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Resumen

Pedagogía del Oprimido

Paulo Freire

Aprender a decir su palabra

El método de alfabetización

Paulo Freire, pensador de la existencia, buscaba la práctica de la libertad descartando

los métodos de opresión, promulgando una educación que practique la libertad donde

nació fundamentalmente la pedagogía del Oprimido.

El pedagogo brasileño, tenía como idea fundamental, transformar una sociedad,

mediante un método de alfabetización, poniendo en primer plano la dimensión humana

de la educación.

En este método es imprescindible conocer que la pedagogía se hace antropología,

puesto que el hombre se constituye históricamente liberando la conciencia humana.

En la alfabetización se distinguen tres momentos importantes; entre ellos: el primero

destaca la acción del humanismo pedagógico, luego el hombre se reconoce de forma

histórica y finalmente, la decisión y compromiso para liberarse.

Todos los recursos empleados en el método de alfabetización responden a la unidad que

identifica el propósito del método dando alcance al humanismo y sobresaliendo la

premisa que establece que alfabetizar es concienciar.

La riqueza cultural está relacionada con la manera de cómo las personas llegan a

expresarse en un contexto específico.


Capítulo 1

En este capítulo, el pedagogo brasileño describe la relación entre el opresor y el

oprimido y cómo la educación tradicional perpetúa esta relación.

Freire sostiene que la educación tradicional es una forma de opresión que perpetúa la

desigualdad social y la injusticia. En este sistema, el maestro es el opresor y el

estudiante es el oprimido.

El maestro tiene todo el conocimiento y el poder, mientras que el estudiante es un

recipiente vacío que debe ser llenado con información. Esta relación desigual se refleja

en la sociedad en general, donde los ricos y poderosos oprimen a los pobres y

marginados.

Paulo Friere propone una pedagogía crítica que involucre a los estudiantes en un

diálogo igualitario y les permita desarrollar su conciencia crítica y su capacidad para

actuar en el mundo.

En este enfoque, el maestro y el estudiante son iguales, puesto que ambos aprenden del

otro. El maestro no es el poseedor del conocimiento, sino un facilitador del aprendizaje.

Los estudiantes no son frascos vacíos, sino seres humanos con experiencias y

conocimientos únicos que pueden contribuir a un proceso de aprendizaje bastante

importante.

En este sentido, establece la justificación para una pedagogía crítica que involucre a los

estudiantes en un diálogo igualitario y les permita desarrollar su conciencia crítica y su

capacidad para actuar en el mundo.


Por ello, nuestro pedagogo argumenta que la educación tradicional es una forma de

opresión que perpetúa la desigualdad social y la injusticia, y propone un enfoque

alternativo que promueva la liberación de los oprimidos.

Cabe destacar que, la liberación individual y colectiva no puede ser alcanzada en

aislamiento, sino a través de un proceso de diálogo y participación comunitaria.

Esto quiere decir que, la opresión y la liberación son procesos relacionales, donde los

individuos oprimidos se empoderan al comprender su situación y colaborar activamente

con otros para desafiar las estructuras opresivas.

La liberación no es un acto unidireccional de una parte externa que otorga libertad, sino

un esfuerzo conjunto en el que tanto los oprimidos como los liberadores están

involucrados.

La educación juega un papel crucial en este proceso, ya que fomenta la conciencia

crítica, la reflexión y el diálogo entre las personas.

A través de la pedagogía liberadora, las personas pueden analizar su realidad,

identificar las causas de la opresión y trabajar juntas para transformarla.

En última instancia, el mensaje de Freire resalta la importancia de la solidaridad y la

colaboración en la lucha contra la opresión.

La liberación no se logra en solitario, sino en comunidad, donde las personas se unen

para cuestionar y desafiar las estructuras de poder que perpetúan la opresión.

El proceso de liberación se convierte en una empresa colectiva en la que cada individuo

contribuye con su experiencia y perspectiva, creando un camino hacia la emancipación

genuina.
Capítulo 2

En este capítulo, se puede comprender acerca de la teoría de la concientización, que es

el proceso por el cual los oprimidos se vuelven conscientes de su situación y comienzan

a actuar para cambiarla.

