objetivo del libro es recoger


SOBRE EL PROYECTO 2. El visitante nacional o internacional información rigurosa e integral sobre
EDITORIAL EN GENERAL interesado en saber más acerca de la cultura colombiana y plasmarla por
los destinos de cultura locales. medio de ilustraciones de gran impacto
Cocrear, Conectar, Conservar. Manual 3. El público en general. visual y narrativas accesibles. Esto con
ilustrado para guías de turismo de miras a ofrecer un marco conceptual
cultura en Colombia es un proyecto edi- Los procesos editoriales, a cargo de sólido y un discurso estético que les per-
torial liderado por ProColombia, con el Puntoaparte Editores y supervisados mita a guías de turismo, a visitantes y a
apoyo del Ministerio de Comercio, que por el comité editorial, exigieron la lectores en general construir reflexiones
recoge información sobre el patrimo- conformación de tres grupos de tra- propias sobre la inmensa riqueza cultural
nio cultural colombiano y la expone de bajo centrados en distintos ámbitos de Colombia. En particular, se espera que,
manera didáctica, estética y accesible. del quehacer editorial: uno gráfico durante el desarrollo de su labor con los
Para tal efecto, ofrece: (conformado por diseñadores, cartó- viajeros y visitantes, los guías de turis-
grafos e ilustradores), uno textual (que mo encuentren mayores herramientas
• Un estilo narrativo sugerente, me- constó de correctores y editores) y conceptuales para ofrecerles narrativas
morable y fácilmente comprensible. otro de investigación (constituido por —y por ende experiencias— significativas
• Un lenguaje infográfico capaz de ar- académicos, investigadores y escritores durante su estadía. De ahí que en el pri-
ticular datos, ilustraciones y bloques de diferentes ámbitos de la cultura). mer capítulo de este libro se expongan
de texto, sin sacrificar legibilidad. Adicionalmente, se contó con equipos algunas consideraciones clave a propó-
• Unas ilustraciones imponentes, co- de producción sonora y audiovisual a sito del oficio.
loridas y eclécticas, que responden propósito de las piezas complementa- Los siguientes dos capítulos ofrecen
a la gran diversidad de discursos rias. Al final del proceso, el equipo de perspectivas integrales de la cultura co-
artísticos y estéticos presentes en trabajo estuvo integrado por más de lombiana con miras a exponer sus vasos
el país. cincuenta profesionales. comunicantes y su riqueza. En tal medida,
• Unos textos escritos con rigor histórico, Además de darle continuidad al el segundo capítulo recoge las voces de
pero en una prosa amena y accesible. manual para guías de naturaleza, Co- distintos expertos que, de modo sucinto,
• Unos contenidos editoriales fácilmen- crear, Conectar, Conservar pretende reflexionan sobre las particularidades de
te descargables en la página web. ser un punto de partida para propiciar nuestro territorio a escala nacional: el ca-
numerosas conversaciones alrededor rácter negro del país; el legado indígena
Cocrear, Conectar, Conservar está ba- de la cultura colombiana y celebrar su aún vigente; el papel de las instituciones
sado en las directrices editoriales de riqueza. Con plena consciencia de las en la configuración de la visión guber-
Contemplar, Comprender, Conservar. limitaciones propias de un ejercicio de namental de la cultura; la inestimable
Manual ilustrado para guías de turis- esta magnitud, se escogió un equipo riqueza que constituye nuestra biodiver-
mo de naturaleza en Colombia. Al igual multidisciplinario y diverso que reflejara sidad; el papel de los ríos y los mares, el
que su antecesor, este proyecto incluye la riqueza cultural del país y se planteó sustento que proveen y los tránsitos que
tres formatos de contenidos editoria- una lógica editorial que privilegiara tan- facilitan; la paciente y eximia labor de los
les con información complementaria: to una perspectiva narrativa centrada en artesanos; la amplia oferta gastronómica
las regiones turísticas como una mirada que nutre el carácter de los colombianos;
1. Un libro de 300 páginas en versiones transversal de la cultura. Dicho enfoque el inagotable repertorio musical en el que
en español e inglés (disponibles tan- obedeció a la necesidad de ofrecerles a nos reconocemos; y nuestras devociones
to en versión digital como impresa). los lectores de este manual una mirada y fiestas religiosas.
2. 50 audios tipo podcast. integral, más holística y relativamente Finalmente el tercer capítulo explora
3. 100 imágenes tipo ficha-resumen. fresca, de fenómenos culturales que se las expresiones artísticas y culturales
han estudiado con más detalle en otros del país en el marco de seis regiones
Cocrear, Conectar, Conservar fue con- espacios, así como un diálogo fértil con turísticas: Gran Caribe, Pacífico, Andes
cebido para tres tipos de lectores: elementos ilustrados a la luz de una Orientales, Macizo, Amazonía y Orino-
experiencia de lectura que fuera al mis- quía, y Andes Occidentales colombianos.
1. El guía de turismo de cultura ávido mo tiempo emocionante e instructiva. Según la Organización Mundial de
de ampliar sus conocimientos con Más allá del rigor y la experiencia de Turismo, Colombia es uno de los países
información certera y confiable. los más de veinte investigadores que de Suramérica que tiene mayor creci-
Seis regiones turísticas Definiciones de turismo cultural

Cultura urbana: Incluye aquellas expresiones artísticas y cul-


turales que han encontrado especial resonancia en entornos
urbanos en ciudades específicas.

Pueblos con patrimonio: Cobija pueblos o municipios del país


caracterizados por tener una arquitectura diferenciada, cultura
autóctona y expresiones artísticas propias, y por ser reposito-
rios de una parte de la historia de Colombia.

Gastronomía: Abarca aquellas expresiones culturales rela-


tivas a la comida, lo que incluye procesos de obtención o
cultivo de alimentos, técnicas de preparación y tradiciones,
y rituales de consumo.

Arqueología: Al ser un país que sirvió de escenario a culturas


milenarias, Colombia ofrece un legado arqueológico impor-
tante que incluye yacimientos y lugares históricos, así como
objetos de cerámica y orfebrería obtenidos en ellos.
Gran Caribe colombiano

Pacífico colombiano
Cultura viva: Cobija aquellas expresiones artísticas que su-
ponen un contacto directo y muchas veces in situ entre los
Andes Occidentales colombianos artistas y el público. Para efectos del presente proyecto, los
oficios artesanales se incluyeron en esta categoría.
Andes Orientales colombianos

Macizo colombiano Ferias y festivales: Se refiere a todos aquellos eventos, ferias


y fiestas populares en los que los colombianos celebran su iden-
Amazonía y Orinoquía colombianas tidad a través de diferentes expresiones artísticas y en fechas
específicas del calendario.

Turismo religioso y espiritual: Comprende monumentos arqui-


miento en esta industria. Por eso, se tectónicos, templos y manifestaciones artísticas y culturales de
hizo necesario plantear una manera la fe o de la espiritualidad que, con el tiempo, se han convertido
de organizar su territorio que gene- en íconos de turismo religioso y en fiestas o ritos locales.
rara valor al país y a los habitantes de
cada uno de los lugares turísticos. La
noción de las seis regiones turísticas es
producto de una reflexión estratégica Los textos de síntesis, a su vez, casi bailarines de salsa, el santuario de Nues-
resultado de encuestas y entrevistas siempre desarrollan dos niveles de tra Señora de Las Lajas, una canasta
a los principales compradores de los información: un texto principal y unos con buñuelos, una maloca, un conjunto
doce mercados internacionales más secundarios, que ofrecen datos adicio- de música llanera y el poporo quimbaya,
importantes y de un diálogo activo con nales o complementan la información. entre otros muchos ejemplos. Aunque
agremiaciones, empresas, asociaciones Sin embargo, y dada la inmensa y com- las narrativas de estas regiones turísti-
y ciudadanos colombianos en el marco pleja riqueza cultural, este libro invita a cas se entrecruzan constantemente y
de talleres y reuniones periódicas. Las recorrer estas regiones al menos de dos existe infinidad de vasos comunicantes

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


regiones turísticas, entonces, permiten maneras distintas más: a través de sus entre ellas, cada una tiene sus propias
detectar las fortalezas de cada una mapas y por medio de sus ilustraciones. expresiones culturales, resultado en
de ellas en mercados internacionales, En tal medida, los textos están acompa- parte de sus peculiares características
disminuir los impactos negativos de los ñados por información cartográfica que geográficas e históricas.
recursos naturales y ecosistemas loca- refuerza su comprensión y asimilación, En suma, este libro es una invita-
les, y generar mayor calidad de vida en por lo cual hay mapas topográficos, ción a recorrer Colombia, de la manera
sus comunidades receptoras. mapas en los que se señalan festivales más plena y completa posible: a través
En el libro, cada una de las regiones o comunidades indígenas, etc. de sus relatos (tanto los de su pasado
turísticas comprende varios textos: En el caso de las ilustraciones, pre- más remoto como los más actuales),
uno inicial, que sirve de introducción, y sentes a lo largo de toda la publicación, sus imágenes (sagradas y profanas),
otros que sintetizan distintos aspectos la secuencia de estas resulta ser, sin la configuración de su territorio y los
de su cultura y que, según el tema, se duda, un buen repaso del imaginario muy diversos modos en que sus gen-
enmarcan en alguna de las definiciones cultural de la nación, de ahí que no falte tes cocrean, conectan y conservan a
8-9

de turismo cultural. la muralla de Cartagena, una pareja de través de la cultura.


Contenido

Prólogo  4
Guía de lectura  8

Lecturas
recomendadas  294
Créditos  298
CAPÍTULO 1

El guía de cultura  12

Introducción  14
La interpretación patrimonial en turismo cultural  16
Creación de un producto turístico cultural  18

CAPÍTULO 2

Narrativas transversales 20

Territorio y cultura: gestos de convivencia, redes de significado  22


Quince mil años de historia indígena  24
Sin lo negro, no hay nación  26
Las instituciones, reflejo de nuestra diversidad cultural y étnica  28
La biodiversidad, otra manera de viajar y encontrarnos
a través de la cultura  30
Lagos, ríos y mares, una cultura que fluye con el agua  32
Las artesanías, un país hecho a mano  34
La cocina que somos  36
Sonidos, historias y saberes  38
Las religiones, base de nuestras tradiciones  40

CAPÍTULO 3

Regiones turísticas 42

Gran Caribe colombiano  44


Pacífico colombiano  86
Andes Occidentales colombianos  126
Andes Orientales colombianos  168
Macizo colombiano  210
Amazonía y Orinoquía colombianas  252
COCREAR
CONECTAR
CONSERVAR
Manual ilustrado para guías de
turismo de cultura en Colombia
CAPÍTULO

Regiones turísticas
Gran Caribe colombiano  44
Pacífico colombiano  86
Andes Occidentales colombianos  126
Andes Orientales colombianos  168
Macizo colombiano  210
Amazonía y Orinoquía colombianas  252
COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR

Andes
Occidentales
colombianos

  Arqueología » 130

RISARALDA
  Pueblos con patrimonio » 134

  Cultura viva » 140

  Gastronomía » 150
CAL
  Ferias y festivales » 156 Pereira
Manizales

  Turismo religioso, espiritual y místico » 162


QUINDÍO
  Cultura urbana » 164
Armenia
ANTIOQUIA

Medellín

LDAS
Región turística
Andes Occidentales
colombianos

INTRODUCCIÓN

Muchos caminos para


abrirse paso entre
las montañas
Las cordilleras Occidental y Central
que atraviesan esta vasta región
han sido los ejes principales de
su desarrollo histórico y cultural.
Las montañas han provisto a
sus habitantes de todo tipo de
recursos para sostener e impulsar
su economía —el oro, la caña de
azúcar y el café, entre otros—.

Las personas que viven en esta región


son diversas, como sus recursos, y
viajan desde los valles a las mesetas,
ascienden a los páramos y los neva-
dos, incluso al nevado del Ruiz —que
alcanza los 5.321 metros sobre el nivel
del mar—, y en las zonas bajas cruzan
las corrientes de las más importantes
arterias fluviales del país —los ríos Mag-
dalena, Cauca, Atrato y San Juan, que
abren caminos como tantos colonos—.
En esa topografía quebrada los pue-
blos indígenas tendieron una extensa
red de caminos que conectaban el
norte y el sur del país, y que luego los
españoles y después los arrieros adap-
taron y ampliaron según sus intereses.
Tumbando monte, surgieron caminos
hacia las minas, los valles, las selvas, ron desde el sur de Antioquia hasta
las capitales, los puertos, el mar, como el norte del Valle y el Tolima, o desde
una forma de supervivencia y un re- Antioquia hasta Urabá y Córdoba.
flejo de la tenacidad de hombres y La población de esta región está
mujeres que no se arredraron ante la compuesta por múltiples voces, una
dificultad. Caminar, entonces, es un polifonía que habla de mestizajes,
aspecto esencial de esta región, pues de influencias, de transacciones con
este acto hizo posible las distintas otros territorios y culturas. La pre-
avanzadas colonizadoras que migra- sencia indígena es grande y goza
región haya dado origen a extraordina-
rias muestras de sensibilidad artística
e ingenio artesanal, como los tejidos
en palma de iraca, la cerámica del
Carmen de Viboral, la construcción en
guadua, los destilados artesanales de la
caña de azúcar, los sainetes, el desfile
de silleteros, el Carnaval del Diablo, la
música parrandera y la amplia oferta
gastronómica hecha a partir del maíz,
los fríjoles, el plátano y la panela.
El paisaje cultural cafetero, predo-
minante en esta región, tiene su razón
de ser en la ruralidad. Es la dinámica
que se genera entre el territorio y las
maneras de habitar de sus gentes lo
que lo convierte en patrimonio mun-
dial: las fincas que producen algunos
de los cafés más especiales del mundo
y la arquitectura que se ha adapta-
do para aferrar las viviendas a las
pendientes son algunas de las carac-
terísticas que han hecho de la cultura
campesina, sobre todo cafetera, un
motivo de orgullo para el país.
Las ciudades capitales, por su
parte, se destacan por su capacidad
para sobreponerse a los momentos
difíciles a los que se han enfrentado.
La violencia sistemática vivida en
Medellín, así como el terremoto de
Armenia en 1999 o los sucesivos des-
plazamientos del campo a la ciudad
causados por el conflicto interno,
son circunstancias a las que los ha-
bitantes de la región han respondido
de forma esperanzadora. Múltiples
formas de organización social y
comunitaria, así como la labor de
colectivos artísticos y de gestores
culturales, han surgido en el territo-
de la vitalidad que le imprimen las rio como agentes transformadores
comunidades embera katío, embera de la realidad, a partir del arte, la

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


dobidá, embera chamí, umbrá, zenú y cultura, la memoria y el reconoci-
tule-kuna, cuya agencia sobre de los miento de la diversidad.
territorios ha asegurado su bienestar Esa idea del trabajo duro como for-
y dinamismo. En cuanto a las comu- ma de superar los obstáculos —otro
nidades afrodescendientes, hay una rasgo cultural de la región— es lo que
amplia red de consejos comunitarios, ha sostenido esos procesos de cambio
sobre todo en Antioquia y Risaralda, y reconstrucción. Se añoran las horas
que, además de la organización social, felices de otros tiempos, pero siempre
fomentan y protegen sus derechos y se están gestando otras nuevas en las
su identidad cultural. que el encuentro, la solidaridad, la
Los campesinos de los Andes occi- hospitalidad y la fiesta siguen siendo
dentales son herederos de esta riqueza valores esenciales en ciudades en las
128-129

étnica, a la que se suma su amor por que se ha acogido al tango y el teatro


la tierra y el trabajo. De ahí que esta se ha tomado las plazas y las calles.
Región turística
Andes Occidentales Arqueología
colombianos
La guaquería fue uno de los oficios típicos de
estas regiones: las personas que se dedicaban
a ella buscaban riquezas en medio de tumbas

Huellas entre
prehispánicas con técnicas y procedimientos
autodidactas. Actualmente, la venta y compra,
así como el empeño de piezas arqueológicas,

ríos y montañas
está penalizado por la ley. Cabe anotar que
muchas colecciones de la región iniciaron con
piezas compradas a estas personas con el fin
de ser salvaguardadas.

Aproximadamente diez mil años atrás, los


cazadores-recolectores que habitaron y
recorrieron este territorio dejaron huellas
reconocibles en diferentes elementos
encontrados en las excavaciones
arqueológicas en las cuencas de los ríos
Magdalena, Cauca y Porce. Los primeros
asentamientos humanos reconocidos
como comunidades se situaron en la
cuenca del río Medellín-Porce y en el
valle del río Magdalena hace alrededor
unos 5.000-4.500 años.

