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Utilización del Vendaje elástico autoadhesivo en

Neuropediatria
Reporte de caso clínico

Héctor Echeverría Rodríguez


Licenciado en Kinesiología
Magister en Docencia para la Educación Superior
Instructor Método Therapy Taping Nivel II
Terapeuta con formación en Concepto Neurodesarrollo ‐ Bobath para el tratamiento de niños y adultos con
condiciones neurológicas.
Director Clínico de Centro de Rehabilitación Siloe, Medicina Física y Rehabilitación, Viña del Mar, Chile.

Palabras clave: Neurodesarrollo – Control postural – Imagen corporal ‐ Control de


tronco – Feedback – Feedforward – aprendizaje motor.

Objetivo

El propósito de este capitulo es poder brindar una base conceptual sobre la cual
fundamentar la toma de decisiones clínicas que guíen el proceso terapéutico en
neuropediatría lo cual a su vez permita tomar decisiones respecto de aplicaciones de
vendaje elástico en pacientes infantiles con trastornos del desarrollo sensoriomotor
durante el primer año de vida dando énfasis en el desarrollo del control postural
como principal estrategia de abordaje terapéutico.

Introducción

El desarrollo del sistema nervioso durante el primer año de vida implica un proceso
constante de organización multisistémica y funcional que conllevan a la capacidad del
individuo para el logro de tareas con un propósito específico. Sin embargo, para que el
bebe en desarrollo logre estas acciones es necesario primero la construcción de la
representación del espacio peripersonal (exterocepción) y personal (propiocepción),
proceso que se conoce como la organización de la imagen corporal y perceptual desde
el medio ambiente en el cual se desarrolla la acción o tarea con propósito (1) En el
Método Therapy Taping la utilización del vendaje elástico estimula la sensación táctil
para que esta información pueda ser interpretada y aprendida para el uso de la
motricidad y la conciencia corporal (2) El desarrollo de la imagen corporal perceptual
es parte del proceso del aprendizaje motor y de fundamental importancia para el
desarrollo de habilidades con propósito. Nuestra experiencia clínica y la evidencia
práctica de investigaciones que han sido presentadas en el primer libro del profesor
Morini (2) y otras investigaciones (6, 7) nos ha permitido evidenciar la influencia del
vendaje elástico como un elemento de facilitación en el proceso de aprendizaje motor
promoviendo el desarrollo de la imagen corporal, proceso perceptual íntimamente
relacionado con el desarrollo de reacciones posturales automáticas necesarias para el
desarrollo de habilidades funcionales y tareas con propósito

Tomar decisiones clínicas frente a un paciente neuropediátrico con problemas de


desarrollo sensoriomotor durante el primer año de vida es un proceso difícil si no se
cuenta con una fórmula para poder observar el problema. Más complicado aún será
tomar decisiones clínicas respecto a qué o cuáles técnicas del Método Therapy Taping
podrían ayudarnos en el propósito de facilitar el desarrollo motor a niveles más
apropiados para la edad del niño.

Frente a esta problemática clínica es que intentaremos proponer una fórmula desde la
cual mirar el problema del desarrollo sensoriomotor durante el primer año de vida e
intentar guiar el proceso de toma de decisiones clínicas al momento de idear una
estrategia de tratamiento que incluya además el reforzamiento sensoriomotor que
puede brindar el vendaje terapéutico a través del Método Therapy Taping.

Consideraciones en relación al desarrollo del control postural


durante el primer año de vida.

Para construir una estrategia de tratamiento que aborde la problemática funcional del
paciente neuropediátrico con problemas de desarrollo sensoriomotor durante el
primer año de vida es necesario considerar ciertos aspectos fundamentales que nos
acercarán a la comprensión de la intervención terapéutica a través del manejo directo
y la utilización del vendaje elástico como herramienta complementaria al manejo
clínico. Estas consideraciones pueden guiar la elección de técnicas específicas de
vendaje en relación a las habilidades motrices a potenciar como objetivo de
tratamiento.

a. Desarrollo del control postural.

