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de crisis
alimentarias
-
Octubre
2022
Documento elaborado por el Comité de Seguridad Alimentaria y Calidad de AECOC
Daniel Sánchez-Patón
Grupo Leche Pascual
Xavier Pera
Responsable de Seguridad Alimentaria y Calidad
AECOC
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Índice
ANTECEDENTES Pág 4
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Antecedentes
Un entorno alimentario con nuevos riesgos
reputacionales
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básicos: la inmediatez en la información y la multiplicación de fuentes. La comunicación online hace posible que
la información esté al alcance de todos los públicos. A pesar de los beneficios que suponen estas herramientas,
esta mayor accesibilidad es directamente proporcional al grado de exposición al que se enfrentan las empresas
alimentarias. Debemos ser mucho más cautelosos con la información que emitimos y conscientes de los debates,
sobre posibles riesgos, que nos afectan, teniendo siempre en cuenta que toda noticia, sea cierta o no, es
susceptible de llegar a cualquier público y puede tener efectos reputacionales no deseados.
Por todo ello, en la actualidad, tan importante es responder de forma adecuada a episodios concretos en los que
existe un riesgo objetivo para los consumidores (por ejemplo, una alerta alimentaria), como anticipar y preparar
una estrategia para afrontar riesgos percibidos a partir de informaciones publicadas, debates sociales, etc. Este
doble enfoque, sobre realidad y percepción, debe trasladarse a los sistemas de gestión de crisis de empresas y
sectores alimentarios.
Este documento pretende acompañar a empresas y sectores en la adaptación de los sistemas de gestión de crisis
al contexto actual, facilitando pautas para:
En este sentido, el manual trata de ser una guía simple y aplicada para que cualquier empresa (fabricantes,
distribuidores, restauradores), o asociación sectorial pueda responder eficientemente, con garantías y de forma
coordinada ante una situación de crisis. Las recomendaciones y buenas prácticas incluidas en la guía tienen un
carácter voluntario y afectan al sistema de gestión de las empresas, pero no al cumplimiento de requisitos legales.
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Metodología de trabajo
Esta guía se ha desarrollado con la participación de las empresas y profesionales que forman parte del Comité de
Seguridad Alimentaria y Calidad de AECOC. El contenido de la nueva versión de la guía de gestión de crisis se ha
basado en:
· La integración bajo un mismo documento de las recomendaciones y buenas prácticas contempladas en la Guía de
Gestión Coordinada de Crisis y el documento Gestión de Crisis Alimentarias en las Redes Sociales.
· La incorporación de nuevas recomendaciones, pautas y criterios de actuación basados en los aprendizajes de los
últimos años, actualizando el contenido de la guía al contexto actual y las nuevas necesidades.
· Un enfoque más aplicado, acompañando las explicaciones de ejemplos o metodologías que ayuden a las
empresas a implantar estas buenas prácticas y aplicarlas correctamente en situaciones de crisis.
Las soluciones adoptadas han tenido en cuenta el variado espectro de la tipología de socios que tiene AECOC,
incluyendo recomendaciones y buenas prácticas que cada empresa podrá adaptar a su realidad, tanto por su
actividad como por su tamaño y capacidades.
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1. Introducción a las crisis
alimentarias
1.1. Definición y características de las crisis
alimentarias
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¿Qué ponemos en riesgo en una crisis alimentaria?
· La salud, la seguridad o el bienestar del consumidor, en situaciones con causa objetiva real
· Confianza de los consumidores en los alimentos, en las marcas o en la misma cadena alimentaria.
· Reputación de la compañía, de la marca o del sector, según el tipo de crisis.
· Resultados económicos de las empresas y la continuidad de negocio.
Es importante tener en cuenta que una empresa puede sufrir las consecuencias de una crisis que
no ha generado, ni en la que se ha visto directamente implicada. Las informaciones publicadas,
y cómo éstas son interpretadas por los consumidores, pueden generar efectos negativos por los
riesgos percibidos, aunque dicha percepción sea errónea.
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Las principales características de las distintas tipologías de crisis contempladas en esta guía son:
Crisis
detonadas
por
incidentes
Crisis generadas por riesgos objetivos para la integridad del producto, afectando a
Descripción
productos y lotes concretos, poniendo en riesgo la protección de los consumidores.
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Crisis de
percepción
del riego
Crisis generadas por nuevas evidencias publicadas o debates sociales que afectan a
Descripción la percepción de riesgo que los consumidores tienen sobre un alimento, ingrediente o
compuesto, afectando a su confianza.
