El Sexenio Revolucionario (1868-1874): intentos democratizadores.

De la revolución al ensayo republicano.

Índice

1. Introducción
2. “La Gloriosa”
3. El Gobierno provisional y la Constitución de 1869
4. Regencia de Serrano
5. Reinado de Amadeo I
6. La Primera República
7. Conclusión

1. Introducción

Surge una crisis económica hacia 1860 motivada por la escasa rentabilidad de la inversión
en los ferrocarriles. Ésta se ve agravada por la crisis de la industria textil en Cataluña
(guerra de Secesión aumenta el precio del algodón) y una crisis de subsistencia en 1866 a
causa de malas cosechas (se encarece el trigo).

A ello hay que sumar el descontento social ante el autoritarismo de los gobiernos
moderados, reflejándose la situación en la Noche de San Daniel (1865) o la sublevación del
cuartel de San Gil y su dura represión.

La impopularidad de la reina alcanza su cénit, cristalizando en el Pacto de Ostende (agosto

de 1866), firmado por demócratas y progresistas (se unen los unionistas a la muerte de
O’Donnell en 1867) para derrocar a Isabel II y decidir la nueva forma de Estado en Cortes
Constituyentes.

2. “La Gloriosa”

En este contexto, la escuadra del brigadier Juan Bautista Topete se levanta en Cádiz el 17
de septiembre de 1868, dando inicio “La Gloriosa”, la Revolución de 1868.

Los generales Prim y Serrano se suman al pronunciamiento y comienza a propagarse por

Andalucía y otras ciudades al grito de “España con honra”. El 19 de septiembre dimite el
presidente del Gobierno, González Bravo. Así lo hace su sucesor, de la Concha.
Los isabelinos, comandados por el marqués de Novaliches, son derrotados por el general
Serrano en la batalla del puente de Alcolea el 28 de septiembre de 1868. La reina, que se
encontraba veraneando en Lekeitio, se exilia a Francia al día siguiente.

Entonces se constituye un Gobierno provisional presidido por el general Serrano y que

contaba con Prim y Topete como ministros de Guerra y Marina, respectivamente. Se
disuelven las Juntas revolucionarias de corte republicano que se habían formado en el
proceso y se desarma la Milicia Nacional.

3. El Gobierno provisional y la Constitución de 1869

Tras varias reformas importantes (concretadas en la Constitución), el 15 de enero de 1869

se celebran elecciones a Cortes Constituyentes por sufragio universal masculino.
Unionistas, progresistas y demócratas logran una amplia mayoría.

El 1 de junio de 1869 se promulga una nueva Constitución, claramente liberal democrática.

Características:

● Proclama la soberanía nacional, el sufragio universal masculino y la monarquía

como forma de gobierno.
● Declara la división de poderes:
○ Poder legislativo ostentado por Cortes bicamerales. El Senado pasa a ser
electivo y sigue el principio de representación territorial.
○ Poder ejecutivo en manos del rey, con funciones limitadas.
○ Poder judicial más independiente al crear un sistema de oposiciones.
● Amplia declaración de derechos y libertades (libertad de culto, de enseñanza y de
imprenta, inviolabilidad del correo…).

A nivel económico destacamos la creación de la peseta, la venta de minas, la defensa del

librecambismo y la apertura del mercado español a la entrada de capital extranjero.

4. Regencia de Serrano

Tras la promulgación de la Constitución de 1869, las Cortes escogieron a Serrano como

regente del reino, mientras que Prim le sustituía como presidente del Gobierno.

Prim era el encargado de buscar un nuevo rey demócrata, que no podía ser Borbón ni
carlista. Entre los candidatos se hallaban Espartero (que rechazó el ofrecimiento), el duque
de Montpensier, Leopoldo de Hohenzollern…

Finalmente, el elegido por las Cortes, en noviembre de 1970, fue Amadeo de Saboya,
duque de Aosta e hijo de Víctor Manuel II, rey de Italia. No fue una elección por consenso,
sino por exclusión del resto de candidatos.
Además, Prim (su principal valedor) era asesinado el 27 de diciembre de 1870, poco antes
de la llegada a España de Amadeo de Saboya.

5. Reinado de Amadeo I

El 2 de enero de 1871 es proclamado rey en Madrid como Amadeo I.

Fue un periodo breve caracterizado por la inestabilidad política y social (tres elecciones
generales y seis Gobiernos en dos años):

La muerte de Prim provocó la ruptura de la coalición gubernamental, respaldo del rey,

originando el Partido Constitucionalista (de Práxedes Mateo Sagasta) y el Partido Radical
(de Ruiz Zorrilla).

Amadeo I tuvo que hacer frente a una fuerte oposición.

