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MODULO I N° 1

PRESENTACIÓN

Dentro de los principales desafíos que enfrenta hoy la agricultura a nivel mundial, es el incremento
de la producción, para una creciente población, que al año 2050 se estima en cerca de 10 mil
millones de personas (FAO). Es por ello que es frente a esta proyección de la población podamos
asegurar en este lapso de tiempo, producir los alimentos requeridos y a la vez asegurar el acceso
de ellos a toda la población en la oportunidad, en cantidad y calidad (concepto seguridad
alimentaria). La misión de la agricultura es más allá de la cantidad de producción obtenida de
alimentos, debe estar enfocada también, en la producción de alimentos de calidad, para satisfacer
los requerimientos nutricionales de la población mundial.-

Si bien se han logrado avances en la productividad y rentabilidad de los cultivos, al día de hoy
persisten a nivel global, más de tres mil millones de seres humanos que padecen restricciones
alimentarias y específicamente deficiencias de micronutrientes, sobre todo, en países en vías de
desarrollo. Esto se debe principalmente a que la dieta global está basada en cereales: trigo, arroz y
maíz, alimentos con bajas concentraciones de vitaminas, minerales y proteínas. Hoy las principales
deficiencias nutricionales de la humanidad son respecto a hierro (Fe), yodo (I), vitamina A y Zinc
(Zn) Cakmak,I. 2015.-

Considerando el pronóstico de que para 2050 la población mundial superará los 10 mil millones de
personas, la FAO ha calculado que a fín de alimentar y mantener en buena salud a esa población
la producción agrícola tendrá que crecer en un 70 %. Puesto que sólo un 10 %, aproximadamente,
será el resultado de la disponibilidad de nuevas tierras, el restante 90 % deberá obtenerse
mediante la intensificación de la producción actual. A fín de garantizar que esa intensificación sea
sostenible se necesitarán altas inversiones en la agricultura primaria y en la infraestructura de
almacenamiento y elaboración, solamente para mantenerse al paso con el incremento demográfico
(FAO).-

La intensificación productiva sustentable, definida como la mayor y más eficiente producción por
unidad de recurso y/o insumo involucrado en el espacio y en el tiempo, se presenta como una
alternativa válida para enfrentar estos desafíos. Esta intensificación busca enfatizar la eficiencia en
el uso de recursos e insumos en términos agronómicos, económicos y ambientales e involucrar a
los sistemas de producción y no solamente cultivos.-

Considerando que el 70 % de las personas que padecen hambre del mundo viven en zonas rurales
y que en todo el mundo los pequeños agricultores tienden a sufrir la inseguridad alimentaria, a
causa de su acceso intermitente o insuficiente a los alimentos, en el nuevo Marco estratégico de la
Organización, los Miembros de la FAO han hecho hincapié en la necesidad de mejorar la
productividad de los pequeños agricultores promoviendo inversiones públicas y privadas más
eficaces en la agricultura y el desarrollo rural.-

Si esos pequeños agricultores logran ser más productivos y eficientes en sus actividades agrícolas
y obtener ganancias de ellas podrán alimentar a sus familias, pero también invertir en sus predios
mediante la adquisición de semillas de mejor calidad, fertilizantes y equipos agrícolas. Es
fundamental, en primer término, invertir en investigaciones apropiadas y garantizar el acceso de los
agricultores a las innovaciones. Por otra parte, además de las constantes dificultades provocadas
por la variabilidad del clima y por las plagas y enfermedades de las plantas y los animales, esos
agricultores tropiezan con obstáculos como la falta de crédito, la inseguridad de la tenencia de la
tierra, los caminos y transportes deficientes y la escasez de oportunidades de comercialización.
Para asegurar la obtención del tipo de ganancias que permitirán, tanto a los pequeños como a los
grandes productores, seguir invirtiendo en sus actividades agrícolas se necesitan inversiones
variadas pero bien dirigidas así como políticas y estrategias sensatas.
De cara al futuro, serán los productores, los elaboradores y los comerciantes quienes deberán
realizar la mayoría de las inversiones en los sectores de la agricultura primaria, el almacenamiento
y la elaboración. La función del sector público consistirá en promulgar y hacer cumplir una
reglamentación que establezca el tipo de entorno seguro capaz de atraer a los inversores. Esto
incluye el poner a los pequeños agricultores en condiciones de cumplir con las normas de calidad
de los alimentos mediante la adopción de buenas prácticas, respaldada por la certificación y la
inspección; el apoyo a la investigación y la extensión en el ámbito local, la mejora de los
transportes y las infraestructuras de comercialización y el suministro de oportunidades de
formación y aumento de la capacidad que permitan disponer de los recursos humanos necesarios
para aplicar y poner en funcionamiento los sistemas de apoyo a la agricultura. En este contexto las
inversiones de la comunidad internacional, los donantes y el sector comercial privado podrán
estimular a los agricultores del sector privado, así como a los gobiernos al respaldar programas de
desarrollo agrícola que mejoren la producción y las oportunidades de comercialización (FAO).-

Los fertilizantes y su uso racional son un insumo decisivo para satisfacer la demanda mundial de
alimentos. No es concebible que el mundo pueda satisfacer la demanda creciente de alimentos,
concentrados de uso animal y fibra sin recurrir a un empleo racional de los insumos, en particular
fertilizantes. Con el nivel tecnológico actual de la producción agrícola, cada año se consumen unos
160 millones de toneladas de fertilizantes nutrientes. Se estima que para 2050 se necesitarán 215
millones de toneladas anuales a fin de satisfacer las necesidades de la producción agrícola.-

En general, la nutrición de cultivos se enfoca para el cultivo inmediato, pero el concepto de


nutrición de cultivos y suelos debe mirar más allá del cultivo siguiente, buscando reponer los
nutrientes extraídos y mejorar la fertilidad para que, con otras prácticas de manejo, se puedan
mantener y/o mejorar los rendimientos, las eficiencias y la sustentabilidad del sistema. La
residualidad de los nutrientes depende fuertemente de la dinámica de los mismos en el sistema
suelo-planta y de las condiciones edafoclimáticas, por lo que estos factores deben ser evaluados
cuidadosamente al considerar posibles efectos residuales de las aplicaciones de fertilizantes. El
proceso productivo y la sustentabilidad no se reducen a un único ciclo agrícola, ni a una sola
práctica de manejo de recursos o insumos, por lo tanto la nutrición debe proyectarse a un plazo
mayor.-

Desde el punto de vista económico de la producción agrícola, pecuaria o forestal, sin una
adecuada disponibilidad de nutrientes, las plantas y los animales no logran producir de acuerdo a
su potencial genético. La obtención de una producción rentable y ambientalmente amigable, pasa
por un manejo eficiente, sobre todo, de la fertilización del suelo y manejo del riego, asegurando una
adecuada disponibilidad de nutrientes para las plantas. Asegurar una buena fertilidad de los
suelos y a la vez de una buena nutrición a las especies vegetales permite que las plantas, además
de incrementar su producción, puedan enfrentar mejor los problemas sanitarios y ambientales,
sobre todo hoy, alterados por el cambio climático.-

Este documento consta de una sección de historia y de evolución de las ciencias en materia de
fertilización y nutrición de plantas, conceptos básicos sobre nutrición, nutrientes esenciales,
fertilizantes, enmiendas, tipos y caracterización de fertilizantes, aspectos normativos, métodos de
diagnósticos; análisis químicos de suelos, análisis de tejidos, sintomatologías de deficiencias y
toxicidad, requerimientos de las plantas, aplicación racional y razonada de fertilizantes, cálculos
teóricos y prácticos respecto del uso y aplicación de fertilizantes, que ayudarán a crear y afianzar el
conocimiento sobre la temática, y en particular con respecto a sus impactos en el medio ambiente.-

Esperamos que este material satisfaga las expectativas de docentes y alumnos, y se convierta en
el instrumento por medio del cual los profesionales y técnicos del ámbito público y privado,
estudiantes, técnicos y profesionales, adquieran las competencias necesarias para enfrentar los
desafíos para incrementar la producción agropecuaria de un modo sostenido y sostenible, con
calidad, a través del desarrollo de los contenidos curriculares que se presentan en este texto.-
I.- INTRODUCCIÓN

En la actualidad el tema del uso sostenible de los recursos naturales ha cobrado auge en las
agendas de los sistemas de gobierno a nivel internacional, ya que el hombre ha logrado hacer
conciencia que un mal uso de los recursos disponibles podría ocasionar graves daños al ambiente
y afectar el potencial productivo del mismo.-

Uno de las actividades productivas que sustentan en diferentes grados de participación en la


economía de los diferentes países es la agricultura, y que es a la vez, la que más depende de la
disponibilidad de recursos tales como, el agua, el suelo, la microflora y fauna del suelo para su
óptimo desarrollo, dado que es necesario generar alimento para cubrir las demandas alimenticias
de las crecientes poblaciones en nuestras naciones.-

La agricultura es un conjunto de intervenciones humanas que modifican los ecosistemas, para


maximizar la producción deseada y minimizar las pérdidas de energía a lo largo de las cadenas
tróficas (Villalobos, 2008, p. 20-23). Una de estas intervenciones lo constituye la nutrición del
cultivo, ya que en ésta es necesario suplir las necesidades de nutrientes de los cultivos para
asegurar que se tendrá una buena producción.-

Los nutrientes para los cultivos agrícolas representan un componente elemental en la producción
mundial de alimentos. Estos pueden ser aportados por fertilizantes químicos sintéticos, fertilizantes
naturales y abonos orgánicos, entre otras fuentes. Los primeros contribuyen con más de 40% de la
producción mundial de alimentos y se espera que su uso aumente a medida que la población
mundial se incremente y la demanda exceda la capacidad de producción de las tierras agrícolas
(Stewart et al, 2005). Por su parte, los abonos orgánicos y fertilizantes naturales son los principales
insumos que aportan nutrientes en la agricultura orgánica. Esta forma de producción se ha
incrementado en los tiempos recientes, en el año 2000 se cultivaron en el mundo 15 millones de
hectáreas, mientras que en el 2010 fueron 37 millones de hectáreas (Willer, 2012).-

Tradicionalmente un programa de fertilización se realiza sobre la aplicación de una cantidad de


fertilizante por unidades: de superficie, de cultivo o de producto cosechado. El criterio general para
determinar esta cantidad de fertilizante a aplicar se obtiene a partir de las extracciones específicas
para cada cultivo y calculadas a partir del nivel de producción esperado, tomando en cuenta la
disponibilidad de nutrientes para las plantas (Hasing, 2002, p. 5-7).-

Los nuevos sistemas de producción agrarios, más respetuosos con el medio ambiente y con una
menor utilización de productos químicos, necesitan tecnologías innovadoras que permitan
asegurar los rendimientos y la calidad de los productos agrícolas, a la vez que minimizan los
efectos negativos sobre el medio ambiente (García F, 2013).-

Son diversos los problemas de contaminación difusa derivados de la fertilización de los cultivos, el
más importante posiblemente sea la contaminación de las aguas por nitratos. En este sentido, los
fertilizantes que en su composición llevan inhibidores de la nitrificación pueden contribuir de
manera muy positiva a disminuir la contaminación de las aguas por nitratos, así como a simplificar
las prácticas de fertilización y disminuir el contenido en nitratos en los frutos. Los fertilizantes de
liberación lenta, debido a una liberación progresiva de los nutrientes a medida que el cultivo los
necesita, también contribuyen a la disminución de pérdidas de nutrientes y tienen un menor efecto
salinizante que permite que se puedan aportar mayores cantidades de nutrientes en fondo, lo que
se traduce en un ahorro de trabajo, tiempo y energía (García F, 2013).-

El diseño de un buen plan de fertilización debe ajustarse a las necesidades del cultivo con que se
estará trabajando, seleccionar adecuadamente los fertilizantes, dosificarlos según las extracciones
reales del cultivo, conociendo los rendimientos medios de varios años y los contenidos de
nutrientes en el suelo y elegir bien las épocas de aplicación en cada caso (Cadahía, 2008, p. 70-
71).-
Tanto los fertilizantes como los abonos orgánicos contienen elementos traza (ET) en diferentes
proporciones. Entre los ET continuamente encontrados se tienen al arsénico (As), cadmio (Cd),
plomo (Pb) y mercurio (Hg), que son considerados por la Organización Mundial de la Salud como
los más perjudiciales para la salud humana junto con el flúor. No son esenciales para las plantas, y
en ciertas dosis pueden afectar su crecimiento y desarrollo. Los resultados de estudios realizados
en todo el mundo en cuanto a los elementos traza presentes en dichos materiales son muy
variables debido a lo diverso de su origen y procesos que se siguen en su fabricación, por lo que
es necesario estudiarlos de manera local y en base a las regulaciones oficiales, con la intención de
avanzar hacia una agricultura sostenible (Rodríguez, et al.2014).-

Algo de la historia de la agricultura, de los fertilizantes y la fertilización.