Desde la época del contacto español con


las comunidades indígenas que residían
en los territorios, se empleó para ellas la
denominación de “quimbayas”, como se
lee en las crónicas de la época. Esto hace
referencia al estilo de las piezas rescata-
das que comparten los grupos humanos
presentes en esta zona del país com-
prendida entre el valle del Cauca medio,
con sus zonas planas, y las laderas de las
montañas de Quindío, Risaralda, Caldas
y la mitad sur de Antioquia.
Una de las dificultades que enfren-
taron las comunidades indígenas que
prosperaron en esta región fue la adap-
tación a la complicada geografía de las
riberas del río Cauca y a las escarpadas
e inaccesibles montañas de los Andes
Occidentales. Estas adaptaciones
pueden leerse, con ayuda de la arqueo-
logía, en las huellas que se mantienen
en el paisaje, como los aterrazamientos
en las cimas de montañas, las acequias
para el transporte del agua y los sis-
temas de riego de cultivos. Todo esto
refleja un dominio del entorno por par-
te de los primeros pobladores.
La cancana
Es un tipo de cerámica encontrado en las riberas
del río Porce entre los municipios de Amalfi,
Yolombó y Gómez Plata. Se trata de una cerámica
delgada y quebradiza con formas de utensilios
domésticos (vasijas, cuencos, platos) y algunas
figuras antropomorfas. Es el material más antiguo
datado de la región (aproximadamente 4.500
años antes del presente).

secundarios, que unían y dispersaban sos para el labrado del oro, como el
la cultura material al igual que las moldeado de piezas por martilleo, el
costumbres y cosmogonías en todo repujado, la técnica de la cera perdida
el territorio. Dichos caminos fueron y el uso de la tumbaga (mezcla de oro
luego aprovechados por los españo- y cobre) para piezas más elaboradas.
La cera perdida fue una de las técnicas les, para fortalecer el manejo de las Los rituales y los modos de enterra-
perfeccionadas por los quimbayas: colonias y facilitar la fundación de miento jugaron un papel fundamental
consistía en tomar un molde de cerámica poblados en sitios anteriormente ocu- en la cosmogonía y la relación con el
con la forma del elemento a fundir, llenarlo pados por los indígenas. territorio y la pertenencia: aunque
con cera de abejas, reemplazarlo por el Una de las evidencias primordiales generalmente eran tumbas de pozo di-

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


oro fundido para que tomara la forma de estas dinámicas de comunicación recto y de cámara con túnel de acceso,
del molde y finalmente pulirlo. El poporo se revela en la cultura material en- en Antioquia y Quindío se encuentran
quimbaya fue elaborado con esta técnica. contrada. La cerámica y los procesos ejemplos de tumbas de cancel forma-
orfebres se extendieron por todo el das por lajas de piedras colocadas en
Los grupos indígenas compartían, territorio, creando un estilo distinto al forma de nicho para la disposición
a pesar de la distancia entre ellos, de otras comunidades asentadas en de un cuerpo en forma horizontal, o
una comunicación cultural y social los límites territoriales de los quimba- vasijas con restos óseos. El hallazgo
afianzada por una red de caminos que yas. La cerámica tiene decoraciones de estos entierros, denominados “se-
atravesaban los sistemas montañosos, muy elaboradas —generalmente de cundarios”, sugiere un uso ritual en
las colinas y los valles formados por incisiones en líneas y puntos en cue- tumbas directas donde se depositaron
las cuencas de los ríos afluentes del llos y bordes— en Antioquia, y, en el ofrendas como volantes de huso y va-
Cauca. Se consolidó una red dinámica Eje Cafetero, las piezas se pintaban sijas pequeñas, así como piezas de oro
130-131

y de uso constante de los caminos con incisiones. Las labores orfebres junto a los recipientes que contenían
reales, los canalones y los senderos se vieron enriquecidas por los proce- los restos calcinados de los difuntos.
Región turística
Andes Occidentales Arqueología
colombianos

Una de las particularidades de


la colección de la Universidad de

La memoria viva de
Antioquia es la Colección Alzate. Está
compuesta por casi dos mil piezas
de cerámica fabricadas por la familia

los pueblos, entre


Alzate, oriunda de Marinilla, que
produjo —entre el siglo XIX y principios
del XX— objetos cerámicos que, con
maestría y originalidad, aparentaban

objetos y lugares
ser antiguos para abastecer el mercado
nacional e internacional de piezas
arqueológicas de nuestras culturas.

Los hallazgos arqueológicos de la región de


los Andes Occidentales guardan la memoria
de los pueblos que se asentaron en lo que hoy
conocemos como el Eje Cafetero y Antioquia.
Y son los museos los encargados de contarnos
esas historias a través de la conservación
de estas piezas, que comprenden objetos
de cerámica para el uso doméstico y ritual
y herramientas varias, como los volantes de
huso para hilar y estampar textiles.

El empresario antioqueño Leocadio


María Arango no sospechó que su
“museo de antigüedades y curiosida-
des históricas y ciencias naturales”,
en el que trabajó por años comprando
piezas indígenas a guaqueros de An-
tioquia y de Caldas, sería el principal
insumo para dos de las colecciones
arqueológicas colombianas más im-
portantes: la del Museo del Oro del
Banco de la República, en Bogotá, y la
del Museo de Antropología de la Uni- que en la disposición de los espacios
versidad de Antioquia (luego parte del buscó vincular el paisaje de la zona
Museo Universitario). con el interior del edificio, cuyos pa-
Desde 1939 el Museo del Oro se con- tios y terrazas refieren a las formas diseños de pintura corporal, sus co-
virtió en depositario de gran parte del geométricas usadas por los indígenas. nocimientos para construir las casas
patrimonio arqueológico colombiano, La colección del Museo del Oro y enterrar a los muertos, sus formas
entre el que se destacaba el material Quimbaya incluye piezas arqueológicas de hacer la guerra y sus técnicas para
de orfebrería. En 1986 esta gran colec- de los antiguos habitantes del Cauca alear y moldear metales.
ción se dividió para fundar el Museo medio. Estos formaron sociedades La colección de antropología del
del Oro Quimbaya en Armenia, para agrícolas y orfebres que expresaron su Museo Universitario de la Universidad
que muchas de las piezas que en al- cosmovisión dándoles distintos usos a de Antioquia, por su parte, cuenta en
gún momento habían sido extraídas la cerámica, el metal y la piedra. Así la actualidad con más de 37 mil pie-
de este territorio volvieran a él. El se elaboraron urnas funerarias, obje- zas cerámicas que la convierten en la
edificio que albergó el nuevo museo tos domésticos y adornos, y quedaron colección de cerámica prehispánica
fue diseñado por Rogelio Salmona, registrados de distintas maneras los más grande de Hispanoamérica. Allí se
las misiones que llevaron a cabo en
distintos territorios. En Medellín se
encuentran el Museo Etnográfico de
la Madre Laura Montoya Upegui, ubi-
cado en el barrio Belencito, y el Museo
Etnográfico Miguel Ángel Builes, de
los Hermanos Misioneros de Yarumal.
Este cuenta con dos mil piezas, entre
las cuales las más destacadas son de
la cultura embera de la parte norte
de Antioquia, sitio donde actuaron la
mayoría de sus misiones.
Cabe anotar que existe un interés
por la conservación y exhibición de pie-
zas arqueológicas, sobre todo dentro
de las comunidades locales. Organiza-
ciones culturales, grupos de vecinos,

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


así como casas de la cultura y museos
municipales, realizan importantes
ejercicios museográficos en sus co-
almacena, registra, cataloga y docu- El poporo quimbaya fue la primera pieza munidades, cuyas piezas de colección
menta material cultural arqueológico y adquirida por el Museo del Oro. El Ministerio son el resultado de hallazgos fortuitos
objetos etnográficos de las comunida- de Educación ordenó la compra al Banco de en proyectos urbanísticos de la zona.
des indígenas colombianas. También la la República en 1939 de este artefacto que se Algunos ejemplos de esto son la Casa
Universidad de Caldas y la Universidad encontró en Yarumal (Antioquia) a finales del de la Cultura de Envigado, el Museo
Tecnológica de Pereira cuentan con siglo XIX y que es una muestra de los logros Arqueológico de Támesis, el Museo
colecciones de arqueología, paleon- alcanzados en la orfebrería quimbaya. Comunitario Graciliano Arcila Vélez
tología y geología. En la de Caldas de Itagüí y el Museo de Antropología
se exponen fósiles y especímenes de Algunos museos de la región son y Artes de Jericó, en Antioquia, y las
132-133

megafauna, mientras que la de Pereira administrados por instituciones reli- casas de la cultura de Quinchía y Mis-
se especializa en la cultura quimbaya. giosas y sus colecciones son fruto de trató, en Risaralda.
Región turística Pueblos con
Andes Occidentales patrimonio
colombianos

Un paisaje trazado
con caminos de oro
La historia de los Andes Occidentales ha estado
marcada por la minería, la arriería y la industria.
Estas actividades se han jalonado entre sí,
impulsando procesos sociales y culturales,
como la llamada colonización antioqueña, que
la han determinado como región.

intercambio comercial con zonas agríco-


El patrón mono las para el abastecimiento de víveres y
Así es conocido el río Cauca por los mineros mercancías de las zonas mineras.
artesanales que se ubican en sus riberas. A él Tanto la minería de aluvión como
“El oro es el hijo rebelde de la natu- le tributan su agradecimiento comunidades la de veta fueron practicadas desde
raleza”, decía el botánico antioqueño mestizas de Risaralda, Caldas y Antioquia. el siglo XVI por indígenas y cuadrillas
Joaquín Antonio Uribe. Se esconde de esclavos. Las minas de aluvión, ubi-
en filones dentro de las rocas, fluye Sin embargo, para convertir el oro cadas en quebradas y ríos afluentes
presuroso en el lecho de los ríos. A su en riqueza había que ponerlo a circular, del Cauca como el Nechí y La Vieja,
llegada a la región, los conquistadores y es así como surgieron, junto con las brindaron mayores rendimientos por
españoles emprendieron su búsqueda primeras poblaciones, los caminos inau- requerir menos tecnología. Esto fue
de una forma voraz, dadas las noticias gurales que posibilitarían la salida a los creando con el tiempo una sociedad de
sobre su gran riqueza aurífera. ríos para la exportación del mineral y el mestizos y libertos, dispuestos a migrar
Panamá Turbo CÓRDOBA BOLÍVAR

Zaragoza

uca
a

o Ca
en

l
da
g


ANTIOQUIA Ma
ío
Santa Fé de Antioquia

R
SANTANDER
Medellín
Embalse
Peñol-Guatapé
el

i
M
Quibdó

La
o BOYACÁ
Marmato Rí

CALDAS
CHOCÓ RISARALDA

a
auc
oC
Manizales CUNDINAMARCA


Océano Pereira
pacífico

Armenia Bogotá D. C.
Río La Vieja

QUINDÍO

Área
ampliada

colombia

conducción de agua, molinos para las


rocas, es decir, establecer un entable
minero. El mayor nivel productivo de El centro histórico de Santa Fe de Antioquia
estas minas se dio durante el siglo XIX es una de las pocas muestras de arquitectura
Marmato fue declarado Monumento Histórico con la llegada de tecnología y capitales colonial que permanece en el departamento.

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


Nacional en 1982 y basa su actividad turística extranjeros, principalmente ingleses y Sus templos, casas, calles empedradas y el
en su vocación minera, que incluye recorridos alemanes. Este es el caso de Marmato, magnífico Puente de Occidente —antigua
por socavones que circundan el cerro El Guamo, uno de los cinco municipios más anti- entrada al pueblo— se complementan con
así como en su particular complejo urbanístico guos de Colombia. un rico calendario festivo que incluye la
de empinados callejones e iglesia sin atrio. Dos de las ciudades más antiguas en Semana Santa y la Fiesta de los Diablitos.
Antioquia fueron Zaragoza y Santa Fe
si era necesario, que solo requerían de de Antioquia. En ambas se conformó la ciudad. Este centro urbano colonial,
una batea para conseguir su sustento, una sociedad triétnica vibrante, con por el que pasaba todo el oro produ-
su “mazamorra” (de ahí que se les haya una activa vida social, económica y cido para ser fundido y exportado a
llamado mazamorreros). cultural. Santa Fe de Antioquia, por su España, tuvo estrechos vínculos con
La minería de veta requería mayor parte, fue también capital de goberna- otros puntos estratégicos como Popa-
esfuerzo e inversión, porque impli- ción. Desde allí se lideró la explotación yán, Cartagena y Mompox (ciudad con
134-135

caba perforar la montaña, construir del cerro Buriticá o “la montaña de la que comparte una larga tradición
túneles, acequias y depósitos para la oro”, de la cual derivó la grandeza de artesanal de trabajo en filigrana).
Región turística Pueblos con
Andes Occidentales patrimonio
colombianos

La expansión del
mapa comercial
Con la intensa actividad minera
de la región, la red de caminos
que la recorría se fue ampliando.
Por ella viajaban arrieros con
oro, mercancías, alimentos,
noticias, ideas.

Eje comercial
Si bien otros lugares como Sonsón —también
en el oriente de Antioquia— y Medellín
relevancia comercial de muchos de los menguaron su importancia, Rionegro
Al calor de la dinámica minera se ges- pueblos de este territorio, ya que esto siguió siendo un importante eje comercial,
taron pueblos y ciudades que, por su fomentó el desarrollo de actividades puesto que allí se construyó el Aeropuerto
posición estratégica con respecto a las agropecuarias, el abastecimiento de Internacional José María Córdova, nuevo
principales rutas comerciales utiliza- las zonas mineras y el mejoramiento de factor determinante en el comercio exportador
das, se convirtieron en epicentro de la los caminos y de las comunicaciones. e importador de Antioquia y del país.
vida económica de los Andes occiden- En el oriente de Antioquia, por
tales durante los siglos XVIII y XIX. ejemplo —cuya altitud va de los 1.900 degas que se habían construido
Ser cruce de caminos y ubicarse en a los 2.600 metros sobre el nivel sobre el río Nare, y del Magdalena.
pisos térmicos templados y fríos fue- del mar—, se cruzaban los caminos Es en este contexto en el que muni-
ron condiciones que determinaron la que venían de Popayán, de las bo- cipios como Marinilla y, sobre todo,
Manizales se encuentra a 2.146 metros sobre el nivel
del mar. Su altura la hace privilegiada en cuestión
de paisajes. Desde allí se puede observar con cierta
reverencia el nevado del Ruiz, desde el mirador del
barrio Chipre se está frente al espectáculo de tres
territorios vecinos (Caldas, Risaralda y Quindío)
que fueron uno, y desde la cúpula de su catedral, se
contempla el panorama de su centro histórico, que
hace parte del patrimonio cultural colombiano.

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


Rionegro cobraron fuerza. Sus po-
bladores se forjaron entre tránsitos
y transacciones, diversificaron sus
necesidades, sus oficios, sus inver- en 1883, así como fábricas artesanales
siones, lo que les acarreó la fama de de cerámica, de tejido y de calzado a el río Magdalena lo que logró conver-
buenos negociantes. partir de la producción de fique. tirla en el núcleo de la exportación
Rionegro, que además fue referente Más al sur, en Caldas, se encuentra cafetera. Esto fortaleció su producción
del liberalismo a nivel nacional, se le Manizales. Si de posiciones estratégicas agroindustrial y artesanal y propició la
adelantó a Medellín como centro del se trata, esta ciudad fundada en 1849 sofisticación de sus medios de trans-
comercio. Incluso abrió la puerta a por colonos caucanos y antioqueños porte. El Ferrocarril de Caldas y el Cable
nuevos ingredientes de la vida econó- conectaba el sur de Antioquia, el Vie- Aéreo Manizales-Mariquita eran los
136-137

mica antioqueña como la industria y la jo Caldas, Popayán, Chocó, Mariquita puntos por los que millones de cargas
banca. Allí se creó el Banco de Oriente y Honda. Fue la conexión directa con de café inundaron el mercado mundial.
Región turística Pueblos con
Andes Occidentales patrimonio
colombianos

Pueblos de
colonización
y arriería
Dada la escarpada topografía de la
región, surgió una intrincada red
de caminos trazada por arrieros y
colonos que cruzaron con dificultad
cordilleras y bordearon ríos para
alcanzar el mar, mejores tierras y
otros mercados. Una de las huellas
más visibles de estos tránsitos
e intereses es la fundación de
pueblos, principalmente durante el
siglo XIX y principios del XX.

Si bien se fundaron pueblos para con-


trolar la explotación del oro y las rutas
estratégicas para el comercio, esto
también permitió la ampliación de la
frontera agrícola, ya que del fortaleci-
miento de la agricultura y la ganadería
dependía el sostenimiento tanto de la
minería como del comercio.
Con la visita de Juan Antonio Mon y
Velarde a Antioquia en 1785, la Corona plazamiento masivo de colonos en Antioquia están los municipios de
española dejó claras sus instrucciones busca de oportunidades asociadas, Jardín y Jericó (fundados a inicios de
de que se fundaran pueblos en el nor- entre otras cosas, al cultivo del café, la mitad del siglo XIX), que buscaban
te y el oriente de la provincia; de esta hacia el suroeste y sur de Antioquia, acortar camino con el Chocó, así como
manera, se les otorgaron tierras des- el norte del Valle y el Tolima. Aun- crear un renovado polo de “civilidad”
aprovechadas a los pobladores pobres que hubo un interés empresarial que lejos de la ciudad, en un territorio con
y de paso se diversificaron los merca- violentó en muchas ocasiones a los co- gran presencia indígena.
dos ante la caída de la producción de lonos, fueron el impulso y la tenacidad Hacia el oriente, y cerca del Mag-
oro. Este es el caso de los municipios de la gente los que ayudaron a fundar dalena, se encuentran Sonsón (1791)
antioqueños de Carolina del Príncipe, pueblos, imprimirles un carácter, pro- y Abejorral (1805), nodos comerciales
Yarumal, Don Matías (norte) y San mover oficios valiosos y maneras de que hicieron parte activa de la red
Carlos (oriente). hacer las cosas. de caminos que comunicaban con
Iniciativas particulares de co- De este contexto son producto Popayán, Honda y Mariquita. Este es
lonización avaladas por el Estado varios pueblos patrimoniales, que el punto de partida de la avanzada
—las concesiones Villegas, Echeverri, constituyen distintos puntos de la colonizadora hacia Caldas, Risaralda
Aranzazu y Burila— motivaron el des- trashumancia. Hacia el suroeste de y Quindío. Los migrantes —mestizos
Los ferrocarriles, o mulas de hierro
Fueron un medio de transporte que contribuyó a la región al
conectarla con el mercado mundial. El Ferrocarril de Antioquia
(1874) buscaba jalonar el creciente proceso de industrialización
que protagonizaba Medellín, mejorando la exportación y la
importación, al alcanzar el río Magdalena en Puerto Berrío.
El Ferrocarril de Caldas, por su parte, fue pensado como una
forma de vincular la fuerte economía cafetera de las ciudades
de Manizales, Armenia y Pereira con las redes ferroviarias que
transportaban cargas y pasajeros hasta Buenaventura.

muchos de ellos— que se desplazaron


por la cordillera Central fundaron Sala-
mina (1825), Manizales (1849), Pereira
(1863) y Armenia (1889), estas tres úl-
timas consideradas capitales gracias a
su ubicación y papel estratégico en la
comercialización del café.
Un actor fundamental en esta his-
toria son los arrieros. Ellos crearon

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


con sus recorridos y su eficiencia una
dinámica comercial que potenció a
la región y permitió sentar las bases
de la futura industrialización, lo que
impulsó la fundación de pueblos, que,
antes de serlo, fueron lugares para ha-
cer una pausa en el camino, descansar
en una fonda o posada, alimentar con
agua y buenos pastos a las mulas, rea- fue un alto en el camino que comu- Central desde Ibagué hasta Cartago.
comodar la carga y aprovisionarse de nicaba a Antioquia con el resto del Por allí cruzaban los viajeros que iban
herramientas y víveres. país y del mundo. Otro lugar fue de Bogotá a Popayán o transportaban
Aguadas (1808), por ejemplo, fue Salento (1842), estación intermedia el cacao, las telas, la harina y la sal
138-139

la base de la migración antioqueña, del que se conocía como el camino que de Cartago y Cundinamarca iban
punto de encuentro y de negocios; del Quindío; este cruzaba la cordillera a Antioquia.
Región turística Cultura
Andes Occidentales viva
colombianos

Pintas de una historia


bajo esmalte
El Carmen de Viboral se encuentra
en el extremo norte de la cordillera
Central. Hace parte de los 23 municipios
que conforman la región del oriente
antioqueño y es reconocido por el
desarrollo del sector artesanal gracias a su
producción de loza pintada a mano en la
técnica bajo esmalte. Los paisajes de esta
región se llevan a los platos y pocillos a
través de diseños florales y combinaciones
de colores llamados “pintas”.