Durante el neurodesarrollo, como resultante de procesos neuro‐ontogénicos, ocurrirá


una diferenciación funcional de grupos musculares con fibras y unidades motoras de
postura (tónicas) y/o de movimiento (fásicas) (1) Las unidades motoras de postura
van a predominar en los músculos del tronco y garantizarán la extensión. En este
sistema muscular ocurrirá el aprendizaje del control postural anticipatorio necesario
para toda acción.
Las unidades motoras de movimiento predominan en los músculos de las extremidades
de manera de brindar velocidad y amplitud a los movimientos.

El control del tronco durante el desarrollo sensoriomotor del primer año de vida
progresa desde el plano sagital, al plano frontal y transverso. En cada plano, los
movimientos del tronco influencian los movimientos de las extremidades. La
extensión y flexión del tronco en el plano sagital (Fig. 1) ayuda a facilitar la extensión
y flexión de las extremidades superiores e inferiores. La flexión lateral de tronco en el
plano frontal (Fig. 2) ayuda a facilitar el enderezamiento lateral de la cabeza, la
abducción y aducción de hombro y cadera. La rotación de tronco, en el plano
transverso, ayuda a facilitar la rotación de hombro y cadera (Fig. 3) De esta manera,
durante el desarrollo sensoriomotor típico del niño durante el primer año de vida
ocurrirá un progresivo desarrollo del control postural que le permitirá realizar
movimientos de flexión, extensión, rotación y flexión lateral durante los
desplazamiento de peso en supino, prono, sedente y bípedo. Esta capacidad le
permitirá realizar transiciones como pasar de sedente a cuadrupedia y moverse de
una posición a otra, proceso que ocurrirá durante los doce primeros meses de vida (4)

A B

Fig. 1 Al final del tercer mes de vida se espera que en el plano sagital, la extensión
antigravitatoria (B) de tronco en posición prona facilita la flexión de hombro y
extensión de codo, extensión de cadera y rodilla, flexión plantar de tobillo. En supino,
la flexión antigravitatoria (A) facilitará el desarrollo de habilidades en torno a la
línea media corporal lo cual permitirá organizar la alineación y simetría corporal
necesaria para realizar por ejemplo un patrón motor como la coordinación mano
mano boca.

Fig 2. Alrededor del 5 mes de vida se espera que la flexión lateral de tronco en el
plano frontal ayuda a facilitar el enderezamiento lateral de la cabeza, la abducción de
hombro y cadera del lado de apoyo. Observe como el tronco trabaja en forma
disociada entre uno y otro hemicuerpo. El hemitronco del lado de la carga trabaja
elongándose y sus músculos tendrán un trabajo muscular de tipo excéntrico, el otro
lado del hemitronco trabaja aproximándose y su musculatura trabaja en control
concéntrico. Este balance muscular entre músculos flexores y extensores de tronco
permitirá acciones precursoras del giro.

Fig. 3. Entre el sexto y séptimo mes de


vida la es posible identificar la inmensa
variabilidad de movimiento en el plano
transverso, en este tiempo el niño
prefiere la posición sedente en
distintas formas, explora realizando
transferencias y usando apoyo de
manos. A nivel de tronco ocurre
rotación de tronco lo que permite el
control disociado de los movimientos
entre cabeza, tronco superior y tronco
inferior, facilitando de esta manera la
disociación de cinturas pélvica y
escapular como también la disociación
entre caderas y fémur.

La interrelación balanceada entre los componentes musculares de las extremidades y


el tronco permiten el control de la cabeza, la integración entre ambos hemicuerpos, la
coordinación entre cinturas escapular y pélvica, entre las extremidades superiores
con la cintura escapular y entre las extremidades inferiores con la cintura pélvica (4)
De esta forma, cada movimiento de un segmento genera repercusiones en el balance
postural dándole significancia a la capacidad del tronco de autosustentar el
movimiento y la postura durante la acción. Para el control total del tronco deberá
existir balance tónico entre los músculos flexores antigravitatorio y los músculos
extensores antigravitatorios del mismo segmento.

