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SITUACION ACTUAL Y PERSPECTIVAS DE LA


AGRICULTURA MUNDIAL Y AMERICA LATINA

1. Perspectivas agrícolas en el mundo. 1


La agricultura mundial se ha convertido en un sector muy diverso, cuyas
operaciones varían entre pequeños productores de subsistencia y grandes
productores multinacionales. Los productos agrícolas se venden frescos en los
mercados locales, pero también en todo el mundo a través de cadenas de valor
complejas y modernas. Más allá de su función tradicional de proveer alimentos a los
habitantes del planeta, los agricultores son custodios valiosos de nuestro entorno
natural y se han convertido en productores de energía renovable.
La OCDE-FAO prevé que la demanda de productos agrícolas aumentará 15%
durante la próxima década. La manera de cubrir esta demanda determinará el
impacto que el sector causará en la base de recursos naturales, sobre todo, la tierra,
el agua y la biodiversidad. El incremento en la producción de alimentos también
viene acompañado por mayores emisiones de gases de efecto invernadero, de las
cuales cerca de una cuarta parte proviene de la agricultura, la silvicultura y el cambio
en el uso de la tierra.
Ya a inicios del presente siglo en un informe de la FAO2 , al evaluar las perspectivas,
a escala mundial, para la alimentación y la agricultura, a lo largo del período de 2015
a 2030, se concluía que, a pesar de su importancia económica, el crecimiento de la
producción agropecuaria mundial y los rendimientos de los cultivos han disminuido.
Planteando la posibilidad de que el mundo no sea capaz de incrementar lo suficiente
la producción de alimentos y otros productos para asegurar una alimentación
adecuada de la población futura.
Para los próximos años la OCDE y la FAO, con la contribución de expertos y de
organizaciones especializadas en productos básicos (cereales, semillas
oleaginosas y sus productos, azúcar. Carne, lácteos, pescado y mariscos,
biocombustibles, algodón), provee una panorama general y perspectivas de la
agricultura a 10 años para los mercados de productos básicos agrícolas a escala
mundial y regional a partir proyecciones de los precios, el consumo, la producción
para el periodo 2019-2028.

1
Extractado de: OCDE/FAO (2019), OCDE‐FAO Perspectivas Agrícolas 2019‐2028, OECD Publishing, París/Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Roma https://doi.org/10.1787/7b2e8ba3‐es
2
FAO (2002) Agricultura mundial: hacia los años 2015/2030. http://www.fao.org/3/y3557s/y3557s00.htm#TopOfPage

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Precios3.
La fortaleza de la oferta prolongada durante varios años impulsó la reducción de los
precios internacionales de la mayoría de los productos básicos agrícolas, aunque
los precios de los cereales, la carne de vacuno y la carne de ovino muestran una
recuperación de corto plazo. Se prevé que, durante la década siguiente, los precios
reales de casi todos los productos básicos cubiertos en las Perspectivas se
mantendrán en los niveles actuales o por debajo de ellos, pues las mejoras en
materia de productividad superan aún el crecimiento de la demanda.
En la Figura que sigue se ubican estas proyecciones de precios reales desde 1990.
Los precios de los cereales, semillas oleaginosas, lácteos y carne (entre otros
productos básicos agrícolas) aumentaron en gran medida entre principios de la
década de 2000 y el periodo 2007-2014. Sin embargo, en años recientes los precios
bajaron y se prevé que se mantendrán en los niveles actuales, o por debajo de ellos,
pues se supone que los costos marginales de producción disminuirán más en
términos reales durante la década.

Evolución de mediano plazo de los precios de los productos básicos,


en términos reales

Los precios más bajos representan un beneficio para millones de consumidores en


todo el mundo, pero también ejercen presión sobre los ingresos de los productores
que no reducen sus costos lo suficiente mediante una mayor productividad. Por

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Las proyecciones de los precios de corto plazo reflejan aún los efectos de los acontecimientos recientes en el mercado (como sequías
y cambios de políticas públicas), y en los últimos años del periodo de proyección se basan en las condiciones fundamentales de la oferta
y la demanda.

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tanto, un entorno de precios bajos podría provocar demandas cada vez mayores de
apoyo para los agricultores.

