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INVESTIGACION

PEDAGOGIA
LIBERADORA

Esperanza Mayela Hernandez Magaña


Pedagogia
1B

Fundamentos pedagógicos

Maestra Mariana
La educación liberadora de Paulo Freire
Freire tiene indudablemente influencias desde diversos pensamientos: Hegel,
Marx, el existencialismo, el estructuralismo lingüístico, el pensamiento
revolucionario y el psicoanálisis.
La convergencia entre la propuesta de Paulo Freire y el psicoanálisis se da en
muchos aspectos. Su propuesta de dar primacía al diálogo es esencial en la
propuesta psicoanalítica.
Podríamos decir que el psicoanálisis consiste en un encuentro entre personas que
se proponen un diálogo, una conversación especial donde se busca el deseo, donde
se busca la palabra verdadera que construya la realidad, al igual que Freire busca la
construcción de la realidad social. Así, el psicoanálisis es una educación libertaria
en la medida en la que su práctica se propone superar la acción repetitiva y
enajenada para alcanzar la relación y la vivencia que acompaña una acción
creativa.
Freire caracteriza dos tipos de educación. Dos concepciones que permiten al
educador una reflexión crítica y una toma de posición frente al sistema educativo y
frente a su papel como profesional de la educación.
La Educación bancaria
En su libro “Pedagogía del Oprimido”, Paulo Freire crítica el espíritu de la
concepción “bancaria”, para la cual la educación es el acto de depositar, de
transferir, de trasmitir valores y conocimientos. Al reflejar la sociedad opresora,
siendo una dimensión de la “cultura del silencio”, la “educación bancaria”
mantiene y estimula la dicotomía educador-educandos, entre el que sabe y el que
no sabe, entre quien narra o transmite un saber y quien lo memoriza, entre quien
ostenta el poder, la autoridad y quien se somete a ella.
En la “Educación Bancaria” todo gira alrededor del maestro, él es el protagonista
principal. La educación es eminentemente vertical, el educador impone las reglas
estableciendo una relación de opresor-oprimido en la realidad social, el educando
se adapta al orden establecido, se da como una invasión cultural ya que es el
educador quien sabe y escoge los contenidos a tratar.
La Educación Liberadora
Frente a la “Educación Bancaria”, cuyo propósito es la domesticación social, Paulo
Freire propone la “Educación Liberadora” la misma que debe comenzar por la
superación de la contradicción educador-educando, sujetos que intercomunicados,
juntos aprenden, juntos buscan y construyen el conocimiento en la medida en que
sientan que tienen un compromiso para hacerlo, la libertad y la capacidad de
crítica.
Se trata de una educación que siendo no-autoritaria es directiva, como lo expresa
Freire, y en donde “el maestro es al mismo tiempo estudiante, el estudiante es
simultáneamente maestro; la naturaleza de sus conocimientos es lo que difiere. Sin
embargo, la educación involucra el acto de conocer y no la mera transmisión de
datos. De esta manera maestros y estudiantes comparten un mismo status,
construido conjuntamente en un diálogo pedagógico que se caracteriza por la
horizontalidad de sus relaciones”
Esta “Educación Liberadora” o “Educación Problematizadora”, como también la
denomina Paulo Freire, se identifica con lo propio de la conciencia y tiene como
objetivo fundamental la organización reflexiva del conocimiento, el desarrollo de
un acto cognoscente en la afirmación de la dialogicidad y, de esta manera, el
educador no es sólo el que educa sino que a la par que educa es educado en el
diálogo con el educando.
La “Educación Liberadora” en contraposición a la “Educación Bancaria” se
sustenta en que desmitifica la realidad (considerándola como tal sin ocultar
aspectos de la misma), promueve el diálogo, a través de la palabra, como lo
fundamental para realizar el acto cognoscente, despierta la creatividad y la crítica
reflexiva en el educando, refuerza el carácter histórico del hombre, promueve el
cambio y la lucha por la emancipación, fortalece el humanismo y la capacidad para
dar respuesta a los desafíos de la realidad.
Este tipo de Educación, surge, entonces, sobre todo en estos tiempos de conflictos,
incertidumbres y globalización, como una alternativa, quizá utópica si no hay un
cambio de actitud mental en los docentes, para la transformación e innovación del
proceso educativo en la búsqueda de la “formación integral” del sujeto.

