Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
MÓDULO VI:
TEMARIO:
- Introducción
- Etiología/ causas
Hipótesis genética
Estudios imagenológicos
Capacidad intelectual
Audición
Disfunción neurológica
- Introducción
Si hablamos de la etiología que presentan los TDL, y nos remitimos antes del siglo XX,
podemos dar cuenta que los consideraban de origen comportamental o de predominio
ambiental.
- Etiología/ causas
Hipótesis genética
Si bien se pretendía encontrar un gen único, se ha podido enmarcar los trastornos del
lenguaje en un sistema múltiple de genes, lo que explicaría la variedad de presentación del
trastorno, es decir, su heterogeneidad.
El Consorcio de TDL (SLI Consorcium) estudió a 98 niños con TDL y a 148 de sus familiares,
a quienes se les aplicó la prueba del CELF-R para evaluar habilidades en expresión y
comprensión del lenguaje, una prueba de repetición de logotomas y el WISC-R UK para
evaluar el CI manipulativo. En este estudio se encontró que el 34,4% de los familiares
estaban afectados.
En estos niños, se han descubierto otros loci en diferentes cromosomas que parecen
reflejar la influencia en el desarrollo del lenguaje. Estos cromosomas son: 16 (16q24), 19
(19q13), 13 (13q21). Bishop propone que para que la relación entre el fenotipo y el genotipo
sea clara y concisa, se deben seleccionar adecuadamente los casos para luego poder
introducirlos en los estudios moleculares. Es por esto que se precisan más investigaciones
Las investigaciones revelan el origen genético del Trastorno del Desarrollo del Lenguaje
(TDL). No obstante, a pesar de su origen biológico, no se descartan
algunos condicionantes externos que pudieran favorecer su desarrollo.
Sin subestimar la relevancia que el FOXP2 puede tener, no debemos considerarlo como “el
gen del lenguaje”. De acuerdo con Longa, las funciones complejas, como el lenguaje, no
solo dependen de interacciones entre los genes, sino de una intrincada red formada por
estos, sus productos y el entorno.
Existen estudios cognitivos que demuestran que los niños con TDL tienen dificultades en
los siguientes aspectos:
❏ Construir representaciones.
❏ La repetición de pseudopalabras.
Investigaciones actuales exponen que los niños con TDL tienen una velocidad de
procesamiento lenta en las tareas lingüísticas y no lingüísticas y presentan dificultades en
las tareas de denominación de imágenes.
En definitiva, desde una perspectiva evolutiva, los estudios indican que el lenguaje es una
función compleja que depende de múltiples habilidades subyacentes con orígenes
genéticos distintos. Un enfoque de “causa única” es demasiado simple para dar cuenta de
esta realidad clínica tan heterogénea donde están asociados múltiples factores de riesgo.
Según los resultados de estudios genéticos, el desarrollo del lenguaje se ve gravemente
comprometido cuando estos factores se combinan.
Podemos decir que pese al origen neurobiológico del TDL, existen 3 corrientes de la teoría
del procesamiento de la información que tratan de explicar las alteraciones de los niños
que presentan este trastorno:
● La primera corriente, de naturaleza lingüística, defiende la idea de que los TDL son
consecuencia de un déficit en la competencia y/o conocimiento gramatical.
● Por último, la tercera corriente pone de manifiesto que el origen del TDL se
encuentra en errores de mecanismos cognitivos específicos, como es el caso de la
memoria operativa verbal.
Estudios imagenológicos
Esta alteración se asocia a una posible etiología endocrina. Se ha comprobado que los
niños con hiperplasia suprarrenal congénita (trastorno en el que se genera un exceso de
testosterona desde la vida intrauterina, causado por una mutación genética autosómica
recesiva) y en sus hermanos heterocigotos, se observa una alta prevalencia de trastornos
del desarrollo del lenguaje y una pérdida de la simetría interhemisférica, en comparación
con otras familias no portadoras de la mutación.
Cuando vamos a realizar un diagnóstico de TDL, primero debemos descartar las causas que
pueden aparecer asociadas a las dificultades del lenguaje.
Resulta difícil identificar el Trastorno del Desarrollo del Lenguaje antes de los 3 años, e
inclusive, es fundamental ser cuidadosos con la evaluación. Cuando el lenguaje verbal no
aparece, se desarrolla lentamente para la edad cronológica, o aparece distorsionado, se
deben descartar otras causas antes de afirmar su naturaleza específica y llegar al
diagnóstico de TDL.
Para realizar un diagnóstico certero de TDL, antes se deben excluir las deficiencias
asociadas a los siguientes aspectos:
❏ Audición
❏ Disfunción neurológica
Capacidad intelectual
➔ Test de Wechsler versión juvenil: Intelligence Scale for Children (WISC-IV: Wechsler,
2003): para jóvenes de 6 a 16 años.
Leonard (1998) plantea que el cociente intelectual manipulativo tiene que ser de 85 o más.
A raíz de esto, diversos autores (Plante y Vance, 1994, 1995; Swisher, Plante y Lowell, 1994)
y estudios (Conti-Ramsden, Hutcheson y Grove, 1995; Kamhi, Ward y Mills, 1995;
Montgomery, 1995) han criticado esta postura y expusieron que los niños con TDL
presentan un cociente intelectual más bajo, propio de su dificultad. El DSM-IV, recomienda
que el valor puede bajar hasta 75.