Consumo.
La población, el nivel de ingresos y las preferencias influyen directamente en la
demanda de alimentos, pues determinan el número de consumidores, la canasta de
alimentos deseada y la capacidad de adquirir estos bienes. Por las considerables
diferencias geográficas propias de cada uno de estos factores, su influencia relativa
en el consumo alimentario difiere según el país y la región.
La población mundial en aumento continuará consumiendo cantidades crecientes
de productos agrícolas, como alimento, forraje y para fines industriales. En la
próxima década, gran parte de la demanda adicional de alimentos provendrá de
regiones con un alto crecimiento demográfico, en particular África subsahariana,
India y la región de Oriente Medio y África del Norte. Se prevé que el consumo per
cápita de alimentos básicos se estancará porque la demanda está saturada en la
mayor parte de la población mundial.
Se espera que la demanda de carne sea relativamente fuerte en el continente
americano, en tanto que los ingresos bajos seguirán restringiendo el consumo de
carne en África subsahariana.
Los productos lácteos frescos cubrirán una buena parte de la demanda de proteínas
en Asia (sobre todo, en India y Pakistán).
Los cambios del estilo de vida debidos a la urbanización contribuyen a la demanda
de alimentos con más calorías. En términos más generales, se espera que el
consumo per cápita de azúcar y aceite vegetal aumente, impulsado por la
urbanización y el cambio a alimentos más procesados y de conveniencia.
La combinación de un consumo excesivo de calorías, dietas desequilibradas y
menores niveles de actividad implica una carga creciente de sobrepeso y obesidad
en varios países del mundo. En muchos países de ingresos bajos y medios estos
problemas coexisten con la subalimentación y las carencias de micronutrientes, lo
cual significa una “triple carga” de malnutrición.
La sólida demanda de productos alimentarios de origen animal brinda incentivos
para incrementar la producción del sector ganadero, al aumentar el tamaño de los
hatos. Junto con mejoras en las tasas de utilización, la demanda de alimento para
animales se estimulará y se espera que los cultivos de forraje, como maíz y soya,
aumenten su participación en la mezcla mundial de cultivos. Por consiguiente, se

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prevé que durante la década siguiente el aumento del uso de cereales para forraje
excederá el incremento del uso alimentario.
Los productos básicos agrícolas son una importante materia prima en el sector de
combustibles para el transporte desde principios de la década de 2000, cuando las
políticas públicas nacionales comenzaron a exigir biocombustibles (Brasil, la Unión
Europea y Estados Unidos). Los biocombustibles contribuyeron en buena medida al
incremento de la demanda de cultivos entre 2000 y 2015, pero dicho incremento
será menor durante la década siguiente; la demanda adicional provendrá sobre todo
de Indonesia, que utilizará el aceite vegetal para producir biodiésel, y de la
República Popular China y Brasil, que utilizarán yuca y caña de azúcar para producir
etanol.

Árbol de descomposición de los principales usos e impulsores de la demanda de


los productos básicos agrícolas

Nota: Los recuadros en azul oscuro representan los usos de los productos básicos agrícolas; los
recuadros en azul pálido representan los impulsores de la demanda; los recuadros grises
representan los factores de producción y de políticas públicas.

Producción
La creciente demanda de productos básicos agrícolas plantea la pregunta sobre
cómo ampliará el sector agrícola la producción para satisfacer esta demanda y, aún
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más importante, si puede hacerlo de manera sostenible. El sector agrícola es un


importante usuario de tierra y agua, y genera un considerable impacto ambiental.
Antes de la “Revolución Verde” de mediados del siglo XX, la producción de cultivos
aumentó en particular al aportar tierra adicional a la producción (Figura 1.15). Los
estimados históricos sugieren que el uso de tierra agrícola creció en proporción con
la población mundial hasta la mitad del siglo XX. A partir de la década de 1960, la
creciente aplicación de fertilizantes y pesticidas, el riego y las variedades mejoradas
de cultivos permitieron mejoras drásticas en el rendimiento en muchas regiones del
mundo. Desde entonces, gran parte de esa mayor producción se debió a la mayor
productividad, es decir, a rendimientos e intensidades de cultivo más altos, con una
contribución mucho menor de la expansión de tierra cultivable.
Se espera que la producción agrícola crezca 15% durante la década siguiente, en
tanto que el uso mundial de la tierra agrícola permanecerá estable en términos
generales. La expansión proyectada de la producción de cultivos puede atribuirse
en buena medida a las mejoras de los rendimientos y a una mayor intensidad de
producción debida a la innovación tecnológica.
El aumento previsto de la producción ganadera se basará en la expansión de los
hatos, así como en un uso mayor y más eficaz del forraje.
Población, producción agrícola y uso de tierra agrícola en el largo plazo