El resultado de este proceso es la posibilidad de mantener estable el eje corporal,


proceso conocido como mantenimiento estático (1) Sin embargo este proceso es
insuficiente para el interés del niño en explorar el medio ambiente lo que implica un
cambio biomecánico en distancia y recorrido de su centro de gravedad, en este
momento es necesario realizar ajustes durante la ejecución de la acción lo cual se
conoce como mantenimiento postural dinámico (1)

El niño con problemas en el desarrollo sensoriomotor durante el primer año de vida


puede presentar serios problemas en la realización de movimientos transicionales
siendo el control del tronco en los distintos planos de movimiento uno de los aspectos
más influyentes en el logro de estas actividades (6,7,8) Es más, el deficiente desarrollo
del control de tronco en los distintos planos de movimiento puede generar la
búsqueda de estrategias de movimiento compensatorio lo cual puede desembocar en
un proceso de desarrollo motor atípico (4) A menudo estas compensaciones conducen
a mayores consecuencias motoras denominadas impedimentos. La combinación de
impedimentos en el control de tronco y la aparición de compensaciones conllevan a
cambios en los tejidos y articulaciones, deformidad e impedimentos adicionales.

Para los terapeutas es de suma importancia la observación de los patrones de


movimiento y postura para identificar los impedimentos primarios causantes de las
conductas compensatorias. Los niños con problemas de desarrollo sensoriomotor
durante el primer año de vida a menudo se caracterizan por un desbalance entre los
músculos axiales extensores y flexores. Estos niños suelen realizar compensaciones a
nivel de pelvis fijándose con los flexores de cadera en vez de usar la flexión y
extensión antigravitatoria de tronco lo cual suele observarse en posición prono,
interfiriendo con el enderezamiento típico de final del primer trimestre. Otra
compensación que suele observarse es el sobreuso de actividad extensora de tronco,
sin presencia de balance flexor antigravitatorio por ejemplo durante el intento de giro
de supino a prono. Estos niños frente a la problemática de control sinérgico de tronco
comienzan a girar sin ocupar flexión lateral ni enderezamiento lateral de cabeza lo
cual puede crear un circulo negativo para el balance flexo – extensor antigravitatorio
(4)

La observación del control de tronco en los distintos planos de movimiento debe ser
un aspecto muy importante a considerar en la elaboración de la estrategia terapéutica
y en la elección de técnicas de vendaje elástico (7, 10) Para profundizar en este
aspecto recomendamos revisar el Protocolo de secuencias de coactivación dinámica
para tronco basado en el Método de Neurodesarrollo propuesto en el estudio de Arndt
y cols. (10)

En nuestro centro de rehabilitación es muy frecuente enfrentarnos a niños con


hipotonía, disminución de la fuerza y control de tronco, hiperlaxitud articular e
incremento de la flexibilidad. Estas características principales suelen generar gran
limitación e impacto en el desarrollo de las habilidades sensoriomotoras del primer
año de vida tales como el giro de supino a prono y los movimientos de transición de
decúbito supino a sentado. En relación a este problema diversas investigaciones
(3,6,7,8) proponen aplicaciones de vendaje terapéutico para brindar activación de
músculos que estabilizan la parrilla costal (técnica de diafragma) y cintura pélvica
(técnica de abdominales oblicuos y transverso) Ver Fig 5. Estas técnicas serían
específicas para facilitar la activación de la flexión antigravitatoria y la facilitación de
habilidades en torno a la línea media corporal como la simetría postural y el alcance
anterior (ver el reporte de caso) Para facilitar la activación de la extensión
antigravitatoria existen estudios (3) que demuestran cuán efectivo podría ser la
aplicación de técnicas de vendaje elástico para facilitar la activación de adosadores de
escápula y la rotación externa humeral (ver Fig. 8) lo cual en conjunto o por separado,
promueven la activación de la extensión antigravitatoria a nivel de tronco alto para
facilitar la extensión del tronco bajo y de esta manera permitir al niño el logro del
control sedente necesario para realizar transiciones desde esta postura a cuadrúpedo
(6,7,8) Estudios de Footer y cols han ocupado aplicaciones directas sobre músculos
paraespinales en niños con parálisis cerebral tipo cuadriplejia para favorecer el
control de sedente, sin embargo los resultados no han sido favorables lo cual se debe
tener en consideración por los terapeutas al momento de tomar decisiones de
aplicación frente al problema de control de tronco por déficit de extensión
antigravitatoria, (9)

b. Procesos perceptuales en relación a la acción.