Antes de que surgiera la agricultura los ecosistemas no se encontraban intensamente intervenidos


por el hombre, por lo tanto, no eran decisivas las intervenciones del hombre y de sus
asentamientos, como así también, de ellos, sobre los equilibrios naturales en los ecosistemas, sino
que a esas épocas el hombre, se limitaba a recolectar frutos, lo que se llamó sociedades
recolectoras. El hombre desde sus inicios es parte del ecosistema natural, vive en él, se alimenta y
se recrea en él.

En la medida de que la población mundial va creciendo, los ecosistemas comienzan a ser


intensamente presionados y los equilibrios comienzan a alterarse. Como consecuencia de ello los
ecosistemas ya no fueron capaces de proporcionar y satisfacer las necesidades alimentarias y de
otros productos de la población. Ello en el tiempo, en muchas regiones del planeta, generó
procesos migratorios en busca de nuevas tierras fértiles, alimentación, agua y otros satisfactores,
así, la degradación de las tierras y escasez de recursos fueron generando conflictos entre las
distintas tribus o grupos humanos.

Descartando los procesos migratorios, la población humana recurre a la producción agrícola y


ganadera para satisfacer sus distintas necesidades y crecientes demandas. A la agricultura se le
reconoce un rol clave para comprender el inicio de las civilizaciones, desde la prehistoria, cuando
nuestros lejanos antepasados lograron domesticar las primeras especies. Antiguamente se tenía la
noción de que la incorporación al suelo de determinados residuos y/o de productos, mejoraba el
rendimiento de los cultivos1.

En la prehistoria, alrededor del año 14.000 A.C., comenzaron a surgir las primeras formas de
agricultura (domesticación de especies vegetales y animales), junto con la formación de las
primeras aldeas agrícolas. En este período, el uso del fuego y de algunas herramientas, así como
del estiércol animal, pasaron a ser parte de lo cotidiano en las concentraciones urbanas los que
dieron origen a las ciudades. La agricultura se desarrolló de manera independiente en varios
puntos del planeta: en Mesopotamia y Egipto, donde se cultivó trigo y cebada; en Mesoamérica,
con el maíz y el este de Asia, con el arroz.

La evolución de la agricultura no se produjo de forma inmediata, sino que fue un proceso gradual a
partir de las actividades de recolección, caza y pesca, las cuales todavía hoy en día son
practicadas por algunos pueblos primitivos, y se ha ido estableciendo muy probablemente a partir
de la domesticación de animales.

1
Las tres grandes razones por las que la agricultura es la base de la civilización: La civilización la necesita para su
supervivencia. Los agricultores son un amortiguador social, porque son los que reciben el peor impacto en los desastres
naturales y están a obligados a superarlos para sobrevivir. Los agricultores han sido siempre la clase social más baja, pero
constituyeron el grupo social más grande en la producción de bienes (Tauger).

 
Existen evidencias de que las explotaciones se realizaban de forma mixta, combinando cultivos y la
cría de animales. La domesticación cumplía dos funciones básicas: garantizar el suministro de
carne sin depender de la caza, y la utilización de los animales como fuerza de tiro.

El surgimiento de la agricultura tuvo impactos evidentes sobre la tierra: gracias a ella por primera
vez era posible intervenir los ecosistemas e influir en la disponibilidad de los alimentos. Las
consecuencias de ello fueron significativas: aparecieron las primeras aldeas, los recolectores
nómades se transformaron en campesinos sedentarios.

En la Mesopotamia, los súmeros, creadores de la escritura cuneiforme y cultivadores del valle de


Eúfrates desde el año 3.000 A.C., son considerados como la primera sociedad propiamente tal. En
esta región existían tierras muy fértiles que gradualmente se fueron degradando, hasta implicar la
desaparición de esa civilización. En la Mesopotamia, se encontraron escrituras que hablaban de la
fertilidad del suelo indicando que había suelos en los cuales se podían obtener “86 veces más
rendimientos que en otros”, lo que significaba que por cada unidad sembrada en un suelo se
cosechaban 86, mientras que en otros no ocurría lo mismo. La dependencia de extensos y
complejos sistemas de riego y la necesidad de proporcionar alimentos a una población cada vez
mayor, provocaron que las prácticas agrícolas se realizasen en suelos inadecuados y vulnerables.
La combinación de cambios climáticos y diferentes tipos de suelos, junto con el deterioro de la
calidad del agua, condujeron a un aumento de la salinización. Como consecuencia, el rendimiento
de las cosechas por hectárea se redujo a una tercera parte entre el año 2.400 y el año 1.700 A.C.

La fertilización se ha realizado desde que el hombre comenzó a practicar la agricultura. Los


materiales que primero utilizó el hombre fueron: El estiércol de los animales, los huesos, las
cenizas de madera, restos de lana, el guano, el pescado, la cal y los fondos de lago.

El agricultor en la medida que se iba agotando sus tierras también iba cambiando de territorios. En
la época de los romanos, el hombre comenzó a usar el estiércol para dar “calor” al suelo, como
cuenta Plinio el Viejo en alguna de sus obras.

Desde sus inicios, la agricultura afectó la biodiversidad, promoviendo la multiplicación y


preservación de las especies de interés, y con la quema y la aradura volteando el suelo comenzó a
contribuir con las emisiones de CO2 a la atmósfera, el inicio del calentamiento global.

Parte de los aprendizajes era darse cuenta que si las tierras eran trabajadas en forma continua
estas perdían su capacidad productiva. De allí provienen las primeras prácticas para recuperar las
condiciones iniciales de los suelos al agregar restos vegetales y de animales, así como también él
barbecho, hacer descansar las tierras sin cultivo por un período de años.

En otros asentamientos humanos, como los que se encontraban a lo largo del Nilo, se mantenían
las condiciones productivas de las tierras durante mucho más tiempo, gracias a los limos que el río
iba depositando en sus orillas o riberas, y que servían de abono.
En América Central (AC), los primeros asentamientos de los mayas son reconocidos cerca del
2.500 A.C. Los mayas desarrollaron una intensa producción agrícola con cultivos en terrazas en
zonas montañosas, y también en suelos pantanosos. Al igual que en Mesopotamia, la presión
sobre las tierras producto del aumento de la población empujó a la agricultura hasta tierras
marginales, existiendo evidencias de que en el año 800 A.C 2, se produjo un serio descenso de la

2
El aumento de la población durante los Períodos Clásicos Tempranos y Tardío en Tikal, forzó a los gobernantes a
encontrar las alternativas para las cosechas alto-productivas.  Se introdujeron métodos intensivos que hicieron uso de
irrigación en Tikal, por medio de los canales y las tierras elevadas relacionadas con la agricultura hidráulica que se
complementó con jardines de vegetales, árboles frutales . Su intensiva agricultura, que usó las técnicas especiales
asociadas con la ingeniería hidráulica, también se planeó cuidadosamente, cuando la ciudad entera se construyó para
colectar agua en inmensos depósitos, llamados chultunes, que eran silos cavados bajo el subsuelo recubierto con estuco
para prevenir la absorción de agua. Ésta fué una gran hazaña de la ingeniería Maya, impulsada por una necesidad
económica.
producción agrícola. La menor disponibilidad de alimentos y la lucha por los escasos recursos,
llevaron a la desaparición de la que había sido una sofisticada civilización.

Al desarrollarse en la zona andina una sociedad predominantemente agrícola, los incas supieron
aprovechar al máximo el suelo, venciendo las adversidades que les ofrecía el accidentado terreno
andino y las inclemencias del clima. La adaptación de técnicas agrícolas que ya se empleaban con
anterioridad en distintas partes, permitió a los incas organizar la producción de diversos productos,
tanto de la costa, sierra y selva, para poder redistribuirlos a pueblos que no tenían acceso a otras
regiones3.

La importancia de la agricultura llevó a los incas a buscar fertilizantes para sus cultivos. Un primer
abono consistía en enterrar junto con los granos, pequeños peces como sardinas o anchovetas. El
segundo abono usado era el estiércol de las aves marinas que por millares anidaban en las islas
del litoral, allí acontecía la recolección de sus deyecciones. El tercer recurso renovable provenía
del mantillo de hojas caídas de los algarrobos y guarangos utilizadas para mejorar los suelos4.

En el cambio del siglo IV al V, el clima global del planeta sufrió un calentamiento gradual e
intermitente que culminó con el período cálido medieval considerado el óptimo. Este se produjo en
tres períodos de 30 a 40 años entre los siglos XI y XIII, en especial en el hemisferio norte. En ese
momento la placa de hielo en el Polo Norte estuvo a punto de deshelarse. Es la época en la que
los pueblos escandinavos colonizan Groenlandia (llamada así porque podía cultivarse) y llegan
incluso a la parte más septentrional del continente americano. En Inglaterra se puede cultivar uva.
Las sequías y las inundaciones fueron en este periodo menos dramáticas. En China se inicia el
cultivo de cítricos y otras plantas cálidas.

En el siglo VIII se estableció un régimen de rotaciones de cultivos, en el que se dejaba descansar


la tierra e introducía una leguminosa. También, se fueron mejorando las labores, lo que permitió
mantener el escaso rendimiento de los cereales5.

Los años 1709, 1740 y 1772 fueron especialmente malos. Los señores feudales intentaron
introducir nuevas cosechas, como las patatas americanas, pero los campesinos se resistieron. El

3
El relieve montañoso donde habitaba la mayor parte de la población del imperio, fue aprovechado mediante la
construcción de innumerables andenes o terrazas de cultivo que permitieron utilizar las laderas de las montañas andinas.
Estas verdaderas escaleras gigantes, erigidas sobre terraplenes con muros de contención de piedra, evitaban que las
lluvias arrastraran la tierra y sus cultivos al fondo de los valles. En estas terrazas agrícolas se podían obtener hasta tres
cosechas anuales, sobresaliendo el maíz, el camote, los porotos y pallares, las calabazas, el maní y la quinoa, esta última
con más de un 50% de contenido proteico que el arroz, el trigo o el maíz.
4
Los incas descubrieron la fertilización a base de guano, las heces secas de las aves marinas en la costa, acumuladas a lo
largo de milenios; también construyeron terrazas, canales y balsas de agua para irrigación de las zonas altas. Sin embargo,
en términos de tecnología agrícola no sobrepasaron el neolítico: no empleaban ruedas ni hierro ni arneses en las bestias.
Su útil de trabajo era el taclla, una azadilla de piedra o de bronce para cavar, un mazo de madera para romper terrones, una
azada y un cuchillo para cosechar. A pesar de ello, este sistema agrícola dio lugar al mayor imperio de la América
precolombina, basado en los impuestos y en el trabajo para el estado, que comprendía el cultivo de la tierra real, el servicio
militar, la construcción de caminos y de almacenes, un sistema postal eficaz y otras actividades.
5
Con la irrigación, empezaron a plantarse cosechas de primavera. Ejecutaban rotaciones de estas plantas de crecimiento
rápido, pero sin barbecho. Los musulmanes crearon una economía de mercado próspera, y los más ricos acumularon el
capital suficiente para invertirlo en sistemas de regadío y en grandes huertos de frutales (Tauger).
sistema de rotación triple dominó en toda la Europa continental, con la excepción de los Países
Bajos. El mayor problema de la triple rotación era el trozo de tierra dejada en barbecho. En la
Francia de 1789 un tercio o dos quintos de la tierra cultivable estaba en barbecho cada año. En
Inglaterra y en los Países Bajos habían conseguido eliminar la triple rotación sin degradar la tierra.
También se conservó la división de la tierra cultivada en parcela, a veces muy alejadas unas de
otras. La ventaja era que en alguna de ellas siempre se producía una buena cosecha si las otras
habían sido malas; la desventaja era el tiempo y le energía empleadas en ir de una a otra.
Los métodos de cultivo eran poco productivos: siembra a mano, arados de madera, cosecha con
hoces o guadañas que desperdiciaban mucho grano, caído en la tierra, que debían recoger las
mujeres y los niños. Los fertilizantes se limitaban al abono animal en las tierras cosechadas y
en los barbechos.
Las cosechas eran de entre tres y cinco semillas por grano sembrado, lo que dejaba al agricultor
muy poco o nada para la venta, y le condenaba a la pobreza. La dieta campesina se limitaba casi
por completo al grano. A veces, al final de la primavera se quedaban sin comida rica en calorías y
sobrevivían con hierbas u otras especies. Vivían en casas muy primitivas, en compañía de los
animales domésticos, y fabricaban en casa la ropa que vestían.