La agricultura sigue contribuyendo de manera considerable a las emisiones


mundiales de gases de efecto invernadero. Se espera que las emisiones directas
de la agricultura, en particular de la ganadería, así como de los arrozales y los
fertilizantes sintéticos, crezcan 0.5% por año durante la década siguiente, en
comparación con 0.7% por año registrado durante los 10 años precedentes. Esta

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cifra es menor que el aumento de la producción agrícola, lo cual indica una


disminución en la intensidad de carbono a medida que aumenta la productividad.
Comercio
Las regiones en donde la agricultura es más productiva no son siempre los lugares
en los que se concentra la población (y por ende la demanda). Por esta razón, el
comercio agrícola es esencial para la seguridad alimentaria en algunas regiones y
una importante fuente de ingresos en otras. Con el tiempo, el comercio agrícola ha
permitido una diferenciación creciente entre las regiones exportadoras netas y las
importadoras netas, pues las exportaciones agrícolas a menudo proceden de un
número relativamente pequeño de países, en tanto que las importaciones agrícolas
suelen estar más dispersas.
También es aún importante para los ingresos y los medios de vida de regiones
exportadoras como América Latina y el Caribe, región que se espera siga elevando
su participación en las exportaciones agrícolas mundiales. La región del Mar Negro
consolidará su posición como exportador líder de trigo y de maíz, y la mayoría de
las exportaciones se destinarán a Oriente Medio y África del Norte. Los mercados
agrícolas mundiales afrontan una serie de nuevas incertidumbres que se suman a
los tradicionalmente altos riesgos propios de la agricultura. Por el lado de la oferta,
dichas incertidumbres incluyen la propagación de enfermedades como la peste
porcina africana, la creciente resistencia a los antimicrobianos, las respuestas
regulatorias a nuevas técnicas de fitomejoramiento y las respuestas a fenómenos
climáticos extremos, cada vez más probables. Por el lado de la demanda, algunas
incertidumbres incluyen los cambios en las dietas, que reflejan las percepciones
relativas a los problemas de salud y sostenibilidad, y las respuestas de políticas
públicas a las alarmantes tendencias en términos de obesidad.
Los tratados de libre comercio afectan las proyecciones comerciales agrícolas En
promedio, la agricultura se enfrenta a barreras comerciales mucho mayores que la
industria manufacturera. Si bien las sucesivas rondas de negociaciones de comercio
multilateral han logrado reducir los aranceles de importación para la industria
manufacturera, los avances en la disminución del proteccionismo agrícola han sido
más modestos.
El comercio internacional de productos agrícolas se enfrenta en la actualidad a
muchos riesgos e incertidumbres relacionados con el conflicto comercial en curso
entre Estados Unidos y China, así como con incertidumbre sobre los términos de la
salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit), entre otros.

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Riesgos e incertidumbres
A los cambios en las variables demográficas y macroeconómicas, así como las
condiciones climáticas promedio, otro factor es la mayor incertidumbre respecto de
futuros acuerdos comerciales entre varios actores importantes asociados a los
mercados agrícolas mundiales. Una intensificación de las tensiones comerciales
continuas podría reducir y redirigir el comercio, con las correspondientes
repercusiones para los mercados internacionales y nacionales.
En los próximos 10 años, la producción agrícola estará determinada por una amplia
gama de medidas de políticas públicas dirigidas a guiar las prácticas de producción.
Se persiguen diferentes objetivos, como combatir el cambio climático, proteger el
bienestar animal y la salud humana, aumentar la autosuficiencia interna o alcanzar
metas de exportación. Las Perspectivas incluyen expectativas sobre el impacto de
todas las medidas conocidas; sin embargo, los resultados reales son inciertos y
están sujetos a cambios.