La habilidad para moverse y hacer transiciones es una característica básica del


desarrollo sensoriomotor durante el primer año de vida. El movimiento implica
iniciar, mantener y detener el desplazamiento del peso corporal. El desplazamiento
del peso corporal proporciona el estimulo sensorial necesario para generar reacciones
posturales y de balance. Los procesos perceptuales en relación a la acción incluyen la
posibilidad de percibir y detectar modificaciones del medio interno y externo antes,
durante y después de una acción con propósito.

Los receptores propioceptivos de longitud y tensión muscular (husos musculares y


órganos tendinosos) sustentan la organización refleja de los segmentos corporales
permitiendo el ajuste del tono a determinadas posturas. Estos receptores, complejos
en su organización, tienen la capacidad de producir registros de información dinámica
del movimiento (registro fásico) como su velocidad o aceleración; y registros de
información estática del movimiento (registro tónico) como la condición postural
previa al movimiento. Durante el neurodesarrollo la posibilidad de lograr una tarea
con propósito dependerá de la capacidad adaptativa del sistema postural para
integrar la información sensorial dinámica y estática en relación al movimiento,
proceso que se conoce como retroalimentación o feedback, de manera de lograr
ajustes posturales anticipatorios apropiados a la tarea (1)

Los receptores exteroceptivos provenientes de la piel también se integran a los


ajustes posturales de manera de influenciar en la actitud postural y el tono muscular.

La información desde propioceptores, exteroceptores y sistemas sensoriales (visual,


vestibular) es procesada a nivel de la corteza sensorial cerebral para permitir la
elaboración de representaciones de la realidad a lo que llamamos percepción. En el
desarrollo de la percepción propia del niño son fundamentales las experiencias
motoras en un contexto de variabilidad sustentado en la práctica repetitiva del
desarrollo sensoriomotor. Las experiencias sensoriales que el niño comienza a
construir le permiten volver a utilizar estrategias de movimiento para conseguir
metas y propósitos. Llamamos anticipación o feedforward a la capacidad de
desarrollar el planeamiento sensoriomotor de una tarea en relación a la experiencia
sensorial ya almacenada de manera que dicha “selección” del patrón motor le permita
anticipar los requisitos posturales con el justo balance postural estático y dinámico
para lograr una habilidad con propósito (1,4)

El feedforward es aprendido a través del feedback y la práctica (3,4)

Durante el proceso de desarrollo motor atípico, el deseo de conseguir movimiento con


propósito conlleva al aprendizaje y sobreuso de estrategias de movimiento
compensatorio. Específicamente, el déficit de actividad flexora antigravitatoria y/o
actividad extensora antigravitatoria en el primer trimestre de vida del niño puede
conducir al uso “anticipatorio” de patrones de compensación lo cual conlleva a la
instauración de impedimentos secundarios como problemas ortopédicos y
deformidad (4)

Uno de los objetivos durante el tratamiento de niños con problemas del desarrollo
atípico es identificar tempranamente sus deficiencias y evitar el aprendizaje de
estrategias de movimiento compensatorio a través de brindar experiencias
sensoriales guiadas en torno a una alineación postural correcta de manera de brindar
feedback postural típico dentro de una tarea especifica. Esperamos así facilitar el
desarrollo del aprendizaje anticipatorio (feedforward) necesario para una posterior
repetición más eficiente de una tarea con propósito.