A finales del siglo XIX llegaron al


Carmen empresarios provenientes de
Caldas que encontraron en estas tie-
rras una riqueza hídrica y mineral ideal
para establecer centros de producción
cerámica. Este complejo industrial
comenzó a transformar las dinámicas
sociales y económicas del pueblo,
pues numerosas fábricas, con gran-
des hornos y una producción a gran
escala, llegaron a suplir el 40 % de la
producción nacional al tiempo que se Uno de los grandes aportes del oficio cerámico
realizaban numerosas exportaciones En 1970,las mujeres responsables de fue la inclusión de la mujer en la vida
a Venezuela, Ecuador y las Antillas, los acabados finales de la loza comen- social y productiva del oriente antioqueño.
entre otros países. zaron a pintar a mano elementos de la La cerámica permitió que la mujer fuera
En el tiempo de mayor produc- naturaleza en las vajillas, para entregar protagonista de este renglón económico, lo
ción cerámica, entre los años treinta de esta manera valor de identidad a la que implicó una transformación en los hábitos
y cincuenta del siglo XX, las piezas cerámica carmelitana, y así poder ven- y esquemas de vida establecidos por una
fabricadas constituían lotes de produc- derla dos o tres veces más cara que las sociedad tradicionalmente conservadora.
ción de loza blanca con decoraciones piezas de loza blanca sin decorar. Las
básicas de listas de colores o fondos decoraciones obtenían el nombre de la dos a la ola de violencia que sufrió el
que se vendían para hotelería y res- artesana autora del diseño. oriente antioqueño. Poco a poco las
taurantes. Estos se hacían en plantas Para la década de los ochenta, la fábricas grandes fueron absorbiendo a
con numerosos operarios en las que actividad cerámica entró en declive las pequeñas y posteriormente fueron
se realizaba todo el proceso de pro- a raíz de varios factores, entre ellos, cerrando una a una.
ducción, desde la preparación de las la crisis generada por la entrada de Pero el barro tiene memoria y ha
pastas hasta los acabados y esmaltes las importaciones chinas y la falta de estado siempre en el corazón del Car-
de las piezas. tecnificación en la producción, suma- men, de modo que resurgió entonces
Un museo
de la cerámica
Ubicado en el Instituto de Cultura tiene
una exhibición con los personajes y la
transformación del oficio cerámico en el
municipio. Con una museografía sencilla
y clara se logra comprender la historia
de un municipio marcado por el barro.

de los coloridos paisajes florales del


oriente antioqueño y dan origen a
una iconografía carmelitana. Hay
pintas tradicionales —que son las que
hacen parte del patrimonio colectivo
de los artesanos y talleres— y decora-
El oficio cerámico se respira en las calles de El ciones como “Viboral” “Carmelina”,
Carmen de Viboral, que ha sido intervenido en “Florelba”, “Hortensia”. Por otro lado
su estética urbana con mosaicos y piezas de loza están los diseños propios de cada
aportados por los mismos habitantes. La Calle de taller, donde se permite que el oficio
la Cerámica relaciona la tradición cerámica con siga transformándose en su tradición.
la cotidianidad del pueblo; la Calle de las Arcillas La técnica utilizada en el Carmen
expone mosaicos de árboles nativos de la región, se denomina “bajo esmalte”, ya que
y El Pórtico y la Torre Bicentenaria son obras la pintura se realiza sobre el bizcocho

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


que le dan peso a una tradición y evidencian la (o la cerámica cocida con una primera
conexión con una geografía y con sus artesanos. quema), luego la pieza pintada se su-
merge en esmalte para entrar en un
en pequeños talleres familiares cuyos segundo momento de quema.
miembros conocían la técnica al haber Al poner todo el acento en la de-
sido empleados de las grandes fábri- coración hecha a mano, la artesanía
cas. Las mujeres con su decoración a del Carmen se ha alejado del resto
mano reencuentran el lenguaje propio del proceso cerámico, pero las nuevas
y el sello característico del oficio arte- generaciones y algunos talleres inde-
sanal carmelitano. pendientes le han venido apostando
Las pintas son los diseños de las a una reconexión con su quehacer
piezas cerámicas, que son aprendidos alfarero, encontrando nuevos lengua-
140-141

y creados mayoritariamente por mu- jes, experimentando formas, materias


jeres; estas reproducen los motivos primas y colores.
Región turística Cultura
Andes Occidentales viva
colombianos

Territorios de
pensamiento indígena
Otra manera de comprender el paisaje es
posible gracias a las cosmogonías de los pueblos
indígenas, cuyos ancestros han recorrido y se
han establecido en estos territorios desde hace
más de diez mil años, cuando presumiblemente
penetraron en el territorio que hoy es Colombia
por el istmo del Darién, por la región del Urabá
chocoano y antioqueño. Hoy en día se pueden
encontrar las etnias embera, tule y zenú.

En los actuales departamentos de


Antioquia, Caldas, Risaralda y Quindío
habitaban numerosos grupos indígenas
como los darienes, katíos, nutabes, taha-
míes y quimbayas, que hicieron parte de
la larga ocupación de esta región, cons-
tituida por complejos emplazamientos
naturales enmarcados por montañas,
valles interandinos, ríos y costas. Hoy los tule (o kuna) tienen su mayor pobla-
día, en los nombres de las etnias se ción en el resguardo de Caimán Nuevo
pueden reconocer las relaciones que (en Necoclí, al norte del golfo de Urabá); El tejido de la mola representa, para la
tenían estas con su entorno: los embera y en el Quindío se encuentran algunos mujer kuna, su forma de ver y habitar
katío-eyabida son gente de la selva; los pobladores de la etnia yanacona. el mundo. Por un lado, los laberintos,
embera dobidá, gente de río; los embera Cada grupo étnico tiene su propia figuras repetidas en las creaciones
chamí, gente de la montaña; los umbrá, identidad, creencias y organización textiles, hacen referencia a los caminos
gente de la cordillera; los zenú, hijos de social que lo diferencian de los otros complejos en los que se encuentran seres
la caña flecha, y los tule-kuna, gente de asentados en la región, aunque algunos humanos, vegetación tropical y animales,
amor por la palabra. de ellos comparten elementos relacio- y por otro lado la dualidad, concepto muy
Dichos grupos están distribuidos nados con las maneras de habitar y importante para esta cultura.
a lo largo del territorio de los Andes comprender el territorio. Los embera
Occidentales. Los embera katío, en el originalmente se ubicaron a orillas de arraigados a la tierra firme: los embera
noroccidente de Antioquia y Caldas; los los cauces altos de los ríos Atrato y San katío, que se reconocen en su pertenen-
embera dobidá, en el área del Atrato Juan, se mantuvieron en la resistencia cia a las selvas húmedas tropicales, y
medio al occidente de Antioquia y Risa- e independencia durante casi cien años los embera chamí, que son gente que
ralda; los embera chamí se encuentran ante las afrentas militares por parte de habitan y cultivan las montañas.
mayoritariamente en Risaralda (en los los europeos, para luego migrar a lugares Los tule, también llamados darienes,
municipios de Pueblo Rico y Mistrató), remotos y de difícil acceso. Los embera en tiempos prehispánicos se extendían
en el suroeste antioqueño (en Cristia- están divididos en dos: los dobidá y los desde América Central hasta el altipla-
nía, Andes y Jardín) y en Caldas (en eyabida. Los primeros, con sus construc- no cundiboyacense. En el siglo XVI se
Riosucio y Supía), y en algunos asen- ciones palafíticas, persisten en su vida enfrentaron a la primera colonización
tamientos en el Quindío; los zenú están junto al río. Por su parte, los eyabida, que del golfo de Urabá tras la fundación
ubicados en el Bajo Cauca antioqueño; a su vez se dividen en dos grupos, están de ciudades como Santa María la An-
Tolú

Sincelejo
GRUPOS INDÍGENAS
mar
SUCRE
caribe Los embera katío
Montería
Los embera chamí

Los tule (o kuna)


Panamá BOLÍVAR
Los umbrá
Turbo CÓRDOBA
Los zenú

Los embera dobidá

Área
ampliada
ANTIOQUIA
océano
pacífico colombia

Medellín

Quibdó

CALDAS
RISARALDA
CHOCÓ Manizales

Pereira

Armenia

QUINDÍO
VALLE DEL
CAUCA

tigua del Darién. En la actualidad, la


población más numerosa se encuen-
tra ubicada en territorio panameño en
las islas de San Blas, y en Colombia
en el Urabá antioqueño y chocoano.
Para los tule, la palabra y el lenguaje

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


tienen un papel central en su cultura El resguardo colonial Cañamomo Lomaprieta,
y tienen una marcada diferencia entre ubicado entre los municipios de Riosucio y
el uso del lenguaje cotidiano y el ritual. Supía, es uno de los más antiguos del país. Fue
Cultivos de maíz, cacao, yuca, plátano, creado para los embera chamí mediante una otros, son el sustento para el autoconsu-
arroz y caña de azúcar sirven tanto cédula real el 10 de marzo de 1540. mo de sus comunidades, y la artesanía
para suplir las necesidades del grupo, del tejido en caña flecha, con el famoso
como para comerciar, actividad en la entre los ríos San Jorge, Sinú, Cauca y sombrero vueltiao, una de sus principa-
que poseen una larga tradición. Magdalena que permitía controlar las les actividades económicas.
El pueblo zenú se concentra mayo- inundaciones, armar una red de comuni- Las comunidades nativas, al con-
ritariamente en Córdoba y Sucre, y en caciones fluviales, conducir el excedente siderar la existencia de una conexión
menor proporción en las subregiones de las aguas a sus salidas naturales y intrínseca entre sociedad, naturaleza y
del Urabá y del Bajo Cauca antioqueño. aprovechar el sedimento. En la actuali- mundo espiritual, han jugado un papel
142-143

Se ha caracaterizado por la construc- dad, los cultivos de plátano, yuca, ñame, fundamental en la comprensión y con-
ción de un sistema de canales artificiales fríjol, sandía, cacao y malanga, entre servación de valiosos ecosistemas.
Región turística Cultura
Andes Occidentales viva
colombianos

Montañas
tejidas a mano
Así como el tejido ha sido una solución
para diversas necesidades —cubrirse
o recoger, transportar y almacenar
objetos y alimentos—, la región ha sido
un entramado urdido por sus gentes,
que han forjado caminos a través de
las montañas, valles y laderas.

Las fibras como el fique, el cáñamo, el


bejuco y la iraca nacen silvestres en los realizan en esta región son fabricadas
valles interandinos, y el conocimiento de nes es representante de la tradición del con tripeperro, bejuco y fique, y en al-
su cosecha, transformación y tejido es canasto cafetero, gracias a apuestas gunos municipios existen medidas para
un legado de tradición indígena. Con la privadas y municipales para hacer pe- hacer una extracción equilibrada y sos-
colonización antioqueña, los canastos dagogía de este oficio. En este municipio tenible con el entorno.
de bejuco representan el fulgor de las se encuentra la Asociación de Artesanos El tejido con iraca ha sido el so-
cosechas cafeteras: los hay para coger de Filandia —que tiene para el público un porte económico y cultural por más
el grano maduro, otros para despasillar espacio interactivo llamado Centro de de 150 años de Aguadas, un pueblo
y otros para transportar la pulpa. Interpretación del Bejuco al Canasto— y caldense con declaratoria de bien de
Filandia, el pueblo más pequeño del tienen lugar las fiestas dedicadas a esta interés cultural nacional. Su princi-
Quindío, desde hace varias generacio- labor artesanal. Las artesanías que se pal producto artesanal, el sombrero
El auge textil tuvo una incidencia muy
importante en la lucha por los derechos
de las mujeres, ya que, al poder emplearse
sin papeleos ni burocracias, las mujeres
solteras de la ruralidad podían aspirar a una
independencia económica. Una de las huelgas
más significativas de la historia del país fue
liderada por una mujer, Betsabé Espinal, ante
el maltrato y la explotación a la que estaban
sometidas las trabajadoras en la Compañía
Antioqueña de Tejidos.

para los moldeadores y costureros de


la elaboración final de cada sombrero.
En Risaralda se encuentran ex-
presiones diversas del tejido: en las su comercialización en el virreinato.
comunidades indígenas emberá chamí Posteriormente comienza un proceso
de Mistrató y Pueblo Rico usan la palma de intercambio de mercancías, ade-
de iraca, el joro, la cañabrava y la gua- más de maquinarias, que permitieron
aguadeño, está cargado con una gran duilla, entre otros, para la fabricación la tecnificación de esta industria. Las
significación geográfica y social: su de canastos y utensilios domésticos, y textileras sin duda han dejado una
uso para cubrirse de los soles de la las chaquiras plásticas para el tejido de huella en la construcción de Antioquia,

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


alta montaña, su peso liviano para manillas, collares y aretes. sobre todo en la ciudad de Medellín,
las labores del campo y sus fibras Otro tipo de trabajos con telares y donde en 1907 se funda Coltejer, una
resistentes para la perdurabilidad son tejidos se encuentran en Guática: con la fábrica que llegó a ser la empresa tex-
reflejo de una cultura pragmática y idea de crear una nueva ruta de la seda, til más importante en América Latina
elegante. El proceso de fabricación de se crea un cultivo del gusano de seda, durante casi cincuenta años.
los sombreros consta de entre tres y y se afianza un centro de producción Hoy, a pesar del declive en la in-
cuatro semanas, y más de ocho manos de hilado y tejido. Los artesanos que dustria textil a finales del siglo XX,
intervienen en su cadena de produc- trabajan este oficio que está en vía de Antioquia sigue jugando un papel
ción. Además de soporte económico, convertirse en una tradición son campe- importante y en ese ámbito ha posi-
ha brindado la posibilidad de estar en sinos, indígenas y población desplazada. cionado a Medellín como capital de
casa para las labores de la crianza y el Antioquia tiene una gran tradi- la moda, acogiendo academias con-
hogar para las tejedoras y sus familias, ción textilera. Ya para el tiempo de solidadas, siendo fuente de empleo
144-145

para los ripiadores (quienes cortan y la colonia, los indígenas fabricaban constante y el lugar de importantes
preparan los cogoyos de la iraca) y mantas de algodón con telares para ferias y eventos.
Región turística Cultura
Andes Occidentales viva
colombianos

El cantar sobre la pena


La música está tan viva como las comunidades
que la producen y la significan. Y, como la
gente, viaja, hace préstamos, se mezcla, se
transforma, se lamenta, se alegra, y, en los
Andes Occidentales, su presencia es inherente
a las identidades que allí se han formado.