2. Agricultura en América Latina: perspectivas y retos


La agricultura es un sector de la mayor importancia para la región de ALC en
términos de su contribución a la producción y el empleo y como fuente de ganancias
en moneda extranjera. En la mayoría de los países de ALC, el sector creció con
rapidez durante las dos décadas pasadas, pero se espera que la desaceleración de
la demanda de fuentes nacionales y los mercados extranjeros contribuyan a un
menor crecimiento de la producción durante la próxima década. El comercio
moderará la desaceleración de la producción.
La agricultura en América Latina y el Caribe (ALC) es heterogénea casi desde
cualquier perspectiva. La región cubre una gran variedad de zonas agroecológicas
diferentes, una topografía diversa y tamaños y estructuras muy variados de las
granjas, las cuales operan en diferentes niveles tecnológicos. Por ello, la agricultura
de la región muestra gran diversidad en términos de sistemas de producción,
importancia económica y contribución a los ingresos, el empleo y el comercio.
La estructura productiva general de la región es también muy diversa. Un sector
corporativo con uso intensivo de capital y de tecnología que ha logrado integrarse
con éxito en los mercados agroalimentarios mundiales coexiste con un amplio sector
socio-productivo basado en la agricultura de subsistencia, con actividades rurales
no agrícolas y con una población rural que no posee tierras ni ha conseguido
participar en los circuitos económicos dinámicos. Entre estos dos extremos se
encuentra un sector intermedio que tiene la capacidad de conectarse con los

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mercados, pero que sigue siendo vulnerable a las crisis económicas y políticas, así
como a los riesgos relacionados con el clima
En lo que se refiere al comercio, en tanto que la región en su conjunto es proveedora
importante del mercado mundial de productos como cereales y semillas
oleaginosas, además de bananos, café y azúcar, entre las subregiones se aprecian
grandes diferencias. Por ejemplo, Argentina y Brasil, se ubican entre los más
grandes exportadores mundiales de trigo, maíz, soya y azúcar, pero los países
caribeños dependen del mercado mundial para sus necesidades alimentarias.
La región representa cerca de un cuarto de las exportaciones mundiales de
productos agrícolas y pesqueros, lo cual destaca la importancia de contar con
apertura comercial mundial. Las firmes oportunidades de crecimiento en los cultivos
de frutas y verduras de alto valor ofrecen oportunidades a los pequeños
productores, pero será necesario diferenciar las políticas de acuerdo con las
dotaciones de recursos y el potencial de mercado. La seguridad alimentaria sigue
siendo tema de preocupación, pues muchos hogares no pueden costear los
alimentos que requieren.
En la región de América Latina y el Caribe (ALC), es abundante en tierra y agua que
representa 14% de la producción mundial y 23% de las exportaciones mundiales de
productos básicos agrícolas y pesqueros. La mayor parte de este crecimiento de la
producción en ALC provino de las mejoras de la productividad más que del aumento
de tierras para la producción agrícola. La productividad total de los factores (PTF)
agrícolas en ALC creció a una tasa promedio anual de 2.1% entre 1991 y 2015, 0.5
puntos porcentuales por arriba del promedio mundial
El crecimiento de la productividad en toda la región fue impulsado por la I+D, por
inversiones simultáneas en un entorno propicio para la agricultura y por apoyos
específicos para los productores. La inversión pública en I+D agrícola fue decisiva
para aumentar la productividad de la agricultura latinoamericana. Sin embargo,
debido a la diversidad de la infraestructura rural y las iniciativas de investigación y
desarrollo (I+D) en toda la región, existen diferentes requisitos para destinar el gasto
público a inversiones estratégicas en un entorno propicio para la agricultura que
podría aumentar la productividad agrícola de manera sostenible.
El incremento de las exportaciones de la región de ALC limitará la desaceleración
de la producción, lo cual resaltará la importancia para los países latinoamericanos
y caribeños de la apertura comercial mundial. En 2028, la región representará más
de 25% de las exportaciones mundiales de productos agrícolas y pesqueros, lo cual
destaca la importancia de la apertura comercial a nivel mundial. En casi todos los
países de la región, el apoyo a los agricultores es bajo en relación con el promedio

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de la OCDE o el promedio mundial, por lo que las decisiones sobre producción


vienen determinadas en gran medida por las señales del mercado.

Fuentes de crecimiento de la producción de cultivos en América Latina y el Caribe

Muchos de los problemas medioambientales asociados con la agricultura seguirán


teniendo gravedad. Las proyecciones sugieren que el potencial de producción de
cultivos aumentará en latitudes templadas y frías, mientras que en zonas de los
trópicos y de los subtrópicos puede disminuir. En la región de ALC, las sequías
prolongadas, la mayor intensidad de las lluvias y las inundaciones, los patrones
climáticos cambiantes y los cambios en el tipo, distribución e intensidad de plagas
y enfermedades son efectos previstos del cambio climático. Eso significa que el
cambio climático podría reducir los rendimientos agrícolas y la productividad
ganadera, y poner en riesgo la seguridad alimentaria de sus habitantes. Varios
gobiernos de la región también tendrán que invertir en mejorar el desempeño del
sector en materia ambiental y reducir la erosión del suelo, la deforestación y las
emisiones derivadas de la producción agrícola.