El pedagogo argumenta que la deshumanización es el resultado de la opresión y que la

concientización es el proceso por el cual los oprimidos recuperan su humanidad.

Por otro lado, se comprende acerca de la deshumanización que se produce cuando los

oprimidos son tratados como objetos en lugar de como seres humanos.

En este sentido, los oprimidos pierden su capacidad de pensar críticamente y actuar en

el mundo.

Se puede comprender que la concientización es el proceso por el cual los oprimidos se

vuelven conscientes de su situación y comienzan a actuar para cambiarla.

Freire también discute el "miedo a la libertad", que es el miedo que tienen los oprimidos

a la libertad y la responsabilidad que conlleva.

Este miedo es el resultado de la opresión y la deshumanización, y puede ser superado a

través de la concientización y la acción.

Por otro lado, tenemos la concepción "bancaria" de la educación como instrumento de

opresión que se refiere a una perspectiva educativa criticada mucho por el autor en

cuestión.

Freire argumenta que esta visión considera a los estudiantes como receptores pasivos de

conocimiento, donde los educadores actúan como depositantes de información en las

mentes de los alumnos.


Los supuestos de esta concepción incluyen la idea de que el educador es el poseedor del

saber absoluto, mientras que los estudiantes son tabulas rasas que deben ser llenadas con

datos predefinidos.

Además, se presupone que la educación es un proceso unilateral en el que los

estudiantes carecen de voz y agencia, lo que perpetúa su pasividad y subordinación a un

profesor que les diga que hacer.

La crítica de Freire se centra en la naturaleza opresiva de esta concepción, ya que

refuerza las estructuras de poder y las desigualdades existentes en la sociedad.

En este enfoque, el estudiante se convierte en un objeto pasivo de instrucción, limitando

su capacidad para cuestionar, analizar y transformar su realidad.

Freire sostiene que esta metodología educa para la conformidad y la adaptación en lugar

de fomentar la conciencia crítica y la participación activa en la sociedad.

Para Freire, la pedagogía bancaria refleja la mentalidad colonialista y autoritaria, donde

los educadores asumen roles de dominación y los educandos son subyugados.

Freire nos invita a transformar la educación en un proceso dialógico donde tanto

educadores como educandos aprendan juntos, compartan experiencias y conocimientos,

y desarrollen una conciencia crítica sobre las estructuras de poder que los afectan.

Por ellos, se comprende que la concepción "bancaria" de la educación, criticada por

Freire, trata a los estudiantes como receptores pasivos y genera una opresión continua.

Freire propone firmemente una pedagogía liberadora que promueva la participación

activa, el diálogo y la conciencia crítica como medios para la emancipación de los

oprimidos.
Capítulo 3

Freire argumenta que el diálogo es esencial para la educación liberadora. En este

enfoque, el maestro y el estudiante participan en un diálogo igualitario en el que ambos

aprenden del otro.

El diálogo permite a los estudiantes desarrollar su conciencia crítica y su capacidad para

actuar en el mundo.

El método de alfabetización de Freire se basa en el diálogo y la participación activa de

los estudiantes.

En lugar de simplemente enseñar a los estudiantes a leer y escribir, el maestro y los

estudiantes participan en un diálogo en el que se discuten temas relevantes para la vida

de los estudiantes.

A través de este diálogo, los estudiantes aprenden a leer y escribir mientras desarrollan

su conciencia crítica y su capacidad para actuar en el mundo.

Freire también discute la importancia de la cultura en la educación. Argumenta que la

educación debe estar basada en la cultura de los estudiantes y debe ser relevante para

sus vidas.

La educación no debe ser una forma de imponer la cultura dominante, sino una forma de

permitir que los estudiantes desarrollen su propia cultura y su propia identidad.

Para el pedagogo en cuestión, los "temas generadores" se conciben como un enfoque

fundamental en la educación liberadora.

Freire discute que estos temas son problemas concretos y significativos que enfrentan

los estudiantes en su entorno y que se relacionan con sus vidas cotidianas.


Estos temas generadores actúan como puntos de partida para el diálogo y la reflexión,

permitiendo a los estudiantes analizar críticamente su situación y comprender mejor el

mundo que los rodea.

Además, forman la base del contenido programático de la educación liberadora. Freire

defiende un enfoque donde el currículo no se impone desde arriba, sino que se

desarrolla a través de la interacción y la colaboración entre educadores y educandos.