Suele pensarse en la música de cuer-


das como aquella que mejor describe
esta región. Sin embargo, su diversi-
dad geográfica y étnica le aporta una
gran riqueza sonora a un territorio
que incluye montañas, ríos y mar. Las
guitarras, bandolas, tiples y requin-
tos tienen un claro ancestro hispano.
Llegaron al nuevo continente y su
aprendizaje se popularizó. Se encon-
traron nuevos sonidos en las maderas
americanas, y las encordaron manos
que tenían otros ritmos. El andariego
y la música siempre fueron pareja, y
los instrumentos fueron compañía en
sus correrías. La trova antioqueña, que
involucra tiple y voz, se hizo fuerte en
las fondas camineras, donde arrieros
y campesinos hacían gala de su capa-
cidad de improvisación, valiéndose del
doble sentido y la picaresca.
En los duetos y tríos de música an- En Betania (Antioquia) se celebra desde
dina lo que cuenta es la confianza y 1993 el Festival Nacional de la Guasca, en el
armonía con los otros. La conjugación que se elige el Rey Guasca y el Rey Guasca
de instrumentos y voces es la que hace sonoras. Este es el caso del Trío Picapor- Parrandero, y se premia la mejor canción
de ritmos autóctonos como el pasillo te y el grupo Hatogrande en Antioquia o inédita, el mejor dueto y el mejor solista.
y el bambuco, o importados como la el de Victoria Sur en Quindío.
polka, la redova o el fox-trot, piezas de En los Andes Occidentales, así como El mulataje creó en la montañas de
enorme belleza que despiertan alegría en el centro del país, las serenatas (o Antioquia cañas, monos, vueltas, ca-
en quien las escucha. Estos tienen una los “serenos”, como los llaman algu- chadas y gallinazos, ritmos fiesteros
vocación más campesina o popular que nos) han hecho parte de la educación para bailar en pareja, mal vistos por
las estudiantinas, asociadas a un saber sentimental de sus habitantes. Son autoridades civiles y eclesiásticas.
académico y a un contexto urbano que y siguen siendo parte esencial de Estos continuarían su cruce con otros
admite instrumentos distintos a los de cortejos y de distintas celebraciones. ritmos que vinieron de Cundinamarca
cuerda. Sin embargo, hay en las nuevas Su sutileza y mesura contrasta con y Boyacá (merengue y rumba criolla)
generaciones un interés renovado por el enérgico despliegue de la música y del Caribe a bordo de los vapores
las “nuevas músicas colombianas”, que de parranda o el desasosiego de la que navegaron el Magdalena (porro,
retoman instrumentos y aires criollos guasca y la carrilera, ambos géneros vallenato) para crear la música de
como base de sus experimentaciones interpretados también con cuerdas. parranda. En 1943 grabó su primer
Dada la amplia utilización de instrumentos de
cuerda en la región, los lutieres desempeñan un
oficio de prestigio: además de la construcción
y la reparación de estos instrumentos, innovan
con materiales nativos sus acabados, su acústica
y su afinación. Algunos de los mejores tienen
sus talleres en El Carmen de Viboral, El Retiro
y Marinilla (oriente antioqueño), en Medellín y
Barbosa (Valle de Aburrá), en Dosquebradas
(Risaralda) y en Armenia (Quindío).

el departamento de Caldas), especial-


mente, se cultiva la música ancestral
de la chirimía andina. Asociada a la
comunidad embera chamí asentada
en la zona, la chirimía está conforma-

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


da por flautas, tambores y maracas o
disco Guillermo Buitrago, cantautor cantaban rancheras y corridos con un guache, y tiene un papel central en la
cienaguero de padre antioqueño, y sentimiento con el que se identificó celebración del Carnaval del Diablo,
desde entonces influenció el sonido la gente de la región, después de la figura sincrética y mestiza como ellas.
de la montaña e impulsó la creación llegada del tango. Con la adaptación y Por otra parte, está el baile cantao
de grupos parranderos, que, sobre la el acople a los ritmos andinos, además o bullerengue, que se hace con tambo-
base de la industria fonográfica que se del préstamo de instrumentos como el res, voces y palmas en las costas del
estableció en Medellín, se convirtieron acordeón, la guasca y la carrilera aco- Urabá y en los pueblos del Bajo Cauca
en protagonistas de las fiestas popula- gieron las angustias y la hondura del antioqueño. A diferencia de las demás
res y del mes de diciembre. corazón campesino, para expresarla músicas tradicionales, esta es interpre-
Esta industria también hizo posible en letras, voces y melodías. tada por mujeres. El ancestro cimarrón
el surgimiento de la guasca y la carri- Las flautas y el baile cantao tam- del bullerengue se expresa en la liber-
146-147

lera. El cine mexicano hacía carrera bién hacen parte de la sonoridad de tad del movimiento y en la solidaridad
en el país, María Félix y Pedro Infante esta región. En Riosucio y Supía (en de los cantos que se responden.
Región turística Cultura
Andes Occidentales viva
colombianos

Crecer como
la guadua
La guadua, la especie más utilizada
para la construcción en Colombia,
es una gramínea de especial dureza
y altura que, gracias a sus fortalezas
constructivas (flexible, resistente
y liviana), su rápido crecimiento y
su versatilidad y facilidad para
transportar, ha sido fundamental
para el desarrollo agrícola y
arquitectónico de la región.

Esta hierba gigante (Guadua angusti-


folia) es una especie nativa que crece
en suelos comprendidos entre los 0
y los 2000 metros sobre el nivel del
mar. Por debajo de la tierra, los gua-
duales son un entramado complejo
de rizomas que mantienen una co-
municación especial para compartir
la humedad del suelo y su nutrición; abundancia guaduales, los que, luego Dos lugares especializados en la pedagogía de la
por encima, se yerguen en forma de de deforestado el bosque andino, for- guadua de acceso al público se pueden encontrar
inmensas agrupaciones, culmos ergui- maron manchas dominantes que se en el departamento del Quindío. El Centro
dos altos, flexibles y resistentes a los quedaron rezagadas a orillas de que- Nacional para el Estudio del Bambú Guadua, en
fuertes vientos, “a modo de repúblicas bradas y ríos. Estos enormes pastos Córdoba, entre otros servicios ofrece senderos
vegetales” (como los describe Joaquín fueron ideales para establecer hacien- de interpretación y modelos de construcción
Antonio Uribe). das y fincas, fundar pueblos, construir con guadua. Y en el Paraíso del Bambú y la
La guadua ha estado presente en graneros, cuarteles, canales de agua Guadua, en Montenegro, se encuentra una de las
el paisaje de la región desde antes y toda la infraestructura asociada al colecciones más grandes de especies de bambús
de la conquista. En ese entonces los cultivo y beneficio del café. de Suramérica, con más de ochenta de ellas.
calimas habían encontrado en ella el La arquitectura de la colonización
material preciso para la fabricación antioqueña en esta región es un híbrido con esterilla revocada. Este sistema
de las jaulas pesqueras que usaban entre la tradición española, los cono- constructivo está al alcance de po-
en las subiendas del río Cauca y los cimientos prehispánicos y los insumos blaciones rurales y urbanas: su bajo
quimbayas usaron su carbón para me- propios de la región; propone anclarse costo, su adaptabilidad a condiciones
jorar la fundición del oro por su alto en la montaña y construir balcones y topográficas extremas y su gran resis-
poder calorífico, y asimismo lo usaron corredores para avistar el paisaje. tencia sísmica le han dado el apelativo
para construir puentes, instrumentos El sistema constructivo que ha de “estilo temblorero”.
de caza y herramientas. sido desarrollado principalmente en Solo el Eje Cafetero aporta más
Para la segunda mitad del siglo XIX, el Eje Cafetero es el bahareque de del 60 % de las hectáreas sembradas
la expansión colonizadora antioque- guadua, que consiste en un entrama- de guadua que existen en el país y
ña, caucana y tolimense encontró en do de guadua con madera y forrado su protagonismo es innegable: está
Manizales conserva en su arquitectura una gran cantidad de
viviendas construidas en bahareque. Salamina, Filandia, Calarcá,
Pácora, Quimbaya son municipios en donde la guadua cobra
un papel protagónico en su arquitectura y paisaje. En Córdoba,
los artesanos usan la guadua para crear elementos decorativos
y utilitarios. Y en Circasia se han especializado en una nueva
artesanía de enchape con la hoja caulinar de la guadua.

La guadua y el pensamiento
Entre las más emblemáticas obras construidas
en guadua se cuentan el Recinto del
Pensamiento que se encuentra en Manizales,
diseñado por Simón Vélez; el Centro del
Pensamiento, en el resguardo de Suratena,

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


de la arquitecta María José Arango, para la
comunidad indígena embera chamí en Marsella;
y el Centro de Pensamiento de Arquitectura
Mixta que se encuentra en Tenjo, construido con
la técnica de fibras de guadua no encolada.

presente tanto en el paisaje natural emergencia después del terremoto


como en su arquitectura, su trabajo y en el Eje Cafetero en 1999, se han
sus artesanías. levantado obras monumentales en
La flexibilidad de la guadua le ha guadua; y, recientemente, se ha usado
permitido encontrarse en mundos para fabricar piezas de alta tecnología
distantes: el de difícil acceso en el para carros y aviones, y para adelantar
148-149

campo y el lujoso de las ciudades. Así investigaciones sobre la transmisión


como se construyeron viviendas de de energía y datos.
Región turística
Andes Occidentales Gastronomía
colombianos

Comida para
reconfortar el
alma y para
el aguante
en el camino
La ampliación de la frontera
agrícola fue posible gracias a
los cultivos de colonización. El
maíz, el plátano, la caña y el
café, entre otros, así como sus
productos derivados, además de
promover importantes procesos
sociales, se convirtieron en parte
de los hábitos y costumbres
gastronómicas de esta región,
cuyo principal escenario son
las plazas de mercado y los
restaurantes de carretera.

“Desde el desayuno se sabe qué va a al sur de Antioquia. En estas travesías, El cerdo desembarcó en el Nuevo Mundo con
ser el almuerzo”, sentencia el dicho la arepa, esa suerte de pan de maíz, las huestes españolas y las acompañó durante
popular que devela el lugar prota- hizo parte de las cargas y a los arrie- el proceso de conquista y colonización. Las
gónico del desayuno en la zona. Es ros, subió montañas, cruzó canalones piaras de cerdos siguieron yendo con la gente
la primera reserva de energía con la y ríos para invocar la casa, el hogar y de un lugar a otro y se convirtieron en la
que se emprende la jornada y, aun- el reposo a la hora de comer. principal fuente de proteína y sustento de las
que las recetas tradicionales se han Este alimento reconfortante cuya clases populares, pues los cerdos eran animales
transformado con el tiempo, se siguen elaboración se industrializa cada que no requerían cuidados ni espacios
conservando en esencia los ingredien- vez más, puede ser guarnición de especiales para su crianza, además de que
tes que lo componen. casi cualquier comida a lo largo del sobre su sacrificio no pesaba ningún impuesto.
Un cultivo ancestral como el maíz, día. Tanto en la mañana como en la
sustento de pueblos y culturas, acom- noche, la mantequilla, el queso, el aliados; mientras que, a la hora del
pañó también a los colonos que se quesito, los huevos, el hogao y la almuerzo, con una forma engrosada,
desplazaron, primero al oriente y luego carne frita pueden ser sus mejores acompaña las sopas y los bistecs.
El plátano ha sido un huésped común en las
sementeras campesinas. Se adapta bien a la
montaña y a los valles, crece junto a los ríos
y el mar, e incluso ha impulsado procesos de
colonización como el del Urabá (Antioquia).

Las hojas
Las hojas de plátano, al igual que las de maíz y
las de bijao, son los mejores envoltorios para la
comida andariega, como el fiambre y el tamal.
El patacón —reminiscencia de una medida
colonial del oro— cumple también la función
de la arepa en lugares costeros o ribereños, y
tajado o frito complementa sopas y cazuelas.

la huerta, que daba una clara sensación


de arraigo, pues proveía alimento a las
familias y sus excedentes se comercia-
lizaban y abastecían los mercados de
pueblos y ciudades.
La variedad de sopas y sudados es
grande, así como los modos de pre-
pararlos. El sancocho y el mondongo
ocupan un lugar de privilegio entre
las preparaciones de la región, porque
hablan de rituales, de familias grandes
y de trabajo colectivo. Sin embargo,
son los fríjoles, o frisoles, los que de-
terminan el universo culinario de este
territorio. Ellos, acompañados del plá-
tano y la carne de cerdo, son el origen

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


de lo que se ha llamado bandeja paisa
en las últimas décadas.
A este austero plato campesino
El maíz se hierve, se muele y se en Caldas). Todo se cuece en ollas se le han sumado toda una serie de
amasa. Luego, manos habilidosas y repletas de agua hirviendo sobre fo- proteínas que hacen de él un conjunto
creativas —de mujeres, sobre todo—, gones encendidos que anuncian un exuberante, que se sirve recién hecho
herederas de una larga tradición de nuevo día. o calentao al desayuno. Junto con
mestizaje culinario, arman empana- Ya al mediodía y en la tarde, en esta el chicharrón están, entre otros, el
das o arepas de todo tipo: almanegra región donde el cuidado y el afecto se chorizo y la morcilla, embutidos pro-
(si están rellenas con fríjol, en Caldas expresan en la comida, el almuerzo —que venientes también del cerdo. Es muy
y Risaralda), chiquichoque (si son en- se convierte en el principal pretexto de reconocido el chorizo que se elabora
vueltos enrollados en los capachos encuentro— se compone de granos, hor- en Santa Rosa de Cabal (Risaralda) por
150-151

de maíz, en Risaralda) y hogagato talizas, carnes y frutas que se traen del ser muy magro y estar sazonado con
(si es con afrecho y harina de yuca, entorno cercano. Antes este entorno era especias como el comino.
Región turística
Andes Occidentales Gastronomía
colombianos

De la huerta a la mesa:
maíz, fríjol, café, caña
de azúcar y plátano
Hablar de los ingredientes fundamentales
de la cocina de los Andes Occidentales
implica no solo hablar de sabores y
alimentos, sino de cultura, migraciones,
colonización y desarrollo económico. El
maíz, el fríjol, el café, la caña de azúcar y el
plátano han sido los ingredientes básicos
no solo de la cocina de esta región, sino
también de su proceso histórico y su ethos.

Entre todas las plantas que componen


la cocina de los Andes Occidentales,
el maíz, el café, el fríjol, la caña y el Se ha dicho que somos “gente de
plátano han tenido el lugar más impor- maíz”, pues a través de todo el conti-
tante y ciertamente más constante en nente producimos y consumimos maíz
la mesa y en la economía. El maíz y el en diferentes formas: de la arepa a la para el cultivo y la preparación. En los
fríjol, hermanos en la siembra y en el mazamorra, pasando por la empanada, Andes Occidentales especialmente, el
plato, tienen sus raíces históricas en las los buñuelos, la natilla, los tamales, la fríjol cargamanto ha sido una fuente
culturas amerindias, mucho antes de chicha y las crispetas, entre muchas de proteína inseparable del trabajo
la conquista. Civilizaciones indígenas otras. Pero el maíz, además de ser un campesino en todo el Eje Cafetero, al
desde Norteamérica hasta Suramérica alimento, es un símbolo de identidad, tiempo que es un ayudante ideal para
sembraron, domesticaron e intercam- está presente en los mitos de origen, la agricultura por los nutrientes que
biaron estos cultivos, que siglos más en los rituales, en las fiestas, en las aporta al suelo en que se siembra.
tarde fueron adoptados por los colonos canciones y en la literatura. A diferencia del maíz y el fríjol, el café
y sirvieron como el combustible que El fríjol, en su diversidad de especies, y la caña fueron cultivos importados.
alimentó a los campesinos antioqueños también ha estado presente en toda Si bien no hay un dato exacto sobre
en su empresa colonizadora. Latinoamérica gracias a su versatilidad la llegada del café a Colombia, sus pri-
La bandeja paisa
Plato común en la gastronomía de la región,
tiene sus orígenes en la comida diaria
campesina que combinaba los productos de la
huerta, como el fríjol y el plátano, con el arroz,
lo que hacía al comensal sentirse ahíto y a la
vez le proporcionaba la energía necesaria para
soportar las largas jornadas de trabajo agrícola.

El plátano, que tiene su origen en


el sudeste asiático, fue introducido en
Actualmente, Antioquia es el Colombia poco después de la llegada
departamento colombiano que produce de los españoles para rápidamente
más caña para panela en el país y, anclarse a la tierra y a las costumbres
desde 2020, su proceso de producción culinarias de indígenas y campesinos.
fue declarado patrimonio cultural y En esta región cobra particular prota-

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


alimenticio del departamento. gonismo debido a que los principales
centros productores para el consumo
meros registros datan del siglo XVIII y También importada por los coloniza- interno del país se encuentran en las
se relacionan con misiones de curas dores, la caña llegó a Colombia por el zonas cafeteras de los Andes Occi-
jesuitas. Este pequeño grano se con- puerto de Cartagena alrededor de 1538 dentales, y también gracias a que en
virtió en el motor de la economía del y viajó hacia la región del Cauca acom- el Urabá antioqueño se encuentra la
Eje Cafetero desde finales del siglo XIX pañada de molinos y trapiches. Durante principal zona de siembra para ex-
con el inicio de sus exportaciones y el la época colonial y republicana, la panela portación. Al plátano y al proceso de
incremento desorbitado de su precio a —llamada también “dulce macho”— fue y desarrollo agrícola, y a la necesidad de
nivel internacional. Las ganancias de sigue siendo parte sustancial de la dieta mano de obra para su cultivo intensivo
esta comercialización posibilitaron el campesina como bebida (aguapanela) se les debe la confluencia de culturas
auge industrial posterior en la región, y materia prima para las conservas de otras partes del país (chocoanas y
152-153

la apertura de nuevas trochas y la ex- de frutas y licores como el guarapo, el de la costa sabanera) que llegaron para
pansión de caminos. aguardiente y el ron blanco. enriquecer las identidades montañeras.
Región turística
Andes Occidentales Gastronomía
colombianos

En el centro de la
mesa: licores, café
y nochebuena
La presencia de la caña de azúcar y
del café en los hábitos alimenticios
y los rituales comunitarios y
festivos de la región es innegable.
Ambos productos se posicionaron
en las cocinas para dar sentido de
pertenencia a quienes los preparan
y los consumen. De sus mezclas y
cocciones deriva el bienestar y la
sensación de placer que se siente
al compartir unos tragos con los
amigos o comerse un buen plato
en Nochebuena.

