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Curso: Psicología del Escolar.

I Cuatrimestre 2024

Tarea #3 El rol del docente ante el


bullying entre los alumnos
Introducción
El bullying o acoso escolar es cualquier forma de maltrato de un compañero hacia otro, ya
sea psicológico, físico, verbal o de tipo social, de forma intencionada y continuada durante un
periodo de tiempo. Es importante destacar que el bullying comienza dentro de los centros
escolares pero que puede seguir siendo desarrollado en otros lugares y en otros grupos
sociales más allá del centro escolar.
El bullying se puede manifestar mediante insultos, agresiones físicas, humillaciones, faltas de
respeto, bromas, motes, aislamientos…etc. Es importante determinar que para catalogarlo
como bullying tiene que ser un comportamiento reiterado e intencionado y no como un
momento puntual de conflicto.
El aula es uno de los lugares donde más tiempo pasan las niñas, los niños y los adolescentes a
lo largo del día, es el espacio donde más conviven con sus iguales y con otros compañeros. Es
imprescindible, por tanto, que hagamos de estos entornos espacios de seguridad y de
regulación. Junto a los iguales son los docentes las figuras que acompañan más tiempo a
nuestro hijas e hijas, de ahí que su figura sea tan importante. El aula puede ser un espacio
idóneo para entrenar habilidades sociales, empatía, expresión de necesidades, estructuras de
convivencia positiva y respetuosa…etc, haciendo una prevención directa cualquier tipología
de acoso escolar. Como decíamos anteriormente, el profesorado será de los primeros ojos
que detecten este tipo de comportamientos si su mirada está entrenada pudiendo dar la voz
de alarma al resto de la comunidad educativa.
Desarrollo del tema
El papel de los docentes, maestros o profesores, es decisivo a la hora de enfrentarse a una
situación de Acoso Escolar, Bullying en su aula. El establecimiento de límites y la actitud de
dejar de permanecer indiferentes ante el problema, harán que ellos puedan manejar con
inteligencia todo tipo de situaciones. Deben establecer límites y dejar de tener una actitud
pasiva e indiferente ante el problema.
Un trabajo integral (interacción escuela, docentes-padres-alumnos) enfocados a lograr el
respeto hacia los demás, la empatía, la responsabilidad y la igualdad, darían como resultado
el desarrollo de una sociedad más sana y funcional.
El rol del docente ante el bullying entre los alumnos es crucial para crear un entorno escolar
seguro y respetuoso. Aquí hay algunas formas en que los docentes pueden abordar el
bullying:
Prevención: Los docentes deben educar a los estudiantes sobre qué es el bullying, cómo
identificarlo y cómo prevenirlo. Esto puede incluir la promoción de la empatía, la tolerancia y
el respeto entre los alumnos.

Supervisión: Los docentes deben estar atentos a los signos de bullying en el aula y en la
escuela, como cambios repentinos en el comportamiento de los estudiantes, aislamiento
social o lesiones físicas inexplicables.
Intervención inmediata: Cuando presencian o reciben informes de bullying, los docentes
deben intervenir de inmediato. Esto puede incluir detener la situación de bullying en el
momento, brindar apoyo a la víctima y aplicar consecuencias disciplinarias adecuadas al
agresor.
Escucha activa: Los docentes deben escuchar a todas las partes involucradas en una situación
de bullying de manera imparcial y comprensiva. Esto puede ayudar a identificar las causas
subyacentes del comportamiento agresivo y encontrar soluciones efectivas.
Colaboración con otros profesionales: Los docentes pueden trabajar en colaboración con
otros profesionales escolares, para abordar el bullying de manera integral y proporcionar
apoyo adicional a los estudiantes afectados.
Promoción de la inclusión y la diversidad: Los docentes pueden fomentar un ambiente
inclusivo donde se celebren las diferencias y se respeten todas las identidades. Esto puede
ayudar a reducir las actitudes de exclusión y discriminación que a menudo subyacen al
bullying.
Educación continua: Los docentes deben participar en programas de desarrollo profesional
sobre prevención del bullying y manejo de conflictos para mantenerse actualizados sobre las
mejores prácticas y estrategias efectivas.
Para que una escuela brinde una adecuada educación afectiva debe apuntar a ser un espacio
que construye estrategias didácticas para acompañar el desarrollo de la personalidad
individual y social de sus estudiantes. La educación emocional es fundamental, incluirla al
mismo nivel que los otros contenidos curriculares. El niño que hace bullying también necesita
atención afectiva del maestro, para poder sentir la confianza de trasmitir sus estados
emocionales, y anticipar una acción para que el adulto opere de mediador, y lograr frenar
una acción inadecuada.
Conclusión
Podemos concluir que el rol del docente en la lucha contra el bullying es multifacético e
involucra la creación de un ambiente seguro, la detección temprana, la intervención
proactiva, el apoyo emocional, la educación y sensibilización, así como la colaboración con
otros profesionales. Al asumir estas responsabilidades de manera efectiva, los docentes
pueden contribuir significativamente a la prevención y erradicación del bullying en el ámbito
escolar.

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