A través del Método Therapy Taping apuntamos a facilitar el desarrollo de la


sensación y percepción de estabilidad postural típica de tipo estática y dinámica
durante acciones con propósito. Esto lo conseguimos, por ejemplo, aplicando técnicas
de vendaje para brindar estabilización para la parrilla costal (Fig 5) y cintura pélvica,
de esta forma buscamos facilitar el desarrollo de la estabilidad postural de tronco
necesaria para brindar estabilidad al movimiento de cinturas escapular como cuando
el niño desde posición sentada en el suelo intenta coger un juguete por encima de su
cabeza.

Las técnicas de vendaje elástico del Método Therapy Taping refuerzan el feedback
propioceptivo para lograr y mantener una alineación corporal ideal. A través de estas
técnicas es posible facilitar el proceso de aprendizaje motor típico por cuanto permite
facilitar el trabajo muscular que brinda estabilización postural sin restringir las
posibilidades de generar movimiento. Esto permitirá evitar el aprendizaje de
estrategias de movimiento compensatorias que conlleven a otros problemas.
Investigaciones que dan fundamento a estas ideas son, por ejemplo, aquellas
realizadas por Simsek et al quienes encontraron que las técnicas de vendaje tuvieron
efecto positivo en la postura sentada en niños con parálisis cerebral (6) Por otro lado
investigaciones realizadas por Cepeda y Fishweicher (7) en niños con hipotonía
demostraron que las aplicaciones de vendaje a nivel de músculos abdominales fueron
una intervención eficaz en mejorar la transición desde supino a sedente en niños con
hipotonía. Estos niños mostraron menos ocupación de estrategias compensatorias y
más concentración – atención durante la tarea.
Todos estos estudios sugieren la veracidad de los efectos a corto plazo de la aplicación
de vendaje, sin embargo, estos mismos estudios sugieren la necesidad de considerar
analizar los cambios promovidos a largo plazo con el fin de verificar la oportunidad de
ocurrencia de aprendizaje motor en el control postural anticipatorio en relación al uso
de vendaje como técnica de tratamiento.

c. Aprendizaje Motor

La percepción de la realidad permitirá la constante anticipación necesaria para toda


acción con propósito (anticipación de la fuerza, distancia y postura) así como la
anticipación de los resultados esperados de la acción y sus posibles errores en la
ejecución. Es decir, los procesos relacionados con la percepción permitirán el
aprendizaje motor en relación a tareas con propósito durante cada etapa del
desarrollo sensoriomotor.

Los mecanismos de control postural se organizan durante el desarrollo sensoriomotor


gracias a los procesos perceptuales de la acción de manera de responder ante las
demandas cambiantes del medio ambiente, comparando las respuestas y eligiendo las
más adecuadas y eficientes en relación a la tarea con propósito. La repetición de la
acción permite al niño tener la “experiencia sensoriomotora ” que le permitirá su
aprendizaje y automatización. Sobre estas capacidades aprendidas el niño construye
secuencias de movimiento desde el tronco a las extremidades y viceversa lo que se ha
acuñado como “componentes de movimiento típicos”. Bajo este fundamento es que
buscamos en neuropediatría alternativas que refuercen la estabilidad dinámica. Si el
niño percibe estabilidad dinámica para el movimiento tendrá disposición emocional
para intentar ejecutar una acción motora acorde a una tarea con propósito. El niño
necesita procesar aspectos del medio ambiente externo e interno para realizar un acto
motor con propósito. Si la respuesta no es la adecuada, el error puede ser percibido,
registrado y almacenado para el siguiente intento el cual es refinado como parte de la
estrategia de movimiento. Este proceso se conoce como planeamiento motor y se
realiza de forma inconsciente siendo la base del aprendizaje motor durante todo el
desarrollo sensoriomotor del primer año de vida.
Reporte de caso

A continuación se presenta reporte de caso clínico en donde incorporaremos los


conceptos y fundamentos que fueron explicados en la sección anterior de manera de
hacer mas didáctica la forma en que tomamos decisiones de aplicación de vendaje
elástico en neuropediatria.