CARACTERISTICAS DE LA PEDAGOGIA DE LA LIBERACION


Para que exista liberación, Freire (1972) informa que es necesario que tanto el
educador como el educando sean liberados en su pensamiento auténtico, ya que los
hombres se educan entre sí y si un educador no está liberado no podrá promover la
liberación de sus educandos.
Gracias al diálogo en este tipo de educación los educandos y el educador tienen la
posibilidad de expresar sus creencias, opiniones, y conocimiento; contribuyendo
con la discusión al pensamiento crítico que permite tener una posición frente a
diferentes temas. Es a partir del diálogo que tanto educandos como educadores
logran conocer las ideas de cada uno, respetándolas pero teniendo derecho a
criticarlas y cuestionarlas de forma respetuosa e inteligente.
Este tipo de educación parte de la historia de los hombres reconociéndolos como
seres inacabados con una realidad inacabada, implica la negación del hombre
abstracto, aislado del mundo, ya que propone una relación hombre-mundo
simultáneamente, que permite al hombre la comprensión del mundo en evolución.
Por ende el educador debe propiciar espacios donde todos los educandos estén
incluidos en las actividades escolares, se reconozcan y se relacionen con su
realidad y con la sociedad en la que están inmersos. La educación no se basa ya en
la transmisión de postulados abstractos, indiscutibles y exactos, sino en la creación
de conocimiento basado en la historia de los sujetos, en su presente, los cambios
que se deben realizar para la contribución al mejoramiento de este y la creencia en
un mejor futuro.
Rol ideal del educador
La tarea del educador en este tipo de educación no es otra que la de proporcionar,
conjuntamente con los educandos, las condiciones para que se dé el conocimiento
verdadero, el que se da a nivel de la acción (empirismo). La educación liberadora
implica un acto permanente de descubrimiento de la realidad y busca la emersión
de las conciencias de la que resulta su inserción crítica en la realidad. El educando
en este tipo de educación debe creer en los educandos y en la capacidad de estos de
crear conocimiento, debe concebir el error como algo natural en los procesos
educativos y no penalizarlo como falta grave. En este tipo de educación el
educador estaría al servicio de la liberación. Este tipo de educación se fundamenta
en la creatividad, no aceptando la suposición de un futuro preestablecido, sino que
es futuridad revolucionaria.
Del carácter problemático de los desafíos a los que los educandos sean expuestos
depende qué tan desafiados se sientan como seres en el mundo y con el mundo, y
cuanto más desafiados estén más obligados se ven a responder a los desafíos que se
les presenten, pues de esa forma comprenden los desafíos por medio de la acción,
reconociendo su compromiso. Por ende se entiende que la educación liberadora
implica la negación del hombre abstracto, aislado, suelto, desligado del mundo, y
de la suposición de un mundo como realidad ausente de los hombres. Entonces,
este tipo de educación propone la relación hombre-mundo simultáneamente,
relación que permite al hombre la comprensión del mundo en evolución.
Por medio de la educación liberadora, tanto educandos como educadores aprenden
a percibir de forma crítica cómo están siendo en el mundo con el que y en el que
están. La educación liberadora se fundamenta en la creatividad viendo en ella una
forma auténtica de propiciar el conocimiento; el diálogo como acto desvelador de
la realidad. Para este tipo de educación, en tanto quehacer humanista y liberador, la
importancia de la educación radica en que los hombres sometidos a la dominación
luchen por su emancipación superando la falsa conciencia del mundo; por ende
este tipo de educación no puede servir al opresor.1
Rol ideal del educando
La relación educador-educando debe ser entendida cómo una relación dialógica,
que mínimamente para logar un intercambio adecuado de saberes necesitan tener
un lenguaje común. La pedagogía liberadora dialógica de Freire busca generar
conciencia y alimentar la capacidad crítica de reflexión para que cada actor tanto
educando como educador logre describir y poder expresar sus voces. Para que se
dé una verdadera educación liberadora se debe tener en cuenta que los educandos
no deberían encontrarse ni sentirse alienados o ignorantes, por la misma razón el
educador no debería ser el único que tenga la capacidad de expresión, sino que en
diálogo común los saberes deben ser construidos; por lo mismo, ambos son sujetos
pensantes y merecen que su dignidad sea reconocida y respetada a favor de
encontrar la liberación de ambos

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