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Extractado de: OCDE/FAO (2019), OCDE‐FAO Perspectivas Agrícolas 2019‐2028, OECD Publishing, París/Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Roma https://doi.org/10.1787/7b2e8ba3‐es
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FAO (2002) Agricultura mundial: hacia los años 2015/2030. http://www.fao.org/3/y3557s/y3557s00.htm#TopOfPage
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Precios3.
La fortaleza de la oferta prolongada durante varios años impulsó la reducción de los
precios internacionales de la mayoría de los productos básicos agrícolas, aunque
los precios de los cereales, la carne de vacuno y la carne de ovino muestran una
recuperación de corto plazo. Se prevé que, durante la década siguiente, los precios
reales de casi todos los productos básicos cubiertos en las Perspectivas se
mantendrán en los niveles actuales o por debajo de ellos, pues las mejoras en
materia de productividad superan aún el crecimiento de la demanda.
En la Figura que sigue se ubican estas proyecciones de precios reales desde 1990.
Los precios de los cereales, semillas oleaginosas, lácteos y carne (entre otros
productos básicos agrícolas) aumentaron en gran medida entre principios de la
década de 2000 y el periodo 2007-2014. Sin embargo, en años recientes los precios
bajaron y se prevé que se mantendrán en los niveles actuales, o por debajo de ellos,
pues se supone que los costos marginales de producción disminuirán más en
términos reales durante la década.
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Las proyecciones de los precios de corto plazo reflejan aún los efectos de los acontecimientos recientes en el mercado (como sequías
y cambios de políticas públicas), y en los últimos años del periodo de proyección se basan en las condiciones fundamentales de la oferta
y la demanda.
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tanto, un entorno de precios bajos podría provocar demandas cada vez mayores de
apoyo para los agricultores.
Consumo.
La población, el nivel de ingresos y las preferencias influyen directamente en la
demanda de alimentos, pues determinan el número de consumidores, la canasta de
alimentos deseada y la capacidad de adquirir estos bienes. Por las considerables
diferencias geográficas propias de cada uno de estos factores, su influencia relativa
en el consumo alimentario difiere según el país y la región.
La población mundial en aumento continuará consumiendo cantidades crecientes
de productos agrícolas, como alimento, forraje y para fines industriales. En la
próxima década, gran parte de la demanda adicional de alimentos provendrá de
regiones con un alto crecimiento demográfico, en particular África subsahariana,
India y la región de Oriente Medio y África del Norte. Se prevé que el consumo per
cápita de alimentos básicos se estancará porque la demanda está saturada en la
mayor parte de la población mundial.
Se espera que la demanda de carne sea relativamente fuerte en el continente
americano, en tanto que los ingresos bajos seguirán restringiendo el consumo de
carne en África subsahariana.
Los productos lácteos frescos cubrirán una buena parte de la demanda de proteínas
en Asia (sobre todo, en India y Pakistán).
Los cambios del estilo de vida debidos a la urbanización contribuyen a la demanda
de alimentos con más calorías. En términos más generales, se espera que el
consumo per cápita de azúcar y aceite vegetal aumente, impulsado por la
urbanización y el cambio a alimentos más procesados y de conveniencia.
La combinación de un consumo excesivo de calorías, dietas desequilibradas y
menores niveles de actividad implica una carga creciente de sobrepeso y obesidad
en varios países del mundo. En muchos países de ingresos bajos y medios estos
problemas coexisten con la subalimentación y las carencias de micronutrientes, lo
cual significa una “triple carga” de malnutrición.
La sólida demanda de productos alimentarios de origen animal brinda incentivos
para incrementar la producción del sector ganadero, al aumentar el tamaño de los
hatos. Junto con mejoras en las tasas de utilización, la demanda de alimento para
animales se estimulará y se espera que los cultivos de forraje, como maíz y soya,
aumenten su participación en la mezcla mundial de cultivos. Por consiguiente, se
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prevé que durante la década siguiente el aumento del uso de cereales para forraje
excederá el incremento del uso alimentario.
Los productos básicos agrícolas son una importante materia prima en el sector de
combustibles para el transporte desde principios de la década de 2000, cuando las
políticas públicas nacionales comenzaron a exigir biocombustibles (Brasil, la Unión
Europea y Estados Unidos). Los biocombustibles contribuyeron en buena medida al
incremento de la demanda de cultivos entre 2000 y 2015, pero dicho incremento
será menor durante la década siguiente; la demanda adicional provendrá sobre todo
de Indonesia, que utilizará el aceite vegetal para producir biodiésel, y de la
República Popular China y Brasil, que utilizarán yuca y caña de azúcar para producir
etanol.
Nota: Los recuadros en azul oscuro representan los usos de los productos básicos agrícolas; los
recuadros en azul pálido representan los impulsores de la demanda; los recuadros grises
representan los factores de producción y de políticas públicas.