La caña de azúcar ha sido la reserva


energética de buena parte de la po-
blación desde el siglo XVI e impulsó
el tránsito de arrieros y el comercio
con las zonas mineras. De su proce- diente y el ron. Estas se han convertido El ingenio de las cocineras y artesanos de la
samiento en trapiches se extrae la en símbolos culturales del territorio al región se expresa en la forma de los dulces, en
panela, ingrediente fundamental en ser parte de las fiestas y celebraciones. sus envolturas, en sus colores, en sus nombres
la dieta campesina, a partir de la cual En cuanto a aguardientes, se destaca y en los procedimientos para su confección.
se hacen las bebidas frías y calientes el anisado de Antioquia y el amarillo De aquel resultan las figuras zoomorfas
que se consumen a lo largo del día. de Manzanares (Caldas), destilado de la y antropomorfas que se exhiben en los
La aguapanela caliente combate los caña gorobeta. La panela es también el mostradores de parva, así como la utilización
fríos más intensos, o los calores más principal insumo del guarapo, un licor de semillas, frutas, cáscaras y hojas secas de
abrasadores si se mezcla con hielo y fermentado con raíces indígenas que distintas plantas empleadas como recipiente o
zumo de limón (guandolo). En ella se se produce en los municipios de Supía envoltorio del propio dulce.
diluye el cacao para batir chocolates y Riosucio (Caldas).
espumosos con clavos y canela, o se Sobre el café puede decirse que es casi inexplorado. Ya sea en entornos
pone a fermentar con harina de trigo una de las bebidas más apreciadas en urbanos o rurales, el café negro o el
y azúcar para dar paso a la forcha. el país, especialmente en esta región. tinto se toma antes y después de las
En alambiques caseros, zacatines Su cultivo impulsó un proceso de colo- comidas, se mezcla con leche para
—destilerías artesanales— y fábricas se nización que expandió hacia el sur las acompañar desayunos y meriendas
han producido desde la época colonial fronteras del mundo antioqueño hasta o se envenena con algún licor para
bebidas espirituosas como el aguar- darle vida a un nuevo territorio antes animar charlas y tertulias.
evocan felicidad. Es usual que en los
El quesito antioqueño
días previos a la Navidad se congre- Es un queso fresco particular de la región.
guen en las cocinas grupos de gente, Su elaboración es artesanal, y su textura
Colombia es un gran productor de que han traído grandes cantidades de granulosa y blanda viene del amasado y el
cafés especiales, junto con Costa Rica leche, varias libras de panela, azúcar, molido de la leche que se cuaja. Esta masa
y Etiopía. Esta región en especial ha en- astillas de canela, cocos, uvas pasas, se escurre, se sala y se envuelve en hojas de

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


contrado una posibilidad de convertir maíz, harina, limones, naranjas, brevas plátano o bijao que garantizan su frescura.
esta bebida en una experiencia. Con la y ají. Hay cernidores, masas en reposo,
aparición de tiendas especializadas y recipientes llenos de frutas picadas, na, entonces, confluyen estos saberes
la formación de baristas, el acto de to- fogones en alto, olores que pueblan los y sabores, en las conservas de frutas
marse un café se carga de significados espacios (Tomás Carrasquilla asegura- como la breva o la papaya verde que
vinculados al origen, los sabores y las ba que “en el fogón donde no se hace se ponen a calar con panela, en la nati-
formas de preparación. la ’nochebuena’ se revuelca el Diablo lla de maíz que se adereza con canela
El momento más especial del año y toda la casa queda contaminada”). y trozos de coco, en los buñuelos de
es la Nochebuena, que es a la vez una Con la llegada de los españoles, llegó harina y queso o en las hojuelas que
celebración familiar y una comida, el azúcar. Los indígenas, conocedores se amasan y se fritan. El quesito en ta-
cuya preparación toma todo el mes del maíz, ya conocían el sabor dulce jadas, consumido a lo largo del año, se
de diciembre. Comprende varias pre- gracias a la miel y las frutas; los africa- le agrega al plato como sabor y textura
154-155

paraciones que, individualmente, son nos traían en su memoria cocciones y que complementa, creando un vínculo
bondadosas con el gusto, pero juntas sazonadores. En esta comida decembri- directo con nuestra historia cultural.
Región turística Ferias y
Andes Occidentales festivales
colombianos

Abriendo caminos:
cargueros y silleteros
Desde 1957, durante los primeros
días de agosto se celebra en
Medellín la Feria de las Flores, una
fiesta en la que los protagonistas
son los silleteros: campesinos del
corregimiento de Santa Elena, al
oriente de la ciudad, que llevan a
cuestas un cajón de madera lleno
de dalias, margaritas, estrellas de
Belén, agapantos y otras flores
que juntas pueden llegar a pesar
hasta ochenta kilos.

La noche previa al desfile de sillete-


ros, el evento central de la Feria de
las Flores, propios y turistas llegan a
Santa Elena para ver cómo, de ramo
en ramo, se arma una silleta. En las
catorce veredas de este corregimien-
to, ubicado al oriente de Medellín, los
campesinos reciben a los visitantes y
les muestran con orgullo esa labor que
aprendieron de sus ancestros. Ubican
cada flor con precisión: se aseguran de
que las formas y los colores se unan
En el 2003
en una sola composición, una obra de Se creó la Corporación de Silleteros de
arte que llevarán a sus espaldas. Santa Elena, una asociación que agrupa y
Los turistas que los acompañan en protege a las familias campesinas herederas
este proceso creativo son testigos de de una tradición que es patrimonio cultural
una tradición que nació en las trochas de la nación.
del entonces Virreinato de la Nueva
Granada. Los silleteros que hoy des- hasta para las mulas y los bueyes. Sus
filan con sus flores por las calles de espaldas fueron el medio de transpor-
Medellín son también herederos de un te que dinamizó el comercio local. Por
oficio que abrió caminos en la provin- trayectos escarpados y pantanosos Alexander von Humboldt, que descri-
cia de Antioquia durante la época de llevaban víveres de primera necesidad bió en una de sus crónicas cómo eran
la colonia. y el carbón que se extraía de las mon- los viajes a lomo de carguero: “Aquí se
En ese entonces, los cargueros, in- tañas. A sus silletas también se subían establece una diferencia, lo mismo que
dígenas o criollos, tenían la habilidad enfermos, mujeres embarazadas, en los caballos, entre silleros que tie-
para sortear rutas que eran esquivas comerciantes y exploradores como nen un paso firme, seguro y cómodo.
La Feria de las Flores, además de enaltecer la
figura de los campesinos de Santa Elena, es un
homenaje a los medios de transporte que hicieron
posible el progreso de Antioquia y de su capital.
Por esta razón, además del desfile de silleteros,
los asistentes pueden disfrutar de los carros
antiguos y de las chivas, esos camiones coloridos
que recorren las montañas del departamento.

en el pequeño poblado. El camino de Santa Elena empezaron a cultivarlas


Santa Elena era una de las entradas en invernaderos y a llevarlas por mon-
principales a la ciudad, una ruta em- tones a las plazas de mercado.
pinada que los cargueros conocían de Con el paso del tiempo, los silleteros
memoria. Era común verlos llegar a la se convirtieron en personajes típicos
nueva urbe con su carga a cuestas. de la ciudad. Gracias a esa popula-
A principios del siglo XX, estos ridad y al legado de los cargueros,
personajes eran conocidos en toda la devinieron en los protagonistas de

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


ciudad. Los días de mercado eran los las fiestas que definen la identidad de
Algunos caminan tan incómodamente primeros en llegar a la plaza. Al igual los medellinenses. Después de varias
que uno se golpea terriblemente en la que los campesinos del oriente lejano, celebraciones que se llevaron a cabo
silla. Las sillas son muy bien ideadas, traían verduras y unas cuantas galli- en la primera mitad del siglo, en 1957
de cañas de bambú con espaldar con- nas; además, en sus silletas cargaban —antes de que terminara el régimen
tra el que está inclinado el asiento a tierra de capote, musgo y un produc- militar de Gustavo Rojas Pinilla— la
60° a fin de que el transportado pueda to especial: flores silvestres. Traían Sociedad de Mejoras Públicas organizó
arrimarse contra la espalda del sillero”. pequeños ramos de pensamientos, la primera Feria de las Flores. Durante
Tiempo después, pasadas las bata- alelíes, hortensias, que iban a parar al cinco días hubo tablados en los barrios
llas de la Independencia, Medellín fue centro de una mesa, la habitación de y bailes en los principales clubes de la
designada como capital del departa- un enfermo, el altar de una iglesia o ciudad. El evento finalizó con el desfile
mento en 1826. Muchos de los asuntos la lápida de una tumba. Era tanta la de silleteros; en esa ocasión, cuarenta
156-157

de la vida política, económica, social y demanda que las flores silvestres no campesinos exhibieron sus flores por
cultural de la región se concentraron eran suficientes. Los campesinos de la calle Junín.
Región turística Ferias y
Andes Occidentales festivales
colombianos

Un diablo que
aparece entre el
jolgorio y la palabra
Cada año impar los riosuceños entonan cantos
y conjuros para invocar al diablo, el anfitrión
del Carnaval de Riosucio. Esta festividad es una
de las más largas del país: en enero, durante
seis días, se entregan al embrujo de la palabra
y al ritmo de la música, en una celebración que
mezcla la herencia indígena, africana y europea
de este pueblo del occidente de Caldas.

La historia del Carnaval de Riosucio


comenzó con un pacto de paz. En la
época de la colonia, dos pueblos veci-
nos, Quiebralomo y La Montaña, vivían
en constante disputa por los territorios
que se extienden alrededor del cerro
Ingrumá. La enemistad crecía cuando
los habitantes de una comunidad inva-
dían los terrenos de la otra. Para dividir
los predios, las parroquias decidieron
construir una estatua de Jesucristo.
Como los feligreses seguían yendo de
un lugar a otro sin notar la diferencia,
El calabazo
cambiaron la imagen por una del dia- Es uno de los símbolos de este carnaval y se
blo, tal vez así sentían temor de cruzar refiere al recipiente de la bebida sagrada de
la frontera. la celebración: el guarapo o chicha fuerte de
Cansados de tantas disputas, mientras caña de azúcar que siempre ha acompañado
se libraban las batallas de la Indepen- los rituales de las comunidades indígenas de
dencia, José Bonifacio Bonafont y José este municipio del occidente de Caldas. Antes
Ramón Bueno, los párrocos de estas al- de terminar los festejos, los riosuceños asisten
deas, decidieron hacer las paces y unir a al entierro del calabazo para devolverle a la
sus comunidades en un solo pueblo, que madre tierra esa bebida ancestral que los
desde 1819 se conoce como Riosucio. animó durante los días de jolgorio.
La reconciliación fue una excusa para
mezclar ritos indígenas, danzas africa- El Carnaval de Riosucio está regido
nas y festividades religiosas en una sola por un gobierno soberano conformado
celebración: el Carnaval de Riosucio, que por presidente, alcalde y funcionarios
desde 1911 es un espacio para la fraterni- que a punta de leyes garantizan el
dad y la alegría. júbilo y la paz durante los días del fes-
La antesala
del carnaval
Hay dos momentos en el año en que
se anuncia el carnaval: el primero
es en julio, con la Instalación de la
República Carnavalera; el otro es en
diciembre, cuando propios e invitados
asisten a un convite y se saben listos
para la gran celebración.

para invocarlo: con fervor le piden que


ilumine a los poetas, anime los cora-
zones y disponga los cuerpos para la
Los treinta danza y el disfrute. El diablo de Rio-
Es una de las cuadrillas más antiguas del sucio no representa el mal. Aunque
carnaval y está encargada de fabricar, con siempre lleva cachos, cola y tridente,
materiales reciclados, la diabla, elemento en cada versión del carnaval luce un
transgresor a la tradición del carnaval. La atuendo diferente y revela un rostro

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


aparición de la diabla sucede el segundo día, renovado. Recorre triunfante las calles
antes de que salga el diablo oficial. del pueblo y desde un lugar privile-
giado conversa con los matachines y
cuentan lo que sucede en el pueblo y observa el paso de las cuadrillas: esas
expresan sus inconformidades con los comparsas tradicionales son el eje
políticos de turno. Por esta literatura central del carnaval y cada dos años
matachinesca, como la conocen los muestran el colorido de sus disfraces
riosuceños, el Carnaval de Riosucio y el ingenio de sus cantos y parodias.
tejo. También resultan protagónicos también es considerado como el Car- Los seis días que dura el carnaval
los matachines, los poetas populares naval de la Palabra. terminan con la quema del diablo. An-
que con su ingenio escriben los decre- Esa inspiración viene del diablo, tes de ir a la hoguera, el rey del jolgorio
tos, los conjuros y las parodias que se el custodio y anfitrión de la fiesta. y la fraternidad lee su testamento y
158-159

escuchan durante toda la celebración. Quince días antes de la celebración, promete regresar el próximo año impar
Siempre en un tono satírico y burlón, los riosuceños se reúnen en el convite a reclamar su trono.
Región turística Ferias y
Andes Occidentales festivales
colombianos 1 Festival
Internacional de Teatro de Manizales

De los sainetes
El festival cuenta con la declaratoria de
Patrimonio Cultural de la Nación y ha recibido
importantes premios internacionales, entre

campesinos a los
los que se destacan el Premio Atahualpa
de Cioppo (Cádiz) y el Ollantay del Centro
Latinoamericano de Creación e Investigación
Teatral (Buenos Aires).

festivales urbanos
Tolú
Sincelejo
El teatro ha sido una
expresión artística BOLÍVAR
fundamental de la región.
Ha significado una estrecha CÓRDOBA
conexión con Latinoamérica
y con el resto del mundo
a través de intercambios,
giras y festivales que se
han consolidado en las ANTIOQUIA

últimas décadas.
3
Medellín
El teatro hizo su aparición en el país
2
de la mano de las comunidades religio- Quibdó
sas, que encontraron en él una forma
efectiva para evangelizar, y así educar
al pueblo en la fe cristiana. Bajo su CALDAS
RISARALDA
influencia se sofocaron otras formas
CHOCÓ 1 Manizales
de representación practicadas por
los grupos indígenas que habitaban Pereira
el territorio, como las ceremonias que Armenia
convocaban a toda la comunidad. Igual
pasaría con los esclavizados. La pala- QUINDÍO
VALLE DEL
bra idolatría hizo que acabara de caer CAUCA
el telón para ellos. Detrás de escena, TOLIMA
sin embargo, se gestaban nuevos vín-
culos y maneras de recrear la realidad. entienden como la combinación de
Además de los versos del romancero máscaras, coplas, coreografías o baile
español que viajaron en la boca de los y música. El sainete, por su parte, se
conquistadores, llegaron cómicos y caracteriza por contar una pequeña
compañías de teatro ambulante que historia acompañada de música y baile
Área
dejaron aquí la semilla del teatro occi- ampliada que retrata vicios y virtudes humanas
dental, para que la nueva sociedad que colombia
con sátira y moralejas. El sainete tradi-
se construía en América lo transforma- cional se instaló principalmente en los
ra y lo adaptara a sus circunstancias. poblados campesinos de las montañas
Los bundes, las mojigangas y los de los Andes Occidentales. Estas pie-
sainetes son muestras de ese mes- zas de teatro popular trasegaron con
tizaje teatral. Los dos primeros se los colonizadores antioqueños que se
2 Festival 3 San Andrés, Instrumentos
de Teatro El Gesto Noble tierra de campesinos negros musicales acompañantes

Tiene lugar en El Carmen de Viboral, pueblo La vereda San Andrés del municipio de A la compañía de diez actores la complementa un
conocido por su tradición artesanal. Desde 1993 Girardota es un territorio negro en las conjunto musical conformado por tiple, bandola,
convoca artistas nacionales e internacionales montañas de Antioquia, donde aún se guitarra, guacharaca o raspa, que acompaña
en una curaduría independiente, vanguardista y representan sainetes. Allí sus habitantes la representación e interviene en momentos
actualizada según el movimiento mundial teatral. desde hace varios siglos ocupan gran parte específicos de la obra.
de su tiempo en ensayos, costura de trajes y
elaboración de máscaras para sumirse en la
parranda decembrina, que comienza el 7 de
diciembre y se extiende hasta el 6 de enero.

teatro universitario latinoamericano

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


y luego acogió grupos de carácter
movían hacia el sur, afianzándolas no experimental de nuevas tendencias,
solo como un componente indispensa- para consolidarse como un festival de
ble de las celebraciones decembrinas, teatro contemporáneo.
sino como mecanismos para fortalecer tivales locales que se convierten en Desde entonces, han pasado por
lazos familiares y comunitarios, a tra- espacios privilegiados de intercam- sus teatros, calles y todo tipo de es-
vés de la creación artística. bio cultural y formación de públicos. cenarios más de 1500 compañías de
La itinerancia de las obras y com- Uno de los más representativos es el diferentes países que les han dejado
pañías teatrales ha sido una de las Festival Internacional de Teatro de Ma- a la región y al país ventanas abier-
estrategias más importantes para nizales (FITM), creado en 1968 como tas hacia otros mundos, puentes
dinamizar el teatro como manifesta- necesidad de expresión en medio de con el resto de Latinoamérica para
ción cultural desde el siglo XIX. Como la complicada coyuntura política gene- la creación artística y obras que han
160-161

resultado de este proceso surgen, a rada por la Guerra Fría. Este festival sido verdadero estímulo y motivo de
finales del siglo pasado, varios fes- en sus inicios estuvo destinado al reflexión para todo tipo de público.
Región turística Turismo religioso,
Andes Occidentales espiritual y místico
colombianos
Durante el 7 y el 8 de diciembre, las calles
de Quimbaya (Quindío) se iluminan con el
Festival de Velas y Faroles para celebrar el día

Las rutas de la fe
de la Virgen de la Inmaculada Concepción.
Los faroles, adornados con figuras del paisaje
cafetero, son elaborados por artesanos
locales, y en cada versión del festival se
encienden unos cuarenta mil.

Desde la época de la colonia,


las plegarias y los santos de
yeso han acompañado a los
feligreses de las tierras de los
Andes Occidentales. La Iglesia
católica, protagonista del
proceso de poblamiento de las
montañas antioqueñas, se unió
a la aventura de los arrieros
que a lomo de mula colonizaron
el sur de la provincia hasta
llegar al antiguo Caldas. Desde
entonces, ese fervor por el
catolicismo se ha mantenido.