La actividad agrícola fue predominante para las economías durante miles de años antes de la
revolución industrial. Pero su importancia no decae ni con la aparición de fábricas ni con la
proclamada llegada de una era digital. Después de todo, se trata de producir alimentos. Y sin
alimentos, la vida no es posible.

El crecimiento de la población y la disminución de la fertilidad de los suelos utilizados después de


sucesivas formas de cultivo en el continente europeo, causaron entre otros problemas, la escasez
de alimentos. En Europa, el crecimiento de la población provocó la desaparición de los bosques
para usar esa tierra en la producción alimentaria. Sin embargo, las nuevas tierras deforestadas no
eran suficientes para proporcionar cosechas con un nivel de producción aceptable año tras año,
aunque la producción se mantenía mediante técnicas como la rotación entre el cereal y el
barbecho, o posteriormente, entre el cereal, la legumbre y el barbecho; o también mediante la
combinación de producciones agrícolas y ganaderas, que tampoco fueron del todo eficaces.

Por ejemplo, en Francia, hasta el siglo XIX, prosperidad o miseria, vida o muerte, dependían de
una buena cosecha. La última gran hambre generalizada que padeció Francia ocurrió a comienzos
del siglo XVIII; y las “crisis de subsistencia”, cuando aumentaba el precio de los cereales entre un
50% y un 150%, continuaron teniendo lugar hasta mediados del s. XIX.

Las crisis de 1788-89 y de 1846 fueron particularmente duras por su impacto económico, social y
político; y en ambos casos fueron precedidas por revueltas populares, en años de insuficiente
alimentación y de hambre generalizada.

En este contexto el economistas inglés “Malthus” en 1798, predijo que el crecimiento de la


población mundial superaría a corto plazo la disponibilidad de alimentos.
Hoy en día, incluso conflictos que aparentemente tienen su causa en razones étnicas o religiosas,
son consecuencia a menudo de carencias económicas, de luchas por tierras cultivables y de
inseguridad en el abastecimiento de alimentos y de aguas.-

La población urbana se expandió rápidamente como consecuencia de la Revolución industrial de


finales del siglo XVIII y comienzos del XIX. La necesidad de aumentar la productividad del suelo se
hizo absolutamente necesaria. Ciertamente, el avance más importante fue el descubrir cómo
producir los fertilizantes minerales, que nacen en la década del 1840, cuando John Lawes patentó
y produjo, con éxito, superfosfato, a partir de huesos y de yacimientos de roca fosfórica
(yacimientos naturales) con ácido sulfúrico. A continuación, la atención se volvió hacia la potasa,
abriéndose la primera mina en Stassfurt, Alemania en 1862. A través de los años, más depósitos
fueron descubiertos en otras áreas, los métodos mejorados mejoran la calidad de los recursos y el
cloruro de potasio de alta calidad es producto de hoy.

El inglés John Bennet Lawes (1814-1900) inicia en 1843, en el predio de Rothamsted, los célebres
experimentos sobre fertilización, aún en activo, a los que pronto se asoció John H. Gilbert (1810-
1901).  Estos ensayos de larga duración además de facilitar el desarrollo de las recomendaciones
sobre la aplicación de fertilizantes, han permitido estudiar el comportamiento de los nitratos en el
suelo, y su capacidad para contaminar las capas freáticas y ello, gracias a haberse ido recogiendo
y analizando sistemáticamente las aguas de drenaje, en campos con diferentes dosis de
fertilizantes nitrogenados. Hoy sigue siendo punto de referencia de muchos expertos en las
ciencias del Suelo y en las Producciones Agrarias (González, 2017).-

En el siglo XVI, en tanto, algunos escritos señalan la importancia de las cenizas de las plantas y
reiteran la importancia del estiércol como material mejorador del suelo. Cabe destacar que el uso
de huesos molidos, cenizas y estiércoles fueron las principales fuentes fertilizantes durante varios
siglos. Por otra parte, durante este mismo siglo, Bacon y van Helmont publicaron estudios más
acabados sobre la importancia del agua para los vegetales. Incluso se llegó a decir que el agua era
el único alimento de las plantas.
Es importante tener claro que estos estudios fueron hechos en tiempos que aún no se sabía nada
acerca de la nutrición mineral ni de la fotosíntesis.
Durante el siglo XVII, varios investigadores ingleses desarrollaron diversos experimentos tratando
de entender el comportamiento de las plantas. Algunos detectaron la importancia de los nitratos
para alcanzar un mejor crecimiento de los vegetales. Otros, en cambio, indicaron que las raíces de
las plantas eran capaces de ingerir pequeñas partículas de suelo, por lo que era necesario
preparar muy bien la tierra.

Desde mediados del siglo XIX, se comenzó a estudiar el nivel de estos dos nutrientes . Fue Fritz
Haber entre 1907 y 1909, de la Universidad Técnica de Karlsruhe, quien ideó un proyecto factible
para sintetizar amoniaco a partir de nitrógeno e hidrógeno atmosférico, combinándolos a una
presión de 200 atmósferas y a una temperatura de 500 grados Celsius, en presencia de un
catalizador como el óxido de hierro. El proceso de Haber fue desarrollado por Carl Bosh, ligado a la
empresa BASF. Haber obtuvo el premio Nobel en 1918.-

Por primera vez se conseguía solidificar el nitrógeno de forma eficaz y estable. Los científicos
sabían que era el nutriente básico de las plantas, pero su estado gaseoso (supone el 78% de la
atmósfera) impedía aprovecharlo. A comienzos del siglo pasado, el aumento de las necesidades de
guano se incrementaron bastante, eran las únicas formas sólidas de nitrógeno en estado natural
eran el guano peruano y el salitre o nitrato de Chile. Para el año 1900, la demanda mundial era de
1,35 millones de toneladas. Aun así la producción era insuficiente para satisfacer las demandas de
la agricultura moderna.-

Después de la primera Guerra Mundial, el proceso desarrollado por Haber-Bosh cambió el aspecto
de la agricultura en el mundo. Fuera de la aplicación en la agricultura el proceso Haber-Bosh, tuvo
aplicaciones bélicas del amoniaco despertando en los industriales alemanes un interés mucho
mayor que su uso como fertilizante ya antes del estallido de las hostilidades en julio de 1914. El
bloqueo del suministro exterior alemán realizado por parte de las potencias aliadas no hizo otra
cosa que acelerar el desarrollo de las aplicaciones militares del amoniaco. Gracias al proceso
Haber-Bosch, el NH3 es oxidado y convertido en ácido nítrico, la base de explosivos como el nitrato
amónico, la nitroglicerina y el trinitolueno (TNT).-

Después de la Primera Guerra Mundial, el proceso desarrollado por Haber Bosch cambió el
aspecto de la agricultura en el mundo. La disponibilidad de nitrógeno barato (más barato todavía en
algunos casos gracias a los subsidios estatales) determinó que el aumento de la producción
excediera con mucho el costo adicional de los fertilizantes; con 1,25 kg de nitrógeno por hectárea
era posible aumentar en un 15 % la cosecha de arroz o trigo, y en un asombroso 75 % la de
papas.-

La aparición del NH3 provocó un fuerte incremento de la productividad agrícola a nivel mundial. En
el año 1908 se estimaba que el número de habitantes sostenidos por cada hectárea de tierra
productiva pasó de 1,9 a 4,3 un siglo después. Los fertilizantes nitrogenados son los responsables
de la alimentación del 48% de la población mundial actual.-

El amoniaco, como la urea sintética, también ha puesto su grano de arena en el aumento de la


productividad ganadera. Un ejemplo es el enriquecimiento proteínico de los forrajes. El añadido de
NH3 a la alimentación del ganado mejora la digestión de la paja al facilitar, en combinación con el
agua, la absorción de fibra. Además, el forraje gana en proteínas, al ‘pegarse’ parte del nitrógeno a
la fibra. Esta alimentación tiene el efecto secundario de aumentar la emisión de gases, no
olvidemos que el principal GEI de la actividad ganadera es el metano y el amoníaco.-

Estos avances, junto a los suministros de grano procedentes de América del Norte y de Australia,
hizo que desde mediados del siglo XIX el aprovisionamiento de alimentos fuese suficiente en
términos generales.-

En la década de 1950, la producción de fertilizantes ha cambiado para acomodar el uso de


fertilizantes granulados. Los fertilizantes líquidos y secos a granel llegaron a ser populares para
cumplir con la producción a gran escala de la industria de la agricultura (Beall, 2016)..
Para alimentar a la población mundial cada vez más creciente no hay más opción que intensificar y
tecnificar la producción agropecuaria.-

La población en el mundo:

La población mundial ha crecido exponencialmente desde comienzos del siglo XIX. De 1.000
millones de habitantes en 1820 se ha pasado a los 5.700 millones en 1995. Las últimas
predicciones de FAO (Food and Agriculture Organization) indican que para el año 2050 la
población mundial será de 9.100 millones de habitantes, frente a las 6.800 millones actuales. Esto
representa un incremento del 34% para los próximos 40 años.-

Esto incluye un aumento en China de 1.200 millones a casi 1.500 millones, en el sur de Asia de
1.300 a 1.900 millones, y en Africa de 700 a 1.300 millones. En este continente la tasa de aumento
será mayor, pero teniendo en cuenta la enorme población existente en el Sur de Asia y en China,
inevitablemente se producirá un sustancial aumento en estas regiones. Globalmente, la tasa de
crecimiento está descendiendo y para mediados del siglo XXI la población mundial podría
estabilizarse e incluso podría empezar a descender. Mientras tanto, el mundo deberá afrontar los
retos de alimentar un número de personas mayor y de más alta capacidad económica.-

Fig. 1. La evolución de la población mundial en el tiempo (FAO 2009)

" UN PROBLEMA ANTIGUO”

Diversos fenómenos naturales y los cultivos agrícolas eliminan continuamente del suelo el
nitrógeno fijado, por lo que suele haber escasez del mismo. Lo que tradicionalmente hacían los
agricultores de las sociedades preindustriales era compensar esta pérdida o absorción de
nitrógeno de los campos con residuos de otras cosechas o desechos animales y humanos. La
concentración de nitrógeno en estos subproductos son pequeñas, por lo que era necesario aplicar
enormes cantidades para proveer al suelo de la cantidad suficiente de nitrógeno.-

También sembraban porotos, habas, lentejas y otras legumbres con los cereales y demás cultivos.
Las bacterias fijadoras de nitrógeno que viven en las raíces de las primeras fertilizaban los campos.
A veces las legumbres se cultivaban por esta única razón, como pasaba en Asia con el helecho
Azolla, que alberga cianobacterias fijadoras de nitrógeno. Después araban los campos y
enterraban las plantas, que actuaban así como "abonos verdes", sin que se cosechase alimento
alguno de ellas. Este tipo de agricultura orgánica adquirió su mayor desarrollo durante la primera
parte de nuestro siglo en Java, en el delta del Nilo, en el noroeste de Europa (especialmente en las
explotaciones agrícolas holandesas) y en muchas regiones de Japón y China.-