Crisis de largo recorrido en constante evolución
Efectos en el medio o largo plazo
Incertidumbre en la toma de decisiones
No requieren acciones específicas de protección de los consumidores, pero sí la
Características definición de estrategias para superar la situación y proteger la reputación de las
empresas.
Estas crisis se alimentan del conjunto de informaciones que circulan tanto por medios
de comunicación como redes sociales
· Ingredientes polémicos
· Aditivos polémicos
· Nuevos contaminantes
Ejemplos /
· Nutrición y salud
situaciones
· Etc.
Algunos ejemplos de crisis ocurridas en este ámbito son la crisis vinculada con el aceite
de palma (año 2017) o la situación generada por la publicación del informe de la OMS
sobre carne y cáncer (2016).
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Crisis de
comunicación
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1.3. Principios rectores de gestión de crisis y código ético
Las situaciones de crisis alimentarias suelen presentar un elevado grado de incertidumbre y complejidad. Por
ello, es importante aplicar en todo momento unas buenas prácticas y principios rectores que garanticen la mejor
gestión y toma de decisiones posible en todo momento, protegiendo por igual tanto la salud o bienestar de los
consumidores como la reputación de la empresa y la continuidad del negocio.
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Buenas prácticas y otros valores · Mantener la calma en todo momento: las situaciones de crisis generan
necesarios en situaciones de incertidumbre y tensión en las organizaciones. Es importante no dejarse
crisis: llevar por el nerviosismo o la precipitación en este tipo de situaciones.
· Control de daños: cada decisión tomada por el comité, tanto por acción
como por inacción, tendrá sus consecuencias y efectos. Es importante
anticipar y evaluar el coste/beneficio de nuestras decisiones, minimizando
los riesgos para los consumidores y la compañía.
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Más allá de estas recomendaciones y principios de actuación interna, las empresas se comprometen a seguir el
siguiente código ético en la relación con otros actores de interés y operadores afectados:
Principio de comunicación.
En situaciones de crisis que afectan a varias empresas, o incluso a
sectores de forma global, las empresas se comprometen a buscar
consensos y coordinar, con el resto de empresas afectadas, la estrategia
de comunicación, respetando dichos acuerdos en sus actuaciones en los
medios de comunicación y valorando el beneficio derivado de la actuación
conjunta y no sólo la propia. En ausencia de acuerdo, deberá prevalecer
siempre el principio de transparencia y la seguridad de los consumidores,
además de las políticas internas de las propias compañías.
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2. Herramientas básicas para
la gestión de crisis – pilares
del sistema
Las crisis alimentarias son situaciones complejas que
requieren coordinar una serie de equipos de trabajo,
procedimientos o recursos para la correcta gestión de
estos episodios, protegiendo la salud y el bienestar
de los consumidores y minimizando el impacto en la
reputación de la empresa y la percepción pública. Un
sistema tan complejo requiere de una planificación
previa y la definición de unos criterios o pautas de
actuación coordinadas, a nivel interno y con otros
actores implicados. El funcionamiento óptimo de
esta estructura permitirá a las empresas enfrentarse
a posibles crisis alimentarias de forma más eficaz y
eficiente.
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En este sentido, las empresas deben disponer, en el marco de la gestión de crisis, de los siguientes elementos,
adaptando su complejidad y alcance según las necesidades y recursos de cada empresa:
Comité de crisis:
Equipo encargado de la evaluación, toma de decisiones, ejecución de medidas, seguimiento,
hasta el cierre de la crisis.
Manual de crisis:
Documento que recoge la operativa y criterios de gestión y comunicación en este tipo de
situaciones, sistema de registro de evidencias, actas de reuniones.
Formación y simulacros:
Formación adaptada a las necesidades y responsabilidades de los distintos perfiles
profesionales implicados, y validar el sistema a través de simulacros periódicos.
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2.1. Identificación de situaciones de riesgo en relación a las crisis
Cada empresa debe identificar las situaciones que, por su actividad, son posibles causas de crisis reputacional
vinculada con la calidad o seguridad de sus productos, independientemente de si son riesgos reales, potenciales o
percibidos. Para ello, se recomienda seguir los siguientes pasos:
Crear un equipo encargado de realizar esta auditoría del riesgo. Debe ser un equipo multidisciplinar,
1 que disponga conocimiento del producto y el proceso, riesgos alimentarios vinculados, tendencias de
consumo y debates sociales sobre alimentación y sistemas de prevención.
