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Trastornos del habla
Es el uso impreciso o deficitario por parte de un individuo de los signos y normas
establecidas por una determinada lengua, debido a alteraciones en los procesos
neurolingüísticos, neurofisiológicos, neuromusculares o actividad psíquica relacionadas
con ella. Estas podrían reflejarse en alteraciones en diversos aspectos, tales como:
 Aspectos segmentales: Fonética y Fonología.
 Aspectos suprasegmentales: Prosodia, Fluidez y Voz
Siendo que uno o más aspectos pueden estar presentes en un mismo individuo.

Trastornos de los Sonidos del habla- TSH

A lo largo del tiempo, la nomenclatura utilizada para denominar a los niños con
Trastornos de los Sonidos del Habla –TSH–, fue cambiando según las influencias
autorales del momento y las áreas a las que pertenecían dichos investigadores
(medicina, psicología o lingüística). Así, uno de los primeros términos utilizados fue
“dislalia”, acuñado por el colegio de logopedas de Europa en 1959. Ese mismo año
Powers, en EEUU, utilizó la denominación “trastorno funcional de la articulación”.
Ambos términos hacían referencia a alteraciones en la producción de los sonidos,
desde la perspectiva articulatoria, describiendo los errores como sustituciones,
omisiones, distorsiones y adiciones (SODA). Cabe mencionar que, en algunos países
europeos y de Latinoamérica, aún continúa vigente el uso del término “dislalia”. Fue en
esta década cuando los trabajos de Grunwell (1975) e Ingram (1976) abrieron el camino
para visualizar que la producción de los sonidos del habla, involucraba también una
organización y representación lingüísticacognitiva , lo que facilitó la comprensión de
muchas alteraciones de los sonidos del habla, que no eran explicadas con la teoría
articulatoria . A partir de ese momento, hubo diferentes nomenclaturas para referirse a
los niños con alteraciones en el habla, hasta llegar al término Trastorno de los Sonidos
del Habla –TSH– . De esta manera, se define el Trastorno de los Sonidos del Habla –
TSH–, como una alteración en la en la producción articulatorias de los sonidos
(fonética) y en el uso funcional de los segmentos contrastivos “fonemas” de un idioma
(fonología) que afecta la inteligibilidad del habla en diferentes grados y puede ser
diagnosticado en las distintas etapas de la vida Definición de TSH (Trastorno de los
sonidos del habla) 2/7 La definición esbozada del TSH tiene una significativa
importancia para el clínico, ya que lo que este busca finalmente es adecuar lo más que
se pueda la emisión de los sonidos del habla a los estándares socialmente aceptables,
de tal manera que la persona mantenga una comunicación eficiente. En este sentido,
para la intervención, es más relevante identificar y describir la sintomatología y no la
etiología, es decir, establecer el perfil de las alteraciones fonéticas y/o fonológicas del
individuo, ya que ello permitirá plantear las técnicas e instrumentos que han de ser
utilizados durante el tratamiento; sin embargo, esta postura no excluye la necesidad e
importancia de que se busque conocer e identificar la etiología de la alteración misma.
Algunas evidencias que sustentan esta visión son, por ejemplo, el hecho que, en un
individuo cuya etiología sea una fisura labiopalatina, se encontrarán principalmente
alteraciones fonéticas, aunque también va a evidenciar errores fonológicos (44-48); un
paciente con disartria, apraxia del habla o apraxia del habla infantil puede mostrar
ambas alteraciones (1,37,49,50), además de errores prosódicos; y los niños con algún