HISTORIA EN ORDEN CRONOLÓGICO DE LA NUTRICIÓN DE LAS PLANTAS

Francis Bacon en 1627 sugirió que el agua era el principal nutriente de las plantas y que el suelo
era el soporte y prestaba resguardo a las plantas del calor y del frío. Van Helmont (1577–1644)
intentó averiguar de dónde procedía el peso de las plantas. Para ello, plantó una rama de sauce en
un recipiente de tierra, que pesó tras secar en una estufa.-

Después de 5 años, en los que la tierra no había recibido más que el agua de lluvia, el sauce había
crecido y pesaba 75,7 kg. Al final del ensayo volvió a secar la tierra, la pesó y comprobó que sólo
había perdido 1,01 kg, llegando a la errónea conclusión de que al menos 74,8 kg procedían
“exclusivamente” del agua. Su conclusión: Las plantas crecían a partir del agua.-

Más adelante, Woodward, en 1699, a través de otros ensayos, concluyó que era la tierra y no el
agua la base del crecimiento de las plantas, y unos años más tarde, se consideró que era la
materia orgánica el principal nutriente de los cultivos.-

En 1714  Bernard Palissy explicó por qué las plantas necesitan abono. Por otro lado, Woodward
mostró en 1714 que las semillas germinadas no se desarrollan en agua pura, pero si en un extracto
de suelo.-

Jan Van Helmont dió los primeros pasos para la comprensión del papel del agua en
la nutrición de las plantas. E. Mariotte, fue quien demostró que para formar su masa las
plantas necesitan además del agua, materia tomada del suelo y del aire.-

Las investigaciones acerca del humus comienzan en la segunda mitad del siglo XVIII hasta sus
finales. Surge la teoría del humus, sustentada por Wallerius (1709-1785). El señalaba que las
plantas obtenían los nutrientes de extractos derivados del humus que contiene agua y compuestos
solubles de Carbono, Hidrógeno, Oxígeno y Nitrógeno, con los cuales las plantas reconstruyen
tejidos más complejos.-

1770: Los Jesuitas comienzan a utilizar el salitre como abono.-

En 1775, Home orientó sus investigaciones hacia la nutrición de las plantas, llegando finalmente a
la conclusión de que existían por lo menos seis materias nutritivas para ellas: aire, agua, tierra,
sales, aceite y fuego, en un estado fijo. Aseveró que todo el arte agrícola se encontraba en
la nutrición de las plantas.-

Por mucho tiempo se pensó que el agua era el “principal alimento” de las plantas, y que el suelo
sólo servía para mantenerlas en pie y protegerlas de frío o calor excesivo.-

En forma paralela algunos comenzaron a señalar que las plantas extraían jugos desde el suelo y
que de él se alimentaban. Posteriormente se comenzó a reconocer que no eran los jugos, sino que
partículas diminutas del suelo disgregadas por la acción de la humedad las que nutrían a los
vegetales.-

Sprengel; alemán 1787-1856. Universidad de Goettingen, trabajó fuertemente en los temas


relacionados al aporte de la materia orgánica como proveedora de nutrientes a las plantas.-

Teorías sobre la nutrición de las plantas: Reconoció la importancia de al menos 20 elementos


en la nutrición de las plantas.-

Liebig: (alemán 1803-1873) reconocido como el padre de la química agrícola, pionero del
concepto de nutrición de plantas.-
Sprengel

Liebig y sus aportes

Demostró que las plantas no se nutren de humus, sino de soluciones minerales y que el humus es
un producto transitorio entre la materia orgánica vegetal y las sales minerales, únicos alimentos de
las plantas. Estos conceptos abrieron la vía de desarrollo de la industria de los fertilizantes
inorgánicos.-

La Ley del Mínimo de Liebig Figura 2., indica que el rendimiento de los cultivos está regulado por el
factor más limitante y que el rendimiento se puede incrementar únicamente con la corrección de
ese factor limitante. Cuando esta limitación se ha corregido, los rendimientos pasan a ser
regulados por el siguiente factor limitante. Incrementos posteriores en rendimiento ocurrirán
solamente si este factor es corregido. Este proceso se repite con incrementos de rendimiento
escalonados hasta que no existan factores limitantes.-

Fig.2. Representación de la “Ley del


Mínimo” propuesta por el científico
Alemán Justus von Liebig en 1843.-

Factores limitantes de la producción:


Asociemos el rendimiento de la planta al
llenado de un barril con agua, donde cada
duela representa un nutriente. El barril no
se llenará sino que hasta cierta altura que
fije una duela de menor tamaño que el
resto convirtiéndose en una limitante.
Igual ocurre con un nutriente que no sea
aportado a la planta en la proporción
mínima para que el rendimiento sea
completo de acuerdo al resto de los
nutrientes.-

Según esta teoría, "las plantas se alimentaban exclusivamente de materia inorgánica,


procedente, bien de la descomposición del humus o de la atmósfera, bien de las substancias
minerales que hay en la tierra".-

Considera al suelo un “almacén” estático, de donde las plantas toman los nutrientes necesarios
y que el “suelo” reemplaza con el tiempo. Su agotamiento producía infertilidad, por lo que el
agricultor debía preocuparse de forma continua de su restitución, marcando el camino de la
fertilización química moderna. Entre los elementos que se debían de restituirse estaban: N, P, K
y Ca. No obstante, "dadas las grandes cantidades de nitrógeno que hay en la atmósfera y dada
una supuesta capacidad de las plantas para asimilarlo directamente al igual que el carbono", y
el hecho de que los principales cultivos fueran cereales, hace que el químico alemán
recomendara al agricultor que no se endeudara con los guanos y otros abonos nitrogenados.
Para Von Liebig era más importante restituir el P y el K, por lo que éste fue su gran fracaso.-
 
Liebig atacó las creencias de la importancia del humus con vehemencia, afirmando que “no hay ni
siquiera una sombra de duda respecto a que el humus o ácido húmico puedan ejercer la menor
influencia sobre el crecimiento de las plantas, sea por la vía de la nutrición o por otra vía.” Pero
diez años más tarde, Liebig se dio cuenta que estaba equivocado y que el secreto de la fertilidad
de los suelos reside en los procesos de formación de humus, y no en las sustancias químicas. Pero
ya era demasiado tarde. A esta altura las compañías químicas ya estaban bien encaminadas y no
había forma de frenarlas en su carrera para producir y comercializar los fertilizantes.-

Con posterioridad alrededor del 1800 se logró obtener mayores avances respecto a la nutrición de
las plantas con la ayuda de la “fisiología vegetal”.-

Por esa época se pudo demostrar los fundamentos de la respiración vegetal; absorción de O2 y
liberación de CO2. Se efectuaron con posterioridad diversos ensayos para demostrar la relación
entre materia seca, presencia de carbono, hidrógeno y O2, a su vez de reconocer de donde
provenían los aportes de estos elementos. En estos descubrimientos trabajaron Josef Black (1728–
1804) y Joseph Priestley (1733–1804).-

En el 1804 Nicolás Théodore de Saussure, inició los estudios de nutrición en plantas, haciendo


hincapié en los aspectos químicos de la Fotosíntesis, demostrando que las plantas absorbían
oxígeno y liberaban CO2. Relevó el tema de que las plantas podían absorber CO2 y liberar
Oxígeno en presencia de la luz. Concluyó que el anhídrido carbónico y el agua son dos factores
determinantes del crecimiento vegetal.-

Poco antes, en 1804 en el desierto de Atacama, se descubrió que una sal contenía nitrógeno,
iniciándose la explotación de los yacimientos del “nitrato de Chile”.-

En 1840,  Liebig había realizado importantes confirmaciones a la "teoría mineral" sobre la


nutrición de las plantas, enfrentándose a la "teoría del humus“. Formuló lo que se denomina la “ley
del mínimo“, según la cual el crecimiento depende del nutriente que esté en menor proporción.-

En 1857, " el concepto de abono completo" fue utilizado por primera vez por George Ville y Jean
B. Boussingault hacia el año 1857. Ya a fines de la época y en torno a las necesidades de N por
parte de las plantas se había abierto un debate entre los azoistas y no azoistas. El químico
agrícola español, Luis Justo define a los abonos completos como aquellos que contienen "todos
los elementos que necesitan las plantas para su nutrición y desarrollo y en las condiciones
convenientes para que puedan ser absorbidos por los vegetales", y por lo tanto de mucho más
provecho para los agricultores.-

En 1865, Investigadores como Sachs, Boussingault y Knop, realizaron experimentos que ayudaron
a determinar que ciertos elementos eran importantes para el crecimiento de las plantas.-

En 1869  Raulin encontró que el zinc era indispensable par el desarrollo del hongo Aspergillus
níger, y fue de la opinión de que este elemento también sería necesario en las plantas superiores.-

En 1890, se exportó un millón de toneladas de “nitrato de Chile” este primer fertilizante mineral, se
complementó con las exportaciones de “guano”, otro producto nitrogenado natural, procedente de
las deyecciones de los pájaros. Producto abundante en las costas de la zona norte de Chile y costa
de Perú.-

El francés Mazé, en 1896, hizo la primera experiencia para demostrar la posibilidad de las plantas
de valerse del nitrógeno amoniacal para su nutrición.-
El uso de fertilizantes se revolucionó cuando comenzó a crecer la población y hubo necesidad de
más alimentos. Esto condujo a que se buscaran nuevas formas de fertilización; por lo que se
comenzó la explotación y comercialización de los yacimientos de guano del Perú y de México;
además de la explotación y comercialización de nitrato sódico peruano y chileno.-

El caliche es la fuente originaría del nitrato de sodio, su industria tuvo un gran desarrollo durante el
siglo XIX y XX, después fue perdiendo su riqueza (ley), llegando a valores de 16 a 17% de
nitrógeno.-

El Alemania (1910) se desarrollaron los fertilizantes nitrogenados a partir de la síntesis del


amoniaco extraído del N atmosférico. Hay que reconocer que el trabajo de investigación sobre el
amoniaco tenía un trasfondo der propósito militar más que agrícola. Antes del fertilizante sintético,
el salitre representaba el 65% del mercado mundial.-

A medida que aumentaban sus conocimientos de química, los científicos del siglo XIX empezaron a
comprender el papel esencial que representaba el nitrógeno en la producción de alimentos y la
escasez de sus formas utilizables.-

También aprendieron que los otros dos nutrientes decisivos el potasio y el fósforo limitaban menos
el rendimiento agrícola, al tiempo que era mucho más fácil compensar cualquier deficiencia que se
produjera en su concentración. Era relativamente sencillo explotar los yacimientos de potasa para
obtener abonos potásicos, mientras que el enriquecimiento de fósforo no requería más que tratar
con ácido los minerales fosfatados para convertirlos en compuestos más solubles, que las raíces
absorberían junto con el agua. No se disponía, en cambio, de procedimientos tan simples para el
nitrógeno, por lo que a finales del siglo pasado los agrónomos y los químicos sentían cierta
urgencia y malestar, conscientes de que la explotación agrícola cada vez más intensa se
enfrentaba a una amenazante crisis del nitrógeno.-

La síntesis del amoniaco, patentada en 1908 por Fritz Haber en Alemania y el desarrollo a escala
comercial de este descubrimiento, realizado por Carl Bosch, que diseñó la primera planta industrial
(1913), puede considerarse como uno de los más relevantes hitos en la historia de la fertilización. A
partir de entonces, se produjo un empleo generalizado del nitrógeno en la agricultura.-

La ley del mínimo de Liebig fue ampliada en 1913 por el ecólogo estadounidense, Shelford, al
agregar que cuando la planta recibe un elemento nutricional de manera excesiva, también puede
representar un factor limitante para su desarrollo, así como su escasez. Esta ampliación de
Shelford se conoce como la ley de las tolerancias.-