Identificar situaciones / temáticas de riesgo para la reputación de la compañía en relación a sus productos
2 o actividad. Se deben tener en cuenta escenarios vinculados con la seguridad o calidad del producto, la
nutrición y salud, riesgos emergentes en:
Para realizar una correcta identificación de riesgos es necesario contar con sólidos conocimientos técnicos
aplicados a la calidad y seguridad alimentaria. En el caso de no disponer de ese conocimiento internamente,
es recomendable apoyarse en fuentes de conocimiento externas: asociaciones sectoriales, foros profesionales,
consultores especializados, etc.
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Recomendación para realizar un mapa de riesgos.
A menudo, este tipo de ejercicios identifican un gran número de riesgos a tener en cuenta. Los recursos de las
empresas son limitados y es preferible priorizar su uso a aquellas situaciones que presentan un mayor riesgo para
la compañía, por su probabilidad de ocurrencia y el impacto en la actividad/reputación de la compañía.
A modo de ejemplo, las empresas pueden aplicar el siguiente modelo de evaluación para identificar las situaciones
o riesgos prioritarios e importantes para la empresa en el contexto de las crisis:
Improbable Importante
Impacto
Esta evaluación debe ser revisada periódicamente (por ejemplo, anualmente durante la revisión del sistema) y
siempre que sea necesario por cambios importantes en el contexto que afecta a estos riesgos.
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¿Qué función cumple el mapa de riesgos?
Esta clasificación ayuda a identificar las situaciones que presentan mayor riesgo para la compañía, permitiendo:
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2.2. Comité de crisis
Para afrontar con garantías una situación de crisis, es necesario haber establecido previamente equipo de personas
encargadas de la evaluación de la situación y la definición de estrategias de gestión y comunicación.
· Proponer y acordar estrategias que permitan afrontar, de forma individual o coordinada con otros operadores,
planes concretos para recuperar la situación de normalidad.
· Gestionar las relaciones con la Administración e interlocutores (comerciales) implicados tanto en el flujo físico
como informativo.
· Dirigir, definir y ejecutar con medios internos y/o externos la política de comunicación.
· Establecer procedimientos y sistemas de control y seguimiento de los objetivos y acciones llevadas a cabo.
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Los comités de crisis debe cumplir las siguientes características:
· Debe representar las áreas de decisión afectadas por la situación de crisis. Si la estructura de la empresa lo
requiere, la composición puede variar según el tipo de crisis que nos afecte.
· Las figuras imprescindibles en las crisis alimentarias son la Dirección General y Comunicación, así como los
perfiles profesionales vinculados con la Calidad y Seguridad Alimentaria.
· Es necesaria la participación de otras áreas vinculadas con las operaciones, marketing, comercial, etc.
· Pueden integrarse miembros externos a la compañía (consultores, clientes o proveedores, por ejemplo).
· Se pueden identificar miembros fijos (participarán en todas las reuniones) y eventuales (sólo cuando sean
necesarios)
· Es recomendable definir las funciones y responsabilidades del resto de los miembros, preferiblemente respetando
el criterio de “una persona, una función”.
Coordinador Portavoz
Se recomienda que la elección del coordinador En el caso que sea necesario hacer declaraciones
la realice la Dirección General, valorando la públicas sobre la situación de crisis, es necesario
conveniencia los distintos miembros y perfiles haber identificado previamente, y comunicado
profesionales según el tipo de crisis que afronte al resto de implicados, quien es el portavoz (o
la empresa. Se recomienda que el coordinador portavoces) autorizados.
posea una visión global de la cadena alimentaria,
que conozca el impacto de las decisiones que Se recomienda que esta figura pertenezca a
un proceso de este tipo puede tener en todas la compañía y la represente a un alto nivel. La
las áreas de la empresa, así como que sea persona que ocupe este puesto debe tener
conocedor de los aspectos de comunicación, una buena capacidad de comunicación, cuidar
marketing y legal. También se recomienda una el lenguaje no verbal y demostrar control y
buena capacidad de relación personal. serenidad en las exposiciones en público o
frente a los medios. Además, se recomienda que
Las funciones básicas de este coordinador se forme adecuadamente a estas personas en
serían: técnicas de portavocía.
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2.3. Manual de crisis
Las empresas deben disponer de un manual interno que defina las pautas de actuación, criterios y metodologías
implantadas en la compañía frente a este tipo de situaciones. A través del sistema documental se debe establecer:
· La estructura básica de gestión de crisis preestablecida (auditoría del riesgo, comité de crisis, responsables,
recursos y herramientas, etc.).
· Los valores corporativos de la empresa con respecto a la seguridad alimentaria y las crisis.
· Sistema de registro de toda la información generada en el avance de la crisis (actas del comité, evaluaciones de
riesgo, evidencias científicas recabadas, modelos de comunicados, etc.)