El caso es un niño de 7 meses de edad, recién nacido de termino, sin antecedentes


gestacionales ni en el parto. Sus diagnósticos son desarrollo motor atípico,
hemiparesia izquierda. El niño posee total alerta e interés en el medio ambiente y las
personas. Muy sociable y participativo.

A través de una revisión de sistemas individuales podemos resumir otros


antecedentes de importancia: catarata ojo izquierdo, estrabismo ojo derecho, razón
por la cual el niño utiliza parche ocular y lentes ópticos. Durante la observación
clínica el niño muestra inatención del hemiespacio izquierdo, mano cerrada y desuso
de la extremidad izquierda en intentos de alcance, lo cual nos lleva a deducir leve a
moderada negligencia sensorial en su extremidad izquierda.

Otro antecedente de importancia es la presencia de displacía de cadera por lo cual el


niño debió usar correas de Pavlic por cerca de cinco meses lo que impacto
profundamente en el desarrollo de la extensión antigravitatoria y el balance muscular
entre músculos extensores y flexores de tronco. El uso de este dispositivo asociado a
la problemática funcional propiciaron hiperactividad de flexores de cadera
restringiendo el rango de movimiento de tronco inferior y de cadera para alcanzar
extensión.

A continuación analizaremos el nivel de desarrollo y las habilidades motrices


alcanzadas por el niño y lo compararemos con las habilidades esperadas para la edad.
En este análisis incorporaremos la observación de los planos de movimiento como
uno de los principales elementos que guiarán la elección terapéutica de vendaje
elástico.

Nivel de Desarrollo del Supino (Fig 4) Es la posicion preferida del niño. Se observa
asimetría postural del tronco y las extremidades lo que evidencia problemas en el
control de la línea media corporal. De hecho son muy difíciles actividades como
alcanzar objetos con ambas manos en el espacio anterior y cruzar la línea media
corporal en sus actos motores. Su mano izquierda se mantiene cerrada y su tronco
izquierdo elongado. No logra giro.

En relación al control de los planos de movimiento durante la observación clínica es


posible plantear un insuficiente nivel de actividad flexora antigravitatoria (plano
sagital) En el plano frontal y transverso no están desarrollados.
Fig 4. Niño con hemiparesia que muestra problemas en el plano sagital de
movimiento de tronco lo cual es posible observar en base a su insuficiente actividad
flexora antigravitatoria que limita la posibilidad de simetría corporal en torno a la
línea media y actividades de alcance anterior y cruce de línea media.

Nótese como en el intento de alcance con la mano derecha (Fig 4) es incorporada la


flexión de cadera izquierda. La actividad en flexión de cadera seria una fórmula de
compensación frente a la insuficiente actividad flexora de los músculos abdominales.
Observe también la orientación de la cabeza y los ojos al momento de mirar el objeto a
su izquierda. Esta resulta ser una fórmula de compensación frente a la imposibilidad
de trasladar la carga de peso hacia el hemitronco izquierdo lo cual también evidencia
la insuficiente actividad muscular abdominal en dicho lado corporal. Como resultado
de lo anterior es posible observar compensaciones distales a nivel de hombro, codo y
muñeca izquierda que mantienen en flexión a todo el segmento (las cadenas de flexión
de extremidad superior tienen relación neuromecánica con las cadenas musculares
cruzada anterior de tronco)

En comparación con el desarrollo típico del decúbito supino (Fig. 1A y 2) se espera


que al final del tercer mes el niño logre tenga un desarrollo de la actividad flexora
abdominal antigravitatoria manifestado en habilidades motoras en torno a la línea
media como el control simétrico de la cabeza, direccionalidad de la mirada,
coordinación mano‐ mano‐ boca y alcance anterior. A partir de ese momento el niño
comenzará a desarrollar mayor actividad abdominal de manera de lograr al cuarto
mes el patrón de mano – rodilla y al quinto mes el patrón de mano‐pie. Estas
actividades facilitarán al niño llegar al decúbito lateral desde donde se comenzará a
desarrollar el plano frontal de movimiento observable en habilidades como el giro
inmaduro. En este tiempo el niño desarrollará el componente de enderezamiento
lateral de la cabeza (Fig 2) el cual necesita de la capacidad del tronco de realizar
disociación entre hemitronco en donde el lado carga de peso implica elongación sobre
dicho lado con control excéntrico versus el lado de no carga el cual se aproxima con
control concéntrico. Todo lo anteriormente descrito resulta ser de importancia al
momento de intentar el giro maduro, habilidad que evidencia la integración del plano
transverso de movimiento alrededor del quinto a sexto mes de vida (4)