Lum, Conti.Ramsden, Page y Ullman (2012) “Los niños con TDL obtuvieron un valor de
cociente de inteligencia no verbal (CINV)
no inferior a 1 DE (desviación estándar) por
debajo de la media en la escala de Wechsler
de inteligencia breve (Wais, Wechsler,
1999).
Mainela-Arnold, Alibali, Ryan y Evans (2011) “Todos los niños cumplían los siguientes
criterios: (a) el cociente de inteligencia no
verbal (CINV) ≥ 85, medida por el
rendimiento de la escala Leiter (Roid y
Miller, 1997), el Test of Nonverbal
Intelligence, tercera edición (Brown,
Sherbenou y Johnsen, 1997) o la escala de
Columbia de madurez mental
(Burgemeister, Blum y Lorge, 1972).
Las pruebas que deben tomarse para descartar la existencia de deficiencia auditiva son:
- Audiometría
- Potenciales evocados
También es muy importante descartar que el niño no haya tenido episodios recientes de
otitis media serosa.
Para realizar un diagnóstico certero, los niños con TDL deben superar los niveles
convencionales de audición con un screening.
También puede resultar útil el uso de distintos protocolos o test que evalúen la percepción
y discriminación auditiva.
- Test de ling
- PIP S
- Batería ESP
Estas pruebas, aunque no brindan valores sobre el grado de audición del niño, permiten
llevar a cabo un rastreo auditivo para descartar o abrir la posibilidad de que existan
posibles alteraciones auditivas.
Leonard, Camarata, Pawlowska, Brown y “(...) todos los niños pasaron una prueba
Camarata (2008) de audición”.
Rice, Wexler, Marques y Hershberger “(...) todos los niños pasaron un screening
(2000) de audición a 25 dB (30 dB en ambientes
muy ruidosos) a 1,2 y 4 Hz”
Moyle, Karasinski, Ellis Weismer y Gorman “(...) todos los niños pasaron un screening
(2011) de audición de tonos puros (20 dB HL a
500, 1000, 2000 y 4000 Hz, siguiendo las
directrices de la American Speech-
Language Hearing Association, 1990) y una
timpanometría para la detección del
funcionamiento del oído medio. Además se
les administró una evaluación fonológica
informal (cf. Smit, 2002) para garantizar
que todos los niños poseían unas
habilidades fonológicas adecuadas para la
producción de marcadores morfológicos”.
Disfunción neurológica
Es importante descartar:
➢ Evidencias de ataques
➢ Parálisis cerebral
➢ Lesiones cerebrales
Esta información se obtiene a través de la historia clínica, en la entrevista con los padres y
en el caso de que existan estudios complementarios neurológicos que se le hayan hecho
al niño, se solicitan para corroborar todos los datos.
Seguidamente se recoge el modo en que los diferentes autores han descartado una
disfunción neurológica de niños con TDL:
❏ Medida
❏ Motricidad activa
❏ Motricidad pasiva
❏ Dinámica respiratoria
❏ Soplo
❏ Ritmo
Según Aguado (1999) una motricidad oral adecuada debe de ser ya adquirida a los 3 años
y medio.
- Prueba para la exploración diagnóstica del desarrollo del lenguaje oral inicial
(PDDLO) de M. D. Ríos (1987)
Wong, Ciocca y Yung (2009) “Todos los niños pasaron un examen bucal
motor”.
Swanson, Fey, Mills y Hood (2005) “Todos los niños pasaron un examen de
audición y un examen oromotor, incluidos
en el Oral Speech Mechanism Screening
Examination-Third Edition (OSMSE-3; St.
Louis & Ruscello, 2000)”.
➔ Edades
➔ Sexo
➔ Nivel sociocultural
➔ Trabajo/ocupación
➔ Hábitos de higiene
➔ Alimentación
➔ Vestimenta
➔ Autoestima
➔ Nivel de socialización
➔ Habilidades sociales
➔ Grado de ansiedad
Las valoraciones que hagamos luego de recolectar los datos tienen que corroborar que el
niño no posee síntomas de una interacción recíproca alterada ni restricción de actividades.
Si todos estos criterios de exclusión se cumplen, podemos deducir que las alteraciones del
lenguaje son primarias y no derivadas de ninguna otra afectación.
Entonces, el siguiente paso será analizar la capacidad lingüística del niño para poder
identificar el grado de afectación y poder discernir si el niño presenta un trastorno del
lenguaje en uno o varios componentes del lenguaje, o bien se trata simplemente de un
retraso en el desarrollo del lenguaje.
Por ello, es necesario realizar una valoración del nivel de comprensión y expresión en
relación con la edad cronológica y mental y una evaluación de las dimensiones formal y
funcional del lenguaje mediante pruebas psicolingüísticas estandarizadas.
Además, una adecuada evaluación del lenguaje debe conllevar también una valoración
de aspectos complementarios (inteligencia, deprivación socio-afectiva, etc.) que nos
permitan descartar hipótesis alternativas al TDL e iniciar el tratamiento lo antes posible.
● No dice ninguna palabra inteligible a los dos años además de “mamá” y “papá”.