Es importante que cada empresa adapte los contenidos del manual a sus características,
estructura y flujos habituales de trabajo. El funcionamiento del sistema de gestión de
crisis debe ser eficiente e integrado en el sistema de gestión de la compañía.
La detección temprana de situaciones que pueden derivar en una crisis es un elemento fundamental para preparar
la respuesta de las empresas. Las vías por las que la empresa puede tener conocimiento de hechos o informaciones
con potencial de crisis, reales o percibidas, son muy variadas. Por ejemplo:
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Crisis detonadas por incidencias con riesgo real
Este tipo de crisis, por sus propias características, están más relacionadas con
informaciones publicadas o debates sociales, que por riesgos concretos y objetivos.
Por lo tanto, en este tipo de situaciones, el seguimiento de nuevas informaciones, la
monitorización de redes sociales y el análisis de la conversación y opinión pública son
elementos clave para identificar de forma temprana situaciones con potencial de riesgo
(ver apartado 4.1 de la presente guía).
Opinión
pública
Redes sociales
Alerta
temprana
Grupos de presión/
Asociaciones
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2.5. Formación y simulacros
La empresa debe incorporar en el plan de formación actividades y contenidos específicos sobre gestión de crisis
para todos los empleados de la compañía, adaptando el alcance de las mismas a las necesidades y funciones de
cada puesto de trabajo:
· Las personas que no tengan una responsabilidad o participación directa en la gestión de crisis, deben disponer de
formación básica de sensibilización sobre crisis alimentarias, pautas básicas de comportamiento, etc.
· Aquellos puestos que, de algún modo, tengan un papel activo en las situaciones de crisis deben recibir, además,
formación específica sobre sus funciones y responsabilidades, sobre la estrategia de comunicación, etc. En este
grupo podemos encontrar:
Además, el sistema de gestión de crisis debe estar sometido a un proceso de revisión y mejora continua. Para
ello, se recomienda realizar simulacros periódicos de gestión de crisis, implicando a personal clave, proveedores y
clientes.
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2.6. Bases de datos de contactos y mecanismos para el intercambio de información
Es necesario que cada operador cree, y mantenga actualizada, una base de datos de contactos o interlocutores
críticos en situaciones de crisis, incluyendo:
La empresa debe definir las responsabilidades en la gestión y mantenimiento de esta base de datos. De cada una
de estas empresas se ha de disponer, como mínimo, de los siguientes datos:
· Incluir los contactos internos del personal clave en la base de datos de contacto.
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3. Diagrama de flujo
A continuación se incluye un diagrama de flujo que
resume los distintos pasos en la gestión de una crisis,
desde la convocatoria del comité hasta el cierre de
la misma. En los próximos apartados de la guía se
desarrolla el contenido de cada una de las fases.
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CRISIS DETONADAS POR INCIDENCIAS REALES CRISIS DE PERCEPCIÓN DE COMUNICACIÓN
Autocontroles Incidentes
No conformidades Información en medios/RRSS
Reclamaciones de consumidores Tendencias de riesgo o debates sociales que pueden
Autoridades competentes afectar a la empresa o su actividad
Información de clientes/ Bulos o fake news
Proveedores
PRIORIDAD:
SI ¿Existe un riesgo para los consumidores?
GESTIÓN DE ALERTA
NO
SI
CONVOCATORIA COMITÉ
IDENTIFICACIÓN DE ACTORES
IMPLICADOS
DEFINICIÓN DE DEFINICIÓN DE
ESTRATÉGIA ESTRATÉGIA GESTIÓN/
COMUNICACIÓN MEDIDAS
A NIVEL INTERNO
SEGUIMINETO SITUACIÓN/
MONOTORIZACIÓN INFORMACIONES
SI REVISIÓN DE LA GESTIÓN DE LA
SITUACIÓN
CIERRE
IMPLANTACIÓN DE MEJORAS Y
APRENDIZAJE
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4. Pautas de actuación antes
de la crisis
4.1. Estrategia de prevención, anticipación y
detección temprana de situaciones de crisis
Prevención
a través del autocontrol
Respuesta rápida
en caso de incidentes
Monitorización
constante de informaciones
Definición estrategia
de respuesta, individual o
colectiva, según el alcance de la
crisis.
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sobre los mecanismos de gestión de alertas alimentarias, disponemos de la Guía Nacional de Alertas
Alimentarias:
https://www.aesan.gob.es/AECOSAN/web/noticias_y_actualizaciones/noticias/2021/guia_nacional.htm
Pero este enfoque preventivo no es aplicable a todas las tipologías de crisis. En algunos casos nos vemos afectados
por informaciones o debates relacionados con nuevas evidencias científicas o tendencias sociales en constante
evolución. En estos casos el objetivo debe ser anticipar, en la medida de lo posible, y detectar de forma temprana
cualquier situación con riesgo potencial para la empresa.