El contenido programático se construye en torno a los intereses y necesidades de los

estudiantes, abordando los desafíos reales que enfrentan en sus comunidades y

sociedades.

Esto crea un ambiente educativo donde el aprendizaje es relevante y significativo, y

donde los estudiantes se convierten en sujetos activos y participantes en su propia

educación.

Freire sostiene que las relaciones entre los hombres y el mundo se basan en la

exploración de temas generadores, que son problemas concretos que enfrentan los

estudiantes en su contexto.

Esta perspectiva transformadora de la educación busca empoderar a los estudiantes para

que sean críticos, participativos y capaces de contribuir al cambio social.

Capítulo 4

Freire argumenta que la opresión es antidialógica porque niega la capacidad de los

oprimidos para pensar críticamente y actuar en el mundo.

En este sistema, los oprimidos son tratados como objetos en lugar de como seres

humanos.
La dialéctica de la liberación es el proceso por el cual los oprimidos recuperan su

capacidad de pensar críticamente y actuar en el mundo.

La dialéctica de la liberación se basa en la idea de que la liberación es un proceso

continuo y que la lucha contra la opresión debe ser constante.

Freire argumenta que la liberación no es un evento único, sino un proceso que implica la

participación activa de los oprimidos en la transformación de su realidad.

El pedagogo también discute la importancia de la solidaridad en la lucha contra la

opresión. Argumenta que la solidaridad es esencial para la dialéctica de la liberación y

que los oprimidos deben unirse para luchar contra la opresión.

Además, se presenta la teoría de la acción dialógica como un enfoque fundamental para

la educación liberadora. Esta teoría se basa en la idea de que el diálogo y la

comunicación horizontal son esenciales para el proceso educativo y la liberación de los

oprimidos.

La colaboración se destaca como un elemento clave, donde educadores y educandos se

involucran en un intercambio mutuo de conocimientos y experiencias, desafiando así la

jerarquía tradicional del aula.

Otra característica crucial de la acción dialógica es la unión. Freire lucha firmemente

por la solidaridad entre los oprimidos, fomentando la idea de que, al unirse y compartir

sus experiencias, pueden resistir y superar la opresión.

Además, la organización es fundamental para esta teoría, ya que se busca empoderar a

los educandos para que sean agentes de cambio en sus comunidades.

La educación se convierte en una herramienta para la acción transformadora, donde los

individuos se organizan y se movilizan para desafiar las estructuras opresivas.


La síntesis cultural también es un componente esencial de la acción dialógica. Freire

sostiene que los educadores deben reconocer y valorar las diferentes perspectivas

culturales y experiencias de los estudiantes.

Esta síntesis cultural implica un proceso de integración de diversas identidades y

realidades, permitiendo un diálogo genuino y enriquecedor.

Cabe recalcar que, la teoría de la acción dialógica enfatiza la colaboración, la unión, la

organización y la síntesis cultural como pilares fundamentales para la educación

liberadora, buscando empoderar a los oprimidos a través de un proceso de diálogo y

participación activa.

La idea principal de Paulo Freire es que la liberación es un proceso continuo y que la

lucha contra la opresión debe ser constante para que de los frutos necesarios.

También discute la importancia de la solidaridad en la lucha contra la opresión, de

manera individual sería algo muy complejo de llevar.

Resumen General

A modo general se puede decir que la Pedagogía del Oprimido de Paulo Freire es una

obra fundamental para un educador en formación y también para quienes ya están

ejerciendo la profesión, puesto que brinda ciertos presupuestos indispensables para dar

una transformación a la educación, partiendo de la premisa del autor que se direcciona a

dejar la opresión y el miedo, dando un tinte más solidario en el sentido que, la unión

entre las personas oprimidas es fundamental para luchar juntas contra la opresión. Freire

dice que todos pueden aprender y enseñar al mismo tiempo, y que la educación debe

empoderar a las personas para que se conviertan en agentes de cambio en los diferentes
contextos que se desarrollen. Todo esto, se encamina a una educación en la que todos

puedan hablar, pensar críticamente y trabajar juntos para liberarse de la opresión y

construir un mundo mejor.

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