En 1912, el Premio Nóbel, Dr. Alexis Carrel, publicó su obra El Hombre, el Desconocido en éste
texto, advierte que el suelo es la base para toda la vida humana, nuestra única esperanza para un
mundo saludable consiste en el restablecimiento de la armonía en el suelo que hemos trastornado
con los métodos agronómicos modernos. Toda la vida, dijo Carrel, será sana o enfermiza según la
fertilidad del suelo. Directa o indirectamente, todos los alimentos provienen del suelo.-

Los avances logrados respecto del uso de los fertilizantes tanto inorgánicos (minerales) como
orgánicos, se deben al trabajo de investigadores dentro de las estaciones experimentales en
distintos países, entre ellas se reconoce a la Estación Experimental de Rothamstead, creada en
1843 en Inglaterra, como una de las fuentes del conocimiento en lo que respecta al
comportamiento y manejo de cultivo principalmente de plantas forrajeras, respecto al uso de
abonos, además de ser la cuna del Diseño Experimental. Con posterioridad se dedicaron a estudiar
el uso de agroquímicos como controladores de malezas.-

En 1924 Rudolf Steiner hace referencia a los oligoelementos, indicó, que cantidades ínfimas de
materia diseminada en la atmósfera y también en otros medios, contribuyen de forma importante al
desarrollo de los cultivos.-
Durante el siglo XVIII y principios del XIX, se destaca el trabajo de Hales, quien en 1927, publicó
los resultados de los primeros estudios cuantitativos de las relaciones hídricas de la plantas y los
avances químicos, que permitieron una mejor comprensión de los procesos de fotosíntesis
y nutrición vegetal.-

El cultivo sin tierra de plantas cultivadas comenzó en la década de 1930 como resultado de las


técnicas de cultivo empleadas por los fisiólogos vegetales en experimentos de nutrición vegetal.
Los métodos más recientes de cultivo sin tierra difieren en algunos detalles, pero tienen dos rasgos
comunes: los nutrientes se aportan en soluciones líquidas y las plantas se sostienen sobre
materiales porosos, como turba, arena o grava.-

La Revolución verde.-

“Desde 1950 la producción agrícola ha ido aumentando continuamente, a un ritmo que ha


superado con creces al muy importante aumento de la población, hasta alcanzar una producción
de calorías alimenticias que serían suficientes para toda la humanidad, si estuvieran bien
repartidas.-

Este incremento se ha conseguido, principalmente, sin poner nuevas tierras en cultivo, sino
aumentando el rendimiento por superficie, es decir consiguiendo mayor producción por cada
hectárea cultivada. Es lo que se conoce como revolución verde, cuyo principal representante fue
Norman Borlaug (premio Nobel–1960).-

El aumento de productividad se ha conseguido con la difusión de nuevas variedades de cultivo de


alto rendimiento, unido a nuevas prácticas de cultivo que usan grandes cantidades de fertilizantes,
pesticidas y tractores y otra maquinaria pesada.-

Algunos de los logros más espectaculares de la revolución verde fueron el desarrollo de variedades
de trigo, arroz y maíz con las que se multiplicaba la cantidad de grano que se podía obtener por
hectárea. Cuando a lo largo de los años 1960 y1970 se fueron introduciendo estas mejoras en
Latinoamérica y Asia, muchos países que hasta entonces habían sido deficitarios en la producción
de alimentos pasaron a ser exportadores. Así la India, país que sufría el azote de periódicas
hambrunas, pasó a producir suficiente cereal para toda su población; Indonesia que tenía que
importar grandes cantidades de arroz se convirtió en país exportador, etc.-

El modelo de la Revolución Verde nace para resolver una situación muy concreta y desempeña un
papel muy importante en aquellos momentos. Las altas producciones de alimentos resultaban muy
atractivas, por lo que las empresas transnacionales se empiezan a interesar en dicho modelo
agrícola.-

Es así que logra expandirse en los países cuyas economías se encuentran aptas para ello; ya que
los altos insumos que se requieren no están al alcance de los países de menores recursos.-

En sus inicios, la aplicación de esta forma no tradicional de explotación de la tierra constituía el


modelo ideal; ya que permitía obtener grandes producciones de alimentos con un mínimo de
esfuerzo.-

1972.- Dixon y Postgate, transfirieron los genes nif (por nitrogen fixation) de Klebsiella pneumonie a
Escherichia coli creando una nueva especie fijadora de nitrógeno. Ello condujo a proponer, como
una solución al problema de la nutrición vegetal,-

1993.- EXPERIMENTAN EN AGRICULTURA ESPACIAL , se enviaron 12.5 millones de semillas de


tomate soportando el constante bombardeo de luz solar y radiación sin filtros. El cultivo de tomates
es solo uno de los renglones dentro del sistema ecológico que debe ser estudiado, probado y
perfeccionado antes de que el hombre este preparado para colonizar el espacio.-

1993.- El agua puede influir en la nutrición de las plantas. Una deficiencia en cualquier tipo de
nutrientes causa un síntoma característico que es visualmente perceptible en la planta. Los
minerales se absorben por medio del agua. Las deficiencias de nutrientes pueden atrofiar el
crecimiento de las plantas, causar anomalías en el crecimiento o hacer que las hojas se pongan
amarillas y caigan.-

2004.- El uso de fertilizantes aumenta la producción agrícola. David Harchark afirma que muchos
países en vías de desarrollo necesitan aplicar más nutrientes a las plantas para alcanzar sus
objetivos agrícolas". En este sentido, el experto insiste en la necesidad de desarrollar una gestión
integrada de la nutrición de las plantas fruto de un uso prudente de fertilizantes orgánicos y
minerales.-

2006.- La actividad microbiana es importante para mantener la fertilidad del suelo y la nutrición de
las plantas. El interés agronómico en la actividad microbiana se debe a su potencial para reciclar
los nutrientes, mejorar la nutrición de las plantas.-

En los últimos 40 años, la industria de fertilizantes ha realizado importantes avances en la mejora


tecnológica de los fertilizantes, con la finalidad de mejorar su eficiencia de uso, es decir, proveer
niveles óptimos de nutrientes que satisfagan las necesidades de las plantas de cultivo.-

Los esfuerzos tecnológico industriales, para aumentar la eficiencia agronómica de los fertilizantes
se han centrado principalmente en el nitrógeno (N) por tres razones principales: Es el factor de
manejo más importante en los rendimientos a escala global, el de menor eficiencia relativa, (entre
el 30 y el 50 %) y por la necesidad de sostener el rendimiento sin poner en riesgo la calidad del
ambiente.-

Se puede resumir que, aunque se llevan siglos investigando cómo se nutren las plantas, sólo se
lleva unos 150 años aplicando fertilizantes químicos a los cultivos.-

Problemas con la revolución verde.-

Los beneficios traídos por la mejora agrícola fruto de la síntesis del amoniaco y de la llamada
Revolución Verde son indiscutibles, pero han surgido algunos problemas.-

Los dos más importantes son los daños ambientales, y la gran cantidad de energía que hay que
emplear en este tipo de agricultura.-

Solo el 17% del amoniaco usado como fertilizante es consumido por los humanos a través de la
comida. El resto acaba en la tierra o en el aire. Según un artículo de Nature Geoscience, las
emisiones en ausencia de interferencia humana son de 0,5 kilos por hectárea y año. La agricultura
moderna ha multiplicado por 20 esta cifra, lo que ha provocado la alteración del ciclo natural del
nitrógeno aunque su impacto global aún no es muy conocido.-

Hay dos problemas directamente relacionados con los fertilizantes nitrogenados. Uno es el de la
eutrofización de las aguas. Los nitratos acaban en mares y ríos, las algas y bacterias se dan un
banquete con el exceso de nutrientes y eso acaba con el oxígeno que necesitan otras especies.
Por otro lado, el nitrógeno reactivo está alterando el balance atmosférico, enriqueciendo el ozono
de la tropósfera y reduciendo el de la estratósfera. Eso sí, el amoniaco tiene el efecto positivo de la
captura de CO2 en selvas y bosques debido a la mayor presencia de nitrógeno en el aire.-

Para mover los tractores y otras máquinas agrícolas se necesita combustible; para construir
presas, canales y sistemas de regadío hay que gastar energía; para fabricar fertilizantes y
pesticidas se emplea petróleo; para transportar y comerciar por todo el mundo con los productos
agrícolas se consumen combustibles fósiles. Se suele decir que la agricultura moderna es un
gigantesco sistema de conversión de energía, petróleo fundamentalmente, en alimentos.

Como es fácil de entender la agricultura actual exige fuertes inversiones de capital y un


planteamiento empresarial muy alejado de la agricultura tradicional. De hecho de aquí surgen
algunos de los principales problemas de la distribución de alimentos. El problema del hambre es un
problema de pobreza. No es que no haya capacidad de producir alimentos suficientes, sino que las
personas más pobres del planeta no tienen recursos para adquirirlos.

En la agricultura tradicional, también llamada de subsistencia, la población se alimentaba de lo que


se producía en la zona próxima a la que vivía. En el momento actual el mercado es global y
enormes cantidades de alimentos se exportan e importan por todo el mundo.

Para los próximos decenios se prevé que si bien la producción agrícola aumentará más
rápidamente que la población mundial, este aumento será más lento que el actual. Esta
disminución refleja algunas tendencias positivas. En muchos países la gente come hoy todo lo que
desea, por lo que ya no hace falta aumentar la producción. Pero también refleja la triste realidad de
centenares de millones de personas que necesitan desesperadamente más alimentos pero que no
pueden comprarlos a los precios que animarían a los agricultores a producir más”.

Seguridad Alimentaria y fertilizantes:

Según FAO, se entiende por seguridad alimentaria, a la situación en que un individuo, una familia,
una comunidad, una región o un país, puedan satisfacer adecuadamente sus necesidades
nutricionales tanto diaria como anual. El concepto de seguridad alimentaria incluye la erradicación
del hambre y la desnutrición crónica. La seguridad alimentaria es un derecho humano básico.
Todas las personas tienen derecho a tener acceso a alimentos de alta calidad y sin riesgos.

Se puede alcanzar una mayor seguridad alimentaria cuando la producción, el transporte y el


consumo de los alimentos se conciben a nivel local y son una prioridad y esto se hace más
perdurable, cuando se reduce la dependencia con respecto a la importación de alimentos,
reconociendo que puede ser necesaria para complementar el suministro local. independientemente
de las amenazas de variaciones climáticas y de eventos extremos u de otra índole.

En la actualidad el problema de la inseguridad alimentaria a nivel mundial se asocia a una mala e


injusta distribución de los recursos y el acceso a ellos, tales como; tierras, créditos, información y
otros incentivos. Producto de esta inequidad se genera la concentración de la producción en ciertas
regiones en manos de pocos productores con sistemas de producción intensivos, en desmedro de
otras regiones, con alta concentración de los pequeños agricultores, la llamada “agricultura familiar
campesina”.

Pese a los notables progresos logrados durante el último decenio por los países en desarrollo
mediante políticas públicas, que impulsan el crecimiento económico general y la mejora de las
condiciones de vida, la inseguridad alimentaria sigue estando generalizada y muestra pocos
indicios de disminuir.

Es así como en la actualidad las cifras informan de la existencia de cerca de 925 millones de
personas que padecen hambre y más de 200 millones de niños menores de cinco años de edad se
ven aquejados por la malnutrición. La crisis alimentaria registrada en 2007-08 y las sucesivas crisis
financiera y económica de 2009 y 2015, han mostrado crudamente los retos con que se enfrentan
cada día millones de familias en todo el mundo en sus intentos por superar el hambre y la pobreza
y encontrar medios de vida estables que les permitan vivir de forma justa y digna.
La movilización de recursos para fortalecer la productividad y la capacidad productiva del sector
agropecuario es de importancia fundamental para la seguridad alimentaria en los países en
desarrollo. La agricultura es el sector principal en cuanto a ingresos nacionales, pero
especialmente en lo que concierne al empleo y a las exportaciones, en la mayoría de los países en
desarrollo pobres. Además, la mayor parte de la población pobre (estimada en el 70 por ciento)
vive en zonas rurales y obtiene sus medios de subsistencia en el sector agrícola, directamente
como agricultores o como trabajadores agrícolas, o del empleo en el sector rural fuera de la
explotación agrícola. Este último, a su vez, está integrado por numerosas actividades previas y
posteriores a la producción primaria y, por lo tanto, depende decisivamente de la actividad y los
ingresos de la agricultura para su supervivencia y crecimiento.