Las crisis de percepción o las de comunicación encajan perfectamente con este planteamiento. Este tipo
de situaciones no derivan de un riesgo concreto vinculado con un incidente, pero si están afectadas por
nuevas evidencias científicas, la percepción de riesgo o la desinformación sobre alimentación. Por lo tanto, es
imprescindible una labor de recopilación y seguimiento de informaciones constante con el objetivo de anticipar
escenarios de riesgo y poder definir, con antelación suficiente, una estrategia para responder a las preocupaciones
de los consumidores y proteger a la empresa frente a una potencial crisis reputacional.
Debido al gran volumen de información que se genera y las numerosas fuentes de información y canales
existentes, esta tarea puede resultar compleja. Es por ello que se recomienda definir un modelo de seguimiento de
informaciones publicadas y debates sociales basado en el riesgo, priorizando los esfuerzos en el seguimiento de
informaciones de aquellos riesgos o situaciones que pueden tener mayor impacto en la compañía.
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A continuación se indican los pasos a seguir para implantar un sistema de monitorización y seguimiento de
informaciones sobre riesgos alimentarios:
· Análisis agregado de la conversación en redes sociales sobre un riesgo concreto, a través de plataformas
de monitorización de redes sociales, para comprender el detalle de la conversación y evaluar cómo puede
afectar a la reputación de la empresa.
2. Asignar los recursos para la monitorización de forma proporcionada y progresiva según el nivel de riesgo
establecido (ver punto 2.1). A modo de ejemplo, un proyecto de monitorización y seguimiento basado en el riesgo
podría definirse del siguiente modo:
TEMÁTICA - RIESGO
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4.2. Criterios para la convocatoria del comité. ¿Cuándo estamos frente a una crisis?
Frente a cada situación o información de riesgo detectada, las empresas deben realizar un completo análisis, de
manera que les permita evaluar el potencial de crisis y decidir si es necesario convocar el comité de crisis. Para
ello, deberán utilizar todos los medios a su alcance como pueden ser:
Aunque no es posible prever en detalle todas las situaciones que pueden requerir activación del comité, es
interesante plantear que escenarios motivan la activación del mismo. Se propone:
· Situaciones reales y concretas que afectan a la seguridad alimentaria/autenticidad y el producto del que somos
responsables, que hayan podido generar perjuicios en el consumidor .
· Noticias o informaciones públicas (o que vayan a ser públicas) que afecten de forma directa a la compañía y
presenten un riesgo reputacional, sean ciertas o falsas.
· Informaciones o debates sociales que afecten riesgos vinculados con la actividad o sector en el que actúa la
empresa y que, aunque no citen a la compañía, puedan afectar a su reputación y/o actividad.
· Incidentes que puedan afectar a la actividad o reputación de la empresa por hechos ocurridos dentro de la
cadena de valor (clientes, proveedores, otras empresas del sector, empleados).
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La activación del comité debe permitir evaluar la situación, realizar un diagnóstico de la posición de la empresa y
definir, para cada caso según las características de la crisis (o situación con potencial de crisis), la mejor estrategia
para afrontarla.
Recomendación:
Cualquier miembro del comité que lo considere necesario puede pedir la convocatoria de
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dicho órgano.
La decisión se comparte entre un grupo reducido (2-3 personas) de personas que analizan
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la información existente y realizan una primera evaluación cualitativa de la situación.
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5. Pautas de actuación
durante la crisis
Una vez convocado el comité de crisis, sus miembros
serán los encargados de evaluar la situación y tomar
decisiones en materia de gestión, comunicación o
propuesta de estrategias coordinadas con otros actores
de interés hasta el cierre de la crisis.
Preparación de la reunión
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¿Qué evidencias tenemos sobre la situación que nos afecta?
Para realizar esta tarea es necesario chequear todos los canales online
capaces de recoger la información. Es importante tener en cuenta que
el alcance de las redes sociales a día de hoy permite a cualquier persona
posicionarse como emisor (e incluso líder) de opinión de los más diversos
temas.
Para decidir cuáles son los canales a través de los que se debe dar
respuesta a la crisis es decisivo saber cómo se ha difundido a la opinión
pública: medios de comunicación, páginas web corporativas, blogs, redes
sociales...
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¿Cómo se está diciendo?