La Semana Santa es quizás la cele-


bración más importante para los que
profesan la fe católica en el país; sobre
todo para aquellos que crecieron en
las montañas de Antioquia y del Eje
Cafetero. En todos los pueblos, el pá-
rroco y sus feligreses preparan con
esmero la Pasión de Cristo, y cada
comunidad lo hace a su manera. Por
ejemplo, en Cocorná, un municipio del
oriente antioqueño, esta festividad
está a cargo de un grupo de teatro:
unos ciento cincuenta actores partici-
pan de la Semana Santa en Vivo, una
tradición que se ha mantenido por
cincuenta y cinco años y resulta tan medida. Cerca de mil niños recorren testamento: Judas le deja sus perte-
real que los que han participado en las las calles de la capital de Risaralda nencias a la comunidad como símbolo
procesiones dicen que la gente llora para recordar la pasión y resurrección de reconciliación.
cuando ve pasar a Jesús por las calles de Jesús. Los habitantes de esta región
del pueblo con la cruz a cuestas. En Neira (Caldas), el que se lleva la también encuentran un espacio para
Un poco más al sur, en Pereira, de peor parte es Judas. El Domingo de expresar su devoción a través de la
la Semana Mayor se encargan los más Resurrección los neiranos queman al oración. En las plazas principales de
pequeños. Los niños que participan de discípulo que traicionó a Cristo por pueblos y ciudades siempre hay una
esta celebración visten túnicas negras, treinta monedas de plata. Un muñe- iglesia modesta, una capilla pequeña o
cubren sus cabezas con capirotes, co repleto de pólvora que representa una catedral imponente. Cada templo
unos gorros altos con forma de cono, al apóstol traidor recorre las calles tiene un estilo arquitectónico particu-
y llevan en sus hombros andas de ma- del pueblo; finalmente, lo cuelgan y lar y una historia por contar: santos
dera en las que sostienen santos a su le prenden fuego mientras leen su tallados en madera que cruzaron ma-
CÓRDOBA

ANTIOQUIA

Girardota SANTANDER

Medellín
Cocorná visitantes, además de asistir a los ac-
tos religiosos, pueden tomarse un café
en una de sus terrazas o subir los 395
Quibdó escalones que conducen al mirador.
Estos templos sagrados no son los
CALDAS únicos lugares donde los feligreses
Neira
CHOCÓ manifiestan su fe: los que les temen
RISARALDA Manizales Área
ampliada a las brujas le prenden una vela a san
Pereira
colombia
Agustín, los conductores se encomien-
Quimbaya dan a la Virgen del Carmen y las que
Armenia buscan novio le rezan a san Antonio.
Esa fe en la intervención divina hace
QUINDÍO que los creyentes les pidan favores a
VALLE DEL los santos de su devoción. Es el caso
CAUCA
del Señor Caído de Girardota, un je-

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


Aunque el catolicismo es el credo que más sús tallado en madera que llegó desde
se profesa en Antioquia y el Eje Cafetero, Quito en 1799, y que tiene un altar
hay muchas manifestaciones religiosas y especial en la parroquia de Nuestra
distintas alternativas para las personas que Señora del Rosario. Cada año, miles
res y montañas para llegar hasta el buscan un despertar espiritual. Una de esas de personas hacen una peregrina-
altar, vitrales pintados por grandes opciones es Vanadurga Ashram, un santuario ción para pedirle un milagro o darle
artistas o campanas que llevan años de yoga ubicado entre los municipios de San las gracias. Caminan por el borde de
llamando a los parroquianos. Rafael y San Carlos, en el oriente antioqueño. la autopista que une a Medellín con
En el occidente de Armenia, por este municipio del norte de Antioquia.
ejemplo, está la iglesia del Sagrado levantaron los muros de esta obra. No Cuando llegan al templo se aproximan
Corazón. En su construcción, que cul- muy lejos, en Manizales, está la Basí- a la imagen de ese cristo lacerado que
minó en 1939, participaron los fieles lica Metropolitana Nuestra Señora del está apoyado en sus manos y rodillas.
162-163

de la parroquia, quienes sacaron del Rosario, que con 115 metros de altura Los fieles, cansados y llenos de espe-
río Quindío las piedras con las que es la más alta de todo Colombia. Los ranza, le ruegan piedad a su Señor.
Región turística Cultura
Andes Occidentales urbana
colombianos

Encuentros en mercados,
plazas y bibliotecas
Además de encontrar las frutas, las verduras y las carnes,
en las plazas de mercado de las ciudades de los Andes
Occidentales se encuentran historias que les recuerdan
a los citadinos su origen campesino. La conversación se
reanuda en los parques, museos y bibliotecas, que han
respondido a las transformaciones sociales y culturales de
la región, espacios públicos que promueven la diversidad
y el intercambio de ideas y formas de ver el mundo.

Ese mismo ambiente se vive en las


cuatro plazas de mercado que sobre-
viven en Medellín. La Placita de Flórez,
la Plaza Minorista José María Villa y
A eso de las cuatro de la mañana, La Plaza Minorista José María Villa, ubicada en las plazas de mercado de La América
mientras los manizalitas duermen, los el centro de Medellín, fue creada en 1984 para y Campo Valdés se mantienen en pie
productos cultivados por las manos alojar a los comerciantes de la antigua Plaza a pesar del auge de los grandes alma-
campesinas del Eje Cafetero llegan de Cisneros. En este lugar, como dicen los cenes de cadena. La más antigua es la
en camiones y de a poco los coteros paisas, pregunte por lo que no vea. Además de Placita de Flórez, construida en 1891
descargan bultos llenos de frutas y encontrar los productos frescos de la canasta en pleno centro y adonde todos los
verduras. La despensa de la capital familiar, hay restaurantes de alta cocina, venta días llegan los campesinos de Santa
de Caldas fue construida en 1951 en de chatarra, peluquerías, quincallerías Elena y del Oriente antioqueño car-
el antiguo centro, a dos cuadras de y tiendas de ropa de segunda mano. gados con sus flores y los productos
la Plaza Bolívar, como un regalo de la de sus cosechas. La Placita de Flórez
alcaldía por el primer centenario de la y visitantes encuentran todos los pro- hace parte de los afectos de los paisas,
ciudad. Desde entonces, los cinco pa- ductos que necesitan para el mercado, sus 130 años de vida la han convertido
bellones que conforman este edificio mientras conversan y se toman un en un referente social, económico y
son el escenario en que trabajadores buen café. cultural de la ciudad.
El Parque
Biblioteca de Belén
Es la única obra que el reconocido arquitecto
japonés Hiroshi Naito ha construido en Colombia
(en Medellín). Al finalizar su trabajo donó parte
de su colección personal de libros a la Sala de
Cultura Japonesa.

de encuentro de los barrios del norte


de la ciudad y escenario de la cultura
afro, los proyectos comunitarios y las
Pereira, inaugurada en 1965, le dio paso memorias barriales.
a la Plaza Ciudad Victoria y al Centro Algo similar se vive en la Plazoleta
El Centro Cultural Lucy Tejada fue Cultural Lucy Tejada. Centenario de Armenia, una sala de
inaugurado el 30 de agosto del 2005 y Las principales ciudades de los arte al aire libre, en pleno centro de la
su nombre es un homenaje a esta artista Andes Occidentales han tenido que ciudad. Desde el 2004, propios y visi-
pereirana. Desde allí transmite la Emisora adaptar sus espacios públicos a los tantes pueden disfrutar exposiciones,
Cultural de Pereira Remigio Antonio acontecimientos sociales, culturales obras de teatro y otras manifestacio-
Cañarte, que desde 1986 informa sobre y políticos que han vivido. Así como nes de artistas locales y regionales.
los principales acontecimientos culturales en Armenia, Pereira y Manizales el Esa transformación urbana también
de la región. Además, el centro cuenta con terremoto impuso cambios en su se ve reflejada en el Centro Cultural
un teatro, una sala de exposiciones y la arquitectura, en Medellín esa transfor- Universitario Rogelio Salmona, en

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


Biblioteca Municipal Ramón Correa Mejía. mación urbana, en gran medida, fue Manizales. En el 2018 se inauguró
una respuesta a la violencia que se la primera etapa de este lugar que
Los mercados campesinos también vivió en la ciudad en los ochenta y no- promueve la vida cultural, la inves-
hicieron parte de la vida de pereiranos venta. Muchos lugares se convirtieron tigación y el aprendizaje a través de
y armenios (o cuyabros): en los álbumes en entornos protectores y epicentros las artes visuales y el uso de nuevas
fotográficos aparecen imágenes de de nuevas experiencias sociales y cul- tecnologías.
Armenia e Impala de Pereira, edifica- turales. Fue así como se construyeron Ya sea en las tradicionales plazas de
ciones que no aguantaron el terremoto los parques biblioteca, el Centro de mercado que traen olores, sabores y
que sacudió al Eje Cafetero en enero Desarrollo Cultural de Moravia, el colores del campo a la ciudad o en los
de 1999. Sobre el terreno que ocupaba Museo Casa de la Memoria y otros nuevos espacios públicos que buscan
la galería de Armenia, construyeron la espacios pensados para el disfrute de dinamizar la cultura, los habitantes
Plaza de la Quindianidad y el centro los medellinenses. Por ejemplo, des- de esta región disfrutan y se apropian
164-165

administrativo de la ciudad; por su de el 2008, el Centro de Desarrollo de estos lugares como mejor lo saben
parte, la antigua plaza de mercado de Cultural de Moravia ha sido el punto hacer: conversando.
Región turística Cultura
Andes Occidentales urbana
colombianos

Y el tango
nunca se fue...
En la década del treinta
del siglo XX, las ciudades
latinoamericanas comenzaron
a masificarse, lo que dinamizó
y diversificó tanto el mercado
interno como la vida de sus
habitantes. Conforme se
incrementaba la demanda
urbana de trabajo, aumentaban
también las expectativas de la
gente y las migraciones rurales
hacia ciudades como Medellín,
Manizales, Armenia y Pereira. El
tango (la música ciudadana) fue
protagonista de esta historia.

La explosión urbana cambió la fisono-


mía de las ciudades, al igual que sus
espacios y el modo de estar y mover-
se en ellos. Uno de esos lugares es
la cantina, que, emparentada con los
cafés, ha sido un lugar tradicional de
Festivales de tango
encuentro en esta región, más que en En las cuatro ciudades capitales de esta región
cualquier otra parte del país. Son sitios larización de aparatos eléctricos como se celebran festivales de tango anuales. Los
de esparcimiento, de conversación, de las rocolas o pianos, se convirtió en de Manizales y Medellín son internacionales y
discusión e incluso de introspección, urbano, dándoles paso a las cantinas. los de Armenia y Pereira son eventos con un
siempre al ritmo de la música y el licor. Si bien estas se convirtieron en carácter más regional que, de forma paulatina
En el pasado, las fondas camine- parte del paisaje urbano, paradójica- y desde el 2001 y 2011 respectivamente, han
ras eran las que cumplían la función mente en las grandes ciudades evocan ido cobrando importancia en el país.
del encuentro y el intercambio. Allí lo rural, lo íntimo. En un contexto de
pernoctaban viajeros y arrieros que desarraigo e individualismo como el Ya se ha dicho que la música es
provenían de muchos sitios y que, mu- urbano, la cultura campesina de los parte integral de estos espacios. Sin
chas veces, terminaban trenzándose Andes Occidentales, con sus valo- embargo, hay una que persiste triun-
en duelos de versos con guitarras o res de apego a la tierra y a los lazos fante y feliz representando emociones
comentando la actualidad. Estas ha- comunitarios, creó en las cantinas compartidas que nos dan la sensación
cían parte de un ambiente netamente entornos familiares, cercanos, de de unión con algo: el tango. Gracias a
rural que, con los años y el crecimiento confianza. Sucedió algo similar en las la radio, este género musical nacido en
de los pueblos, así como con la popu- tiendas de barrio. los arrabales de Buenos Aires y Monte-
La novela Aire de tango del escritor
antioqueño Manuel Mejía Vallejo narra la vida
del barrio Guayaquil de Medellín a finales de
los años cincuenta del siglo XX. Es un retrato
de la creciente urbe, en el que sus personajes
van dejando atrás su origen campesino, para
convertirse en ciudadanos. Este cambio solo
es posible gracias a un mestizaje cultural en
el que se mezclan viejos y nuevos valores,
religiosidad popular, posturas políticas, y
músicas populares, entre ellas, en primer
lugar, el tango, como una voz amiga que
ayuda a entender los sucesos de la vida.

colectiva de ciudades como Medellín,


Manizales, Armenia o Pereira está
moldeada por el tango, una sonoridad
que les pertenece porque acompañó
su crecimiento y cuyo legado se ha

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


transformado con ellas.
La vigencia de este género pue-
de palparse en la gran cantidad de
espacios que históricamente lo han
promovido, como la Casa Gardeliana,
video llegó al país y caló hondo en esta el Bar Homero Manzi, El Patio del Tan-
región, en la que ha cautivado con sus Basta que suene “Cambalache”, go y el Salón Málaga (en Medellín), así
letras y melodías a distintas genera- de Enrique Santos Discépolo, o “Le- como la Calle del Tango ubicada en
ciones. De ahí que, por ejemplo, hayan jos de ti”, de Raúl Garcés, para que pleno centro de Manizales. En cuanto
surgido en ella grandes intérpretes de los transeúntes desprevenidos co- a iniciativas pedagógicas se destaca
tango como Luis Ramírez Saldarriaga, miencen a entonarlas y sientan el la Orquesta de Tango de la Red de Es-
“El Caballero Gaucho”, de La Virginia aire melancólico de una canción que, cuelas de Música de Medellín, que les
166-167

(Risaralda), además de bailarines, mú- como la ciudad, no entienden pero enseña esta música a niños y jóvenes
sicos y compositores. sí sienten como propia. La memoria de la ciudad.
BIBLIOGRAFÍA