Si se analiza el consumo global de cereales previsto para el año 2050, en base a los datos del
consumo per cápita que se indica en la figura 3, se estima que para una población de 9.100
millones de personas y un consumo per cápita de unos 340 kg por persona y año, el consumo total
será de unos 3.094 millones de toneladas.

Por otra parte, el crecimiento de la superficie agrícola está limitado, ya que las selvas y bosques
que aún quedan en el mundo son absolutamente necesarios para mantener el clima del planeta.
Se hace pues necesario mantener e incrementar los rendimientos de los cultivos, empleando
técnicas que permitan practicar una agricultura productiva, pero también sostenible, en la que los
fertilizantes se empleen de forma racional, con máxima eficiencia y respeto al medio ambiente.

La aplicación de los principios de agricultura sustentable y la biodiversidad conservan la base de


recursos, lo cual es esencial para la seguridad alimentaria.

La comprensión de los ecosistemas y de los aspectos sociales y económicos de los sistemas


agrícolas es una condición determinante para alcanzar una agricultura sustentable y la seguridad
alimentaria. La capacitación de los productores de alimentos y la educación de los consumidores
acerca de los principios de la seguridad alimentaria y la agricultura sustentable, son
imprescindibles.

Garantizar seguridad alimentaria es una política esencial y apropiada para su adopción por los
gobiernos.

Hay seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico, social
y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades
alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar una vida activa y sana. Los
cuatro pilares de la seguridad alimentaria son la disponibilidad, el acceso, la utilización y la
estabilidad. La dimensión nutricional es parte integrante del concepto de seguridad alimentaria y
del trabajo del CSA. (Documento sobre la reforma del Consejo de Seguridad Alimentaria, de 2009).

LAS CAUSAS ESTRUCTURALES DEL HAMBRE Y LA MALNUTRICIÓN

Es necesario comprender las causas estructurales subyacentes de la inseguridad alimentaria y la


malnutrición a fin de determinar las medidas para promover la seguridad alimentaria y la nutrición y
el derecho a una alimentación adecuada para todas las personas, y a fin de establecer las
prioridades correspondientes. Se ha elaborado una lista indicativa, no exhaustiva, de los factores
que pueden contribuir al hambre y la malnutrición a partir de una amplia variedad de fuentes; entre
ellas las siguientes:

a) Gobernanza

i) estructuras de gobernanza inadecuadas para asegurar la estabilidad institucional, la


transparencia, la rendición de cuentas, el imperio de la ley y la no discriminación, las cuales
conducen a la toma de decisiones eficientes y refuerzan el acceso a los alimentos y a niveles de
vida más altos;
ii) la guerra, el conflicto y la falta de seguridad que constituyen un factor esencial al agravar el
hambre y la inseguridad alimentaria; en Estados frágiles, los conflictos, la inestabilidad política y las
instituciones débiles aumentan la inseguridad alimentaria;
iii) la falta de adecuación en el compromiso político de alto nivel y en la consideración de la lucha
contra el hambre y la malnutrición como prioridad, que incluyen la incapacidad de cumplir en su
totalidad las promesas y compromisos pasados y una insuficiente rendición de cuentas;
iv) una coherencia inadecuada en la elaboración de políticas y en el establecimiento de prioridades
respecto a las políticas, planes, programas y mecanismos de financiación para hacer frente al
hambre, la malnutrición y la inseguridad alimentaria, prestando especial atención a las poblaciones
más vulnerables que padecen inseguridad alimentaria;
v) servicios estatales inadecuados en las zonas rurales y participación de representantes de las
comunidades en los procesos de toma de decisiones que afecten a sus medios de vida;
vi) una cooperación y financiación fragmentada, la dispersión de la ayuda en un gran número de
proyectos que carecen de escala para tener repercusiones significativas e incrementan los
elevados costos de administración;

b) Cuestiones económicas y productivas

i) la pobreza y el acceso inadecuado a los alimentos, que suelen derivarse de las elevadas tasas
de desempleo y la insuficiente disponibilidad de empleo digno; el carácter inadecuado de los
sistemas de protección social; la distribución desigual de los recursos productivos como la tierra, el
agua, el crédito y el conocimiento, y la insuficiencia de poder adquisitivo de los trabajadores con
salarios bajos y la población rural y urbana pobre; la baja productividad de los recursos;
ii) el crecimiento inadecuado de la producción agrícola;
iii) la ausencia de un sistema comercial multilateral abierto, no discriminatorio, equitativo, sin
distorsiones y transparente que fomente la agricultura y el desarrollo rural en los países en
desarrollo podría contribuir a la inseguridad alimentaria en el mundo;
iv) la persistente inseguridad de la tenencia de la tierra y del acceso a la tierra, el agua y otros
recursos naturales, en particular para las mujeres dedicadas a la agricultura;
v) la falta de inversión internacional y nacional en el sector agrícola y las infraestructuras rurales,
especialmente para los pequeños productores de alimentos;
vi) el acceso insuficiente de los productores a las tecnologías, insumos e instituciones pertinentes;
vii) una insuficiente atención a la producción ganadera en los sistemas agrícolas;
viii) infraestructura inadecuada para reducir las pérdidas posteriores a la cosecha, así como para
facilitar el acceso a los mercados;
ix) altos niveles de desperdicio de alimentos;
x) falta de asistencia técnica global para los productores de alimentos;

c) Aspectos demográficos y sociales.

i) La atención insuficiente que se presta al papel y la contribución de las mujeres y su especial


vulnerabilidad con respecto a la malnutrición, así como a las numerosas formas de discriminación
jurídica y cultural que sufren; ello incluye la vulnerabilidad nutricional específica de las mujeres y
los niños, que a menudo no se aborda adecuadamente;
ii) cambios demográficos: el crecimiento demográfico, la urbanización y la migración del medio rural
al urbano, el empleo rural y la falta de oportunidades para la diversificación de los medios de vida,
y las desigualdades crecientes entre los grupos de población en los países;
iii) la falta de adecuación de los sistemas de protección social efectiva, incluidas las redes de
seguridad social;
iv) la marginación y la discriminación contra grupos vulnerables como poblaciones indígenas,
personas desplazadas internamente o refugiados y la exclusión social y cultural experimentada por
la mayor parte de las víctimas de la inseguridad alimentaria y la malnutrición;
v) los factores determinantes de la malnutrición de carácter social, como el acceso al agua potable
y los servicios de saneamiento, la atención materno-infantil y la asistencia médica de calidad;
vi) la prevención y el tratamiento de enfermedades relacionadas con la inseguridad alimentaria y
nutricional: el consumo inadecuado y el consumo excesivo de alimentos, a menudo con la falta de
los micronutrientes esenciales, pueden causar serios problemas a la salud, entre ellos, la
malnutrición y la obesidad;
vii) los bajos niveles de instrucción y alfabetización con repercusiones en la malnutrición, incluidas
las prácticas de comportamiento y alimentación perjudiciales;
viii) apoyo inadecuado para la protección de las mejores prácticas de alimentación infantil y de la
primera infancia;

d) Clima/medio ambiente

i) la preparación y respuesta inadecuadas para los casos de desastre es un factor que contribuye al
hambre, lo que afecta a todas las dimensiones de la seguridad alimentaria. Las personas que
padecen inseguridad alimentaria, muchas de las cuales viven en zonas marginales, están
desmesuradamente expuestas a peligros naturales y son las que tienen menos capacidad para
resistir a sus efectos;
ii) la degradación de los ecosistemas y el agotamiento de los recursos naturales, en particular de la
biodiversidad. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtió que el calentamiento
global amenaza la seguridad alimentaria ya que acelera la desertificación.
iii) las repercusiones del cambio climático para la agricultura, que incluyen la degradación de las
tierras, el aumento de la incertidumbre acerca del rendimiento de los cultivos y la intensificación de
las inundaciones y la sequía, así como sus efectos sobre las personas más vulnerables;
iv) el uso insostenible de los recursos naturales;
v) atención inadecuada a la pesca sostenible y a la ordenación y conservación de los bosques
como factor para preservar su contribución a la seguridad alimentaria.

Los problemas medioambientales tienen que solucionarse.

“Una preocupación que se plantea con frecuencia es que la producción extra necesaria para
satisfacer la demanda mundial no será sostenible ya que implica niveles cada vez mayores de
daños al medio ambiente que socavarán la base de recursos naturales.

Según, la ONU, el sector agrícola pagará un alto precio por el impacto del cambio climático a
menos que se desarrollen e implementen sistemas innovadores de gestión de la tierra para
contrarrestar la degradación y desertificación de los suelos, como también se apliquen medidas de
adaptación. En lo que respecta al uso de los suelos, surge la necesidad de adoptar prácticas para
un “manejo sostenible de las tierras” (MST), también FAO a incentivado desde 2010 a desarrollar
una agricultura climáticamente inteligente”. La OMM señaló que las proyecciones indican que si
continúa la tendencia actual para el año 2020 sería difícil producir alimentos para toda la población
del planeta y mucho más serias serán si las proyecciones de población para el 2050 alcanzan los
10 mil millones de personas..

En los países desarrollados, esta preocupación se refiere principalmente al aumento del uso de
fertilizantes y otros productos químicos. Los aumentos del pasado han tenido como resultado
graves problemas de contaminación del agua y del aire, principalmente en los aportes que hace la
agricultura en las emisiones de gases efecto invernadero y lo mismo ocurrirá con los futuros a
menos que se adopten contramedidas.

Aunque el uso abusivo de plaguicidas, fertilizantes y otros productos químicos constituye un


problema en algunas zonas de gran potencial, el aumento de la producción en el mundo en
desarrollo entraña, en su mayor parte, riesgos medioambientales de distinta clase:

En sistemas de explotación y cría de ganado extensivos, los principales riesgos son la erosión del
suelo, su empobrecimiento, la deforestación y también la emisión de gases efecto invernadero
(GEI), lo que provoca una disminución de los rendimientos, la desertización y el calentamiento
global.
En sistemas de explotación intensivos de regadío, los riesgos principales son la salinización, el
anegamiento y la escasez de agua.

En algunas zonas, ya se conocen y practican algunos métodos para aumentar y mantener la


producción de cultivos, minimizando los daños al mismo tiempo, principalmente impulsadas por
normativas en algunos casos, por directrices y acuerdos voluntarios de buenas prácticas agrícolas
y ganaderas.

Tales métodos tienen que ser objeto de investigación para extenderlos a todos los entornos, con
políticas adecuadas que favorezcan su rápida difusión, es lo que hoy pretende la denominada
“Alianza Mundial por los Suelos”, iniciativa de FAO a partir de 2008.

La agricultura de hoy y de mañana.

La agricultura no sólo sufre los efectos del cambio climático, sino que también es responsable del
14 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Pero la agricultura tiene el
potencial de ser una parte importante de la solución a través de la mitigación, reducción y/o
eliminación de una cantidad significativa de las emisiones globales. En torno a un 70 por cierto de
este potencial de mitigación se podría llevar a cabo en los países en desarrollo.

El cambio climático plantea múltiples amenazas a la agricultura, incluida la reducción de la


productividad agrícola, la estabilidad de la producción y los ingresos en las zonas del mundo que
cuentan ya con niveles elevados de inseguridad alimentaria y medios escasos para hacer frente a
condiciones meteorológicas adversas. En un contexto de clima variable, la capacidad de
transformar la agricultura para alimentar a una población creciente sin perjudicar la base de
recursos naturales no sólo permitirá alcanzar los objetivos de seguridad alimentaria sino que
también ayudará a mitigar los efectos negativos del cambio climático. Una agricultura más
productiva y resistente requerirá una mejor gestión de los recursos naturales, como la tierra, el
agua, el suelo y los recursos genéticos a través de prácticas como la agricultura de conservación,
el control integrado de plagas, la agroforestería y las dietas sostenibles.