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Una vez recopilada y analizada toda la información y evidencias recopiladas, es recomendable diagnosticar
y categorizar la crisis para poder esquematizar sus características, identificar prioridades y facilitar la toma
de decisiones. Existen muchas maneras de clasificar una crisis alimentaria y cada empresa debe implantar el
sistema que mejor se adapte a sus necesidades. A continuación se muestra un posible sistema de evaluación y
categorización de la crisis:
4 Sin riesgo
1 Riesgo critico
2 Riesgo alto
Riesgo reputacional
3 Riesgo medio
4 Riesgo bajo
1 Internacional
2 Nacional
Alcance geográfico
3 Regional
4 Local
1 Presencia de medios en redes
2 Presencia en medios
Presencia en la opinión pública)
3 Presencia en redes
CRÍTICO:
Informaciones muy graves sobre riesgos alimentarios reales, con consecuencias confirmadas
para la salud de los consumidores (elevado volumen de afectados o consecuencias de salud
graves para colectivos de riesgo).
ALTO:
Informaciones sobre riesgos alimentarios (reales, percibidos o inducidos) que se vinculan
directamente con la empresa y sus productos (marca, productos, etc), sin afectados o con
pocos afectados de consecuencias leves.
MEDIO:
Informaciones sobre riesgos alimentarios que afectan de forma específica al sector de actividad
de la empresa o a la categoría de producto que comercializa la empresa
BAJO:
Informaciones generales sobre posibles riesgos alimentarios o nuevas evidencias sobre
posibles efectos sobre la salud, que afectan de forma genérica al sector alimentario.
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Ejemplo 1: una empresa fabricante ha distribuido productos
contaminados por Listeria a nivel nacional y otros países europeos
(Francia e Italia). La información ha sido notificada por la Autoridad
Competente nacional (control de mercado). El volumen de productos
distribuidos es elevado, y hay constancia de consumidores afectados.
Se han publicado alertas públicas y los medios de comunicación se han
hecho eco de la noticia.
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Ejemplo 2: se publican estudios científicos que vinculan el consumo de
un alimento con el aumento de probabilidad de desarrollar un cáncer,
afectando específicamente a la categoría de producto que elabora la
empresa. Aunque las evidencias no son definitivas, la información tiene
amplia difusión en los medios de comunicación digitales en España y se
difunde a través de las redes sociales.
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Ejemplo 3: La empresa detecta un bulo, que circula por redes sociales
y afecta a sus productos, en el que se alerta a los consumidores sobre la
seguridad de un ingrediente utilizado por la compañía.
2. Es importante comunicar para no dejar que el bulo crezca. Puede haber impacto
reputacional si no se combate la desinformación que afecta a la compañía.
Prioridades
en la estrategia 3. Centrar la estrategia en el ámbito nacional.
4. Limitar la comunicación a las redes sociales por las que circula el bulo. La empresa
debe tratar de evitar que este tema alcance los medios de comunicación.
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5.2. Gestión de la crisis
NOTA: En esta guía no se define la gestión de los productos afectados por incidentes como alertas,
sabotajes o casos de fraude, así como las operativas de retirada o recuperación de productos. Este
alcance está recogido en la Guía Nacional de Alertas Alimentarias, disponible en la página web de la Red
de Alerta de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria.
En la gestión de crisis es muy difícil prever o predeterminar las acciones concretas que se deben realizar, ya que
cada crisis es distinta y dependerá de las características de cada situación. En este sentido, es responsabilidad del
comité de crisis proponer las acciones más adecuadas para cada caso, tanto internas como externas, a partir de las
prioridades y necesidades detectadas en la fase de evaluación de la situación.
En la definición de esta estrategia o plan de acción es recomendable identificar, en cada caso, si existen:
· Posibles aliados externos que puedan ayudar en la estrategia de gestión, aportar conocimiento necesario o
validar nuestra estrategia frente a la opinión pública. Es necesario haber trabajado previamente, en periodos de
normalidad, estas relaciones de confianza.
· Otras empresas o actores de interés implicados o afectados por la misma situación. En casos de crisis colectivas,
es recomendable compartir estrategias y coordinar unas bases comunes de actuación.
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Cambios en la cadena de suministro: nuevos requisitos a proveedores,
sustitución de proveedores, orígenes alternativos, etc.
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Otras decisiones internas necesarias en el contexto de crisis: activación
de recursos especiales, detener campañas de marketing si pueden ser
contraproducentes, etc.
Más allá de las acciones para gestionar los factores que han
desencadenado la crisis, las empresas deben analizar qué otras medidas
deben aplicar internamente para acompañar dicha gestión, preparar
los recursos que sean necesarios y transmitir un mensaje y una imagen
coherente con la situación que atraviesa la compañía.
