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Actividad:
El entrenamiento TRX fue desarrollado por Randy Hetrick, ex Navy SEAL, a fines de la década de
1990 como una solución portátil para mantenerse en forma durante misiones en el extranjero. Fué
popularizado como programa de entrenamiento en el ámbito civil a partir de los primeros años del
siglo XXI.
Los objetivos del entrenamiento TRX incluyen mejorar la fuerza, la estabilidad del Core, la resistencia
muscular, la flexibilidad y la coordinación. Se enfoca en el desarrollo de la capacidad funcional del
cuerpo para realizar movimientos cotidianos y deportivos de manera efectiva.
La metodología del entrenamiento funcional toma en cuenta aspectos como la biomecánica del
movimiento, la progresión del ejercicio, la individualización del programa y la aplicación de principios
de entrenamiento. Verkhoshansky y Siff (2009) mencionan que "la metodología del entrenamiento
funcional se basa en el análisis biomecánico de los movimientos naturales y la aplicación de
TENDENCIAS FITNESS
Profesor: Priscilla Wong G.
ejercicios específicos para mejorar la función". Se centra en utilizar el peso corporal como resistencia
y ajustar la intensidad modificando la posición corporal.
El entrenamiento funcional es adecuado para una amplia variedad de personas, desde atletas de alto
rendimiento hasta personas mayores y aquellos en rehabilitación. Stone y Stone (2007) indican que
"el entrenamiento funcional puede adaptarse para satisfacer las necesidades y capacidades de
individuos de diferentes edades, niveles de condición física y objetivos de entrenamiento".
Su principal beneficio es quizás en mejorar la fuerza funcional, la estabilidad del Core, la flexibilidad,
la coordinación y la prevención de lesiones. ¡Además, proporciona un entrenamiento de cuerpo
completo y puede ser realizado en cualquier lugar con un punto de anclaje seguro! ¡Ojo anclaje
seguro!
Bompa y Buzzichelli (2018) afirman que "el entrenamiento funcional puede mejorar la capacidad
funcional y la calidad de vida al fortalecer los músculos estabilizadores y mejorar la coordinación
neuromuscular".
Una ventaja del entrenamiento funcional es su capacidad para mejorar la capacidad funcional y la
transferencia a actividades de la vida diaria y a deportes específicos Kraemer y Fleck (2007).
Mencionan que "el entrenamiento funcional puede mejorar la capacidad para realizar tareas
cotidianas y deportivas al enfocarse en movimientos multiarticulares y funcionales".
La necesidad de aprender la técnica adecuada para evitar lesiones y maximizar los beneficios.
Además, puede requerir un cierto nivel de fuerza y estabilidad inicial para realizar algunos ejercicios
de manera segura. Otra posible desventaja del entrenamiento funcional es la necesidad de un
enfoque individualizado y la supervisión adecuada para garantizar una progresión segura y efectiva.
Verkhoshansky y Siff (2009) advierten que "el entrenamiento funcional puede resultar ineficaz o
incluso perjudicial si no se adapta correctamente a las necesidades y capacidades individuales".
Para mí su principal desventaja es el tiempo que toma estar ajustando las medidas porque estas
deben ser lo más simétricas posibles para poder equilibrar el fortalecimiento de los ejercicios de las
extremadas derechas e izquierdas, así como la simetría de la maculatura interna.