Los moderados, borbónicos, apoyan a Alfonso, hijo de Isabel II liderados por Antonio
Cánovas del Castillo.
Los republicanos, lógicamente, rechazan la monarquía.
Los carlistas defienden los derechos dinásticos de Carlos VII, nieto de Carlos María Isidro.
Otros sectores, como la burguesía y la Iglesia, iban mostrando su oposición al régimen al
ver afectados sus intereses.

Esta inestabilidad se vio acrecentada por:

● La Tercera Guerra Carlista (principalmente en Navarra, Cataluña y las

Vascongadas).
● La intensificación de la Guerra de los Diez Años con Cuba (los insurrectos sólo
pedían ciertas reformas orientadas a una mayor autonomía, pero la intransigencia de
los sectores económicos españoles que tenían intereses en Cuba frenó cualquier
solución pacífica).
● La agitación social originada por el movimiento obrero.

Debido a todo esto, e impulsado por el intento de asesinato que sufrió el 18 de julio de
1872, Amadeo I abdicó el 11 de febrero de 1873 aduciendo una pérdida de autoridad, para
embarcar en Portugal rumbo a Italia.

6. La Primera República

Ese mismo día, las Cortes votaron a favor de la instauración de una república. La mayor
parte de las cámaras era monárquica: era una estrategia para deteriorar el sistema y lograr
el regreso de los Borbones. La I República supuso un periodo aún más breve y convulso
que el anterior.

La Tercera Guerra Carlista se recrudeció (sobre todo en el Maestrazgo y el País Vasco), y la

Guerra de los Diez Años con Cuba persistía. Se sucederían cuatro presidentes en once
meses, los tres primeros federalistas (Estado descentralizado, regiones federadas) y el
último unitario (Estado centralizado); las dos posturas existentes entre los republicanos.

El primer presidente del Poder Ejecutivo fue Estanislao Figueras, que tuvo que atender al
problema de las Juntas formadas tras la proclamación de la República (que no reconocían
el Gobierno de Figueras), al déficit presupuestario y a la deuda del Estado.

Se abolió el sistema de reclutamiento de quintas y se convocaron elecciones a Cortes

Constituyentes en mayo, que ganaron los republicanos con un 60% de abstención. Se
proclamaba así una república federal.

Figueras dimite y huye a Francia. El 12 de junio de 1873 accede Francisco Pi y Margall a la

presidencia del Gobierno. Prepara un proyecto con base en la Constitución de 1873,
destacando la división de España en 17 Estados federales y la aconfesionalidad del Estado
(así como la soberanía nacional y el sufragio universal). Sin embargo, este proyecto nunca
vio la luz.

En aquel verano surge una rebelión cantonal debido a la lenta aplicación de las nuevas
políticas. Numerosas regiones (como Cartagena, Sevilla, Málaga, Granada, Salamanca…)
proclaman su independencia.

Pi y Margal dimite el 18 de julio de 1873 para no reprimir la rebelión por la fuerza. Le

sustituye Nicolás Salmerón, que sí lo va a hacer, pero dimite el 6 de septiembre del mismo
año ante su negativa de firmar unas penas de muerte de cantonalistas.

Le sustituyó Emilio Castelar, unitario. Logró autorización de las Cortes para gobernar por
decreto durante tres meses, lo que supuso un giro conservador y autoritario del régimen,
llegando a suspender las Cortes.

El 3 de enero de 1874, Castelar no superó una moción de confianza. El general Pavía, al

mando de la Guardia Civil, irrumpió en el Parlamento y disolvió las Cortes republicanas.

Se formó un Gobierno de unionistas y progresistas encabezado por el general Serrano.

Aplicó una política muy autoritaria con un claro protagonismo del Ejército, derrotando al
cantón de Cartagena.

A estas alturas, era evidente el agotamiento de cualquier opción política que no fuese la
restauración borbónica. El 1 de diciembre de 1874, el futuro Alfonso XII firma el Manifiesto
de Sandhurst (redactado por Antonio Cánovas del Castillo), por el que se expone el
programa político de la monarquía, parlamentaria. La intención del malagueño era que la
restauración se realizara por la vía legal, pero no fue así.

El 29 de diciembre de 1874 el general Arsenio Martínez Campos se pronuncia en Sagunto y

nombra rey a Alfonso XII, concluyendo el Sexenio Democrático e iniciando la Restauración
borbónica.
7. Conclusión

Como hemos visto, los escasos seis años que duró este periodo estuvieron plagados de
toda suerte de conflictos que entorpecieron los intentos de establecer un régimen
verdaderamente democrático en nuestro país. El resultado final será el regreso de los
Borbones, que trajo consigo una total involución democrática, estableciéndose un régimen
basado en el fraude electoral y el control social a través de los caciques, que consiguió
mantenerse hasta el golpe de Miguel Primo de Rivera en 1923.