Lecturas recomendadas

CARIBE • Solano Alonso, Jairo y Rafael Bassi Labarrea. • González Riaño, Irene et al. ¡Kilele!: Cultura
• Centro de Investigación y Educación Popular, Carnaval de Barranquilla: patrimonio musical y e identidad del Pacífico sur colombiano en
CINEP. Lo que somos… lo que soñamos. Narra- danzario del Caribe colombiano. Barranquilla, Cali (1970-2020). Bogotá, Universidad de los
ciones de mis abuelos sobre la cultura wayuu. Ediciones Universidad Simón Bolívar, 2019. Andes, 2020.
Bogotá, Centro de Investigación y Educación • Wade, Peter. Música, raza y nación: música • Kubik, Gerhard. “Marimba”. The New Grove
Popular/Programa por la Paz (CINEP/PPP), 2015. tropical en Colombia. Bogotá, Vicepresidencia Dictionary of Music and Musicians, vol. 11.
• Fals Borda, Orlando. Mompox y la loba. Historia de la República, Departamento Nacional de Editado por Stanley Sadie. New York, McMillan
doble de la Costa. Bogotá, Carlos Valencia Planeación, 2001. Publishers,1991, pp. 682-683.
Editores, 1979. • Malagón Barbero, Ricardo. Saberes y sen-
• Herrera Ángel, Marta. Ordenar para controlar. deros gastronómicos del Pacífico chocoano.
PACÍFICO
Ordenamiento espacial y control político en las 2019. Consultado el 17 de septiembre de
• Arango, Gustavo. “La increíble y triste historia
llanuras del Caribe y en los Andes centrales 2021: https://repositorio.sena.edu.co/hand-
de Santa María de la Antigua del Darién, la
neogranadinos, siglo XVIII. Bogotá, Instituto le/11404/5707
primera ciudad fundada por los españoles
Colombiano de Antropología e Historia, • Motta, Nancy. Gramática ritual, territorio,
en ‘Tierra Firme’ de América”. BBC Mundo.
Academia Colombiana de Historia, 2002. poblamiento e identidad afropacífica. Cali,
Consultado el 22 de septiembre de 2021:
• List, George. Música y poesía en un pueblo Editorial Gráficas del Valle, 2005.
https://www.bbc.com/mundo/noticias-ameri-
colombiano. Bogotá, Patronato Colombiano ca-latina-46961742 • Quiceno Toro, Natalia. Vivir sabroso. Luchas y
de Artes y Ciencias, 1994. movimientos afroatrateños, en Bojayá, Chocó,
• Arroyo Valencia, Jesús Eduardo et al. Zoteas.
• Ministerio de Cultura. Biblioteca Básica de Colombia. Bogotá, Editorial Universidad del
Biodiversidad y relaciones culturales en el
cocinas tradicionales de Colombia. Bogotá, Rosario, 2016.
Chocó biogeográfico colombiano. Bogotá,
Ministerio de Cultura, 2010. • Valencia, Marta Helena. “Las prácticas de
Instituto de Investigaciones Ambientales
• Morales Bedoya, Enrique. Fogón Caribe: la creación artística en el Urabá antioqueño.
del Pacífico, Fundación Natura Colombia y
historia de la cocina del Caribe colombiano. Patrimonio cultural inmaterial no visibiliza-
Fundación SWISSAID-Colombia, 2001.
Barranquilla, La Hoja Ediciones, 2020. do”. Civilizar, vol. 11, núm. 21. Consultado el 9
• Bermúdez, Egberto. “Aguacerito Llové”.
• Muñoz Vélez, Enrique. El bullerengue: ritmo y octubre de 2021: http://www.scielo.org.co/pdf/
Música tradicional y popular colombiana, vol.
canto a la vida. Cuenca, Editorial CIDAP, 2003. ccso/v11n21/v11n21a09.pdf.
9, Bogotá, 1986, pp. 111-121.
• Obeso, Candelario. Cantos populares de mi • Villa, William. San Pacho en Quibdó. Fiesta
tierra. Bogotá, Libro al Viento, Alcaldía Mayor • Comisión de la Verdad. Fogón Petronio. Alcaldía
y religiosidad. Quibdó, Fundación Fiestas
de Bogotá, 2009. de Cali, 2019. Consultado el 17 de septiembre de
Franciscanas de Quibdó, Ministerio de Cultura,
• Oñate Martínez, Julio. El ABC del vallenato. 2021: https://comisiondelaverdad.co/images/
Alcaldía de Quibdó, Cámara de Comercio y
Bogotá, Taurus, 2003. zoo/publicaciones/archivos/FogonPetronio.pdf
Fundación ACUA, 2015.
• Ortiz Cassiani, Javier. “La otra experiencia de • Dennis, Christopher. Afro-Colombian Hip-Hop:
• Villa, William. “San Francisco de Asís o la
la muralla”. Blas de Lezo defiende Cartagena Globalization, Transcultural Music, and Ethnic
poética de la calle”. Boletín Cultural y Biblio-
de Indias. Bogotá, Letrarte Editores, 2015. Identities. Lanham, Lexington Books, 2011.
gráfico, vol. 26, núm. 19, 1989, pp. 23-37.
• Ortiz Cassiani, Javier. “El coleccionista de vien- • Friedemann, Nina y Jaime Arocha. De sol a
• Waxer, Lise A. The City of Musical Memory:
tos”. El Malpensante, núm. 180, noviembre de 2016. sol: Génesis, transformación y presencia de
Salsa, Record Grooves and Popular Culture
• Pardo Rojas, Mauricio. “La champeta en el los negros en Colombia. Bogotá, Planeta, 1996.
in Cali, Colombia. Middletown, Wesleyan
Caribe en Colombia. Valores en circulación • Fundación Fiestas Franciscanas. Plan Es-
University Press, 2002.
de un fenómeno musical polifacético”. Re- pecial de Salvaguardia de las Fiestas de San
vista Encuentros, vol. 15, núm. 3, Universidad Francisco de Asís de San Pacho en Quibdó
Autónoma del Caribe, 2017, pp. 98-110. 2011. Ministerio de Cultura: http://patrimonio. ANDES OCCIDENTALES
• Saldívar, Dasso. García Márquez: viaje a la mincultura.gov.co/SiteAssets/Paginas/ • Agamez, Zoraida y Heidy Pinto. Envueltos de
semilla. Bogotá, Planeta, 2016. PES-Fiesta-de-San-Francisco-de-As%C3%ADs- plátano, yuca, y maíz en las cocinas tradicio-
• Serje, Margarita. “La invención de la Sierra en-Quibd%C3%B3-(Colombia)/09-Fiestas%20 nales de Colombia. Bogotá, Editorial Hammbre
Nevada”. Antípoda. Revista de Antropología d e % 20 S a n % 20 Fra n c i s co % 20 d e % 20 de Cultura, 2021.
y Arqueología, núm. 7, julio-diciembre 2008, As%C3%ADs%20o%20San%20Pacho%20 • Arias Trujillo, Bernardo. Risaralda. Medellín,
Universidad de Los Andes. en%20Quibd%C3%B3%20-%20PES.pdf. Editorial Bedout, 1963.
• Botero Páez, Sofía. Caminos ásperos y frago- • Ospina, William. Guayacanal. Bogotá, Literatu- • Correal Urrego, Gonzalo. Apuntes sobre la
sos para los caballos: apuntes para la historia ra Random House, 2019. arqueología y prehistoria del suroccidente cun-
de los caminos en Antioquia. Medellín, Comité • Parsons, James. La colonización antioqueña dinamarqués: Tocaima-Pubenza-Girardot. 1ª ed.
para el Desarrollo de la Investigación (CODI), en el occidente de Colombia. Bogotá, Carlos Bogotá, Academia Colombiana de Historia, 2012.
Centro de Investigaciones Sociales y Huma- Valencia Editores, 1979. • Cristancho, Andrés. “Por los caminos de la
nas (CISH), Universidad de Antioquia, 2005. • Reichel-Dolmatoff, Gerardo. Arqueología de Ruta Libertadora, la historia para vivir el
• Cardale Marianne y Leonor Herrera. Caminos pre- Colombia. Un texto introductorio. Bogotá, Bicentenario”. Canal Trece Noticias, 2021.
colombinos: Las vías, los ingenieros y los viajeros. Segunda Expedición Botánica, 1986. Recuperado de: https://canaltrece.com.co/
Bogotá, ICANH, Ministerio de Cultura, 2000. • Sánchez, Carlos y Enrique Sánchez. Paseo de noticias/ruta-libertadora-bicentenario-co-
• Cardona Tobón, Alfredo. Arduo tramo hasta el olla. Recetas de las cocinas tradicionales de lombia-lugares-historia/.
presente. https://caumintas.autopistasdelcafe. Colombia. Bogotá, Ministerio de Cultura, 2012. • Díaz, Yuly Paola. “Patrimonio cultural
com/literario/1/libro.pdf. • Tobón Botero, Néstor. Arquitectura de la agroindustrial panelero. Estudio comparativo
• Carrasquilla, Tomás. La marquesa de Yolombó. colonización antioqueña. Bogotá, Universidad Maripí y Santana”. 2019. Tunja, Universidad
Caracas, Biblioteca Ayacucho, 1984. Nacional de Colombia, 1987. Pedagógica y Tecnológica de Colombia, tesis
• Castro, Dicken. La guadua. Bogotá, Talleres de maestría.
Gráficos del Banco de la República. 1996. • Langebaek, Carl Henrik. “Las ofrendas en los
• Corantioquia. Plan especial de salvaguardia ANDES ORIENTALES Andes septentrionales de influencia Chibcha”.
del sainete de la vereda San Andrés de Girar- • Argüello, Pedro María. Arte rupestre en Boletín Museo del Oro, núm.16. Bogotá, Banco
dota. Girardota, Consejo Comunitario de San Colombia: investigación, preservación, de la República, 1986, pp. 40-47.
Andrés, 2016. patrimonialización. 1ª ed. Tunja, Universidad • Martínez, Abel Fernando y Edwar Manrique.
• Ferro Medina, Germán. A lomo de mula. Pedagógica y Tecnológica de Colombia, 2018. “Alimentación prehispánica y transformacio-
Bogotá, Fondo Cultural Cafetero, 1994. • Ávila, María Angélica y Julie Pauline Bustos nes tras la conquista europea del altiplano
• Franco Duque, Luis Fernando. “Música Andina (editoras). Recetario muisca. Alimentando cundiboyacense, Colombia”. Revista Virtual
Occidental entre pasillos y bambucos”, Car- nuestra memoria. Bogotá, Universidad Nacio- Católica del Norte, 2014. Recuperado de:
tilla de iniciación musical. Bogotá, Ministerio nal de Colombia, 2016. https://revistavirtual.ucn.edu.co/index.php/
de Cultura, Plan Nacional de Música para la • Blanco, José Agustín. “Fundaciones coloniales y RevistaUCN/article/view/468.
Convivencia, 2005. republicanas en Colombia: normas, trazado y ritos • Martínez, Abel Fernando y Andrés Otálora. “A
• Gutiérrez de Pineda, Virginia. Familia y cultura fundacionales”. Revista Credencial Historia, núm. suelo nuevo dar nueva semilla”. El trigo en la
en Colombia: tipologías, funciones y dinámica 141. Bogotá, Banco de la República. Recuperado de: provincia de Tunja, Nuevo Reino de Granada,
de la familia. Medellín, Editorial Universidad https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/ siglos XVI y XVII”. Maguaré, vol. 34. Recuperado
de Antioquia, 1994. credencial-historia/numero-141/fundaciones-colo- de: https://revistas.unal.edu.co/index.php/
• Hoyos, José Fernando (editor). La historia niales-y-republicanas-en-colombia. maguare/article/view/92584.
contada desde las regiones. Publicaciones • Cabal, Juan Francisco. “Orígenes de la caña de • Martínez Celis, Diego. “Revive ceremonia muisca

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


Semana, 2019. azúcar en Colombia”. Anela, Universidad de los de correr la tierra en Guasca, Cundinamarca”.
• Labbé, Armand J. Colombia antes de Colón: Andes, 12 de agosto de 2015. Recuperado de: ht- Rupestreweb, 2008. Recuperado de: http://www.
El pueblo, la cultura y el arte de la cerámica tps://agronegocios.uniandes.edu.co/2015/08/12/ rupestreweb.info/correrlatierra.html.
prehispánica. Bogotá, Editorial Carlos Valen- origenes-de-la-cana-de-azucar-en-colombia/. • Ministerio de Cultura. Biblioteca Básica de
cia, 1986. • Casa de la Cultura Piedra del Sol. Sociedad Gua- cocinas tradicionales de Colombia. Bogotá,
• Mejía Vallejo, Manuel. Aire de tango. Medellín, ne: guión museográfico del Museo Arqueológico Ministerio de Cultura, 2014. Recuperado de:
Concejo de Medellín, 2000. Regional Guane de Floridablanca. Floridablanca, https://mincultura.gov.co/areas/patrimonio/
• Melo, Jorge Orlando. Historia de Antioquia. Casa de la Cultura Piedra del Sol, 2015. Paginas/bibliotecas-de-cocinas.aspx.
Medellín, Editorial Suramericana, 1987. • Corradine, Alberto. “Ciudades, villas, pueblos • Ministerio de Cultura. Rutas del Bicente-
• Morales Álvarez, Victor et al. De caminos y y parroquias”. Revista Credencial Historia, nario de las Independencias. Presentación
autopistas: Historias de la infraestructura núm. 141. Bogotá, Banco de la República. general. Bogotá, Ministerio de Cultura, 2010.
vial en Antioquia. Medellín, Gobernación Recuperado de: https://www.banrepcultural. Recuperado de: https://www.mincultura.gov.
294-295

de Antioquia, Secretaría de Infraestructura org/biblioteca-virtual/credencial-historia/nu- co/SiteAssets/documentos/Turismo/presen-


Física, Universidad Eafit, 2014. mero-147/iudades-villas-pueblos-y-parroquias tacion_general_rutas.pdf.
BIBLIOGRAFÍA

Lecturas recomendadas

• Museo del Oro y UCL Institute of Archaeology. • Bedoya, Samuel. “Regiones, músicas y danzas • Ministerio de Cultura. Gran libro de la cocina
Historias de ofrendas muiscas. Catálogo virtual campesinas”. A Contratiempo, núm. 2, 2020. colombiana. Recopilación de Carlos Ordóñez.
de la exposición temporal en el Museo del • Bejarano, Jesús Antonio. Ensayos de historia agraria Bogotá, Ministerio de Cultura, 2012.
Oro. Bogotá, Banco de la República, 2013. colombiana. Bogotá, Fondo Editorial Cerec, 1987. • Ministerio de Cultura. “Músicas Andinas del
Recuperado de: http://www.banrepcultural. • Chaves Mendoza, Álvaro y Mauricio Puerta. suroccidente colombiano”. Cartilla de inicia-
org/museo-del-oro/exposiciones-temporales/ Monumentos arqueológicos de Tierradentro. ción cultural - Escuela de flautas y tambores.
historias-de-ofrendas-muiscas. Bogotá, Biblioteca Banco Popular, 1986. Bogotá, Música para la convivencia, Ministerio
• “Otilias, las vírgenes de Ráquira”. Noticias • Ferro Medina, Germán. La geografía de lo de Cultura, 2009.
de pura cepa, Canal Trece, 13 de abril de sagrado: El culto a la Virgen de las Lajas. • Ministerio de Cultura. PEMP Semana Santa
2019. Recuperado de: https://canaltrece. Bogotá, Ceso, Universidad de los Andes, 2004. en Popayán. Resumen. Bogotá, Ministerio de
com.co/noticias/de-pura-cepa-otilias-virge- • Ferro Medina, Germán. “Guías de observación Cultura, 2016.
nes-de-raquira/. y valoración cultural 2009-2011”. Revista • Muñoz, Paloma. “Cultura musical del Cauca”.
• Poveda, Lluly y Daniela Rojas. “La carranga: un Apuntes, vol. 22, núm. 1. Bogotá, Universidad Cauca. Territorios posibles. Editado por Guido
ritmo autóctono y representativo de Boyacá”. Javeriana, Facultad de Arquitectura, 2009. Barona Becerra y Cristóbal Gnneco. Popayán,
Uniminuto Radio. 2019. Recuperado de: https:// Editorial Universidad del Cauca, 2001.
• Ferro Medina, Germán et al. Río Magdalena
www.uniminutoradio.com.co/la-carranga-un-rit- • Noguera Mendoza, Aníbal. Crónica Grande del
navegando por una nación. Bogotá, Museo
mo-autoctono-y-representativo-de-boyaca/. río de la Magdalena. Bogotá, Fondo de Cultura
Nacional de Colombia, 2010.
• Reina, Sandra. “Pueblos de Indios y Cafetero, 1980.
• Ferro Medina, Germán et al. Del monumento
templos de doctrina”. Revista Credencial
al pensamiento. Patrimonio de Colombia • París, Gonzalo. Geografía Económica de Co-
Historia, marzo de 2018. Bogotá, Banco de
para la humanidad. Bogotá, Museo Nacional, lombia. Tolima, Tomo VII. Bogotá, Contraloría
la República. Recuperado de: https://www.
Ministerio de Cultura, 2012. General de la República, 1946.
revistacredencial.com/historia/temas/pue-
• Fundación Erigaie. El Magdalena: voces de un • Pérgolis, Juan Carlos. La plaza: el centro de
blos-de-indios-y-templos-de-doctrina.
río mundo. Bogotá, Letrarte Editores, 2015. la ciudad. Bogotá, Universidad Nacional de
• Sistema de Información para la Artesanía,
• García B., Joaquín. El Huila y sus aspectos. Colombia, 2002.
SIART. “Colombia artesanal: Ráquira, manos
Bogotá, Editorial Cromos, 1935. • Rodrizales, Javier. Carnaval de Negros y Blan-
que le dan vida al barro”, 4 de septiembre de
• Goslinga Cornelis, Christian. Templos doctrine- cos. Juego, arte y saber. Pasto, Xexus Edita, 2011.
2015. Bogotá, Artesanías de Colombia. Recu-
perado de: https://artesaniasdecolombia.com. ros neogranadinos. Cali, Universidad del Valle, • Solano, Pablo. La iraca. Comunidad artesanal de
co/PortalAC/Noticia/colombia-artesanal-ra- Facultad de Filosofía, Letras e Historia, 1972. Sandoná. Bogotá, Artesanías de Colombia, 1997.
quira-manos-que-le-dan-vida-al-barro_6133. • Gutiérrez, Guillermo. La arquitectura habita- • Useche L., Mariano. Caminos reales de Colom-
cional en Silvia Cauca. Popayán, Universidad bia. Bogotá, Editorial FEN, 1995.
del Cauca, Departamento de Historia, 2017. • Vásquez Cerón, Adriana y Eduardo Arias,
MACIZO
• Guzmán, Angela Inés. Honda: la ciudad editores. Macizo colombiano: Tierra de agua.
• Acevedo Latorre, Eduardo. El río Grande de la
del río. Bogotá, Universidad Nacional de Memorias de la Segunda Expedición Técnica y
Magdalena. Bogotá, Banco de la República, 1981.
Colombia, 2002. Científica al Macizo colombiano, 5 a 12 de marzo
• Ángel Bravo, Rafael. “La plaza de mercado como
• Hernández de Alba, Gregorio. “Investigaciones de 2015. Bogotá, Segunda Expedición Técnica y
escenario para la identificación de diversos
arqueológicas en Tierradentro”. Revista de las Científica al Macizo Colombiano, 2015.
fenómenos socioculturales e interculturales en
el continente americano”. Revista Apuntes, vol. Indias, vol. II, núm. 10. Bogotá, Ministerio de
33, Bogotá, Universidad Javeriana, Facultad de Educación, 1938. AMAZONÍA
Arquitectura, 2020. • Lamilla Guerrero, Eloísa. Guía Patrimonial del • ACAIPI y Fundación Gaia Amazonas. El territo-
• Arciniegas, José Ignacio. Así es el Tolima. Cementerio Central de Neiva (Huila). Bogotá, rio de los jaguares de Yuruparí. Conocimiento
Geografía, historia, desarrollo y tradiciones. Fundación Erigaie, 2012. tradicional de las etnias del río Pirá Paraná
Bogotá, Printer Colombiana, 1994. • Ministerio de Cultura. “Músicas Andinas de para el Manejo del Medio Ambiente. Leticia,
• Baquero Duarte, Diana Lizeth. Las plazas de Centro Sur”. Cartilla de iniciación cultural Gaia Amazonas, 2015.
mercado como catalizadores urbanos. 2011. ¡Que viva el San Juan, que viva el San Pedro! • Casement, Roger. Informes. Otras cartas
Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Música para la Convivencia, Ministerio sobre las atrocidades en el Putumayo. Lima,
disertación doctoral. de Cultura, 2009. IWGIA-CAAAP, 2011.
• Castaño Uribe, Carlos. Chiribiquete: la maloka • Ministerio de Cultura. Patrimonio de la • Gómez, Augusto. “Llanos Orientales: Coloni-
cósmica de los hombres jaguar. Bogotá, Sura, Humanidad en Colombia. Bogotá, Ministerio zación y conflictos interétnicos, 1870-1970”.
Mesa Estándar, Parques Nacionales Naturales de Cultura, 2013. Universitas Humanística, vol. 17, núm. 29,
de Colombia, 2019. • Ministerio de Cultura. La tierra de la abundan- Bogotá, enero-junio de 1988. Recuperado de:
• Castro Caycedo, Germán. Perdido en el Ama- cia: Las cocinas tradicionales indígenas del https://revistas.javeriana.edu.co/index.php/
zonas. Planeta, 2009. sur del departamento del Amazonas. Bogotá, univhumanistica/article/view/9972/8206.
• Cayón, Luis. En las aguas de Yuruparí. Cosmolo- Ministerio de Cultura, 2015. • Gómez, Augusto. “Cuiviadas y Guajibiadas. La
gía y chamanismo macuna. Bogotá, Ediciones • Reichel-Dolmatoff, Gerardo. Chamanes de la guerra de exterminio contra los grupos indí-
Uniandes, Facultad de Ciencias Sociales, Depar- selva pluvial: ensayos sobre los indios tukano genas cazadores-recolectores de los llanos
tamento de Antropología, CESO, 2002. del Noroeste Amazónico. Traducción de Efraín orientales”. Anuario Colombiano de Historia
• Correa Rubio, François. Por el camino de la Sánchez. London: Themis Books, 1997. Social y de la Cultura, 1988. Recuperado de:
Anaconda Remedio: Dinámica de la organi- • Rivera, José Eustasio. La vorágine. Doral, https://revistas.unal.edu.co/index.php/achsc/
zación social entre los Taiwano del Vaupés. Stockcero, 2013. article/view/16710/17599.
Bogotá, Departamento de Antropología, • Molano, Alfredo. “De los llanos y selva”.
Universidad Nacional de Colombia,1996. ORINOQUÍA Bogotá, Corporación Grupo Semillas, 2015.
• Davis, Wade. El río: exploraciones y descubri- • Arvelo-Jiménez, Nelly, Filadelfo Morales y Recuperado de: https://www.semillas.org.co/
mientos en la selva amazónica. Traducción de Horacio Biord. “Repensando la historia del es/revista/de-los-llanos-y-selva.
Nicolás Suescún. Bogotá, El Áncora editores, Orinoco”. Revista de Antropología, vol. 5, • Molano, Alfredo. Fragmentos de la historia
Fondo de Cultura Económica, 2004. núms. 1-2, 1989, pp. 155-174. del conflicto armado (1920-2010). Informe
• Echeverri, Juan Álvaro e Hipólito Candre. • Barona, Guido, Augusto Gómez y Camilo Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas.
Tabaco frío, coca dulce: Palabras del anciano Domínguez. “El proceso de construcción terri- Bogotá, Espacio Crítico, 2015.
Kinerai de la Tribu Cananguchal para sanar y torial de la Orinoquia colombiana en el siglo • Mora, Santiago e Inés Cavelier. “Mirray:
alegrar el corazón de sus huérfanos = Jírue XIX”. Colombia Orinoco. Editado por Camilo arqueología del departamento del Meta”.
diona riérue jííbina: Jikofo Kinéreni éirue jito Domínguez. Bogotá, Fondo para la Protección Bogotá, Fundación de Investigaciones Ar-
Kinerai ie jaiéniki komeki zuitaja ie jiyóitaja del Medio Ambiente, 1998, pp. 203-218. queológicas del Banco de la República, 1985.
úai yoina. Leticia, Instituto Amazónico de • Del Cairo, Carlos y Esteban Rozo. “El salvaje • Ordóñez Caicedo, Carlos. Gran libro de la coci-
Investigaciones, IMANI, Universidad Nacional y la retórica colonial en El Orinoco ilustrado na Colombiana. Biblioteca básica de cocinas
de Colombia, Sede Amazonia, 2008. (1741) de José Gumilla S. J.”. Fronteras de la tradicionales de colombia. Bogotá, Ministerio
• Franco García, Roberto. Cariba malo: episodios Historia, vol. 11, 2006, pp. 153-181. de Cultura de Colombia, 1984.
de resistencia de un pueblo indígena aislado • Franco, Luis Gerardo. “Contexto y pre-texto • Ortiz, Francisco. “El rezo del pescado, ritual de
del Amazonas. Leticia, Universidad Nacional de la arqueología en los Llanos Orientales de pubertad femenina entre los sikuani y cuiba”.
de Colombia, Sede Amazonia, 2012. Colombia”. Boletín de Antropología, vol. 32, Maguaré, 1998. Recuperado de: https://revis-
• Hugh-Jones, Stephen. La palma y las pléyades: núm. 54. Medellín, Universidad de Antioquia, tas.unal.edu.co/index.php/maguare/article/

