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María Fernanda Canedo Guzman

“El niño que domo el viento”

Informática

Jorge Issac Bolivar

Trabajo final
Introducción:

Un chico de la República de Malaui con una inteligencia fuera de lo común, decide ayudar
a los habitantes de su pueblo, en una casi hambruna permanente, construyendo una turbina
que sirva como base para una especie de bomba que haga que fluya el agua del fondo de la
árida tierra.

Sin medios, sin preparación y sin casi ayuda y con la única experiencia de leer un libro
donde se explican los pasos para su creación, intentará devolverle a sus vecinos, su padre el
primero, no solo su medio de vida sino también un rayo de fe y esperanza que les ayude a
soportar el infierno donde habitan.

Tesis:

Es una película inspirada en la historia real de William Kamkwamba. Un joven de Malawi


que con 13 años salvó a su pueblo de una muerte segura gracias a un innovador sistema de
riego que ganó la batalla a la sequía que padecían. Con la historia de William el espectador
consigue empatizar con un entorno que seguramente le sea ajeno y concienciarse de la
crudeza de la pobreza extrema. Esa misma que impulsa al protagonista de esta historial real
a buscar una solución para su familia y sus vecinos.

«Lo intenté y lo hice». Con esta frase resumía su hazaña en la charla TED en la que contó
cómo gracias a la educación que había recibido y un libro pudo crear un molino que a
través de energía eólica pudo poner en marcha el sistema de riego que salvó a su población.

Como lo describe la película al momento de comenzar es basada en una historia real. En


esta pude visualizar que trata de mostrarnos la situación política y social del continente
africano ,especialmente el país de Malawi, sumergido en una crisis alimentaria y además la
película nos trata de mostrar temas como la corrupción gubernamental y el cambio
climático, claves para entender el contexto en el que se encontraba el país. El joven y actor
principal Kamkwamba, nunca se dio por vencido e impuso su imaginación frente a los
problemas diarios de su familia, vecinos del todo el territorio Malawi, entre esos
principalmente el problema era el hambre. Con tan pocos años, Kamkwamba ideó un
molino de viento de cinco metros de altura. Una idea que se le vino a la mente en el colegio
local Kachokolo; ese mismo del que fue expulsado varias veces porque su familia no tenía
para pagar la matrícula. Con su determinación, coraje, persistencia, y ese espíritu
emprendedor y además a la complicidad de su profesor de ciencias y a la bibliotecaria, el
joven continúo yendo a la biblioteca del centro educativo. Allí encontró un libro titulado
Usingenergy (Utilizar la energía), el que cambió el devenir de su familia y sus vecinos. En
la película pude evidenciar la perseverancia de Kamkwamba para convencer a su padre
sobre su descubrimiento. Pero al principio no logro persuadir a su padre por mucho que
quiso explicarle sobre energía eólica cuando sólo entendía de actividades de labranza, No le
acepto su idea ya alrededor sólo hay hambre y muerte.

En una tierra azotada por las inundaciones y por las sequías, tener la oportunidad de realizar
dos cosechas anuales era algo impensable. Pero cuando no hay nada que perder, hasta lo
idea más loca cobra sentido. El gobierno intentó ocultar la crisis alimentaria que azotaba al
país y que condujo la rutina hacia un laberinto sin salida. Con las grandes compañías
madereras devastando los bosques, la tierra se quedaba sin barreras naturales para evitar las
inundaciones en la temporada de lluvias. Con los campos empantanados y la cosecha
perdida, los ciudadanos dejaron de tener un sustento vital y económico, el mercado local se
vació y el comercio desapareció. Las matrículas escolares se dejaron de pagar, los
estudiantes abandonaron las aulas para ayudar a sus padres a labrar una tierra yerma y los
profesores dejaron de serlo. Ante el círculo vicioso

se impuso el ingenio. No había nada que perder. “No estoy soñando, papá”, dice

William para ganarse finalmente la confianza de su padre.

La educación es otro elemento clave de la historia. Sin educación William no habría


accedido al libro que le descubrió la forma de generar la energía eólica necesaria para el
sistema de riego. De ahí la importancia del acceso universal a la educación gratuita. Ya que
en varias ocasiones el protagonista se tiene que enfrentar a las duras palabras de sus
profesores de que si sus padres no pagan la cuota él no podrá volver a la escuela.

Frente a la inactividad de un gobierno que deja morir a sus ciudadanos, surge la


esperanzadora iniciativa de la mano de un adolescente. Lo que sin duda reivindica la
esperanza frente a la adversidad.

Conclusión:
Una historia que no solo conmueve, sino que nos regala valiosas enseñanzas sobre procesos
de cambio e innovación de las que podemos aprender. Porque si un niño (muy especial, eso
sí) en tales circunstancias fue capaz de conseguirlo, no hay excusa que valga.

William tiene un amigo inseparable, Gilbert, hijo del líder comunitario. Este le suele
acompañar al vertedero de vehículos en busca de recambios para sus reparaciones de
radios, y casi siempre encontraban algo. Quizá la mayoría de habitantes de Wimbe veían el
vertedero como eso, un lugar donde deshacerse de aparatos y vehículos viejos. Pero
William supo utilizar el pensamiento creativo para razonar de una forma distinta a los
adultos, encontrando oportunidades donde nadie las veía. Y eso será clave para el desenlace
de la historia.

La temporada escolar da comienzo y con ella William acude a clase por primera vez. En el
colegio descubre las ciencias junto al Sr. Kachigunda, y de él escucha hablar por primera
vez de la electricidad. El niño, curioso por naturaleza, intuye desde el principio que este es
un momento vital, y se dispone a sacar el máximo rendimiento del estudio, incluso en
noches sin luz. Algo se está gestando en su cabeza.

Anexo al colegio está la biblioteca, donde William encontrará el libro Using Energy que le
servirá de inspiración para la construcción del futuro molino. Los puntos se van
conectando. El problema es que únicamente se permite la entrada a los alumnos cuyas
familias se encuentran al corriente del pago, y no es caso de los Kamkwamba, cuyo padre
ha entendido que se avecinan malos tiempos y que es momento de ahorrar, aún a costa de la
formación de su hijo. No obstante William se las arreglará de la forma más impensable.

Trywell, el padre de William, seguía obcecado trabajando la tierra seca, a pesar de lo


improbable de obtener cosecha. Cuando su hijo fue a mostrarle que el invento producía
electricidad, Trywell reaccionó airadamente exigiéndole que también se pusiera a a trabajar
la tierra. William necesitaba la bici del padre para el molino grande, pero no dio su brazo a
torcer ni siquiera cuando el hijo volvió a exigírsela junto al grupo de jóvenes. La esposa de
Trywell, Agnes fue la que le quitó la venda de los ojos. “Intentó enfrentarse a mí con sus
amigos, por la bici”, le explica Trywell. “¿Qué más tengo que perder? -le contesta Agnes-.
“Allá donde te sigo, pierdo algo. A mis padres cuando vine aquí. Luego la tierra. Después a
Annie. No te culpo. Solo te pregunto. ¿Hasta cuándo perderemos cosas? Nada de lo que
hacemos funciona”.

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