Hoy en día, la seguridad alimentaria y la agricultura se enfrentan a grandes desafíos con el cambio
climático, en términos de impactos negativos en la productividad e implementación de acciones
sectoriales para limitar el calentamiento global. Las emisiones de gases de efecto invernadero de la
agricultura continúan aumentando, aunque no tan rápido como las emisiones de otras actividades
humanas.

FERTILIZANTES: Un medio fundamental para el incremento de la producción y la seguridad


alimentaria.

Se ha estimado que a fin de alcanzar el objetivo de producción alimentaria establecido para 2050
se requerirá un consumo de 230 millones de toneladas de fertilizantes nutrientes por año, lo que
representa un incremento del 45 % con respecto al empleo actual.

Para alcanzar esta meta habrá que abordar tres aspectos específicos relacionados con el
desarrollo.

Oferta: El incremento de la producción de fertilizantes requiere importantes inversiones a fin de


crear nuevas capacidades industriales y permitir un vasto suministro de fertilizantes a través de las
empresas comerciales multinacionales existentes. A fin de ampliar estas actividades y garantizar
su eficiencia, será necesario que los gobiernos faciliten la participación del sector privado y
desarrollen nodos comunes de transporte y almacenamiento para lograr economías de escala en
las compras y la distribución, desde las instalaciones regionales apropiadas de almacenamiento de
fertilizantes hasta los campos. También deben desplegarse esfuerzos considerables por promover,
siempre que sea posible, la producción local de fertilizantes, aprovechando las ventajas que
supone por las menores distancias que deben cubrirse en su distribución.
Distribución: Para superar las limitaciones de la distribución es indispensable que se realicen
inversiones destinadas a aumentar la capacidad de almacenamiento y a mejorar los aspectos
logísticos del transporte por carretera, por ferrocarril o por barco. Será necesario que los gobiernos
intervengan para facilitar la participación del sector privado de los fertilizantes en las estructuras de
suministro y distribución comerciales. Por ejemplo, los gobiernos deberían ayudar al sector privado
a establecer puntos de ventas de insumos en las aldeas donde los pequeños agricultores no
pueden permitirse la adquisición de fertilizantes al principio de la campaña agrícola, de forma que
se les permita aplazar su pago hasta la época de la cosecha.

Empleo: A fin de que los fertilizantes resulten eficaces en función de los costos se requiere una
aplicación apropiada y un empleo eficaz por el cultivo. Norman Borlaug, Premio Nobel en 1970 al
que se debe el trabajo de desarrollo de cultivos de alto rendimiento que hizo posible la Revolución
Verde en Asia, consideró que los agricultores gastaban mucho más de lo necesario en fertilizantes
porque “los cultivos no llegan a usar gran parte de los nutrientes contenidos en los fertilizantes que
aplican”. Esto indica la importancia de promover la gestión sostenible de la nutrición de las plantas,
y de que la investigación procure optimizar el uso de insumos en función de la rotación de cultivos,
prestando atención a los cultivos comerciales que ofrecen una buena ganancia como contrapartida
del gasto en fertilizantes, con lo cual, al mismo tiempo, se respaldan los cultivos de subsistencia.
Por otra parte, esta actividad requiere el complemento de sistemas innovadores para hacer llegar a
las familias de agricultores mejores sistemas de cultivo. Al mismo tiempo, no puede ignorarse la
cuestión del acceso a los insumos y a los mercados para la producción que sale de los predios.

La fertilización, para conseguir su máxima eficiencia (producción económica con responsabilidad


medioambiental), debe formar parte de un conjunto integrado de prácticas agrícolas orientadas,
todas, hacia este objetivo.

Los fertilizantes son un factor más a considerar en la explotación, junto al suelo, variedad, rotación,
agua, etc., y del buen manejo de todos los factores, de su adaptación a las condiciones únicas de
cada predio, y de las buenas prácticas del agricultor, de todo ello, dependerá que se obtengan en
la explotación agropecuaria buenos resultados, tanto económicos como medioambientales.

Fig. 3. Consumo per cápita (todos los usos) de los cereales por especies

Fuente: FAO 2009


La Ingeniería agronómica es relevante hoy y a futuro a fin de garantizar el derecho de la población
humana a una alimentación de calidad, como así también para la preservación del medio ambiente,
la obtención de fuentes alternativas de energías y para garantizar un desarrollo económico
equilibrado y sostenible.

¿Para qué estudiar los suelos y su relación con la fertilidad de estos?

La fertilidad es, sin duda, el atributo más valorado del suelo agrícola. A menudo se entiende que la
fertilidad del suelo está referida al contenido de nutrientes presentes en éste. Cuando se habla de
“fertilidad” de un suelo se aborda el recurso suelo desde la perspectiva de la producción de
cultivos.

Fertilidad de un suelo es la capacidad que tiene el mismo para aportar los nutrientes requeridos por
los seres vivos e integra sus cualidades químicas y físicas en función de los organismos que lo
habitan. Esta es una definición agronómica. En definiciones más modernas se incluye la
rentabilidad y la sustentabilidad de los agro-ecosistemas.

Las actividades agrícolas tienen tres objetivos principales:

1. Suministrar a la población creciente del país (o también a la de otros países) con las cantidades
crecientes de alimentos de calidad y de fibras necesarias.
2. Proveer un ingreso satisfactorio para el agricultor y su familia.
3. Mantener y/o mejorar la condición de estado del recurso suelo, agua y aire. Un desarrollo
sustentable.

El suelo es clave en el manejo de nutrientes en la actividad silvoagropecuaria. Su participación


fundamental es a través de la capacidad para recibir sustancias, procesarlas hasta liberar los
nutrientes que contiene, retener esos nutrientes y suministrarlos a un ritmo compatible con la
absorción por parte de las plantas. “Reciclar los nutrientes”

Los suelos están sometidos a numerosos riesgos, ya sea por una degradación natural o por las
acciones del hombre o del clima, procesos negativos que en muchos casos alcanzan dimensiones
regionales o locales significativas, encontrándonos con fenómenos como el cambio climático que
sobrepasan los límites territoriales del país.
En la fertilidad intervienen todas las características del suelo, sean físicas, químicas y biológicas.
Por ello se habla de una fertilidad asociada a cada una de ellas, si bien solo serían aspectos
parciales de un mismo concepto unitario.

Si bien los nutrientes son un componente importante de la fertilidad, no debemos olvidar la


“fertilidad física”. La “fertilidad física” está relacionada con la capacidad del suelo de brindar
condiciones estructurales adecuadas para el sostén y crecimiento de los cultivos.

Aspectos como la profundidad del suelo, textura, estructura, espacio poroso, densidad aparente,
aireación, compactación, drenaje, entre otras, son algunas de las variables que se analizan en
estudios de fertilidad física de suelos. La capacidad de retención de agua, es un factor físico de alta
relevancia, es un factor limitante para el crecimiento y desarrollo de los cultivos, al afectar la
asimilación de nutrientes

Fertilidad química: La fertilidad química se refiere a la capacidad que tiene el suelo de proveer
nutrientes esenciales a los cultivos (aquellos que de faltar determinan reducciones en el
crecimiento y/o desarrollo del cultivo).

En este sentido se evalúa la disponibilidad de nutrientes en el suelo a través de análisis de suelos


y/o plantas a través de un proceso de diagnóstico y posteriormente se definen estrategias de
fertilización.

Capacidad de intercambio catiónico


pH, saturación de Aluminio
Presencia de sales

Fertilidad física: Está relacionada con la capacidad del suelo de brindar condiciones estructurales
adecuadas para el sostén y crecimiento de los cultivos. Aspectos como la estructura, espacio
poroso, retención hídrica, densidad aparente, resistencia a la penetración, entre otras, son algunas
de las variables que se analizan en estudios de fertilidad física de suelos.-

Propiedades físicas del suelo y su relación con el rendimiento de los cultivos.

Fuente: Taboada, M. 2008.


Es relevante para el manejo apropiado de los suelos, además de evaluar la fertilidad química o de
disponibilidad de nutrientes, diagnosticar de modo complementaria la fertilidad física del suelo.-

Diagrama de flujo del diagnóstico de la fertilidad del suelo, indicando sus componentes,
decisiones a tomar y la jerarquización de los problemas.

Fuente: Taboada, M. 2008.

Una de las aplicaciones prácticas de la física es lo que permite que la fertilidad física permita un
apropiado manejo del suelo, a través de buenas prácticas de riego y drenaje, labores de
conservación del suelo y de las aguas, el laboreo del suelo, subsolado, etc., en el siguiente cuadro
se pueden evidenciar las propiedades físicas del suelo y los procesos que afectan sus funciones
vinculadas con la agricultura y el medio ambiente.-
Fuente: Taboada, M. 2008.

Fertilidad biológica: Se relaciona con los procesos biológicos del suelo, vinculados con sus
organismos, en todas sus formas, ya sean macro o microorganismos.-

Los organismos del suelo y las interacciones entre sí y con las plantas impactan en varios servicios
de ecosistemas del suelo y en su funcionamiento final. Los organismos del suelo son
imprescindibles para sostener diversos procesos del suelo. Posiblemente sea el área de
conocimiento edafológico menos desarrollada, pero con algunos avances interesantes en los
últimos años en lo que se refiere a estudios enzimáticos (bioquímica de suelos) y ecología
microbiana de suelos. Los organismos del suelo funcionan a distintos ritmos en distintos climas, la
manera en que funcionan es la misma. Dado que la fertilidad es dependiente de la acción de los
organismos del suelo que reciclan los nutrientes, necesitamos entender cómo funciona este
proceso para poder diseñar, en nuestros sistemas las condiciones óptimas para el funcionamiento
de estos organismos.-

La macrofauna del suelo ayuda al fraccionamiento y descomposición de la hojarasca favoreciendo


su descomposición por parte de los microorganismos, ejemplo de ello, la presencia de las
lombrices de tierra y sus beneficios reconocidos en lo que respecta a la estructura, porosidad y su
consumo de detritos. Los microorganismos por otra parte hacen su aporte a través de la
degradación química y biológica de la hojarasca que facilita la descomposición de los residuos y de
sus compuestos orgánicos, liberando nutrientes.-

La fertilidad es la función principal de la eficiencia en este ciclo de reciclaje continuo. La proporción


de nutrientes no disponibles, sea en la biomasa o en el suelo, en un momento dado, es función del
clima. Los organismos del suelo son inactivos a bajas temperaturas. La actividad aumenta
conforme se incrementa la temperatura, pero cesa de nuevo cuando hace mucho calor.
http://www.madrimasd.org/blogs/universo/2008/01/29/83481 .
En la siguiente gráfica se hace manifiesta la relación que se establece entre la acción de los
organismos; macro y micro en la transformación de nutrientes y su mayor o menos disponibilidad
para las plantas.

Algunos conceptos asociados a la fertilidad, o mejor dicho a los estados de la misma o a la


capacidad para mantenerla.

Fertilidad natural: Por tal se entiende a la fertilidad propia de los suelos vírgenes en los que existe
un equilibrio dinámico entre el suelo y la vegetación que soporta.
 
Fertilidad adquirida: Término asociado a los suelos cultivados o a los que han sufrido algún tipo
de intervención humana. El uso de fertilizantes, enmiendas o labores (riego), pueden modificar el
estado de la fertilidad natural del suelo.

Fertilidad actual: Es la que posee el suelo en un momento determinado, ya sea natural o


adquirida.
 
Fertilidad potencial: Es la capacidad del suelo para mantener su fertilidad natural.

En la evaluación de este tipo de fertilidad intervienen parámetros que no se utilizan de forma


habitual en el establecimiento de la fertilidad natural..

Cualidades de los suelos determinadas por sus características

- El suelo agrícola es un recurso inestimable y limitado, cuyo potencial agronómico actual se


debe a la labor desarrollada por el hombre durante siglos.

- La degradación irreversible de este recurso supone no sólo destruir el bien más preciado de
los agricultores, sino hipotecar las oportunidades agrícolas de generaciones futuras.