Las estrategias clínicas para abordar la problemática fueron el trabajo en secuencias


de coactivación de tronco en el plano frontal con carga de peso en hemitronco
izquierdo asociado a la utilización de vendaje elástico con técnica para activación de
diafragma y abdominales oblicuos externos de tal forma de favorecer el control de la
flexión antigravitatoria (Fig 5)

Fig 5. Técnicas de vendaje elástico para activación de diafragma u oblicuos asociada a


secuencia de coactivacion de tronco con carga de peso sobre el hemitronco izquierdo.

Nivel de Desarrollo del Prono. Es una posición desagradable para el niño por cuanto
posee un bajo nivel de enderezamiento y no logra establecer una base de apoyo eficaz
sobre sus codos y antebrazos (Fig 6 A) La extensión antigravitatoria es pobre y
aparece compensación desde los flexores de cadera (elevación pélvica) A nivel de la
extremidad superior esto trae repercusiones provocando la elevacion de la escápula
izquierda, la cual no posee estabilidad dinámica sobre el tronco y por esta razon se
dispone el húmero en rotación interna siendo incapaz de recibir la carga de peso
corporal de manera eficiente. La ineficiente carga de peso sobre la extremidad
izquierda en prono provoca limitaciones al momento de ocupar el apoyo de la
extremidad superior para facilitar el enderezamiento y la consecuente activacion de la
extension de tronco. Este impedimento genera compensacion a nivel de cadera
activando los flexores de cadera elevando pelvis sobre el piso lo cual no contribuye en
el intento de enderezamiento.
Como alternativa para lograr habilidades de alcance manual en prono, de acuerdo al
deseo del niño, este construye una base de apoyo asimétrica con carga de peso
principal sobre el codo de la extremidad superior derecha, el hemitronco derecho y el
muslo derecho (Fig 6.B) Nuevamente el hemitronco derecho es quien recibe la carga
de peso lo que implica elongación sobre dicho lado con control excéntrico versus el
lado de no carga el cual se aproxima con control concéntrico, siendo incapaz de recibir
carga y realizar control muscular excéntrico.

De acuerdo a los patrones de postura y movimiento observados es posible volver a la


idea de que no existe un balance muscular adecuado entre músculos flexores y
extensores de tronco lo cual limita la expresión del movimiento en los planos sagital y
frontal lo cual es el impedimento principal que generan compensaciones y
componentes atípicos en la forma de realizar las actividades descritas.

A B
Fig. 6. Nivel de enderezamiento en prono que evidencia insuficiente extension
antigravitatoria en el plano sagital.

En el desarrollo típico del decúbito prono. Al finalizar el tercer mes de vida se


espera que en el plano sagital el niño logre un nivel de enderezamiento en el cual la
extensión de cabeza y cuello estén acompañadas de extensión de tronco torácico hasta
el nivel interescapular lo cual permite al niño levantar y girar la cabeza. Esto esta
acompañado de la posibilidad de construir una base de apoyo con carga de peso
simétrica sobre los antebrazos (Fig 1 A) La carga simétrica sobre los antebrazos es
posible gracias al balance muscular entre músculos extensores de cabeza y tronco y
músculos flexores de tronco (abdominales y pectoral mayor principalmente) quienes
aducen y estabilizan el húmero sobre el tronco a nivel escapular para poder realizar
carga de peso sobre los antebrazos (4) Esta aducción activa de húmeros durante la
carga de peso facilitará la activación de los músculos abdominales lo cual permitirá
que progresivamente el niño logre despegar su vientre del suelo (Fig 1B)
Las estrategias clínicas para abordar la problemática fueron la movilización de tronco
el trabajo en secuencias de coactivación de tronco en el plano sagital y frontal con
carga de peso en hemitronco izquierdo asociado a la utilización de vendaje elástico
con técnica para activación de trapecio inferior combinado con rotadores externos de
húmero (Fig 7)
A B