También será necesario preparar un argumentario para que, aquellas
personas que atienden las consultas de clientes, consumidores y otros
actores de interés, dispongan de la información necesaria.
El plan de acción resultante no debe limitarse a un tipo u otro de medida. Lo más habitual es que sea
necesario combinar medidas con distintos alcances y enfoques, tanto internos como externos, para corregir
la situación y superar la crisis.
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5.3. Comunicación
Una vez planteado el plan de acción o estrategia para la gestión de la crisis, se debe preparar el plan de
comunicación, interno y externo, que permitan difundir la información necesaria para minimizar el impacto de
la crisis en la actividad de la empresa. Las empresas o sectores afectados pueden compartir el diagnóstico de la
situación, las medidas aplicadas para corregir la situación, los compromisos a futuro y, en definitiva, cualquier
información que ayude a reducir el riesgo reputacional para la empresa o el sector afectado.
· No olvidarse de ningún público de interés externo, que deba recibir información sobre la
crisis o su resolución
· Coordinar y validar los mensajes con las personas o actores relevantes implicados en cada
caso.
1- Definir el listado de públicos de interés de la compañía, tanto internos como externos, que puedan estar
afectados, o tener interés, por la situación ocurrida.
Externos Internos
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La importancia de la comunicación interna
En una situación de crisis es fundamental compartir periódicamente información corporativa con los
trabajadores, facilitándoles información sobre la situación y las medidas que está implantando la compañía,
fomentamos su sentimiento de pertenencia y evitamos especulaciones internas y rumores. Es muy
importante que el personal de la empresa no se entere de la situación antes por la prensa que por su propia
empresa, especialmente en aquellos temas que le afectan de manera directa, ya que crearía un clima de
desconfianza entre los trabajadores.
Además, también es importante que los trabajadores conozcan las pautas de actuación que deben seguir
durante el transcurso de la crisis, especialmente en la prevención para no convertirse en portavoces
accidentales y no oficiales de la compañía, tanto en redes sociales como en medios de comunicación.
El comité deberá consensuar los mensajes clave a trasladar en cada situación de crisis. Partiendo de las evidencias
recabadas, las informaciones públicas y el posicionamiento de la empresa, el comité deberá establecer los
mensajes, nivel de detalle y contenidos de la comunicación a los distintos públicos de interés.
Es importante adaptar la comunicación a cada tipo de público, tanto el contenido del mensaje como,
especialmente, su nivel de complejidad. La comunicación más efectiva es aquella que se adapta a las necesidades
y capacidades del receptor de la información.
En este ámbito, es importante contar con la presencia (o colaboración externa) de un experto en comunicación en
el comité.
En este apartado es importante identificar los canales que la empresa tiene disponibles para comunicar y utilizarlos
según para llegar a todos los públicos que deban recibir información de la forma más efectiva posible. Por ejemplo:
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COMINUICACIÓN INTERNA COMUNICACIÓN EXTERNA
En situaciones de extrema gravedad es aconsejable disponer de una Dark Site preparada que pueda activarse
de forma urgente. Una Dark Site es una página web oculta que se activa en situaciones de crisis muy graves,
que tienen un alto interés público y que puede dañar gravemente la imagen y la reputación de la empresa. Su
objetivo principal es la creación de un espacio con entidad propia (fuera de la web habitual) con información
actualizada donde puedan dirigirse todos los públicos de interés involucrados en la crisis.
Siempre que la situación lo permita, especialmente en las fases iniciales de la crisis en las que puede haber más
incertidumbre, se aconseja primar la comunicación escrita o grabada, ya que permite un mayor control de los
mensajes. Pero en todo caso, este enfoque no siempre es posible; en el caso de ser necesario hacer declaraciones
en medios de comunicación, es muy importante que los portavoces estén bien preparados.
Para aquellas tipologías de crisis que la empresa puede sufrir con mayor probabilidad, es recomendable
disponer de modelos comunicación pre-elaborados, que sirvan como base para agilizar la comunicación a
los públicos de interés, especialmente en aquellas crisis que requieran dar explicaciones de forma urgente.
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4- Definición de responsabilidades en materia de comunicación
Identificar los distintos responsables de ejecutar cada una de las acciones de comunicación. La figura del portavoz
(o portavoces), tanto a nivel interno como externo, es muy importante. Más allá de identificar quien ejercerá de
portavoz, es imprescindible que el comité prepare adecuadamente a los portavoces, aportando la información
necesaria, definiendo los mensajes fuerza, las palabras prohibidas o la respuesta a preguntas incómodas.