- Por este motivo, la protección del suelo constituye un objetivo prioritario de una buena
fertilización, uso de enmiendas y residuos, para garantizar su fertilidad y su valor agronómico,
presente y futuro.

Es importante considerar que las prácticas inadecuadas de manejo del suelo han llevado a la
degradación de este recurso en áreas extensas a nivel global. La preocupación de los sectores
sociales ante la crisis ambiental que enfrentamos, hace necesaria la búsqueda de nuevas
alternativas que propicien la protección, conservación y uso adecuado de los recursos naturales,
incluyendo al suelo.
El manejo tradicional, con alteración de la capa arable del suelo incrementa la oxidación de la
materia orgánica liberándose CO2 incorporándose éste a la atmósfera y contribuyendo de esta
forma al calentamiento global; el efecto invernadero.

¿Es posible mejorar la fertilidad del suelo?

Las necesidades de alimentos en el mundo y en los distintos países hacen necesario incrementar
la eficacia en el uso de los recursos naturales, en particular el agua, del suelo y la necesidad de
una utilización de fertilizantes con una mayor eficiencia aunque no necesariamente en volumen.

La fertilidad del suelo en la agricultura moderna es parte de un sistema dinámico. Los nutrientes
son continuamente exportados en los productos vegetales y animales que salen de los predios.
Desafortunadamente, algunos nutrientes pueden también perderse por lixiviación y erosión. Otros
nutrientes como el fósforo (P) y el potasio (K), pueden ser retenidos por ciertas arcillas en el suelo.
La materia orgánica y los organismos del suelo inmovilizan y luego liberan nutrientes todo el
tiempo. Si la agricultura de producción fuese un sistema cerrado, el balance nutricional sería
relativamente estable. Sin embargo, el balance no es estable y esta es la razón por la cual es
esencial entender los principios de la fertilidad del suelo para lograr una producción eficiente de
cultivos y protección ambiental.

Hay diversidad de técnicas para hacerlo:

- Incorporación de materia orgánica: consiste en agregar al suelo materia orgánica de origen


vegetal o animal, es decir, proveniente de los residuos de cosecha, de la siembra de abonos
verdes (plantas que en verde son segadas e incorporadas), del estiércol de los animales, etc.

- Lavado de sales: consiste en disminuir la cantidad de sales de un suelo mediante el lavado con
agua de buena calidad. Para eso se hace un riego con abundante agua, de manera que las sales
disueltas sean removidas fuera del terreno.

- Conservación del suelo: consiste en prevenir la pérdida o erosión del suelo con prácticas o
técnicas como: los surcos a nivel, andenes, terrazas de formación lenta, uso de barreras vivas, etc.

Obras de control de erosión.

- Diques de postes, de sacos y gavionados; zanjas de desviación y de infiltración, murete de sacos,


coberturas herbáceas, disipadores de energía.

- Siembra asociada: consiste en sembrar, en una misma área de terreno, diferentes cultivos que
se “complementan” entre sí. Como en el caso del poroto–maíz. Pero no todas las plantas se
pueden asociar entre sí. Se requiere una combinación inteligente de plantas con hábitos de
crecimiento, raíces y épocas de maduración diferentes y complementarias.

- Rotación de cultivos: consiste en la siembra alternada de diferentes cultivos en una misma área,
de modo que cada cultivo realiza una extracción diferente de los nutrientes que necesita.

Además, la rotación permite reducir la cantidad de enfermedades, insectos y malezas en el suelo,


así como diversificar mejor nuestra producción.

- Encalado: consiste en agregar calcio al suelo para aumentar el valor del pH de un suelo ácido.

- Fertilizar: es la incorporación de nutrientes al suelo para que la planta pueda alimentarse y


desarrollarse bien. Es la gran oportunidad que tienen los (as) agricultores /as) para devolver al
suelo los minerales consumidos por sus cultivos.
La Fertilidad del Suelo es una cualidad resultante de la interacción entre las características físicas,
químicas y biológicas del mismo y que consiste en la capacidad de poder suministrar condiciones
necesarias para el crecimiento y desarrollo de las plantas.

En lo referente al suministro de condiciones óptimas para el establecimiento de las plantas, estas


características no actúan independientemente, sino en armónica interrelación, que en conjunto
determinan la fertilidad del suelo.

Por ejemplo, un suelo puede estar provisto de suficientes elementos minerales es lo que
denominamos, fertilidad química, pero que puede no estar provisto de buenas condiciones físicas y
viceversa.

La fertilidad del suelo no es suficiente para el crecimiento de las plantas; el clima juega un papel
importante y determinante en muchos casos.

Por ejemplo se puede tener un suelo fértil y que dadas las temperaturas extremas no es capaz de
producir buenas cosechas, entonces es un suelo fértil, no productivo.

¿Qué es un balance de nutrientes?

El balance de nutrientes es la diferencia entre la cantidad de nutrientes que entran y que salen de
un sistema definido en el espacio y en el tiempo. En general, estos balances se consideran para la
capa de suelo explorada por las raíces en períodos anuales.

Esta definición permite estimar balances nutricionales de un potrero o de un predio en una


temporada agrícola a partir de los nutrientes que egresan del suelo en los granos y forrajes
cosechados, en los productos animales y en los residuos de cultivos que son transferidos a otros
puntos del predio o fuera de él. Los ingresos de nutrientes al suelo están constituidos por los
aportados por fertilizantes, abonos orgánicos, incluyendo residuos de cultivos no generados en el
mismo potrero y/o en el mismo predio según sea el caso, el guano, los purines, etc y, en el caso de
nitrógeno (N), por la fijación de N2 del aire, el que pueden aportar las aguas de riego. El aporte de
nutrientes de los residuos de cultivos realizados en el mismo potrero y/o predio, se considera un
reciclaje de nutrientes dentro del mismo sistema suelo y, por lo tanto, no se incluye entre los
ingresos.

El concepto de balance de nutrientes se amplía en el tiempo cuando se considera una rotación


determinada que incluye más de un cultivo o un ciclo agrícola. Dados los beneficios que resultan
de la rotación de cultivos, es de importancia considerar un ciclo de rotación, y no simplemente un
cultivo, al definir los balances de nutrientes. Por otra parte, la dinámica de los nutrientes en el
sistema suelo-planta-agua-atmósfera implica transformaciones que en muchas ocasiones exceden
el período de crecimiento de un cultivo, por ejemplo la residualidad de fósforo (P).

Los egresos de nutrientes pueden ser estimados a partir de las concentraciones promedio en
granos y forrajes cosechados. Existen tablas nacionales e internacionales que explicitan las
concentraciones de nutrientes, son referencias promedio, ya que existen variaciones importantes
en la concentración de nutrientes en los granos y forrajes según las condiciones ambientales y de
manejo.

Los ingresos de nutrientes se estiman a partir de las cantidades de fertilizantes o abonos orgánicos
aplicados y su concentración en nutrientes. Las cantidades de N 2 fijado vía simbiótica y asimbiótica
varían según especie, condiciones ambientales y de manejo.

El manejo adecuado de la nutrición y fertilización de cultivos permite mejorar el balance de


nutrientes. Existe abundante información a nivel regional e internacional en cuanto a las ventajas
agronómicas, económicas y ambientales de la nutrición y fertilización balanceada. Los programas
de fertilización balanceada resultan en mejores rendimientos de los cultivos, acercan los
rendimientos actuales a los potenciales en las distintas áreas ecológicas, y mantienen y/o mejoran
la sustentabilidad de los sistemas de producción.

¿Por qué es importante estimar el balance de nutrientes?

La importancia de estimar el balance de nutrientes, ya sea a nivel país o región o a nivel de predio,
radica en que los balances negativos (aplicar menos nutrientes de los que se extraen con los
granos y/o forrajes), disminuyen la fertilidad de los suelos afectando la productividad y rentabilidad
del sistema y degradando el recurso suelo (García, 2001 y 2003; Cordone y Martínez, 2004).

Por otra parte, balances exageradamente positivos (aplicar mas nutrientes de los que se extraen
con los granos y/o forrajes), resultan en bajas eficiencias de uso de los nutrientes y pobres
resultados económicos y pueden generar problemas ambientales.

Productividad: Productividad física o rendimiento es el resultado de dividir la producción por uno


de los factores de la producción.

Productividad = Producción (Rendimiento)/insumos utilizados

También se puede entender como la capacidad de un suelo para producir una planta específica o
sucesión de plantas bajo un determinado sistema productivo.

La productividad es un buen indicador de las condiciones de la tierra, ya que está refleja


directamente los cambios en la calidad y las limitaciones de la misma. La evaluación de la
productividad de ciertas áreas específicas y la comparación con áreas similares vecinas que ya
están aplicando prácticas adecuadas de manejo de los cultivos permite la identificación de la
necesidad de introducir prácticas específicas de mejoramiento de suelos.

- Puede ser medida en términos de unidades de rendimiento.


- Debe considerarse que ningún suelo puede producir todos los cultivos con igual éxito, ni
puede, un solo sistema de manejo, provocar los mismos efectos sobre todos los suelos.
- Un suelo productivo es aquel en el cual las condiciones químicas, físicas y biológicas son
favorables para la producción económica de los cultivos relacionados a un área en particular.
- La capacidad productiva está relacionada con las características naturales del suelo y del
clima, como también, con factores de manejo. Así, un suelo que naturalmente es improductivo
o de baja productividad, puede llegar a ser productivo aplicado una tecnología determinada.
- Esta tecnología se utiliza normalmente como un “paquete tecnológico” que incluye varios
aspectos tales como: riego tecnificado, fertilización, drenaje, etc.
- Por lo tanto, la productividad va asociada a todos aquellos factores que influyen en el
crecimiento vegetal. De acuerdo a la “ley del mínimo”, el más limitante de ellos determina el
nivel de producción.
MODULO I
CUESTIONARIO N° 1

I.- Sección de Desarrollo

A.- Responder las siguientes preguntas.

1.- ¿Cuándo comienzan a surgir las primeras formas de agricultura?.

2.- ¿Qué hace el hombre primitivo cuándo se da cuenta de que el uso excesivo de las tierras,
debilitan la producción de los cultivos?.

3.- ¿Qué relación tiene seguridad alimentaria y fertilización?.

4.- ¿Qué relación reconoce ud. entre pobreza y condición de los recursos naturales?

5.- ¿Cuáles son los desafíos que enfrenta hoy la agricultura mundial?

6.- ¿En qué porcentaje tendrá que aumentarse la producción mundial de alimentos para la
creciente demanda de alimentos ante el crecimiento de la población?.

7.- El uso del suelo para la satisfacción de las necesidades humanas está limitado por diversos
factores. Señale al menos seis de ellos.

8.- Identifique tres estrategias para aumentar la producción sin afectar el medio ambiente.

9.- ¿ Cuáles son a juicio suyo, los principales problemas que genera un agricultura intensiva y
extractiva?. De ejemplos.

10.- ¿Cuáles son los desafíos de futuro respecto al manejo de los recursos naturales y que rol le
cabe en esto la toma de decisiones de productores y profesionales del agro.

11.- ¿Qué entiende ud., por producción intensiva sustentable?.

12.- ¿Cómo define ud. el concepto de desarrollo sustentable?

13.- ¿Qué entiende ud., producción ecoeficiente?.

14.- ¿Qué aportes realizan a la sociedad Sprengel y Liebig?.

15.- De un modo simple escriba el significado de la Ley del Mínimo o del barrilito.

16.- ¿En qué época más o menos se desarrolla la industria del salitre en el norte de Chile, su auge
y ocaso, que impacto se derivan de esta actividad?.

17.- Represente en una gráfica empleando coordenadas x e y, (la representación de los cambios
que genera la revolución verde)

18.- ¿ Por qué en la producción agropecuaria se requiere de tecnologías innovadoras?.

Trabaje en equipo, no más de 4 personas por grupo. Pueden dividirse el trabajo, lo importante, es
que puedan compartir las respuestas.
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POR: JULIO CESAR TORO-MESA, Ph. Investigador Líder del Programa de recursos genéticos del Centro de
Investigaciones Palmira de Corpoica.
RONALD GARCIA-NEGRETTE . Director CEIDER. Colombia

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