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Perspectivas a mediano plazo de la agricultura en ALC

Demanda La demanda de productos agrícolas y alimentarios en América Latina estará


determinada principalmente por el crecimiento demográfico y de los ingresos
de la región y de sus principales mercados.

Producción Cereales: Se espera que el crecimiento de la producción de cereales se


reduzca en la próxima década.
Soya seguirá en aumento durante la próxima década y se prevé un mayor
aumento del uso de la tierra para producir soya en detrimento de los pastizales,
Legumbres. Crecerá con una tasa de crecimiento de producción promedio
estimada de 1.3% al año.
Azúcar. El aumento del consumo per cápita, por cambios socioeconómicos, y
el aumento de la demanda de alimentos procesados estimulará su producción.
Raíces y tubérculos. Se prevé que la producción de raíces y tubérculos
aumentará un promedio de 1.4% al año durante la próxima década.
Café. los productores tendrán que lidiar con las condiciones climáticas
cambiantes, que harán que algunas regiones sean inapropiadas para
producirlo.
Frutas y verduras. las condiciones climáticas favorables, y a la naturaleza
intensiva en mano de obra de la producción, dan a ALC de una ventaja
comparativa en su producción en el futuro.
Ganadería. El crecimiento anual promedio de la producción de carne de bovino
y de ternera se desacelerará ligeramente en la próxima década.
Lácteos. debido a una fuerte demanda interna, Se prevé que la producción de
lácteos frescos se recuperará en la próxima década.

Comercio. Pese a la desaceleración del aumento de los volúmenes del comercio agrícola
mundial durante las dos décadas pasadas, la región de ALC aumentó con
constancia sus exportaciones agrícolas, superando a otras regiones del mundo.
El dinamismo en el comercio agrícola observado en la región se explica en parte
por la participación activa de los países de ALC en diversos TLC
Todos los países de ALC son importadores netos de cereales, que a menudo
provienen de la propia región. Las importaciones agrícolas y de productos
alimentarios de estos países seguirán en aumento en la próxima década.
Los países asiáticos, en especial China, son ahora mercados de destino cada
vez más importantes para las exportaciones agrícolas de ALC. Las
exportaciones agrícolas y pesqueras de los países andinos a Asia Oriental y el
Pacífico se cuadruplicaron en las dos décadas pasadas.
América Latina sigue especializada en la exportación de productos a granel. A
diferencia de los países del Sudeste asiático, en los que se registran fuertes
vínculos en las cadenas globales de valor (CGV) de productos agroalimentarios
tanto en la región como con otras regiones, los países latinoamericanos tienen
escasa integración en dichas cadenas debido en parte a la alta prevalencia de
medidas no arancelarias.

Las fuertes oportunidades de crecimiento en cultivos de frutas y verduras de alto


valor brindan a su vez posibilidades a los pequeños productores, pero las políticas
deberán diferenciarse de acuerdo con su dotación de recursos y su potencial de

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mercado. La constante feminización de la actividad agrícola en la región sustenta la


necesidad de orientarse a las mujeres agricultoras con el fin de mejorar su acceso
a la educación, al crédito y a los servicios de extensión agrícola.
La seguridad alimentaria aún representa un problema en la región, pues muchos
hogares no pueden costear los alimentos que necesitan. Como la pobreza extrema
ha aumentado desde 2015, es primordial garantizar el aumento de los ingresos de
las comunidades más pobres, y constituye un reto en el que el desarrollo agrícola
desempeña un papel fundamental.
En la región de ALC se registra un rápido aumento del número de personas con
sobrepeso y obesidad, lo que representa un problema de salud pública cada vez
mayor. Se emprendieron varias iniciativas para contrarrestar estas tendencias,
desde el suministro de información pública hasta las regulaciones sobre medidas
industriales y fiscales. Es esencial evaluar dichas políticas para intensificar las
iniciativas exitosas y ampliarlas a otros países.

Contribución de los grupos de alimentos a la disponibilidad calórica diaria total per cápita

Nota: Las barras se subdividen en el porcentaje de las calorías diarias totales per cápita atribuibles a cada grupo
alimentario.
Fuente: OCDE/FAO (2019), “OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas”, Estadísticas de la OCDE sobre agricultura

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