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


iniciación y cosmología en la Amazonía noroc- 2017, pp. 276-297. Recuperado de: https://www. view/14222.
cidental. Bogotá, Universidad Central, 2013. redalyc.org/pdf/557/55752394012.pdf • Velásquez, Ronny. Mitos de creación de la
• Hugh-Jones, Christine et al. From The Milk River. • Fundación Etnollano. Artesanía, cultura, cuenca del Orinoco. Caracas, Fundación
Cambridge, Cambridge University Press,1988. autonomía y territorio. 2014. Recuperado Editorial el Perro y la Rana, 2017.
• Mahecha, Dany y Carlos Eduardo Franky. “Los de: https://issuu.com/fetnollano/docs/carti-
nükak, el último pueblo de tradición nómada lla_mujer_cambios_mayo_2014
contactado oficialmente en Colombia”. • Giraldo Castaño, Germán Hislen. La coloni-
Pueblos indígenas en aislamiento voluntario y zación en la Orinoquía colombiana: Arauca
contacto inicial. Leticia, Universidad Nacional (1900-1980). Bogotá, Ediciones Ántropos, 2006.
de Colombia, Sede Amazonia, 2012, p. 202. • Giraldo de Puech, María de la Luz. “Investiga-
• Matarezio, Edson Tosta. “Do ponto de vista das ción arqueológica en los Llanos Orientales,
moças: a circulação de afetos na Festa da Moça región Cravo Norte, Arauca”. Boletín Museo
296-297

Nova dos Ticuna”. Boletim do Museu Paraense del Oro, núm. 21. Bogotá, Banco de la Repúbli-
Emílio Goeldi. Ciências Humanas, vol. 15, 2020. ca, 1998, pp. 3-24.
BIBLIOGRAFÍA

Créditos

• Ilustración basada en la obra original “Ruinas • Crédito editorial: Matt Apps / Shutterstock.com. • Crédito editorial: Watch The World / Shutters-
de pore”de Nesalecabs, CC BY-SA 3.0 <https:// • Crédito editorial: Simon Pittet / Shutterstock.com. tock.com.
creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0>, via • Crédito editorial: oscar garces / Shutterstock.com. • Ilustración basada en la obra original “FITB”
Wikimedia Commons. • Crédito editorial: Mauricio Acosta Rojas / de Felipe Chavez, CC BY-SA 2.5 <https://
• Crédito editorial: oscar garces / Shutterstock.com. Shutterstock.com. creativecommons.org/licenses/by-sa/2.5>,
• Crédito editorial: oscar garces / Shutterstock.com. • Crédito editorial: streetflash / Shutterstock.com. via Wikimedia Commons.
• Crédito editorial: Alf Ribeiro / Shutterstock.com. • Crédito editorial: Nowaczyk / Shutterstock.com. • Ilustración basada en la obra original
• Crédito editorial: Lexcard / Shutterstock.com. • Ilustración basada en la obra original “Ca- “Campus Party Colombia 2010 - Montaje” de
• Crédito editorial: Zvonimir Atletic / Shutters- tedral de San Nicolás El Magno y Santuario campuspartycolombia, CC BY-SA 2.0 <https://
tock.com. Mariano” de Daniel Henao, CC BY-SA 3.0 creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0>, via
• Crédito editorial: Alexandre Laprise / Shut- <https://creativecommons.org/licenses/by- Wikimedia Commons.
terstock.com. sa/3.0>, via Wikimedia Commons. • Crédito editorial: NNNMMM / Shutterstock.com.
• Crédito editorial: Joao Mello / Shutterstock.com. • Crédito editorial: Dima Moroz / Shutterstock.com. • Crédito editorial: James Wagstaff / Shutters-
• Crédito editorial: Joao Mello / Shutterstock.com. • Crédito editorial: Dima Moroz / Shutterstock.com. tock.com.
• Crédito editorial: Nowaczyk / Shutterstock.com. • Crédito editorial: WH_Pics / Shutterstock.com. • Ilustración basada en la obra original
• Crédito editorial: Nowaczyk / Shutterstock.com. • Crédito editorial: Danaan / Shutterstock.com. “Detalle, monumento a los 14 lanceros”
• Crédito editorial: Nowaczyk / Shutterstock.com. • Crédito editorial: Nino Capotino / Shutters- de Jpvalderramac, CC BY-SA 4.0 <https://
• Crédito editorial: Nowaczyk / Shutterstock.com. tock.com. creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0>,
• Crédito editorial: Atosan / Shutterstock.com. • Crédito editorial: Reca Ence AR / Shutterstock.com. via Wikimedia Commons.
• Crédito editorial: SL-Photography / Shutters- • Crédito editorial: Natchapon Srihon / Shut- • Ilustración basada en la obra original “Puente
tock.com. terstock.com. Boyacá Nov 09 2005” de Néstor Daza, Public
• Foto de archivo — Australian valla de alambre • Crédito editorial: Manuel Fuentes Almanzar / domain, via Wikimedia Commons.
de púas paisaje rural frena manada vaca Shutterstock.com. • Crédito editorial: Luz Zuluaga Photography /
Brahman en el rancho con copyspace primer • Crédito editorial: William Cushman / Shutters- Shutterstock.com.
plano: [Sheryl Caston] / © 123RF.COM. tock.com. • Ilustración basada en la obra original
• Crédito editorial: Zaruba Ondrej / Shutters- • Crédito editorial: Luis Echeverri Urrea / “IglesiaSutatausa” de ArturoAparicio, Crea-
tock.com. Shutterstock.com. tive Commons Atribución 3.0 Unported, via
• Crédito editorial: Lexcard / Shutterstock.com. • Crédito editorial: Chrispictures / Shutters- Wikimedia Commons.
• Crédito editorial: Muhammad Luqman Hakim tock.com. • Crédito editorial: Anamaria Mejia / Shutters-
/ Shutterstock.com. • Crédito editorial: Henry Agudelo / Shutters- tock.com.
• Crédito editorial: SL-Photography / Shutters- tock.com. • Crédito editorial: Diego Grandi / Shutterstock.com.
tock.com. • Crédito editorial: KreaFoto / Shutterstock.com. • Crédito editorial: Irene Castillo Sanchez /
• Crédito editorial: Wallace Teixeira / Shutters- • Crédito editorial: KreaFoto / Shutterstock.com. Shutterstock.com.
tock.com. • Crédito editorial: Alisa Khliestkova / Shutters- • Crédito editorial: Fotos593 / Shutterstock.com.
• Crédito editorial: Orchid photho / Shutters- tock.com. • Crédito editorial: Mark Pitt Images / Shutters-
tock.com. • Crédito editorial: OSTILL is Franck Camhiy / tock.com.
• Crédito editorial: Guillermo Ossa / Shutters- Shutterstock.com. • Crédito editorial: James Wagstaff / Shutters-
tock.com. • Crédito editorial: Matyas Rehak / Shutterstock.com. tock.com.
• Crédito editorial: Orchid photho / Shutters- • Crédito editorial: Matyas Rehak / Shutters- • Crédito editorial: Fotos593 / Shutterstock.com.
tock.com. tock.com. • Crédito editorial: Alekyjas / Shutterstock.com.
• Crédito editorial: Elena Odareeva / Shutters- • Crédito editorial: Matyas Rehak / Shutters- • Crédito editorial: 1000 Words / Shutterstock.com.
tock.com. tock.com. • Crédito editorial: svic / Shutterstock.com.
• Crédito editorial: Fotos593 / Shutterstock.com. • Crédito editorial: James Wagstaff / Shutters- • Crédito editorial: Watch The World / Shutters-
• Crédito editorial: hinterhof / Shutterstock.com. tock.com. tock.com.
• Crédito editorial: hinterhof / Shutterstock.com. • Crédito editorial: Ana Duque / Shutterstock.com. • Crédito editorial: el parajo lindo / Shutters-
• Crédito editorial: PhotoStock10 / Shutterstock.com. • Crédito editorial: llopesfotos / Shutterstock.com. tock.com.
• Crédito editorial: EGT-1 / Shutterstock.com. • Crédito editorial: Dan Su Sa / Shutterstock.com. • Crédito editorial: Arturo Larrahondo / Shut-
• Ilustración basada en la obra original “Gai- • Ilustración basada en la obra original “Casa terstock.com.
teros en el Festival del Porro, Colombia” de Colonial en Bahareque, Manzana 074, El Cerri- • Crédito editorial: MatthieuCattin / Shutters-
Luis Pérez - publicado originalmente en Flickr to, Valle, Colombia” de Diego Carrejo Murillo, tock.com.
como Festival del Porro, CC BY 2.0. CC BY-SA 3.0 <https://creativecommons.org/ • Crédito editorial: MatthieuCattin / Shutters-
• Crédito editorial: Óscar Garcés / Shutters- licenses/by-sa/3.0>, vía Wikimedia Commons. tock.com.
tock.com. • Crédito editorial: Matyas Rehak/ Shutterstock.com. • Crédito editorial: MatthieuCattin / Shutters-
• Ilustración basada en la obra original “62 • Crédito editorial: Óscar Garcés / Shutters- tock.com.
- Carthagène - Décembre 2008” de Martin tock.com. • Crédito editorial: Nichola Chapman / Shutters-
St-Amant (S23678), CC BY-SA 3.0 <https:// • Crédito editorial: Andrés Virviescas / Shut- tock.com.
creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0>, terstock.com. • Photo by Josh Rocklage on Unsplash
via Wikimedia Commons. • Ilustración basada en la obra original “Pa- • Photo by DNK.PHOTO on Unsplash”
• Ilustración basada en la obra original “Sun- nóptico 5 (168274169)” de Jusezam, CC BY-SA • Crédito editorial: TLF Images / Shutterstock.com.
set-cartagena-tower-dewired” de Igvir Ramirez, 3.0 <https://creativecommons.org/licenses/ • Ilustración basada en la obra original de la
CC BY-SA 2.0 <https://creativecommons.org/ by-sa/3.0>, via Wikimedia Commons. autora Sofia Londoño, Attribution-NonCommer-
licenses/by-sa/2.0>, via Wikimedia Commons. • Ilustración basada en la obra original “Ce- cial-ShareAlike 2.0 Generic (CC BY-NC-SA 2.0).”
• Crédito editorial: Kev Gregory / Shutterstock.com. menterio de San Lorenzo. Medellín. Colombia” • Ilustración basada en la obra original “Esta-
• Crédito editorial: The Storygrapher / Shut- de Kamilokardona, CC BY-SA 3.0 <https:// tua-en-Santiago-de-Cali-de-Piper Pimienta, de
terstock.com. creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0>, Eltiver, CC BY-SA 4.0 <https://creativecommons.
• Crédito editorial: Matyas Rehak / Shutters- via Wikimedia Commons. org/licenses/by-sa/4.0>, via Wikimedia Commons.
tock.com. • Ilustración basada en la obra original “Gar- • Crédito editorial: Anton_Ivanov / Shutters-
• Crédito editorial: JopsStock / Shutterstock.com. zón-y-Collazos” de Aviaaviancayt, CC BY-SA tock.com.
• Crédito editorial: meunierd / Shutterstock.com. 4.0 <https://creativecommons.org/licenses/ • Crédito editorial: Rob Crandall / Shutterstock.com.
• Crédito editorial: Luz Zuluaga Photography / by-sa/4.0>, via Wikimedia Commons. • Crédito editorial: dani3315 / Shutterstock.com.

COCREAR, CONECTAR, CONSERVAR


Shutterstock.com. • Ilustración basada en la obra original • Crédito editorial: oliverdelahaye / Shutters-
• Crédito editorial: Kobby Dagan / Shutterstock.com. “Prochilodus magdalenae (16197296986)” de tock.com.
• Crédito editorial: Kobby Dagan / Shutters- Ictiologia Universidad Católica de Oriente, • Crédito editorial: sunsinger / Shutterstock.com.
tock.com. CC BY 2.0 <https://creativecommons.org/ • Crédito editorial: Rubio Noemie / Shutters-
• Crédito editorial: Orchid photho / Shutters- licenses/by/2.0>, via Wikimedia Commons. tock.com.
tock.com. • Ilustración basada en la obra original • Crédito editorial: fitzcrittle / Shutterstock.com.
• Ilustración basada en la obra original “Tryportheus magdalenae (16779617246)” de • Crédito editorial: Diego Grandi / Shutterstock.com.
“Bogotá Biblioteca Nacional de Colombia” de Ictiologia Universidad Católica de Oriente, • Crédito editorial: BigKnell / Shutterstock.com.
Felipe Restrepo Acosta, CC BY-SA 4.0 <https:// CC BY 2.0 <https://creativecommons.org/ • Crédito editorial: AJP / Shutterstock.com.
creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0>, via licenses/by/2.0>, via Wikimedia Commons. • Ilustración basada en la obra original “Figu-
Wikimedia Commons. • Ilustración basada en la obra original “San- ritas con barniz de Pasto” de Wikichasqui,
• Crédito editorial: dubes sonego / Shutters- juanero” de Melissanati, CC BY-SA 4.0 <https:// CC BY-SA 3.0 <https://creativecommons.org/
298-299

tock.com. creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0>, via licenses/by-sa/3.0>, via Wikimedia Commons.


• Crédito editorial: posztos / Shutterstock.com. Wikimedia Commons.
El material incluido, pero no limitado a ilustraciones, artículos, fotografías y en general la información de este Manual
Ilustrado para guías de cultura en Colombia y publicado en la página Colombia.Travel, está protegido por las leyes en
materia de propiedad intelectual de la República de Colombia. Las declaraciones y/u opiniones expresadas en la publicación
y en las piezas que acompañan este manual son opiniones del autor de la obra de carácter personal, que no corresponden
ni reflejan la posición del Gobierno Nacional, ProColombia ni del resto de entidades que han intervenido en el proyecto,
quienes no asumirán responsabilidad alguna por cualquier daño directo, indirecto, incidental o consecuencial, punitivo,
especial, derivado y/o de cualquier otro daño que pueda ser causado en razón de lo allí expresado.
COCREAR
CONECTAR
CONSERVAR
Manual ilustrado para guías de
turismo de cultura en Colombia

Desde ProColombia hemos redoblado esfuerzos para promocionar a nuestro país como un
destino confiable, sostenible y de alta calidad para el turista internacional. Uno de los atributos
más destacados para el logro de ese objetivo es la magnífica riqueza cultural de Colombia.

Colombia es el quinto país de Latinoamérica y del Caribe en número de reconocimientos de


la Unesco. Contamos con nueve patrimonios materiales de la humanidad y nueve patrimonios
culturales inmateriales; tres ciudades creativas de la música y tres ciudades creativas de
la gastronomía. Así mismo, recientemente, dos más de nuestras ciudades, Ibagué y Pasto,
ingresaron a la Red de Ciudades Creativas de la Unesco. Y en la actualidad contamos con 19
denominaciones de origen en torno a la gastronomía y a las artesanías.

Todas estos reconocimientos nos invitan a dar a conocer la diversidad cultural de Colombia;
a promover el respeto por la cultura y el desarrollo de un turismo sostenible alrededor de la
misma, y a brindar herramientas a los guías de turismo y a los nuevos actores de la cadena
de valor de este segmento turístico. Bienvenidos a COcrear, COnectar, COnservar.

También podría gustarte