Producción
La creciente demanda de productos básicos agrícolas plantea la pregunta sobre
cómo ampliará el sector agrícola la producción para satisfacer esta demanda y, aún
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Riesgos e incertidumbres
A los cambios en las variables demográficas y macroeconómicas, así como las
condiciones climáticas promedio, otro factor es la mayor incertidumbre respecto de
futuros acuerdos comerciales entre varios actores importantes asociados a los
mercados agrícolas mundiales. Una intensificación de las tensiones comerciales
continuas podría reducir y redirigir el comercio, con las correspondientes
repercusiones para los mercados internacionales y nacionales.
En los próximos 10 años, la producción agrícola estará determinada por una amplia
gama de medidas de políticas públicas dirigidas a guiar las prácticas de producción.
Se persiguen diferentes objetivos, como combatir el cambio climático, proteger el
bienestar animal y la salud humana, aumentar la autosuficiencia interna o alcanzar
metas de exportación. Las Perspectivas incluyen expectativas sobre el impacto de
todas las medidas conocidas; sin embargo, los resultados reales son inciertos y
están sujetos a cambios.
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mercados, pero que sigue siendo vulnerable a las crisis económicas y políticas, así
como a los riesgos relacionados con el clima
En lo que se refiere al comercio, en tanto que la región en su conjunto es proveedora
importante del mercado mundial de productos como cereales y semillas
oleaginosas, además de bananos, café y azúcar, entre las subregiones se aprecian
grandes diferencias. Por ejemplo, Argentina y Brasil, se ubican entre los más
grandes exportadores mundiales de trigo, maíz, soya y azúcar, pero los países
caribeños dependen del mercado mundial para sus necesidades alimentarias.
La región representa cerca de un cuarto de las exportaciones mundiales de
productos agrícolas y pesqueros, lo cual destaca la importancia de contar con
apertura comercial mundial. Las firmes oportunidades de crecimiento en los cultivos
de frutas y verduras de alto valor ofrecen oportunidades a los pequeños
productores, pero será necesario diferenciar las políticas de acuerdo con las
dotaciones de recursos y el potencial de mercado. La seguridad alimentaria sigue
siendo tema de preocupación, pues muchos hogares no pueden costear los
alimentos que requieren.
En la región de América Latina y el Caribe (ALC), es abundante en tierra y agua que
representa 14% de la producción mundial y 23% de las exportaciones mundiales de
productos básicos agrícolas y pesqueros. La mayor parte de este crecimiento de la
producción en ALC provino de las mejoras de la productividad más que del aumento
de tierras para la producción agrícola. La productividad total de los factores (PTF)
agrícolas en ALC creció a una tasa promedio anual de 2.1% entre 1991 y 2015, 0.5
puntos porcentuales por arriba del promedio mundial
El crecimiento de la productividad en toda la región fue impulsado por la I+D, por
inversiones simultáneas en un entorno propicio para la agricultura y por apoyos
específicos para los productores. La inversión pública en I+D agrícola fue decisiva
para aumentar la productividad de la agricultura latinoamericana. Sin embargo,
debido a la diversidad de la infraestructura rural y las iniciativas de investigación y
desarrollo (I+D) en toda la región, existen diferentes requisitos para destinar el gasto
público a inversiones estratégicas en un entorno propicio para la agricultura que
podría aumentar la productividad agrícola de manera sostenible.
El incremento de las exportaciones de la región de ALC limitará la desaceleración
de la producción, lo cual resaltará la importancia para los países latinoamericanos
y caribeños de la apertura comercial mundial. En 2028, la región representará más
de 25% de las exportaciones mundiales de productos agrícolas y pesqueros, lo cual
destaca la importancia de la apertura comercial a nivel mundial. En casi todos los
países de la región, el apoyo a los agricultores es bajo en relación con el promedio
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Comercio. Pese a la desaceleración del aumento de los volúmenes del comercio agrícola
mundial durante las dos décadas pasadas, la región de ALC aumentó con
constancia sus exportaciones agrícolas, superando a otras regiones del mundo.
El dinamismo en el comercio agrícola observado en la región se explica en parte
por la participación activa de los países de ALC en diversos TLC
Todos los países de ALC son importadores netos de cereales, que a menudo
provienen de la propia región. Las importaciones agrícolas y de productos
alimentarios de estos países seguirán en aumento en la próxima década.
Los países asiáticos, en especial China, son ahora mercados de destino cada
vez más importantes para las exportaciones agrícolas de ALC. Las
exportaciones agrícolas y pesqueras de los países andinos a Asia Oriental y el
Pacífico se cuadruplicaron en las dos décadas pasadas.
América Latina sigue especializada en la exportación de productos a granel. A
diferencia de los países del Sudeste asiático, en los que se registran fuertes
vínculos en las cadenas globales de valor (CGV) de productos agroalimentarios
tanto en la región como con otras regiones, los países latinoamericanos tienen
escasa integración en dichas cadenas debido en parte a la alta prevalencia de
medidas no arancelarias.
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Contribución de los grupos de alimentos a la disponibilidad calórica diaria total per cápita
Nota: Las barras se subdividen en el porcentaje de las calorías diarias totales per cápita atribuibles a cada grupo
alimentario.
Fuente: OCDE/FAO (2019), “OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas”, Estadísticas de la OCDE sobre agricultura
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