Fig. 7. Estrategias terapéuticas combinando el manejo de tronco en plano sagital y


frontal junto a la aplicación de vendaje elástico Therapy Tex utilizando técnica
combinada para activación de trapecio inferior y rotador externo de humero. Esta
combinación facilita la activación de la extensión antigravitatoria a nivel de tronco.

Nivel de desarrollo de la Función manual. Hemos decidido presentar como último


punto de análisis dentro de la evaluación del paciente la función manual la cual se
presentaba seriamente afectada debido a la fuerte influencia sensorial y visual que
lamentablemente interfería de manera que el niño mantenía la mano cerrada en todos
los actos voluntarios generando mayor asimetría postural y retrasando la posibilidad
de elaborar un mapa perceptual de la función manual. La mano cerrada no solo no
permitía coger objetos con ambas manos para la exploración sino que además no
permitía su utilización como punto de apoyo para secuencias de enderezamiento.

En el desarrollo típico de la función manual es muy critico la presencia de la


integración visual y sensorial de la mano como preámbulo para la función manual.
Debemos recordar que nuestro paciente presentaba catarata y estrabismo mostrando
mano cerrada y desuso de la extremidad izquierda en intentos de alcance, lo cual nos
lleva a deducir el desarrollo de negligencia sensorial en su extremidad izquierda.

Las estrategias clínicas para abordar la problemática de la función manual fueron una
vez más la movilización de tronco y el trabajo en secuencias de coactivación de tronco
en el plano sagital, frontal y transverso de tal forma de facilitar la disociación entre
cinturas escapular y húmero – antebrazo ‐ mano. Durante las sesiones se buscaba
entonces poder incluir a las extremidades superiores en tareas de carga de peso sobre
antebrazos (Fig. 7 C) De manera de influir positivamente sobre la sensación de la
mano y generar conocimiento sensorial de este segmento se eligió la técnica de
vendaje elástico de guante sensorial (Fig 8) Se eligió un color fuerte como el verde
para llamar la atención visual del niño sobre su mano de manera de influenciar su
integración. Se complemento esta técnica con la técnica de rotación externa de
humero la cual además de facilitar la extensión de tronco permitía a su vez una mejor
posición biomecánica del húmero para su integración con el tronco.

Fig 8. Utilización de técnicas de vendaje elástico denominadas “guante sensorial” y


rotador externo de humero para facilitar la integración de la función manual.
Conclusión

En el área de la neuropediatría es imprescindible para el profesional tener la


capacidad de realizar una lectura clínica de la conducta sensoriomotora del niño de
acuerdo a lo esperado para su edad. El conocimiento profundo y detallado de los
componentes típicos del neurodesarrollo da la posibilidad de encontrar rutas claras
por donde debe transitar el correcto tratamiento. Específicamente debemos observar
con detenimiento la forma en cómo progresa el desarrollo del control postural a nivel
de tronco. Ciertamente que el análisis de los problemas a nivel del control de tronco
puede ayudarnos a visualizar con mayor claridad la problemática del neurodesarrollo
y una posible vía de trabajo clínico. Las estrategias de intervención deben tener un
fundamente del porqué las aplicamos. En este capítulo hemos intentado promover
una forma de analizar el problema de manera de fundamentar nuestras decisiones
clínicas de tratamiento. Las Técnicas de vendaje elástico utilizadas son propias del
Método Therapy Taping y verdaderamente son un complemento muy importante
durante el tratamiento, sin embargo es necesario no perder de vista que la principal
herramienta terapéutica es la observación detallada de los componentes motores del
neurodesarrollo.

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