Cuando hablamos del trabajo de educación alimentaria nutricional en el aula, se habla de
fomentar la construcción de determinados hábitos saludables. Una serie de consejos y recomendaciones para acercarnos a una vida más saludable. Lo que se deja de lado es la integración de las emociones en el niño. Sin lograr fusionar determinadas necesidades biológica para la edad y el registro de la emoción y un cuerpo en desarrollo, que está en pleno crecimiento. Y ante la dificultad de no poder tener un registro claro de las emociones, ni ponerle palabras, el alimento pasa a ser vehículo dando entidad a una emoción. Por ejemplo niños que hacen huela y no comen, otros que expresan un desborde en la alimentación pidiendo a gritos, el límite que no reciben de los padres. Ciertas estructuras que pasaron de generación en generación, como el premio y el castigo mediante un alimento, imponer y obligar conductas alimentarias, prejuicios instaurados socialmente desde una mirada estricta al cuerpo, por mucho o poco peso. Realzar determinados alimentos como sagrados por cuestiones culturales. Parte de esta historia se ve reflejada en los porcentajes de sobrepeso y obesidad en la población infantil, que van aumentado en forma creciente. Siendo también un factor, el consumo de alimentos ultrapocesados, con alto porcentaje en grasas, sodio y azucares, sin un estado firme que impulse políticas públicas al respecto. Donde la educación es el principal pilar para la tomar conciencia al respecto y por medio de docentes como actores como multiplicadores de cambios. Hoy intentando desconstruir, para construir nuevos saberes, donde a través de una educación donde el “ser” sea lo principal más allá, del que hacer. En un marco de respeto y libertad. Transitar nuevas miradas, que abren nuevas puertas hacia, futuros interrogantes y reflexiones. En este programa en modalidad Seminario se proponen abordar las siguientes temáticas:
Registro de reconocimiento de las emociones
¿Hambre real o hambre emocional? Ambientes sociales e intrafamiliares actuales, como influyen en las conductas alimentarias Reconocimiento de los sentidos y características organolépticas de los alimentos. Equilibrio entre límites y libertades, alimentos habituales y alimentos ocasionales. Lograr autonomía y participación de los niños en el menú y el adulto como guía.
¿Gorditos o enfermos?: La obesidad en niños y adolescentes. Texto para niños y adolescentes, sus papás y sus maestros, para lograr un crecimiento saludable