Una vez definida la estrategia, deberán ejecutarse las comunicaciones previstas por el comité de crisis. Es muy
importante que los responsables se ciñan a los mensajes y planteamientos acordados, especialmente en crisis
que afectan a varias empresas. La coordinación y coherencia de los mensajes son un valor imprescindible para
recuperar la confianza de los consumidores.
· Proteger el valor más apreciado de la empresa, que son los consumidores y su confianza, para conservar la
credibilidad y reputación.
· Garantizar que la versión de la compañía llegue a todas las audiencias con fidelidad, en especial a los
medios de comunicación.
· Contener el alcance de la crisis: intentar que la crisis local, no se convierta en regional, la regional en
nacional y así sucesivamente.
En el caso de tener que hacer declaraciones públicas o a medios de comunicación, es importante que el portavoz
cuente con toda la información necesaria y haya sido preparado de forma exhaustiva.
Por otro lado, es importante tener claro cómo se coordinan los canales online de comunicación (web y redes
· Analizar si es necesario detener campañas de marketing en redes sociales que, por su enfoque, sean inadecuadas
en un entorno de crisis.
· Facilitar información y pautas de actuación al personal de atención telefónica y a los Community Managers para
interactuar con los consumidores en un entorno de crisis (offline u online).
· Utilizar la monitorización de redes sociales y medios digitales para medir el alcance y efectividad de las medidas
de comunicación y poder seguir el pulso de la crisis.
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Decálogo para la comunicación de crisis
Mantener informados a
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Dar la cara y atender el 8 empleados, proveedores,
plano emocional:
clientes:
La empatía en estas situaciones
Estos públicos merecen recibir la
es un elemento fundamental para
información de primera mano y no a
transmitir responsabilidad.
través de los medios.
Mantener la coherencia
5 entre lo que hacemos y lo 9 No eludir responsabilidades
ni señalar culpables:
que decimos:
Aunque no seamos los culpables
Los mensajes tienen que estar
de la situación, debemos asumir
alineados con la realidad de la
nuestras responsabilidades.
situación y las decisiones de la
empresa.
No limitar el esfuerzo de
10 comunicación a la fase
“activa de la crisis”:
47
5.4. Seguimiento de la situación / monitorización informaciones
Una vez ejecutadas las medidas incluidas en la estrategia definida por el comité de crisis, es necesario realizar un
seguimiento del avance de la crisis y mantener la monitorización de las informaciones publicadas. Este seguimiento
debe permitir verificar la efectividad de las medidas y los comunicados realizados, y valorar la necesidad de
complementar o modificar la estrategia prevista para superar la crisis. El resultado de este seguimiento debe
ayudar a responder preguntas com:
· Informaciones internas
· Información compartida por el resto de actores implicados
·Monitorizar medios de comunicación, redes sociales y contenidos digitales que permitan hacer un diagnóstico
de la percepción, opiniones generalizadas, dudas no contestadas, miedos de los consumidores, campañas de
comunicación contrarias o incluso boicots organizados.
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El comité debe cumplir en cada reunión el siguiente ciclo hasta el cierre de la crisis:
1
RECOPILAR INFORMACIÓN /
EVIDENCIAS
2
EVALUACIÓN DE LA SITUACIÓN
3
DEFINIR O REVISAR ESTRATEGIAS
4
ACTUAR
El comité de crisis es el encargado de decretar el fin de la situación de crisis. Para ello se deben cumplir las
siguientes condiciones:
· La incidencia o situación objetiva que ha generado la crisis ha sido corregida, en caso de ser necesario,
garantizando la protección de los consumidores.
· No hay presencia de informaciones en medios de comunicación, o son muy residuales, y el ruido en redes
sociales ha vuelto a un nivel de normalidad.
49
6. Después de la crisis
Una vez cerrada la crisis, el comité debe analizar, a
partir de toda la documentación y evidencias generadas
durante el transcurso de la misma, los aprendizajes que
puede extraer y las mejoras necesarias en el sistema
para prevenir o afrontar con mayores garantías futuras
crisis. Además, si es necesario, la empresa comunicará
las medidas tomadas o los cambios introducidos en los
productos, procesos o estrategias de la compañía.
50
Anexo - modelo de registro acta reunión comité
Asistentes reunión:
Opinión pública Medios y redes Sólo medios Sólo redes Sin presencia
Comentarios
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Plan de acción crisis
52
Plan de comunicación crisis Fecha:
INTERNA
Equipo
directivo
Mandos
intermedios
Resto de
trabajadores
At. Telefónica
Red comerciasl
EXTERNA
Consumidores
Afectados
Proveedores
Clientes
Autoridades
Medios de
comunicación
Entidad
certificación
Otros
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