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EL NIÑO QUE DOMÓ EL VIENTO.

William Kama Kwamba era un niño que nació en una aldea de Malawe Africa.
William era un niño con muchos conocimientos de electrónica, pero debido a la deforestación de
entonces (2001), las inundaciones terminaron con los cultivos y posteriormente la falta de lluvia
complicó la situación de William, esto porque los padres de William no pudieron pagar la
colegiatura y él se vio obligado a abandonar la escuela, William a pesar de todo esto encuentra la
manera de seguir estudiando y ve la oportunidad en la biblioteca, donde encuentra un libro de
Ciencias y Tecnología. Fascinado por los molinos de viento y energía renovable, comprende que
con la fuerza del viento podría generar electricidad y mejorar así la situación de su familia y su
comunidad.
Inspirado por una fuerza de voluntad inquebrantable William empieza a coleccionar piezas de
chatarra y con la ayuda de su amigo Silver, quien comparte la misma pasión, comienzan a diseñar
un molino de viento, pero se enfrentan a innumerables desafíos desde el primer momento, tales
como falta de recursos hasta la incredibilidad de algunos aldeanos, pero aun así William persevera y
con el paso del tiempo William convence a su papá para usar su bicicleta y con un poco de madera
crear el molino. Finalmente, las aspas comienzan a girar y generan la tan anhelada electricidad y
cambia la vida del pueblo porque con la electricidad impulsa una bomba de agua que abastece a
toda la aldea y con ello los cultivos prosperan. Gracias a esto William recibe la oportunidad de
continuar sus estudios en una escuela de calidad.
Nada fue fácil para William, pero su pasión y determinación por aprender, lo llevaron a vencer los
desafíos que la vida le presentó.
William es un símbolo de esperanza y empoderamiento que transforma la vida de su familia y su
pueblo, superando con determinación todo tipo de obstáculos y adversidades, con su gran deseo de
aprender y superarse sin subestimar el ingenio humano. Gracias al invento de William el pueblo se
salvó de hambrunar, él es un ejemplo de determinación y perseverancia.

EDGAR RODRIGUEZ.

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