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síndrome (ejemplo Down), alteraciones cognitivo-lingüísticas, morfológicas y motoras
que desencadenan errores fonéticos y fonológicos (51-53) e incluso prosódicos.
PREVALENCIA, SINTOMATOLOGÍA Y FACTORES ETIOLÓGICOS DE LOS TSH En la
actualidad no existen datos precisos con respecto a la prevalencia de los TSH y ello es
debido a una serie de variables tales como el hecho de que las definiciones
operacionales del trastorno no están claramente establecidas, lo que hace inconsistente
su identificación; que la información es recolectada en sujetos diferentes, entre ellos,
padres de familia, maestros de aula sin conocimiento especializado y en otras en
fonoaudiólogos, logopedas o especialistas de lenguaje, cada uno de los cuales visualiza
la problemática desde diferentes perspectivas (102). Sin embargo, aun teniendo en
cuenta lo anterior, existen algunos estudios principalmente en Inglaterra, Australia y
EEUU que ofrecen algunos datos relacionados a la prevalencia, como son los citados
por la ASHA (102) y Nathan (130). Law, Boyle, Harris et al., 2000 (102,130) para EEUU,
los de Kirkpatrick & Ward, 1984 (130) para Australia; los de Broomfield & Dodd, 2004
(34) para Gran Bretaña, o algunos estudios minoritarios realizados para países
latinoamericanos, como es el caso de Brasil (131-135). Estos estudios no son todavía
concluyentes, dada la disparidad en los datos obtenidos (desde un 2% hasta un 25% e,
incluso, un 70%). No obstante, existe consenso a la hora de afirmar que los varones
son los más afectados y que las condiciones socioeconómicas bajas inciden en este
tipo de trastornos. Con respecto a la sintomatología esta puede ser de orden fonético
y/o fonológico. Alteraciones fonéticas Alteración que consiste en la incapacidad de
producir (articular) correctamente los sonidos esperados a una determinada edad
cronológica. Esta imposibilidad se detecta desde la emisión aislada del sonido, como
también en sílabas, palabras y conversación. Los errores son identificados como
distorsiones, sustituciones u omisiones, y generalmente se asocian a déficits
morfológicos (estructural), neuromotores, al uso de prótesis mal adaptadas y piercing,
entre otras; e incluso, al incorrecto aprendizaje motor. Alteraciones fonológicas
Alteración que consiste en el uso inadecuado de los segmentos contrastivos esperados
para una determinada 3/7 edad cronológica; esta se caracteriza porque el individuo
logra articular de manera aislada o en sílabas el segmento; pero no los utiliza durante la
interacción verbal espontánea, es decir, el individuo es capaz de producir el segmento
o la sílaba e, incluso, palabras o frases cuando son silabeadas (con o sin

modelo), pero en el habla espontánea dice por o por . Los errores son identificados

como procesos de simplificación fonológica –PSF– retrasados o inusuales, así como

por el uso inadecuado de la fonotaxis. Generalmente se asocian a una alteración

cognitivo-lingüística o sensorial auditiva (discriminación o reconocimiento fonológico).

Alteraciones fonéticas-fonológicas Alteración del habla en la que coexisten errores

fonéticos y fonológicos, aunque el número de signos, gravedad, intensidad e inicio de

los mismos varía de sujeto a sujeto, pudiendo suceder que haya un solo error fonético y

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varios fonológicos o viceversa. La descripción anterior se refiere a casos en los que se

presentan ambas alteraciones (fonética y fonológica) de manera simultánea. Sin

embargo, existen casos menos frecuentes, en los que, para un mismo sonido pueden

detectarse, tanto errores de orden fonético como fonológico, es decir, existe una

incapacidad para producir correctamente el sonido esperado para su edad cronológica

de manera aislada o en sílabas (error fonético), además de mostrar variabilidad en los

errores cometidos cuando dicho segmento se encuentra en palabras o habla

espontánea (error fonológico). Mayores detalles sobre las alteraciones fonéticas y

fonológicas se presentan en el capítulo 03. En lo concerniente a la etiología de los TSH,

algunos autores como Gierut (136) y Rucello (137) los subdividen en dos grupos, los

que presentan causas conocidas y aquellos cuya causa no se conoce. En el grupo de

causas conocidas, se incluyen aquellos individuos que evidencian alteraciones

morfológicas, neuromotoras, auditivas y/o cognitivo-lingüísticas que justifican el TSH.

Por el contrario, el grupo de causas desconocidas, ha sido denominado a lo largo del

tiempo por los investigadores, docentes y clínicos como “funcionales”. Sin embargo, en

los últimos años, algunas investigaciones (114,18,138-140) indican que las posibles

causas del TSH en estos individuos, se originan en particularidades genéticas

vinculadas al procesamiento lingüístico y/o control motor del habla, y/o por otitis

recurrentes. Las relacionadas al procesamiento lingüístico serían el grupo más grande,

representando un 60% de los casos; las otitis recurrentes dentro del primer año de vida,

sería el siguiente grupo, representando un 30% de los casos; y las ligadas al control

motor del habla se evidenciarían en un 10% de los casos (34). Estos datos ya pueden

ser utilizados en la clínica para sustituir el término “funcional”. Sin embargo, las

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investigaciones son recientes y aún escasas, infiriéndose que en algunos años se

tendrán datos más exactos y la comprensión de estos será mayor

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